Lo conoci en un chat (8)

Voy al cumpleaños de Sofia con mi marido, y está Carlos...

Hola lectores, acá estoy yo de nuevo, disculpen por no haber escrito mas sobre mi historia, tuve problemas con la empresa que me proveía Internet, estuve sin Internet hasta hace unos días, ya que al final cambie de proveedor, les cuento que mi vida con respeto a mi matrimonio sigue igual, hasta el momento mi marido no se ha enterado de nada, y con respecto a mi historia, se sumaron varias cosas que les voy a ir contando de a poco, tenia guardado un relato que iba a postear en su momento y que no pude, y ahora se los voy a pasar, espero les guste, y el relato cuenta del cumpleaños de Sofía, voy a poner una foto de cómo iba vestida esa noche así no tienen que imaginarlo.

Por si se olvidaron la pagina era esta www.suciolog.com/moni_todorelatos

Después de pasar esa noche en la casa de Carlos y conocer a su hermano, tuvimos unos encuentros mas como de costumbre, pero lo que les quiero contar ahora es lo que paso la noche del cumpleaños de Sofía, ella iba a hacer una fiesta en su casa y tanto yo como mi marido estábamos invitados, obviamente Carlos iba a estar ahí, y me preguntaba si iba a ser un riesgo peligroso que se cruzara con mi marido.

Estuve unos días que no podía dejar de pensar en eso, para colmo mi marido no tenia viaje, y quería ir a la fiesta, así que no quedaba otra que correr el riesgo, el viernes Salí con la idea de comprarme algo para ponerme esa noche, y después de tanto ver vestidos encontré uno que me gusto, un vestido corto, de color violeta, bien ajustado a mi cuerpo. Obviamente esos días no tuve contacto con Carlos, ya que mi marido estaba en casa, llego el sábado y fui a la casa de Sofía a ayudarle con los detalles de la fiesta y a comprar las cosas que hacían falta, le comente de cómo carburaba mi cabeza con lo de Carlos y mi marido en esa noche, y entre risas me decía que no me hiciera problemas, que todo saldría bien, eran como las 6 de la tarde cuando me fui a casa para prepararme para la fiesta.

Cuando llegue a mi casa salude a mi marido y vi que tenia cara de pocos amigos.

  • ¿Pasa algo que tenes esa cara? – le pregunte.
  • No, solo que vi el vestido que te compraste ayer. – me dijo.
  • ¿Y que tiene? – le pregunte.
  • ¿No te parece demasiado ponerte algo así? – me dijo.
  • Uh Esteban no empeces, pareces un viejo verde – le dije.
  • Ok, como quieras – me dijo.

Me fui a preparar la cena y cuando deje todo listo me fui a duchar, cuando Salí de duchar cenamos y cuando termine de lavar las cosas procedí a cambiarme, me planche el pelo, me maquille y me puse el vestido, acompañado de unos tacos negros, eran las 11 y tanto yo como mi marido ya estábamos listos, agarre la cámara y le pedí a mi marido que me sacara una foto, puso cara de no entendiendo para que pero le insistí y me saco una foto y yo le saque a él, para compensar. Salimos con dirección a la casa de Sofía y cuando llegamos éramos los primeros, me puse a ayudarle a Sofía con los últimos detalles y de a poco empezaron a llegar los invitados, a algunos conocía y a otros no, veía mucho joven que no tenia que ver con Sofía así que le pregunte, me dijo que Diego iba a invitar a algunos amigos y amigas y ahí entendí.

Cuando llego Diego y le encajo un beso en la boca a Sofía mi marido me miro extrañado.

  • ¿Sofía esta saliendo con ese pendejo? – me pregunto.
  • Si, hace un tiempo – le dije.
  • No sabia que tu amiga era roba cunas. – me dijo.
  • Deberías saber que en esas cosas la edad es lo de menos, si ellos la pasan bien . – le dije.
  • Pero no es moral que una mujer de su edad este con un nene así. – me dijo.
  • Jaja Viste que tengo razón cuando digo que pareces un viejo verde, los tiempos son otros . – le dije.

