Llegó la tía

La mamá y su hijo se aman pero cuando llegó la tía fue apoteótico

Luego de varias vicisitudes, me considero una madre feliz.

Tengo 50 años, 1,60 m peso 63 kilos, soy bastante agraciada, me cuido mucho en las comidas y hago ejercicios diarios, mis medidas son 94 – 67  - 100, tengo un hijo de 24 años, atlético y buen mozo.

Estoy separada desde hace 15 años y he criado a mi hijo, que ha vivido en casa hasta hace 6 años que encontró novia y se independizaron, no tuvieron hijos, por lo tanto no me han envejecido con el mote de abuela.

Vivo bien de la renta de un campito heredado, en el que voy a porcentaje de la cosecha y como la moda de la soja, me pagan muy bien.

Desde el punto de vista sexual, he ensayado con varios señores circunstanciales hasta que apareció uno del que al menos a medias me enamore. Resulto ser un vago y pretendió vivir a mi costa, si bien era buen macho, lo eche. Si gratis conseguía a cualquier otro y sino pagando me cogía a cualquiera que me gustase sin ningún compromiso.

Confieso que más de una vez pague por algún jovencito con buena poronga y cariñoso.

Un día aparece un patrullero a mi puerta y un policía me notifica que mi hijo sufrió un accidente automovilístico, que está internado en un hospital y que si lo deseaba me llevaban.

Muy nerviosa me cambie y fui, lo encuentro con suero, oxigeno, muy vendado y con yeso en una pierna y en el otro pie.

Me relatan que choco de frente con una camioneta que se paso de carril y que el coche estaba destrozado de su lado, donde conducía, que a su lado había una mujer, sin un rasguño pero muerta y sin ningún documento. Debería ser su mujer digo yo, como murió, parece que de un paro cardiaco. Me piden si puedo reconocerla, vamos a la morgue y era ella, aviso a su familia y vuelvo al hospital.

Me dicen que lo operaran del tobillo y que el resto han sido hematomas por el cinturón de seguridad, golpes varios, algún corte sin importancia y lo más doloroso es un hombro dislocado y algunas costillas fisuradas, no rotas, luego una fractura simple de tibia y de algunos de los múltiples huesos entre tobillo y pie, esto último seria reparado con una operación que se haría en los próximos días.

Bueno al menos está vivo.

A las dos semanas lo mandan a casa, a mi casa, no a la suya, así lo pedí yo.

Venía con una faja elástica en el pecho, vendado el hombro izquierdo, enyesada la pierna derecha y una férula plástica en el tobillo izquierdo. Indicaciones, inmovilidad absoluta y kinesio que prestarían a diario en el domicilio.

Estaba con un camisón de internado de los que se abrochan detrás.

Voy a comprar una chata de plástico y un papagayo de vidrio. Bueno ahora que beba y coma lo que quiera.

Me pide mear, yo le llevo el papagayo, me encontré con una pija no muy larga pero gordísima, apenas entraba en el agujero del papagayo.

Me dio cosita y me trajo recuerdos pasados a la vez que esperanzas futuras.

Termina de mear, lo cubro y rememoro lo hecho con esa pija cuando era muy chico. Sucede que aconsejaban bajar el prepucio para que la cabecita no quedase atascada, lo hice varias veces y una de ellas lo baje tanto que le desgarre el frenillo, lloraba y sangraba, yo desesperada buscando agua oxigenada y un algodón, lo encuentro y con eso detengo la sangre, ya había dejado de llorar, pobre ángel, que madre de mierda tienes, pensaba reprochándome mi inexperiencia.

No se me ocurre otra cosa que ponerle una curita, que boluda, duro puesta lo que un pedo en una canasta no bien se toco, se salió y volvió a sangrar, de nuevo el agua oxigenada y yo teniendo el algodón mientras le contaba algún cuento hasta que se durmió.

Le  conté a una amiga y se reía, no es nada, más salvajes somos nosotros que lo llevamos al rabino para que le corte todo el prepucio y lo festejamos con alegría, bueno ustedes no son menos acaso  no festejan la circuncisión del señor el primero de enero, acordate que Jesús era judío.

Ahora era un morcillón con la cabeza cubierta, como la tendrá parada, debe ser un consolador maravilloso para cualquier mujer. Y como un rayo paso por mi mente, y para mí?.

Cuando cagó le colgaba entre los huevos y dificultaba para limpiarle el culo, despacito se la agarro y la levanto hacia la panza, cuando saco la chata, se le había parado, me hice la boluda y apenas la mire, con las ganas que me había quedado.

