Lo que jamas espere...

yo podía notar esas perfectas nalgas que se dibujaban detrás de sus interiores y que no hacían mas que excitarme y hacerme sentir en la gloria.

Hace tiempo que sigo la web y pucha nunca pensé que escribiría un relato yo también pero puta después de lo que acabo de vivir no se que mas hacer.

Yo lo conocí hace dos años, por medio de unas paginas de Internet desde que lo vi, me gusto, y es que tenia una sonrisa y unas ojos que seducían hasta al mas heterosexual del mundo. Su nombre era dan tenia como 24 años, piel bronceada, unas piernas de jugador de fútbol y un trasero que lo primero que provoca es morderlo.

Después de haber salido unos de días y de haber tenido relaciones un par de veces (de las cuales las dos últimas me pidió penetrarme a pesar que soy activo) nos volvimos amigos y por cuestiones de estudios y de la distancia dejamos de tener contacto

Bueno después de un año yo conocí aun chico con el cual estoy y no se si puedo pedir mas, porque es todo lo que uno puede desear como pareja y hasta mas, pero no he podido sacarme de la cabeza a dan a pesar del tiempo y de hacerme una que otra paja con sus fotos.

El caso esta que un día nos reencontramos por le msn y quedamos en vernos en mi casa para conversar y ver que había sido de nosotros. La cita estaba para eso de las 7 de la noche pero no llego a si que pensé que no vendría, bueno yo cene me puse la pijama y me tire a la cama a ver la tele y entrar al chat un toque, como a eso de las 8 suena el timbre y no seria mi sorpresa verlo con su mochila en el hombro, un polo rojo y una sonrisa que me hizo recordar el porque era el motivo de mis fantasías sexuales.

Me saludo y de frente me pregunto si era posible que pasara la noche en casa, yo le dije que claro que no había ningún problema.

Nos echamos en la cama a conversar, cuando de pronto me dice:

tu crees que me puedo poner cómodo

claro no hay problema sabes que estas en tu casa

ha gracias

De pronto se quito los pantalones a la vista de mi mirada que hizo eterno ese momento.

Cada ves que se levantaba para dejar algo o para cambiar el cd de la música que había puesto yo podía notar esas perfectas nalgas que se dibujaban detrás de sus interiores y que no hacían mas que excitarme y hacerme sentir en la gloria

Después de un rato de conversa y colocar sus piernas desnudas junto con las mías rozándolas lentamente me dice:

me puedes dar un masaje

si claro donde lo deseas, en la espalda las piernas

en toda el cuerpo especialmente en mi trasero

Yo no iba a permitir que repita el pedido me acerque lentamente a su cuerpo que desprendía el olor a deseo. Empecé acariciando sus piernas subiendo lentamente por ese par de columnas que notaban el trabajo de algunas horas de gym y bronceado que se dibujaba por su slip. El se fue quitando el polo y yo me entregue por completo al momento, le quite muy lentamente su ropa interior, dejando a mi vista ese par de nalgas que llamaban a ser acariciadas fui besando cada centímetro de su cuerpo desde las piernas hasta la espalda, el se movía dejándose llevar y haciendo pequeños gemidos, yo seguía acariciando su cuerpo y en especial sus nalgas, lo voltee para verle la cara, y nos besamos como si en ese beso nuestro cuerpos se fundieran para ser uno solo. Agarre su miembro que ya estaba en su esplendor y me lo metí a la boca descendiendo hasta chocar con su vientre una y otra vez, me fui quitando la ropa lo mas rápido que pude y me abrace a el, cual fue mi sorpresa cuando se volteo y me ofreció aquellas nalgas que en anteriores ocasiones habían sido terreno prohibido para esa clase de caricias.

Yo las fui mordiendo lentamente y la vez comencé a introducir en ellas mi lengua que dio paso a un juego con mis dedos, introduciéndolos muy lentamente hasta llegar a tener tres dedos dentro de el, yo estaba loco con sus gemidos y la forma como se movía en la cama, me detuve a verlo un segundo sin sacar los dedos de su ano y pude ver como tenia semi en blanco los ojos disfrutando de la embestida de mis dedos.

No aguante mas le puse un poco de saliva a mi pene y a su ano y sin escuchar las palabras que me pedían que tuviera cuidado o no mejor no, me deje llevar metiendo mi miembro sin piedad en ese agujero virgen hasta ese momento. No pude evitar ver su cara de dolor, pero yo ya estaba en el paraíso y no seria expulsado de el sin disfrutarlo.

Me detuve y le pedí que se relajara y muy lentamente fue intentando leves movimientos hasta que el dolor se dio y se abrió paso una penetración perfecta. Mi miembro entraba y salía de el a la par de sus gemidos y el contacto de sus manos con mi espalda, no podía creerla había jurado que jamás llegaría el día en que podría sentir a dan de esa forma, yo disfruté cada minuto. En momento determinado sus gemidos cambiaron por las palabras que me avisaban que estaba por terminar, no lo pensé dos veces y retire mi miembro de su cuerpo produciendo un poco de dolor en el y me lleve el suyo a la boca produciéndole una mamada como si se me fuera la vida en ella, el resultado no se hizo esperar y termino viniéndose en mi boca a la vez que yo terminaba en su pecho. Me recosté en la cama y compartir con el un poco de su néctar en un profundo beso, se limpio y se recostó a mi lado permitiéndome contemplar cada centímetro de su cuerpo desnudo y dibujarlo con mis caricias hasta quedar ambos dormidos.

Por la mañana me despertó una caricia que me invitaba a repetir la jornada, pero eso es parte de otra historia que os contare en otra oportunidad.

Espero sus comentarios, no se que tal les pareció la historia pero si me gustaría saberlo haber si me animo a seguir escribiendo