Dentro mío pensaba si supiera lo que su mujer hacia con un pendejo de esa edad, y en cierto modo tenia algo de nerviosismo porque Carlos no aparecía, por un lado quería que no viniera, y por otro si, lo quería ver, hacia días que no lo veía, en ese momento vino Diego a saludarme y le presente a mi marido, después de saludarlo me miro a los ojos con esa mirada de complicidad que se la entendí de inmediato, le pregunte a mi marido si quería algo para tomar y me dijo que cerveza, cuando fui a buscar me encontré con la hermana de Diego que estaba con unas amigas, apenas si nos saludamos, después del encontronazo en aquella fiesta, agarre una cerveza y yo me prepare un energizante con vodka.

Cuando volví hacia lo de mi marido le di la cerveza y yo empecé a bailar al lado de mi marido porque mi marido no le gusta bailar y de pronto vi que Carlos entraba en la casa, me vio al instante y me clavo los ojos en los míos, en ese momento me vino un cúmulo de nervios que me hacían dar cosquillas en la panza, y me dio un calor de golpe debido a esa situación, yo al lado de mi marido y Carlos a pocos metros, paso casi al lado nuestro como si nada y yo trate de disimular no queriéndolo mirar, se fue a charlar con Diego mientras tomaban fernet, de vez en cuando cruzábamos miradas y yo volteaba la vista para que mi marido no se diera cuenta, en ese momento Sofía apago las luces y prendió unas luces de colores y subió de volumen la música, fue a donde estaban Diego y Carlos y de pronto vi como venían hacia nosotros.

  • Su, te presento a Carlos, es amigo de Diego – me dijo.
  • Carlos él es el marido de Su – dijo Sofía presentándole a mi marido.

Yo no sabia donde meterme, los nervios me podían y las manos comenzaban a sudarme, sabia las intenciones de Sofía, en ese momento Sofía comenzó a decirle a mi marido que bailara con ella, y él se negaba, le insistía y mi marido no quería, en ese momento le dije anda y baila no seas tonto. Sofía le agarro de la mano y se fueron hacia el medio de la “pista” donde estaban varios bailando, quedamos Diego, Carlos y yo, lo mire a Carlos y vi esa risa picara que tiene, y se acerco a mi oído a hablarme.

  • Hola putita, tantos días sin verte – me dijo.
  • Hola pendejo, no sabes como te extrañe – le dije.
  • Y yo a vos, veni vamos a bailar – me dijo agarrándome de la mano.

Fuimos a bailar lo mas alejado posible de donde estaba Sofía y mi marido, yo veía que Sofía le hablaba y se reía con mi marido, sabia que lo hacia para distraerlo mientras yo estaba con Carlos, sonaba reggueton en ese momento y empezamos a bailar con Carlos mirándonos a los ojos sin decirnos nada, primero bailábamos sueltos y después Carlos se acerco a mi para que sintiera el roce de su cuerpo con el mío, me paso el brazo por detrás de mi cintura y metió una pierna entre las mías y comenzamos a bailar ese ritmo, yo miraba para el lado donde estaba mi marido pero no lo veía, apenas si veía la cabellera rubia de Sofía, seguíamos bailando tan pegados que mi cuerpo empezaba a reaccionar y a darme calor, Carlos me respiraba en el cuello y eso me aceleraba el corazón.

  • Me muero por comerte la boca putita – me dijo al oído.
  • Yo también pendejo, pero por favor no lo hagas – le dije casi susurrándole.
  • Seguro ya tenes la tanga mojada putita – me dijo.
  • Creo que si, estoy sofocada, siento el cuerpo caliente – le dije.

Con mi brazo pasándole por atrás de su espalda y mi otro brazo por su cuello, apoye mi frente en su hombro y seguimos bailando, de pronto se me ocurrió ver hacia donde estaba mi marido y seguía con Sofía, decidí dejar de bailar con Carlos antes que cometiéramos una locura, me fui a buscar algo para tomar y volver al lugar donde estábamos al principio, cuando vi que mi marido venia hacia donde yo estaba.

