Lo conocí por internet

Hoy quiero contar lo que me sucedió una vez que me metí en el chat buscando algo espeical donde poder dar rienda suelta a mis deseos ocultos.

LO CONOCÍ POR INTERNET

Lo más común hoy en día es que se formen parejas a través del Internet o del chat, yo tampoo escapé a esa nueva manera de conseguir compañeros para lograr un poco de esparcimiento sexual.

Hoy quiero contar lo que me sucedió una vez que me metí en el chat buscando algo espeical donde poder dar rienda suelta a mis deseos ocultos.

No voy a explicar como se conecta uno por el chat, simplemente diré que entre todo los nicks que allí aparecían me gustó uno que decía "Ricky gay" y con ese comencé a chatear.

Me dijo que era un muchacho de Montevideo que en ese momento estaba trabajando en Los Cerrillos por esa razón de lunes a viernes pernoctaba en esa población del Depto. de Canelones y como él no estaba disponible los días hábiles tuve que esperar para conocerlo hasta el viernes de noche que era cuando él llegaba a su casa.

Ricky gay me envió un mensaje diciéndome que el viernes volvía a Montevideo y que luego de ir a su casa para cambiarse me esperaría en la esquina de Soriano y Paraguay alrededor de la 21.30 p.m.

Le contesté que allí estaría diciéndole como era mi auto y que me dijese como lo iba a poder reconocer ya que ni idea tenía de su aspecto físico y menos de su forma de vestir.

A la hora convenida pasé por allí pero lo hice por Paraguay hacia 18 de julio, me detuve justo en la esquina que hay una florería donde se encontraba un muchacho de las características que me había dicho Ricky gay y el joven que se encontraba parado allí tendría unos 35 años e iba vestido con vaqueros y camisa de jean.

Al acercarme él reconoció mi coche, le abrí la portezuela y cuando subió me dio la mano diciéndome muy apresuradamente:

-¿A dónde vamos?

No tenía mucha idea de a donde llevarlo, primero quería constatar si me gustaba y si pudiésemos llegar a algo satisfactorio por eso empecé a dar una vuelta por 18 de Julio yendo hasta el Parque Batlle.

En el trayecto Ricky gay me contó que había comenzado a mamar pijas a los 9 años, luego se había casado pero que a los pocos meses se había divorciado, y que actualmente estaba separado porque su segunda mujer había descubierto que tenía el culo demasiado dilatado como para no haber nunca probado una verga por allí.

No era un muchacho muy atrayente, era de estatura media, algo rellenito en su barriga la cual formaba una pancita muy seductora por lo que se podía apreciar bajo su camisa de jean, pero lo que más me agradó de él era su aspecto varonil, al verlo muy difícilmente alguien podía adivinar que le iban tan bien las vergas.

Todo el viaje se pasó hablando de las orgías en las cuales había participado y de como le gustaría que lo ensartase lo antes posible porque hacía más de una semana que no se comía una buena verga con su boca y con su culo.

Di varias vueltas por el Parque sin decidirme a aceptar su invitación de entregarme su boca y su culo, aunque para que lo voy a negar si había concertado una cita con él para que me iba a andar con rodeos poniéndole excusas y dilataciones.

Para excitarlo más le dije que mejor lo dejaríamos para otro día porque tenía que ir hasta el liceo a dar una clase y si él quería al otro día como estaría libre podríamo encontrarnos.

-No podemos hacerlo ahora, mirá como tengo la verga!

Efectivamente era así porque mientras hablaba había estado masajeando su bragueta, la verga le había crecido demasiado y como estábamos pasando por un lugar muy oscuro del parque le dije que me la mostrase.

Así lo hizo sacado por la abertura de la cremallera una verga muy buena, chorreante de precum y descabezándola me suplicó:

No me dejés así, tan caliente...

-Bueno. Si me esperás los cuarenta y cinco minutos que dura mí clase luego te hago lo que me pidas, porque esa verga necesita un tratamiento urgente.

Quiso ver mi herramienta y al verla se agachó para darle unas chupaditas muy sabrosas pero ante mi protesta de que iba a llegar tarde a la clase cesó el agasajo porque no le quedaba otra solución, permitiéndome volver al centro donde lo dejé en una farmacia para que comprase condones y una crema lubricante luego de que abandonase mi auto lo cité en la misma esquina donde lo había conocido.

