Lo Que La Vida Nos Guarda...III

Volví. Disculpen la demora

Lo Que la Vida nos Guarda… III

Para ser sincera los chicos tocan muy bien y Carmen ¡qué voz!, no fue ningún sufrimiento ni pérdida de tiempo venir a verlos, y pensar que ahora estaría en el negocio con mamá jaja, esa semana de esclava valdrá la pena.

Terminaron de tocar y todo el público, conmigo incluida, dimos aplausos y gritos como si se tratara de un concierto de Justin Beiber en un estadio lleno de chicas de 15 a 17 años, ok exageré un poco. El punto es que al público le encantó.

Los chicos bajan del escenario, con aplausos todavía escuchados.

-         Carmen: Oh cielos, estuvimos genial – emocionadísima-.

-         Juan: ¿Escuchaste esos gritos? Significan ¡éxito cercano! – gritando-.

-         Carlos: Esto hay que celebrarlo a lo grande.

-         Martina: ¡Hoy se bebe!

-         Carla: Muchas felicidades chicos, estuvieron estupendos. Sabía que eran buenos, pero se extremaron. Y tú – refiriéndome solo a Carmen- tienes una voz demasiado hermosa, estoy sorprendida en verdad.

-         Juan: Oh no le digas eso, que se le sube el ego.

-         Carmen: ¿De verdad te gustó tanto?

-         Carla: Claro, eres muy buena.

-         Carlos: ¿Cómo que “eres”? ¿Y nosotros qué? – haciéndose el enojado-.

-         Carla: Todos son buenos, pero si me gustó más la hermosa voz de esta señorita qué le puedo hacer – Abrazando a Carmen por la espalda-.

-         Carmen: Si, dejen su envidia, que soy la favorita – sacándole la lengua a los demás-.

-         Juan: ¿Vez porque te dije que no le dijeras eso? Ya no habrá quien la aguante esta noche jejeje.

-         Martina: Jajaja, yo sé quién la va a aguantar esta noche – con sonrisa pícara-.

-         Carmen: jejeje, deja de estar de perver Martina.

-         Carlos: hahaha, pero si es la verdad Carmen, ahora no te nos vengas a hacer la inocente. Miren - señalándome - la cara de Carla confirma la hipótesis hahaha -estaba un poco sonrojada-.

  • Carmen: Cuál cara? - voltea a verme - Ey chicos ya bajenle algo, miren como me la pusieron - se aferra más a mi abrazo - Aparte somos una chicas muy conservadoras - poniendo cara de seriedad -

Martina: Sí... claro. Muy conservadoras... - sarcastica

-

-         Juan: Cállense, no pongan en duda los argumentos de  Santa Carmen – actuando como monje-.

  • Carmen: Gracias discípulo, usted siempre fiel y sincero -  sigue la actuación de Juan -.

-         Carla: Jajaja con que Santa Carmen, oh si claro.

-         Carmen: Carla – codeandome y con tono infantil -.

-         Carla: jajaja es broma princesa, deja esa cara – besándole la mejilla izquierda-

-         Carlos: Awww, “princesa”. Que cursi hahaha.

-         Carmen: Deje la envidia Don ya le dije jeje.

-         Juan: Quien habla de cursi, un hombre que le decía peluchita a su última novia.

-         Carla: ¿Peluchita? Jajajaja con eso rompiste el cursinómetro.

-         Carlos: Diganle no al bullying amigos míos.

-         Martina: Claro PELUCHITO. Digámosle no al bullying.

-         Carlos: Esa es tu ayuda Martina? Mejor mándame a fusilar.

-         Chico: Fusilar, a que vamos a fusilar es a José  - entrando molesto, seguido de más personas-.

-         Martina: Chicos, hasta que por fin llegan.

-         Juan: ¿Por qué tardaron tanto? Hasta terminamos la presentación.

-         Chica: Porque el queridísimo José dejó quien sabe donde las luces y tuvimos que salir a ver quién nos prestaba unas.

-         Carlos: Ese José… ¿y dónde está que no lo veo?

-         Carmen: Catalina, ya les he dicho que José es un irresponsable, no sé por qué siguen haciendo trabajos con él.

-         Chica 2: Sí, pero ya sabes, tanto tiempo conociéndonos nos da cosa dejarlo fuera, aparte que nadie más lo soporta.

-         Juan: Si Diana pero, no tienen que aguantárselo ustedes.

-         Carmen: Y por fin ¿dónde está? ¿trajeron las luces?

-         Diana: Él dijo que ya venía en camino. Y sí, ya resolvimos lo de las luces, Miguel y Natali ya vienen con ellas.


Entro al baño y me ducho. Al terminar me envuelvo en la toalla y salgo. Reviso mis redes sociales antes de vestirme. Invitaciones a eventos, fiestas, cumpleaños,  inauguraciones, casamientos que ni siquiera conozco bien a los protagonistas. Ningún mensaje importante.

Tocan la puerta

-         Yo: ¡Pase!

-         Carmela: Buenas tardes Señorita. Vine a avisarle que el almuerzo está servido en la mesa, ya que no bajaba.

-         Yo: Ah, gracias. Pero si no es mucha molestia, ¿me lo podrías traer a la habitación? Es que no quiero encontrarme con Michel.

-         Carmela: Claro Señorita. Pero sabe, debería pasar más tiempo con su familia, y más con su madre, se que a veces es un poco… ya sabe, pero a fin de cuentas es su mamá.

-         Yo: Es que ya no tolero su actitud y sé que hoy se va a esmerar, por lo de la universidad y eso.

-         Carmela: Bueno si, mejor coma aquí jaja. Pero, mañana la quiero allá abajo ¿ok?

