Lo amo, pero no pude controlarme...Parte II

Continuación de mi primer relato en la que me sigo entregando al amigo de mi esposo...

Antes de empezar quisiera profesar mi profundo agradecimiento por los comentarios y el apoyo que recibí para escribir esta segunda parte. También quisiera recomendar a los lectores nuevos que lean el primer relato para que la historia sea un poco más clara (este es el enlace: http://todorelatos.com/relato/106868/ ), sin embargo no es de suma necesidad. Aquí empieza la historia:

Después de aquella noche no volví a ver ni a saber nada de Alberto. Había decidido no decirle nada a mi esposo y rogaba por que Alberto no dijese nada a Ricardo ya que ellos seguían en contacto. Así pasaron los días, dos semanas aproximadamente, hasta que un viernes en la tarde llega mi esposo de su trabajo y dice:

- R:Hola mi amor, alístate que invité a Juan y Alberto a jugar póquer esta noche. Llegarán a las 8.

Yo no sabía qué hacer, me gusta mucho el póquer pero no estaba lista para volver a ver a Alberto, temía que mi esposo descubriese lo que había pasado hace un tiempo. Tenía que hacer algo para no sentirme tan incómoda durante toda la noche.

- M:Ok mi amor, pero voy a invitar a mi amiga Sandra, a ella también le gusta jugar.

- R:Claro que si, como tú quieras mi amor.

Rápidamente cojo mi teléfono y le disco a mi amiga. Sabía que ella en las tardes no trabajaba, así que no tardó mucho en contestar.

- S:Alo?

- M:Hola amiga, soy Melisa, como estas?

- S:Hola Meli, estoy muy bien y tú? A qué se debe tu llamada? No nos íbamos a ver mañana en la noche?

- M:Si Sandrita, lo de mañana sigue en pie, es solo que quería invitarte a jugar póquer hoy en la noche a mi casa. Verás, van a venir unos amigos de mi esposo y no quiero ser la única mujer…

- S:Ok, a qué hora?

- M:A las 8.

- S:Ok estaré ahí, no hay problema si voy con mi esposo no?

- M:Claro que no amiga, los espero. Hasta luego.

- S:Chau amiga.

Colgué el teléfono y le avisé a mi esposo que vendrían mi amiga y su esposo. Luego decidí empezar a cambiarme.

Estaba mentalizada en olvidarme de Alberto y esa misma noche decirle que olvidemos todo ya que todo había sido un error. Me vestí simplemente con unos vaqueros, unas zapatillas y una solera sin mucho escote, para no provocar falsas provocaciones. Fui con mi esposo a la cocina a tomar una taza de café y a platicar a modo de esperar a nuestros invitados.

Eran las 8:10 cuando tocan la puerta, yo empecé a sentir una sensación rara dentro mío, no sabía cómo reaccionar al ver a Alberto. Mi esposo abre la puerta.

- S:Hola Ricardo como estas? El es Manuel, mi esposo.

- R:Hola Sandra, un gusto conocerte Manuel, pasen, son bienvenidos.

Gracias a Dios, era Sandra y no Alberto. Nos saludamos y nos sentamos alrededor de la mesa donde teníamos pensado jugar incluso estaban las cartas y fichas listas. Mientras esperábamos a los otros dos invitados, empezamos a platicar de las superficialidades de la vida, nuestros trabajos, etcétera. Hasta que a las 8:30 tocan la puerta nuevamente. Yo ya me sentía más tranquila, me sentía preparada para afrontar este encuentro, probablemente fue gracias a la presencia de mi amiga. Nuevamente mi esposo es quien se levanta.

- R:Hola Alberto, hola Juan, llegan con algo de retraso.

- A:Hola Ricardo, perdónanos, no encontrábamos un lugar para aparcar el auto.

- J:Hola Ricardo.

Los invitados pasan, primero me saluda Juan, luego, de la forma más natural, me saluda Alberto y hacemos las presentaciones correspondientes entre Sandra, Manuel, Alberto y Juan.

