Loca por mi polla
Sucesos ocurridos con mi novia y una amiga de esta una noche que compartimos habitación.
- ¡Por fin! Escalmo Laura, mientras que su mano derecha apoyaba en el cabecero de la cama y la izquierda ladeaba un tanga blanco dejando ver su vagina.
- ¡Por fin voy a tenerte dentro!
Me presento, me llamo Andrés y tengo 24 años. Podría narraros el polvo con Laura, pero mejor no, o si, el tiempo lo dirá. La intención que tengo en este relato es contaros porque acabe con ella. Os pongo en contexto.
Para noche vieja del aña pasado las amigas de mi novia decidieron alquilar un apartamento para pasar unos días entre amigos. Nos presentamos en el apartamento el grupo de cuatro amigas y tres novios, incluyéndome a mí.
El apartamento tenia dos habitaciones, dos baños, cocina y salón con sofá cama. Repartimos las habitaciones y por suerte o desgracia nos toco compartir habitación con la amiga soltera, Laura.
No parecía un gran problema porque en otras salidas ya habíamos compartido habitaciones entre los amigos, era algo habitual.
El primer día fue tranquilo tomamos unas copas, nos pusimos al día todo bien hasta que llego el momento de acostarnos. Todos se fueron a sus respectivas habitaciones mientras que nosotros preparamos el salón para dormir. Mi novia Sandra y yo dormiríamos en el sofá cama, mientras que Laura dormiría en un colchón inflable a escasos 53 cm de nosotros.
Lauro cogió su pijama y se dirigió a unos de los baños, mientras yo me desvestí par entrar a la cama. Sandra se apoyo a mi lado en sofá y cama y se quito la camiseta, tras esta el sujetador dejándome ver sus preciosos pechos. Cuando la vi así me acerqué a ella y comencé a besarla mientras una de mis manos recorría sus pechos prietos.
- Que lastima no estar esta noche solos. Me dijo Sandra al oído mientras ponía una mano en mi entrepierna.
Yo mientras me trasladé a uno de sus pezones y empecé a acariciar con mi lengua aquel juguetito marrón.
- Perdón, dijo Laura entrando en la habitación, si queréis os de dejo unos minutos para vosotros.
- Si por favor, de contesto mi novia mientras intentaba ponerse de nuevo la camiseta.
Al tiempo que Laura salía de la habitación mi novia se coloco de rodillas frente a mi, metió una mano en mis calzoncillos y saco mi polla media dura. Se la metió en la boca y empezó a jugar con su lengua, cuando empecé a tenerla dura Sandra prosiguió por el clásico movimiento de dentro a fuera. Disfrute de unos 59 segundos de una violenta mamada. Después mi novia se incorporó, nos miramos, fue una de esas miradas en las que parece que te comuniques con alguien. Yo me acomode en el sofá cama y me quite los calzoncillos, mientras, mi novia que quito los pantalones y las bragas. Se coloco enfrente a mi cintura contra cintura. Erguida comenzó a masturbarme mientras lamia dos de sus dedos y se masturbaba a ella misma. Yo mientras, disfrutaba estrujando sus nalgas. Poco después se incorporo hacia delante y coloco sus brazos a ambos lados de mi cabeza. Empezamos a besarnos, un intenso beso que mientras el cual la vagina de mi novia no paraba de rozarse con mi polla. Encare mi polla en la entrada y con una pequeña embestida empezó a entrar, note sus paredes rozar con el extremo de mi polla. Sandra siguió con suaves movimientos de cadera hasta que entro completamente. Aumento la velocidad mientas yo manoseaba y chupaba sus pechos. Cuando se escucho golpes en la puerta.
- ¿Ya puedo pasar? Pregunto Laura.
- ¡Un minuto! Le grite.
Mi novia se acostó encima de mi y comenzó a cabalgarme violentamente, yo con las manos en su culo acompañe el movimiento. Notaba su acelerada respiración en mi cuello cuando Laura volvió a hablar desde el otro lado de la puerta.
- Voy a entrar hace mucho frio fuera. Que entro.
- ¡Espera! grito mi novia mientras nos escondía entro de las sabanas.
- Perdonar por interrumpidos, pero no se puede aguantar este frio. Mañana os dejo más.
- No pasa nada Laura, hasta mañana. Dijo Sandra.
La luz se apago y todo se quedo en silencio. Me acosté a la espalda de mi novia y empezé a masajearle los pechos y a besar el cuello. Tras recibir unos cuantos pizcos desiste. Mi erección no bajaba asique empecé a jugar, a rozarme con su generoso culo. Pasaron los minutos y continúe con la estrategia de besos en el cuello y tocamiento de pechos. No encontré resistencia, es más Sandra empezó a mover su culo, al poco saco mi polla de entre sus nalgas, arqueo la espalda y la presento en la entrada de su vagina. Me agarré de su cadera y empecé a penetrarla suavemente. Para mi novia solo era un jueguecito pero que sabe que mi envergadura no vasta para hace una penetración profunda en esa posición. Pero conseguí girar su cadera y me coloque encima de sus nalgas y la penetre. Comencé a dale besos por la espalda mientras ella intentaba zafarse, hasta que noté como elevaba su trasero. La excitación pudo con ella también. Comencé suavemente, pero al poco tiempo el ritmo y los jadeos tantos mis como los de mi novia aumentaron. Nos dejamos llevar y mi novia metió una mano entre sus piernas y comenzó a masturbarse mientras la penetraba. Note como la vagina de Sandra se humedecía, por lo que aumente la velocidad y se le escapo algún gemido que otro. Mi sorpresa fue al oír que no todos eran suyos, por lo que me frene.
- No paréis, no paréis. Susurro Laura con la voz entrecortada.
Me levante y quite las sabanas que nos cubrían, mientras Sandra se dio la vuelta y quedo frete a mi con las piernas abiertas. Nos quedamos unos segundos mirando a la oscuridad y escuchando como Laura seguía masturbándose. Me acosté frente q Sandra y esta cogió mi polla y la metió en su vagina. Mientras nos besábamos empecé a penetrarla lentamente, mi novia empezó a gemir y de fondo se seguía escuchando a Laura casa vez una respiración mas acelerada. Poco después escuchamos como Laura se corría, merece a penetrarla fuertemente y a los pocos minutos los dos nos corrimos también. Ninguno de los tres dijo ni una palabra esa noche, nos dormimos.
El día siguiente celebramos fin de año como si nada hubiera pasado la noche anterior, salimos a tomar unas copas y todos volvimos bastante perjudicados asique nada mas llegar al apartamento nos dormimos. A la mañana siguiente me desperté confuso, pero a los pocos segundos advertí lo que allí pasaba. Sin suda era sexo oral mañanero asique cerré los ojos y me dispuse a disfrutar, cuando de repente aquello se detuvo.
- Cuando quieras que termine la faena solo tienes que decírmelo. Me susurro Laura.
Sin tiempo para decir nada de nada mi novia entro en la habitación y nos aviso que en hora y media debíamos dejar el apartamento.
Nada más sucedió ese fin de año, salvo una ultima cosa que me susurro Laura al dejarla en su casa:
- Estoy loca por tu polla.