Lo que sucedió

Es la historia de la primera vez que desvirgue a una chica.

LO QUE SUCEDIÓ

Hola, mi nombre importa poco, aunque para hacer el relato más comprensible pongamos que me llamo José, tengo 26 años.

Hace unos años, con un dinero que me prestaron mis padres y otro poco de mis tíos y abuelos monte una pequeña empresa de informática, me dedicaba a la reparación de ordenadores y a crear programas informáticos para otras empresas, tuve la suerte de crear un programa de gestión hotelera y que una de las grandes empresas de hostelería se fijase en el y lo eligiese para su gestión, detrás de esta vinieron otras empresas, algunas como la primera con muchos hoteles y otras pequeñas con uno o dos hoteles, mi empresa creció como la espuma en aguas turbulentas, en poco tiempo repartí beneficios con los familiares que me habían dejado el dinero para empezar, casi sin excepción, todos me dijeron que no era necesario que les devolviese el dinero con intereses, pero se quedaban sorprendidos al escuchar que no les estaba devolviendo nada, que seguían teniendo el dinero que me habían prestado invertido en la empresa y que aquel dinero era el que les correspondía de los beneficios.

Mi empresa comenzó a crecer, abriendo oficinas en diversas ciudades, contratando nuevos informáticos y al año y medio una cadena hotelera internacional había visto mi programa y querían probarlo en algunos de sus hoteles, el despegue definitivo para mí fue que les gusto tanto que lo eligieron para toda la cadena, el dinero me llegaba a un ritmo frenético.

Bueno, podría hablaros durante horas de cómo fue creciendo mi empresa, hasta convertirse en una pequeña multinacional, pero no es de eso de lo que os quería hablar.

La cuestión es que un día uno de mis amigos, un chico de veintitantos años, dos o tres años más joven que yo, vino a hablar conmigo, aunque tengo, por necesidad, una secretaria, la puerta de mi despacho siempre esta abierta para mis amigos, en fin, que el chico en cuestión, Rubén, me dijo que tenia unos problemas económicos y le urgía conseguir el dinero que necesitaba, me sorprendió, ya que él también tenia una pequeña empresa y por lo que sabia le funcionaba bien, aun así le dije que le ayudaría en lo que pudiese, me quede atónito cuando me dijo que necesitaba urgentemente 18.000 Euros. Como supondréis no pude dejar de preguntarle para que necesitaba esa cantidad y con esa urgencia, Rubén escurrió la pregunta y me dijo que si no se los dejaba perdería su casa y posiblemente su empresa, la verdad no tengo demasiados amigos, por mi trabajo que ocupa casi el cien por cien de mi tiempo, de modo que acepte prestarle el dinero, pero claro haciéndolo bien, con contratos firmados donde se especificase claramente como debía devolverme el dinero. Él acepto mis condiciones, a los tres días firmamos los papeles y mande a mi banco hacerle la transferencia a su cuenta.

Paso el tiempo, yo no había vuelto a saber de mi amigo, se acercaba el plazo en que debía comenzar a ingresarme dinero hasta devolverme lo que le había prestado, me preocupaba el hecho de no saber nada de él. Hasta que un día una chica vino a verme, no la conocía de nada, pero estaba buenísima y hacia mucho que no hablaba con una chica como ella, de modo que la recibí encantado. Cuando entro en mi oficina me quede mirándola, aparentaba unos 19 años, ella cerro la puerta, se sentó frente a mí, no me miraba a la cara, daba la impresión de sentir vergüenza, sin levantar la mirada comenzó a hablar.

-Gracias por recibirme.

-No hay de que.

-Soy Lorena, soy la novia de Rubén.

-¡Ah!, Rubén, ¿cómo esta?, me preocupaba no saber nada de él.

-Esta mal, de hecho esta arruinado.

-¿Cómo?

-Lo ha perdido todo, la empresa, la casa, en fin todo.

-Pero… (siguió hablando, sin esperar a hablase yo)

-Estoy aquí para que sepas que no va a poder devolverte el dinero que le prestaste, ahora esta trabajando por un sueldo normal y de momento es imposible que te devuelva nada.

