Lo dijiste tu ayer (2)
Sigue la fantasia. ¿o la realidad?¿habra 3ª parte? demomento llevamos 52 e-mail preguntando detalles.
"Lo Dijiste Tú Ayer"
CAPITULO 2
Han pasado dos martes. No he vuelto a tener noticia. Ni siquiera un simple e-mail. El martes pasado la documentación me fue entregada por un mensajero. Puede que, además de una amante, haya perdido una clienta. Me inquieta más lo segundo que primero, pero no dejo de pensar que tal vez no acertara con mis decisiones, que no supiera realmente doblegarla... Tal vez, no la conocía tanto como yo pensaba. Bueno, lamentemos la pérdida de una clienta y no la de una guarra que no sabe ni lo que quiere.
A la hora exacta suena el timbre.
Buenas tardes. Le traigo a Ud. los documentos.
No pensé que volverías.
Ni me respondes al saludo. Me tratas de Usted. Te muestras altanera, orgullosa. Obviamente pareces herida en tus sentimientos de mujer... Ya sé que no estás acostumbrada a no salirte con la tuya...
Tus respuestas son monosílabas, escasas. No quieres hablar. Tu frío actuar deja bien claro que has venido aquí sólo por negocios.
Cuando te vas a ir noto que algo falta. Sé que buscas venganza. Tu blusa, cerrada hasta el cuello con un precioso lazo, resalta elegantemente tus pechos. Te sienta muy bien. Pero es demasiado casta. Algo no encaja. Te has vestido así de guapa para darme en los morros,... para restregarme lo que me he perdido... Algo estás rumiando. Sé que quieres excitarme... Sé que estás excitada. Te delatan tus abultados pezones. Pero no te mueves. No actúas.
Me coloco frente a ti en silencio. Mirándote a los ojos. Me devuelves una desafiante mirada. Me retas. Quieres ver mi indecisión. Te preguntas si me atreveré. Estás esperando algo. No sabes qué, pero estás esperando algo. Estás retándome. Frente a frente, agarro tu blusa por abajo. Me miras asustada. En mis ojos hay ira... la soberbia del dominio... Eso que tanto te irrita y te excita al tiempo... el poder sobre ti...
Un tirón seco. Te saco la blusa del pantalón. Te miro, pero no buscando tu aprobación, sino demostrándote mi dominio sobre ti.
Agarro con decisión los bordes inferiores. No te mueves. Violentamente la abro de par en par, rasgándola. Un "ay" sale de tu garganta. Casi todos los botones salen disparados rodando por la oficina. Sólo queda tu lazo anudado al cuello. Quiero que se quede ahí, como si fuera el telón de un teatro.
Ahora mis dedos aprisionan las copas del sujetador. Al meterse en ellas te han arañado un poco.
Tiro del sostén hacia abajo. No cede. Sólo lo he rasgado. Repito el tirón, te zarandeo, y sigo dando bruscos tirones hasta que lo rompo.
Tus pechos caen libres.
Levanto tu seno con la palma de la mano.
Sabes que estoy mirando tu excitado pezón. Te le muestro. Quiero que veas cómo te traiciona tu cuerpo, cómo responde a mis órdenes. Tu mente dice una cosa, tu cuerpo responde todo lo contrario. Tu orgullo está perdiendo la batalla...
Tu silencio otorga, te delata.
Los ojos comienzan a encharcarse. Las lágrimas no tardarán en aparecer... tu voluntad se doblega.
Te sujeto por los hombros con fuerza, con decisión. Te zarandeo un poco, sólo para ver como tus pechos oscilan. Siente el peso de su desnudez.
Te hago girar en redondo.
Desde atrás, suelto el botón de tu cintura. Tiro con violencia rasgando la cremallera. Parte del pantalón ha cedido. Sigo tirando, quiero destrozarlo, convertirlo en jirones. Las perneras rotas caen por si solas. No te las quito.
No te veo, pero sé que estás llorando, sé que las lágrimas resbalan por tus mejillas.
Te obligo a que tú misma sujetes los bordes de la blusa, que me muestres tus nalgas cubiertas por las bragas.
Las palpo sobre la tela, por dentro, por fuera....
Te masturbo por encima de la tela... A pesar de la barrera, noto perfectamente tu humedad... Gimes... gimes sin parar...
Recojo la tela y la hago que se interne entre tus labios... hago lo mismo en tu trasero y la fuerzo para que entre por la raja de tu culito.
Tiro de los elásticos tensándolas a tope. Una sonora palmada en cada nalga...
