Lo único que realmente importa 3
...
De nuevo espero 6 meses para sus vacaciones porque ella era muy comprometida y prefería concentrarse en su trabajo y dejar de lado los estorbosos hombres mientras estaba en contacto con la comida.
Así que esa noche llamo a Santiago
-¿aló?- contesto una voz masculina al otro lado del teléfono
-¿hola Santi como estas?
- ¡por Dios si es Sam!, mujer como estas pensé que te habías olvidado de mi
-como crees, es que… he estado un poco ocupada
-¿sí?... y que vas a hacer esta noche… vamos a salir con unos amigos no sé si quieras venir… que dices anímate… será divertido
-si está bien donde nos vemos.- Sam tomo nota de la dirección, se despidió colgó el teléfono y se dirigió al armario para cambiarse de ropa.
Cuando al fin escogió un atuendo, se baño se arreglo y salió divertida pensando “qué bueno, será una noche más que carajo!... de todas formas no tengo alguna cosa mejor que hacer”
-¡hola Sam como estas que gusto verte! – dijo Santi mientras le daba un sincero abrazo.
-¿bien y tú? veo que te ha ido bien ehh!!!... quien es tu amigo-dijo Sam señalando al tipo corpulento y buen mozo que venía con él.
-no preguntes después te cuento… ¡Vamos!
Santiago la condujo a un bar. Sam no noto el estilo de este hasta que estuvo dentro
-¿Santiago.... este lugar que es?... porque parece que las...
-¡sí! No preguntes vamos a resolver preguntas no a hacerlas
-Santi… me trajiste a un bar… -dijo mirándolo con cara de puño.
-sshhhh! Calla ya te dije que no preguntes lo que ya sabes…-Santiago la tomó de la mano y se la llevó a una mesa que había cerca, llamo a la chica que atendía y pidió una botella de ron blanco.
Sam, jamás había pasado también en una fiesta como en aquel sitio. Se sentía bien, quería bailar, quería reír y por primera vez quería tomar de verdad, se sentía bien, como cuando hacia una nueva receta en el restaurante y esta le salía perfecta. Sentía que ese era su lugar a pesar que jamás pensó que entraría a uno de ellos. Pasada la media noche todos en el lugar bailaban y se sentían contentos Sam estaba en mitad de la pista bailando un reggaetón cuando se le acercó una chica y le pidió bailar con ella.
Sam no salía de su asombro al reconocer a…
-¿Victoria?... pero… ¿qué haces aquí?
-¿quieres bailar o no?
-Si claro pero…-Sam no salía de su asombro - ¡vaya! El mundo sí que es un pañuelo…
Sam no sabía cómo, pero empezó a sentirse excitada, cada vez que Vicky se le acerba y le bailaba, sintió como su conchita comenzó a humedecerse… no podía creer que una chica le causara tanto y más ella, la primera chica que conociera al llegar a la capital, la que se había enojado porque se había acostado con su novio, y encontrarla allí en un bar gay, bailando con ella de forma sensual.
La pista acabo y Vicky tomó de la mano a Sam y la llevó hasta la mesa donde estaba sentada.
-¿te gustó?...
-¡que… que… yo… si…!... este…-Sam no podía salir de sus pensamientos
-¿qué te pasa… estas bien…?
-si solo que… me tomaste por sorpresa
-¿por qué no te relajas… que quieres preguntarme anda dilo?
-¿¿¿cómo es que tu estas… bueno yo pensé que… y miguel sabe esto, porque yo… bueno no quisiera que… además yo estaba…???-Sam no sabía por dónde empezar así que soltó las preguntas de una vez
-¡Sam, Sam cálmate!… mira te lo explicare… me gustan las mujeres, desde hace mucho tiempo solo que no quería que en la universidad se enteraran, así que tuve que conseguir novio y bueno tu me hiciste el trabajo fácil cuando te acostaste con él, pero después de conversar una noche me di cuenta que no te gustaba del todo estar con ellos y yo ya me moría de ganas por estar contigo…
-¡que!!!!!!!!!!!!!!!!!!... queeeeeee?
-si… corazón mira, yo estaba enamorada de ti pero me daba miedo declararme, además no sabía si a ti te gustaban las mujeres por eso le di el número de apartamento equivocado a Miguel para que entrara a tu cuarto, debo reconocer que no esperaba que lo hicieras con él… porque bueno… en fin…
Sam no podía creer lo que Vicky le estaba diciendo estaba atónita con los ojos abiertos no parpadeaba.
-yo me sentí celosa, y por eso dejé de hablarte, pero no me sentía celosa de él, sino de ti… no me gustó saber que él te tocaba mientras yo estaba pegada a la pared esperando que tal vez abrieras la puerta y me pidieras entrar… -Vicky hizo una pausa- te perdí la pista cuando te mudaste, te busqué por todos lados en todos los restaurantes y cuando ya me daba por vencida…. Entre a un bar que queda cerca al centro y bueno al fin mi sueño se hizo realidad… te vi sentada en la barra con un idiota, de pronto los dos se levantaron y yo los seguí… ¡perdón no pude contenerme!… sé que no estuvo bien y te pido disculpas porque es hasta ilegal lo que hice… pero tú sabes que una mujer desesperada es capaz de todo… así que supe donde vivías y te seguía día tras día observando tu cuerpo y… bueno - Vicky se sonrojo al recordar esos momentos- hace 6 meses le pedí a un amigo que te siguiera e intentara hablarte.
-¡ahhh! Entonces tu y Santiago…
-si… ya nos conocíamos… somos amigos de hace rato y yo bueno… le pedí que si te hablaba y te traía, para que pudiéramos hablar… no sé qué piensas…
Sam estaba como en otro mundo no coordinaba una idea en su cabeza, no sabía que pensar ni que decir, así que se levantó de la silla tomo su cartera, casi corrió a la calle y tomó un taxi.
Al llegar a la casa se cambio, y se acostó en la cama estaba como en shock no pudo coordinar ningún movimiento mas, no pudo tener otro pensamiento, no logro tener una idea clara en su mente, así que se rindió y se durmió.
Durante las dos semanas que pasaron de sus vacaciones, Sam no salió de su departamento y los únicos que tocaban a su puerta eran los del periódico, y su teléfono no sonaba, solo llamaba a su madre noche tras noche, había convertido su vida en una rutina, solo había una cosa que no había podido sacar de su mente, ni evitar que llegara a su cerebro no podía cortar la imagen no lograba pensar en otra cosa que no fuera Vicky…
No sabía cómo, no sabía porque, pero esta chica la tenia loca, se masturbaba en las noches recordando su cuerpo, como le bailaba tan cerca y como se movía…