Lo prohibido es más delicioso (1)
Una madre que descubre a su hijo masturbándose y experimenta deseo por él, un padre comprensivo que anima a la madre a satisfacer sus deseos, con la finalidad de cumplir sus propias fantasías.
Lo prohibido es más delicioso. (Primera parte)
Una madre que descubre a su hijo masturbándose y experimenta deseo por él, un padre "comprensivo" que anima a la madre a satisfacer sus deseos, con la finalidad de cumplir sus propias fantasías.
En la actualidad tengo 32 años, lo que sigue empezó cuando tenía más o menos 12 años, la siguiente es una historia totalmente real, de una serie de sucesos que transformaron mi vida convirtiéndola en un goce absoluto entre mamá y yo.....
Éramos solamente mi hermano, de 8 años, mi madre de 34, y yo como les dije, de 12. Mi padre venía 2 o 3 días a la semana, puesto que el tenía otra familia, luego sus ausencias fueron más largas porque el tenía que viajar fuera de la ciudad de Quito que es donde vivimos, por que su trabajo lo exigía. Y aunque a pesar de su situación, de los maltratos y de los celos que recibía por parte de papá, ella siempre le fue fiel.
Recuerdos de la vida sexual mamá y papá tengo muchos y desde muy pequeño, uno de esos y que despertó sensaciones, en ese entonces raras para mi, de excitación, fue cuando tenía mas o menos 7 u 8 años, mi hermano y yo veníamos de jugar, entonces entré de súbito al dormitorio de mis papás, lo que vi me dejó helado, mamá estaba cabalgando sobre mi padre ella se movía frenéticamente, especialmente sus nalgas, lo hacía de atrás hacia delante y su rostro se veía muy rojo, sus facciones eran un mezcla de dolor y de placer, y gemía como si estuviera ahogándose.
Aunque parece que sintieron mi presencia, ni me regresaron a ver, ni se cortaron ni un instante, al recordarlo ahora, me doy cuenta que fue justamente el momento del orgasmo de mamá. A pesar de haber visto a mamá en tal acto, mi deseo por ella no habría de iniciarse sino más adelante, luego de una serie de eventos que desencadenaron en mi la lujuria y una verdadera pasión por ella.
Así transcurría el tiempo, como mi papá no venía muy seguido ellos lo hacían cada vez que tenían oportunidad, por el mismo hecho que debido a su trabajo fuera de Quito no venía muy frecuentemente, eso me daba cuenta, porque siempre nos daban "permiso" de ir a jugar, o a pasearnos con nuestros amigos, claro está, que yo procuraba regresar rápido para ver otra vez a mi mamá en las misma situación y así logré encontrarlos varias veces en la faena, al parecer se acostumbraron a ello y algunas veces se notaba que tenían acción bajo las cobijas, pero no se dejaban ver por completo.
Papá se empezó a dar cuenta de mi curiosidad y empezó con un juego "inocente" junto con mamá:
cuando papá y mamá estaban queriendo entrar en lo suyo, me llamaban junto a ellos, el me tenía de las manos y hacía que mamá me haga cosquillas, al comienzo fueron cosquillas pero luego con el paso del tiempo, mamá empezó a hacerlo en mis partes íntimas por sobre la ropa, las primeras veces ella lo hacía con recelo, luego con más seguridad, alentada por papá. Entonces luego vino lo mejor, el le sostenía las manos a ella para que yo le haga cosquillas, aunque casi no la rozaba en sus partes íntimas, me encantaba la sensación de que yo también podía hacer lo mismo que hacía mamá aunque no me atrevía, creía que si se daban cuenta me iban a retar; algunas veces ella estaba con falda y se le subía dejando ver sus piernas y parte de su ropa interior. Le llamábamos el juego de los pescados, porque al que le tocaba el turno trataba de escurrirse como un pescado, y además cuando mamá me tomaba de mis partes íntimas (solamente por sobre la ropa), exclamaba, ¡te pesqué.... o ya atrapé mi "pescado"!...
¡¡vaya!!, me encantaba el juego de los pescados.
