Llego la hora de pagar la apuesta perdida - 4

Siguen las peripecias como consecuencia de la perdida de la apuesta con mi mujer, esta vez soy exhibido en una playa nudista con un plug anal y el cinturon de castidad

LLEGÓ LA HORA DE PAGAR LA APUESTA PERDIDA – 4

Continuación del relato

LLEGÓ LA HORA DE PAGAR LA APUESTA PERDIDA - 3 http://www.todorelatos.com/relato/81062/

Hola aquí estoy nuevamente con la cuarta entrega de lo acontecido en el pago de la apuesta que perdí, y contar como fueron desarrollándose los hechos, decir que somos un matrimonio, de muchos años de convivencia mutua, manteniendo una relación abierta, pudiendo cada uno mantener relaciones sexuales plenas fuera de la pareja, pero siempre bajo dos premisas, en caso de que una de las partes no este presente, se le deberá de contar todo lo acontecido y la segunda, que solo se podrán llevar los ligues a casa si ambos toman parte activa, si es uno el que realiza una conquista sin que el otro este presente, no podrá llevarla a casa.

Primero nos presentaremos, Carmen, 165 y 60 Kg., con unas buenas tetas, talla 100 de sujetador, coronadas por unos pezones que cuando están en pie de guerra tienen el tamaño de una avellana, por lo que se marcan bien si no lleva suje, en cuanto al coño, este es rosadito con unos buenos labios y con un clítoris bien marcado, el único bello del cuerpo, tras una depilación definitiva, es el de la cabeza y las cejas, con una melenita color caoba, disfruta lo mismo saboreando una buena polla que comiéndose un jugoso coño, sobre todo si estos están rasurados.

Juan, 174 y 80 kg., al igual que ella, también sometido a una depilación definitiva del cuerpo, por lo que solo tiene pelo en la cabeza y en las cejas, también bisexual al igual que ella, y dotado de una polla de 20 cm de largo por 4 cm de grosor.

En esta ocasión seré nuevamente yo, Juan, el que os relate como se desarrollo la semana en la que tuve que ser la putilla de mi mujer, Carmen, y de Monika, nuestra amiga y vecina, que cuando se enteró comentó que ella también se apuntaba, todo ello como consecuencia de la apuesta que perdí con mi mujer.

Cuando Virginia estaba en plena monta, pasaron por la habitación su marido acompañado por mi mujer y por Monika, para desearnos buenas noches ya que ellos también se iban a la cama, aunque según nos manifestaron ellos se retiraban a descansar.

  • Disfruta de la polla de este joven y goza, le dijo Víctor a su mujer al tiempo que le deba un beso, mientras está no dejaba de cabalgarme.

  • Gracias cariño, que tu también lo pases bien, voy a estar follando toda la noche, hasta acabar reventada y no pueda levantarme ni moverme, aunque mañana tenga que estar todo el día en la cama, le contesto Virginia a su marido, espero que vosotros también lo paséis lo mejor posible, deja el pabellón bien alto cariño.

  • Nosotros nos vamos a dormir, ya que estamos algo cansados, a diferencia de vosotros, si que hemos tenido una tarde de lo más ajetreada y placentera, por lo que ahora vamos a descansar, ya mañana más descansados veremos lo que se puede hacer, buenas noches y que disfrutéis, respondió Víctor al tiempo que abandonaba la habitación seguido por Carmen y Monika.

Una vez, que mi mujer y los demás abandonaron la habitación, Virginia comenzó a incrementar el ritmo de la monta, al tiempo que de su garganta comenzaban a fluir nuevamente los gemidos, como consecuencia de lo mucho que estaba disfrutando y de lo próximo que estaba nuevamente de alcanzar un nuevo Orgasmo.

  • Ohhhh siiii como me gusta sentir está barra que me penetra hasta lo más hondo de mi ser, vas a lograr que me corra nuevamente, que ricooooo.

Espera un poco, no te corras aún que yo también estoy próximo a llegar y hagámoslo juntos, le replique al tiempo que uno de mis dedos jugaba con su orificio trasero, introduciéndose en él a la vez que con la otra le acariciaba las tetas.

Si cielo siguee cabalga fuerte que ya siento que el placer comienza a gestarse, siiii, asíiiiiii yaaaaa, venga correte que yo ya voy a vaciarme, siiiiiiiii.

Finalmente nos corrimos los dos a la vez, ella cayo sobre mi pecho cuando el placer comenzó a apoderarse de su cuerpo, al mismo tiempo que yo rellenaba con mi rica crema el interior de su coño, quedando ambos durante unos minutos totalmente desmadejados sobre la cama.

Al tiempo ella comenzó a besarme mientras acariciaba mi cuerpo, señal de que se había recuperado.

  • Que tal estas cielo? Me pregunto Virginia.

Muy bien, satisfecho de haberte hecho gozar, y tú, dispuesta a un nuevo asalto?

  • La verdad que estoy muy satisfecha de lo mucho que me has hecho gozar, me gustaría llegar una vez más pero siento que estoy sin fuerzas.

Tranquila relájate y disfruta, voy a procurar que durante los próximos minutos goces y disfrutes como nunca, para que luego puedas dormir plácidamente para recuperarte del placer obtenido.

Has probado alguna vez el Fist vaginal?

  • No, nunca y mira que a lo largo de nuestra vida de pareja hemos hecho cosas, me respondió ella, pero cuando he visto esta tarde, como te metía la mano Monika en el culo o como se lo hacía a ella tu mujer, me he excitado enormemente.

Pues relájate, para empezar y como no quiero que sufras si no que disfrutes, esta noche te haré un fist vaginal, ya veras como termina gustándote y gozando del mismo, luego ya si te apetece el domingo cuando volvamos podemos intentarlo con este hermoso culo que tienes, le dije al tiempo que le daba un cachete en el mismo.

