Lo que importa de verdad 4

La trama se sigue complicando

Lo que importa de verdad 4

TOMAS

Con Alba me tomé las cosas con mucha más calma, sabía que ella no era Silvia, pero que serian como dos gotas de agua no ayudaba pues impedía que me abriera del todo con ella, Alba entonces decidió tintarse el pelo de color negro y se compró unas lentillas de esas que te cambian el color de los ojos.

Ella me contó como estuvo casada y que su marido le fue infiel porque según él, ella no lo daba todo ni en la relación ni en el sexo, yo no me había encamado con Alba todavía la verdad es que no estaba preparado y eso que me atraía como una llama a una polilla.

En el trabajo pues bien, Sara me pago muy bien todo el trabajo que realice haciendo todas las piezas nuevas y la verdad que eso se reflejó en el rendimiento de los operarios, mis compañeros eran geniales y unos currelas de primera.

La que me tenía preocupada era mi hermana, no le dije nada a Alba, pero que Silvia estuviera saliendo con Nadia no me hacía ninguna gracia, sabía que terminaría haciéndola daño y ese daño podía acabar literalmente con mi hermana.

Un fin de semana que Alba había quedado a comer con su padre decidí comer con mi madre, sabía que Nadia pasaría el fin de semana en casa de su mejor amiga, fiesta de pijamas, lo que más temía era que la fiesta de pijamas la hiciera con Silvia, como decirle a tu hermana que la persona de la que se ha enamorado no es de fiar, y además hacerlo sin que te arranque la cabeza.

Mientras mi madre preparaba la comida y yo preparaba la mesa me quede pensativo y nada se le escapa a una madre.

Mama- ¿Qué te ocurre hijo?

Yo- Nada mama.

Mama- venga que no me caí de un guindo, ¿estás preocupado por tu hermana no es así?

Yo- Si, Silvia le va a hacer daño lo sé y no puedo hacer nada porque Nadia es igualita a mí y sé que hará lo contrario de lo que le diga.

Mama- ¿Solo te preocupa eso?

Yo- Como me conoces, hay algo en Alba que no me termina de cuadrar.

Mama- Explícate.

Yo- Es como si actuara cuando esta conmigo, como si me ofreciera lo que yo quiero ver en ella.

Mama- Hijo el tiempo pone a cada uno en su sitio, y si esa fachada que muestra Alba es falsa, no podrá mantenerla por mucho tiempo, entonces sabrás lo que tienes que hacer.

Terminamos de cenar, fregué los platos y mientras mi madre se ponía a leer un libro yo me fui a mi antigua habitación y llame a Sara, últimamente aparte de mi hermana y mi madre y Tony era la única persona que de verdad, Tony sabia escuchar, pero siempre había dado pésimos consejos.

Yo- Hola Sara, ¿no te habré despertado?

Sara- No, estaba leyendo un libro que he comprado esta tarde, como mañana es sábado y no tenemos que madrugar, estoy aprovechando.

Yo- Estoy preocupado Sara.

Sara- ¿Es por Nadia no?

Yo- Y por Alba, noto que no es lo que aparenta.

Sara- ¿Qué quieres decir?

Yo- Espero equivocarme, pero tengo la sensación que Alba es muy parecida a su hermana y nos tiene engañados a todos incluido a su padre.

Sara- No sabría que decirte a eso, dale una oportunidad y el tiempo lo dirá, no se puede mantener una mentira eternamente.

Empecé a reírme, y Sara me pregunto de qué me estaba riendo.

Yo- De nada, mi madre me ha comentado lo mismo que tu hace un instante.

Yo sabía que para Sara mi hermana Nadia no le era indiferente, y tengo que admitir que aunque Sara le lleve diez años a Nadia, me hubiera gustado que fuera mi cuñada, es buena y leal, dura cuando tiene que serlo, pero sin ser injusta, sé que hubiera hecho muy feliz a mi hermana, algo me dice que algo horrible le paso en el pasado ese aló de tristeza que le acompaña me lo indica, si algún día quiere contármelo le escucharé muy atentamente.

Sara- A mí también me preocupa tu hermana, pero es una mujer fuerte.

