Lo que vendrá

El mundo interior y el exterior, se unen para conformar una atmosfera de sensualidad y deseos ocultos. Tension permanente entre naturaleza y condicion humana. Una historia con varios matices..que no escapa a ser la tuya.

LO QUE VENDRA

(Cap. 1) "El sonido de los pensamientos"

El calor en ascenso, la ondulante y variada vegetación (con sus matices), rodeaba el lugar….lejano (o no tan lejano), no lograba capturar la atención de aquella mujer, que retenía la vista sobre el vertiginoso vaivén del mar.

Obnubilada, sumergida en aquel hechizo mágico, producto del intenso oleaje. Abstraída en pensamientos lejanos(o no tan lejanos)…parecía recuperar el aliento cuando el viento dejaba volar su cabello (¿solo el cabello?). Su boca era sal: y lo sabia!

Era extraño, la arena no se hundía bajo sus pies…aunque si sus pensamientos, arremolinados, agazapados en la orilla, a la espera de golpear en el punto justo…exacto…donde la arena se hace una con el agua.

Ella esperaba. Juntaba los minutos vorazmente, los acumulaba en sus pupilas magnéticas, destellantes de azul… y bruma!

En fin, esperaba. El tiempo le huele a mar. No podía enajenarse…y lo sabía. (Realmente, ¿ lo sabia?).

Esperaba… ¿A quien?...

No sabía. Solo tenía la certeza más certera, que llegaría… (Se lo dijo el mar a cambio de sus ojos). Llegaría… a ese recóndito lugar, donde (quizás) habían fijado para el encuentro… en algún sueño lejano, o no tan lejano.

Esperaba cosmogónicamente. Debatía sin dudas, ni resistencias al suplicio marino…Tan solo: esperaba.

Con la convicción que da la espuma...Benditos y alocados pensamientos, cayeron…sin fin…sin pausa…sin tiempo, volviéndose pedacitos de cristales…cristales rotos!...y sal. (Su boca era sal...!)

Reinventarse en la espera (ahí, esta la razón!)….como descubrir el atajo que llevan a los deseos apretujados. Aquí y ahora: rompiente y creciente… (en un lugar tan lejos o no...)

Un tirón en el brazo…un beso estrepitoso le lleno la boca… no importaba (acaso, ¿debería importar?)…las manos de aquel hombre la sujetaron con seguridad., aferrándose a su cintura…como si la conociera por el tacto (¿la conocía?)...Unas frases al oído, lograron (al fin) alterar la apacible postura de ella... que con ímpetu lo enredo con sus piernas…sus sexos eran uno (mar y arena)….Azotes marinos

Una mujer en la orilla del mar, convertía con su mirada minutos en horas…Esperaba...ataba pensamientos…vaciaba los viejos y acumulaba susurros de aire….De un solo movimiento cambio la dirección de su vista, un grito la distrajo

  • AANAAAA!!!!!!!…. Contéstame por favor…hace una hora que estas como una tarada mirando el agua.

-Bueno Juan, Ya voy!!!- (balbuceo)

-….Al final…para eso veni sola… a mi no me encajes en la arena, perdiendo tiempo. (Arguyo Juan, entre bostezos)

-ANA, ANA!!!... estas escuchando?

-Podes venir que nos vamos…mañana tengo mucho trabajo

-En seguida voy Juan… y hace 20 años que te escucho, te parece poco?

(De frente a Juan… y el mar detrás…)

-Anita, mi amor???... te pasa algo?...vamos que se me hace tarde!!!.. déjate de tonterías…cuando lleguemos a casa cocino yo. Te parece?

-Hace como quieras, cocina lo que quiera….pero quiero algo con mucha sal.(contesto con mohines de aburrimiento)

-Ana, Anaa… sin dudas, hoy no estas bien!!!!

  • creo que en muchos años nunca estuve tan bien…( lo dijo suavemente...cuan olas en retiro)

El mar volvió a su cause normal… las olas ya no golpeaban con frenesí…y el aire empujo a esa mujer…a sumergirse nuevamente en sal y mar, pero dentro de otro lugar lejano o no. Ese era su paraíso, de cemento, de días iguales, de vida, sin vida (sin vida?)… que estaba decidida a cambiar….a atrapar en su red...en escuchar el maravilloso sonido de sus pensamientos.

Ella esperaba. Su boca era sal: y lo sabia!!!

