Llego el dia (capitulo 3)

Relato de Dominación Femenina. Es recomendable leer primero los anteriores capítulos.

CAPITULO 3

Había dejado el vaso sobre la mesa y estaba arrodillado pero ya más sereno a los pies de mi Ama, mientras ella se relajaba apurando su pitillo y bebiendo su whisky, ese que tanto le gustaba, yo acariciaba sus pies, los masajeaba y besaba, esperando atento a lo que quería decirme, a sus indicaciones, que ya intuía que se referiría a lo que deseaba de mí, a cómo debería de comportarme para todo lo que vendría a continuación y que estaba a punto de acontecer.

“Ahora y ante la visita que tendremos espero mucho de ti perrito, espero y quiero tu más absoluta entrega, tu total obediencia y tu humillación al presentarte ante él, le trataras siempre con exquisito respeto y educación, hablaras solo cuando se te indique y siempre de usted, con devoción, con adoración, ya que dé el, al igual que de mí, lo desearas todo y tu mayor deseo será complacerle, como conmigo, entendido?”

Pensaba que debía de responderle pero solo me dio tiempo a hacer un gesto afirmativo con mi cabeza, en ese momento metió un pie en mi boca y me dedique a lamer y chupar su pie y sus dedos mientras ella seguía hablando.

“Ya sabes el morbazo que me da tenerte, que seas mío, de mi propiedad para todo lo que yo quiera, lo que disponga y por supuesto usarte como me dé la gana ante terceras personas, te lo he dicho muchas veces y te he adiestrado para eso, todo eso es aún más especial con Morrison por ser el quien es, por ser un hombre y por ser un Amo muy dominante y posesivo, me encanta esto de emputecerte y hacer de ti una putita viciosa, me da igual lo que tú quieras o no quieras, lo que te guste y lo que no, harás lo que yo diga y te comportaras como yo diga que te comportes y recuerda que no hay límites para él, así que si Morrison desea follarte me da igual que seas virgen, que te duela o que no tengas experiencia, te follara y punto, entendido putita?”

Afirme con un gesto y seguía lamiendo sus pies, ella no esperaba respuesta, ya sabía la respuesta, solo estaba confirmando una vez más que sería ella la que decidiría en cada momento por mí y que yo solo debía obedecer y esforzarme en complacerlos a ambos, me gustase más o menos lo que deseasen de mi …

“Quiero que te comportes de la manera más femenina posible, me da igual lo humillante que para ti pueda resultar, hoy serás una princesita, ahora después para atender a nuestro invitado te pondrás el tanga rojo, y quiero que en todo momento estés solicita, insinuante, ofrecida, moviendo tu culito para que se mueva tu colita y dispuesta a servir, a ser usada si se te requiere para ello, espero que te comportes como te he enseñado y como te estoy diciendo, no quisiera tener que apretar más el tornillo de las pinzas que llevas y sacar las cañas de bambú para ponerte en tu sitio, quisiera que mi invitado me envidiase del adiestramiento y la doma que te estoy dando y quedase complacido por tu comportamiento, bueno complacido no, muy complacido, mmm …” sonreía mientras hablaba, supongo que imaginaba y quería ser admirada por cómo me había educado y deseaba sentirse orgullosa de ello ante el Sr. Morrison, estaba claro que era muy importante para ella, “… ya te he comentado antes que mi mayor deseo seria que el quedase tan complacido que desease ser tu Amo, que me solicitase tenerte como su putita para usarte cuando quisiese, que me pidiese venir aquí algún día el solo, sin mí, para aliviarse contigo … mmm … eso sería genial, me excita solo pensarlo, el solo hecho de que el pueda desear emputecerte como yo deseo hacerlo, de que él te haga suya me pone a mil perrita mía”.

Yo me excitaba solo de pensar en la excitación que toda esta situación le provocaba a mi Dueña, me excitaba en pensar lograr complacer a mi Ama como ella quería, que todo saliese como ella deseaba, que el Sr. Morrison quedase contento conmigo significaba que mi Ama estaría orgullosa de tenerme como suyo y eso era el máximo placer para mí, soñaba con conseguirlo mientras lamia y adoraba los pies de mi Dueña cuando de repente sonó el timbre.

“Bueno perro ha llegado tu momento, ahora es cuando debes demostrar que tu entrega es real, que estas para complacerme y que la doma que te estoy dando está siendo la adecuada”, se puso en pie, se arregló el vestido, “yo abriré, recoge esto de aquí bien y cuando te llame acudes, por supuesto a cuatro patas, ponte el tanga que te he dicho y cuida tus modales”, se dio media vuelta, cogió de vaso de whisky y por el pasillo se fue hasta la puerta de entrada, mientras yo recogí todo, me puse el tanga que ella quería, dejando bien acoplada mi cola para que el conjunto quedara lo mejor posible, aunque era muy humillante todo no pensaba en ello, tan solo obedecía y eso me producía una extraordinaria excitación, además era como mi Ama quería y ahí radicaba todo mi placer, me arregle lo mejor que pude y lleno de nervios espere a que mi Ama me llamase, … ya se escuchaban voces y risas desde el recibidor, nuestra visita había llegado.