No te preocupes que iré despacio, de todas las maneras ya sabes que la vagina se dilata bastante, para posteriormente volver a su ser, además tu ya has dado a luz y por ahí salió tu hija, que seguro que era más grande que mi puño, así que relájate, si quieres te puedo poner el bocado como han hecho esta tarde con migo o con Monika?

No, no hace falta, aunque algún chillido, más como síntoma de placer que de dolor, salga de mi garganta, como mucho se escuchara en la casa, por lo que verán que de verdad estamos disfrutando.

De acuerdo cielo, le respondí mientras me colocaba los guantes de látex y cogía el tarro de lubricante, del que tras abrir cogí una buena cantidad y comencé a aplicárselo en el coño, mientras jugaba con mis dedos entrando y saliendo de él.

Comencé jugando con dos para poco a poco ir aumentando el número de ellos, los cuales se iban adueñando del hermoso habitáculo, haciendo que Virginia comenzara a gemir, síntoma inequívoco de que estaba gozando.

Uhmmm, creo que esto va a ser más fácil de lo esperado, ya que tu coño ya esta disfrutando sin ningún tipo de impedimento de cuatro de mis dedos, así que voy a poner un poco más de lubricante, tanto en tu coño como a mi mano y vamos a ir poco a poco con toda la mano para dentro.

Tras aplicar el lubricante como le había comentado y tras darle un buen morreo en el que le repase las encías y nuestras lenguas se entrelazaron y jugaron juntas en su boca, comencé a introducir toda mi mano en su coño.

Ahí va toda para dentro, cariño, ahora relájate y goza de este momento, le dije al tiempo que ponía mi mano, cerrada como una cuchara, a la entrada de su lubricado coño y poco a poco, con una ligera pero constante presión, la misma se iba abriendo paso hasta terminar siendo absorbida por el coño de Virginia, la cual tras un primer grito, mitad dolor mitad placer comenzó a gemir intensamente.

Mientras tanto, tras unos segundos en los que mantuve quieta mi mano en el interior de su coño, comencé a abrir y a cerrar el puño dentro de él, a la vez que la hacia girar como si quisiera rebañar el interior del coño de ella, a la vez que tras aplicar un poco más de lubricante en mi brazo, iba haciendo que este fuera avanzando, hasta que conseguí que la mitad de mi brazo quedara alojado dentro del coño de Virginia.

Una vez, que ella se acostumbró al intruso que estaba invadiendo su coño, comencé a follarla con la mano, haciendo que esta saliera casi por completo, para después volvérsela a meter entera así una y otra vez. Haciendo que Virginia, presa del placer comenzara a venirse en una serie de orgasmos concatenados, hasta que finalmente en el último de ellos, el más intenso, se orinara de placer, mojando la colcha y las sabanas de la cama, quedando totalmente desmadejada y sin sentido sobre la cama.

Mientras ella se iba recuperando, yo deje totalmente quieta mi mano en el interior de su coño y me dedique a acariciar su cuerpo con suavidad a la vez que con mi boca recorría desde su cara hasta sus pechos.

  • Uhmmm que gozada, hacía años que no disfrutaba tanto, comenzó a gemir Virginia, aún sin terminar de recuperarse, me has dejado KO y sin fuerzas, no me puedo ni mover.

Me alegro que hayas disfrutado, tranquila que no hay prisa, termina de recuperarte, cuando ya estés algo más tranquila lentamente procederé a extraer la mano de este hermoso coño, y luego entre los dos cambiamos las sabanas y la colcha, que no sé si sabes, has disfrutado tanto que hasta te has meado encima y después te doy el último biberón por hoy para que repongas energías.

Estuvimos como cinco minutos, descansando mientras ella terminaba de reponerse, tiempo en el que no dejé de comerla a besos y de acariciar todo su cuerpo.

  • Yo creo que ya puedes comenzar a extraer tu mano, pero hazlo con cariño y sin brusquedades, no jorobes al final la buena noche que me has hecho pasar.

Tranquila que así lo haré, tu relájate, y lentamente mientras me fundía en un apasionado beso con ella comencé a extraer mi mano muy despacio, mientras con mi lengua jugaba en el interior de su boca, repasándola las encías y entrelazando ambas lenguas, mi mano termino de salir.

Ya esta Cariño, que tal estas, te ha gustado? Le pregunte cuando mi mano abandonó su cuerpo.

  • Uhmmm estoy todavía como en una nube, de la que no quisiera apearme nunca, ha sido maravilloso, gracias de verdad por brindarme esta oportunidad de disfrutar de tan intenso placer, vamos a cambiar las sábanas y me das el biberón que en cuanto me lo tome, voy a abandonarme en brazos de Morfeo para descansar, no quiero que por ello te ofendas.

No, tranquila que yo también voy a compartir esos brazos contigo, ya que también estos molido del ajetreado día que llevo. Así entre los dos quitamos la colcha y las sábanas dejándolas recogidas en un cesto que había en el baño, para a continuación poner ropa de cama nueva, menos mal que no había llegado la humedad hasta el colchón.

Una vez que cambiamos la cama, Virginia comenzó a comerme la polla, por lo que yo fui reptando hasta acercarme a su coño y mientras ella me comía la polla yo comencé a lamer y a mordisquearle el clítoris, hasta que los dos a la vez fuimos presa de un intenso orgasmo. Mientras yo sobria los jugos que emanaban de su coño, ella se hacia con la crema que de mi polla brotaba, para al final fundirnos los dos en un apasionado beso en el que nos intercambiamos y saboreamos conjuntamente, tanto la crema que ella había recogido como los jugos que yo sorbí, quedando después los dos dormidos, plácidamente abrazados, hasta que nos despertaron a la mañana siguiente.

