Llorón con mucha verga

Un relato a dos voces sobre un chico lloron y de enorme pija, su pareja muy perversa y un artesano tambien pijudo que se interpone en el camino.

LLORON CON MUCHA VERGA

Le decían llorón por la facilidad con que estallaba en lágrimas ante cualquier situación sentimental, frente a cualquier problema, ante las decepciones que la vida trae siempre, ante sus pocas alegrias. Lloraba de un modo dramático, como si fuera un tenor de alguna ópera, lloraba con muchas lágrimas, como si frente al dolor, estallara en un copioso orgasmo de llanto. Los amigos le preguntaban : ¿Che Leandro, vos echas tanta leche cuando acabás ? y el sonreía en el medio del llanto. Era imposible parar.

Si soy llorón pero muy macho. Tengo 24 por 6 centímetros de hombría, siempre al palo siempre listos….. Además como dice el tango " El que no llora no mama y el que no afana es un gil" (el que no llora no come y el que no roba es un idiota) Y yo la mamo bastante seguido o me la maman, y si no sabés no hablés. Llorón pero bien hombre y puto, pero bien dotado, que se entienda.

Le decían llorón, y en realidad su vida era una tragedia: su padre un convicto muerto en la calle en un enfrentamiento con la policía, su madre una prostituta y borracha que un día se fue para nunca volver, algunas hermanas que casi no conocía y aquel abuelo español, gallego para ser mas exactos, cuyo apellido llevaba, y que se murió una tarde mientras juntos dormían la siesta. Ese llanto que lo acompañaba siempre, parecia expresar todo el dolor inconciente de su vida sin amor.

Si soy huérfano, pero eso no me hizo un degenerado. Si, mi vieja se vendia por cinco pesos pero eso no me hace un hijo de puta. Soy buena persona, aunque no tenga donde caerme muerto. Y lloro por que soy macho, a vos que te importa…..

Una size queen, o sea una reina adoradora del tamaño de las vergas, lo había descubierto en una estación. Es que Leandro tenía una pija tamaño grande, enorme, monumental, pija esponjosa de largo aliento y grosor considerable. Pija para tratar con respeto, humildad y consideración , ay que pija papä .

Tengo una pija , una garcha, una poronga como no te imaginás, respetable como su dueño, querendona y orgullosa, gorda cuando se calienta, dura cuando desea, pedigueña, jugosa y lechera, si mi pija es una hermosura…… Yo la llamo La Poderosa, y por algo le puse asi.

Llevaba 17 años en pareja con Hilario, un profesor de Geografia que no obstante sus 64 años aun trabajaba en varios colegios privados. Lo había conocido en una disco gay a la que había llegado con hambre , con frio , desesperado. Hilario lo invitó a su departamento y esa noche , como muchas otras que vendrían después, hicieron el amor desaforadamente. En la intimidad Hilario, era toda una mujer, femenina coqueta y ardiente, como dice una vieja canción argentina, y Leandro , el chico casi de la calle ( que pronto se rebelaría como un llorón incorregible), el machito que le destapaba la cañeria con precisión y regularidad a aquel maduro profesor de Geografía.

Si diecisiete años soportando a " la gorda" , asi le digo yo , pero el no lo sabe. Si me dio muchas cosas pero yo le di los mejores años de mi vida, aunque no te parezca.

Leandro supo esa primera noche, que Hilario sería importante en su vida, y fue asi, pues: encontró en ese hombre maduro , y sin que este lo supiera ni quisiera, al padre y a la madre que no tuvo, al amante, al amigo , al consejero, su paño de lágrimas, su escudo y su careta. Y se enamoró perdidamente de alguien que no era lo que parecía. Y el amor , que según dicen ahora , paraliza alguna parte del cerebro, le impidió ver lo pomiscuo de Hilario, sus infidelidades permanentes, su pequeñez, sus mentiras, sus falsedades, sus miserias, los hombres jóvenes que siempre le rodeaban.

Yo a mi manera lo quise , estuve enamorado de él. Me enseñó muchas cosas, con el aprendí a comer , a usar cubiertos, a coger como se debe. La gorda es muy calentona y sensual y me convirtió en un amante especializado en ortos gordos y ancianos. Claro que yo lo hice por amor al arte y el me ponía los cuernos con cuanto tipo se le pusiera delante. La gorda es muy puta, pobre

Tampoco pudo advertir que Hilario, al mismo tiempo que continuaba con su propia vida, lo fue apartando de amigos y conocidos, salidas y distracciones, alegrías de un esparcimiento normal. Hilario quería de el la exclusividad, pero no ofrecía lo mismo. Esa exclusividad era la forma de mantenerlo sometido.

Hilario me fue encerrando como una araña a la mosca . Un día abrí la ventana para mirar el cielo y encontré un paredón. Desde entonces para ver el cielo , tenía que salir a la calle. Y yo salía cada vez menos, viste.