Yo- Siempre hablas con mucho cariño de mi hermana.

Sara- Me recuerda a alguien del pasado,

Yo- A quien, si no es una indiscreción.

Alba- A alguien que lo fue todo para mí.

No le pregunte más, me dio la sensación que lloraba al otro lado del teléfono así que me disculpe con ella.

Yo- lo siento Sara, me he metido donde nadie me llamaba.

Sara- Tranquilo, no pasa nada.

Después de eso hablamos del trabajo y nos despedimos hasta el lunes.

SARA

Al colgar el teléfono, se me han venido recuerdos del pasado, recuerdos que me han entristecido durante años, todo empezó en la universidad, yo entre en la universidad a la vez que mi mejor amiga que para más inri era la mujer de la que estaba enamorada, en aquel entonces, nadie sabía de mi condición sexual, mis padres me hubieran repudiado y Tenía miedo a que mi mejor amiga no lo entendiera y se terminara alejando de mí.

Todos los chicos andaban detrás de nosotros, a mí no me interesaban en absoluto, pero veía que aunque ella les seguía el juego tampoco mostraba mayor interés que un mero juego.

Fueron pasando los años de universidad y lo hacíamos todo juntas, el nombre de mi amiga era Teresa, si salíamos de acampada siempre dormíamos en el mismo saco, estuve tentada a lanzarme en millones de ocasiones, pero el miedo, el maldito miedo me atenazaba y siempre me decía la siguiente vez.

Llego el fin de semana de mi cumpleaños y como era verano y mis padres trabajaban fuera de la ciudad, Tere decidió que me llevaría de acampada y me regalaría el mejor regalo que jamás me harían en la vida.

Cuando llegamos a la zona donde íbamos a acampar, me quede con la boca abierta, se veían todas las estrellas y la intención de Tere era que durmiéramos al raso, con la única protección de esas maravillosas estrellas, preparamos la cena, y después de cenar se sentó delante de mí y acercando su boca a la mía me beso, yo me quede petrificada, llevaba esperando este momento toda mi vida y me quede petrificada.

Tere se separó y en su rostro se reflejaba el miedo de que tal vez se hubiera equivocado, pero me repuse y enseguida le demostré que no se había equivocado en absoluto.

Nos desnudamos las dos y con un miedo atroz toque por primera vez un coño que no era el mío, estaba caliente y muy mojado y me gusto la sensación, Tere me imito y así empezamos a darnos placer la una a la otra mientras no parábamos de besarnos.

Me agaché para chuparle el coño a Tere nunca lo había hecho y como comprenderéis fui la torpeza hecha persona, pero con las indicaciones que me iba dando Tere, llegue al final del camino que fue un atronador orgasmo, a Tere le paso lo mismo, pero también conseguí que gritara mi orgasmo entre lágrimas de alegría.

El colofón a ese amor fue una tijera que hicimos juntando nuestros sexos mientras gritábamos el nombre de la otra mirando a esas maravillosas estrellas que fueron testigos de cómo dijo Tere, del mejor regalo que me habían dado jamás.

Esa misma noche nos hicimos pareja y no nos escondimos de nadie, fueron tiempos duros donde fuimos juzgadas con dureza y lo más doloroso fue que las personas que más duro nos juzgaron fueron nuestras propias familias, eso nos hizo más fuertes y decidimos ir a vivir juntas, yo ya había empezado a trabajar en la empresa donde soy jefa ahora y Tere encontró trabajo en una copistería, no ganábamos mucho, pero nos teníamos la una a la otra.

La verdad es que fueron dos años muy felices, compartíamos todo, la mayoría de nuestras amigas nos dieron la espalda y las que se quedaron se les notaba la incomodidad y también se fueron alejando, Tere siempre me miraba y me decía.

Teresa- Mientras te tenga a ti, no necesito nada más.

A mí esas palabras me hacían muy feliz y mi contestación, siempre era la misma un beso que la dejaba sin respiración, pero como solía decir mi padre, “que poco dura la alegría en la casa del pobre”.

Dos meses después de nuestro segundo aniversario, Tere se empezó a encontrar mal, tenía muchas migrañas, y había tenido algún que otro desmayo con perdida de conocimiento.

