Lloraba por amarte

El mejor poema que haya escrito en toda mi vida (aunque no siga las reglas de la poesía académica).

LLORABA POR AMARTE

Hubiera dado todo lo que soy

por nunca encontrarme las manos húmedas

de mi propio deseo –compartido–

teniéndote como la gran ausente,

extremadamente cerca nuestros labios,

sin que me dijeras “gracias... deveras te amo”.

Lloraba por amarte.

Quiero hoy permanecer de pie

mientras ambos, desnudos, rompemos el silencio

cuando no sé si fuiste la imagen que inventé

cuando creo ser otro dentro de tu cuerpo,

Tardíamente reclamado por mi imperio,

al tiempo que se despertó al placer del romance.

Lloraba por amarte.

Antes de planear nuestra comida

tu rúbea falda se volvió una rosa,

abierta a la fluidez de la pasión

de mi sensibilidad natural

mientras yacía en adagio maestoso

y tú en vivace presto.

Lloraba por amarte.

Los besos, las caricias

la ropa que escandalizaba

los gemidos de tu pecho

y el temor de la puerta

que se abre de improviso

nos acercaba tiernamente más y más.

Lloraba por amarte.

Tanto hemos callado ahora

que rompí los pasos del ritmo metódico

esparciendo ese aroma que apetece gozarlo

cuando cortaba todas las palabras de amor

para no ser sorprendidos

con el fuego atado a nuestra cadera.

Lloraba por amarte.

Entre estos mundos que se mueren,

y –siempre– renacen al unísono,

tardamos, sin llegar, a lo que no esperamos

sin morir; sin embargo, evocamos los disparos.

a mayor poder –dulcemente– agonizo mucho más

y comprendo que seré sólo tuyo, que tú me desearás...

Por siempre, antes del tiempo,

lloraba por amarte.