Bueno, pero las cosas iban a tornarse más intensas, y de qué manera, esto fue a consecuencia de mi primer sueño erótico.
-Fue mas o menos a la edad de 13 años, cuando se te empiezan a alborotar las hormonas, y te quieres tirar todo lo que tenga faldas, mi sueño fue algo inesperado, yo tenía una amiguita llamada Cristina como de mi edad delgadita, con unos pechos que ya se le notaban, redonditos, deliciosos, en mi sueño yo tocaba a su puerta (en el piso de arriba), pero en lugar de ella sale su mamá a atender la puerta, (ella nunca me había llamado la atención y para mí era solamente eso, la mamá de Cristina), pero la mamá salió solamente puesta su ropa interior, color taxo, no era ropa sensual o tanga, mas bien era ropa interior normal, pero era muy apretada a su cuerpo, las piernas torneadas, unas tetas hermosas, sus caderas anchas, bien formadas...
- sin despegar mis ojos de su tersa piel le hablo:
-Bu..., Buenos días señora está Cristina?.
Mi hija no está, pero pasa por favor Diego si deseas esperarla, yo estaba por tomar una ducha,- mientras yo sentía su mirada lujuriosa y excitada. Antes de entrar al baño empieza a sacarse la ropa sensualmente, primero el brassiere y luego el panty, dejando ver su desnudez, ella de espaldas a mí, y luego gira su mirada hacia donde estaba yo y me sonríe, casi como invitándome a seguirla...
Entonces mi pene empieza a crecer y surge en mí y un deseo tremendo, lo que hago es levantarme, acercarme hacia ella y plaffff....... que me despierto, que excitación que tenía. Como nunca antes, mi pene estaba durísimo y respiraba muy agitado... El sueño fue tan real y ese mismo momento tuve que masturbarme para apagar algo el deseo.
Desde ese día ya no volví a ver con los mismos ojos a la madre de Cristina.
Casualidades de la vida, en esa misma semana, en el patio se encontraba secándose la ropa de la madre de Cristina colgada en el tendedero, y para mi sorpresa y excitación miro allí la ropa interior casi exacta como la de mi sueño, me vino un impulso irrefrenable, que no podía contener, no me importó en ese momento de ser sorprendido, aún a riesgo de que mamá me viera por la ventana de la cocina puesto que ésta daba el patio, mas aún en ese momento ella estaba cocinando, solamente quería tener esa prenda en mis manos, sentir su textura, lamer la parte donde alojaba su concha, tratar de acercarme más a lo que no pudo suceder en mi sueño,
Mis ojos empezaron a bailar de la prenda, a la ventana de la cocina, la prenda, la ventana, la prenda....mamá está de espaldas... me acerco con rapidez, saco el panty del tendedero y la coloco lo más rápido que pude en el bolsillo de mi pantalón, abultándolo aún más de lo que estaba, y de ahí volando, como una saeta al baño.
Ya en el baño, recordé que al tomar la prenda, por la velocidad y mi torpeza, moví todo el tendedero, todas las prendas se sacudieron con mi jalón, - se habrá percatado mamá, habrá volteado la vista a la ventana?. - no, no creo, fui muy rápido... eso espero... bueno ya está, tengo el objeto de mi deseo en mis manos, al fin, lo saco de mi bolsillo, como si fuera un delicado tesoro, lo abro, el corazón se me salía por la boca, acerco el calzoncito a mi cara la huelo, mhhhh, aunque está lavada y húmeda, se siente levemente, casi imperceptible ese aroma de flujo vaginal, de hembra, qué delicia, que exquisito olor, casi como un reflejo ya me estoy bajando el pantalón con la otra mano, acerco el panty a la cara, me detengo un rato,...
- trato de sentir si mamá está aún en la cocina, o algún detalle delate su presencia, nunca antes me había masturbado cuando ella estaba en la casa, no vaya a ser que me sorprenda... pero esta vez no me podía contener...