  • Venga dormilones que ya es hora de despertar, son las 9:30 nos dijo Monika, mientras entraba y se dedicaba a abrir las persianas, ya os oí como lo pasasteis anoche, dar gracias a que estaba demasiado agotada, que si no aquí me tenéis compartiendo placer con vosotros.

  • Buenos días Monika, la verdad que disfrutamos de lo lindo, yo al menos acabe derrotada, de hecho he dormido de un tirón hasta que has entrado a despertarnos, manifestó Virginia, comenzando a despejarse, mientras seguía abrazada a mí tal y como quedo anoche.

Buenos días contesté yo, pero por favor Monika, no chilles tanto, que todavía mis neuronas no están en su plenitud.

  • De acuerdo, bajare un poco el volumen, pero ahora en cuanto termine tu mujer de ducharse té duchas tú, para que te coloquemos el cinturón antes de que bajes a desayunar, me dijo ella abandonando la habitación.

  • Si, mi AMA, conteste yo

Cuando ella abandono la habitación, comencé a desperezarme mientras seguía abrazado a Virginia.

Que tal ha dormido la señora? Le pregunte a ella mientras le daba un tierno beso y le Acariciaba las tetas, cuando en eso entro Rex en la habitación dirigiéndose hacia el lado en el que estaba Virginia y subir las patas delanteras a la cama, comenzando a gruñir al verme abrazado a su dueña, en un acto reflejo deshice el abrazo mientras ella se reincorporaba apoyándose en los codos.

  • Tranquilo Rex, que es un amigo, comentaba Virginia al perro mientras le acariciaba la cabeza, él comenzó a lamerle la cara y los pechos a su dueña.

  • No, ahora no Rex, que estoy cansada ya que anoche el golfo este acabo con todas mis energías, déjame que me recupera y ya luego jugamos, le dijo ella al can dándole una palmada en el lomo, a lo que el can obedeció y se retiro.

  • Perdona a Rex, al verme abrazada por un desconocido se ha puesto nervioso, y ahora contestando a tu pregunta, he dormido de maravilla, la verdad que ayer me dejaste rota como consecuencia de los innumerables orgasmos que me proporcionaste, pero a la vez feliz, de verdad muchas gracias por la velada tan intensa que me proporcionaste, hacía mucho que no disfrutaba tanto, me dijo ella, espero volver a repetirlo pronto.

  • Ya he observado lo bien que te llevas con Rex, y lo mucho que él te adora, estando con él no te hace falta a nadie para protegerte.

  • La verdad que mantenemos una buena relación, pero eso ya te lo contare en otro momento, quizás cuando volváis el próximo domingo, y tú que tal te encuentras?, me pregunto dándome un morreo ahora que ya no estaba Rex en la habitación

Ahora, algo más descansado, la verdad que ayer tuve un día muy intenso y de mucha tensión, ya que tenía que contener mi eyaculación, pero mereció la pena, ya que la noche fue de las de rememorar, yo también goce machismo, sobre todo viendo como tu disfrutabas encadenando un orgasmo con otro, y seguro que tendremos oportunidad de seguir disfrutando, tanto nosotros solos, como en compañía de todos ellos, bueno ahora voy a ducharme y a seguir pagando la apuesta por testarudo, le dije mientras me levantaba y me dirigía al baño.

Entre al baño justo en el momento en que mi mujer salía de la ducha, la salude dándole un buen morreo en el que aproveche para repasarle las encías y jugar durante unos buenos segundos con su lengua.

  • Hola cariño, ya escuche anoche lo bien que te lo estabas pasando, que tal te encuentras?, Me dijo mi mujer.

Buenos días mi amor, la verdad que anoche lo pase fenomenal, y creo que Virginia también, gracias por dejarme que me desahogara, ya que la verdad que fue un día muy intenso el que viví ayer, teniendo que controlar para no llegar a correrme, por mereció la pena por el premio obtenido a la noche, donde explote y me desfogue por completo, muchas gracias vida le dije al tiempo que la volvía a coger la cara y le daba un intenso morreo.

  • Venga, venga tortolitos, que hay que espabilar, nos interrumpió Monika, al tiempo que me cogía de la mano y me metía a la ducha con ella, venga enjabóname la espalda y luego te la enjabono yo a ti y así terminamos antes.

Nos duchamos juntos enjabonándonos mutuamente, mientras mi mujer se terminaba de secar el pelo, aprovechando por mi parte para darle un morreo a Monika mientras el agua de la ducha corría por nuestros cuerpos, saliendo juntos aprovechando para secarnos el uno al otro.

Mientras Monika se terminaba de secar el pelo, mi mujer aprovechó para colocarme el cinturón, tras lo cual bajamos juntos a la cocina para desayunar, sorprendiendo a Víctor morreándose con Virginia mientras le acariciaba las tetas.

Mientras unos preparaban el desayuno los otros terminaron de recoger las habitaciones, para al final sentarnos los cinco en el porche a dar cuenta del desayuno, mientras Rex revoloteaba a nuestro alrededor gruñendo cuando me miraba o pasaba cerca de mí, aprovechando para planear el día.

  • Entonces como dijimos ayer vamos a la cala, dijo Víctor, en coche no tardamos ni diez minutos.

  • La verdad que es un sitio tranquilo y bastante discreto, seguro que os encantará, que como os dije ayer te puedes encontrar con una pareja follando o dos tíos metiéndose mano, donde la gente no se escandaliza, y como mucho si les autorizas pueden participar, corroboró Virginia, nosotros alguna experiencia ya tenemos en ese sentido, hace una semana, y la verdad que fue agradable y muy positiva.

  • Sobre todo para ti, le respondió su marido, que terminaste con dos buenas pollas además de la mía rellenando todos tus huecos, mientras el público se masturbaba.

  • Y como fue eso? Pregunto Monika.