Sigues sujetando tu blusa, no te mueves... esperas impaciente que te haga algo...
- Estás ridícula...
Me ves pasear por el despacho. De nuevo te sientes abandonada y humillada.
- Tócate -con tu mano libre acaricias tus pechos... tu sexo... frotas tu dolorido culito... Tú sola te haces gemir-
Cuando me ves coger la fusta tiemblas... pero en tu mirada hay un brillo lascivo...
Rasgo tu blusa por fin. Destrozo lo poco que queda de tu carísimo sujetador.
Te miro, te contemplo satisfecho....
Tú sola te desprendes de los harapos que te cuelgan. Con los pies te quitas los restos del pantalón. Te tumbas de bruces en la mesa... Con los brazos en cruz, con tu culito expuesto. Tu entrega es total... Ni te toco.
No te golpeo; sólo dejo la fusta reposar sobre tus nalgas. De vez en cuando, las toco, las sobeteo... con la mano tenso las bragas... Están a punto de ceder...
Tal y como estás separo aun más tus piernas. Acerco mi miembro duro y lo restriego contra tu coño. Varios jadeos de ansiedad se escapan de tu garganta.
- Siente mi rabo, puta....
La fusta descansa sobre tus nalgas. La enredo entre tus bragas. Hago con ella una especie de torniquete y comienzo a girarla.
Veo cómo la tela se va tensando entre los hinchados labios de tu coño... Cada giro de la fusta la tela se tensa más y más presionando dolorosamente sobre tu sexo. La yema de mis dedos roza suavemente tus labios. Por un lado exacerbantes caricias, por otro dolorosa presión... así hasta que poco a poco cede la tela.
Vuelvo a presionar la fusta contra tus nalgas La hago zurcir en el aire pero no te golpeo. Tú lo que quieres es que te castigue el culito, sentir dolor... No, zorra, no... Sé perfectamente lo que buscas... Sé que quieres que el dolor sea la penitencia que redima tus pecados... ni hablar... Sé que es lo que buscas, sé que es la disculpa para tu entrega... Pero ya sabes que no lo haré... Todo lo contrario... No dejaré marcas en tus nalgas... no lo haré... Desde luego que te azotaré -no te quepa la menor duda-... pero lo haré sólo para alimentar tu vicio... para conseguir tu completa sumisión...
Sólo te daré suaves golpes... que te recuerden que con ellos disfrutas... que te hagan sentir lo puta que eres. Golpes secos, pero nada dolorosos, restallan en tus nalgas mientras mi mano te masturba... Y Jadeas...
Te voy conociendo, puta... De algo me ha servido guardarme tus e-mails..., aprender a leer lo que escondías detrás de cada frase..., lo que tú escribías y lo que realmente estabas diciendo... lo que tu vicio te reclamaba, lo que tu retorcida mente pedía.
Reconocer tu insatisfacción... tu doble moral... la esquizofrenia tu decoro... tu educación... y tus ansias de sexo desenfrenado... No quieres reconocer lo puta que eres... no te atreves a demostrarlo... Bueno, demostrar... me lo estás demostrando..., más bien diría que quieres ocultarlo...
Ya te gustaría a ti encontrar una disculpa... poder culpar de tu entrega al dolor, cuando lo que eres de verdad es una viciosa. Yo quiero que te someta el vicio; ni yo, ni el dolor, que sea tu vicio..., tu lujuria...
Te pregunto sin preguntas... Te pido explicaciones sólo con mi silencio... Y rompes a llorar...
- Me sentí muy mal el otro día... Te odiaba, estaba furiosa contigo... Te hubiera matado... Pero nada más llegar a casa... Tuve que desnudarme por el pasillo... Fue tremendo. No podía parar... Estaba muy caliente... No paré de masturbarme recordando, segundo a segundo, lo que me hiciste... lo que me llamabas... Mi piel aun temblaba con tu roce... Mi cuerpo pedía más y más... Mi coño me quemaba... Sí... me corría... pero necesitaba más... Me senté desnuda al ordenador... No sabía qué hacer... Quería llamarte... ofrecerte de nuevo mi cuerpo..., pedirte que vinieras y que me hicieras lo que te diera la gana... pero no me atrevía... me habías echado... Tenía miedo a que volvieras a rechazarme... Al día siguiente lo intenté con mi marido... Intente que calmara mi fuego...