-parece que no está por las cercanías, no escucho nada, no hay peligro, y yo a lo mío, a masturbarme como si mi vida dependiera de ello, puesto que había que devolver la prenda a su lugar lo más rápido antes que alguien se de cuenta de su ausencia,
- ahhh qué delicia, el panty en mi cara mientras yo me masturbo, su aroma, su textura, el imaginar que en ese panty se aloja la conchita de la mujer de mi sueño, los nervios de sentir el riesgo de ser descubierto, empiezo a sentir que se acerca un gran orgasmo, ya viene, ya viene ahhhhhhhhgg .... que riquísimo,
En ese momento debido a mis movimientos, el panty cae sobre mi verga, no pude detenerme, ayyy dios mío ya manché con tres soberanos lechazos la prenda, que de una vez la termino manchándola pues la uso para limpiarme el resto de semen que goteaba y se escurría por mi tronco, lo hago de manera pausada, sintiendo aún los espasmos con cada roce del calzoncito sobre mi piel, me excita el solo imaginarme que ese calzón va a usarlo mi vecina, bueno ya está, y ahora... qué voy a hacer? habrá que lavarla, - mhh, pero no podré hacerlo en este momento, creo que ya he estado mucho tiempo en el baño, mi mamá puede sospechar, mejor la coloco en la ventana que da a la parte de atrás, así salgo sin nada en las manos ni en los pantalones, luego voy por la parte de atrás, tomo la prenda, a lavarla y... ya me las arreglaré para colocarla en el tendedero.
Pero al salir hacia la parte trasera, veo entrar en la casa a mamá, pasa junto a mí, ¡¡¡uyyyyy dios mío a qué momento salió?!!!, ella estaba en la parte de atrás?, habrá visto que coloqué algo en la ventana del baño? peor aún, vio todo lo que hice?,
sentí vértigo, las piernas casi ni me responden, pero ella no me dijo nada y entró, tenía aspecto natural, -uff que alivio, ! -, parece que no se dio cuenta ni vio nada, tembloroso me acerco a la ventana y, horror... la prenda no está, la habrá tomado ella?, y si es así, puede ser que me vio por la ventana masturbándome?, santo cielo! qué estará pensando, que tiene un hijo degenerado que se roba los calzones de las vecinas para masturbarse, dios mío! se imaginan dar esa imagen a tu madre?, ¡trágame tierra!!!, no quiero entrar a la casa, mamá me va a matar...
para no correr riesgos, decidí salir a la calle con mis amigos, y volver en la noche, pero cuando me fui con ellos mis pensamientos no dejaban de atormentarme por lo sucedido; cuando regresé, al entrar en la casa, ella no dijo nada no lo mencionó, no tenía ninguna actitud de sospecha hacia mí o algo por el estilo, no creo que haya sido ella, así pasaron un par de días, era extraño lo que sucedió con la prenda, cómo pudo desaparecer? bueno, me dije a mi mismo, -entonces no se piensa más en el asunto y listo, total nada ha sucedido-,... aunque algo de duda flotaba sobre mi pensamiento......
Ya casi se me estaba olvidando todo aquello, cuando uno de esos días llega mi papá, y otra vez empiezan mis dudas, talvez no me dijo nada porque piensa decírselo, -pensé yo-,
y entonces vuelvo a sentir esa desesperación, miedo, pensando que talvez ella si cogió la prenda y le va a contar a papá, y a mostrarle el cuerpo del delito, el cual debe estar seco e impregnado de las manchas que me delatarán, ¡¡¡dioses del olimpo qué me va a pasar!!!?.