-         Yo: Esta bien Carmela – sonriéndole- ¿Y eso de llamarme de “usted” y “Señorita”?

-         Carmela: Es que su mamá se puso muy histérica cuando escuchó que la tutee, y mejor me acostumbro para no tener problemas.

-         Yo: Ay Carmela - poniendo los ojos en blanco- mi mamá que se aguante. Así que me llamas de “tú” y por mi nombre, no ese “Señorita” ¿ok? Ni que fuera princesa de algún país de Europa...

-         Carmela: Está bien Antonella, pero solo cuando ella no esté presente.

-         Antonella: Bueno… algo es algo – sonriendo-. Antes de irte, ¿cuál crees que se me vea mejor, la rosa o la azul?

-         Carmela: Las dos se te ven muy bien pero, la azul hace que se note más el gris de tus ojos.

-         Antonella: Cierto. Siempre tienes la respuesta, por eso te quiero tanto. Ven a darte un abrazo – la abrazo fuertemente, necesitaba ese abrazo- gracias.

-         Carmela: ¿Por qué?

-         Antonella: Por existir y estar en mi vida. Si no fuera por ti ya estaría loca y súper alterada como mi madre.

-         Carmela: Ay mi niña – acariciando mi espalda- no eres así por mí, esa eres tú, con ese corazón bonito – se aleja un poco para besar mi frente-. Ahora me voy a buscar tu almuerzo para que no llegues tarde tu primer día.

-         Antonella: Sí – más relajada-.

Como ya se dieron cuenta soy Antonella.

Les cuento de mi. Mi nombre es Antonella Astiflex, tengo 18 años, soy hija de una de las familias más ricas  de mi país y con gran influencia también en otros. Tengo casi todo lo que quiero, en lo que a material se refiere tengo todo lo que desee, si quiero un unicornio, pues van a Narnia y me lo consiguen. Tengo cuatro vehículos, una Jeppetas, dos carros, uno de estos deportivos, y una 4x4 para cuando voy a las montañas y esas cosas, todo último modelo. ¿Mi closet? Es enorme, con ropa de todos los continentes, y mi habitación ni se diga. ¿Mi casa?, qué casa, es una mansión, aparte de las casas de campo, hoteles y propiedades que tiene mi familia. Todo esto se debe a que mi familia es dueña de una de las mejores marcas de perfumes, a nivel internacional. Tenemos tiendas sólo con nuestros productos y somos socios de otras que los distribuyen. Ejemplo los mall. A pesar de tener la vida resuelta, en lo que a dinero se refiere, no soy lo que se diga feliz. No es que ande de amargada todo el tiempo, ni nada por el estilo. Sólo que mi familia es un asco total escrito en mayúscula, ASCO TOTAL, sí, así se acerca un poco a como es. Mi madre se cree más que todos en el planeta Tierra, neeeh, en toda la Galaxia; mis hermano, por cierto tengo tres, dos de ellos iguales a mi madre no se asocian con nadie que no esté en nuestro status, tanto social como económico, (algo exigentes ¿no?) y el otro… ni idea de su vida; mi padre ¡cielos! Es el colmo, jugador, alcohólico, tramposo, y sus derivados. Una familia feliz ¿no? Aunque esas son cosas que se quedan en la familia, mi madre se encarga de mantener la imagen de la familia, si se le puede llamar familia a esto :/. Tampoco diré que soy un angelito, tanto tiempo con ellos algo se me iba a pegar, no es que diga que es 100% su culpa, pero ya saben cómo es…

-         Madre: ¿Se puede saber por qué no estás almorzando en la mesa con tu familia, como es debido? – abriendo la puerta sin siquiera avisar, típico de ella –

-         Antonella: Porque no quiero escuchar ninguna clase de discusión – mientras me visto-.

-         Madre: ¿Discusión? ¿De qué discusión me hablas? – lo dice molesta- Ahora mismo bajas a almorzar en la mesa.

-         Antonella: Michel, no quiero y punto – empezando molestarme-.

-         Madre: ¿Michel? – algo sorprendida- a mí me llamas mamá. Si no bajas, no comerás nada, se lo acabo de prohibir a Carmela que la vi con una bandeja y si llega a desobedecerme la despido.

-         Antonella: Entonces, no como en casa, fin – con bastante indiferencia y terminándome de arreglar.

-         Michel: Estas muy desobediente Antonella y todo desde que te abandonó esa… interrumpiéndola-

-         Antonella: ¡Ella no me abandonó! – ya molesta- sabe muy bien por donde hacerme perder la cordura.

-         Michel: ¿Ah no? ¿Y cómo se le llama a eso que hizo?

-         Antonella: Michel, ya basta – controlando mi enojo- no quiero hablar del tema.

-         Michel: Tienes que entender que nunca te quiso como decía hija y no tratar de culparnos a tu padre y a mí. Lo mejor que hizo fue irse, tú necesitas un hombre adinerado y elegante, no esa que solo usó trucos para mal influenciarte y quitarte dinero.

-         Antonella: Mamá, por favor has silencio. Valentina nunca me pidió dinero tratando de no explotar-.

-         Michel: Solo quiero que entiendas que esas gentuzas no son confiables. Y no, no te lo pidió, pero seguro se lo diste. Más  los lugares que visitaron que estoy segura que no dio un peso para ayuda de los gastos.

-         Antonella: Se fue porque le ofrecieron beca completa de estudio, contrato de trabajo en la empresa de sus sueños y 5 millones ¿cómo no se iba a ir? No me amaba, eso lo sé, pero si me quería – digo esto último triste.

-         Michel: Fue por tu bien hija – intenta acariciarme una mejilla, pero la rechazo- ¡Bien! Sigue como vas – y sale enojada de la habitación-.

