Loco por mi hermana Ivonne 4
Dando un paso adelante, mi adorada hermana me tiene a sus pies.
Loco por mi hermana Ivonne 4
Seguiomos con la hisotria de Javi, pobre chico tan caliente y con una hermana tan cachonda, buena combinación. Gracias por todos sus mensajes. Contestaré y pasare sus recados a Ivonne. Mi corre aparece arriba en el título. Besitos. Dra Tentación.
Me decía eso con esa boquita brillante por el helado y con sus labios carnosos en forma de corazón que yo deseaba tener rodeando mi pija. Yo miraba su cuerpo boquiabierto. Ella me guiñó un ojo.
"¿Te parezco sexy?"
"¿Sexy?, creo que tienes un cuerpo perfecto"
"¿Te parezco más atractiva que las chicas de tu edad que conoces?"
"Claro, eres la mujer de mis sueños"
"Pero soy tu hermana, no puedes verme así"
"Pero... es que tú me provocas Ivonne"
De nuevo su risa.
"¿De veras?, dime ¿cómo te provoco?", decía al tiempo que se tocaba las tetas con una mano y con la otra rosaba su entrepierna.
"Sí, me vuelves loco, con tu cuerpo, con tu forma de caminar, con tus posturas, con tus insinuaciones, al final siempre tengo que ir al baño y me la jalo como loco, como nunca lo había hecho, en mi mente apareces desnuda ante mi..."
A Ivonne se le dilataban las pupilas y las mejillas se le sonrojaban. Algo que denotaba su excitación. Su cara resplandecía y su excitación iba en aumento. De nuevo me sorprendió.
"¿Te gustaría masturbarte viéndome así, desnuda para tí?"
"No… me da vergüenza, no podría"
"¿Por qué?, no seas tonto, ¿no te haces miles de chaquetas imaginándome?, pues aprovecha y hazlo viéndome, a mí no me importa, además me gustaría ver cómo lo haces"
Claro que se me antojaba, pero sentía pena de hacerlo delante de ella, nunca me la había jalado delante de nadie y mucho menos frente a mi hermana.
"Me da pena..."
"Venga, me gustaría verte y me excita saber que lo haces por mí"
De nuevo su frase me sorprendió y me excitó mucho mas. Contesté ruborizado.
"No me atrevo"
"Venga, ¿quieres que te provoque? ¿me pongo en alguna pose sexy? ¿quieres que me toque yo también?"
Sin dejarme responder mi hermana se tumbó boca arriba en el sofá y comenzó a pasar la lengua por sus labios en una pose muy erótica, con una mano se acariciaba las tetas y se pellizcaba los pezones con la otra iba bajando por su cintura hasta llegar a su coño, separó sus piernas ligeramente y empezó a estimularse con dos dedos el clítoris y los labios vaginales. ¡Vaya panorama!
Dudé en principio, pero con aquella escena, mi mano obedeció a mi hermana y comencé a masturbarme suavemente, con lentitud, disfrutando de lo que tenía delante, observando su hermoso cuerpo y viéndola cómo se tocaba ella. Ivonne arqueaba su espalda para mostrarme con mucha sensualidad todo su cuerpo, abriendo ligeramente más las piernas, para que yo pudiera ver bien su conchita depilada. Pude ver que su rajita estaba brillante debido a lo cachonda que estaba.
"Qué linda la tienes Javi, cómo me gusta verte que te la jales"
"A mí también me gusta ver como te acaricias"
Ella cerraba los ojos, soltando gemidos y jadeos. Su cuerpo brillaba por el sudor. Estaba a punto de reventar, me salía ya algo de leche. Ivonne empezó a respirar más profundamente, sus labios parecían hincharse y sus pezones estaban erectos. De repente su respiración se hizo entrecortada, jadeó con más fuerza lo que me hizo entender que estaba teniendo un orgasmo, lo cual me llevó a acabar a mí, soltando varios chorros de semen que cayeron por la alfombra y el sofá.
Ivonne se quedó tumbada un rato recuperándose y yo también. Ella me sonrió:
"Ha sido bonito ¿verdad?"
"Ya lo creo"
"¿Mejor que imaginarme?"
"Desde luego. ¿Y tú? Lo has pasado bien ¿no?"
"Sí, he tenido un orgasmo genial"
Ella tuvo que marcharse, pues había quedado con unas amigas, se bañó, se vistió y me dio un besito en los labios.
