Lo que digas Oni-chan 00

Los errores de Clemont que el creyó ocultar están por hacerle perder todo lo que tiene valor para el.

Lo que digas Oni chan.

Un bello atardecer iluminaba Ciudad Lumiose, la orgullosa capital de Kalos, y teñía de naranja la emblemática Torre Prisma, la cual no sólo era la principal atracción de la ciudad también era el gimnasio de la misma, vista desde afuera todo parecía sumamente tranquilo y normal, pero nadie sospechaba que en el interior del edificio las cosas eran totalmente diferentes.

Clemont Lemon, el líder del gimnasio Lumiose, estaba persiguiendo como podia a su pequeña hermana, Bonnie, la cual traía una memoria USB en su mano.

-¡Bonnie! ¡Para de una vez¡ -pidió el agotado inventor, pero ella no respondió y continuo a través de las escaleras que se dirigían a la azotea del edificio.

"¿Qué diablos pasa aquí?" pensó el rubio mientras trataba de seguirle el paso a la pequeña chica y recordaba lo que sucedió hace algunos minutos.

Hace unos días un ciber activista autodenominado como "Capitán Centella" había hecho estragos en la infraestructura de la Liga Kalos, causando importantes cortes de energía en toda la ciudad.

La principal teoría indicaba que un miembro de la misma liga era el traidor, lo cuál le causaba problemas al genio del gimnasio Lumiose. Solo alguien con sus habilidades y conocimientos sería el responsable de los ataques, por lo que él era el principal sospechoso.

Y decidido a demostrar su inocencia había instalado un nuevo sistema de seguridad en su gimnasio, el cual le indicaba la presencia de cualquier persona que no fuera él en las áreas restringidas del edificio.

Para su sorpresa, poco tiempo después la alarma silenciosa de la sala de control se había activado y el se dirigió hacia el lugar lo más rápido que podía.

"Veamos quien es el culpable" pensó el emocionado rubio mientras abría lentamente la puerta.

Sin embargo su alegría fue sustituida por sorpresa y confusión al ver la imagen que estaba frente a sus ojos: Su propia hermana se encontraba frente al monitor copiando datos y carpetas a una USB, y rápidamente entró a la sala de control.

-¿Bonnie qué estás haciendo aquí? -preguntó Clemont de forma severa exigiendo una explicación, pero la pequeña al darse cuenta de que fue descubierta no respondió y tomó la memoria antes de salir corriendo.

—¡Vuelve aquí inmediatamente! —proclamó mientras empezaba a perseguirla por el edificio.

—¡No... puedes... escapar! —balbuceó un agotado Clemont cuando finalmente acorralo a Bonnie en uno de los balcones de la torre, pero para su sorpresa la pequeña ágilmente se subió a la barandilla del mismo.

—¿Qué estás haciendo? —pregunto Clemont, ahora asustado, al ver la temeraria acción de su hermana, quién seguía sin responder y se despidió con un ademán de mano y una sonrisa burlona antes de seguir su camino.

Sin más remedio el agotado y asustado rubio comenzo a subir por la barandilla lo más rápido que podía, sólo para ver como su hermana se montaba en el lomo de un Fearow de tamaño considerable.

—¡Clemont, mi Oni-chan te hablará pronto! —hablo finalmente Bonnie mientras el ave emprendía el vuelo y se alejaba de la torre ante la mirada atónita del inventor.

Mientras tanto el feroz pokémon volador de Kanto se dirigía rápidamente a un inmueble que estaba en las afueras de la ciudad, que aparentemente estaba abandonado, y unos momentos después Fearow aterrizó en el balcón de dicha vivienda y la pequeña descendió emocionada del feroz pokémon.

—Gracias Fearow por traer a mi imoto a salvo, mereces un descanso amigo-dijo una profunda voz masculina a través de un parlante oculto y el rayo rojo de una pokebola surgió de una lente oculta devolviendo al fiero pokémon.

-Buenas noches mi linda imoto, por favor pasa, hay mucho que hacer esta noche -dijo la misma voz.

-¡Sí! -respondió la emocionada rubia entrando a la casa y una vez dentro rápidamente se dirigió directo al estudio principal de la casa, en donde la esperaba un joven de cabello azul que no parecia mayor a su hermano.