-Pero eso no puede ser, le deje mucho, y tenemos un contrato.

-No me has escuchado, esta arruinado.

-Te escuche, pero debería ser él quien estuviese aquí, podemos arreglarlo, que me vaya devolviendo cantidades más pequeñas, pero me tiene que devolver ese dinero o le denunciare.

-No lo comprendes, el dinero que le dejaste a Rubén desapareció, la deuda que tenia creció, perdió todo y aun debe más, lo tuyo aparte.

-Pero como es posible, pensé que el dinero que me pidió era para pagar sus deudas.

-Lo era, pero sus deudas eran por el juego, se jugo el dinero que le prestaste también. ¿Lo entiendes ahora?

-Entenderlo lo entiendo, aun así a mí se me debe un dinero y de algún modo tendré que cobrarlo.

-Por eso he venido a verte, yo podría ser el pago de la deuda que Rubén tiene contigo. (bajo más la cabeza al decir esto)

-¿Cómo dices?

-Podemos llegar a un acuerdo y que te cobres la deuda con mi cuerpo.

-¿Puedo hacerte una pregunta?

-Sí.

-¿Tanto le quieres?

-No te lo puedes imaginar.

-Le envidio. ¿Él esta conforme?

-Más o menos, me propuso subastar mi virginidad por Internet para conseguir el dinero, pero yo preferí venir a ofrécetela a ti.

-¿Eres virgen?

-Sí, quería casarme virgen, ahora eso esta olvidado.

-Pero 18.000 euros es mucho dinero.

-Lo sé, he mirado algunas paginas de Internet y el precio de una virgen esta sobre los 12.000 Euros, yo te ofrezco mi virginidad a ti por 6.000 de los que Rubén te debe, es decir te costaría 6.000 sin que pagases un Euro más.

-No me puedo creer lo que oigo. ¿Y el resto?

-Llegaríamos a un acuerdo.

-¿Por qué me haces esta oferta pudiendo sacar más dinero de otro modo?

-Eres amigo de Rubén, hicisteis la mili juntos y he visto fotos tuyas, eres atractivo y pareces educado, en una subasta por Internet no sabría realmente quien puja por mí.

-Sigo sin creerme lo que esta sucediendo aquí, no habrá ninguna cámara oculta y todo esto es tan solo una broma.

-No soy buena actriz, no es ninguna broma, ya lo habrías notado.

-Tampoco será una trampa.

-Te doy mi palabra de que no, estoy dispuesta a firmarte un documento donde diga que me ofrezco voluntariamente e incluso a que filmes nuestras relaciones sexuales para usarlas como prueba de que en ningún momento me fuerzas.

-Esta bien, supongamos que acepto, 6000 Euros por desvirgarte, aun quedarían 12.000, una prostituta cobra unos 200 Euros por servicio, tu eres preciosa y estaría dispuesto a pagarte 300 por cada relación sexual, eso supondrían unas 40 relaciones sexuales, ¿estarías dispuesta?

-Sí, aunque yo había pensado en vivir contigo, sirviéndote en tu casa y en la cama como si fuésemos pareja, con un sueldo de 1.500 euros al mes durante 8 meses y así saldar la deuda, pensé que seria un trato que te podría parecer bien.

-Eres consciente de que viviendo 8 meses conmigo te follare más de 40 veces.

-Si, pero así no me sentiría tan puta.

-Bueno no me das muchas opciones ya que me estas diciendo que o acepto o pierdo mi dinero.

-No, si no aceptas subastare mi virginidad en Internet y te daré lo que saque y el resto tratare de pagártelo poco a poco a cambio de que no denuncies a Rubén.

-Me gustaría ver lo que me ofreces. (levanto su mirada hacia mí por primera vez)

-Me tienes aquí, creo que me ves bastante bien. (sabia que me había entendido, aun así se lo dije sin tapujos)

-Lo que quiero es verte desnuda.

-¿Aquí?. (asentí) Esta bien, con una condición.

-No creo que puedas poner condiciones, yo podría ir a la policía y denunciar a tu novio por impago de una deuda.