Esto no ocurrió en otras meadas, pero al otro día al cagar le pasó lo mismo, ahora si miré, con ganas analizándola, el muy avergonzado me pide perdón por lo ocurrido. No es nada hijo es natural. A lo que contesta que solo me pasa contigo con las enfermeras no me pasaba, es que usaban guantes.

Salí corriendo a comprar guantes de goma, no deseaba que pensase que a su madre la calentaba. Al punto que luego del episodio me hice una paja en su honor.

Antes de llevarle la cena lo higienizo y le cambio el camisón, no paso nada. Pero el camisón estaba como almidonado a la altura de sus bolas, aspiro su olor y eso era leche, mi nene también se había pajeado. Me subieron los colores y ardía de sueños eróticos, los que mitigue con una nueva paja.

Desde que llego el nene estoy hecha una pajera.

La próxima limpiada de culo yo con guantes y el nene con la poronga al palo. Me atreví y le dije, hijo ayer te hiciste la paja y dejaste el camisón con los restos, hoy te traeré  una toalla de mano para ese fin. Rojo como un tomate me dice, y no me ayudarías?

No supe si hacerme la madre ofendida o mamársela, opte por lo último.

Es gorda en la boca entra solo su cabezota, y hubo que lamerla a lo largo y en la zona donde alguna vez tuvo el frenillo, mientras con la mano la sacudía acompasadamente en todo su largo, hasta que me avisa que llegaba su momento, le pedí que no manchase nada que yo la recibiría.

Un gran chorro y otros más débiles salieron espesos para inundar mi boca, la saboreé, mas acida y salada que las otras, más espesa, un manjar, me la trago toda y le limpio con la lengua los alrededores, tronco y huevos, lo miro, conforme?, me dice sos una diosa mi amor.

Fui a descargar la chata y me mande una paja interminable, además de haber acabado dos veces cuando la chupaba, estaba más que loca, enamorada.

Parece que el cuento de los guantes, no dio resultado. Esto se repitió varias veces, hasta que un día me dice, mama estoy en deuda contigo, como podre pagarte tanto placer, me dejarías tocarte al menos un poco, supongo que te gustaría pues veo que gozas conmigo. Si amor, claro que sí, me saco las bombachas y me subo la pollera para que pueda pajearme mientras se la mamo. Mas que rico, pero me hubiese gustado su lengua, más que eso su poronga adentro mío.

Me chupaba las tetas y me hacía temblar, que formidable macho seria cuando me penetrase.

Un día le permiten levantarse y caminar, ya no usa la faja en el pecho y el hombro parece reaccionar bien, dolorido pero bien. Ese día fue nuestro primer 69 con miras a mucho mas.

Va al baño solo y camina con muletas, el tobillo evoluciona más rápido que la pierna, llego el momento de que me cojas hijo, no te esfuerces yo me subo.

Lo desnudo, pues ya se vestía normalmente, lo acaricio todo, mientras el guacho me besa el cuello, justo mi disparador de orgasmos, así acabando me desnudo lo beso y lo franeleo con mis tetas y mi culo, la pija parecía de hierro al rojo, quemaba y cabeceaba, estaba punto, me subo y le acomodo la cabeza en mi raja chorreando jugos, me ensarta suavemente, me llena que satisfacción, como coge mi nene es un maestro, no paro de acabar soy una regadera, mis jugos le mojan sus huevos y mis paredes aprisionan su gran pija, mama no puedo aguantar más, perdóname, lléname de una vez no sabes cuánto anhele este momento mi vida, y siento el latigazo de su leche en mi útero, uno, dos, tres, que dicha.

Así deseo languidecer sobre él pero me acordé de sus costillas y me levanto, su pija sale como succionándome y hace un plop, que guardo para siempre en mi memoria.

Mamita ahora si eres mía, y tu mío hijito, te amo, si nos amamos.

Descansamos unos minutos y acariciándonos el sexo nos regresan las ganas, le acaricio los huevos y hago que les pregunto a ellos, todavía tienen un poco de leche para mamita?.

Otra vez cogemos como si  nunca lo hubiésemos hecho. Y nos dormimos así mojaditos rodeados de un fuerte olor a nuestros sexos y sus jugos.

Al tiempo le quitan los yesos y eso le da la flexibilidad para  hacer cuantas posturas existen, nuestro amor se plasmaba a diario cuando no eran dos y  hasta tres veces. No necesitábamos hacer deportes, estábamos en forma y felices.

Mirando porno luego de cenar vemos una buena enculada, le digo, nene no te gustaría hacerle eso a mama?. Me dijo que si pero no me lo había pedido porque había tenido una mala experiencia.