(Cap.2) "Ecos de la conciencia"

Era una de esas mañanas, se entiende... la de cualquier ama de casa normal, común. (Común)

El grito del despertador, siempre alentaba a disipar la ineptitud de los sueños no resueltos. Pero el sueño más real...era la cotidianeidad. Siempre se había preguntado lo bueno que seria estar casada tantos años con una misma persona, aunque en realidad nunca somos la misma… habitamos en un solo cuerpo… y atacamos de diferentes modos, formas aleatorias de vivir..Si es conveniente la palabra.. a estas alturas(a estas alturas)

Que te cuenta la conciencia después de haber deseado escaparte un rato de la verborragica razón, que le susurra al oído esa otra intrusa que duerme y acecha.

Cada mañana, cada día, ese fastidio de cemento, aire y corridas por otros. Si esos otros, que disfrutan de robar minutos ajenos, a parte del suplemento del diario.

Tenes que hacer algo, habría dicho Juan, en una de esas tantas discusiones maritales (algo?)

Deberías retomar tu profesión, total los chicas ya están grandes… y… yo…yo, me puedo arreglar….esto ultimo causo estruendosa risa (interna, por supuesto), en ella. Nadie sabía más que su alma lo que necesitaba. Mar y arena. Arena y mar. Se le ahogaban las ideas, se le marchitaban los pensamientos que antes eran propios… que no se escondían de los demás..

El que iba a saber.(alguna vez, lo supo)

Ana deseaba muchas veces jugar, jugar cómo en el cuento de Cortázar… el del subte…el recorrido… la cosmopista… y el destino final. Pero sus divagues eran desterrados de tierras de Juan… el no comprendía, lo que significaba para ella … lo que simplemente había suplicado… allá lejos y hace tiempo...Justito antes de casarse…Que iba a saber… (y si lo hubiera sabido)

Mermelada de cítricos y jazmín. Eran las recetas que ensayaba y escribía prolijamente en un cuaderno. Aquel mismo, donde antes hacia volar a las hadas, se enamoraba de duendes y peleaba con brujas…donde salpicaba con salsa picante, muuuy) Justito ahí, en la ultima y lejana apostilla de sus pensamientos.

Volver…esa era una idea apropiada y una solución coherente con sus indicios primarios. Pero volver a donde…Realidad, si, realidad… que aúlla desde los rincones de la casa y de la cama destendida de los cuartos... las camas destendidas… que ironía

Salir, le hacía bien…lo descubrí una tarde, cuando la cruce en la esquina de la panadería de los Reyes. Capturaba como quien toma una fotografía, los pies de las personas…creo y ahora reflexionando, que estaría buscando sus pies...si, si

Quizás alguien se los de…. La vi…como se le pegaba la sonrisa en la cara y cambiaba su color de tez, cuando tropezaba con alguna baldosa levantada…Ay… tantas cosas pasan…que uno recién se da cuenta…cuando,..¿Cuando?

Hasta que la muerte nos separe, agito Ana en su mente… Ahora bien, que tipo de muerte…¿debería haber una?

Existen varios modos de morir, el corpóreo, el espiritual, el karmico, el sueño, si el sueño…que no es mas que la prolongación de la muerte o simple ensayo de la misma. Morir, pero una muerte entre sabanas revueltas e ideas peinadas!!, morir con sal en el cuerpo, y pedir todas las noches estrellas para juntar.

Un kilo de pan, preparar la cena……y otro dia que se va.

La cuestión, es que la vi…caminando otros pasos, oliendo otros mundos…y añorando el suyo…el que fagocito otro. El que fagocito, nada mas ni nada menos, que ella misma. Incongruencia, incoherencia, como lo prefieran. Cada cual es artífice de su propio destino, y las mochilas no pesan, tan solo recaen en la espalda del que no vive acorde al crecimiento. ¿Crecimiento? Claro! Ese era el verdadero problema.

(Cap.3) "Digresiones en epistolario". O Epistolario de sueños

Carta l

"No duermes"- pregunto absurdamente Juan, su voz sonó como desde lejos, todavía en la playa, mezclada con sal y el calor que no alcanzaba a separarse de esa mano, que la confirmaba se crespaba en su hombro, el cuerpo de Ana pareció brotar a su lado, la sintió al mismo tiempo en los tobillos, en los muslos….pegada a su extremo, y el pelo le azoto la boca con el olor marino del sueño.