Empezamos a jugar y la noche pasa sin muchos sobresaltos, pero yo tenía algo pendiente, no podía dejar pasar la oportunidad para dejar las cosas claras con Alberto. Quería evitar enfrentamientos, quería evitar diálogos de cualquier tipo con él, así que esperé la oportunidad que él se levantase para ir al baño. Me paré detrás de él excusándome con los de la mesa diciendo que iba a ir a la cocina. Fui a la puerta del baño y esperé ahí hasta que saliera.

- M:Alberto solo quiero pedirte que nos olvidemos de aquella noche ya que todo fue un error. Me parece bueno que podamos tener este tipo de relación de amigos sin necesidad que mi esposo se entere de nada. Te pido por favor que esta sea la última vez que hablemos de esa noche.

Dichas esas palabras simplemente me fui, no le di la oportunidad de contestarme, quería evitar sospechas y diálogos con él. Volví a la mesa y él llegó después de algunos segundos. La noche prosiguió de manera normal, Alberto parecía haber aceptado y concordado conmigo en lo que le dije porque no cambió su actitud ni tuvo intentos de acercarse a mí.

Después de aquella noche yo me sentía un poco más tranquila conmigo misma. Le había dicho a Alberto lo que pensaba y él había aceptado y respetado mis sentimientos. Todos los viernes se nos hizo costumbre reunirnos con nuestros amigos y jugar póquer. Ya habían pasado 3 o 4 sesiones de póquer, yo ya estaba más suelta, me vestía como a mí me gustaba, acostumbrábamos quedarnos hasta tarde jugando y tomando unas copas ya que al día siguiente nadie trabajaba. Mi relación con Alberto era simplemente de amigos, hablábamos de la misma manera que hablaba Sandra y Ricardo o Sandra y Juan, y al parecer todo había quedado atrás.

Pero uno de los tantos viernes de póquer todo cambió. Esa noche todo había sido normal hasta el final. Todos habían quedado eliminados, solo quedábamos en juego Alberto y yo. Ya eran altas horas de la noche, y habíamos tomado un poco, así que Sandra y Manuel se levantan de la mesa:

- Manu:Nosotros nos vamos, los dejamos a ustedes que terminen esta partida.

- S:Si, chau compañeros. Melisa nosotras nos vemos mañana en la noche en “Tucán”.

- M:Ok amiga.

Se despidieron de todos y se fueron. “Tucán” es un bar donde de vez en cuando, los sábados sobre todo, nos juntamos con mis amigas a tomar unas copas.

Cuando se fueron Sandra y Manuel, retomamos la partida con Alberto, yo casi no tenía fichas, así que decidí apostar mis últimas fichas en la última jugada. Alberto, con una gran ventaja en fichas, aceptó, pero antes de descubrir la última carta me dijo:

- A:Espera Melisa, quiero apostar algo más…

- M:Que cosa?

- A:El que gane no solo se lleva las fichas, sino un “ganador pide” también.

El “ganador pide” es el nombre que yo le pongo cuando dos personas hacen una apuesta y el premio no es algo específico, sino que el ganador puede pedir lo que se le ocurra después de haber ganado la apuesta. Yo ya estaba un poco ida en copas y estaba cansada así que le dije:

- M:Ok, ganador pide.

Juan, que en ese momento hacía de dealer, descubre la última carta: yo tenía dos pares, el tenia fullhouse; me había ganado! En ese momento no le di importancia, me reí y le dije que le debía una apuesta. Estuvimos un rato platicando y después Juan y Alberto se fueron.

Al día siguiente yo tenía una cita con mis amigas. Empecé a vestirme, me puse unos leggings o calza muy aprietos negros, un top gris arriba pero no se veía mi ombligo ya que mis llegings eran tiro alto. Debajo del top me puse un sujetador color piel y debajo de los leggings una tanga-hilo, ya que no quería que se note el calzón debajo de mis leggings. Me puse unos tacones altos negros que dejaban ver mi arco, me maquillé y salí a mi encuentro.