“Vamos perro, preséntate a nuestra visita como debes”, me ordeno mi Ama mientras ella y el Sr. Morrison esperaban en pie en el centro del recibidor cogidos de la mano de forma cariñosa, yo me acerque a ellos a cuatro patas, sin levantar la mirada y respetuosamente me puse a los pies de él, “buenas tardes Sr. Morrison, sea usted bienvenido, estoy para servirle y complacerle en todo lo que desee Señor” le dije mientras bajaba mi cabeza y besaba sus pies mostrándole mi devoción y respeto, “muchas gracias perro, ya tenía ganas de conocerte en persona, mucho me han hablado de ti”, tan solo me dio tiempo a responder un muy apagado por sus pies “muchas gracias Señor” ya que con una sonrisa un tanto burlona, mientras me observaba como besaba sus pies, comento “por cierto te queda muy sugerente y excitante ese tanga que llevas y es muy del gusto de tu Señora esa colita, me gusta mucho y está muy bien que estés así de bien educado y tu disposición a servir, alabo el trabajo de tu Ama en ello y espero disfrutar mucho de la visita”, mientras mi Ama besaba a nuestro invitado y con gestos cariñosos le decía que ella también esperaba que disfrutase mucho de su visita, que eso la haría muy feliz, pasaron al salón y ambos se sentaron en el amplio sofá central entre risas y miradas de complicidad, les seguí a cuatro patas y mi Ama con un gesto me indico los pies del Sr. Morrison, a los que fui sin pensar en nada mas, a seguir besándolos y adorándolos, mientras mi Ama totalmente excitada ya se besaba apasionadamente con su invitado, “quítale los zapatos perro, besa y lame bien sus pies, muéstrale tu respeto y entrega, y sobre todo muéstrale tu deseo de servirle como una buena putita” eran sus órdenes mientras disfrutaba del momento de verme humillado descalzar a su hombre, a su marido, y como besaba y lamia sus pies con veneración, totalmente sumiso, entregado, sometido a su poder y a sus deseos. Era la escena que ella había soñado muchas veces y para la que me había preparado, era la escena de su fantasía en la que me había incluido y ese era mi placer, era en lo que pensaba para adorar aquellos pies y que mi lengua fuese deseada por cumplir con lo esperado, dar placer, … ambos estaban observándome a sus pies, disfrutando del momento, “creo que el Sr. Morrison quiere un whisky de mi botella perrita, ve y prepáraselo” dicho lo cual ambos se encendieron un cigarrillo mientras yo preparaba la bebida del Señor, hablaban bajito cuando llegue a ellos, me puse de rodillas y respetuosamente ofrecí el vaso al Señor, quien lo tomo sin apenas mirarme, en ese momento mi Ama acerco su cigarrillo a mi boca y automáticamente yo la abrí para recibir la ceniza de su pitillo aprovechando el Señor para también darme la suya e indicarme que podría cerrar la boca, pero mi Ama me dijo que no, que aún no y volviéndome hacia ella, me acerco hacia ella agarrándome por mi collar y me escupió en mi aún abierta boca sonriendo y diciéndome que ahora sí, que ya podía cerrar la boca y tragar todo, obedecí mientras oía la sonrisa de mi Dueña y seguía besando los pies del Señor.

Cómodamente recostados en el sofá saboreaban ese preciado whisky y no dejaban de acariciarse y besarse, se notaba que estaban excitados por la situación, el ambiente era propicio, yo lo notaba también, estaba excitado y creo que el pudor inicial, aunque no del todo, había pasado y aun con mucha vergüenza estaba dispuesto a servir como se me ordenase y como ambos se sintieran más complacidos, … en ese instante el Sr. Morrison se puso en pie y dirigiéndose a mí me ordeno quitarle los pantalones, indicándome que los dejase bien doblados en una silla cercana, así lo hice y él se quedó en un slip en el que era más que evidente su excitación por la erección que tenía y también era muy evidente el buen tamaño de su miembro, algo que yo ya sabía por mi Ama, cuando deje su ropa volví a postrarme a sus pies y a besarlos, “para perro, levanta la cabeza, solo la cabeza, permanece de rodillas” hice lo que él me ordeno mientras mi Ama observaba con cara de estar disfrutando el momento, levante mi cabeza, tal y como me había ordenado, y mi cara quedaba justo ante su slip, ante su polla y sobre todo ante esa erección poderosa que mostraba sin pudor alguno, el mientras tanto se abría su camisa, tranquilamente, para una vez abierta dejársela puesta, “ya te llegara el momento de que adores mi polla y le prestes todas las atenciones de las que seas capaz, ahora de momento solo quiero que beses el slip que la envuelve y de momento la recoge, hazlo con devoción, con el deseo de una buena puta con hambre de polla” le obedecí, quería demostrarme que el único macho allí era él y la única polla la suya, yo bese su polla a través a través del slip y le demostré el deseo de que eso fuese tal y como él quería, como él deseaba y que yo le obedecería y trataría de complacerle como él quisiera, como a él se le antojase, “me excita que me beses el paquete con deseo putita, esto es algo que harás siempre cuando te presentes a mi y después de besar mis pies, entendido?” asentí con mi cabeza mientras seguía adorando su polla a través del slip.