Cuéntame, ocurre que lo probamos con mi pareja, a ella le dolió a horrores y saque la pija con mierda, me dio asco y no lo volvimos a hacer. Mama tu lo hiciste muchas veces?, no muchas pero yo me hago una enema antes de coger y hago que me dilaten bien el orto, es agradable, pero contigo además sería un acto de dependencia y sumisión supremo hacia ti, mi amor.

Probemos mamita contigo todo.

Me hago una enema y en bolas voy a la cama, el muy guacho estaba pajeando su hermoso palo y tenía a su lado a mano un pote con vaselina.

Lo miro y le digo, preparado el hombre, si muéstrame tu ojete mamita, me lo lame, no era la primera vez  que lo chupaba, pero ahora era distinto, yo nunca había probado tal grosor en mi culo, espero no lo rompa y averíe mi esfínter, sería desastroso, pero quien me quita un goce tan intenso, hagámoslo.

Me pongo en cuatro y comienza a lamerme desde la nuca hasta el orto, tiemblo de gozo, se moja el dedo con vaselina y me lo mete lo revuelca alrededor, luego dos dedos, luego tres,  prueba con cuatro, a todo esto mis orgasmos fluían de mi concha a raudales, y por fin se embarduna la poronga, la apoya y va entrando con suavidad y sin dolor, increíble, será que tanto la ansiaba que sentía como me llenaba, me reventaba pero no dolía, puro placer, no dejaba de acabar era continuo, no aguantó mucho y siento su leche que inunda mis tripas, que gozo, ahora me siento más suya que nunca, me siento más hembra que nunca y de mi propio hijo, que dichosa soy.

Así transcurre nuestro idilio ya va a su trabajo y lo espero con una cena nueva cada día ya que el postre que se come es siempre el mismo, yo.

Mi hermana mayor, cumplió  los sesenta y vendría a hacer los trámites jubilatorios pues tenía muchos años de aporte aquí. Esta viviendo en Brasil con un compañero nuevo pues había enviudado hacia tiempo. Venia sola, por poco tiempo, no más de una semana.

Es una obesa 1,60, 90 kilos, 120 - 90 – 140 y una prominente panza, se viste y se pinta desde siempre como una puta y no estoy segura si no lo es. Me causa alegría volver a verla, cuando nos casamos vivíamos en una casa grande, claro cada familia en un ala. Era una agradable convivencia.

Cuando llega del trabajo mi amor le cuento, se pone tenso, me dice ira a un hotel cierto?.

Hijo, no es correcto, es tu tía y viene por pocos días, pero no tenemos lugar, si tenemos, tu por esos días duermes en tu habitación y yo duermo con ella, ya aprovecharemos el tiempo que insuman sus trámites para coger rico mi amor.

Vi que no le gustaba nada mi planteo. A la noche luego de un 69 largo y profundo, le saco el tema y lo rehúye, no entiendo porque.

Voy al aeropuerto a buscarla y en el trayecto a casa chismeamos sobre nuestras vidas, le conté del accidente y demás novedades, claro sin mención a mi secreto incesto.  Me pregunta sobre la nueva vida de mi hijo, si ya tenía hembra, le dije que no sabía, me dice con su facha ya se estará cogiendo a alguna putita, me sonó francamente desagradable lo de putita. Llegamos a casa, mi niño estaba en el trabajo, tomamos un trago y llevamos su valija a mi dormitorio. Respira profundo y me dice hermanita coges como loca hay un olor a sexo que mata, cuéntame. No nada algunas veces, de veras hay olor, yo no lo percibo, claro me dice su vos vivís inmersa en el.

Sigue husmeando y me dice, turra te haces la mosquita muerta y te estás cogiendo a tu hijo.

Por poco me da un ataque. Qué, que barbaridad decís. Este olor es el de la leche de tu hijo, no lo podes negar. Estás loca, como sos una puta crees que todas somos iguales, iguales no yo no tengo hijos para cogerme pero al tuyo me lo cogí ante que vos.

Estaba grogui, no sabía qué hacer, eran muchas trompadas juntas, solo atine a preguntar, te cogiste a mi nene? Sí, yo lo desvirgue a los 12 y me lo cogí de todas formas, menos por el orto, esa leche es la más acida y salada que probé y su olor es único, por si no lo sabes, hermanita incestuosa, y eso es lo superlativo de puta.

Si, hermanita lo cogí hasta que se fue a los 18 con esa tilinga que falleció en el accidente, antes mientras vivíamos en la casa grande yo vi como se desarrollaba su preciosa pija regada con mi leche. Supongo que ahora estará mejor en la plenitud de su juventud. Cuéntame que me hago una pajita, se buena hermana.

