Llego el dia (capitulo 2)
Relato de Dominación Femenina
CAPITULO 2
(se recomienda leer el capitulo anterior)
Se puso en pie “ vamos al cuarto del fondo, voy a prepararte, sígueme perrito y tráete mis bragas, llévalas en tu boca ”, la seguí por el pasillo hasta el último cuarto, una habitación llena de armarios, con una mesa en el centro, donde ella le gustaba tener guardado todo el material BDSM que poseía y parte del que yo le había ido regalando o fabricando para ella, también ropa y algunos zapatos de tacón, etc., “ desnúdate, quédate solo con tu collar, dame las bragas ” me dijo cuando estábamos en la habitación y automáticamente lo hice, dejando mi ropa doblada en una silla, “ ahora échate, dóblate, apóyate con los brazos en la mesa y poniendo tu culo en pompa, ofrecido … ”, era la posición que más le gustaba y que usaba habitualmente para azotarme, cuando ya estaba en esa posición se acercó por detrás y metió uno de sus dedos en mi culo con algo viscoso, imagine que algún lubricante de los que tenía, me estaba preparando el culo, después dos dedos, hizo como que me follaba con los dedos con varios mete y saca y de repente paro, entonces note algo duro y frio, metálico, queriendo entrar en mi culo, supuse que era lo que ella llamaba mi colita o rabito, un pequeño plug metálico a modo de tapón anal, con una terminación que imitaba un rabo como de gato o similar, imitando el pelo y el tacto, me lo solía poner en algunas sesiones porque ella disfrutaba humillándome así, … como no terminaba de entrar, se puso a mi lado y me lo dio a chupar “ abre laboca y lubrícalo,venga que no tenemos toda la tarde ” mientras yo lo chupaba y salivaba, ella volvió a meter primero uno y después dos dedos con más lubricante y a moverlos en mi culo en un rápido mete y saca para acto seguido sacarme el rabo de la boca y meterme, ahora sí, el plug en el culo, ajustándolo para que todo quedase bien y que yo pudiese moverme y servirla con el rabo puesto, una vez comprobado todo, azoto con su mano mi culo tres o cuatro veces, note que había disfrutado de ponerme el plug en el culo y de azotarme porque siguió dándome cachetes en uno y otro lado de mi culo, el cual empezaba a despedir calor, señal de que estaba enrojeciendo y ella no paraba, seguía sintiendo su mano firme dar en mi culo, me empezaba a picar y supongo que ella buscaba un color determinado porque variada la intensidad en cada azote hasta que paro y se dedicó a acariciar toda la superficie azotada, “ meencanta este color rojo de tu culo perro, luego con más calma y cuando el Señor Morrison esté presente te aplicare la disciplina que necesitas y que seguro deseas ofrecerme, ya sabes que es la que más me gusta, usare las cañas de bambú, esas que tú has hecho especialmente para mí, me excita mucho usarlas sabiendo que tú las has fabricado para mí y seguroquedisfrutare de vercómo queda tu culo tras pasar por mis cañas, … mmm … me encanta ver tu cara cuando me ofreces tu dolor, es excitante, además ya sabes cómo pienso y considero que la disciplina es muy necesaria y buena para ti, de igual manera que tu castidad ”, me puso derecho, recto y mirando mi pequeña polla flácida me dijo, “ no quiero sorpresas esta tarde así que ponte tu aparatito de contención y dame la llave cuando lo hayas hecho, vamos perrito, rápido ” se refería a un dispositivo de castidad metálico CB que ella misma me había comprado y que evitaba cualquier erección o que me tocase, … mientras me lo ponía estaba atenta a toda la operación de cómo iba ajustando el dispositivo y seguía comentando “ había pensado que te pusieses ahora mis bragas, las que yo traía puestas, para que notases mi excitación y como logras mojar mis bragas cuando sé que voy a tener a mi perro a mis pies, pero mirándote ahora y pensando en que hoy serás una putita realizada, creo que es mejor