Llegó por fín... la tarde

Continuación de este relato caliente y sensual en el que hago un ensayo de pensar como una mujer, relatandolo en primera persona de la protagonista en cuestión.

La cena comenzó a las 22:30, después de reunirnos en el restaurante todos los comensales, algunos los acabábamos de conocer, pues llegaban directos y no estuvieron con nosotros en la cafetería.

Pedro, no me dejó ni un momento sola, la conversación delante de los otros era una constante broma, donde la risa se nos contagiaba con los chistes y gracias de él.

Tomamos asiento en la mesa, uno al lado del otro. Nuestras piernas entraron en contacto debajo del mantel, produciéndome un cosquilleo agradable. Conversábamos con los compañeros de enfrente y al lado nuestro, de mil y un tema... y como no también de lo que nos indujo a entrar en el chat donde nos conocimos todos.

Entre plato y plato, charla y charla, Pedro puso su mano en mi pierna varias veces sin poder o atreverse a mas... Me inundaba un desasosiego tremendo al sentir su tacto en mi pierna. Una de las veces, subió su mano hasta rozar mis braguitas, aun mojadas después de la sesión en el baño. Aparto el tanga a un lado y me acarició la vulva, dejándome en un estado de tensión al tener que disimular mi excitación. Yo, ni corta ni perezosa, una de las veces posé mi mano en su bulto... estaba duro y erecto... caliente.. y le agarre la polla por encima del pantalón simulando masturbarle.

Terminada la cena, nos acercamos a una discoteca, allí bebimos, brindamos y bailamos con otros / as compañeros. Alguno apretaba su cuerpo contra el mío y a varios les note su pene endurecido. Estábamos casi todos excitados. Vi a Pedro bailar con "princesa", muy apretados. Ella tenia sus brazos al cuello y él la tenia sujeta por debajo de la cadera casi tocando su culito. Sus caras estaban juntas y se hablaban al oído. Una sensación de celos me inundó, mezclada con una excitación fuerte al ver a mi "chico" en un estado de calentamiento con otra.

Fui hacia ellos, y con decisión le dije a "princesa":

-¿Me lo cedes?... LO vas a desgastar y no vas a dejar nada para las demás...

"Princesa" se retiro con cierta pena en sus ojos, mirándome como si me dijera "que suerte tienes ¡!"

Me abrace a él, juntando mi cuerpo con el suyo, juntando su cara a la mía y bailamos muy pegados suave... lento...

Yo veía por el rabillo del ojo, como algunos / as nos miraban con envidia, hacíamos una pareja de lujo.

Siguiendo el baile, nos situamos en un rinconcito oscuro, a salvo de las miradas y me besó en los labios con dulzura.

Nuestro beso se hizo mas pasional a medida que nuestros labios y lenguas jugaban entre ellos.

Notaba como la excitación le había subido al sentir su pene erecto en mi pubis. Le puse las manos en el culo y agarre con fuerza restregándolo contra mí... Sus gemidos me llegaban de la profundidad... sabia que le gustaba que tomara la iniciativa.

Metió una mano por mi falda subiéndola hasta mi braguita, como queriendo comprobar si había algo ahí... toco con su mano la calentura de mi chochito y la humedad. Sacó su mano y la llevó a mi boca metiendo dos dedos en ella y dejándome chuparla un rato. Volvió a bajar a mi sexo, y apartando el tanga puso sus dedos en mi rajita friccionando suavemente dándome un gusto terrible, que me hizo lanzarme a su oreja y mordisquearla. Estaba abandonada en su mano, con los ojos cerrados escuchando de fondo la música que sonaba. Continuó con sus toques en mi chochito hasta que un relámpago cruzo por mi vista recorriendo la fuerza electrizante todo mi cuerpo y me descargué en un orgasmo silencioso.

Nos sentamos en un reservado alejado de la pista de baile y bastante escondido.

Seguimos besándonos y metiéndonos mano mutuamente. Su pene estaba que quería romper el pantalón.. Lo notaba fuera de sí... Abrí su cremallera y saque su pene masajeándolo con mi mano, sin dejar de besarlo. Se abrió su camisa dejando al aire su hermoso pecho con ese vello que tanto me excitaba. Mientras tocaba su polla la otra mano recorría su pecho enredando mis dedos en su pelo.

A unos cuatro metros de allí, en otro cubículo del reservado estaba otra pareja de amigos. Ella, con disimulo, miraba la escena que desarrollábamos; él con el pene fuera en mi mano, y él acariciándome las tetas por encima del vestido. En un principio me sentí cortada al ser observada de esta guisa, pero luego un morbo superior y cierta sensación de superioridad... me alejó de los primeros pensamientos y llego incluso a excitarme. Me agaché y puse su pene en mi boca dando pequeñas lametadas con mi lengua, oía sus gemidos. Me puse de rodillas en el asiento a un lado suyo sin dejar su polla. Esa postura le permitió meter su mano por mis piernas y llegar a su sitio preferido; mi chochito. Yo no me daba cuenta, pero mi falda estaba subida un poco y dejaba a la vista los cachetes de mi culito y su mano enredar por los alrededores.

A mí me sobraba el mundo entero, estaba disfrutando de su polla y de su calor, y, como no, de su mano en mi sexo. La amiga que nos miraba se acercó a nosotros y se sentó delante nuestro en un pub, sin apenas darnos cuenta del hecho. Al volver mi cara, vi que se había levantado la falda que llevaba y tenia metida su mano en sus bragas. ¡Se estaba masturbando delante de nosotros!

Lejos de cortarme, procedí a dar una mamada de antología a aquel hombre que tanto placer me daba. La amiga, se había quitado las bragas y con las piernas abiertas ofrecía un espectáculo excitante para Pedro y para mí.

Pedro, me arranco literalmente el tanga y lo llevo a su nariz, extasiándose con el olor a hembra en celo que estaba impregnado en él.

Volvió con su mano y sin dilación me metió dos dedos en mi chochito, que desbordaba jugos por todos los poros. En ese instante sentí como un gusto electrizante subía por mi columna, y me impelía a chupar mas fuerte el pene que saboreaba en mi boca. Entre en un orgasmo continuo y sin fin, chupando y moviendo mi mano en su polla. La amiga, se quedó tensa unos segundos y emitió un gritito casi desgarrador, cayendo desplomada, sin fuerzas en el sillón de al lado.

-Así!! Mi niña... Así!! Estoy a punto de correrme...

Yo no sabia donde estaba, el orgasmo parecía no tener fin... y en ese instante mi boca se llenó de su semen, que engullí con determinación y ganas. Él temblaba, gemía, suspiraba fuerte... Poco a poco su mano salió de mi chochito dejándome liberada del placer queme estaba matando, mi boca chupaba su polla que había perdido parte de su dureza... En esto, la amiga se había acercado cerca de mi cara, y acariciaba y echaba mi cabello al otro lado de mi cara, la vi, me miró...

-¿me dejas? –dijo mientras acercaba su boca a la polla que estaba besando. Aparte mi cara de allí, con cierta sorpresa y ella se metió el pene casi flácido en la boca chupándolo y sorbiendo los jugos que yo había dejado.

La noche presagiaba ser de lo mas sensual y sexual, me encantaba la situación.

Ya no recordaba nada de mi vida, mi esposo, mis hijos... solo lo veía a él, a Pedro.

CONTINUARÁ....