Estacioné el auto cerca del liceo donde dicté mi clase y antes de medianoche estaba de vuelta en la esquina de la florería donde me estaba aguardando Ricky con una bolsa de plástico la cual seguramente contendría todo lo que le había pedido para pasar una noche o por lo menos un rato placentero.

Cuando nuevamente subió a mi auto le pregunté que a donde quería ir para pasar la noche y simplemente me dijo que si no tenía otro lugar más cerca que fuésemos a su casa que quedaba pasando Colon.

Realmente a esas horas no tenía ganas de ir tan lejos pero no quise llevarlo a mi casa para que no supiese dónde vivía, porque si no resultaba, tal vez se pondría pesado persiguiéndome para repetirlo por eso acepté ir hasta allá encaminándome por la Av. Agraciada hasta Garzón donde seguí para el lado de la Ruta 5 hasta donde me indicó que doblase porque allí estaban las viviendas donde vivía.

Cuando traspasamos el umbral de su puerta Ricky me besó muy cariñosamente ofreciéndome a continuación una cerveza por sí quería beber algo antes de que me hiciese pasar a su dormitorio

Realmente tenía bastante sed provocada por la tensión creada por la situación que se me presentaba con un tipo desconocido, claro yo lo había buscado o él a mí, así se había dado el encuentro que aunque no tenía ningún síntoma al cual temer igualmente me intrigaba y me desesperaba por lo que pudiese suceder.

Cuando hube bebido la totalidad del vaso que me había servido me invitó a pasar al dormitorio, propuesta que inmediatamente me hizo poner de pie para dirigirme a ese lugar siguiéndolo a él que llevaba la delantera, mientras lo seguía iba contemplando sus nalgas apetitosas y redonditas ampliamente delineadas por el vaquero que las cubría.

Al entrar al aposento comenzó a desnudarse invitándome con su suplicante mirada que hiciese lo mismo y en un santiamén ambos nos quedamos en bolas solamente cubiertos por nuestros calzoncillos, el mío era un slip negro y el suyo un bóxer de esos gris jaspeados.

Su pancita al verla en vivo y en directo me pareció más sexy que cuando la había advertido en el momento que había subido a mi auto y la tenía cubierta por su camisa de jean.

Comencé a besársela para luego darle pequeños mordisquillo en ese ombliguito deliciosamente peludito que portaba Ricky gay y que tan bien me había descrito a través del chat que al tenerlo bajo mi lengua me pareció que lo conocía de toda la vida.

Mientras yo me entretenía haciéndole ese tratamiento Ricky comenzó a morderme los lóbulos de las orejas a la vez que apretaba más mi cabeza sobre su vientre como diciéndome que le gustaba lo que mi lengua traviesa le estaba haciendo dentro de su ombligo con esos giros tan suaves que hace como mil años que me enseñaron a hacer para enloquecer a mis partenaires.

Nuestras vergas seguramente estaban muy duras dentro de nuestros interiores porque la mía sí lo estaba y vaya que firmeza ostentaba asomándose por el borde superior de mi slip sin que Ricky gay lo notase porque él seguía muy entretenido mordisqueado mis lóbulos.

Su lengua húmeda y caliente cada vez hurgaba más profundamente dentro de mis oídos, dándome con sus giros una extraña sensación que era vertida en lamer las zonas de su cuerpo más próximas a mi lengua que en esos momentos de suma tensión eran sus mejillas ásperas por la barba de un día que seguramente él no la había rasurado en las últimas 24 horas.

Me fui situado sobre él apretando mi tiesa pija sobre la suya y así pude comprobar que algo muy gordo yacía debajo de mi verga dándome una gran satisfacción al sentir que mi anfitrión portaba algo digno de tener en contacto con algún parte de mi excitado cuerpo.

Ese frotar de vergas con las manos en nuestros respectivos agujeros y nuestras bocas paladeando la saliva del otro fue demasiado excitante por eso casi acabé sin siquiera haberme sacado el slip y saliendo de arriba de Ricky me tiré a su lado para descanar unos instantes.

Él me preguntó que sucedía que se me había cortado la excitación y le respondí que no, que estaba demasiado excitado como para terminar tan rápidamente nuestro primer encuentro.