-Vale, él írrita a la cárcel y tu perderías tu dinero.

-Bueno, escuchemos tu condición.

-Si me desnudo para ti aceptas darme más tiempo para pagarte la deuda de Rubén, a no ser claro que decidas cobrártela conmigo.

-Bueno, no te daré más tiempo para los 10.000 primeros Euros, según tengo firmado con Rubén dentro de tres meses tendría que haberme pagado esa cantidad, pero el primer plazo, que debía pagarme ya, lo retrasamos tres meses, en cuanto a la suma que quede tras este primer pago podemos alargarlo dos años.

-Me parece bien.

Se levanto fue hasta la puerta y cerro con llave, no quería que nadie entrase de improvisto y la encontrase desnuda, se acerco de nuevo y lentamente, con un fuerte rubor en sus mejillas fue desnudándose lentamente, primero la chaqueta, luego la blusa y por fin la falda, quedando ante mi en bragas y sujetador, le hice un gesto de que se detuviese, antes os dije simplemente que estaba buenísima, ahora tratare de encontrar las palabras para describirla, rubia, media melena, ojos color caramelo, carita de perversa inocencia, labios marcados, tetas chiquitas, y cadera ancha, sus medidas debían ser aproximadamente 86-63-88, la verdad esto no hace justicia a lo que tenia ante mí.

-No importa que sigas, eres preciosa, prefiero ser yo quien te desvirgue.

-Gracias. Toma esta es mi tarjeta, llámame cuando quieras hacerlo.

-No es necesario, esta noche en mi casa a las nueve.

-¿Tan pronto?

-¿Te parece mal? No quiero que tengas tiempo de arrepentirte o que Rubén decida desvirgarte.

-No te preocupes, eso no sucederá, además, si te quedases con alguna duda sobre mi virginidad podríamos negociar.

-Si no lo eres serian 4 meses más viviendo conmigo para cubrir los 6000 euros que acordamos por tu virginidad.

-Tienes mi palabra de que soy virgen.

-Rubén me dio su palabra de que me devolvería hasta el último Euro.

-Rubén tenia un problema de adicción al juego, ahora esta en tratamiento, yo no tengo ningún problema.

-Esta bien, prefieres tener un par de días más para pensar en lo que vas a hacer.

-No, mejor no, cuanto antes mejor.

-¿Entonces esta noche?

-Vale, esta noche.

-Ven, acércate, toma mi tarjeta. (se acerco y cogió la tarjeta que le entregaba, la cogí de la mano y tire hacia mí, la agarre por las nalgas)

-¡Eh!, aun no tienes permiso para tocarme.

-Vamos, no seas tonta a partir de esta noche te tendré durante ocho meses, que más te da que te toque un poco ahora.

-Empiezo a creer que me equivoque contigo.

-¿Por qué?

-Porque pensé que me harías sentir tan solo como una mujer con un hombre y ya me estas tratando como a una puta.

-Tienes razón, lo siento, lo que sucede es que hace mucho que no tenia ante mí tanta belleza y he perdido un poco el juicio.

-Pues recupéralo, deja que me aparte y esta noche nos vemos en tu casa. (la solté, ella se aparto, regreso junto a su ropa y con rapidez se vistió, luego mientras guardaba mi tarjeta dijo) A las nueve me tendrás allí.

Pase el resto del día algo nervioso por lo que esa noche me esperaba, hacia algún tiempo que no estaba con una mujer, además las últimas habían sido prostitutas, ya que mi escasez de tiempo no me permitía un romance, de modo que las últimas veces había recurrido a la solución más fácil para satisfacer mis deseos sexuales, con Lorena esto era un poco diferente, aunque también fuese sexo por dinero ella no era prostituta, además era virgen e iban a ser ocho meses de disponer de una preciosidad como si fuese mi esposa.

Salí del trabajo antes de lo habitual, a las seis en lugar de a las ocho, dejando a uno de mis empleados al cargo de cerrar, hubo caras de extrañeza por que era algo que nunca hacia, aun así era el propietario y nadie pregunto por que me iba tan pronto.