Me dejé follar, pero mi mente me pedía otra cosa. No sentía sus caricias, no sentía su pene, tenia la cabeza en otro sitio, tú sabes donde... Lo intenté... hasta me imaginaba que eras tu quien me estaba penetrando... recordaba cómo me llamabas puta... y trataba de excitarme... pero nada....
Y mi marido echándome un casto y sano polvito marital... cumpliendo con su obligación de debito conyugal... Metiéndome mecánicamente la mierda de su rabo -sin tan siquiera quitarse esos horribles calcetines negros...-, cuando lo que yo necesitaba era sexo, violencia, brutalidad... que me destrozara una buena polla... que me forzara por todos los sitios... Me sentía una hembra insatisfecha... Cuando se fue, tuve que masturbarme una y otra vez...
Y llorando avergonzada, reconoció que no había disfrutado...
- Ansiaba tu pene, ansiaba tus caricias..., no podía apartar tu rostro de mi cabeza... y me llamaba idiota....
Llorando lo recuerdas...
- No te imaginas qué suplicio... La de noches que he pasado así..., pensándolo... Mi marido durmiendo... Y yo en la cama, a su lado,... después de hacerlo, sin que él se lo imagine... Roncando como un cerdo y yo masturbándome en secreto... maldiciéndole mientras me tocaba... echándote de menos... deseándote desesperadamente... dispuesta a hacer cualquier locura... Y por las mañanas dándole vueltas a la cabeza... pensando qué hacer..., cómo volver..., buscando un motivo..., una excusa...
La fusta se pasea a sus anchas entre tus labios..., juega en tu húmedo coño... Tu carita de indescriptible placer... Tu coño está completamente a mi merced... Algún suave golpecito...
- Ponte de pie, zorra...
El mango de la fusta penetra en tu coño... Observas expectante cómo te masturba... Como si fuera un consolador lo muevo de arriba abajo... te penetro con ella... Te veo estremecerte de placer... Sorprendida por el inesperado gozo, gimes... "Puta..." -te repito una y otra vez-...
Te sorprende como un simple objeto te puede dar tanto placer... cualquier cosa que entre en tu coño en el momento adecuado, en el momento justo, te puede volver loca....
Cierras los ojos y permites que un pequeño orgasmo te haga temblar...
Me miras suplicante... La fusta se olvida de tu sexo... y se dirige a tus pechos... Su punta juega con ellos... Algún golpecito... Ahora se detiene en tu hombro... presiona hacia abajo... comienzas a arrodillarte....
La fusta señala mi entrepierna... Estás tan excitada... Lloras por la humillación a que te somete tu cuerpo... Lloras por tu bochornosa obediencia... Lloras porque tu boca tendrá que albergar una polla... -la primera mamada de tu vida- y no será el miembro de tu esposo quien te lleve a esta bochornosa entrega...
Sacas mi pene y comienzas a lamerlo... Sujeto tu pelo. Te fuerzo a recorrerlo entero con tu lengua antes de introducírtelo en la boca...
Es la hora... sin sacártela de la boca asientes con la cabeza.... -. ¿Lo recuerdas verdad? ... Lo dijiste tú... si algún día me desobedecías... podría hacer de ti lo que me diera la gana, ¿verdad?...
Asientes con la cabeza...
- ¿Estás dispuesta, no?
De nuevo asientes...
Me ves marcar parsimoniosamente los números del teléfono...
- ¿Rosa? Sí, soy yo... Sí... te tengo un regalito...
No escuchas sus respuestas. No sabes lo que me está diciendo... ni lo que me puede estar proponiendo...
- Sí. Es como te dije... Buenas tetas... coño peludo... algo caído el culo... Sí, eso sí, muy puta...
- Sí... Tú veras cariño... Puedes venir y verla..., tocarla..., hacer que te chupe el coño... Bueno o chupárselo tú, como prefieras... Tú misma.... Lo que hagas con esta zorra es cosa tuya ya te lo dije...
Alzas la mirada algo asustada al escucharlo... De nuevo esa mirada de sufrimiento..., tus ojitos arrugados... otra vez encharcados en lágrimas...
Sí, es la primera vez... No... Me dice que nunca ha tenido amantes... Se casó virgen y lleva ocho años con su marido..., siempre le ha sido fiel... ¿Con su marido? No... Ya te digo... ¡pero si ni siquiera le ha chupado el rabo!... Tradicional... Convencional a tope... Vamos, de las que follan con camisón y luz apagada... ¿Ahora mismo? No, no se puede poner... Tiene la boca ocupada... Sí..., me la está chupando... Eso es..., desvirgándole la boquita...
De acuerdo... "te esperamos"... no te líes.