Quiso enderezarse, rechazarla sin violencia, obstinándose en creer que dormía y soñaba…. Un calor seco le apretó la boca, las manos resbalaban…se perdían bajo las sabanas contra su cuerpo, volvían a subir…. enredadas en la tela del pijama… un murmullo como de suplica nacía contra su cara, todo su cuerpo estaba invadido por un peso que cambiaba de zonas, que la recorría cada vez…. Con más fuerza.

Como envuelta en una red se debatía sin resistirse verdaderamente, no alcanzaba a librar la boca o la garganta…. Cuando ya la caricia bajaba por el vientre, nacía una doble queja, las manos se aliaban y se desanudaban en sollozos y balbuceos… la piel desnuda se abría a látigos de espuma, los cuerpos enlazados naufragaban en su propio oleaje, se perdían en cristales y algas….

"No duermes’’ reitero en vano Juan….mientras en la oscura habitación pensaba….

Espero que alguna vez me sorprendas cuando duerma vestido, me asaltes con un destello de puta en tus soñolientos ojos, me desabotones con suavidad, botón por botón y en el vuelo de mi pantalón, saques gentilmente mi sexo y lo escondas en tu boca húmeda…… Algunas veces también te sorprenderé dormida, levantare tu camisón y abriré con suavidad tus piernas…. T e agitaras incomoda, comenzaras a gruñir y a gemir, a suspirar……..ondulación salvaje….

Anhelante en tu sueño…. Y en el mío….

"Duermes Ana"- murmuro…..obstinadamente….

PARA MI CAPITAN…..

Carta ll

"Duerma Ana" - murmuro..... Obstinadamente...

Duerme que el tiempo se acaba... la hora, esa maldita, que corre y corre sin que nadie la detenga.

Tu cuerpo desnudo dentro del pijama, hace trizas el corazón del deseo. Ana no descansa.

Alza su ser embellecido con Jazmines, alrededor las espinas de Juan, que la contempla sobre sus brazos vibrantes, sublimes y fuertes, esperando el momento, de gemidos, rodeados de murmullo, combatir perpetuo de pieles en puja por ser escamas en un solo cuerpo.

Ana... en un instante vuelve a su mundo... mundo de excitación plena...perdido en el tiempo y la bruma.

La levanta en sus brazos y en un solo instante, como si el tiempo no pesara, la arroja sobre la mesa....madera fiel, que cruje en la penumbra. Ella descansa. Muy suavemente, la recorre milimétricamente. Dos cuerpos vibrando, como si todo fuera la primera vez, ¿será que esta todo comenzando de nuevo? quizás, solo se que existen dos personas en el mundo , Ana y Juan. Dos personas en el mismo mundo, están tendidas en la única mesa que es usada para la celebración. Celebración del Amor.

Ella lo ama, exige sus ojos, esos mismos que recorren el cuerpo y dan seguridad al alma. El, besa uno por uno los lugares ocultos de sus partes íntimas, sin brújula, sin astrolabio. Instinto es suficiente. Su boca húmeda que empezó con un beso tierno se fragua como hierro. Ana, prisionera de la red, no se defiende, ataca. Mientras las gotas de la vela encendida, acantilan en los cuerpos ya inertes. La mesa convertida en balsa, se aleja de la orilla, para siempre. Un grito, una llama, una daga. Pasión. Libertad. Derrumbe de la razón.

"¿por que? Se pregunta Juan....

"Duermes Ana"- murmuro…..obstinadamente….

PARA MI MARINERA

(Cap. 4) "Lejos…quien sabe donde…"

La vi. Como todos los días, pero con una nueva sonrisa, esta vez no prestada ni robada. Jugaba, como siempre….Pero ya les conté…la vi

Que puedo decirles, que no sepan de ella: junta crepúsculos…transforma en bruma lo que toca…besa y deja sal…la misma que cauteriza heridas. Acumula soles y amaneceres.

En tanto, resuena una melodía de Graham Nash, sobre las cenicientas cumbres de los edificios, y que entre arboles desdentados camina el destino al acecho de su próxima victima. La luna, muerta de risa, esconde sus pechos del sol, mientras las estrellas tararean la canción.

Solía ser un rey,

nadie creía en el.

Deambulaba en la sombra.

Pero un fuerte Abril,

harto de traición

decidió salir,

por la puerta trasera.

Se vistió de luz, un invierno azul.

En la miel de otros ojos.

Quien abrazo su ser,

lo envolvió

para siempre.

En alas transformo,

y a la vida

se fue

Solía ser un rey.