- En ese momento mamá me dice:
-Diego ve a la tienda compra alguna fruta y prepárale un jugo a tu papá debe llegar cansado-
Diablos!!, y yo que no quería despegarme de ellos para que no tengan tiempo de charlar, si es que acaso mamá sabía algo;
-así que fui con toda la rapidez del mundo, compré cualquier fruta en la tienda las arrojé en la licuadora, azúcar, agua, un colador, jarra, vasos... y de ahí como un rayo a llevarles el jugo a la habitación, entro casi corriendo y..... lo que vi me cortó en seco, dejándome totalmente sorprendido y trémulo:
- mamá estaba sobre la cama, boca arriba, con la falda subida completamente hasta la cintura, las piernas totalmente abiertas, una colgando hacia el piso y la otra flexionada sobre la cama, mientras papá ¡le estaba lamiendo la concha!!!!
cuando entré, papá se incorporó rápidamente, como si fuese movido por resortes;
no sucediendo lo mismo con mamá, que al contrario de cubrirse, durante unas fracciones de segundo abrió mas las piernas y dirigió su mirada lasciva hacia mí, me pareció que para mirar mi reacción, y luego, se sentó con calma, se acomodó su tanga que estaba hecha hacia un lado, para luego acomodarse la falda, como que nada fuera de lo común estuviera pasando, con la mayor naturalidad, como que estuviese peinándose para salir, pero nunca despegando su mirada de la mía, como una loba con su presa.
-entonces cada uno tomó su vaso de jugo, y yo no tuve nada más que declararme loco, como que si no hubiera visto nada, mientras sus miradas me punzaban, quizá tratando de escrutar en mis pensamientos, yo casi sin poder disimular, entregué los vasos y salí como un zombie, con los ojos abiertos como platos y temblando de excitación hacia la cocina.
Ya fuera del alcance de su vista empecé a repasar en mi mente todo lo visto en esos escasos segundos, que me parecieron eternos
- que riiiiiicoooooo- era la mejor rajita que había visto en toda mi vida, -claro que era la primera-.. roja, roja, al rojo vivo..... que labios, sugestivamente gruesos, inflados, increíblemente tersos!!!!.... brillantes relucientes, como...como.... si hubieran acabado de ser lamidos o estuvieran cubiertos con miel de cereza.... ayyy esa cavidad dilatada, como una boca que queda abierta de emoción al recibir un apasionado beso, todo adornado por una densa corona de pelos, negros, hermosamente rizados, impregnados de una capa espesa y cristalina de saliva y flujo vaginal, como si fuera una flor cubierta de rocío, la boca se me hizo agua, como un perro frente a un delicioso manjar luego de no haber comido una semana.
Ahí, fue en ese instante que por primera vez tuve noción de mi madre como mujer, fue como una súbita revelación, un placentero descubrimiento: delgada, 1,60m, (yo, para ese entonces tenía casi su estatura) nunca pesó más de 100 libras, pero a pesar de ser delgada tenía el cuerpo como una quinceañera, sus muslos prietos, sus caderas ligeramente anchas, cintura estrecha, sus tetas, firmes, redondas, ni muy grandes ni muy pequeñas, piel tersa, cabello lacio, negro azabache; en fin mamá era una de esas flaquitas que siempre se regresa a ver como atraídas por un imán para admirarlas, desearlas y echarles a su paso un piropo, aunque en nuestra mente quisiéramos decirle toda clase de obscenidades. mas aún si vieran la ropa interior que siempre usaba, era extremadamente sexy y reveladora, como la que se ve en revistas de adultos, otras veces hasta rozando lo sugestivamente vulgar como de peli porno, como la prenda que acababa de verle.