  • Pues estábamos un día de la pasada semana tomando el sol tranquilamente en pelotas, cuando se pusieron cerca nuestro dos tíos jóvenes de raza negra a tomar el sol, también desnudos, siendo portadores cada uno de ellos de dos buenas pollas, solo la imagen de aquellas hermosas herramientas hizo que me calentara, comento Virginia, por lo que comencé a acariciar la polla de mi marido, hasta que como ha dicho él termine con todos mis huecos rellenos con las pollas de ellos y la de mi marido, no sin antes degustarlas, mientras algunos de los asistentes a la cala se había acercado a una distancia prudencial para observar bien el espectáculo que ofrecíamos mientras se masturbaban o se acariciaban entre ellos, acercándose algunos a magrearme las tetas.

  • La pena es que no hemos vuelto a ver a los jóvenes en cuestión, ya que tenían una buena polla que no me disgustaría volver a probar.

  • Habrá que ver como se desarrolla hoy el día, cuando los asistentes vean a está putita con el cinturón y con las bolas en el culo, ya que hoy cambiaremos el plug, por las bolas que ayer llevaba yo en mi interior, comento mi mujer, además cuando lleguemos y aparquemos dejare una de las bolas fuera de tú culo para que se vea perfectamente al andar en pelotas por la playa o cuando te tumbes boca abajo en la arena.

  • Pues yo también pienso ir con las bolas puestas, comento Monika.

Mientras desayunamos me coloque junto a Virginia, acariciando constantemente a Rex para tratar de que se hiciera a mi y dejara de enseñarme los dientes cada vez que acariciaba a su dueña.

Cuando terminamos de desayunar recogimos todo, para a continuación vestirnos sin ropa interior ninguno de los cinco, y tras coger las sombrillas y unas tumbonas, así como la nevera donde llevábamos el agua y las cervecitas bien fresquitas y algo que se encargo Virginia de preparar para que picáramos, nos encaminamos hacia el lugar en el coche de ellos que conducía Víctor.

Como bien había comentado Víctor en menos de diez minutos ya habíamos llegado, aparcamos el coche, tras sacar las cosas y antes de dirigirnos hacia la playa, la cual tenia un acceso un poco complicado pero asequible, siendo este uno de los motivos por el cual solo accedían personas adultas y no familias con sus hijos, mi mujer procedió a sacar una de las cinco bolas que yo llevaba insertadas en el culo, como había dicho minutos antes.

Llegamos a la playa, en la cual habría una veintena de personas, colocándonos en una zona un poco apartada y bastante discreta, tras instalar las sombrillas y poner las toallas, nos desnudamos y sin más demora nos fuimos los cinco al agua.

Monika se desnudo, y antes de partir hacia el agua, extrajo una de las bolas de su coño para quedara visible mientras corría con nosotros al agua, allí estuvimos jugando unos con otros a la vez que ellos aprovechaban para meterse mano unos a otros, incluyéndome a mí, con la salvedad que yo no podía acariciar a ninguno de ellos.

  • Que tal cariño?, me preguntó mi mujer acercándose, al tiempo que jugaba bajo el agua con las bolas que llevaba en mi culo.

Muy bien rodeado de tres tías buenas como vosotras, lo malo que debido a mi carácter, tenga que estar a vuestras ordenes y no pueda acariciar estos cuerpos serranos, le conteste.

  • Ya sabes lo que tienes que hacer en una próxima ocasión, no ser tan vehemente, aunque en el fondo te gusta ser la putilla de dos hembras como nosotras, además si te portas bien, al igual que ayer puedes tener una recompensa, por que ahora dirás que te lo pasaste mal anoche con Virginia?.

No, le verdad que disfrute muchísimo, lo mismo que ella que acabo meandose de gusto, hoy me ha dicho que gozó como hacía tiempo no lo lograba, y tú que tal te lo pasaste ayer?

  • Muy bien, yo creo que en general, no los tres, sino los cinco lo pasamos bien, aunque habría que decir mejor que los cinco lo pasamos estupendamente gozando de nuestros cuerpos.

Me alegro de que gozaras, ya sabes que con solo verte reír y disfrutar, ya sea de la vida o de los placeres del sexo, yo me siento muy feliz, así que sigue así y no cambies, le dije a mi mujer al tiempo que le estampa un beso en todos los morros en el que aproveche para repasarles las encías.

Después de estar un buen rato disfrutando del agua nos dirigimos hacia las toallas para tumbarnos y tomar un poco el sol, si bien esa era la intención cuando decidimos abandonar el agua, en cuanto llegamos Monika se abalanzo sobre Víctor y comenzó a saborear su hermosa polla, mientras que su mujer le puso el coño en la boca para que él se lo comiera y le diera placer con la lengua.

Ante el panorama que se estaba dibujando, mi mujer tras ordenarme que me pusiera a comerle el coño se dedico a comérselo a su amiga Monika a la vez que con las manos jugaba con las tetas de está, acariciándoselas y tirando de sus pezones.

Enseguida comenzó a escucharse un maravilloso concierto de gemidos y suspiros de placer, que entre todos componíamos, lo cual nos enervaba más si cabe, haciendo que se fuera acercando la gente a contemplar semejante espectáculo, entre ellos volvieron a aparecer los dos jóvenes de color que la semana pasada se follaron a Virginia en compañía de su marido.

  • Mira Víctor, si están los jóvenes negritos de la semana pasada, hay que tonta soy como les vas a ver si estoy sobre tu cara, nada sigue comiéndome el coño que estoy a punto de correrme, ya los veras luego, exclamo en medio de los gemidos Virginia.

