Lloraré por ellos
Ya no seguirán acariciándome.
LLORARE POR ELLOS
Me encantaba sentir como penetraba en mi. Como crecía cada vez mas dentro de mis entrañas, haciéndome sentir importante para él. Yo soy su sustento, de mi se alimenta, en mi refugia sus partes más intimas, esas que nadie ve: Tan enormes como nadie puede imaginar. Recorriéndome hasta hacerme delirar, gozo sintiendo como bebe mis jugos. Soy capaz de ver como tiembla cuando nuestra unión se hace más poderosa.
Sé que no podría vivir sin mí, pero yo tampoco sin él. Necesito su contacto, nuestras respiraciones se unen en comunión, en perfecta simbiosis. Si el no estuviese junto a mí estaría vacía. Sé que llegará el día en que lo pierda, pero para entonces espero tener dentro de mí su semilla.
Son muchos los que me poseen, a los que acaricio sus largos miembros, y a todos ellos tengo que estar agradecida. Cada uno tiene su importancia, es algo de mí, y yo soy parte de ellos. Juntos hacemos un todo.
Pero este verano es diferente. Mis amantes están fríos. Los siento dentro de mí, pero ya no palpitan, ya no noto nada especial. Y siento mucho calor, he perdido su sombra, he perdido sus dulces caricias y sus murmullos en días de viento. Sé que en Otoño no podrán seguir acariciándome delicadamente, no tendré sus dedos recorriendo mi piel con cada soplido de viento.
Ya no me seguirán trayendo a esos tonadilleros que me despertaban con sus canciones, no podré seguir viendo como cambian de color, como siguen creciendo.
Ya no hay posibilidad de tener sus semillas dentro de mí.
Estoy triste. Me han robado a mis mejores amantes, los árboles.
Dedicado a los difuntos árboles de Madrid y a los que esperan la misma desgracia.