Llegué al bar y ahí estaba mis amigas, Sandra y Ana, esperándome en la barra. Nos sentamos ahí y empezamos a tomar unas copas. De vez en cuando venían algunos hombres a ofrecernos unas copas o a pedirnos bailar pero nosotras los rechazábamos. Después de unas horas de tomar y estar sentadas, cuando el alcohol había hecho ya su efecto, se acerca un hombre y me ofrece bailar. Yo sin siquiera mirarlo lo rechazo, hasta que escucho a Sandra:

- S:Hola Alberto, que gusto verte.

- A:Hola Sandra, como estas?

De inmediato me di la vuelta hacia aquel hombre que había rechazado pocos segundos atrás. Lo saludé y me repitió la pregunta:

- A:Quieres bailar?

Yo no quería, pensé que ya todo había quedado en el pasado con él, pero eso no fue lo que salió de mi boca.

- M:Ok, vamos. Sandra y Ana acompáñenme.

Nos paramos las tres, Alberto me agarró de la mano y me dirigió hacia la pista de baile, yo apenas podía caminar con mis tacones; Sandra y Ana me seguían desde atrás. Llegamos a la pista de baile, yo me paré en frente de Alberto y Ana se paró en frente de Sandra. Mientras bailábamos Alberto no me hablaba, tampoco me tocaba, como mucho sostenía mis manos en alguna canción un poco romántica. Yo hablaba con mis amigas, hasta fui un poco irrespetuosa con Alberto.  De repente mis amigas frenan sus pasos de baile y me avisan que se iban un rato al baño.

Alberto las ve alejarse y una vez que éstas hubieran desaparecido de su vista, empezó a bailar de manera más atrevida: se acercaba más a mí, me tomaba de la mano, me hacía dar vueltas guiándome con su mano. Al principio me alejaba y me resistía, luego de unos minutos simplemente me dejé llevar. Empecé a moverme como sabía hacerlo, me pegaba a él, ponía mis manos alrededor de su cuello, el me miraba fijamente a los ojos pero no se atrevía a hablarme y tampoco se atrevía a besarme. Nos mirábamos fijamente a los ojos y sentía como sus manos se apoyaban en mi cintura, iban bajando y con mucho descaro se apoyaron en mi culo. No sé porque no reaccioné, tal vez el alcohol o tal vez deseaba a ese hombre inconscientemente pero debería haberme ido y alejado de ese hombre, pero simplemente lo dejé hacer, dejé que me manoseara el culo a su gusto y placer mientras bailábamos, yo solo lo miraba fijamente a los ojos.

Seguimos así por unos minutos cuando por mi mente pasó lo mismo que pasó mi primera vez con él: quería entregarme otra vez, quería que me haga suya! Saqué sus manos de mi culo, me di la vuelta y me pegué a él. Sentía como su polla crecía, sentía como se metía entre mis nalgas, los leggings y la tanga no eran impedimento para sentir su polla. Restregaba mi culo por su polla mientras bailábamos, cada vez más fuerte y con más ritmo, quería simplemente dejarme llevar y que me cogiera ahí mismo, que me ponga de 4 patas y me empiece a coger sobre la pista de baile, pero mis ojos estaban atentos a los baños, para ver en qué momento aparecerían mis amigas.

Seguía moviendo mi culo sobre su polla más y más fuerte, el me agarraba de la cintura y me llevaba más y más hacia él, su polla estaba extremadamente dura…hasta qua aparecieron, vi a Sandra caminar hacia nosotros, rápidamente me alejé de él, me di la vuelta y fingí estar bailando de la misma manera en que estaba bailando antes que ellas vayan al baño.

- S:Ya se hizo tarde, es mejor que nos vayamos.

- M:Si Alberto nosotras nos vamos, fue un placer.

