Lo que sea por ella

La comunicación es lo más importante para que las relaciones funcionen y no se tenga que buscar nada fuera de la pareja.

Sabía lo que aquella mirada quería decir. Íbamos en el ascensor y mirándola desafiante le ordené que se quitara las bragas. Llevaba falda así que se las quitó rápido. Salimos del ascensor y abrí la puerta de casa con sus bragas en mi mano.

  • Vamos zorra, ponte de rodillas y chúpamela como estás deseando.

Ella obediente se puso de rodillas, en la misma entrada, mientras yo cerraba la puerta. Me abrí la bragueta del pantalón y ella hábilmente sacó mi polla y se puso a lamerla.

Cuando me confesó hace unos meses haciendo el amor que eso le ponía no me entraba en la cabeza. Pero después de sorprenderla un día dándole la primera orden y ver como se mojaba, empecé a plantearme las cosas. Así que poco a poco las palabras dulces pasaron a ser insultos que la excitaban.

Para mí aquello era incomprensible pero a través de órdenes y ese vocabulario había tenido los mejores orgasmos de mi vida con mi esposa. Por lo que desde entonces empecé a probar cosas con ella y ya soy capaz de hacerla correrse sin tocar su entrepierna.

  • ¡Qué bien lo haces zorrita! Hoy te vas a ganar el honor de frotarte con mi pierna hasta correrte como tanto te gusta, perra.

Sé que nuestros juegos son algo depravados para un matrimonio de mediana edad como nosotros, pero con el solo hecho de verla disfrutar como lo hace o de escucharla gemir merece la pena.

  • Así me gusta. Y ahora vamos a la cama que te voy a follar hasta reventarte el coño.