Lo hice en sala de maestros
Una de mis fantasías es hacer el amor en sala de maestros. Tengo varias desde que conocí a un hombre que me quita el aliento y me hace humedecer mientras me mira, quiero hacerlo mío y sacarle hasta la última gota de semen, quiero exprmirlo y hacer que disfrute al máximo estas ganas que le tengo.
Creo que me estoy derritiendo por ese hombre. Él no admite lo que le hago sentir, pero me mantiene excitada las veinticuatro horas del día. Hoy por pura casualidad coincidimos en el trabajo. Es sábado, hay poquísimos empleados por ahí. Nos vimos temprano, pude ver en sus ojos el deseo, su mirada pervertida, sus labios sedientos de mi saliva pecaminosa.
Al finalizar la jornada, pensé que no pasaría nada, que todo seguiría en mi imaginación. Me acariciaba los senos pensando en él… cuando llegó a la sala de maestros!! Actué normal, pero súper contenta, me mordí los labios mirándolo, pues, es realmente atractivo, me saludó, me preguntó sobre lo que haría en la tarde…yo quería contestarle que quería cabalgar sobre él, pude resistir.
Me dijo que quería conversar, así que me senté como se sienta un gato frente al ratón, mirándolo a los ojos, al pecho, a la entrepierna… uff!! Me dijo algo, no recuerdo que, me hizo señas que me sentara en su regazo… prácticamente se me salía el corazón del pecho.
Me senté en su pierna, lo abracé, sentí su olor, su respiración, toqué su rostro con mis labios ardientes en deseo, él introdujo su lengua en mi boca y nos fundimos en un beso desaforado, lleno de gemidos… cerramos la puerta…me quitó la ropa, me besó cada parte de mi cuerpo, devoró mi senos, chupó vorazmente mi vagina, sus dedos me hacían el amor, ahh! Demasiado rico… literalmente estaba temblando de placer. Yo necesitaba sentirlo, hacerlo mío, así que le quité la ropa y cuando vi su pene…justo como lo había imaginado, grandote, venoso, lubricado, jugoso, empecé a chuparlo y él empezó a temblar, no aguantó, se vino en mi boca, qué rico! Lo más increíble y más divino que me ha pasado… nos vestimos y nos fuimos a terminar lo que habíamos empezado… esa es otra historia. Gracias J. Te amo.