Cuando fuimos al médico y terminaron de hacerle todas las pruebas el diagnóstico estaba más que claro, enfermedad Terminal, entre seis meses a un año de vida, solo diré que no llegamos a celebrar el tercer aniversario.

Le icé un bonito funeral y la enterré en el mismo lugar donde aquella noche estrellada me hizo tan feliz, ni su familia ni la mía se dignó a aparecer, esa espinita la tendré clavada siempre, desde ese día no había vuelto a sentir nada igual por otra mujer hasta que conocí a Nadia la hermana pequeña de Tomás.

Un al mediodía entro una chica a la empresa, una chica que desbordaba alegría y positivismo por todos los poros de su cuerpo, parecía mi Teresa reencarnada, después Tomás me contó lo de su enfermedad y me di cuenta de lo fuerte que era, pero para mi desgracia había llegado tarde y ella amaba a otra mujer.

Cerré el libro y apagué la luz, era hora de dormir e intentar descansar.

NADIA

Llevo saliendo con Silvia dos semanas, cada vez que la llamo novia le molesta, dice que esa palabra es gafe y que se podría estropear todo, yo me rio y le digo que es una exagerada, la verdad es que la relación con Silvia no es como me la había imaginado, tal vez la había idealizado en exceso y la realidad no me ha parecido que estuviera a la altura.

No me ha presentado a ninguno de sus amigos, no quiere saber nada de los míos, está claro que todavía quedan clases sociales en este mundo, esa forma de pensar de Silvia la afea y mucho, pensé que después de lo de mi hermano cambiario, pero fue un cambio efímero, no voy a dar mi brazo a torcer y tirar todo por la borda a la primera de cambio, pero lo que tengo claro es que todavía soy joven y si Silvia me demuestra que no es la adecuada por mucho que sufra, que sufriré, daré por terminada esta relación.

Tengo un mal presentimiento, parece que está pasando lo mismo que paso con mi hermano, cuando el juguete ha dejado de ser nuevo lo arrincona y a otra cosa, hoy tengo mal día y tal vez este exagerando, también puede ser que esté estresada, en dos semanas me ha invitado a una fiesta para celebrar la culminación de un proyecto importante, eso me ha puesto contenta, cuando pueda me voy a comprar un vestido zapatos nuevos y un bolso a juego.

Le sablearé un poco a mi hermanito seguro que él lo hace encantado, a él también le veo preocupado, sé que no le hace gracia que salga con Silvia y está convencido que me hará daño, yo espero que se equivoque aunque con algunos comportamientos de Silvia me haga pensar que pueda tener razón.

También he notado que algo más le preocupa, sé que ha hablado con mama, pero ninguno de los dos suelta prenda y eso me pone de los nervios, espero que no sea nada grabe, como mi hermano este enfermo como yo y me lo oculte por no preocuparme me va a cabrear mucho porque ya me tiene preocupada.

El otro día le vi a mi hermano almorzando con Sara, que guapa es esa mujer, que pena que no le gusten los hombres porque hacen muy buena pareja, a mí es una mujer que me gusta en todos los sentidos, es guapa, amable y muy cálida, todo lo contrario a Silvia que la mayoría del tiempo es como un iceberg.

Bueno voy a dejar de divagar que si no voy a llegar tarde a la revisión y seguro que mama ya me está esperando.

Mama- ¡Hija llegas tarde!

Yo- Lo siento mama.

Estamos en la sala de espera y por fin nos llama mi médico, según los últimos análisis mi enfermedad no ha ido a peor, pero me ha dejado claro que tengo que cambiar de alimentación y procurar alejarme de las tensiones, que poco conoce este el entorno de mi familia, nosotros no tenemos tensiones tenemos terremotos.

Le pedí a Silvia que me acompañara al médico y luego de compras y me dijo que estaba ocupada, otra decepción, por lo menos pasaré la tarde con mi madre y eso me hace muy feliz.