  • Estas agitada, parece que el gordo ese te hizo dar calor – me dijo.
  • Acá adentro hace calor amor – le dije.
  • Vi como bailabas con el gordo ese, ya tenia ganas de ir y sacarte de ahí – me dijo.
  • Amor ese estilo de baile se baila así, no seas tonto – le dije.
  • Si cuando le dije a Sofía me dijo lo mismo y también empezó a hacer esos movimientos conmigo – me dijo.
  • Si es así – le dije.
  • ¿No será que el gordo te calentó no? – me pregunto.
  • ¿Qué decís? No seas tonto, mira si un pendejo así me va a calentar a mi – le dije.

En ese momento vi como Carlos bailaba con la hermana de Diego, del mismo modo que lo había hecho conmigo, desde donde yo estaba podía verlo bien de frente.

  • ¿Ves como también baila igual con esa chica? – le dije a mi marido.

  • Si ya veo, parece que el gordito tiene suerte con las chicas – me dijo.

En ese momento tenia ganas de decirle “Si no sabes la verga que tiene y como coje, te debería dar clases a vos”, pero solo le dije “si parece”, seguía mirando como bailaba con la hermana de Diego y de vez en cuando me miraba con esa cara de pícaro, entendía bien su mensaje, quería hacerme rabiar, y lo estaba consiguiendo, con mi mano apretaba el vaso con rabia, me daba bronca no poder ir y sacarle de encima a esa chirusa, de pronto un joven que debió tener unos 30 y algo de años se acerco a mi marido y empezaron a hablar, lo veía a mi marido muy entusiasmado con la charla, y me intrigaba de que podían estar hablando, me acerque y me presento como su esposa, y ahí me dijo mi marido que estaban charlando de autos, ya que el chico este había visto el auto de mi marido afuera y le interesaban los fierros, yo le dije que me iba al baño y a propósito pase por el lado de Carlos y lo choque apenas con mi hombro y lo mire, y me dirigí hacia el baño.

Entre al baño y me puse a orinar, masticando rabia, en ese momento tocaron la puerta.

  • Ocupado – dije.
  • Soy yo putita, abrime – me dijo.

Me levante la tanga, me baje el vestido y le abrí, entro y cerro la puerta, yo no lo mire y intente salir pero se puso en la puerta.

  • Déjame salir – le dije.
  • No – me dijo.
  • Dale pendejo déjame salir, anda con esa pendeja de mierda – le dije.

Me agarro de las muñecas y me llevo contra la pared.

  • Que te pasa puta ¿Me queres histeriquear ahora? ¿Eh? – me dijo presionándome contra la pared.
  • Soltame pelotudo – le dije tratándome de safarme.

Entre forcejeos me subió el vestido hasta la cintura y me bajo la tanga de un tirón, yo solo le decía que me soltara y que me dejara, me tenia agarrada de una muñeca y intente irme hacia la puerta y de un tirón me puso de espaldas a él contra el lavamanos, me paso el brazo por delante de mi vientre y sentía como se desabrochaba el pantalón.

  • Déjame la puta que te parió – le decía.
  • Cállate puta – me decía.
  • Estas loco, esta mi marido – le decía.
  • A ese cornudo ya se le notan bien los cuernos en la frente, se los vamos a agrandar – me dijo.

Me agarro la nuca con su mano y me tiro hacia delante, apoyando mi frente en el espejo, sentí como franeleaba su verga en mi concha y de un empujón me la clavo hasta el fondo. Me hizo ver las estrellas al no estar bien lubricada.

  • Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhggggggggggggg – grite.
  • Pedime que me vaya ahora puta, dale – me dijo.
  • Dale hija de puta pedime que me vaya! – me grito.
  • No puedo, no te vayas, no te vayas nunca pendejo, no me dejes – le dije quejándome.
  • ¿Ves que puta que sos? – me dijo.
  • Si, soy tu puta, perdóname, necesito que me cojas, por favor – le dije.