Finalmente casi al mismo tiempo, uno tras otro fueron llegando al clímax, siendo la primera Virginia que se vino en la boca de su marido, para a continuación Monika vaciarse en la boca de mi mujer, a la vez que esta bañaba mi rostro con los jugos de su intenso orgasmo, para terminar Víctor vaciándose abundantemente en la boca de Monika, la cual compartió con las dos amigas la rica crema.

Cuando nos repusimos un poco Virginia se acerco a donde los dos jóvenes y tras saludarles e intercambiarse unos piquitos, los invito a compartir espacio con nosotros, mientras el resto del público volvió a sus lugares.

  • Mirar estos son los jóvenes que como os he comentado me follaron en compañía de mi marido la semana pasada, comento Virginia, presentándonos, por cierto que no sé ni como os llamáis.

  • Yo soy André y el es mi amigo Marc, somos de París y estamos de vacaciones aquí hasta el domingo que nos vamos por la mañana de vuelta a casa.

  • Encantada yo soy Virginia, este es mi marido Víctor, y estos nuestros amigos Juan, su mujer Carmen y esta es Monika, así que como veis, hoy si os apetece tenéis tres mujeres que están deseando tener rellenos de buenas pollas todos sus agujeros a la vez.

  • Tan solo un apunte, os tendréis que correr en el culo de mi marido, dijo mi mujer al tiempo que sacaba las bolas que yo llevaba en el culo, y una vez que terminéis al salir de su culo volveremos a taponarlo hasta el siguiente uso, así hasta que se lo llenéis de rica crema que nos servirá de postre esta noche.

  • El otro día lo hicimos contigo en compañía de tu marido y la verdad que lo pasamos genial, así que hoy no nos importara complacer a las tres, y terminar depositando la crema en el culito de esta putita, eso si de una en una, y siempre que contemos con la ayuda de tú marido, ya que si no difícilmente podemos llenar todos los agujeros a la vez a cada una de vosotras.

  • Ya sabes cariño que yo siempre estoy dispuesto a colaborar en que goces como mereces, y como no, en sacrificarme para que aquí nuestras amigas disfruten de un placentero día, además seguro que alguno del público se anime a agregarse a la juerga acariciando estos serranos cuerpos que poseéis.

  • Si, ya vi ayer lo mucho que te sacrificaste por ellas, le respondió su mujer, aunque más bien habría que decir lo mucho que gozaste de ellas y ellas de ti, ahora dejémonos de charlas y pongámonos al asunto tras tomarnos una cervecita o un poco de agua si os apetece, que ambas están fresquitas.

  • Bueno putita, ayúdame a que estas pollas adquieran la dureza necesaria para comenzar con su trabajo, me dijo mi mujer y tu Virginia vete preparando a Monika que va a ser la primera en tener el honor de iniciar la fiesta.

Tanto Carmen como yo comenzamos a jugar y saborear las pollas de los dos negritos y la de Víctor, en tanto que Virginia se encargaba de ir preparando a Monika, lubricando tanto su coño como su culo a la vez que dilataba un poco esté último.

Cuando ya las pollas estuvieron en pleno apogeo, André se tumbo en el suelo, haciendo que Monika se ensartara su polla en el coño y se dejara caer sobre su pecho, aprovechando para masajearle las tetas, entre tanto Víctor se coloco tras ella para de una fuerte estocada ensartar su polla en el culo de la chica, la cual no pudo chillar por que ya tenia la polla de Marc en la boca.

Una vez que tuvo los agujeros llenos, se acoplaron los cuatro perfectamente iniciando una danza sensual sobre el cuerpo de Monika, que ya comenzaba a experimentar los primeros síntomas del placer, ayudada si cabe por las caricias que Virginia proporcionaba a sus tetas, teniendo que dejar de mamar el rabo de Marc en ocasiones para poder esteriorizar mediante gemidos el goce del que estaba siendo presa, a la vez que ellos poco a poco incrementaban el ritmo.

  • uhhhmmmm que bueno, seguir darme fuerte no paréis, me siento en la gloria, siento que mi cuerpo va a explotar, siiiiii ya me vieneee, me corrooooo, exclamo Monika al experimentar el primero de los orgasmos del día.

Una vez que Monika tuvo su orgasmo, los tres lentamente abandonaron su cuerpo, dejándola que descansara y se recuperara, para dedicarse a mi mujer, esta vez fue Marc el que se tumbo en el suelo para que Carmen se ensartara de espalda a él la polla en el culo, una vez que su culo engullo toda la polla fue Víctor el que se coloco entre sus piernas metiéndosela de un solo golpe hasta el fondo del coño mientras que André le ofrecía su polla, para que mi mujer la degustara y saboreara.

Al igual que antes había hecho con Monika, Virginia colaboraba masajeando y acariciando las tetas de mi mujer, mientras ellos poco a poco iban incrementando el ritmo de la follada, logrando que Carmen se desatara y comenzara a gemir presa del placer que estaba recibiendo.

Mientras todo esto sucedía una pareja madurita se acerco a nosotros y mientras el se dedico junto con Virginia a acariciar las tetas de mi mujer que era la que en ese momento estaban follando los tres, ella se tumba junto a mí de tal manera que me colocó su coño junto a mi boca para que comenzara a comérselo, todo esto mientras Monika se recuperaba de la follada que los tres le habían dado.

Ante el tratamiento que mi mujer estaba recibiendo, enseguida comenzó a gemir de placer.

  • Así cabrones darme fuerte y reventarme de placer, siento como me transportáis al clímax, uhmmmm que rico se siente una con todos sus agujeros ocupados por hermosas pollas, mientras le soban las tetas y le muerden los pezones, esto es el no va más, siiiiii me corroooooo.

Mi mujer quedó totalmente desmadejada sobre el pecho de Marc, mientras Virginia le acariciaba el pecho y le comía la boca una vez que André abandona la misma, lo mismo que Víctor que se fue retirando de su coño con suavidad, a continuación lo hizo André, suavemente extrajo su polla del culo de mi mujer, quedando esta en el suelo recuperándose del intenso orgasmo que había sacudido su cuerpo.