-         Antonella: Aún así no debió dejarme – en voz baja- fui tan estúpida-.

Terminé de arreglarme y me fui directo a uno de mis carros, esta vez elegí el azul oscuro. Pongo música para relajarme un poco, en eso suena mi teléfono, bajo el volumen y contesto.

Llamada......................................................

- Antonella: Si, diga.

- Natali: ¿Así es que saludas a tu querida prima? – fingiendo tristeza-

- Antonella: Es que no vi el identificador, estoy conduciendo-

- Natali: Aaah, pero eso no cambia tu actitud ¿qué tienes?

- Antonella: Ya sabes… mi agradable madre – doy un respiro profundo-.

- Natali: ¿Qué pasó ahora? – molesta-

- Antonella: Te diré allá, en la universidad.

- Natali: Esta bien. Te llamaba para decirte que llegues temprano, es tu primer día. Y que… hoy la vi –  bajando su tono de voz -

- Antonella: ¿Dónde? -se me apagó la voz-

- Natali: Tenemos una clase juntas, obra del demonio, ya sabes como actúa ese…

- Antonella: No me hables de ella, por favor. Bastante tengo con Michel.

- Natali: Esta bien, lo siento – arrepentida-.

- Antonella: No, no importa. Hablamos allá, voy a entrar a un establecimiento a comer algo.

- Natali: ¿Con lo terca que es Carmela no almorzaste? Jajaj

- Antonella: No fue decisión de ella jaja.

- Natali: Ya me imagino que pasó. Cuando tengas tiempo me dices que hizo Doña Michel.

- Fin de la llamada...................................................

-

Terminó la conversación con Natali, entre al lugar, pedí una malteada y un sándwich para entretener el estómago, subí al auto y me terminé el sándwich mientras conducía. Sí, ya sé que no es debido pero, si no era el sándwich sería el volante, tenía una hambre horrible. Llego al estacionamiento, bajo del carro con la bebida en mano. Mientras camino entra una llamada.

LLAMADA…………………………………………………………………………………………………………………..

-         Antonella: ¿Diga?

-         Michel: Así que te fuiste – en tono molesto-

-         Antonella: ¿Para eso me llamas?

-         Michel: No, solo para decirte que ni se te ocurra acercártele a la muchachita esa, recuerda que esa gente solo piensa en dinero.

-         Antonella: Si mamá – suspirando- no me lo tienes que acordar a cada segundo.

-         Michel: Eso espero. Hasta luego.

FIN DE LA LLAMADA……………………………………………………………………………………………...................

No entiendo a mi mamá dice que toda esa “gentuza” solo piensa en dinero, pero ella solo sabe abrir la boca para hablar de este. Estoy segura que Valentina sintió algo por mí, aunque no tan fuerte sé que me quiso, pero… si hubiese sido así no me hubiera cambiado por dinero. Pero, ¿y si tal vez lo hizo por miedo o necesidad? ¿Si tal vez siente algo por mí y no se atreve a buscarme por temor a ser rechazada?

Pensaba todo esto mientras caminaba hacia la Fac. donde estudia Nati. Mis pasos se detuvieron, mis preguntas fueron respondidas y sentí como me invadía el odio, la rabia y la amargura  más enorme de mi vida al mirar como Valentina besaba y abrazaba a una chica, se le notaba muy alegre a la maldita, ¿qué muy alegre?, demasiado alegre diría yo. En eso viene Nati corriendo al ver mi reacción, realmente no sé de donde salió.

-         Natali: Amiga, por favor, no vale la pena que te pongas así por ella – tratando de calmarme.

-         Antonella: Es una perra mal nacida, y yo de idiota creyendo que sentía algo por mí. Mi madre tiene razón, esta gente solo piensa en el maldito dinero – lo dije bastante furiosa-.

-         Natali: Ven, vámonos de aquí.

-         Antonella: ¿Vámonos? No, yo me voy – y me alejé a todo paso-.

-         Natali: ¡Antonella! – corriendo detrás de mí – no te dejaré sola –tratando de detenerme-.

-         Antonella: ¡Aléjate! ¿Qué no vez que quiero estar sola? – y la dejé ahí parada-.

Tengo tanta rabia, siento una impotencia enorme por no tener ni siquiera derecho a reclamarle, total, no somos nada, ¿cómo lo iba a hacer? Saco mi móvil para enviarle un mensaje a mi madre, aceptando su oferta, pero en eso choco con alguien teniendo como consecuencia el derrame de la malteada y que no se enviara el mensaje, pues mi móvil calló al suelo.

  • Antonella: ¡Oye estúpida! fíjate por donde andas ¿qué estás ciega? ¡Mira, carajo!!... me derramaste la malteada... ¡Claro! Como seguro no tienes para comprarte una te picó el hecho de que yo si - hecha una furia-.

  • Chica 1: O.o

  • Chica 2: ¿Pero y qué es esto? Si fuiste tú quien... - interrumpida por la otra-

  • Chica 1: Calma Generosa. Y tú - señalándome- ¿Quién te has venido a creer para hablarme de esa forma? - la interrumpo-.

  • Antonella: ¿Qué quién me creo? No estúpida, quien soy. Yo soy Antonella Astiflex, - tocando mi oreja con el dedo índice -  ¿escuchaste? Astiflex!  Hija de la distinguida Presidenta del club de Té de la alta sociedad, Michel de Astiflex y del dueño de las mejores y más ricas empresas de todo el país y... - interrumpida-

  • Chica 1: Y eso a mí no me interesa. Por lo visto tanto dinero y poder te quitó lo educada porque fuiste ¡TÚ! Quien derramó la malteada en ¡MÍ! Ropa por andar en Chat quien sabe con quién y para qué estupidez…

  • Antonella: - interrumpiéndola - ¡Ja!, ¿a eso le llamas ropa?, no la usaría ni para limpiar, y estupidez la tuya en chocarte conmigo, tu horrible T-shir y tú.

