Loca por Ella
La tercera parte del primer fin de semana con el amor de mi vida... cursi? romántico? si lo es, pero con Ella todo es así...
Nunca me ha gustado molestar con mensajes y llamadas a mis parejas, entendí que Ella necesitaba espacio para estudiar para su parcial y durante todo ese sábado no quise escribirle, no entendía muy bien que me pasaba, pero solo pensar en su rostro y su voz hacia que mi estomago revoloteaba con miles de mariposas que llevaban su nombre.
Mis compañeras de residencia incluyendo a mi mejor amiga viajaron a sus respectivas casas dejándome sola, así que pensé en salir un rato al centro comercial, quería distraer mis pensamientos un rato y hacer que mi cuerpo se relajara, a pesar de todo todavía sentía en cada centímetro de mi piel los besos de Ella.
El día era precioso, en la ciudad donde yo vivo es poco común ver un día tan bonito, ese tipo de días donde el sol no molesta y la temperatura hace provocar estar afuera, mi residencia queda relativamente cerca de uno de los pocos centro comerciales grandes que están acá, así que me anime, me puse una camiseta cómoda y unos pantalones cortos de tela y me fui caminando.
Durante todo el trayecto reviví cada momento que pase con Ella, la forma en que me hizo sentir durante la ducha que tomamos juntas, el simple hecho de despertar sintiendo su respiración en mi cuerpo, pensé que debía de estar confundida, no podía ser que alguien me gustara tanto en solo una noche, pero la verdad es que esos sentimientos ya estaban ahí y nada podría hacer para cambiarlos.
Cuando llegue camine mirando tranquilamente las tiendas, tal turista solo disfrute de las vidrieras que casi sabia me de memoria, no voy a mentir, no soy ni cerca una mujer con dinero, pero me gustaba mirar las tiendas e imaginarme que podía escoger lo que quisiera y comprarlo.
Me compre una barquilla en una conocida cadena de comida rápida, realmente tengo pocos momentos donde pueda estar sola en mi vida, algo típico por vivir en una residencia, así que estaba disfrutando mi tarde.
En unas mesas del centro comercial me pareció ver un rostro conocido, estaba acompañada con una mujer un poco más alta, me acerque y pude comprobar que era más conocido de lo que quería, Ella estaba discutiendo con esa mujer, estaban muy cerca una de la otra y mientras veía a la mujer tocar el rostro de Ella sentí mi corazón romperse lentamente.
Me acerque aun mas, no soy una mujer de formar escándalos, y mucho menos por una relación que no tenía más de 24 horas, pero la verdad es me sentía traicionada como nunca, en ese momento la mujer intento darle un beso, Ella respondió empujándola y justo cuando iba a responder logro verme, su rostro era un manojo de emociones, sorpresa y miedo.
Mis ojos estaban cargados de lagrimas, sentía mi rostro hervir de la rabia y termine de llegar a donde estaban, antes que Ella pudiera decir alguna palabra solo la agarre y la traje hacia mí, rodee con mis brazos su cintura y pregunte. – ¿hay algún problema princesa?
No sabía exactamente por qué había hecho eso, es más, era primera vez que sentía la necesidad imperiosa de demostrar que una persona era solo mía, yo no soy una mujer que intimida físicamente, mis escasos 1.51 y contextura delgada no sirven para eso, pero mis intensos ojos verdes hacen que mi mirada se convierta en asesina cuando la requiero.
La chica que se notaba mucho mayor que nosotras, tal vez unos treinta y tantos, se puso de pie con rabia y fiereza en sus ojos. – ¿Tu prefieres a esta niña que a mí? ¿Es por ella que no me vas a ver más?. Sus palabras golearon fuerte mi orgullo ya maltrecho por los mínimos 15 cm de diferencia entre nosotras.
Cuando me disponía a responderle, Ella agarro fuerte mi brazo, me separo y le dijo algo que nunca podre olvidar. –Yo soy de ella, es mi novia y la verdad, tu opinión me importa muy poco, solo por respeto a ti quise dejar todo claro para que más nunca me busques.
Yo no lo podía creer, Ella tomo con firmeza mi mano y la dejo con la boca abierta, mientras caminábamos no dijimos nada, pero nuestras manos jugaban una con otra, cuando nos dimos cuenta estábamos en la esquina opuesta al centro comercial, cuando menos lo esperaba me llevo sin miramientos a unos baños muy poco usados porque están muy ocultos, entramos y dando gracias a dios que no había nadie entramos juntas en el cubículo más lejano.
Ella nada mas cerró la puerta se abalanzo sobre mí, besándome duro como me gustaba, no perdió mucho tiempo mientras sus manos tocaban mis piernas y mis glúteos sobre mis pantalones cortos, yo no me quede atrás y con fuerza tome su rostro para que hiciera más presión en sus besos, era la primera vez que intentaba algo así en un baño, pero la verdad es que no me importaba lo más mínimo porque lo estaba disfrutando como nunca.
Sus manos abrieron con desespero mi pantalón y sus dedos de deslizaron por mis pantis ya muy húmedas, las aparto y con maestría toco mi sexo, casi no aguanto las ganas de gemir fuertemente cuando me penetro con sus dedos, Ella al darse cuenta me beso con más fuerza para que no pudiera gemir, ya en mi mente no recordaba que estábamos en los baños de un centro comercial al que voy casi todos los días.
Yo estaba en la gloria, mientras me penetraba con sus dedos me besaba duro el cuello, no tarde mucho en sentir el inminente clímax, la mote por su cabello y la baje hasta mi sexo, a pesar de la posición incómoda pudo tocar con su lengua mi clítoris, eso fue demasiado para mí y tuve uno de los orgasmos más fuertes en toda mi vida.
Cuando me recupere la subí hasta mi rostro y esta vez fui yo quien la beso, con algo más de ternura pero con el mismo sentimiento, sin casi aliento pero con todo el corazón solo pude preguntarle. ¿De verdad soy tu novia? y más importante que eso ¿me prefieres a mi antes que ella?
La forma en que me miro y sonrió sencillamente me desasió. –Tú eres mi novia, como ya te dije soy solo tuya y tu eres solo mía, ella era solo una ex que siempre me está molestando y quería que supiera que estaba contigo.
Cuando salimos del baño estaba algo nerviosa, pero no entro nadie y gracias a dios, no nos vio nadie, agarradas de la mano fuimos hasta salir del centro comercial, Ella me dice. –Corazón es temprano, déjame ir a mi residencia a buscar ropa y mis cosas para estudiar, claro, si la invitación de quedarme contigo este fin todavía está en pie.
Me sorprendió, pero imaginar pasar todo 2 días enteros con Ella me lleno de sentimientos que no entendí en ese momento. –Claro linda, sabes que es así, te espero entonces yo me voy caminando. Nos despedimos con un abrazo y se monto en el autobús que la llevaría hasta su residencia.
Durante todo el camino de regreso a mi casa no pude pensar en nada más que en Ella, era mi novia, y más que eso era toda mía, pero sin importar que fuera, la única realidad es que sabía que este fin de semana prometía ser uno de los mejores de toda mi vida, sencillamente, estaba loca por Ella y mucho más fuerte que eso, ya yo le pertenecía.