El sexo con Hilario al principio fue magnìfico, Hilario era exclusivamente pasivo, y tenia un culo redondo y lampiño que se abria de par en par para la pija enorme de Leandro. Pija al por mayor, verga tamaño extra large, envase familiar, polla para degustar de a poco para no atragantarse, poronga de proporciones gigantescas, que Hilario , con un orto por el que habian pasado tantos cañones masculinos recibía con deleite en noches de tres y cuatro polvos . Ay Leandro me estas matando, gritaba el marica viejo y gordo, que me haces ver a Venus y a las estrellas. Y Leandro se lo cojia al principio por calentura y luego mas que por deseo , por necesidad, para no quedar en la calle, para llegar al corazón del viejo por el lado que mas le importaba.

El viejo en la cama gritaba como una puta exagerada y eso encendía el fuego de un Leandro taxi boy amateur no acostumbrado a tamaño nivel de teatro y actuación.

A lo primero, nos cagábamos de risa y cogíamos a toda hora . La gorda se convirtió en adoradora de mi pija, la chupaba, la manoseaba, la lustraba, le ponía perfume, talco, crema nutritiva. Nos queríamos mucho…. Conocí muchas cosas con Hilario, especialmente conoci sus sábanas, sus colchones, sus manteles, su vajilla , su culo su pija, sus tetas, el olor de sus sobacos hasta el de su mierda. Pero el corazón no se lo conocí. La gorda era mala, despectiva, orgullosa, egoista , vanidosa y yo ese negro de mierda que se lo cogía a muerte. Un dia me di cuenta y en lugar de darle placer, lo cogía hasta causarle dolor, hasta herirlo, hasta que gritara de pena. Pero Hilario nunca se quejó. Eran solo aspavientos,

Los primeros años fueron relativamente felices , Hilario no cometía tantas infidelidades, mas que nada por temor al SIDA, y Leandro encontró por fin una casa, comida caliente, una cama con sábanas limpias, cierta seguridad económica que nunca tuvo. Terminó el secundario y se empleó en una escuela privada como preceptor.

Se asombraba de ser fiel al viejo. Entre el trabajo y las tareas hogareñas ni se le pasaba por la cabeza, coger con otros tipos, conocer otros culos, degustar otras garchas, oler otras pieles, tocar otros huevos, otros ortos, sentir el temblor de otros hombres, amar a otro macho.

Si al principio le fui fiel … Y el supongo que también. Tenia horror por el SIDA, y por eso se cuidaba como loco. Yo mientras tanto iba a la nocturna, y aprendía que habia un mundo ahí afuera, difernte al de Hilario.

Un dia se dio cuenta que Hilario con sus defectos, con su mal aliento, su obesidad, sus gases, sus pelos desorbitados, sus plumas de loca , sus eternas pastillas de anís, su olor a cigarrillo y a colonia inglesa, era lo único que tenía en la vida. O sea muy poco o casi nada fuera de lo material. Porque también sabía que mas que que como amante, pareja, relación, Hilario esperaba de él que desempeñara "fulll time" como su mucamo, servidor, compañero de cuarto, enfermero, hábil reparador de desperfectos hogareños, office boy, mensajero , mandadero, compañía,cuando no había otros amigos.

La gorda olía feo y no había desodorante que alcanzara. Y esos pedos nocturnos y el cigarillo y las mariconadas de siempre. Aumentaba de peso y me echaba la culpa, decía que yo cocinaba con mucha grasa… Se aprovechaba de mi , y yo pocas veces me tomaba venganza. Los fines de semana se emborrachaba y me vomitaba encima, o me echaba de la casa. Si, el amor a veces es emocionante..

Hilario siempre le pedía que le contara un chiste pero Leandro carecía de toda habilidad para expresar el sentido del humor que le faltaba. Su vida era una sucesión de muecas mas que un montón de risas , un melodrama mas que una comedia.

Alguna vez, en algun momento de ebriedad o de extrema melancolía, Hilario le había pedido que no lo dejara nunca, que nunca lo engañara con otro, que jamas se fuera. Había dicho que si Leandro lo abandonaba el se mataria. Leandro le creyó.

Si yo le creí, el me necesitaba. El se iba a morir si yo me iba. Muchas veces hice la valija con mis pocas cosas y el se tiraba a mis pies para que no me fuera, y yo me fui quedando , y las últimas veces el me dijo que me despreciaba mas por haberme quedado.

Pero sin darse cuenta, aquella relación entre ellos se fue muriendo. Casi sin advertirlo se fueron alejando mas y más y un dia Leandro se encontró volviendo a aquellas disco del ambiente gay que solia frecuentar antes, y empezando a mirar otros hombres, otros cuerpos, y a calentarse con ellos.

Un día todo se termina. La gente se muere como mi abuelo, lo matan como a mi viejo, se va como mi vieja. Y el amor se muere. Se habia venido muriendo cada dia, hasta que se quedó fallecido , ahí en el recuerdo de aquellos primeros tiempos de pasión y abandono.

Hilario que no se quedaba atrás aprovechaba sus ausencias para coger con un muchacho de 22 años, carne nueva , pija enorme , un artesano en joyas de plata que vendía en la feria de Chacarita con mucha ambicion, y por supuesto fue Leandro el último en enterarse.