  • Generosa: Mira niñita rica por qué no te dibujas un bosque y te pierdes de mi vista que estoy que te arranco los ojos ¡si vuelves a abrir la maldita boca! – bastante alterada-.

  • Chica1: ¡Generosa que te calmes!

  • Generosa: Es que esta imbécil…

  • Chica1: Ya te dije – y se controla un poco-.

  • Antonella: Idiotas – digo esto susurrando, y me marcho-.

Sigo caminando. Me siento en uno de los tantos lugares de recreación de la universidad. Pongo música de mi móvil buscando la calma y pensando en todo lo que vi.

Por una parte fue mejor verlo, así no tendría esa duda carcomiéndome el cerebro de que si me quiso o no. Que tonta fui al pensar que ella tal vez me extrañaba. Cuantas discusiones con mi madre por ella. Cuantas personas traté mal por esa maldita. Rayos hasta esas chicas de hace un rato llevaron un poco. Me empiezo a sentir avergonzada, no tanto por Valentina, si no por esas chicas que traté tan mal hace rato sin tener ellas culpa alguna de mi descontrol emocional.

| Msj de Natali: Esteee… no sé si aún estés… ¿ocupada? Pero, necesito un favor urgente. | | Msj de Antonella: No, ya estoy mejor. ¿Qué necesitas? | | Msj de Natali: Mmmm… pues, ropa limpia. | | Msj de Antonella: ¿Ropa limpia? ¿Y la que traías? O.o | | Msj de Natali: Es que… te diré cuando vengas jajaja C:0 | | Msj de Antonella: O.O ¿Te agarraste a golpes con Valentina? O.O | | Msj de Natali: Pues… si. Es que estaba muy molesta. | | Msj de Antonella: Estas loca. Cuéntame. | | MSJ DE Natali: Deja el chisme y tráeme ropa. Tengo clases en 20 min. | | Msj de Antonella: Esta bien. |

Fui directo al estacionamiento, abrí la puerta del auto y empecé a buscar ropa para la peleonera. Tiene suerte de que no desempaqué lo que compré esta mañana. Todavía no me creo eso de los golpes, bueno, en realidad si lo creía viniendo de Natali, pero eso no quita que estuviera un poco sorprendida.

Encontré lo que buscaba y con una pequeña sonrisa de "no me lo creo" fui a llevarle todo a Nati, hasta que caigo en cuenta que no me dijo donde se encontraba.

| Msj de Antonella: Viuda negra ¿dónde estás? | | Msj de Natali: ¿Viuda negra? O.o | | Msj de Antonella: Es una heroína de Los Vengadores. | | Msj de Natali: Como sea. Estoy en los baños de la Fac. De ed. Física, en el 5to. | | Msj de Antonella: OK. Te veo al rato. |

Así hice mi marcha rumbo al baño especificado. Ya casi llegando, escucho a lo lejos que me llaman.

-         Voz: ¡Ey! ¡Tú! Princesa Antonella.

Me doy cuenta que son las chicas a las que traté pésimo hace un rato . Me acerco.

-         Antonella: Oooh... la chusma está por todos lados – fingiendo estar fastidiada (no, no les pediré disculpas. Aunque sé que actué mal no lo haré, soy algo orgullosa).

-         Generosa: Pensé que solo Kiko y Doña Florinda decían eso jaja – con sonrisa burlona- ¿Por qué no le das F5 a ese cerebro atrasado?

-         Chica1: Jajaja mala – refiriéndose a su amiga – Camina y deja tranquila a su alteza.

-         Antonella: ¿Su alteza? Jajaja – me causó gracia- graciosa, déjame decirte que yo… - en eso me llama Nati – Dime… si ya voy… aja… chica aguanta las ganas que tu tigresa va en camino - poniendo voz sexy -  ¡OK! Ya voy – cuelgo – Plebeyas hasta la vista – empezando a caminar - ¡ah! Otra cosa – deteniéndome un momento- agradéceme lo de la bebida, ese se te ve mejor – y sin más me fui.

-         Waoh esa chica es linda :) ¿pero qué carajos estoy pensando? Neeeeh es hermosa . – pensando-.

Entro al baño y empiezo a buscar a Nati

-         Antonella: ¡Idiota! – se me había subido en la espalda

-         Natali: jajaja – riendo – holaaa bella, te extrañé mucho – Bajándoseme de encima. Me abraza -.

-         Antonella: Jajaja waoh, pero si nos vimos ayer en la noche.

-         Natali: Aún así lo hice – soltándome – que forma de saludar a tu prima favorita – poniendo cara triste-.

-         Antonella: También te extrañe boba – abrazándola-.

-         Natali: Lo sé jaja, solo me gusta que me lo digas – riendo-.

-         Antonella: A ver… ¿Cómo está la luchadora de la WWE? – en tono gracioso-.

-         Natali: jaja, pues mírame – sonriendo y guiñando un ojo-. Dame la ropa – se la paso. Empezó a ponerse el pantalón-

-         Antonella: Ahora explícame eso de los golpes.

-         Natali: Luego de que te fuiste vi como Valentina y la tipa esa se dirigían al campo de béisbol – terminando de ponerse el jeans. Toma la a blusa-

-         Antonella: ¿Y cómo supiste eso? El campo deportivo está lejos de tu facultad.