Ahora le tocaba el turno a Virginia, siendo nuevamente Marc, quien se colocara tumbado en el suelo para que ella se ensartara su pollón en el culo de espaldas a él, cuando ya se hubo tragado toda su polla su marido se colocó entre sus piernas y de un solo golpe se la alojo en el fondo del coño, mientras André se la metía en la boca.

Al igual que anteriormente había pasado con mi mujer, el madurito que se había incorporado en último lugar a la fiesta, se dedico a comerle las tetas a Virginia, mientras Monika, que ya se había recuperado, se encargo de comer la polla de él.

Ahora si que lo que se escuchaba era un autentico concierto a nueve voces, ya que no cesaban de salir de nuestras gargantas, continuos gemidos de placer.

La madurita a la que estaba comiendo el coño se puso a gemir intensamente a la vez que comenzaba a convulsionar, síntoma de que estaba cerca de sucumbir al placer, yo aproveche para acelerar el ritmo que mis lamidas imprimían a su coño a la vez que le pellizcaba fuertemente los hermosos pezones, hasta que recibí una ingente cantidad de jugos en mi boca como premio a la labor realizada a la madurita.

Sin dar tregua a la hermosa mujer, seguí con mi comida de coño tras haber recogido y tragado todos los jugos con los que ella me obsequió, mientras mi mujer, ya recuperada, se dedico a atender sus hermosas tetas.

  • No puedo más me corro comenzó a gemir Víctor, al tiempo que salía del coño de su mujer y me la ensartaba a mí en el culo y tras dos buenos pollazos me llenaba el intestino de rica crema, mientras yo degustaba el caliente coño de la madurita.

En cuanto Víctor abandonó el coño de su mujer, André ocupó su lugar, compenetrándose magistralmente con su amigo, en la follada que le estaban proporcionando a Virginia, al ver que la boca de ella quedaba libre, el madurito, que le estaba sobando las tetas le dio su polla para que la degustara y tuviera ocupada la boca, tras salirse de la boca de Monika, mientras seguía masajeándole las tetas.

Ante tan intenso tratamiento Virginia no pudo aguantar más, sufriendo finalmente un intenso orgasmo en sus carnes, a la vez que en su boca recibía la descarga de crema proveniente de la polla del madurito, la cual compartió sin desperdiciar una sola gota con Monika, siendo después ambas las que se encargaron de dejársela totalmente limpia al pobre hombre.

Al igual que Víctor, tanto André como Marc estaban también a punto de correrse, por lo que en cuanto mi mujer comenzó a convulsionar a consecuencia del orgasmo, ellos se quedaron quietos dentro de ella, hasta que Víctor abandonó mi culo, para pasar a la boca de la madurita, la cual se encargo de limpiarle bien la polla, siendo entonces André el que ocupara su lugar en mi culo.

André comenzó a follar fuerte mi culo hasta que al final tras dejar su polla alojada en el fondo de mi culo empezó a soltar toda su crema dentro de él, en cuanto termino de vaciar, se salió e hizo lo mismo que Víctor dársela a la madurita para que se la limpiara, lo cual esta hizo encantada.

A continuación Marc repitió la operación, se follló mi culo hasta descargar toda su crema, para pasar posteriormente por la boca da la madurita, mientras que Monika, tras dejar la polla del madurito bien limpia, se encargaba de acariciarnos las tetas, tanto a mí como a la madurita a la cual yo estaba comiendo el coño.

Una vez que todos depositaron su rica crema en mis intestinos, Monika se ocupo de introducir las bolas en mi culo cuando Marc abandona él mismo, aprovechando para acariciar yo sus hermosos pechos mientras la madurita comenzó a convulsionar presa de un intenso orgasmo hasta que finalmente se vino abundantemente en mi boca.

Aprovechamos para tomar un nuevo trago, al que también invitamos a los nuevos amigos, mientras ellos terminaban de reponerse, a lo que fueron ayudados por mi mujer y Monika, mientras yo me encargaba de acariciar a Virginia, la cual estaba terminando de recuperarse, la pareja de maduritos se despidió de nosotros dándonos las gracias por haberles permitido tomar parte.

Para terminar de recuperarnos decidimos darnos un baño todos, tras tomar antes el pequeño refrigerio con lo preparado por Virginia, cuando nos levantábamos para dirigirnos al agua, llegaron para colocarse junto a nosotros una pareja compuesta por una chica jovencita de no más de 20 años y una Madurita que rondaría los 50, tras saludarlas nos dirigimos todos al agua, mientras la jovencita no quitaba su mirada del cinturón de Castidad que yo llevaba puesto, cuchicheando algo al oído de su acompañante.

Tras estar un rato jugando en el agua regresamos a la arena para descansar un rato y secarnos el cuerpo, al llegar nos encontramos a nuestras vecinas tumbadas en la arena totalmente desnudas, las dos llevaban el coño totalmente depilado siendo poseedoras de dos buenos pares de tetas, las de la madurita algo mayores y que debían de ser operadas por lo tiesas que se mantenían y las de la jovencita algo más pequeñas, pero coronadas por unos buenos pezones que apuntaban desafiantes al cielo.

  • Que tal cariño, como lo llevas? Me pregunto mi mujer, mientras acariciaba la polla embutida en el cinturón.

Ahora bien, pero antes me ha tocado sufrir un poco controlando a mi hermanito para que no me corriera, le respondí.

  • Así me gusta que seas obediente y controles tus impulsos, ahora voy a ver si saboreo alguna de estas hermosas pollas, tú disfruta todo lo que puedas, ya sabes que puedes usar todo tu cuerpo excepto la polla, la cual no vas a poder aunque quieras debido al cinturón, y que tampoco puedes correrte, me dijo mi mujer.