Fui a un supermercado y compre bebidas, entre ellas un par de botellas de buen champagne francés, personalmente prefiero un buen cava español, pero no había ninguno en el super que me gustase, también compre un par de cosas que necesitaba para prepara una buena cena para los dos.

Al llegar a casa metí las bebidas en el congelador para que se enfriasen rápido y me puse a preparar la cena, lo reconozco, soy un cocinitas, me gusta mucho cocinar, bueno eso lo descubrí cuando me canse de comer sopas de sobre y frituras y comencé a ver programas de cocina y me decidí a probar de hacer una de aquellas recetas, me quedo bastante bien y me anime a comprarme algunos libros de cocina, a partir de entonces fue cuando descubrí lo relajante que resulta el cocinar, pero bueno, no os quiero aburrir con esto, la cuestión es que prepare un par de platos que a mí modo de ver eran los que mejor me quedaban.

Para las nueve ya tenia la cena preparada, la mesa puesta para dos personas con un toque romántico y estaba nervioso esperando que llegase Lorena, muy puntualmente, casi a las nueve en punto sonó el timbre, abrí y allí estaba Lorena, venia más guapa aun que cuando había estado en mi despacho, nos dimos dos besos y la hice entrar.

-Espero que no hayas cenado.

-¿Me vas a llevar a cenar?

-No, cenaremos aquí, ya tengo la cena preparada.

-¡Que bien!

-Sígueme, lo tengo todo dispuesto. (la lleve hasta el comedor, tuve que insistirle un poco para que se quedase sentada mientras yo me encargaba de ir a la cocina y servir los platos)

-¡Que bueno! (dijo al probar lo que le había servido) ¿de verdad lo has hecho tu?

-Claro, por que te iba a mentir.

-Por que sabes que a la mayoría de las chicas nos encantan los hombres que se desenvuelven bien en la cocina.

-Bueno, podría tratar de engañarte si esta cita solo fuese de una noche, pero nuestra cita durara ocho meses, pronto descubrirías que no era verdad que sé cocinar, quedaría peor.

-Pues te ha quedado delicioso.

-Toma un poco de champagne, es la bebida con la que mejor entra.

-¡Huy!, no, champagne no, se me sube muy pronto a la cabeza.

-Tranquila, no tienes que conducir.

-Vale, pero no me pongas mucho.

Seguimos cenando, hablando y por supuesto bebiendo champagne, procure que ella bebiese más que yo, acabo bastante achispada, aunque no borracha, ni necesitaba emborracharla, ni quería una borracha en la cama, tan solo llevarla a ese punto donde se pierden las inhibiciones. Después de cenar me dispuse a retirarlo todo, aunque le insistí bastante esta vez no hubo forma de que se quedase sentada, me ayudo a quitar la mesa y luego entre los dos limpiamos los platos y los colocamos en el lavavajillas.

-Bueno, creo que ha llegado el momento de que me lleves a tu habitación.

-Sí, seria un buen momento, ahora que estamos a gusto. (salimos de la cocina y la lleve en dirección a mi habitación)

-Espera, déjame coger mi bolso.

-No será por que llevas tabaco, no me gusta que se fume en mi casa.

-No fumo, lo que pasa es que llevo una caja de preservativos que compre por que no sabia si tu tendrías. (deje que fuese a por su bolso)

-Me parece bien, aunque también tengo, solo tengo una pequeña petición.

-Tu dirás.

-Que me dejes desvirgarte sin condón.

-¡Uf!, es que no sé.

-Solo metértela para notar que realmente eres virgen, luego la saco y me coloco el preservativo.

-Si me prometes que la sacas enseguida de acuerdo.

-Prometido.

Llegamos a mi habitación y me acerque despacio a ella, se la veía nerviosa, le acaricie tiernamente el pelo, luego pase mi mano por su cara, lentamente no fuimos acercando, Lorena sabia lo que yo buscaba, entreabrió sus labios esperando mi beso, no me hice esperar, junte sus labios con los míos y jugué con su lengua, ella respondía a mi beso con pasión.