- A:No, esperen. Yo estoy con auto y las puedo llevar a sus casas.

Nadie pudo decir que no, creo que a las tres nos venía bien que nos lleve a nuestras casas. Salimos del local y nos dirigimos hacia su auto. Yo subí adelante y Ana y Sandra subieron atrás, en el asiento donde hace un mes atrás Alberto me estaba cogiendo a su gusto y placer!!!

Alberto preguntó a mis amigas que donde vivían y al escuchar sus direcciones dijo que por facilidad iba a dejar primero a Sandra, luego a Ana y al final a mi (yo creo que fue más por conveniencia suya!) En el camino hablamos de cosas superficiales, de cómo la habíamos pasado esa noche, hablábamos de las noches de póquer y Alberto hacia algunos chistes…De chiste en chiste llegamos a la casa de Sandra y luego a la casa de Ana. Cuando Ana bajó del auto y partimos hacia mi casa yo estaba calmada, la emoción y el frenesí de la pista de baile ya había pasado, quería volver a tener la relación de amigos que tenía con el hasta antes de esa noche, mientras pensaba en todo esto, el rompió el silencio:

- A:Melisa estuve pensando en lo que me dijiste la primera noche que jugamos póquer, y creo que tienes razón. Ricardo es mi amigo y no debemos hacerle eso, a parte que sería una tontería romper nuestra amistad por ese error que cometimos.

Llegamos a un cruce a nivel, se aseguró que no pasara ningún tren, pasó el cruce y prosiguió:

- A:Pero hay una última cosa que quiero pedirte y prometo que ya no te buscaré más, no te molestaré, me olvidaré de todo y de ti.

Mientras decía esa última frase llegamos a la puerta de mi casa.

- M:Que es lo que quieres pedirme Alberto?

Tomó aire y se animó a pedirme.

- A:Quiero que me regales unas fotos tuyas, pero yo quiero ser el fotógrafo…

- M:Que tipo de fotos?

- A:Fotos sexys, nada fuera de lo común ni pornográfico.

- M:Alberto qué pasará si alguien las ve?

- A:Cuando me dijiste que no le diga a nadie sobre aquella noche en la discoteca no se lo dije a nadie y cumplí mi promesa. Lo mismo pasará con estas fotos, además que no van a ser fotos comprometedoras. Y no olvides que me debes un “ganador pide” recuerdas?

En ese momento el agarró mi mano y la puso sobre su polla, estaba durísima. Yo no podía mirarlo a los ojos, pero no quise sacar mi mano de ahí, empecé a sobarle la polla por encima del pantalón, lo masturbaba lentamente y mientras lo hacía le dije:

- M:Alberto por favor que sea lo último, después te olvidarás de todo!

- A:Te lo prometo…

- M:Ok, te esperaré el próximo viernes en mi casa antes de nuestro juego de póquer. Mi esposo llegará 7:30 así que te espero a las 6:30

Ahí estaba yo, al frente de mi casa en el auto del hombre que había hecho cornudo a mi esposo por primera vez y que me había hecho gozar como nunca, acariciándole la polla y prometiéndole fotos mías, mientras mi esposo me esperaba en casa, durmiendo en nuestra cama matrimonial!

Me despedí y bajé del auto.  Alberto me vio caminar delante del auto yendo hacia mi casa, claro que mientras lo hacía, sus ojos se posaban sobre mi culo.

Los días que siguieron fueron eternos y muy difíciles para mí. Me fue difícil ocultarle esa mentira a mi esposo, me encontraba en un dilema conmigo misma porque no podía creer que estaba permitiendo algo semejante. Llegué a coger el teléfono y discar el número de Alberto para decirle que esto era una locura, pero no me animaba a dar el paso final. había mucha curiosidad y un poco de excitación dentro mío, es por eso que no pude cancelar lo de ese día.