ALBA

Tomas se está tomando las cosas con calma y para mí es mejor, tener que estar fingiendo todo el rato es agotador, tengo la sensación que intuye algo, me gusta el chico, pero es de la misma clase que la de mi exmarido, sería el marido perfecto cara a la galería, buen hombre trabajador y según mi hermana bueno en la cama, en eso le ganaba a mi marido, pero según Silvia calza un tamaño estancar, yo necesito más calibre.

Mi padre piensa que Silvia es la mala y yo la buena, no es justo para ella porque por lo menos Silvia no engaña, ella es así, ella es incapaz de ser fiel y a mí me pasa lo mismo, dentro de dos semanas hay una fiesta para celebrar la culminación de un buen proyecto para la empresa y según tengo entendido ha salido adelante gracias al buen hacer de Sara y el trabajo de mantenimiento de Tomás, pero a mí lo que me interesa es que uno de los clientes debe de estar cañón y Silvia ha prometido compartirlo conmigo, sabía que mi hermana se había encaprichado de la hermana de Tomás y que de verdad le gustan las mujeres, pero también sé que como me pasa a mí no puede estar mucho tiempo sin estar ensartada en una buena polla.

La verdad es que Tomás no se merece lo que le hizo Silvia y lo que yo le voy a hacer en esa fiesta, pero cada uno es como es y hay que jugar con las cartas que nos ha tocado a cada uno.

Me he comprado un vestido muy sugerente que llevaré sin sujetador y me he comprado un tanga que más bien es un hilo que no tapa nada, esta vez seré yo la que se folle al maromo mientras mi hermana mira, me relamo mientras lo pienso.

Bueno voy a ponerme en marcha que se me hace tarde.

TOMAS

Llego el día de la fiesta y no me apetece ir absolutamente nada, si no lo habría celebrado la empresa donde trabajo para rato me habrían visto el pelo, salgo de casa y las tres féminas me están esperando, mi hermana está guapísima, miro a Alba y el vestido que se ha comprado me parece demasiado pareciera que competía con su hermana para ver quien lo lleva más corto, todas las alarmas internas se me encienden.

Al llegar a la fiesta, Antonio y Sara nos están esperando, están muy nerviosos los dos, pero también muy contentos, este proyecto relanzará a la empresa y eso es bueno para todos, según llegamos las gemelas salen corriendo a por una copa, se nota que están en su salsa, yo me quedo al lado de mi hermana que no tiene buena cara, por lo visto las promesas que le hizo Silvia ya las estaba rompiendo, bien empezaba.

Tenía la esperanza que paulatinamente mi hermana fuera abriendo los ojos, pero tenía la sensación que llevaba tiempo haciéndolo, ya llevábamos dos horas en esa fiesta que era un muermo, me acerque donde Nadia para preguntarle por Alba y esta me contesto que estaría con su hermana pasando de los dos, yo le quite hierro al asunto diciendo que nosotros no estábamos acostumbrados a ese tipo de fiestas, también le pregunte cuando las había visto por última vez, yo había estados durante un rato hablando con un cliente pare llevarle el mantenimiento de su maquinaria visto lo bien que lo había hecho con la de mi empresa y le perdí la pista a Alba.

Nadia- Hace cinco minutos estaban hablando con un musculitos con pinta de surfero y ya no sé más.

Yo- Te encuentras bien Nadia, te noto muy pálida.

Nadia- Estoy bien solo un poco cansada.

Yo- Hagamos una cosa, busco a Alba y Silvia y te llevamos a casa te parece.

Nadia- Si, me parece bien.

Yo- Espérame aquí que ahora vuelvo.

Me moví por todo el edificio donde Antonio y Sara habían organizado la fiesta, no las vi por ningún sitio, me estaba empezando a poner negro, entonces decidí bajar por unas escaleras que llevaban a un piso de abajo.

Al llegar el piso parecía un almacén y de repente oí voces, según me acercaba, las voces pasaron a ser jadeos y pensé, mira una pareja que también se aburría y ha decidido pasar a una fiesta privada.

La risa me duro hasta que reconocí una de las voces, era la de Silvia.

Silvia- ¿Qué pasa hermana que ya echabas de menos estar bien follada he?

Alba- Calla que me desconcentro.