Casi como flotando en el limbo por la emoción, escucho una voz que me hace bajar a la tierra, era papá que me llamaba. -qué nervios, ojalá no noten mi excitación,- acudo al llamado y le encuentro sosteniendo las manos a mamá para empezar el tan querido juego de "los pescados", me alienta a acercarme a hacerle "cosquillas", mientras mamá pretendía querer librarse del abrazo , quedando solamente sus piernas libres, corro hacia ella, ciego de la excitación, esta vez me voy a arriesgar a acariciar sus partes íntimas - me dije-, y al querer hacerlo, mi mamá tratando de "defenderse" me abraza con sus piernas, yo mientras pretendo hacerle cosquillas, nerviosamente introduzco mi mano bajo su falda, al mismo tiempo ella abre sus piernas, la falda se le sube, la toco... gime..... otra vez me quedo helado, se descubre ante mí, en primer plano, su rajita, más cerca que antes, incluso siento su fuerte olor que me penetra hasta los huesos, pero esta vez, para mejorar el momento, se había sacado la tanga, y yo estoy tocándola , más aún debido al movimiento, "accidentalmente" un dedo está semi-introducido en su vagina húmeda caliente, dilatada, olorosa, desnuda.....,
-con recelo miro su cara para ver si no me reprochaba algo o algún indicio de sorpresa, y logro ver los ojos vidriosos de mamá, inmediatamente como para disimular la acción papá me atrapa, para que mamá "me haga cosquillas", pero, esta vez es diferente, ella no me acaricia sobre la ropa como las otras veces, sino que quiere su desquite, por eso primero desabrocha mi pantalón - qué vergüenza, pensé, va a notar mi erección, entonces trato de librarme casi con desesperación, pero no puedo contra la fuerza de papá,
- efectivamente ella hunde su mano en mi entrepierna por debajo de mi ropa interior, sobre mi piel desnuda, esta vez para nada eran cosquillas, mas bien fue un directo manoseo, con su mano envuelve mi pene, lo aprieta varias veces, comprobando su dureza, en ese momento con tremenda erección que tenía, en cada apretón de su mano siento espasmos eléctricos, que nacen en mi miembro y me recorren todo el cuerpo como un placentero escalofrío, ya está, mamá logró lo que quería, palpar mi erección, luego de eso, papá me suelta y salgo corriendo hacia mi habitación, con vergüenza por haber sido sorprendido con mi pene tieso, a causa de mi excitación.
Ya en la noche, cuando estaba en cama, inquieto por la experiencia del jueguito y sin poder conciliar el sueño, siento que sigilosamente entran en mi cuarto, yo pretendí estar dormido para ver qué es lo que pasaba, permanecí con los ojos cerrados, y escuché a papá y mamá conversar en voz muy bajita:
mamá: Se va a despertar,
papá: no te preocupes, tiene el sueño muy pesado,
m: seguro que crees que está bien que lo desee?
p: no te preocupes mija, cada vez que desees a tu hijo es que tú me deseas el doble a mí......
No podía dar crédito a lo que oía, era asombroso!, a raíz del capítulo de la panty de la vecina, y que obviamente mamá me había espiado y posteriormente se lo dijo a papá, lo que sintió no fue iras o sentimientos de reproche hacia su hijo, como yo pensé, sino mas bien de deseo, lujuria, me imagino cómo estaría ella, callada espiando mi masturbación por la ventana, deseando la verga de su hijo, o cuando tomó el panty manchado de semen, ella hizo lo mismo que yo en su momento, talvez, lo olió, o lo lamió, ¿por eso, me deseaba?!!, -¿o sería desde antes?-, deseaba a su hijo de 13 años y había confesando ese deseo a papá, y más aún, papá, le alentaba a que me desee, con la "teoría" de que si una mujer desea a su hijo, es que en realidad desea el doble a su marido...
-¿mi papá el psicólogo? con ese cuento?!!!, en lugar de hablarle de la naturaleza de esos impulsos que en esa edad aparecen, o de el complejo de Edipo?, lo que en realidad el quería es ver a su mujer penetrada por otra verga, mejor dicho por la de su hijo, y para completar mamá se lo creía,....?!! o pretendía creerle con el fin de satisfacer sus deseos?!!
-en conclusión, creo que era una fantasía doble: la de papá y mamá, que terminaría convirtiéndose en triple, LA MÍA!!
Yo seguía fingiendo dormir, no vaya a ser que mamá se arrepienta y no continúe, ni siquiera me atrevía a abrir los ojos, en ese momento siento una mano quitándome las cobijas, seguidamente me baja el pantalón y el interior, dejando al aire mi pene, que para ese entonces lo tenía totalmente tieso, debido a eso mamá sospechó:
-m: parece que está despierto vámonos de aquí,
p: no está despierto, a esta edad siempre tienen el pene erecto, sobre todo cuando duerme, debe estar teniendo un sueño erótico.
m: seguro?....
p: si, tranquila,
en ese momento escucho sonidos de besos, roces, chasquidos, chupeteos- que desesperación, yo aquí cerrado los ojos y se escucha tan buena acción- y mientras estaba envuelto en ese remolino de ideas, justo en ese instante me llega mi parte,....