-No me puedo creer que una chica tan bonita como tu sigua siendo virgen. (dije al separarme)

-Pues lo soy.

-¿Nunca has querido hacerlo?

-Sí, algunas veces, pero la primera vez me dejo marcada.

-Me lo quieres contar.

-No hay mucho que contar. Fue con mi primer novio cuando tenia dieciséis años, llevábamos casi un año saliendo, el me había pedido muchas veces que follásemos, pero, aunque hacíamos sexo oral hacia algún tiempo, yo no me sentía preparada, un día, cuando ya me había decidido a hacerlo con él fui a su casa, sabia que él estaba en casa por que su moto estaba en la puerta y no iba a ningún sitio sin ella, quise darle una sorpresa, de modo que en lugar de llamar a la puerta busque la llave que siempre ocultaban cerca de la puerta y entre sin hacer ruido, me acerque despacio a la habitación de él y comencé a escuchar los gemidos típicos del sexo, como yo confiaba en él enseguida pensé que estaría viendo una película porno, me sentí excitada al pensar en abrir de pronto la puerta y encontrármelo masturbándose, pero cuando abrí la puerta descubrí que no había ninguna película, mi novio estaba follándose a una de mis mejores amigas, salí corriendo, él me persiguió pero no me alcanzo, no podía salir a la calle desnudo, cuando me volví a encontrar con él le dije que volviese con mi amiga, que no quería saber nada más de él y que me olvidase, pase mucho tiempo llorando por él y por lo que me había hecho, y durante ese tiempo decidí que seria virgen hasta casarme. Otras veces he sentido ganas de acostarme con algún novio, pero el recuerdo de esa traición me las hace desaparecer.

-Y sin embargo ahora te vas a entregar a mí.

-Pero lo hago por una buena causa.

-¿De verdad puedes querer a Rubén tanto como para entregar tu virginidad por él?

-Lo estoy haciendo, ¿no?

-No me lo puedo creer, es decir, si fueses mi novia no dejaría que hicieses esto por mí, vamos que serias mía y de nadie más, haría cualquier cosa para conseguir el dinero sin que tu hicieses esto.

-No sigas.

-Lo siento, pero no me puedo callar que si Rubén te deja hacer esto seguramente no te merece.

-Rubén me quiere más de lo que nunca podrás llegar a imaginar y si me deja hacer esto es por que realmente no existe otro modo de el lío en el que esta metido. Ahora olvídate de todo, somos simplemente un hombre y una mujer que vamos a tener sexo.

-Pero es que… (me interrumpió)

-Por favor, déjalo ya, estoy tratando de imaginar que realmente quiero hacer el amor contigo solo por placer, aunque sea por dinero va a ser mi primera vez, me gustaría guardar un bonito recuerdo de esto, pero si tu no dejas de recordarme por que estoy aquí y por que me voy a meter en tu cama será imposible.

-Esta bien, a partir de ahora solo te hablare para decirte lo bonita que eres.

Volví a besarla, aunque por mi mente tan solo pasaba la idea de que Rubén no se merecía a una chica como aquella, pero no era eso lo que de verdad me preocupaba, lo que de verdad me preocupaba era que, ¡Joder! me gustaba mucho Lorena, me había gustado mucho hablar con ella durante la cena y después mientras limpiábamos y recogíamos la cocina entre risas, no me lo podía negar, había comenzado a sentir algo por ella, era algo más que el deseo de follarla.