Comenzó a sospechar cuando el sexo con Hilario se convirtió en casi nulo. Cuando advirtió que Hilario se cortaba el pelo, se vestía mejor y se bañaba mas seguido…..

El dia que encontró dos forros bajo la cama, encaró a Hilario y este le confesó que habia alguien mas en su vida, que estaba perdidamente enamorado de aquel artesano de Chacarita de 22 años. Que nada debía cambiar. Dejarían de ser pareja para ser amigos que viven en la mima casa, porque este es tu casa Leandro, dijo el viejo gordo y fraudulento. No quiero que te vayas, podes mudarte a la piecita de arriba.

La gorda se consiguió otro pibe, un artesano de Chacarita y por primera vez me puso los cuernos en forma oficial, yo lo presentía pero cuando encontré los preservativos lo confirmé y no me puse loco como aparenté, por fin me quitaba a la gorda de encima en lo sexual. Mi única preocupación era que el nuevo amante no me hiciera echar de la casa.

Y allí se mudó, a la piecita del ático con sus pocas posesiones, y algunas noches no podía dormir porque le parecía escuchar al artesano, Nahuel se llamaba, cogiéndose al gordo y a este gimiendo enloquecido de placer en el silencio de la madrugada.

Hilario se cuidó muy bien , de que sus dos amantes no se cruzaran por lo que muchos fines de semana Leandro debía irse de la casa para permitir mayor intimidad entre Hilario y su nuevo amor. Por eso iba a todos las discos y bares gays "para pasar el tiempo"

El custodio o guardia privado de uno de esos lugares, resultó ser un viejo conocido de Nahuel y Leandro pudo conocer de ese modo los gustos y disgustos del nuevo amante de su pareja.

Asi supo que Nahuel era artesano y que solìa encamarse con viejos para sacarles dinero, aparentando ser activo pero que en realidad era una "reina" que moría por los tipos muy dotados.

Como si fuera un detective lo investigué al pibe y pude conocer que no era tan machito y que se moría por una verga tamaño familiar , como la mía

Conociendo esa debilidad, Leandro se fue un domingo a la feria de artesanías de Chacarita con unos pantalones ajustados que le marcaban muy bien su enorme verga y testículos y esa misma tarde , sin demasiado esfuerzo se levantó al artesano y lo llevó a un hotel por horas donde se lo cogió a muerte. A su rival no le quedó un orto sino un tunel extendido que llegaba hasta el ombligo

El artesano , faltó a su próxima cita porque no se podia ni sentar para cagar. Y también faltó a la otra porque había hecho planes para ir a coger con Leandro. Leandro faltó a esa cita y vió como Hilario miraba aburrido un programa de Fashion TV, bostezaba y miraba con fastidio el enorme reloj de cu-cu del comedor.

A la semana siguiente, Leandro se citó con Nahuel y tras coger maravillosamente decidieron poner un negocio juntos de artesanias para gays: prendedores con forma de pija, aros con forma de huevos, prendedores con el arco iris gay, y pulseras que dirían cosas muy sensuales como "Ponemela en el orto", " Papi quiero mucha pija", "Dame tu leche descremada", y una tamaño extra grande que diriga: " Juguemos al Teto, vos te agachás y yo te la meto".

Nahuel nunca mas vió a Hilario, y Leandro sigue viviendo en la misma casa con Hilario claro que nunca cogen. Hilario, a sus años y con 130 kilos ha perdido las esperanzas de reconquistarlo, y se entretiene bordando enormes manteles en punto cruz.

En un rincón de un barrio tranquilo, dos hombres jóvenes están haciendo el amor. Uno de ellos llora al tiempo que bombea en el culo artesanal de su amante. El amante mueve el culo de un lado al otro, deleitándose con la pija grande y jugosa que bombea y bombea en su orto dilatado y grita a cada rato pidiendo pija mucha pija. Dale cogeme, dale amor grita uno. Ahhh que buen cogedor con esa garcha que teness. El cogedor la pone y la saca , la pone y la saca, y con cada penetración parece querer construir un nuevo cañón del colorado, una nueva línea de subterráneos, un túnel. Ese culo gordo que lo recibe se hace manteca y crema y queso con cada embestida. Ay papito que bien me rompés el orto dice el cogido, y el cogedor, que sigue sollozando sin parar, hunde su enorme poronga en el culo de su ferviente admirador, aquel artesano de Chacarita.

El cogido abre su orto a full , y deja que la leche de su amante se acumule caliente en el forro , mientras que a lo lejos se escucha una música extraña, una mezcla de negro spiritual y canción de cuna, como un villancico atemporal.

Si mas o menos esa es mi historia. Los espero en el puesto Nro 120 de la Feria. Si en serio , nos va bastante bien, las pulseras se venden como agua especialmente entre los osos y gorditos . Bueno me despido, porque tengo unas ganas locas de llorar…..

galansoy

Un gran abrazo a todos mis lectores .g.