Lo que da de si un masaje...

Recien llegado a otro pais, descubre lo divertido que puede llegar a ser un campus universitario, y lo productivo de un buen masaje...

LO QUE DA DE SI UN MASAJE

No soy nada bueno redactando, así que antes de ponerme a escribir sobre mis propias vivencias, he pensado deleitaros con algunos de mis relatos favoritos……….no son propios, eso quiero que quede bien claro, simplemente que soy un amante de ellos y me apasiona coleccionarlos……..así que, si alguno de los presentes quiere intercambiar, estaré mas que encantado de hacerlo puesto que tengo muchos…….mi correo electrónico se encuentra al final de la página. Además quiero compartirlos en honor de esos autores que tanto nos han hecho gozar…..nunca mejor dicho.

Dicen que las fantasías son gratuitas, y que en ellas cada uno puede ser lo que desee……..mis fantasías siempre incluyen tíos grandes y musculosos con grandes pollas listas para la acción……..la verdad que en la vida real, mas o menos se cumple la regla………aunque hay un poco de todo, pero como les dije, mis experiencias se las iré relatando poco a poco…….comenzaremos hoy con uno de mis relatos favoritos que encontré en una revista gay hace varios años…….ni se las incontables veces que me habré masturbado con el.

Trata de un chico que va a estudiar al extranjero, y aparte de estudiar encuentra tiempo para la diversión……..

Como muchos otros españoles me había ido a Inglaterra a acabar el bachillerato. Nada más llegar al campus me volví loco. Todos aquellos rubios de casi dos metros y con pollones inmensos. Pero como yo tampoco estoy mal no me costo nada descubrir un par de tíos que no es que fuesen gays 100% pero se dejaban hacer….

A las dos semanas me ofrecieron participar en el equipo de remo, uno de los chicos del equipo, Paul Hynes, se había marchado del colegio. El entrenador del equipo me llamo:

-¡Juan! Te he visto correr en el campus y creo que tienes buena condición física. Así que estoy seguro que harás un buen papel en el equipo. Solo te pido una cosa y es que dejes en paz a los chicos. A pesar de que llevas muy poco tiempo aquí ya corren rumores…….No quiero que mis entrenamientos se conviertan en tu territorio de caza. ¿OK?

Asentí con la cabeza aunque no le dije lo difícil que iba a resultarme esa condición, teniendo en cuenta los cuerpazos de los demás chicos, eso sin contar que alguno de ellos ya había pasado por mis manos….lo que si hice fue pedirle la dirección de Paul en la ciudad y a eso no se negó, Paul ya no pertenecía a la institución.

En cuanto llegue a mi cuarto llame a Paul y con una excusa cualquiera le propuse una cena y como los ingleses en el fondo son muy inocentones aceptó.

Esa misma noche me planté en la ciudad. La cena transcurrió muy agradablemente, hablando de España, de mi ciudad, de los estilos de vida inglés y español…..hasta que el restaurante cerró. En ese momento Paul me propuso tomar una última cerveza en su casa, sino lo hubiese hecho él, se lo hubiese propuesto yo, así que acepté de inmediato.

De camino a su casa yo ya me iba montando la película. A la mínima oportunidad se la chaparía y dejándole mi número de teléfono me largaría. Luego nunca mas me hablaría en público, pero quizás, si la experiencia le había gustado, algún día me llamaría. Sabía por los compañeros del equipo que Paul tenia una polla monstruosa, para que un inglés diga eso es que ha de ser verdaderamente grande pues en general están todos muy bien dotados ¡casi casi como en las películas porno!

Entre elucubraciones varias llegamos a su casa. Entramos y mientras yo me acomodaba en el salón y me deshacía el elogios hacia la casa (Paul era hijo único de un tío forradísimo de dinero) él fue a buscar a la cocina un par de cervezas.

Al salir dijo:

  • Si, es un apartamento precioso. Lástima que siempre haga tanto calor.

Al principio no me di cuenta del significado de esas palabras, pero cuando empezó a quitarse la camisa se me cortó la respiración. Tenía el tórax mas bello que jamás haya visto, bien proporcionado, sin un solo pelo y como abdomen una tableta de chocolate. El resto no le iba a la zaga. Alto, musculoso, ojos azules….nada que envidiar a Brad Pitt. Al acabar se pasó la mano por su rubio cabello y al hacerlo hizo una mueca de dolor.

  • ¿Qué pasa?

  • Nada, hice un mal gesto en el entreno del último día y me duele un poco. Ya que estas aquí, si no te importa, puedes ponerme algo de un gel que tengo para el dolor.

  • ¡Claro!, respondí entusiasmado. El mismo me facilitaba el camino para mis propósitos.

Me pasó el gel, una crema translúcida y mentolada, con la que unté mis manos. Posé mis manos sobre sus hombros e inicié un pequeño masaje intentando evitar que se me fueran hacia sus pezones. No era cuestión de demostrarle demasiado rápidamente lo mucho que me atraía.

  • Tienes unas manos muy hábiles.

Le respondí un simple "gracias" aunque realmente lo que hubiese querido decirle era que mi boca era mucho más acogedora aun. La sangre no paraba de afluir a mi polla.