que te pongas un tanga de los que te compre, de esos de hilo por detrás, por el culo, las putas suelen llevar ese tipo de tanga y además de colores escandalosos, y hoy mi querido perrito, hoy quiero que seas una puta, una puta muy puta, para mí y para el Señor Morrison, lo deseas verdad?” , me miraba esperando mi respuesta en el momento en el que le hacía entrega de la llave de mi dispositivo de castidad y ella la enganchaba en una cadenita que llevaba en su tobillo, sus palabras resonaban en mi cabeza, en realidad no sabía lo que quería, pero todo lo que ella me proponía, a todo lo que me incitaba o donde me llevaba era placentero para mí, era una mezcla de ignorancia, desconocimiento, temor, miedo, pudor, vergüenza, humillación y excitación, placer, mucho placer … no sabía lo que pasaría, ni lo que ella esperaba de mí, es más, no sabía si en realidad yo iba a ser capaz de hacer lo que ella quería o si tan siquiera iba a estar a altura de la situación creada, pero la deseaba, la deseaba a ella con todo mi ser y deseaba lo que me propusiese, fuese lo que fuese, quería sentir, necesitaba sentirme sometido, vivir esa situación y experimentar …, “ si mi Ama deseo ser su puta” , su mirada en ese momento se quedó fijada en mis ojos y sin apenas haber transcurrido una décima de segundo de mi respuesta me dijo ” a ver perro estúpido, vamos a dejarlo muy clarito de una vez, tú serás lo que yo quiera que seas y cuando yo quiera que lo seas, pero sobre todo, lo serás ante mí y ante quien yo quiera, con quien yo decida que lo seas, entendido?, si te he dicho que hoy serás mi puta y la puta del Señor Morrison, tú lo serás, no es así?, ahora más clarito para mi perro? ”, me di cuenta que me había equivocado, trague saliva y algo nervioso le dije “ perdón mi Ama, perdóneme por favor, si, tiene usted toda la razón mi Dueña, le pido disculpas humildemente, siempre seré lo que usted decida, cuando usted lo decida y con quien usted lo decida mi Ama, es mi deseo siempre ”, terminaba de suplicar su perdón cuando su mano agarro mi collar y tirando hacia debajo de él me dijo “ arrodíllate perro, ahora!, a mis pies, de rodillas! ” inmediatamente me puse como me había ordenado y sin soltar mi collar de su mano se puso frente a mí y comenzó a abofetearme la cara con ambas manos, una y después la otra, manos abiertas, poderosas, fuertes, duras, … mi cara empezaba a desprender un calor sofocante y supongo que a la vez el color sería un rojo intenso, era una serie rápida de bastantes bofetones en los que tuve que hacer un gran esfuerzo para no moverme, ni caerme hacia atrás, ni por supuesto apartarme, que era algo que ella no soportaba, “ besa mis manos perro, las que acaban de castigarte y las que van a seguir haciéndolo hasta que aprendas ”, besaba sus manos con devoción y mi cara sonrojada y acalorada me dolía y a la misma vez me excitaba, me molestaba fallar a mi Ama, hacer algo que no era de su agrado, no acertar, solo deseaba su placer, complacerla, obedecerla, que se sintiese orgullosa de mi y que no se sintiese contrariada por nada que yo pudiese hacer, a la vez me excitaba sentir sus poderosas manos aplicándome el correctivo que ella consideraba necesario, aparto sus dedos de mi boca y con sus manos bien abiertas comenzó a abofetearme de nuevo, esta vez mas pausados, disfrutando de cada bofetón que me aplicaba, levantando mi cara para darlos donde quería y como quería, lo estaba disfrutando sin duda, … una vez que finalizo el castigo que consideraba había merecido me puso frente a mi boca de nuevo sus manos, esta vez sin decir nada, para que las besase y le agradeciese la enseñanza y la atención recibida, algo que hice con total devoción y excitación, ya que el contacto de mi boca y mi lengua con su piel era algo que provocaba en mí una reacción inmediata de deseo, pasión y excitación.
