Lo mejor que hice fue ir a la fisioterapia.

Acabo de llegar a casa y os lo tengo que contar. Una fisio rubia tetona me relajó mas de lo que soñaba....

Estoy alucinando, no sé ni por donde empezar…

Acabo de llegar de que me den un masaje. Sí, reconozco que me ha costado mucho pero es que llevaba con un dolor de espalda desde hace unas semanas y un compi del curro me dijo: -Joder tío conozco una fisioterapeuta que te va a dejar nuevo.

-Uf, en serio es que esas cosas no me van. -Rechisté al otro lado del móvil.

-Vete a la mierda, esta tia a parte de tener unas manos sanadoras está muy buena. Es una rubia preciosa y tiene unas tetas que flipas.

-Y a mi qué…, ni que se las fuera a ver.

-Si me haces caso sí. ¿Cuánto hace que no follas?

-Ni puta idea, colega. -Le reconocí apenado.

-Pues esta te folla y te deja nuevo, hazme caso. Mira, hagamos una cosa, hablo con ella ahora cuando cuelgue y te pillo una hora.

-La madre que te parió tronco. -¿Dónde tiene la consulta?

-Por la zona norte, ¿vas en coche o en metro?

-En coche que desde lo de la pandemia me da mal rollo coger el metro.

-Pues cerca de la m30. Se aparva de puta madre, es zona azul.

-Mira que eres liante, venga dile que sí. Por cierto, ¿cuánto me va a costar?

-Unos 200.

Casi me da algo. ¡200!!, estamos locos.

Pero bueno eso es lo de menos. La cosa es que dos días depures cuando iban a dar las ocho y estaba apunto de cerrar me atendió. La verdad es que mi amigo tenía razón aparqué en la misma puerta. La zona es residencial, que cabrones como viven los ricos, la hostia.

Llamé a la puerta blanca del bajo donde tenían la clínica y me abrió una morena vestida con un mono azul. Tenía unas tetas increíbles. En un momento dudé por que mi amigo me había dicho que era rubia, pero en cuanto me dijo que me sentara a esperar y se fue a otra sala lo entendí.

Tardaban en atenderme así que inspeccioné algo por que oía unos suspiros raros.

En una sala de enfrente estaban dando una clase de yoga o algo así, perdonarme pero no entiendo una mierda, yo solo vi culos a cuatro pastas y mogollón de mujeres retorcerse estirándose como gatas en celo.

Su puta madre. ¿Habéis visto alguna vez una tía buena haciendo yoga? Acojonante, me puso como un camello de cachondo.

-¿Eduardo? -Me preguntaron a mi espalda.

-¿Eh? Sí, -respondí señalando la sala como intentando explicarle a aquella rubia vestida de azul que me estaba excitando viendo a mujeres estirarse. No me entendería así que me lo guardé.

El caso es que entré con ella en la salida, todo era moderno, se notaba que llevaba poco tiempo abierta. Los suelos de parqué, la entrada con una rampa haciendo zip zas y la saliva muy acogedora.

-Desnudate, -me ordenó.

-¿Así como así?

Ella sonrió mostrando bajo sus marrones y oscuros ojos una dentadura protagonizada por dos paletas un poco mas grande de lo normal que parecían serradas con un serrucho, pero que le daba a su bonita risa un toque inocente. Ademas ese pelo tan rubio y liso que le bajaba levemente por los hombros la hacía aun mas especial.

-Los calzoncillos, digo sleep también, -le pregunté girando el cuello hacia ella que la tenía montando la camilla a mis espaldas.

-Mas bien, -dejó claro con desgana.

Entonces me puse ante ella en pelotas y empalmado como hacía mucho que no estaba. Me sentía poderoso mostrando mi arma libremente a aquella rubia que me observaba indiferente.

-Mu bien, túmbate boca arriba.

-Menos mal, si llega a ser al reves.

Ella me respondió con una risotada. Entonces para mi sorpresa se alejó a una pequeña mesa donde tenía los botes de las cremas y aceites y se esnifó como si nada una raya de coca.

-¿Quieres?

-Bueno. -Estoy gilipollas no me he metido una raya en mi vida, que hacía…

Volví a la camilla, me relajé y entonces empezó a masajearme los hombros y el pecho. Esa era el momento que me dijo mi amigo.

-Cuando empiece con el pecho tócale el culo.

Eso hice, le empecé a manosear el culo, ella me devolvió una complice sonrisa con lo que me decidí por bajarle el pantalón y manosearle el conejo. Lo tenía húmedo. Era precioso y tenía solo unos pelitos en la parte de arriba. No tarde en poner mis labios y mi lengua a trabajar.

Ella se sentó en la camilla azul mientras yo trabajaba de rodillas.

-Me encanta cielo, así, así despacio.

Tenía una voz ronca pero dulce, cargada de seguridad y al verla tan rota por el placer me sentí el hombre mas poderoso del Universo.

-Raquel me encantas… -Le confesé apartando mi rostro para mirarla, pero ella ya estaba mas que ida y temblaba sin control por el placer. -Eres precios, -insistí.

