Lo inexorable de lo sagrado

Reflexión y relato erótico.

LO INEXORABLE DE LO SAGRADO

Gabriel G. Márquez en su libro "El amor en los tiempos del cólera"...dice ..." nacemos con los polvos contados, un polvo que se pierde, es un polvo que no se recupera jamás".

Cuántos polvos hemos dejado pasar por estar acorazados, con miedo al engaño, al lastimarnos. Preferimos un sexo insustancial, simplemente para no dejar herrumbrar la armadura.

Qué significado tendrá en este siglo xxi "hacer el amor", hoy por hoy se tranza, se coge, se culea, se fifa.

En dónde quedan los afectos, cuando esa comunión de cuerpos se consume. Cuando nos entregamos al otro, mostrando nuestra piel, dejándola tocar, acariciar, besar.

Venimos golpeados de batallas pasadas, las heridas de guerra a veces aún sangran cuando las recordamos y es difícil irse a la cama despojado de todo. El cuerpo puede ir desnudo, pero no así el alma, ni los pensamientos.

En el lecho somos mucho más que dos, somos nosotros, vos, yo y todos los otros y las otras que alguna vez deambularon por nuestras vidas. Ellos y ellas nos enseñaron también a amar y a veces solo curtir el pellejo.

La noche comenzó extraña, quizás porque tuvimos un día agitado, pero una vez en el cuarto, la magia nos hechizó.

Me gusta tu boca que sabe a tabaco. Tu piel se escurre entre mis dedos, es suave, dulce.

Tu mano perezosamente transita mi cuerpo. Me dejo sentir.

Junto a las ropas quedó la dama, y la hembra primitiva, sexual, erótica se envistió en mí dejando aflorar los bajos instintos.

Bajo por tu vientre hasta tu mástil enhiesto. La marea sube y baja, un oleaje de goce invade el astillero. El festín comienza, fuegos artificiales estallan en mi dársena. Me recorres de proa a popa, encallando de reata.

Clavo mi mirada en la tuya, me susurras al oído puta, y así me siento, tu mujer, tu puta, tu loba hambrienta.

Quiero volverme adicta a vos, al placer que nos damos, al goce que nos reúne, al júbilo de habernos conocido.

Marcela

Abril’04