-¿Pudiste traer lo que te pedí? -preguntó el joven a la pequeña.

-¡Sí, oni-chan! -respondió Bonnie mientras le entregaba la USB.

-Muy bien, ahora veamos que se nos oculta -dijo el misterioso joven con una sonrisa y de inmediato introdujo la memoria en su computadora.

Para su enorme beneplácito los datos mostrados ante él no podían ser mejores. Había información sobre todas las cuentas secretas de los diferentes Campeones de Kalos en múltiples paraísos fiscales, conversaciones grabadas por el sistema de espionaje de los Holomisores entre varios entrenadores extranjeros y muchas cosas que de ser liberadas harían temblar a la liga Kalos directo desde sus cimientos.

-Buen traba... mmm -trato de felicitar el joven, pero la frase fue interrumpida por un súbito y apasionado beso de parte de la pequeña rubia -¡Golosa! -dijo en cuando se separaron.

-Extrañe mucho a Oni-chan ¿Acaso tú no extrañaste a tu imoto? -preguntó Bonnie poniendo una cara triste capaz de conmover a cualquiera.

-Por supuesto que te extrañe, mi linda imoto - respondió con calma mientras comenzaba a acariciar el pequeño, pero firme, trasero de Bonnie antes de atraerla hacia el y darle un apasionado beso francés, al que ls pequeña se entregó por completo, disfrutando de la pasión que la envolvía en ese momento.

-Esto estorba -mencionó el chico de pelo azul en cuando se separaron y comenzó a remover la blusa de la rubia para descubrir que sus pezones ya estaban erectos -¡Se ven tan deliciosos!-y sin tardanza agachó su cabeza para lamer aquellos pequeños pero apetecibles pechos.

-¡Bonnie... se siente... muy bien... Oni-chan! -gimió la pequeña sonrojada por el estímulo.

-Y haré que te sientas aún mejor -respondió el chico y delicadamente introdujo su mano derecha debajo del short de Bonnie para tocar la intimidad de la jovencita justo por encima de su prenda intima.

-¡Si tu tocas, Bonnie también toca! -dijo la pequeña y excitada rubia cuando sus pequeñas manos tocaban descaradamente el considerable bulto que se había formado en los pantalones del chico.

-Eres una dulce descarada, imoto -respondido el mientras la pequeña seguía tocando su pene erecto por encima de su pantalón, cuando la detuvo.

-Imoto , detente por favor -pidió causando que Bonnie le hiciera un pequeño puchero de enojo.

-Calma sólo iremos a un lugar más cómodo, pero recuerda que el que da las órdenes soy yo,

mi linda imoto -dijo con voz suave, pero con una nota de autoridad.

-Sí, oni-chan. Bonnie sólo obedece las órdenes de su oni-chan -recitó la rubia de manera mecánica y sus ojos azules se tornaron ligeramente vidriosos mientras lo decía, para bajar de las piernas del chico, quién al ponerse de pie volvió a tomar su trasero y la guió hasta su habitación.

La pequeña se sentó en la orilla de la cama, no sin antes quitarse su pantalón café y sus zapatos rosas, mientras el se quitaba los pantalones y se quedó solo en bóxer frente a ella.

-Levanta tus pies hacia a mí Bonnie -ordenó.

-Si, oni-chan -respondió emocionada, sus ojos ya habían vuelto a la normalidad y se apresuró a obedecer dejando sus pequeñas y firmes piernas junto con sus blancos y desnudos pies frente al chico.

El observó con detenimiento la planta de sus pies y sus dedos antes de proceder a lamer las plantas de los pies de la niña, pasando la lengua una y otra vez, para después chupar cada uno de dedos, su sabor era exquisito como un manjar en su boca.

-Estas muy rica, imoto -dijo con descaro y pasando su lengua por encima de sus labios al ver el sonrojo que se había formado en el rostro de la menor.

-Gracias oni-chan, ¿Podrías seguir? A Bonnie le gusta mucho lo que hace su oni-chan.