Se dio media vuelta paseando por la habitación donde nos encontrábamos mientras yo seguía de rodillas en el centro de la misma con mi cara enrojecida, desprendiendo fuego y sobre todo molesto y cabreado conmigo mismo por haber enfadado a mi Ama, se paró frente a mí y con un gesto de su mano me indico sus pies, baje mi cabeza ante ella, toda poderosa y bese sus pies adorándolos y mostrándole mi entrega, “ bueno perrito, ahora que considero que ya tenemos claro quien decide lo que eres y con quien lo eres, vamos a ver si podemos terminar de prepararte de una vez, ponte en piecon las manos atrás y quédate bien quieto, he decidido que tras este castigo harás penitencia, voy ponerte unas pinzas en tus pezones para que tengas presente en todo momento a quien perteneces y lo cabreada que me has puesto, sé que no te gustan y que te duelen, pero quiero que me ofrezcas tu dolor, que lo soportes, que lo hagas por mí y ya te las quitare cuando lo estime conveniente ” se dio la vuelta, estuvo buscando en un cajón y saco unas pinzas metálicas unidas mediante una cadenita que me mostro bien antes de ponérmelas, me indico que abriera la boca y metió la cadena en ella para que aguantase las pinzas mientras con su dedos agarraba mis pezones y comenzaba a pellizcarlos, más flojo al principio pero subiendo la intensidad poco a poco, los retorcía y trataba de ponerlos muy duros, me miraba y creo que disfrutaba con mis más que evidentes pero silenciosos gestos de dolor, era lo que mi Ama quería de mí, que le ofreciese mi dolor y lo tenía en sus manos, de la misma manera que me tenía a mí, cuando entendió que ya estaban preparados, que estaban lo suficientemente duros, cogió las pinzas de mi boca y las fue poniendo en mis pezones, apretando el tornillo regulador hasta la presión que ella quería, me dolía pero aguantaba, mis pezones son muy sensibles y mi Ama solía ponerme pinzas cuando quería castigarme de verdad, sabía que no podía aguantar mucho ese dolor, pero le gustaba ponerme en ese trance, ahora sus ojos hablaban por ella, de estar cabreada había pasado a estar satisfecha de lograr lo que deseaba, de tener en sus manos el poder, de tener mucho poder, todo el poder y eso la excitaba …, sus ojos estaban grandes, chispeantes, poderosos, era su triunfo, el ofrecimiento de mi dolor logrando placer con ello, pero sobre todo era hacer lo que se le antojara. Mis pezones ya estaban como dormidos de la presión a la que estaban sometidos, del dolor que estaban soportando, llegaba un momento en que parecía que el dolor se paraba, que mis pezones se dormían y que no podría haber más, que mi piel se había acostumbrado y el dolor estaba parado y era entonces cuando mi Ama cogía la cadena que unía las pinzas y la movía, la agitaba, o comprobaba que las pinzas hacían la presión que ella deseaba, era muy consciente de que no podría aguantar mucho más pero le gustaba llegar y llevarme hasta donde estaba dispuesto a ofrecerle, tenerme ahí y así hasta cuando ella quisiese … “ vamos putita mueve tu colita para mí y no hagas más muecas que enseguida te aflojare las pinzas ”, moví mi culo y con ello la colita que llevaba y ella disfrutaba humillándome así, se acercó a mí y me dijo muy bajito, al oído, “ me tienes de nuevo muy excitada, muy mojada, estoy deseando azotarte, darte duro con mis cañas de bambú, y correrme al hacerlo, pero sobre todo estoy deseando ver cómo le comes la polla al Señor Morrison, me tienes a tope de excitada solo de pensarlo y creo que me correré otra vez antes de que llegue ” se separó de mí y procedió a quitarle presión a las pinzas, era todo un alivio para mí, aun así, aun dolían, pero