Llena de leche, por estar en la calle.
Fui lamida y culiada por ladrones callejeros, con 20 tipos pajeandose mientras era ultrajada.
Este es mi primer relato, espero que lo disfruten y si tiene algún consejo me escriban, a cambio les puedo enviar alguna fotico sexy.
Tengo 21 años, vivo en una ciudad fría, cosmopolita, peor peligrosa en algunos sectores, uno de ellos es el centro de la ciudad.
Estudio en una universidad cuyo mayor público son jóvenes de clase media-alta, soy blanca, mido 1.70 m, mi talla de sostén es 38 B, tengo una cintura relativamente pequeña, caderas anchas y un trasero generoso. Mi cabello es largo, originalmente es castaño, pero lo teñí recientemente a rubio claro, me parece que combina perfecto con el labial rojo que siempre uso.
La semana pasada, salí de a bailar con algunos amigos en el centro, cerca de la u, bebí bastante, así que gasté hasta el dinero del taxi, por lo cual tuve que caminar para tomar un autobús, el cual pasa en una avenida muy peligrosa, que está cerca de varios focos de inseguridad.
Eras las 2:00 am, yo iba con minifalda, tacones altos, medias veladas, un top escotado y un abrigo. La calle estaba muy sola, como había bebido, no me sentía muy nerviosa. De repente vi que dos hombres se aproximaban a gran velocidad, ahí mi corazón empezó a latir con más fuerza…
- Páseme el celular y todo lo que tenga y verá que no le pasa nada perra - me dijo uno de los hombres. Yo hice caso, le pasé el bolso y ellos, muy tranquilos porque sabían que nadie me iba a ayudar, me hicieron empezar a caminar hacia un callejón, además, se tomaron el tiempo de sacar el celular y ver si era caro o no. Yo guardaba silencio, tenía mucho miedo, el otro hombre se hizo detrás de mí, podía sentir su aliento nauseabundo en mi cuello.
El tipo que tenía mi celular, logró desbloquearlo y para mi mala suerte, encontró unas fotos que le había enviado a mi novia, allí lucía un liguero –nada más- y posaba muy sexy.
- Mire esta perra como salió de puta y caliente, va a tocar llevarla al taller- Dijo emocionado el ladrón, así que otro me dijo: -a ti lo que te gusta es que te den duro ¿cierto?- Mientras decía esto acercó su pene a mi culo y lo sobaba a medida que caminábamos al dichoso “taller”.
Yo temblaba de miedo, al llegar al “taller”, que no era más que una bodega abandonada, tomada por pandilleros, drogadictos, putas e indigentes, me despojaron de mi abrigo y empezaron a vociferar y llamar la atención de varias personas, decían: - vean esta perra que nos conseguimos, está asustadita, se las da de anta pero es más perra que las putas que están acá. Solo es que paguen y le podrán hacer lo que quiera, después de que mi amigo y yo acabemos con la zorrita esta.-
Yo empecé a gritar, a llorar, mi maquillaje se corrió y los ladrones que me habían secuestrado se reían, anunciaron: - los que quieran ver háganlo es gratis-.
Así, de un momento a otro, empezaron a quitarme la ropa, empezaron por la blusa, me la bajaron hasta dejar las tetas por fuera, no llevaba bra, así que las dos quedaron a su disposición rápidamente, mientras uno me subía la falda el otro empezó a sobarme las tetas, me las pellizcaba, me las amasaba, como si nunca hubiera tocado unas tetas blancas, duras y grandes como las mías. Se oían silbidos, los espectadores me gritaban puta, perra, ricas tetas y se empezaban a masturbar.
Cuando me tenían ya sin tanga, uno de ellos se arrodilló y empezó a lamerme el coño mientras que el otro seguía obsesionado con mis tetas ahora me las chupaba, succionaba tan fuerte que yo vería como me iba saliendo hematomas, yo no paraba de llorar, mientras que el otro paseaba su lengua con fuerza por mi clítoris, mis labios… Hasta ese momento todo era miedo para mí, asco, dolor, pues mis tetas estaban siendo torturadas, pero todo empezó a cambiar cuando el que me lamía el coño empezó a pasar su lengua babosa y caliente por mi culo, ¡si, mi culo!
Siempre había soñado con sentir mi culo húmedo por la lengua de alguien y por fin sucedía, así empecé a sentí como la excitación, esa corriente eléctrica, tenía lugar empecé amover mi culo rítmicamente, mientras que disfrutaba como su lengua entraba en ese botón oculto y sensible. Empecé a disfrutar las mordidas en las tetas y a mirar a los espectadores a los ojos, imaginando cuántos de ellos podría llegar a chupar mi culo a meter su lengua para que yo después pudiera hacerles lo mismo. Así, alcancé el primer orgasmo, ellos lo notaron y el amante de las tetas dijo públicamente: - esta si es una puta de verdad ,- se me acercó y al oído me dijo: - prepárate que todos ellos te van a comer todita .-
El tipo que despertó mi calor al lamer mi culo, me hizo devolverle el favor al hacer que me arrodillara y metiera su verga gorda y grande –más o menos 22 cm- en mi boca, el otro tipo, empezó a sobar mis pezones con la punta de su verga, que ya estaba babosa por el líquido pre-seminal, yo me excite mucho con eso y succionaba la verga de su amigo, aún sentía la saliva en mi ano y eso era suficiente para devorar esa verga como si fuera mi helado favorito.
Los gritos continuaba, habían aproximadamente 20 espectadores, gritaban, se pajeaban, incluso sentí que un tipo me salpicó con su leche. Chupé tanto y tan rico esa verga, que hice llegar la leche muy rápido y, casi al mismo tiempo, el otro se vino en mis tetas y me hizo sobar el semen y untarlas todas, mientras que llamó a una de las putas del lugar para que me las limpiara con su lengua.
Esto hizo que los presentes se calentaran más y más y empezaran a exigir su turno, por lo cual el ladrón que se vino, abundantemente, en mi boca, les organizó en una fila para empezar a recolectar el dinero, para que usaran a la novel puta del “taller”.
Continuará… Besos en donde quieran.