  • ¿Podrías darme también un masaje en los riñones? Estoy un poco tenso de musculatura….

¡Cómo negarme a esa petición! Así que Paul se estiró sobre la cama y se quitó los pantalones, quedándose solo en calzoncillos y tumbado de espaldas. Me moría de ganas por ver su paquete ahora chafado contra las sábanas.

Mis manos bajaron por su espalda hasta rozar, primero, el elástico del slip luego introducir un dedo dentro, como por casualidad.

Al cabo de un rato me pidió de masajearle las piernas. Mis manos rozaban sus músculos que se tensaban al sentir el calor de mis extremidades. Yo no podía mas, estaba a punto de reventar viendo aquel par de nalgas temblando como flanes cuando mis manos frotaban sus muslos. Entonces se giró boca arriba. Su polla había empezado a endurecerse y levantaba el calzoncillo formando una tienda de campaña.

  • Sigue, se limitó a decir.

Mis manos entraron por debajo de su ropa interior hasta salir por la cintura, sin rozar su polla.

  • ¿Qué te parecería un masaje mas especial?, le dije.

No respondió simplemente arqueó las caderas para que pudiera bajarle los calzoncillos.

Sin mediar de nuevo palabra me metí su enorme pollón en la boca.

  • ¿Pero que es lo que haces?, dijo sin hacer nada para impedir aquello que supuestamente le sorprendía.

Recorrí el glande con la lengua, metí la punta por el orificio de la uretra y poco a poco la polla se fue llenando, creciendo y deslizándose por mi boca y garganta hasta cortarme la respiración. Aguanté un poco antes de volver a sacármela y volver a tragarla así varias veces hasta que sentí como se convulsionaba y soltaba toda su leche caliente en mi garganta. Quise retirarme pero con sus manos presionaba mi cabeza contra su polla. El cabrón se estaba corriendo ya, más rápido de lo que yo hubiese deseado.

  • Qué bueno….., suspiró.

Como ya sé lo tristes que son las despedidas después de algo así, decidí cortar rápido.

  • Bueno, tengo que irme.

  • Pero…. ¿No te quieres correr?, me dijo.

Antes de darme cuenta me había agarrado el paquete y bajado la cremallera para agarrarme la polla, minúscula comparándola con la suya, e iniciando una magistral paja.

El me miraba con malicia mientras sus dedos iban y venían expertamente sobre mi polla. Cerré los ojos y dejé que un escalofrío de placer recorriera mi cuerpo en el momento de correrme. Recogió algo de semen de mi polla en uno de sus dedos y se lo llevó a la nariz para olerlo. Después me abrazó fuertemente y me susurró a la oreja "Gracias".

Hablamos un rato mas, su polla siempre dura, sin bajarse, sobre nuestros gustos sexuales y al final llegó a la pregunta definitiva:

  • ¿Y a ti te gusta que te follen…..?

  • Mas que a un tonto un chupa chups, exclamé en castellano antes de explicarle en inglés lo que significaba.

Se estiró sobre la cama para sacar un condón de la mesilla de noche, momento que yo aproveché para lamerle las nalgas y sobre todo la raja del culo, salada por el sudor acumulado. Luego se dio la vuelta y planté mis manos sobre sus pectorales. Su caja torácica subía y bajaba al ritmo de su acelerada respiración. Le pellizqué los pezones y lamí las axilas, él se puso un condón. Pensé en la mejor manera de tragarme aquel cipote de mínimo 28cms, así que le dije que se tumbara en la cama y agarrándole la polla con una mano me senté sobre ella, lentamente, centímetro a centímetro fue entrando hasta que mis nalgas se sentaron sobres su pubis. Después de todo no era imposible para un culo experimentado como el mío. Entonces empezó a moverse, lentamente, arriba y abajo, follándome con una delicadeza y dulzura increíble. El placer que me proporcionaba era inmenso.

Cada vez me sentía mas excitado y orgulloso de mi mismo de poder con aquel mastodonte así que acabé poniéndome a cuatro patas y luego otra vez de espaldas, con las piernas enrolladas alrededor del cuello de Paul que seguía sin sacarla en un solo momento y sin parar de follarme.

Cada vez que rozaba mi próstata me daba la sensación que iba a correrse, quería que la cosa durara más, así que cerraba con todas mis fuerzas mi esfínter para evitarlo, atrapando con los músculos de mi ojete la polla de Paul. Hasta que no pude más y relajando primero todos mis músculos para luego volver a apretar mi culo con fuerza me corrí por segunda vez. Paul empezó entonces a follarme como un loco hasta que sacando su polla y el condón en dos movimientos perfectamente coordinados soltó un geiser de leche sobre mi abdomen. Una auténtica erupción de lava me dejó totalmente pringoso. Paul gritaba como un animal salvaje.

Después de recuperarnos le pregunté como se encontraba del dolor del brazo.

  • Bromeas……… ¡estoy mejor que nunca!

Sólo era la una de la noche, y su polla seguía dura

Bueno amigos, espero que os haya gustado el relato………yo me he tenido que masturbar dos veces mientras lo redactaba

Prometo que será el primero de una larga lista, en los cuales publicare, como el de hoy, relatos favoritos de otros autores, intercalados con experiencias personales.

Hasta la próxima.