El viernes llegó. Llegué a mi casa del trabajo a las 5:30. Me duché, me peiné y me vestí. Quería ponerme algo lo suficientemente sexy para las fotos que Alberto me iba a tomar pero no muy atrevido para la sesión de póquer que vendría después de la sesión de fotos. Me puse un vestido gris, me llegaba hasta mitad de los muslos, en los pies unos tacones plateados y debajo del vestido use una tanga-hilo para que no se marque el calzón y no usé sujetador ya que era bastante aprieto mi indumento.

Mientras andaba en mis faenas tocaron la puerta. Eran las 6:30 en punto y Alberto ya estaba en mi casa. Fui a abrir la puerta y nos saludamos.

- A:Hola Melisa, estas preciosa!

- M:Hola Alberto, muchas gracias. Solo quiero pedirte que nos apuremos porque solo tenemos 1 hora.

- A:Ok, como tú quieras.

- M:Donde te gustaría que sean?

- A:Vamos a tu cuarto, ahí te vas a sentir más cómoda…

- M:Ok.

Pasamos por la sala donde jugamos póquer, la mesa ya estaba lista para nuestro juego de más tarde. Lo dirigí hacia el cuarto y le dije:

- M:Tú eres el fotógrafo, tu indícame como tienen que ser.

Alberto prendió la cámara que llevaba en su mano y empezó…

- A:Una mirando a la cámara…

Click

- A:Ahora de espaldas…

Click

- A:Sentada cruzando las piernas…

Click

- A:Agachada como si estuvieras recogiendo algo del suelo…

Click

El solo hablaba y yo cumplía todo lo que decía…

- A:Puedes subirte un poco el vestido? Que no se vea nada, que cubra tu culo pero que sea un poco más corto…

No le dije nada, solo lo hice, pensaba que la situación estaba en mis manos, a parte que no me había pedido que muestre nada…

- A:Échate sobre tu cama boca arriba…

Click

- A:Ahora boca abajo…

Click

- A:Párate sobre la cama…

Click

Entre tantos movimiento mi vestido se subía cada vez más, pero no quise decir nada y Alberto fingió no darse cuenta. Yo estaba excitada por la situación, sentía como mi tanga se mojaba, me gustaba que Alberto me viese, quería más, a cada foto me ponía en poses más sexys, me levantaba el vestido yo sola para que se note la tanga…

- A:Párate y reclínate sobre el mueble…

Click

Así lo hice, mi vestido ya estaba a mitad de mi culo, se podía ver toda la tanga y no dije nada…Me di la vuelta y noté como la polla de Alberto se iba poniendo dura, fingí no ver nada…

- A:Te puedes sacar la tanga? Podemos sacar fotos que no se vea tu coño ni nada pero no me gustan las fotos en las que se nota la tanga…

Sabía que eran excusas pero no dije nada, lo miré a los ojos y me la saqué lentamente, la apoyé sobre la cama y Alberto la miró. Se notaban un poco de mis jugos vaginales y le sacó una foto y prosiguió…

- A:Échate otra vez en la cama con las piernas abiertas, la oscuridad de tu vestido no dejará que se note tu coño…

Click

- A:Cruza las piernas y estíralas hacia arriba…

Click

Esta vez fui yo quien tomó la iniciativa, me levanté completamente el vestido hasta el ombligo, me puse a 4 patas con las piernas abiertas y con mi coño apuntando directamente hacia su cámara…

- M:Así te gusta?

Click

Me di la vuelta y sin bajarme el vestido, levanté una de mis piernas al aire y dejé a la vista todo mi coño húmedo y abierto…

- M:Asi esta bien?

Click

El solo sacaba fotos una tras otra y no podía evitar notar su enorme bulto en el pantalón, parecía que iba a explotar…

- M:Alberto si quieres libera tu polla, no me voy a ofender, puedes seguir sacándome fotos, pero si sigues así te vas a lastimar…

No lo dudó ni un segundo, se deshizo de su pantalón y su bóxer, salió su hermosa polla erecta, mirando hacia el techo, se notaba ya el líquido preseminal…Cuando vi su polla me excite aún más, quería tocarla, lamerla, que esté dentro mío, sentarme encima de ella, pero toenía que contenerme…

- A:Gracias Melisa, ya no aguantaba. Ahora siéntate sobre el mueble con las piernas abiertas.