-         Natali: Ellas se fueron y las seguí. Ahora déjame terminar de contarte. Como decía, la amiga, novia, amante, mujer o lo que sea de ella se fue a cambiar, parece que tenía alguna clase o practica algún deporte. Entonces, ahí aproveche, ya que estaba sola, y le dije unas verdades. La muy estúpida me respondió con tanta indiferencia que no soporté y le di unos cuantos golpes.

-         Antonella: ¿Te llegó a golpear? – preocupada-.

-         Natali: No, tranquila. Para algo me sirve el curso de defensa propia – sonriendo-.

-         Antonella: ¿Y por qué el sucio de tu ropa? – aún preocupada-.

-

-         Natali: Ah eso. Es que los golpes nos llevaron al suelo, bueno, la llevaron jaja, y eso llevó a que yo también, sino ¿cómo la iba a seguir golpeando?

-         Antonella: Para serte sincera no me gustó nada la imagen que tengo de tu peleando. Aparte que los diarios  y revistas… ojala  y nadie haya visto.

-         Natali: No vi a nadie gravando  ni nada. Aunque  creo que a 100 camarógrafos no hubiera visto en la posición que me encontraba jajaja.

-         Antonella: Jajajajajaja estás loca Nati.

-         Natali: Así de loca me quiere mi prima favorita jaja. Salgamos, que ya debo ir a clases.

-         Antonella: Claro – salimos-.

-         Natali: ¿Nos vemos a las 3:00pm?

-         Antonella: Claro – sonriendo – adiós –besando su mejilla- que te vaya bien y trata de no golpear a nadie – dije esto por molestar-.

-         Natali: No prometo nada jajaja – riendo-.

-         Antonella: Aja? - con cara seria.

-         Natali: Vale, vale – haciendo acento español- solo bromeaba tía –se marchó.

Fui a mi primera clase del día, matemática… . matemática… u.u matemática T.T. Me gusta tanto como que me golpeen el rostro .-. No es que me valla tannn mal, pero en otras me va muchísimo mejor. Los números con letras… 5x+5x=10xy= rayos Dx. “Doctora Astiflex, el paciente presenta un ritmo cardiaco de  5x+5x=10xy por minuto” o “Doctora Astiflex, el paciente presenta una hemorragia interna de 5x+5x=10xy” ¿o.O?  Creo que con esto ya me entienden. (Mis respetos a es@s amantes de los números ;D)

De matemáticas paso a química, así van pasando las horas hasta que dan las 2:50pm. Se termina la clase y voy a encontrarme con Nati.

-         Natali: ¿Qué tal el día?

-         Antonella: Luego de lo de esta mañana, mega aburrida en mate y la pasé bien en química, aprendí mucho. ¿Sabías que los seres humanos sin… - interrumpida por Nati –

-         Natali: Antonella, si me interesara la química estudiaría algo relacionado con esta ¿cierto?

-         Antonella: Si, pero es que no podríamos vivir si no tuviéramos en nuestro cuerpo… - interrumpida nuevamente-.

-         Natali: ¿Vas a seguir? Porque si es así me voy.

-         Antonella: La química es una materia que todos deberíamos manejar solo por supervivencia – digo esto con resignación-.

-         Natali: Tengo una prima para preguntarle cualquier duda, no necesito investigar mucho. Aparte que siempre me dejas igual o más confundidas con tus explicaciones –.

-         Antonella: No hay remedio contigo jaja.

-         Natali: Eso lo sabes muy bien jaja.

-         Antonella: ¿Cómo te fue a ti?

-         Natali: Excelente – sonriendo- amo cada día más mi carrera. Hoy teníamos que tomar unas fotografías, era una práctica, valía 10 pts. pero, era más para ver el potencial de cada uno. Y adivina quien obtuvo 10… - lo dice con ese brillo que tienen los estudiantes que realmente le apasiona lo que estudian-.

-         Antonella: ¡Máxima puntuación! – lo digo muy alegre- Felicidades Nati, en verdad me alegra. Me imagino que fue un poco difícil conseguir esos 10.

-         Natali: Gracias – aún sonriendo- no fue tan difícil, solo tuve que tener las luces en buenos puntos. Puse una a 20m del objeto que deseaba captar, otra en… - interrumpiéndola-.

-

-         Antonella: Querida Natali, si me interesara como y donde estaban colocadas las luces y esas cosas, hubiera estudiado algo relacionado con ellas ¿no crees?

-         Natali: ¿Te estás vengando cierto? Ven acá chamaca – empezando a despeinarme-

-         Antonella: ¡Noooh! ¡please! ¡Stop crazy! –me suelta-.

-         Natali: Jajajaja, estas toda despeinada ¿Qué, no hay peines en casa? – con cara de inocencia-.

-         Antonella: chistosita. Mejor vámonos a almorzar que tengo hambre – mientras arreglaba mi cabello con los dedos-.

-         Natali: Si, mejor vámonos. Que por defender a mi primita no me dio tiempo. ¿Dónde quieres ir?

-         Antonella: No sé, el que desees está bien para mí.

-         Natali: Siendo así tengo uno perfecto.

Nos dirigimos a su carro, rumbo al lugar que ella tenía en mente. Fuimos a un restaurante sencillo, pero muy bonito. Pedimos lo que deseábamos y nos quedamos esperamos al mesero con nuestra comida.

-         Antonella: Dios, cuanto tardan – ya desesperada-.

-         Natali: Pero, si no llevan ni 15min. Antonella, aparte que comiste hace poco.

-

-         Antonella: Pues solo llegué a comerme un triste sándwich.

-         Natali: ¿Eso fue lo que compraste para aguantar hasta el almuerzo?

-

-         Antonella: ¡Ah! Ya sabía yo que tenía que decirte algo. Y no, también compré una malteada. Lo que te contaré está relacionada con esta.