Y comenzó a cojerme como él sabe, me la metía hasta el fondo y la sacaba, primero despacio, después mas rápido, me veía en el espejo y lo que se reflejaba era una puta penetrada por un macho salvaje, abría mi boca buscando aire, no podía gemir muy fuerte por las dudas que alguien escuchara, él parecía darse cuenta y me daba con más ímpetu, agachaba mi cabeza y veía como mis manos se aferraban fuerte al lavamanos, veía mi anillo de casada, eso me causaba mas morbo aun, lo disfrutaba mas, y se me venia a la mente mi marido a unos metros de distancia y ni siquiera imaginando lo que su esposa estaba haciendo.

  • ¿Esto es lo que querías no puta? – me decía.
  • Si pendejo, mmmmm Aaaaaaaaaahhhhhhhhhhggggggggggggg como extrañaba tu verga – le decía entre gemidos.
  • Toma puta, disfruta de una verga de verdad – me decía.

En ese momento sentí como mi orgasmo me invadía todo el cuerpo, fue rápido, debido al tiempo que había estado sin Carlos, mis piernas flaquearon y si no fuera porque él me tenia agarrada de la cintura hubiera caído arrodillada, sentía como mi flujo caía por mis piernas, siguió bombeando un poco mas, rogaba que acabara pronto, y no demorarme mas en el baño, en ese momento saco su verga de dentro mío y agarro mi tanga que estaba en el piso, se sacudió la verga un poco y acabo en mi tanga, la lleno de leche, blanca, espesa, y abundante. Yo me miraba al espejo y estaba despeinada, sudada, y con una cara de placer increíble, me acomode un poco el pelo, me seque las piernas con papel higiénico, y cuando estaba dispuesta a salir del baño me dijo.

  • Toma putita, te olvidas la tanga – me dijo.

Me di cuenta que había acabado en mi tanga para que después la llevara puesta, sintiendo su leche, la agarre y me la puse, lo mire y lo bese, no fue un beso salvaje, fue un beso lleno de pasión, agradeciéndole, entregándome, como si hiciera falta...

Le dije que se escondiera detrás de las cortinas de la ducha mientras yo abría la puerta y me fijaba si había alguien cerca, abrí la puerta y no había nadie, le dije que podía salir, que esperara un rato y saliera. Salí del baño y pase por la cocina, ahí estaba Sofía con Diego, los dos se reían y sabían lo que había pasado. Salio Diego del baño y fue hacia la fiesta.

  • ¿Hace rato estas acá Sofi? – le dije
  • Si ¿Por qué? – me dijo.
  • Por mi marido, para decirle que estaba con ustedes – le dije.
  • Jaja Si dale – me dijo.

Seguí con ellos tomando algo y charlando cuando apareció Diego, se acerco a mi desde atrás y me cruzo los brazos a la cintura pegándose a mi, me dio un beso en el cuello y me dijo al oído.

  • No te creas que eso fue todo, tengo mas para vos para esta noche – me dijo.
  • No puedo Carlos, esta mi marido – le dije.
  • Bueno inventa algo, esta noche te quiero para mi – me dijo.
  • No se Carlos, no se que excusa podría decirle – le dije.
  • Yo te ayudo – dijo Sofi.
  • ¿Pero como? – le dije.
  • Mira son las 3:30, cuando tu marido se quiera ir yo te digo que si podes quedarte a ayudarme a limpiar – me dijo.
  • Mmmmm esta bien – le dije.
  • Bueno ustedes arreglen eso, yo voy a esperar que tu marido se vaya – dijo Carlos.

Carlos se fue y seguimos charlando con Diego y Sofía de la fiesta, de los invitados, chusmerios digamos, y yo sentía en mi concha el fresco de la leche de Carlos, me sentía empapada, pero no era por mis jugos, sino por su leche, que al principio estaba tibia, pero ahora la sentía fresca, al rato apareció mi marido en la cocina.