  • Tranquila cariño que seré obediente, tu aprovecha y disfruta de esas hermosas pollas, le replique yo.

Mientras yo estaba dialogando con mi mujer, la pareja de mujeres que se había colocado junto a nosotros, se acercó y comenzó a conversar con Virginia y con su marido, entre tanto mi mujer se acerco a Marc comenzando a comerle la polla, mientras André se acercaba y comenzaba a acariciar las tetas y el coño a mi mujer.

  • Hola me llamo Leire, te importa que me siente a tu lado, me dijo la jovencita que había llegado antes acompañada de la madurita.

Como no, la playa es de todos, no soy yo el dueño, le respondí, por cierto yo me llamo Juan.

  • Es que antes, al poco de llegar, cuando os volvíais del agua os he escuchado, a la que no sé si será tu mujer o compañera, y viendo el cinturón que llevas colocado en la polla y los tatuajes, tanto del pubis como de la parte superior del culo, me gustaría saber si eres su cornudo sumiso?, perdona que sea tan directa, pero es que nunca había visto a nadie en la vida real con un cinturón colocado, y con unos tatuajes tan directos.

Con mucho gusto te respondo, la verdad que esta situación viene dada en mayor parte por mi cabezonería, ya que perdí una apuesta con ella, que efectivamente es mi mujer, en la que yo mismo había puesto la condición de que el que perdiera sería durante una semana la putita al servicio de la otra parte.

Por lo que aquí me tienes cumpliendo con mi parte hasta el próximo lunes por la mañana que termina la apuesta, y los tatuajes son parte del juego que mi mujer quiso que me los hicieran, pero son de Henna, por lo que cuando termine el plazo de mi sumisión a ella ya casi se habrán borrado o estarán a punto de hacerlo.

Aunque tampoco me desagrada ejercer de vez en cuando de sumiso, lo mismo que otras veces es ella la que lo hace, tenemos una relación totalmente abierta, pudiendo cada uno follar con quien quiera, siempre que se lo comunique a la otra parte si está no se encuentra presente en ese preciso instante, y nos gusta probar de todo y ambos somos bisex.

Mientras nosotros charlábamos los demás ya estaban enfrascados en una nueva aventura sexual a la que también se había unido la compañera de la jovencita.

Como puedes ver, estos ya están dándole al tema nuevamente, incluso tu amiga se ha unido a ellos, por lo que sí te parece me gustaría saborear ese hermoso y depilado coño que tienes, ya que tengo permiso para realizar todo aquello que quiera excepto, para usar mi polla, que lógicamente no va a poder ser por el cinturón, o para correrme.

  • Ella, no es mi amiga, si no mi madre, viuda desde hace 5 años, estamos pasando unos días, hasta finales de mes, en un camping cercano, y como bien se esta demostrando también a nosotras nos gusta horrores el sexo en cualquiera de sus variantes, siendo ambas bisex y a pesar de ser madre e hija no tenemos problema en compartir hombres o liarnos entre nosotras, me respondió ella al tiempo que me acariciaba el pecho centrándose en mis pezones, a la vez que me ofrecía su boca.

No la hice de rogar y le di un buen morreo en el que le repase las encías a fondo a la vez que mi lengua se entrelazaba con la de ella, mientras mis manos se encargaban de acariciar tanto sus pequeñas pero bonitas tetas, como su depilado coño, haciendo que de su garganta comenzaran a fluir los primeros gemidos, una vez que deje libre esa hermosa boca.

Ahora relájate y prepárate a disfrutar, voy a comerte ese hermoso coño, como espero no te lo hayan hecho antes, le dije, haciendo que se tumbara sobre mi toalla, no te reprimas y deja fluir al placer sin importarte quien pueda escucharte, lo importante es que seas tú misma y que lo disfrutes plenamente.

Una vez que se puso cómoda me sitúe entre sus piernas y comencé a recorrer con mi lengua desde sus pies pasando por los muslos hasta llegar al coño el cual comenzaba ya a destilar ricos jugos, volviendo nuevamente a bajar por la otra pierna hasta el pie, para comenzar a subir lentamente, mientras mis manos no dejaban de acariciar sus pechos, pellizcando sus hermosos pezones.

Leire comenzaba a gemir cada vez con mayor intensidad, yo aprovechaba para alternar mis dedos entre sus tetas y su coño donde con suavidad hacía que varios de ellos se adentraran en el mismo a la vez que jugaban con su clítoris, mientras mi boca se aferraba a sus pezones succionando como si quisiera extraer de ellos la rica leche que en este caso no tenían sus tetas.

Cuando ella comenzó a convulsionar, síntoma de que estaba próxima a correrse, me dedique con mi boca y mi lengua a darle gusto a su coño, parando mis caricias cuando sentía que se iba a venir, haciendo que comenzara a insultarme, pidiéndome por favor que no para y que siguiera, mientras con sus manos me sujetaba la cabeza contra su coño, como si quisiera que se introdujera en el.

Yo sin hacerla caso seguía calentándola a tope, para después dejarla que se enfriara, a la vez que la agarraba las manos para impedir que se pudiera masturbar ella, por lo que luego me contó mi mujer debía de ser un autentico escándalo el que estábamos montando, por lo que ella se acercó y le puso el coño en la boca para que se lo comiera y de esta manera acallar sus gemidos de placer.

Después de 30 minutos en los que la tuve subiendo a la cima pero sin dejarla que hiciera cumbre, comencé a masturbarla introduciendo con un ritmo endiablado dos de mis dedos en el coño a la vez que le mordisqueaba el clítoris hasta que se vino abundantemente en mi boca, justo en el momento en que mi mujer se corría dejando abundantes jugos en su boca.