Bajé de la cama y me dirigí hacia el mueble; subí sobre él.

- Click

- A:Ahora bájate  y agáchate sobre el mueble…

Así lo hice, recosté mi torso completamente sobre el mueble, abrí mis piernas y deje a la vista todo mi coño y culo, estoy segura que se notaban todos mis líquidos vaginales…

Mientras estaba en esa posición, sentí algo raro en mi coño, rápidamente di la vuelta mi cabeza sin mover mi cuerpo y vi a Alberto gozar mientras metía su polla llena de jugos en mi coño, el abrió sus ojos cuando su polla ya estaba dentro mío, nos miramos fijamente sin decir nada, solo me di la vuelta, recosté nuevamente mi cabeza sobre el mueble y me dediqué a gemir mientras él me cogía…

- M:Te gusta así?

Ya no me importaba nada, abría más y más mis piernas para que su polla me penetre más, subí una de mis piernas sobre el mueble y el me la metía cada vez más fuerte y mas rápido…

- M:Te gusta que me abra para ti? Cógeme mi amor, hazme tuya otra vez, mi coño es tuyo, cógeme te lo suplicooo

- A:Me encanta como te abres, abre más tus piernas, eres mia, eres mi puta, te voy a coger cuando yo quiera, te encanta como te meto mi polla…

- M:Si papacito me encanta, me encanta tu polla, soy tu puta aaaaaaaaaaahhhhhhhh aaaaaaaaaaaahhhhhhhhh solo tuya, quiero que me hagas lo que tú quieras…No dejes de cogerme… aaaaaahhhhhhh

- A:Ponte de 4 sobre la cama, vamos a estar más cómodos preciosa…

- M:Lo que tú me pidas Alberto, haz lo que quieras conmigo…

Él se alejó de mí, bajé mi pierna del mueble y agarrando su polla en mi mano nos dirigimos hacia la cama. Me puse de 4 patas como mi macho me lo había pedido y él se puso detrás mío, se agachó y empezó a lamerme el coño, lamia de arriba abajo, yo empiné mi culo hacia arriba para sentir más su lengua…Me seguía lamiendo subía hasta mi culo, lamia mi culo mi coño como poseído , cuando llegaba a mi culo intentaba meter su lengua sin éxito pero yo me estremecía de placer, gemía y gemía, cuando llegaba a mi culo yo apretaba su cabeza contra mí y movía mi pelvis como si estuviera follando, sentía su lengua por todos lados…de repente Alberto para con su trabajo, se para, me da un beso en la boca y en esa misma posición siento como acomoda su polla en la entrada de mi culo…yo no sabía que hacer, era la primera vez que alguien lo intentaba, sabía que me podía doler pero quería sentir algo duro y grande ahí dentro, su lengua había fracasado en su intento de penetrarme por ahí…Lo miré con ojos un poco miedosos pero suplicantes de placer y llenos de excitación y le dije:

- M:Por favor despacio, es mi primera vez…

Su lengua ya había hecho el trabajo de lubricación, su polla empezó a entrar lentamente, sentía que me desgarraba…Empiné mi culo hacia arriba para facilitar la penetración y así fue, el dolor había cesado levemente…Cuando su polla había entrado completamente, empezó a moverse de atrás hacia adelante…

- M:Por favor no dejes que se salga, me va a doler mucho si la tienes que volver a meter…

El me hizo caso, me penetraba sin dejar que salga su polla de mi culo…tardé en acostumbrarme 1 o 2 minutos, pero luego ese vaivén se convirtió en placer extremo y morbo indescriptible…

- M:Si mi amor cógeme el culo, no la saques de ahí por favor, métemela hasta el fondo…

- A:Te gusta tener una polla en tu culo?