-"Tenemos que repetirlo hermanito"
La estuve esperando toda la tarde, regresó a eso de las 11 de la noche. Yo estaba desnudo, sentado en el sofá. Al verme me preguntó:
"¿Me estabas esperando?"
"Sí Ivonne, quiero verte desnuda otra vez"
"Ven, me voy a dar un baño, estoy empapada de sudor, hace mucho calor"
La acompañé hasta el baño y preparó el agua. Llevaba una minifalda de cuadros y una blusa blanca anudada a la cintura, su ombligo parecía llamarme para que me lo comiera. Mientras se soltaba el broche que llevaba en el pelo me preguntó:
¿Te has masturbado de nuevo?
"No, quiero hacerlo viéndote"
"Ja, ja, ja, te gusta más así ¿eh?"
"Sí, mucho"
"¿Quieres ayudarme a desnudarme tú?"
Bueno, ya estaba otra vez, me iba a matar con tanto placer, ¿cómo podía negarme a algo así?
"Sí, claro"
Primero le quité el nudo de la blusa y uno a uno le fui quitando los botones, dejé caer al suelo la prenda y llevaba un brassiere delgado transparente color azul. Se dio la vuelta se sostuvo la melena y con alguna dificultad le desabroché los broches del brassiere. Volvió a ponerse frente a mí y me sonreía. A todo esto mi miembro estaba apuntando al cielo y a ella le encantaba verme así. Le bajé un tirante, luego el otro y el pequeño brassiere cayó al suelo. Sus erectos pezones me miraban. Le solté el cierre de la falda que estaba en un costado y se deslizó hasta el suelo. Su tanga azul era muy pequeñita y algo transparente haciendo juego con el brassiere, podía verse su rajita a través de ellas. Me quedé un rato parado.
"Venga Javi, ¿qué esperas?"
Obedecí como un niño bueno y mientras me agachaba iba bajando la tanga por sus piernas. La desnudé pasando unos momentos más que excitantes. Quién me lo hubiera dicho unos días antes, ni yo mismo me lo hubiera creído. Me agarró de la mano, una suave y pequeña mano que terminaba en unos preciosos dedos y bonitas uñas, me encantaban sus manos, por supuesto en el dedo anular, su anillo de matrimonio.
"Ven, vamos a ducharnos juntos"
Pasamos juntos a la regadera tomados de la mano. Tomó la regadera de mano y comenzó a mojarse con el agua templada, su cuerpo brillaba y el agua se deslizaba por su piel formando unos ríos de los que yo deseaba beber. Después me mojó a mí quedándonos bien mojados. Mi pito seguía firme y duro sin importarle el agua que le caía encima. Tomó un poco de gel en una de sus manos, hizo que me girara de espaldas a ella y comenzó a enjabonarme el pelo, dándome pequeños masajes, después hizo lo mismo con mi espalda. Sus caricias eran suaves, tiernas, sensuales, sus finas manos eran captadas por todos los poros de mi piel. Bajó sus manos por mi cintura y enjabonó mis nalgas para luego meter su mano por la raja, hasta llegar a mi ano. Pegué un salto, pues era una especie de cosquilleo y de gusto a la vez. En alguna de sus lentas y concienzudas pasadas por mis nalgas aplicándome el jabón, sus tetas rozaban mi espalda, pudiendo notar cómo se me clavaban sus duros pezones. Me enjabonó los muslos, me dio la vuelta, yo estaba como un títere, me dejaba hacer lo que ella quisiera.
"Cuánto hacía que no te bañaba Javi"
"Sí, hace mucho tiempo, pero me gusta más así, los dos juntos en la regadera"
Se rió otra vez. Se llenó las manos nuevamente de gel y me hizo una nueva aplicación por los hombros, el pecho, el ombligo, los brazos... Se agachó para lavarme los muslos y las piernas y subió con su mano hasta mis huevos, los sobó con dulzura. Mi pija rebotaba y yo tenía un disfrute enorme en todo mi cuerpo. Me agarró la verga con su mano, cuando lo hizo me tuve que agarrar a las llaves del agua pues aquello hizo tambalearme, me echó la piel hacia atrás y con la otra mano me enjabonó suavemente el glande. Se recreó con mi pija que tenía una dureza mayor de la habitual, yo creía que iba a estallar en cualquier momento. Vaya masaje me hizo la muy cabrona. Dio una palmada en la nalga y dijo:
"Te toca, mi vida"...
Continuará...
Gracias por todos sus correos. Contestare uno a uno personalmente. Besitos Dra. Tentación. ;)