Era el momento, le metí mi miembro con dulzura en su conejo. Entré y salí varias veces mientras con sus finas manos me atraía hacia ella con fuerza. Bueno la fuerza que le queda a quien deambula entre el orgasmo y el abismo del placer.

Ella estaba medio sentada en la camilla, sujeta con las manos mientras yo la follaba de pie. Luego la cogí en brazos para centrarla en el aire, solo sujeta por mis armados brazos.

Ella gemía debilmente, supuse que no quería que se enteraran en la sala de al lado, pero la energía empezaba a poseerla obligándola a abandonar su razonamiento. Era punro instinto, Raquel estaba trasformándose en un animal en celo.

La puse a 4 patas mientras le quitaba el mono entero y dejaba salir unas enormes tetas que mordí, agarré con rabia y sujete caos i me fuera la vida en ello.

La tenía q cuatro patas y no pude evitar que estaba inmersa en su propio placer para clavársela sin pudor por el ano. Gritó como una cerda, su voz grave se convirtió en un chirriar agudo. Pero no iba a tener piedad con ella, necesitaba descargar ¡de la manera mas bestia que fuera capaz.

Empecé a saltar sobre ella para clavársela con mas dureza, ella cedió y se dejó caer al suelo pero yo la levanté y la sostuve a cuatro patas. Luego la penetré hasta el mismísimo fondo y me quede allí victorioso con mi presa entregada, obediente y dócil.

Le vi la cara reflejada en un espejo, con el cuello estirado, sus finos labios apretados. Era mía.

-¿Desde cuándo haces esto?

-Desde que no tengo como llegar a fin de mes. Este negocio necesita mucho dinero para mantenerse.

-Me encanta. No te conozco pero verte así es una maravilla.

-¿Te queda mucho? -Quiso saber con dificultad. No olvidéis que tenía mi pene como nunca de grande en su pequeño agujero.

-Una hora mínimo.

-No jodas tío.

Saque mi miembro bruscamente y lo volví a meter como quien da un puñetazo con fuerzas.

Ella gimió de dolor y entendió que poco podía hacer ahora mas que aguantar lo que vendría.

-Raquel, me dijeron que las rubias son débiles, ¿es eso cierto?. -Repetí el gesto. Ella volvió a gemir de dolor.

-No te oigo. -Y lo volví a hacer.

-Sí.

-Me encanta. -Aceleré como una taladradora sin control pillándola desprevenida.

-Raquel, me marcho.

-Va…al…eee…. Aho…ra, gif, ugh, ugg ay, no puedo.

-¿Te pasa algo?

-Nada.

Entonces la puerta se abrió y la morena de tetas grandes nos descubrió.

-¿Pero qué haces loca?

-Follar, ¿no se nota?

-¿Has vuelto al follar por dinero?

Yo seguía clavándola como si no hubiera nadie allí, me la sudaban, solo quería mi placer, quería eterniza mi momento.

-Sí, jooooderrrrr. Ahhhhh…. No ganamos lo suficiente.

-Pues haberme pedido dinero, a mí o a Leo.

-No me jodas, no me lo nombres.

-Pues está fuera esperando.

-¡Queeeeeééé!

Intentó ponerse de pie pero se lo impedí colocándole mi pie derecho sobre su cabeza.

-¡Quieeeeeetaaaa!

Su amiga se abalanzó sobre mi y empezó a golpearme el pecho hasta que la sujeté del cuello.

-Que cojones haces, esta tipa es mía y hasta que no me corra lo seguirá siendo, ¿entendido?

Debió cogerlo a la primero por que corrió a cerrar la puerta por dentro aunque ante evitó que se acercaran la otras a ver que pasaba excusándose de que Raquel estaba mala.

Al volver su mirada había cambiado, se desnudó también.

-Si el acuerdo es hasta que te corras follame a mi también…

La puta hostia, no lo dudé u se la clavé por el ojete con mas rabia aún mientras veía a las rubia retorcerse en el suelo con dolor de ano. Normal, es que mi pene es demasiado grueso.

Fuera el novio de la rubia, y aquí dentro follándome, juraría no haber soñado algo así jamás.

Cuando me corrí lo hice en la cara de Raquel mientras llamaba un tal Leo que debía ser su novio. NI aposta. Mas morbo imposible porque encima mientras llamaba se me escapó un chorro al móvil jajajaja.Mejor manera de reírme de su novio no encontraría jamas.

Al final me vestí y las dejé ahi a las dos dándose crema o yo que se en el ojete.

Y aquí estoy, escribiendo para vosotros lo que no hará ni una hora he vivido.

Mew follé a una morena y a una rubia fisioterapeutas. Ahí es nada. Mereció la pena ir.

Ah, para mearse, al salir había un tío sentado apoyado en mi coche, le dije: ¿Raquel es tu novias no?

-Sí, ¿por? -Juraría que era argentino.-

-Nada, porque es de lo mejor que he vivido.

-Ah, pues gracias.

Me quedé mirándole desde la puerta del conductor, tuve que volver donde estaba él y agarrándole del hombro le dije:

-A ti, amigo, a ti sin duda. -Y me fui riendo mientras él arqueaba las cejas sin entender.

Que pasada. Que follada, que preciosidad de rubia.

Ahora tengo un problema, me he enamorado de Raquel la fisioterapeuta