- M:Si me encanta, me gusta tu polla, me encanta tu polla, no dejes de metérmela por favor aaahhhhhh

Mientras Alberto me cogía y yo gemía como loca y gozaba con su polla, suena mi teléfono celular, y gracias al identificador de llamadas sabía que era mi esposo!

- M:Alberto por favor sácamela un ratito, tengo que contestar el teléfono, es mi esposo!

- A:Contesta mi amor, nadie te lo impide…

Mientras me decía esas palabras me seguía cogiendo el culo, yo no tenía el valor de moverme, el placer que estaba sintiendo era demasiado grande, no quería que acabara…Dejé sonar el teléfono hasta que se cortase la llamada sin contestar…Pasaron 5 segundos en los que me había olvidado ya de la llamada, seguía disfrutando con mi macho cogiéndome, pero el teléfono volvió a sonar, tenía que contestar si o si…

- M:Alo?

- R:Hola mi amor, porque estas tan agitada?

- M:Mi amor estaba en el baño y no escuche el teléfono, por eso vine corriendo a responder pero no alcancé a responder tu primera llamada…

Mientras hablaba intentaba contener mis gemidos, Alberto me seguía cogiendo y yo ya no sabía cómo disimular mi voz…

- R:Ok mi amor, quería avisarte que llego en 10 minutos y que vayas alistando las cosas para el juego de esta noche.

- M:Ok mi amor, aquí te espero, besos.

- R:Chau linda.

Colgué el teléfono y sin parar de gemir, sin siquiera pedirle a Alberto que parara le dije:

- M:Tenemos 10 minutos…

- A:No mi amor, es mejor que paremos ahora…

Sacó su polla y se alejó de mí…Me sentí vacía quería seguir disfrutando de esa polla que tanto me encantaba…Yo seguía a 4 patas con mi culo apuntando hacia él y sin mirarlo le dije:

- M:Por favor sigue cogiéndome hasta que llegue, te lo suplico, no me dejes asa…

- A:Pero no querías que pare? No temías que él nos descubra?

- M:No me importa, no me importa mi esposo, dejé que me cojas por el culo por primera vez en mi vida mientras hablaba con mi esposo por teléfono y en nuestra cama matrimonial, esa no es suficiente muestra que solo me interesa tu polla? Que solo me interesa que me cojas?

- A:Ven mi putita…

Me dio la vuelta, abrí mis piernas y me la metió al fondo de mi coño, me penetraba fuerte y rápido, yo solo gemía y gemía, ya no gemía sino gritaba como una loca!

De repente escuché unos pasos acercarse a la puerta de mi casa, Alberto sacó su polla rápidamente y se vistió, yo me bajé el vestido, me puse los tacones intenté peinarme un poco y salí rápidamente del cuarto. Alberto se aseguró de guardar la tanga y la cámara fotografica en su bolsillo para no dejarlas tiradas por ahí y nos fuimos rápidamente a la sala, no sentamos en el sillón y fingimos estar platicando…

- R:Hola mi amor, hola Alberto, que sorpresa porque aquí tan temprano?

- A:Hola Ricardo, llegué aquí hace 5 minutos, salí antes del trabajo y pensé venir directo aquí, espero no haya sido molestia…

- M:No fue molestia para nada…

Estuvimos platicando con mi esposo y Alberto hasta esperar a los demás invitados. Alberto se aseguró de no mostrar ni la tanga ni la cámara a mi esposo. Como siempre a las 8 llegaron Juan, Sandra y Manuel, nos sentamos en la mesa y empezamos a jugar y tomar algunas copas. A mitad de juego decidimos hacer una pequeña pausa mientras yo preparaba más tragos. Todos se levantaron, algunos se estiraron un poco, otros fueron al baño y cuando nos volvimos a sentar yo quedé al lado de Alberto y al frente de mi esposo.