Silvia- Joder que bien traga polla tu culo y esta es de un gran calibre (riéndose)

Alba ya no contestó, solo jadeaba cada vez más fuerte, al doblar la esquina lo vi, Alba tumbada en una mesa con las piernas hacia arriba mientras un maromo con pinta de surfero penetraba el culo con violencia mientras Silvia le ponía su chorrearte coño en la boca al maromo y jadeaba mientras le hablaba a su hermana que tenía los ojos en blanco de puro placer.

Yo no pude contenerme y entre dando palmadas y felicitando al trío por su buen hacer.

Yo- Muy bueno, he sido engañado por las dos hermanas, reconozco que si yo no fuera el afectado me estaría partiendo de risa.

El tío se salió del culo de Alba que parecía la entrada de un metro de lo abierto que lo tenía y me miraba con chulería y cuando fue a decir algo le corte.

Yo- Hoy se están rifando ostias y tu amigo tienes todos los boletos, si eres listo cojeras tu ropa y te irás, si no espero que tengas un buen dentista.

El maromo decidió que esta no era su fiesta y se fue con el rabo entre las piernas, yo me quede mirando a las gemelas y les dije.

Yo- Que me hagáis daño a mi pase, pero que le hagáis daño a mi hermana eso no os lo voy a perdonar en la vida, espero que hoy sea el último día que vea vuestras caras, el lunes presentaré mi dimisión donde vuestro padre.

Gemelas- Tomás nosotras…

Yo- Ni Tomás ni ostias, me voy a dar media vuelta voy a coger a mi hermana y me la voy a llevar lejos de dos cabronas como vosotras, sois tal para cual.

Al darme la vuelta vi horrorizado que Nadia al final me había seguido y lo había visto todo, tenía los ojos arrasados en lágrimas y empezó a correr escaleras arriba, yo deje a las gemelas blancas por la pillada y me fui detrás de mi hermana.

Cuando la encontré estaba llorando en brazos de Sara que me miraba muy preocupada, de repente Nadia perdió el conocimiento y casi me muero allí mismo, me temblaban las manos, pero al final fui capaz de llamar a una ambulancia, Sara la tenía abrazada y yo no paraba de llorar, no podía perder a mi hermana, Sara le miro el pulso y tenía aunque muy débil igual que su respiración.

La ambulancia tardó poco en llegar, pero para mí parecieron años, yo me monté en la ambulancia, Antonio y Sara fueron en su coche, cuando llegaron estaban atendiendo a Nadia, el diagnóstico fue un ataque de pánico por el estrés, pero le tendrían durante unos días en observación por si acaso.

A mi madre le trajo Tony que venía con alguien que no veía desde hace unos años, su hermana pequeña Inés.

Mama- ¿Cómo está mi pequeña Tomás? (Llorando)

Yo- Ha sido un ataque de pánico, le tendrán en observación varios días por si acaso, pero su vida no corre peligro.

Mi madre y Tony me abrazaron, pero cuando fue Inés quien lo hizo no pude aguantar más y me puse a llorar como un loco.

Antonio después de saber lo que había pasado se disculpó, y no quiso aceptar mi carta de renuncia, serian sus hijas las que serian despedidas de la empresa por poner en peligro una vida por sus estúpidos juegos.

Me acerqué a Sara que estaba llorando, y nos dijo.

Sara- Me gustaría venir a visitar a Nadia y si hay que pasar noche, contad conmigo.

Mi madre le sonrió y le dio un abrazo diciéndole que la visitara todo lo que quisiera, yo desvié mi mirada y esta se cruzó con la de Inés, seguía igual de guapa, se acercó y volvió a abrazarme.

Yo- Gracias por venir Inés significa mucho para mí.

Inés- Faltaría más, siempre te he querido mucho y ahora que he vuelto espero que nos veamos más.

Inés- Trabajar en otro país lejos de la familia y de la gente que me importa nunca me acostumbre.

Yo- Me alegro de tu vuelta.

Inés- Yo también.

Mientras nos abrazábamos por tercera vez mi madre me miraba con ojos tiernos y entonces salió un médico para decirnos que ya estaba consciente y que podíamos pasar a verla.

Continuará.