-         Natali: Cuenta.

-         Antonella: Luego de salir prácticamente corriendo cuando vi a Valentina con esa, choqué con una chica que estaba acompañada por otra, al parecer eran muy amigas, y por accidente le derramé la bebida en su t-shirt, luego de eso empezamos una discusión un poco fea. Aunque siendo sincera la culpable fui yo.

-         Natali: ¿Cómo sabes que son muy amigas?

-         Antonella: Porque la otra se enojo más que la del accidente.

-         Natali: Dime como pasó.

Le conté todo justamente como pasó, ella aún con su rostro pensativo cuando llegó el mesero. Nos pusimos a comer.

-         Natali: Solo por curiosidad… esa chica, con la que chocaste, tenía un T-shirt blanco con Garfield en el centro?

-         Antonella: Si, ¿cómo sabes eso? – un poco extrañada-.

-         Natali: Es que cuando estaba esperándote, en los baños, entró una chica encolerizada con algo derramado en su T-shirt blanco con Garfield en el centro, y por lo que pude escuchar se trataba justamente de malteada.

-         Antonella: ¿De verdad? Dime todo – intrigada-.

-         Natali: Es que la escuche y por curiosidad fui a ver quién era… - me contó todo-.

-         Antonella: Era ella misma. Por eso cuando iba camino a los baños me la encontré... – haciendo memoria- con la amiga.

-         Natali: Fuiste maleducada Antonella.

-         Antonella: Si, pero no puedo darle para atrás al tiempo ¿no?

Terminamos de comer, salimos del restaurante y cada cual volvió a sus respectivas clases.

La clase en la que estoy ahora es la última del día, termina a las 5:50pm. Miro mi reloj y faltan solo 7 min.  El profesor nos despide cuando faltan 3min, no sin antes dejarnos 6 páginas de ejercicios para la próxima clase.

Al salir llamo a Nati, para ver si ya salió e irnos juntas a mi casa. Pero, me dice que no podrá porque tiene que hacer un trabajo en grupo o algo así. No hay más remedio que irme alone.

Subo al carro, conecto mi móvil y pongo música. Paramore me hace el honor, hasta llegar a casa con Misery Business a todo volumen.

Entro a la propiedad de la mansión, saludo a algunos empleados que le dan mantenimiento al jardín.

Estaciono. Subo directo a mi habitación. Cuando entro me encuentro con una sorpresa: mi madre revisando mis pertenencias.

-  Antonella: Se puede saber que estás buscando Michel? - causándole un pequeño susto-

-  Michel: Es que quieres matarme de un infarto? -reponiéndose un poco-

-  Antonella: Qué estabas buscando Michel? - molesta-.

  • Michel: Buscaba algún  accesorio para el vestido que usaré en la noche. Por cierto, hoy es el cumpleaños del hijo de Gonzales Araujo, espero que no lo hayas olvidado.

-  Antonella: Y tú crees que me voy a creer que buscabas un accesorio? Por favor Michel, con lo vanidosa que eres vas a venir a buscar algo que ya está usado y más aún, algo que ni es tuyo, para ir al cumpleaños del hijo de uno de los empresarios con más sucursales en el país.  Como si no te conociera.

-  Michel:...

  • Antonella: Espero tu respuesta - mirándola directo a los ojos-

-  Michel: Lo que yo busque o deje de buscar en MI casa no debería de importarte.

-  Antonella: Pero resulta que esta es MI habitación. Por lo tanto, tooodo lo que hay en ella es mío.

-  Michel: Sabes Antonella, últimamente te has vuelto muy rebelde y eso te puede salir algo caro -  lo dice caminando a la puerta -

-  Antonella:...

-  Michel: Te quiero a las 7:00pm sin atraso. - abre la puerta - Un último detalle, que no se te ocurra llamarme Michel frente a los otros invitados. - luego de eso salió -.

Dios ¿qué estoy pagando? Le pongo seguro a la puerta.

Me siento en la cama a respirar y pensar que ahora tengo que ir al estúpido cumpleaños. Joder, yo que quería descansar. Que fastidio. Me paro de la cama y empiezo a ver mis cosas, para asegurarme que Michel no ha revuelto todo y de paso qué buscaba.

¡Bingo! Se llevó todos los dibujos que me hizo Valentina, me molesto, pero luego me doy cuenta que me hizo un gran favor, a fin de cuentas pensaba tirarlos. Aún así no me agrada la idea de que esté escaneando mis pertenencias, pero bueno así es mi querida madre.

Vuelvo a la cama, esta vez me acuesto de espaldas y ahogo un pequeño grito en la almohada. De solo pensar en esa fiesta me estreso.

LLAMADA ENTRARTE......................................

-  Antonella: Buenas?

- Natali: Harás costumbre esa forma de saludarme?

-  Antonella: Sorry Nati, es que no estoy de ánimo.

- Natali: Sí, lo sé.  Y ya imagino que es por la fiesta del hijo Gonzales. Pero, que no cunda en pánico, yo, tu prima querida, se tomará la molestia de asistir.

-  Antonalla:  Aaah! gracias, por eso te amo jajaja.  ¿Pero, no que no ibas?

-  Natali: No te dejaría ir sola ni que me dañaras mi vestido favorito. Bueno, ahora que lo pienso, en ese caso puede que te deje ir sola.

- Antonella: Ay no sabes lo que acabas de hacer. Mil gracias Nati, de verdad. Esta te la debo - sintiendo un gran alivio-.

-  Natali: Para esas estamos. ¿Llegaran a qué hora?

- Antonella: Tú qué crees?

- A las 7:30pm en punto. - lo dicimos en unísono. Nos reímos  -.