era más soportable, todavía las sentía y cada movimiento de la cadenita aún más, “ mi pobre perrito que poco sufrido que es, se queja mucho de sus pezones y eso no me gusta, voy a darte algo que hará que te olvides de tu castigo y de esas pinzas, vas a comerme el culo hasta que me corra, lo tendrás fácil porque estoy muy excitada, pero céntrate solo en mi culo, así disfrutaras y te olvidaras de las pinzas putita, ponte de rodillas tras de mi ” y dicho esto se dio media vuelta, levanto su vestido y se apoyó en la mesa, dejando su precioso y sabroso culo al aire, abierto y en la posición ideal para adorarlo, “ quiero tu lengua bien dentro putita, sentir la humedad de tu boca hasta en lo más profundo y que me hagas gozar como ya sabes, si necesitas más humedad, más saliva, pídemela como tú sabes putita que me encanta escupirte ” dicho lo cual señalo con su dedo su culo y procedí a meter mi cabeza en aquel altar al que iba a adorar, sí que era cierto que mi Dueña tenía una habilidad especial para disfrutar de un buen servicio oral en su culo, era capaz de alcanzar más de un orgasmo cuando su excitación estaba a tope y si se lo hacían como a ella le gustaba y como a mí me había enseñado a hacerlo, adiestrando mi lengua para que no bajase el ritmo y para que estuviese siempre lo más profunda posible en su esfínter, esa sensación de querer penetrar en cada embestida de mi lengua en su ano era lo que ella quería y así me había adiestrado mi Ama, “ me encanta como lo haces y lo que me haces disfrutar putita, creo que esto también lo va a gozar mucho el Señor Morrison, le encanta que le coman el culo y la perra que ahora tiene en prueba no se lo hace porque es una limitación que tiene, no lo entiendo, igual que no le deja correrse en su boca, es algo incomprensible, no sé porque, pero nunca termino de gustarme esa perra, … tu putita mía, si el Señor Morrison desea que le comas el culo, se lo harás como ahora me lo estás haciendo a mí, verdad? ”, era algo obvio porque mi Ama me lo había estado comentando en más de una ocasión cuando se excitaba mucho y fantaseaba con introducir a más personas en nuestras sesiones, pero supongo que deseaba o quería reforzar mi humillación y su poder, “ por supuesto que si mi Dueña ” afirme sacando mi cabeza de entre su culo y dando un respiro a mi lengua, sinceramente yo estaba disfrutando y en ese momento no pensaba en lo que debería o no hacer después, solo en el deseado culo de mi Ama y en su placer, “ sé que lo harás perrito, sé que obedecerás y sé que lo harás con la entrega con la que ahora me lo estás haciendo a mí, mmmmmm me gusta y disfruto mucho con tu lengua de perro, y el Señor Morrison va a gozar mucho también, ya veras, le encanta que se lo hagan como tú lo haces y seguro que si te portas bien y lo complaces después querrá darte su leche en tu boca, correrse en tu boca y regalarte el fruto de su placer, algo que supongo que tú también desearas, verdad perro? ”, también era obvio, “ claro que si mi Ama, lo deseo, deseo complacerla a usted y al Señor Morrison, porque ese es su deseo mi Ama ”, estaba disfrutando de mi lengua en su ano, se le notaba, pero también estaba disfrutando de su poder sobre mí, de reforzar mi entrega y mi sumisión a ella y a quien ella deseara, “ le encantara llenarte la boca con su corrida, con su leche, que se la muestres en tu boca y que cuando recibas la orden la tragues toda, tal y como te he enseñado zorrita tragona, mmm que gusto me estás dando con tu lengua en mi culo perro, mmmm, fíjate que incluso en esos ratos de fantasear que tengo había pensado en guardar sus corridas en un condón para traértelo después