Cuelgo el teléfono y te miro... Me gusta verte arrodillada a mis pies, mirándome suplicante, lamiendo torpemente mi rabo....
- Bueno, guarra, te aviso...: hoy probarás el semen..., su sabor... y cómo resbala por tu cara....
Asientes y dócil cierras los ojos... Sujeto tu cabeza con fuerza. De vez en cuando empujo con violencia. Quiero que lo sientas en tu garganta... que te asfixie... No la muevo... la dejo ahí... Te ahogas... Empujas con tus manos sobre mis muslos tratando de separarte un poco...Pero no te lo permito..., te fuerzo aun más... Al llegar tan adentro te provoca arcadas... No la retiro... Toses... Te atragantas... La retiro... Una bocanada ansiosa de aire..., lo justo para que tus pulmones se llene otra vez antes de volver a incrustártela hasta la campanilla... De nuevo esa tremenda sensación de ahogo..., esos ruidos guturales... Los espasmos de tu cuerpo al sentir el vómito..., al contenerlo... Otra vez que bruscamente la retiro de ti... De nuevo esa respiración desesperada..., tu boca llena de saliva..., ese "por favor" que apenas puedes pronunciar... La ves llegar... Intentas engullir tus propias babas..., dejas que por tu mentón resbalen repugnantemente las que no puedes tragar... Escupes las que no puedes absorber... y preparas tu boca de nuevo para que mi polla la conquiste...
Estoy deseando ver tu inmaculada carita llena de semen... Esos asquerosos goterones que resbalan por tus mejillas...
- Qué ganas de follarte tengo... No te lo imaginas, zorra... follarte para oírte gritar de placer... y luego preparar mi polla para correrme en tu cara...
Sonríes orgullosa... Lo haces sólo porque tu cuerpo me excita...
Bruscamente la retiro de tu boca... El primer chorro impacta de lleno en tu cara. Instintivamente cierras los ojos...
- Toma..., límpiala... bébete hasta la última gota... exprímeme los huevos...
Sólo la retiro de tu boca cuando está completamente fofa... Una pequeña arcada... Un gesto agrio por su fuerte sabor..., pero no protestas...
Tranquilamente guardo mi pene... Tú aun sigues arrodillada esperando mis órdenes...
Paseo a tu alrededor mirando tu cuerpo desnudo... De vez en cuando, un pequeño fustazo en tus nalgas...
Cojo tu bolso. Vacío todo sobre la mesa. Tu cartera, tus documentos... Y tal y como esperaba... Las llaves de tu casa... y una copia... Con tu mirada me dices todo... Es tu total rendición... Tu entrega absoluta..., me lo dijiste tú: "El día que lo haga, seré completamente tuya..., para todo..." Se que tu fantaseabas con ello... Tu marido de viaje... y tu amante entrando en tu casa... llevándote a rastras a tu dormitorio... desnudándote en tu habitación... entregándole tu cuerpo para que le use a su antojo... follándote como a una puta en tu propia cama... tapados con las mismas sábanas con las que se arropa tu marido... Y no cambiarlas... dejar los aromas del adulterio para que tu esposo duerma envuelto en ellos... Y que tú lo recuerdes mientras cumples como fiel esposa el débito conyugal... El haciéndote el amor... tú recordando cómo te follaba tu amante...
Sigo buscando.... Aquí está... Una preciosa alianza... En su interior está grabado su nombre y la fecha de vuestra boda.
- Ven aquí zorra...
Dócil alargas tu mano... Coloco tu alianza en su lugar... Ni te atreves a mirarme...
No dejo de pensar en ello...
- Mírate la mano guarra... ¿Ves el anillo?.... Pues los demás también lo verán... Follarás con el puesto... te harás puta con él... Todos sabrán que estás casada... Como tú decías... Una asquerosa cerda que traiciona a su marido... Y te follarán aún con más desprecio... Verán tu anillo y sabrán que podrán hacerte de todo... Una casada que sólo busca sexo..., vicio... Es tanto como decir adelante, podéis usarme cómo os venga en gana... Tu anillo... tu precioso anillo... No permitiré que te lo quites... Que lo vean todos.... les dará más morbo... ese retorcido morbo de tirarse a una casada... Eso les excitará aun más que tu cuerpo... hará despertar en ellos su instinto más animal y lujurioso... Acostarse con una mujer infiel... ser cómplices de su emputecimiento... y encima siendo la mujer de quien eres... tirarse a una burguesita... poner los cuernos a un millonario... Te van a follar como bestias...