Seguimos jugando y de repente sentí una mano en mi pierna por debajo de la mesa, evidentemente era Alberto. No dije nada, intenté disimular mi sorpresa y la moví un poco. Pasados unos minutos la mano se posó nuevamente sobre mi pierna, subía y subía hasta llegar a mi coño, estaba libre no había nada, mi tanga la tenía Alberto en su bolsillo! Empezó a penetrarme con un dedo y yo intentaba evitar gemir, abría mis piernas para facilitar su penetración, ya no me importaba el juego, ya no me importaba mi esposo, me encantaba como Alberto me cogía con sus dedos…La excitación se estaba saliendo de control, así que me paré y decidí ir a la cocina con la excusa de servir más tragos…

Estaba en el fregadero preparando más tragos, cuando veo a Alberto entrar por la puerta de la cocina, sin  perder tiempo se posiciona detrás mío y apoya su polla sobre mi culo. Así mismo, de espaldas, empecé a sobarle la polla con mi mano por encima del pantalón, sabía que no me podía coger allí, era muy riesgoso, así que me doy la vuelta, me agacho hasta poner mi cara a la altura de su bulto. Sin pensarlo saco esa polla del pantalón y bóxer y la meto en mi boca sin dudarlo ni un segundo…Todo tenía que ser muy rápido pero sabía que los dos íbamos a gozar como sea…Sostenía su polla con mis manos y la metía y sacaba de mi boca lo más rápido posible, sentía como sus jugos preseminales caían en mi boca, estaba muy dura y mojada debido a que antes me había follado pero no había podido eyacular…Lo mire a los ojos desde esa posición y le dije:

- M:Fóllame la boca, y acaba ahí dentro…

Alberto me miró, apartó mis manos de su polla, puso sus manos detrás de mi cabeza y empezó a moverse de atrás hacia adelante, yo solo abría mi boca más y más para que esa polla entre con más facilidad…Movía su polla más fuerte y rápido dentro de mi boca…

- A:Me corro mi amor, me corrooooo

Yo no podía contestarle, tenía su polla en mi boca! De repente siento chorros y chorros de semen caliente cayendo en mi boca, Alberto intentaba no gemir, yo intentaba tragarlo todo y lo logré, no deje que se escapara nada, lo tragué todo y mientras lo hacía intentaba limpiarle la polla con mi lengua.

Estaba ahí agachada en frente a la polla de Alberto, con mi esposo en la sala y mi boca llena de leche…Escuchamos unos pasos acercarse a la cocina, rápidamente me paro, intento limpiarme la boca, Alberto mete su polla en el pantalón y fingimos estar sirviendo los tragos…Era Juan que entra a la cocina y dice:

- J:Porqué tardan tanto?! Vamos a seguir jugando…

Yo quería limpiarme la boca, lavarme la boca y los dientes pero no tuve tiempo, ni bien salí de la cocina mi esposo me ve y me planta un tremendo beso en la boca, su lengua entra en mi boca y yo, por placer y morbo, le correspondo, sabía que en mi boca había restos de la leche de Alberto, pero no me importó nada, solo lo besé e hice que mi esposo pruebe la leche del macho que me coge, me domina, me folla el culo, se corre en mi boca sin que él sepa nada!

La noche pasó con toda normalidad después de ese evento, pero al día siguiente recibí un mensaje de Alberto que cambió toda la serenidad de mi vida...

A: “Tenemos que hablar sobre las fotografías y sobre lo que pasó en la cocina…”

Esta es una historia real que me pasó después de lo que conté en mi primer relato, se cambiaron los nombres para proteger identidades…Espero que les haya gustado y espero su opinión, comentarios, historias similares, recomendaciones, o cualquier cosa! Me interesa mucho todo lo que me digan. Aquí abajo pueden escribir y también me pueden contactar a mi email para cualquier tipo de cosa:    m_s_10_85@hotmail.com