  • Su ¿Dónde estabas? – me pregunto.
  • Acá con los chicos, estuve en el baño y estaba medio descompuesta, pero ya estoy bien ¿Y vos? – le dije.
  • Estaba esperándote allá – me dijo.
  • Ah, es que pensé que seguías charlando con ese chico, discúlpame – le dije.
  • Esta bien, estoy cansado ¿Vamos? – me dijo.
  • Che Su quería pedirte un favor, si podrías quedarte a ayudarme con este lío, total después te quedas a dormir acá – dijo Sofi.
  • Ok Sofi, no hay drama, y Esteban tampoco tendrá drama ¿No? – dije.
  • No, esta bien quédate a ayudarla – dijo mi marido de mala manera.
  • Bueno Su yo me voy – dijo mi marido dándome un beso.

Salí con mi marido a la calle para acompañarlo y se fue, volví hacia la cocina mientras algunos estaban bailando en el living aun, y en la cocina estaban Sofi, Diego y Carlos, cuando llegue me prendí de Carlos y nos dimos un buen beso, fuimos al patio a tomar aire y nos sentamos en unas reposeras, yo en la falda de Carlos y Sofi en la falda de Diego, estuvimos charlando un rato y riéndonos mientras tomábamos algo y después fuimos hacia el living, se empezaron a ir los invitados y quedamos nosotros cuatro, le ayude a Sofi a acomodar la casa mientras los chicos se fumaban unos porros, Diego le convido a Sofi y agarro sin drama, obviamente ya habían fumado juntos, Carlos me convido a mi y también fume, terminamos de acomodar un poco y nos sentamos en el sillón. Ya eran las 5:30 de la mañana.

  • Bueno Su vamos a casa – me dijo Carlos.
  • Bueno vamos – le dije.

Saludamos a Sofi y Diego y nos tomamos un taxi, en el viaje Carlos empezó a besarme y meterme mano, yo veía como el taxista veía por el espejo todo, en ese momento me deje llevar, abrí un poco mis piernas y miraba el espejo como el taxista miraba boquiabierto, le trataba de poner la mejor cara de puta posible, en ese momento el taxista bajo el espejo como para verme entre las piernas, y yo abrí un poco mas mis piernas para darle una mejor visión, mientras Carlos me metía mano sin disimulo, llegamos, pague el taxi y nos bajamos, entramos a su casa y pasamos derecho a su habitación. Apenas entramos comenzamos a besarnos y meternos mano por todos lados.

  • Para, ya vengo – me dijo.
  • ¿Dónde vas? – le dije.
  • Ya vengo, tengo una sorpresa para vos – me dijo.

Me senté en la cama y cuando volvió, no venia solo, venia con su hermano.

  • Esta es la sorpresa que tenia para vos – me dijo sentándose al lado mío en la cama.
  • Pero Carlos yo no…
  • Dije.
  • Tranquila, se que queres esto – me dijo.
  • Bro, sentate – le dijo señalándole un sillón que había ahí.
  • Arrodíllate y anda gateando hasta mi hermano, sácale la pija y chupasela, como vos sabes, bien chupada – me dijo Carlos.

Dude un momento y le hice caso, me arrodille y fui gateando hasta su hermano, lo miraba a la cara y veía la misma expresión que Carlos, sin duda eran hermanos, me puse entre sus piernas y comencé a desabrocharle el cinturón, luego la bragueta, le saque baje el pantalón con su ayuda, levantando su cola, y por ultimo le baje el bóxer, tenia una verga considerable, no tanto como su hermano, pero muy apetecible, acerque mi cara su verga y sentí ese olor a macho que tanto me gusta, se la olí de arriba abajo, cuando iba a empezar a lamerla suena mi celular, Carlos agarra mi cartera y saca el celular, se acerca a mi y me dice

  • Toma putita, es tu marido, atendelo – me dijo.

Continuará…