y que lo tragues delante mía, mmmmm eso será algo que empezare a hacer después de esta tarde si Morrison da su visto bueno a tus mamadas de putita ” su esfínter se había relajado, se había dilatado, ya era más amplio, más suave, mi lengua entraba cada vez más y más fácil, con menos esfuerzo, más profundo, y ya era capaz de lamer las paredes de su esfínter y eso le producía más placer, “ me tienes para explotar perrito, como me estás haciendo gozar, mmmm he de confesarte que entre mis fantasías está la de que le gustes al Señor Morrison y el desee ser tu Amo … mmmmm” su excitación estaba al máximo, mi lengua penetraba en su ano sin resistencia, yo lo estaba disfrutando y ella aún más, su cuerpo la delataba, su respiración era más agitada y se convulsionaba con más fuerza, estaba claro que su orgasmo estaba muy cercano y me centre en intentar meter mi lengua lo más adentro posible y que notase ese placer con más ritmo, lo que produjo que explotase y que su placer me lo diese en mi boca, que sus jugos viscosos y sabrosos resbalasen por sus labios vaginales, para que yo alargando mi lengua pudiese recogerlos y beberlos, lamer toda la zona y no dejar rastro de su placer, con pasión, con deseo, con la entrega de un buen perro.
Suspiro profundamente y comenzó ya a respirar con más calma recuperando el aliento mientras yo terminaba de limpiarle con mi lengua su culo y su coño, con una indicación me aparto, acomodándose en un sillón cercano a la mesa donde había estado apoyada, “ ufff que corrida más placentera y sabrosa me he pegado perrito, has estado muy bien, pero que muy bien, estoy muy orgullosa de ti y me excita pensar lo que Morrison va a disfrutar de ti, de mi propiedad, mmmmm me encanta, … ve al salón, hazlo moviendo tu colita, tráeme mi whisky, un cigarrillo y fuego, quiero relajarme unos instantes antes de que llegue la visita, tráete también el vaso que has dejado antes por allí, ahora lo vamos a necesitar que no quiero que mi perrito se me deshidrate, vamos, apresúrate que es tardísimo, que aun tienes que terminar de prepararte, y también quiero comentarte algunas cosas que debes saber para esta tarde y creo por la hora que es, que nuestra visita tiene que estar a punto de llegar ”, fui hasta el salón moviendo mi culo para que la colita bailase al son que yo caminaba, recogí todo lo que mi Ama me había encargado y volví, me arrodille ante ella y siguiendo sus indicaciones le di su whisky, su cigarrillo, le ofrecí fuego y encendiendo su pitillo le dio una profunda calada, saboreando casi a la vez un trago de su bebida, me metió un dedo en la boca, luego dos y cuando la tenía abierta escupió en ella varias veces, lo estaba disfrutando, cada instante, cada gesto, … se puso en pie relajadamente, se subió la falda hasta la cintura y con un gesto me indico que pusiese el vaso en su coño, suspiro y comenzó a orinar, esta vez menos cantidad que antes, pero algo más de medio vaso, una vez que terminaron de caer las ultimas gotas, me agarro del pelo acercándome la cara a su coño “ límpiame bien ”, saque mi lengua y con placer recogí las ultimas gotas y lamí su sexo, sorbiendo y tragando cualquier resto que pudiese quedar, acariciaba mi pelo mientras se volvió a sentar, “ bébetelo todo y dame las gracias ”, bebí de nuevo su dorado néctar y relamiéndome por su regalo le di las gracias, realmente estaba totalmente sometido a ella, creo que ni ella era consciente del poder que ejercía sobre mí, al menos no era consciente de hasta donde me podría llevar si era su deseo, y allí estaba, entre absorto, excitado y a la espera de lo que ella y solo ella dispusiese para mí.
… continuara …