Aquella polla parecía que quería reventar el slip, estaba muy dura y era muy hermosa de tamaño “bájame el slip, quítamelo, déjalo junto a mi pantalón y bésame el culo, quiero sentir tu lengua bien adentro, adóralo, lámelo bien y dame placer con tu lengua de putita” esto era algo que no esperaba, al menos no todavía, esperaba que tendría que comerle la polla primero y después el culo, que era más humillante, pero mi Señor estaba dispuesto a dejar claro desde el primer instante quien tenía el poder y como tenia de servirle, quería dejarme muy clara mi esclavitud a los deseos de ambos, a su placer …, le baje el slip, su polla salió como un resorte y el tranquilamente se dio la vuelta, se inclinó un poco para comenzar a besar a mi Ama que sonreía ante la situación que había generado su invitado y su culo, todo blanco y depilado, quedo a la altura de mi cara, no lo pensé y comencé a besarlo, primero por el centro y después con más lengua, lamiendo, ya buscando su ano, su esfínter, al que accedí ayudado por mis manos que separaban y dejaban a mi boca acceder a sus más íntimos e interiores rincones, era obvio que había llegado donde quería y que mi lengua hacia lo que debía, ya que sus respiración y la inclinación de su cuerpo, ahora más arqueado, así lo indicaban, el besaba a mi Ama apasionadamente y mi Dueña le cogía la polla, acariciándosela y disfrutando de su dureza, de repente sentí un alivio y es que mi Ama me había quitado las pinzas de los pezones y aunque los pellizcaba y retorcía la sensación era diferente a las pinzas que me habían dejado los pezones con la piel totalmente acorchada y dolorida, algo en lo que no pensaba, trataba solo de concentrarme en el culo del Señor, en llegar lo más profundo que pudiese con mi lengua y en que su respiración y cuerpo siguiese indicándome que estaba recibiendo placer, que estaba disfrutando, porque eso significaba que yo estaba cumpliendo con mi obligación.

“Ya veo que estas disfrutando de la entrenada lengua de mi perra cariño, tienes la polla a punto de reventar, pero espera, déjame un momento, quizás la perrita quiera lamerte mejor y su boca este demasiado seca”, me agarro del collar y ordenándome detenerme, me separo del culo del Señor y acerco mi cara a la suya, sonriendo, con esa sonrisa de excitación con la que mi Ama lo expresa todo, “lo estás haciendo muy bien perra, quiero ver como haces que se corra nuestro invitado, entendido? bien, ahora abre la boca y no la cierres hasta que yo te lo indique, entendido” asentí con mi cabeza a todo lo que me decía y abrí mi boca, mi Dueña comenzó a escupir en ella, una, dos, tres y hasta en cuatro ocasiones, para después cogerme de nuevo del collar y llevar mi boca hasta el culo del Señor, quien hizo un gesto de acomodar su culo con mi boca para asegurarse que todo estaba donde más placer recibía y una vez allí siguió disfrutando del servicio del esclavo de su mujer.

“ufff querida, entre la boca de esta perra en mi culo y tus caricias en mi polla, creo que me voy a correr, no creo que aguante mucho más y he pensado en descargar en la boca de la perra, si a ti no te importa” aquello más que una declaración de intenciones era un aviso en toda regla para mí de lo que vendría a continuación, “no es que no me importe querido, es que quiero que lo hagas así, quiero y además tendremos comprobar si el adiestramiento en tragar de mi perrita ha servido para algo, considero que es algo básico ya y para el futuro” como no podía ser de otra manera mi Ama había dado su conformidad, ahora entendía bien el que me ordenase tragar mis corridas y comprendí que debería de tragar todo lo que el Señor me diese, ahí estaba mi pensamiento cuando esperando las ordenes de mi Ama o del Señor me percate que el esfínter del Señor se había relajado tanto con mi lengua que incluso permitía que mi lengua profundizase más en él, podía comprobar perfectamente la textura de ese anillo y el sabor seco de la piel del Señor en esa zona, realmente lo estaba disfrutando cuando él se dio la vuelta y sentándose cómodamente en el sofá, junto a mi Ama a la que beso apasionadamente, me ofreció su polla que brillante, dura y poderosa ya daba indicios de que deseaba explotar y es que esos hilos de líquido pre-seminal lo decían todo, agarro mi cabeza y apretándola hacia abajo metió toda su polla en mi boca, sin apenas dejarme respirar y ordenándome chupar y tragar todo, … y así en apenas unos instantes, intensos instantes, recibí mi primera corrida en la boca y trague por vez primera el semen de otro, no me dio tiempo a saber si me gustaba o no, si era o no para tanto, solo sentía y veía la cara de satisfacción del Señor y de mi Ama, y en ese momento yo fui el que disfrute, yo gozaba como nunca y sabía que había cumplido como debía.

… continuara …