Aprovechamos el descanso para quitarnos las únicas prendas de vestir que aun ocultaban nuestra vergüenza y al verle la pija por primera vez exclamé:

-Que linda verga tenés!! Algo torcida pero es muy gordita y peludita!!!

-Y vos no te quedás atrás la tuya es larga y jugosa. !!

Sonreímos los dos por la satisfacción de habernos encontrado con dos pijas a nuestra entera satisfacción y nos pusimos a hacer un 69 muy loco en el cual nuestros dedos se metieron traviesamente en nuestros respectivos agujeros anales masajeándolos para darnos placer al mismo tiempo que nuestras lenguas lamían los glandes para luego continuar con nuestras bolas.

Con tanta excitación el precum manó a borbotones inundando con su aroma y contaminando el aire de la habitación con ese olor tan delicioso a pijas a punto de explotar el cual nos excitó más por lo concentrado que estaba brotando de nuestros órganos.

Su verga al estar al borde de eyacular se contrajo hacia la izquierda dejándome apreciar una tremenda curvatura y colocándolo boca abajo le unté su agujero el cual estaba tan dilatado como le había dicho su mujer, pero a través de los pelitos que lo cubrían metí mi dedo y lo aflojé un poco más con movimientos circulares dilatándolo lo suficiente como para que me dejase introducir al huésped que él estaba esperando para albergarlo satisfactoriamente.

Le levanté las piernas para clavársela hasta el fondo y mientras el mete y saca se realizaba él no dejaba de pajearse ostentado una muy acentuada curvatura en su verga.

La excitación de ambos llegó a su clímax y antes de descargar mis vesículas seminales en su hospitalario reducto vi como de su verga saltaba un tremendo chorro de leche caliente el cual fue a caer directamtne sobre su pecho.

Ricky gimió bastante porque cuando vi ese blanco chorro se la clavé lo más profundamente que pude y allí en sus entrañas comencé a descargar el semen que había acumulado para esa ocasión dejando el condón lleno del caliente liquido.

Mi verga y su esfínter se contrajeron muy acompasadamente dejándonos saciados por el buen rato que tuvimos de tan placentera actividad sexual.

Me desplomé sobre él apretando su verga con mi vientre el cual quedó mojado por las emanaciones de su curva pija y luego que mi verga se salió de dentro de su gustosa cuevita me saqué el condón y al hacerlo tan bruscamente todo el contenido cayó sobre su cama.

Luego de descansar cerca de una hora en la cual permanecimos abrazos volvimos a prodigarnos excitantes manoseos para volver a la acción.

Con todo el tiempo que había pasado su culito peludito seguía bastante abierto por las embestidas que le había dado con mi verga furiosa y al verlo así tan mojadito no pude aguantar la tentación poniéndome a lamerlo como un loco, hecho que volvió a excitarlo tanto que comenzó a hacer un 69 violento en el cual mis bolas y luego mi ano fueron mordidos deliciosamente por su nívea dentadura.

Estuvimos un buen rato así con mi mano lo pajeaba mientras mi lengua jugaba con su esfínter humedeciéndolo más de lo que estaba y él me hizo lo mismo hasta que nuestras eyaculaciones no pudieron ser retenidas por más tiempo y se descargaron a toda velocidad mojando nuevamente la cama de Ricky.

Finalizamos después de las cuatro de la madrugada y Ricky tuvo que sacar la sábana porque había quedado hecha una calamidad porque además de nuestras lechadas había servido para limpiarle el culo que a esas alturas lo tenía empapado de saliva y de sus jugos gástricos.

Inmediatamente volví a mi casa porque quería dormir en mi acogedor lecho por eso me despedí de Ricky gay esperando que se pusiese en contacto nuevamente conmigo vía chat.

Antes de acostarme me bañé porque el aroma a semen ya se advertía y además no quería impregnar mi cama con olores ajenos a mi persona.

Aun no ha sucedido el segundo encuentro porque Ricky gay no se comunicó más conmigo, tampoco lo encontré en el chat, supongo que le gustará tener acompañantes de una noche y no repite la entrega de su orto peludito dos veces a la misma persona.

Ignoro si lee relatos pero si llega a leer éste espero que se entere a través de él que mi verga aun está dispuesta a perforarlo algunas veces más.

OMAR

Como siempre espero comentarios en omarkiwi@yahoo.com