La gorda se puso en bolas y quería abrazarme, ven como cuando eras mi muñequita linda y jugábamos al doctor, recuerdas. Le conté lo que ocurría bajo la promesa de su silencio, saco un consolador y se lo metió, mientras vibraba gozaba como una chancha al punto que yo también lo probé y me gusto, le voy a proponer al nene comprar uno.

Todo lo ocurrido explicaba la reticencia de mi hijo a recibir a su tía como huésped.

Quedamos en que no sabía nada, que la dejase hacer, por allí armábamos una linda orgia, la idea no me gusto nada. Se vistió y perfumo el ambiente con un aroma que había traído, me dijo, mejor así, sino sigo pajeandome. Increíble 60 años y tan calentona.

A la noche salimos a cenar afuera, volvimos chispeados pero no en pedo, todo transcurrió como en una familia más que normal.

Era viernes, dijo ahora a ver lo que traje, saca casasha, limonciños y hace medio litro de caipiriña. Brindemos por nosotros, saca un lindo vestido de fiesta para mi, bastante insinuante, pero precioso,  le digo muy lindo gracias, pero donde voy a usar esto, aquí hermanita quiero ver como les queda lo que traje, a ti hijo mira que bella zunga, ve a ponértela a ver si me equivoque en tu medida. A esa altura estábamos en pedo y ella dirigía la reunión.

Nos ponemos las prendas, ella dice al ver a mi bebe, la puta eso que te llena la zunga es todo poronga?, quedamos duros. Mi nene tímidamente dice sí, bueno yo les iba a mostrar lo que traje para mí pero no lo voy a necesitar. Que es preguntamos y saca su consolador.

Mi nene me dice que vestido tan sexi mami, nunca te vi tan linda, recibí el piropo con agrado y la gorda acoto, hijo si yo tuviese una madre así y estuviese en tu lugar me la cogería. Se hizo un silencio sepulcral, y la gorda alegremente dice voy a preparar mas caipiriña.

Con  mi hijo nos miramos, estábamos excitadísimos, poco importaba y nos abrazamos en un beso profundo e interminable. Vuelve la gorda con mas tragos y dice por fin hijo me estás haciendo caso, tu madre es una hermosa hembra no como yo que las carnes se me salen todas, miren y se saca el vestido abajo no tenía nada.

La poronga de mi hijo rogaba ser liberada y yo penetrada, en fin lo hicimos mientras la tía le chupaba los huevos a él y el culo a mí. Fue un polvo trascendente y la tía estaba esperando su parte, muy a mi pesar el también la cogió, ella le dice, que rico, ahora ya estas desvirgado.

Ese fue el detonante para que mi hijo contase todo lo que yo ya sabía, apenado, lo consolé diciéndole,  no te angusties tu madre  también cogía, es el pasado, no lo podemos borrar.

Lo importante es el presente y el futuro mi amor.

La tía lloraba y encendió su consolador perdiéndolo en su interior. Esa noche en la cama éramos tres, y resistió sin romperse.

Al otro día comenzó un fin de semana con sexo variado y celos cruzados que solo mitigaba la calentura.

El domingo la tía dijo porque no se dejaba por el orto cuando mi nene era chico, es que cuando le acababan se cagaba. Fue al médico y con el tiempo se curó, dijo ahora hijo si lo quieres es tuyo, se lo higienizo  bien y lo presento bien abierto, tenía un hoyo de dos cm en forma natural, ambos se lo lamimos y mi nene sin lubricante se la zampó, entro fácil como si fuese una concha bien abierta,

Yo acompañaba con mi boca a sus huevos hasta que se vaciaron. La tía gorda bufaba y chorreaba de los orgasmos que tenia.

Una cosa que gustaba a la tía era que la mearamos en todo el cuerpo, se acostaba en la bañera y nos pedía que se lo hiciéramos, era excitante y muy chancho no sé  cómo no nos pidió que la cegásemos, una depravada total.

El lunes termino los tramites y al otro día se volvía, pidió hiciésemos otra orgia, pero como nosotros estábamos tan acaramelados, dijo  y si alquilamos alguien para mí?.

Fuimos a un boliche y rápidamente encontró un macho, fuimos a un hotel y regresamos a casa, la tía apareció a la mañana  con el tiempo justo para abordar su vuelo, yo ni la vi partir porque fui a trabajar.

En el viaje al aeropuerto me conto que su macho de anoche calzaba el mismo ancho que el nene pero con el doble de largo y que estaba muerta de sueño y llena de leche.

Se acabaron los celos, por fin solos, si mi amor, tienes razón, si viene otra vez que vaya a un hotel.