-Por supuesto mi linda imoto -respondió antes de reanudar su tarea, aunque ahora empezó a acariciar sus piernas, unos minutos después el se dió por satisfecho y dió su siguiente orden -Quiero que metas tus manos dentro de tu ropa interior y que comiences a masturbarte.

-Claro oni-chan -respondió ella antes de meter sus manos dentro de su inocentes bragas blancas y las bajo hasta que quedaron debajo de sus rodillas, el chico se quedo atónito al ver a la perfección su conchita de color rosa.

Bonnie no tenía experiencia al masturbarse por lo que comenzó a pasar su mano abierta sobre su intimidad una y otra vez comenzando a gemir.

-Querida imoto ¿Repetirias para mi los mandatos que rigen tu vida, mientras observó como te satisfaces a ti misma? -pregunto con una sonrisa al saber cuál sería la respuesta de Bonnie.

-Por supuesto oni-chan: ¡Tu eres el único oni-chan de Bonnie!, ¡Bonnie adora a su oni-chan!, ¡Bonnie está perdidamente enamorada de su oni-chan!, ¡Bonnie solo existe para la felicidad y el placer de su oni-chan!, ¡Bonnie es propiedad de su oni-chan!, ¡Bonnie es una imoto sexy y obediente!, ¡Bonnie hará cualquier cosa por su oni-chan!, ¡Bonnie sólo obedece las órdenes de su oni-chan!, ¡Bonnie adora obedecer a su oni-chan!, ¡Obedecer a su oni-chan le da placer a Bonnie!, ¡Solo oni-chan puede usar el cuerpo de Bonnie!, ¡Bonnie es la esclava de su oni-chan!, ¡¡¡Bonnie no desea otra cosa más que ser la esclava de su oni-chan para siempre!!! -recitó la rubia entre gemidos.

-Muy bien Bonnie, ahora deja de masturbarte y mete tu mano en tu boca para chupar tus líquidos.

-Si, oni-chan -respondió la excitada rubia, mientras su mano iba directamente hacia su boca, en donde lamió sus dedos hasta eliminar todo rastro de líquido vaginal.

-Has sido una buena y obediente imoto y es la hora de tu recompensa: ¡Bonnie siéntate en la orilla de la cama y abre bien tus piernas.

-Si, oni-chan -respondió la niña visiblemente excitada y feliz, adoptando de inmediato la pose que se le indico, quedando sentada con sus piernas abiertas al máximo, su conchita brillaban gracias a los líquidos que destilo gracias a la masturbacion y él acercó su rostro a la intimidad de su pequeña víctima y olió el perfume más delicioso que había olido en su vida, el olor de una vagina virginal totalmente virginal e inexplorada.

Rápidamente saco su lengua y comenzó a lamer la vagina de la chica de arriba hacia abajo, primero con lentitud y delicadeza, pero al poco tiempo empezó a hacerlo cada vez más rápido, justo como un demente, haciendo que la excitada rubia gimiera de placer con cada lengüetazo de su amado oni-chan, quien lamía con dedicación y lujuria cada centímetro de la concha de la joven.

Continuaron así durante unos 15 minutos hasta que Bonnie soltó un intenso grito de placer, el cual indicaba que la rubia había llegado al orgasmo, su rostro estaba totalmente sonrojado, su pequeño cuerpo temblaba y una gran cantidad de líquido salió de su interior empapando el rostro del chico y la cama.

El chico saboreó aquel delicioso líquido con lujuria disfrutando del mismo -¡Mira qué tarde se a hecho! -dijo sorprendido al ver que ya eran cerca de las once -Querida ... -trato de decir, pero su frase fue interrumpida al ver a la pequeña caer rendida sobre la cama.

"Hay veces en que me olvido de lo frágil que eres" pensó antes de tomar a la niña y acomodarla sobre la cama para que durmiera mejor.

-Mi señor, el paquete ya ha sido entregado -escuchó como una voz femenina lo llamaba a través de un alto parlante.

-¡Excelente! ¡Entonces que comience el juego! -dijo con una sonrisa triunfante mientras se acomodaba en un sillón cercano -A mi orden conecta la cámara 7 para vídeo conferencia.

-Como usted diga, mi señor -respondió la misma voz

Continuará...