Entre besos la fui atrayendo hacia la cama despacio caminando yo de espaldas hacia la cama, cuando mis piernas toparon con la cama me deje caer hacia atrás tirando de Lorena y obligándola a caer sobre mí, se trata de una de mis pequeñas manías, me encanta sentir a la chica sobre mí mientras nos besamos apasionadamente, dejar que la temperatura entre nosotros suba gradualmente, meternos mano sobre la ropa y luego poco a poco irnos despojando de la ropa, sí, vale, puede sonar muy tonto, pero que le vamos a hacer, me gusta hacerlo. Después de un rato besándonos rodé haciendo que ella quedase sobre la cama, comencé a quitarle ropa, ella se encontraba muy caliente y me ayudaba, le pedí que se quedase quieta, que me dejase a mí y que luego le llegaría a ella el turno de desnudarme a mí, la fui desnudando despacio, admirando y besando cada centímetro de piel que aparecía ante mí, de este modo tarde poco más de quince minutos en desnudarla completamente, que belleza, su cuerpo era casi perfecto, recorrí todo su cuerpo con mis labios, bajando desde su cuello hasta sus tobillos, para luego subir nuevamente besando sus piernas por la parte interior hasta que mis labios se encontraron con su monte de Venus, mis labios lamieron aquel coño, mi lengua se introdujo en su vagina encontrándola deliciosamente húmeda y caliente, succione su clítoris, ella presiono mi cabeza con sus muslos, no sé cuanto tiempo transcurrió hasta que logre arrancarle su primer orgasmo, fue sublime, los jugos que llegaron a mis labios eran exquisitos, me aparte de ella, y ella me dejo admirarla un poco más antes de acercarse a mí para a su vez comenzar a desnudarme.

De pie junto a la cama deje que fuese despojándome de la camisa, se la notaba muy caliente, no dejaba de besar mi torso mientras desabrochaba mi pantalón, este cayo con rapidez al suelo, después me bajo los calzoncillos y se apodero de mi pene, con este entre sus manos se dedico a masturbarme despacio, luego fue inclinándose hasta metérselo en la boca, me la succiono de un modo delicioso, me era difícil creer que fuese capaz de chupármela tan bien siendo virgen, aunque me hubiese contado que había tenido relaciones sexuales sin penetración, lo hacia demasiado bien. Bueno también podía ser que yo llevaba demasiado tiempo sin tener a una hembra como aquella para mí y eso me excitaba más.

Las piernas me flojeaban, no podía permanecer de pie, lentamente me fui colocando en la cama hasta quedar tumbado, ella apenas dejo de chupar mi polla mientras yo me tumbaba.

Al principio pensé en hacerla parar, pero luego lo pensé mejor y decidí que mejor tener un orgasmo previo para aguantar más tiempo dentro de su coño, ella seguía chupando con ternura y al mismo determinación, me estaba llevando al orgasmo con gran facilidad, como no sabia cual seria su reacción decidí avisarla de que esta a punto de correrme, al oírlo chupo mi polla con más fuerza y metiéndosela profundamente en la boca, enseguida comencé a soltar corros de semen, la escuche tragar y no se saco mi polla de la boca hasta que quedo bien limpia.

Después seguí besándola y acariciándola, que se mantuviese caliente y dispuesta para follar, casi sin darme cuenta acabe comiéndole de nuevo el coño, en unos diez minutos le provoque su segundo orgasmo, pero esta vez no me detuve, seguí lamiéndoselo, quería provocarle un orgasmo tras otro hasta hacerla desfallecer y que me pidiese que la follase de una vez, le conté seis orgasmos después de aproximadamente 50 minutos de lamer su chocho, cuando por fin dijo que no podía resistirlo más, que quería sentir mi polla en su interior. Como es natural no me lo hice repetir me coloque sobre ella y le puse la polla en la entrada en la entrada de la vagina.

-Solo meterla, luego la sacas y te pones un preservativo.

-Tranquila, te juro que eso haré.

Comencé a presionar suavemente, ella estaba mojada a más no poder y entro con facilidad, llegue a un lugar donde mi polla encontró un tope, imagine que seria su himen, para mí era la primera vez con una chica virgen y no estaba totalmente seguro en ese momento, claro que tan solo le había metido un poco más de un cuarto de mi pene, eso tenia que ser su virgo por que no podía ser el fondo de la vagina, comencé a sacársela y metérsela con suavidad, cada vez que mi polla llegaba a aquel tope ella pegaba un pequeño respingo de dolor, pero cada vez me daba la impresión de que mi polla iba un poco más allá.