- Antonella: " La impuntualidad es sinónimo de poco interés"-  digo el lema de mi madre con una voz fingida -.

-  Natali: Jajaja esa Michel es un caso.

-  Antonella: Y eso que no vives con ella jajaja. Bueno, ya me voy a bañar, tengo tiempo límite.

- Natali: Ok, allá nos vemos. Me llamas para localizarnos, seguro estará lleno de personas.

-Antonella: Claro.

Fin de la llamada………………………………………………………….

Luego de colgar, me dispongo a arreglarme.

Cuando estoy casi lista, alguien trata de abrir la puerta, pero al estar asegurada no lo logra.

  • Michel: Antonella, ábreme la puerta, por favor.

-  Antonella: Ya abro. -inmediatamente como quito el seguro entra mi madre.

  • Michel: ¿Aún no estás lista?-un poco molesta-.

  • Antonella: Casi termino - me vuelvo al espejo y me pongo los pendientes azules que me regaló ella para navidad-.

  • Michel: Te ayudo - va a mi almario y saca unas zapatillas de tacón, del mismo azul que los pendientes - ponte estos, se te verán perfecto.

  • Antonella: Gracias -tomándolos. Me siento en la cama a ponérmelos- listo - digo esto parándome. Voy al espejo y me pongo un poco del nuevo perfume de la compañía. Una última mirada. Todo en orden. Andando- Ya nos podemos ir.

Salimos de mi habitación, bajamos algunas escaleras hasta llegar al piso de abajo.

En la sala ya estaban mis dos hermanos completamente listos, típico en ellos, siempre obedientes a las ordenes de mi madre.

  • Michel: ¿Y Francisco?

  • Manuel: Aún no baja. Es lo más normal del mundo, siempre retrasado.

-  Víctor: Al menos nuestras hermanita tiene con que excusar sus múltiples tardanzas, si las ha sacado a su padre jejeje -explotando ambos en una carcajada, que la verdad no veo el porqué, fue un chiste fatal.

  • Manuel: jajaja muy buena esa hermano- chocando las palma-

Mamá les llama la atención y sale en busca de papá. Yo, por otra parte, decido no prestarle mucha atención a sus comentarios. No tengo ánimos de discutir. Aún así continúan su monólogo, según ellos.

-  Víctor: Ey, que pasa?  La estúpida lesbiana te enseño buenos modales.

-  Manuel: Sí, porque en unos meses atrás te ponías como loca con algo más pequeño que esto.

-  Antonella: Oh, sí ella me enseño muchas cosas... ejemplo no desperdiciar mi atención en personas sin cerebro, ni a lambiscones que pretenden pasarse el resto de sus vidas bajo las faldas de su linda madrecita, sin trabajar, con calificaciones compradas y malgastando dinero ajeno. Aparte de muchas otra cosas más privadas - les guiño un ojo, busco un pequeño espejo en mi cartera. Cuando lo tengo en mano acomodo mi cabello, cosa que hice para disimular, sabía que estaba en perfecta condición. Y mis hermanos, como rara vez sucede, se quedan en silencio. Al parecer las afectó lo que dije.

Cinco minutos después aparecen mis padres, mamá no está muy contenta que digamos, viene discutiendo.

  • Rafael: Michel ya no armes tanto drama, sólo fue una copa que me tomé.

-  Michel: Si, claro. Una copa. ¿Es que no puedes estar 5 min. Sin alcohol? Aparte que sabes que no te hablo por el tequilla, sino por la cosa esa que te ibas a meter.

-  Rafael: Ya te dije que no la iba a usar, sólo la miraba.

-  Michel: Rafael, ya, ¿quieres?- pasándonos por el lado- Y ustedes, no vienen o qué?

  • Antonella: Papá no viene con nosotros?

-  Michel: No, él llegará más tarde, cuando se le haya pasado un poco los efectos de sus vicios. Y tú. -señalando a papá - cuidado con tocar esa porquería. En una hora te veo allá.

Subimos en el Toyota  Camrry 2015 que nos esperaba ya al frente de la mansión con nuestro chofer. Entramos a carro.

  • Antonella: Buenas noches Arturo-

-  Arturo: Buenas noches. A la casa de los Rodrigues, cierto?

-  Víctor: No Arturito, a la tuya. Para dónde más va a ser?-haciendo cara de fastidio-

Arturo pone el auto en marcha y permanece en silencio. No por respeto, de eso estoy segura. Debió de haber golpeado a Víctor de la manera más húngara posible en sus pensamientos. Lo hizo por su empleo.

En el trayecto mi familia se la pasó hablando de cuales serán los invitados, de como seguramente irán vestidos y de con quienes irán acompañados. Yo no participé en la conversación, pero lo que sí hice fue mandarle mil mensajes a Natali, la cual no respondió a ninguno... que mierda.

Un semáforo en rojo, Arturo hace parada. Miro afuera, hacia la acera. Personas que caminando aparecen en mi vista. Me llama mucho la atención una pareja de envejecientes que cruzan agarrados de la mano, alegres, recordando alguna travesura del pasado supongo. Sacan mi primer suspiro de la noche. Ya el semáforo vuelve a verde y Arturo pone el auto en marcha.

Sigo pensando en aquella pareja. Se conocerán desde jóvenes o simplemente el destino los vino a juntar hace poco? Ojala y se trate de la primera. Que hermoso debe ser vivir tantos años con alguien y jamás cansarte de esa persona. Cada día despertar y lo primero que veas sea a ese alguien que tanto amas a tu lado, ya sea leyendo algún libro o revista, o simplemente contemplándote mientras duermes. Y porqué no, también viceversa. Me sumergí tanto en mis pensamientos que si no es porque Michel me sacude levemente ni me entero que ya estamos dentro de los terrenos Gonzáles, a pocos metros de la fiesta.