- siento una mano que se vuelve a posar en mi verga, la misma mano que hace un par de minutos me bajó el pantalón, tersa, tibia, fina, es inconfundible, es la mano de mamá, al poco rato siento algo increíble y delicioso en mi capullo, que se empieza a llenar de la sensación de calor, humedad,.. -que está pasando??, me concentro y wowww, otra vez sucede algo que nunca en mi vida habría imaginado o deseado hasta el momento, está introduciéndose mi pene en su boca, me está mamando, que delicia, nunca he sentido algo tan placentero, es la primera felación de mi vida, y es con mamá!!-
su lengua rozando mi glande, succionándolo, tan suave que siento hasta su aliento caliente sobre mi miembro , todo esto de manera como que si solamente fuera un sueño, es una caricia sutil, en que mamá trata de hacerlo con cuidado para que yo no despierte, lo que hace que sienta más intensas sus caricias, su lengua,... luego mamá me aprieta un poco más con su boca, empieza a jadear y a moverse, claramente se adivina que papá está bombeándola desde atrás, y cada vez es más rápido y son más fuertes los jadeos ella trata de no gemir, abre su boca, manteniendo dentro mi pene, es tan intenso el momento que solamente el aire caliente de su respiración, es un vaho de fuego sobre mi falo que me proporciona oleadas de placer, y yo lo mismo, mi respiración es tan agitada que trato de controlarla, siento que me ahogo, necesito tomar bocanadas de aire pero no puedo, no quiero cortarles ni que se den cuenta de mis reacciones, es tan delicioso estar dentro de la boca de la mujer que le dio la vida a uno, mi corazón palpitaba a cien. Casi estuve a punto de eyacular en la boca de mamá, pero en ese momento, mamá alcanza un orgasmo magnífico, puesto que escucho otra vez como cuando los sorprendí a mis 8 años, esos gemido guturales de placer, luego deciden continuar su juego en la habitación de ellos por temor a que me despierte, dejándome a mí con una calentura gigantesca y la sensación de casi volar en las nubes, sin más remedio que masturbarme ese mismo rato, recordando todos los sucesos de ese día, y con el deseo de que se vuelvan a repetir. pero aún faltaban muchas cosas por suceder.....
Ese es el principio de muchas cosas más, de una vida de experiencias deliciosamente placentera gracias a mamá, a pesar de eso, siempre tuve un sentimiento de culpa toda esa historia vivida con ella, como si estuviera cometiendo algún crimen o un pecado mortal, eso fue hasta hace varios años atrás en que descubrí esta página, y empecé a dejar de sentirme un fenómeno y que no era el único.
Por esta razón se que hay más personas que a pesar de ser una experiencia maravillosa el incesto, les invade ese sentimiento de culpa, por eso les invito a que me escriban, mejor aún si son de Quito, puesto que en esa ciudad la mayoría de la gente es demasiado puritana y el tema es un tabú, contactémonos, y así sentir que no somos los únicos y que hay muchas cosas buenas por contar de nuestras experiencias con nuestros familiares, llámese mamá, papá primo o hermanos y librarnos talvez de un peso, o simplemente poder conversar con alguien nuestro secreto íntimo tan maravilloso pero tan rechazado por la sociedad.
Para mí es importante que me escriban, con comentarios, sugerencias, por qué no, también críticas, o si solamente desean contactarse con alguien que ha pasado similares experiencias, y no ser personas únicas y solas, Así también hay muchas mujeres que han pasado por lo mismo y sé que es un secreto que les agobia y que no se animan a contar a nadie aunque quisieran compartirlo, pero estén seguras que hallarán en mí alguien con quien al fin podrán compartir sus secretos y que les entiende. Quiero ver si vale la pena haber contado mi experiencia, y entonces escribirles la segunda parte, que se pone mucho mejor....
un saludo