-¡Métela ya!, ¡de una vez! (se la estaba sacando cuando me dijo esto, se la metí de nuevo, esta vez con decisión, note el tropezón contra su virgo pero lo traspase con facilidad, Lorena me agarro los brazos con fuerza y hizo una mueca de dolor, se la metí entera y me quede quieto, sentía como su vagina estrujaba mi polla, era una sensación deliciosa)

-Ya esta, (dije cuando vi que nuevamente se relajaba) has dejado de ser virgen, ahora me pongo un condón y seguimos.

-No, espera un momento, no te muevas, quiero sentirla.

-Como digas. (me quede sobre ella teniéndola completamente penetrada)

-Sácala, pero no del todo y me la vuelves a meter.

-Vale, pero solo una vez. (hice lo que me pedía y después de metérsela completamente de nuevo volví a quedarme quieto)

-¿Por qué solo una vez?, ¿no te gusta?

-Demasiado me gusta, si lo repito algunas veces más no podré cumplir mi palabra de usar preservativo.

-Claro, entonces mejor sácala y póntelo.

Usando bastante fuerza de voluntad se la saque para colocarme un preservativo, cosa que hice todo lo rápido que me fue posible, luego la volví a penetrar despacio, comencé a bombearla poco a poco, atento a sus reacciones, cuando parecía haberse acomodado al ritmo aceleraba un poco, después de unos minutos Lorena estaba disfrutando de ser follada a buen ritmo, trate de alargar mi corrida todo lo que pudiese, fueron unos quince o veinte minutos de follarla, cuando ya veía que no lo podría alargar más note que ella se corría, me deje ir y también me corrí.

-Gracias, lo has hecho muy bien, me ha gustado.

-Yo también lo he pasado muy bien, pero la noche aun no se ha acabado.

-¿Quieres repetirlo?

-¿Tu no?

-Bueno, sí, pero pensaba que los hombres una vez se corrían ya estaba.

-Pues no es así, necesitamos un ratito para recuperarnos, pero según la forma en que uno se encuentre y lo que la chica lo sepa excitar lo podemos repetir varias veces, contigo lo podría hacer fácilmente seis o siete veces, como poco.

-¡Que bien!, me ha gustado mucho más cuando no llevabas condón.

-Natural.

-Entonces quieres que mañana ya me quede para comenzar los ocho meses que hemos acordado.

-Sí.

-Pero tendré que ir a mi casa a buscar mis cosas.

-Ningún problema, quiero que vivas conmigo, no que seas mi prisionera.

-Gracias. ¿Estas ya a punto?

-¿Qué?

-A ver si te has recuperado.

-¿Ya lo quieres repetir?

-Sí.

-Parece que de verdad te ha gustado.

-Me ha encantado, he sido tonta todos estos años sin probarlo por culpa de un idiota.

-Yo estoy contento de que hayas esperado tanto.

-Y yo lo estoy por haber elegido perder mi virginidad contigo.

Mi polla se había puesto dura al oírla decirme que estaba feliz por haber perdido la virginidad conmigo y quise que fuese ella quien me cabalgase a su antojo, me coloque un nuevo preservativo, la agarre y la hice ponerse encima de mí, no dudo un segundo lo que esperaba de ella, verla ensartarse en mi polla con sus tetas bamboleándose ligeramente cada vez que se movía con rapidez fue la imagen más lujuriosa que podía soñar. Lorena se corrió tres veces antes de que yo lo hiciese de nuevo.

Me la folle otras tres veces, cada vez en una postura diferente, hubiese seguido, pero ella me pidió que la dejase descansar, que ya no podía más. Después de un rato tumbados uno al lado del otro nos quedamos dormidos.

Al día siguiente al despertar a mi hora habitual tuve la sensación de haber vivido un hermoso sueño, cuando mire a mi lado y vi a Lorena dormida me convencí de que mi hermoso sueño había sido real, le di un beso tierno, sin querer despertarla, me levante y le escribí una nota:

Lorena, al verte dormir tan placidamente no he querido despertarte, pareces un ángel mientras duermes, me es difícil imaginar toda la pasión que me diste anoche al verte dormir. Tengo que ir al trabajo.

Aquí te dejo un juego de llaves de la casa para que entres y salgas cuando gustes. Siéntete en mi casa como si fuese tuya.

Hasta la noche

José