-  Michel: Antonella -  me sacude un poco más fuerte - ya llegamos. ¿Qué es lo que tanto piensas?

-  Antonella: Disculpa mamá no lo había notado.

-  Michel: Sí, eso noté. Tus hermanos ya están hasta saludando a algunos invitados.

-  Antonella: Rayos - sorprendida - si que me sumergí en mis pensamientos.

  • Michel: Bajemos - saliendo del carro - mira, allá están los Betances, vamos a saludarlos.

-  Antonella: Claro.

Llegamos hasta los Betances, quienes tenían una conversación muy animosa, en la cual encajaron a la perfección mi mamá y hermanos, porque yo estaba mega aburrida y sólo hablaba cuando Michel me miraba con esos ojos que únicamente los Astiflex sabían su significado: peligro.

Ya eran las 8:15pm y Nati nada de llegar. Dónde estará metida? Me preguntaba.

Más platicas. Suena mi móvil. Era Nati.

  • Antonella: Disculpen, debo contestar esta llamada - me alejo-.

Llamada........................

- Antonella: Dónde estás?

- Natali: Se que me vas a odiar después que te diga esto, pero... no podré ir a la fiesta.

-  Antonella: Natali no, ¿qué haré aquí sin ti? Creo que moriré de aburrimiento. A ver, por qué no puedes venir?

- Natalia: Es que tengo un proyecto importante mañana y aún no terminamos de organizar todo. Sorry, pensé que saldríamos de esto antes de las 7:00pm, pero como ya ves todavía no acabamos.

- Antonella: Esta bien, no te odiaré. Yo veré como sobrevivo.

-  Natali: Lo siento, se me escapó de las manos. ¡Ya sé! Como disculpas te invito mañana a un mini concierto.

-  Antonella: ¿Mini concierto? ¿De quién?

-  Natali: Es que el proyecto que debo hacer mañana es fotografiar a un grupo que irá a tocar al Hotel Banana, de la misma facultad que yo.

-Antonella: Ah, entiendo.

- Natali: Sí, incluso son buenos, he tenido la oportunidad de escucharlos. Te pasamos a buscar a las 5:00pm. Eso si, espero que estés completamente lista a esa hora.

-  Antonella: Sí, jefa - Poniendo voz militar-.

- Natali: Así me gusta soldado. hahaha bueno ya debo irme. Intenta no morir. Te quiero.

-  Antonella: No me digas nada jajaja. Adiós, también te quiero.

Fin de la llamada.............................................................

No vuelvo al grupo anterior. Me quedo observando a los invitados y la decoración del lugar. Hay que decirlo, se la lucieron. Veo a mi papá llegar, muy elegante por cierto. Sin perder mucho tiempo va a donde está mi madre y mis hermanos. La saluda con un beso. Me causa gracia como se puede ser tan hipócrita.

  • Pueden llegar a dar risa jejeje - Dice un chico a mi lado. Que la verdad no se como llegó hasta mi.

-  Antonella: Cómo dices? - me hablaba un chico alto, delgado, cabello negro y ojos negros como un anochecer sin estrellas ni luna.-

  • Chico: Que pueden llegar a dar risa, su falsedad jeje. Estoy seguro que de eso te reías.

-  Antonella: Yo? No que va. Me acordé de un chiste - tratando de disimular-

  • Chico: Un chiste mejor que ellos? Noo jejeje no creo que haya otro igual. Sólo mírale el cabello a esa señora, quién se cree? Rihanna? jeje

-  Antonella: Jajajaja - ya no pude aguantar la risa - no, pienso que se cree Lady Gaga.

-  Chico: Jejeje ves como ya lo admitiste.

-  Antonella: Qué, soy tan obvia?

-  Chico: Pues para una persona tan observadora como yo... sí.

-  Antonella: Oh, ¿qué más notó Señor observador? jaja.

  • Chico: Que estás súper aburrida y te quieres ir y que no te importa para nada ver al homenajeado de la fiesta, ya que seguramente te parece tan plásticos como ella – señalando a la señora de raro peinado- y que, tal vez, sólo estés aquí porque casi te obligaron u obtendrás algo por a ver venido.

  • Antonella: Waoh – sorprendida – diste casi en el clavo.

  • Chico: ¿Casi? – extrañado por su error-.

  • Antonella: Que pienso que el homenajeado es peor que esa mujer.

  • Chico: ¿Ha si? ¿Por qué lo dices? – sonriendo-.

  • Antonella: Porque sólo a alguien peor que ella se le ocurre hacer semejante fiesta por un simple cumpleaños.

  • Chico: Jajajaja y eso. Que aún falta el bonche de la playa.

  • Antonella: ¿Ves? Tengo razón – con sonrisa triunfante-.

  • Chico: Ey, pero no me has dicho quien eres.

  • Antonella: Soy Antonella Astiflex. Ya sabrás lo demás.

  • Chico: Oh cielos, eres una Astiflex, que honor. Amo sus perfumes.

  • Antonella: Jajaja gracias. Y Tú, ¿Quién eres?

  • Chico: Soy Leonardo Gonzáles, único hijo de Gonzáles Araujo. Ya sabrás lo demás.

Mil perdones por la demora, pero no pude hacerlo antes. Los compromisos, y eso. Espero y les haya gustado. Comenten pleaseee, sus comentarios son de gran importancia para mi, así puedo saber que mejorar y con que quedarme. Si quieren otra via de comunicación conmigo ahí les dejo mi Facebook y whatsaap. ¡Se les quiere!

Saludos desde República Dominicana  :*