A pesar de que Leire quedo totalmente desfallecida, debido al tiempo que la había tenido en constante tensión, tras limpiar y sorber todos los jugos que ella me había regalado, seguí jugando con mis dedos y mi lengua en su coño hasta hacer que se viniera otras tres veces más sin darle tregua ni tiempo a recuperarse, saboreando todos los jugos que su coño fue exteriorizando, hasta que quedo totalmente rota y sin fuerzas para nada.

Mientras yo me dedique a dar placer a Leire, está aún hizo correrse una vez más a mi mujer, quedando finalmente los tres tirados en el suelos abrazados mientras ellas se recuperaban, entre tanto los demás incluida su madre se habían dedicado a disfrutar los unos de los otros, hasta ir cayendo desfallecidos uno tras otro.

  • Ha sido maravilloso, como bien has dicho ha sido una de las mejores comida de coño que me han dado, por lo que te estoy agradecido, me dijo Leire despertando de su letargo mientras me besaba la cara y el cuello, la verdad que lo he pasado estupendamente.

  • Me alegra que él te haya hecho disfrutar, le dijo mi mujer, la verdad que tu también me has arrancado un par de orgasmos bastante intensos, le dijo mi mujer.

  • La verdad que se nos ha pasado el día volando, son la 17:30 y tendremos que empezar a recoger, comento mi mujer dirigiéndose a mí, a la vez que se levanto para ir espabilando a los otros que también se hallaban recuperando.

Nos fuimos al agua todos juntos a darnos un baño para quitarnos la arena, el sudor y el olor a sexo, antes de proceder a vestirnos, tras lo cual nos secamos y procedimos a vestirnos, cuando estuvimos preparados nos despedimos de los dos jóvenes de color y de la madre y la hija.

  • La verdad que estas preciosa, con ese vestido, a más de uno o de una engañarías, espero que nos volvamos a ver pronto, por cierto que vivimos en Bera, me dijo Leire, a la vez que nos intercambiábamos los teléfonos.

Claro que nos volveremos a ver, una lastima no haberos conocido un poco antes, para de esta manera haber tenido casa durante las pasadas fiestas de Bera, además somos casi vecinos, ya que nosotros residimos en Irun, además mi hermanito, al que el lunes liberarán de la jaula tiene que probar ese precioso nido, que tanto me ha gustado degustar hoy, y el de tu madre así como sus tetas, le dije yo dándole un buen morreo.

  • Pues para una próxima ocasión, ya sabes donde tenéis casa en Bera, por cierto que no nos hemos presentado, ella se llama Marga, nos comento Leire a mi mujer y a mí.

  • Cuídate y cuida de tu madre, le dijo mi mujer al tiempo que le comía la boca, yo me llamo Carmen y como ya te habrá contado él, soy la mujer de este cabezota, ya encontraremos un hueco para quedar.

Aunque no hemos tenido tiempo de charlar ni de conocernos tú y yo, espero poder hacerlo pronto y poder degustar este serrano cuerpo que tienes, entre tanto cuídate y cuída bien a esta preciosa hija que tienes, le dije a Marga.

  • Yo también espero que me hagas gozar, por lo menos tanto como me ha dicho mi hija que le ha gozado ella contigo, y eso que no te las ha follado, espero que nos veamos pronto nos dijo Marga al tiempo que nos daba un morreo a cada uno.

Una vez que nos despedimos de la madre e hija, nos encaminamos los cinco de regreso a casa de Virginia, donde preparamos algo para cenar, de lo que dimos cuenta los cinco sentados en el porche en compañía de Rex, el cual ya poco a poco iba congeniando conmigo, una vez que terminamos de cenar, recogimos la mesa antes de preparar el postre.

Cuando ya todo estuvo recogido, Virginia me hizo colocarme al igual que la noche anterior para extraer el yoghurt con el que en la playa me habían rellenado el culo, siendo el mismo degustado entre todos, para a continuación tomar unos cafecitos, y tras ducharnos y vestirnos emprender nosotros, el camino de regreso a casa.

  • Bueno nos tenemos que ir, como hemos prometido el domingo estamos de vuelta para pasar un par de días con vosotros, lo que no os puedo asegurar la hora en que llegaremos, pero a las 19:00 horas a más tardar estamos aquí, para que nos dé tiempo a cenar antes de que vuestra hija, Eider se tenga que volver y nos de tiempo a conocerla, le dijo mí mujer a Virginia.

  • De acuerdo, nos vemos el domingo, ir con cuidado, contesta ella, al tiempo que nos intercambiábamos nuestros fluidos a través de los morreos que nos fuimos dando unos a otros, terminadas las despedidas y tras saludar a Rex, al cual acaricie efusivamente, siendo correspondido por él lamiéndome la mano y la cara.

  • Ya veo que vas haciendo migas con Rex, me dijo Virginia después del morreo.

Es que no me queda otro remedio que ganarme su confianza si quiero acercarme a tí, la verdad que tienes un buen escolta, bueno cuidate y nos vemos el domingo.

Sin perder más tiempo, y tras recoger todos los accesorios sexuales en mi bolso, nos acomodamos en el coche y partimos con rumbo a casa, comentando durante el regreso lo mucho que habíamos disfrutado durante los dos días, tanto que hasta habíamos hecho nuevos amigos.

Como ya me he extendido bastante, y con solo recordar aquellos intensos días me he puesto como una burra en celo, voy a ver si me alivio tomando una ducha fría, ya que en estos momentos me encuentro solo en casa, y no tengo a nadie que me vacíe las marmitas, en próximos relatos os contaremos como fue transcurriendo la semana, en la que puedo asegurar que a pesar de ser la putilla de ambas disfrute tanto o más que ellas.

Un beso a todos y todas los lectores y lectoras, los comentarios son bien recibidos.