Lo que el destino te ofrece

Situaciones morbosas con gente cercana

Soy un tipo de cuarentaytantos. Vivo en un pueblo de unos 8.000 hab. del sur de España. Mi intención es contarles situaciones ocurridas en mi día a día. A veces, placenteras que animan el día.

Sucdió el pasado verano. Mi suegra vive cerca de mi. Era verano. En esta zona hace mucho calor en esa época. Ella suele vestir una especie de camison estampado que se abotona por delante. Yo pantalón corto, camiseta, chanclas.

Sobre las 9:30 mi mujer me dijo que le llevara unos tomates a su madre. Son de nuestro estupendo huerto.

Llamé y vino a abrirme la puerta. Pasé hasta el patio, detras de ella. Comentarles que mi suegra es charlatana, habla mucho y es muy sagaz. Resulta que estaba limpiando la mesa y las sillas del patio, entré y me senté en las escaleras que hay frente a la puerta, en medio, la mesa y las sillasy mi suegra, a pesar de sus 72 años, restregando los muebles como sino hubiera un mañana.

No tardé en advertir que, cuando se agachaba, podía contemplar a placer, a escaso metro y medio de mí, como se bamboleaban sus tetas, medianas, pellejudas, recolgando, con una enorme aureora oscura que ocupaba la mitas de sus viejas tetas

Por supuesto, mi erección fue instantánea. Pude disfrutar de esa fabulosa visión casi 5 minutos.

Ni que decir tiene que fui a su baño y en escasos 5 meneos, mi polla escupía leche a borbotones.

Iré relatando más sucesos, a mi parecer, morbosos, cotidianos y alucinantes.

Saludos.