Llegaste tú y todo mi mundo cambió (II)
Esta es la historia de dos chicos que por azares del destino se conocen, uno de ellos es abiertamente gay, y el otro, bueno, él se considera hetero, pero, ¿qué pasará cuando se conozcan?
Había pasado una semana exactamente desde que Sebastián y David se habían conocido aquella noche, Sebas no volvió más al café en esos siete días, no por falta de interés sino más bien de tiempo, estaba muy ocupado entrenando para las regionales.
Angie y Kate se encontraban en casa de la primera, estaban charlando de todo un poco y de repente salió a relucir Sebastián.
Angie: ¿tú también notaste las miraditas que le echaba este chavo a Sebas?
Kate entre risas – si, quería comérselo, la verdad desde que entramos al café ya lo había visto, pero tenía o tiene mejor dicho, tanta pinta de hetero que jamás se me hubiese ocurrido que es gay.
La verdad es que si, yo tampoco me lo hubiese imaginado nunca, pero ¿qué suerte que tiene el sebas no? ese chavo es hermosísimo, ojala se conozcan bien, harían una pareja hermosa – dijo Angie un tanto animada de tan solo imaginarse que Sebastián y David pudieran tener algo.
Kate: pues sí, la verdad que sí. Además sebas se merece ¡lo mejor de lo mejor! es un chico excepcional, pero ya sabes que él es un poco hermético con eso, después de lo de Eduardo nunca más volvió a interesarse en nadie, y eso me tiene preocupada.
Sí, a mí también me preocupa mucho, creo que aun tiene mucho resentimiento por eso – dijo Angie con cara de angustia.
Kate: pero ¿qué más podemos hacer?, digo, tenemos 4 años tratando de animarlo y aunque ya está bien, pues siento que de verdad no ha cerrado ese ciclo de su vida.
Angie: y ¿qué tal si llegara un nuevo amor a su vida? me refiero a un amor verdadero, no como Eduardo.
Kate: Conociendo a Sebas como lo conocemos, sabes perfectamente que no permitirá que ese “nuevo amor” entre a su vida.
Angie: pero, ¿qué tal que ha todos los que ha rechazado, no es tanto por la promesa que se hizo a si mismo, sino más bien porque ninguno lo ha logrado impactar?
Kate: también es otra probabilidad, pero bueno, eso solo sebas lo sabe.
Pues si – dijo Angie pensativa – pero tengo una idea y tú me ayudarás junto con los chicos – dijo seguidamente y con muchísimo animo.
Sebastián Montilla
Me desperté con un sueño terrible, no había logrado dormir casi, pero aun así tenía que levantarme, debía ir al club de entrenamiento a mis prácticas, así que inmediatamente me fui al baño para alistarme.
Llegando al club recibí un mensaje de Kate:
“Sebass, ¿como estas? ¿Crees que sea posible vernos en el café Amateur? digo, tenemos muchísimo tiempo sin vernos, te extrañamos un montón, y hablo en plural porque estoy con Angie. ¿Qué dices?”
La verdad no tenía muchas ganas, lo único que quería era llegar a mi casa para intentar dormir un poco más, pero Kate tenía mucha razón, la verdad con todo el entrenamiento no he tenido tiempo para ellos así que acepte.
Steven Hoyle
No sé ¿porqué? pero cada vez que llega alguien a la vida de Sebas este siempre lo rechaza, bueno la verdad si lo sé, pero seamos sinceros, ya han pasado 4 años, sé que lo lastimaron mucho, pero creo que ya es tiempo de que se dé una nueva oportunidad para amar, digo, no todos son Eduardo, o si?
Muchas veces he intentado aconsejar a sebas diciéndole que debe por lo menos intentarlo pero sus respuestas siempre son negativas, dice que tiene cosas más importantes que hacer, que andar perdiendo el tiempo en esas cosas, como por ejemplo: Entrenar
Caminaba hacia casa de Angie, había quedado de verla en 20 minutos, al parecer tenía un plan de no sé qué.
Alexander Danielles
Ring, Ring, Ring
- Hola?
- Alexxxx amorcito hermoso ¿como estas?, necesito que vengas a casa de Angie, estamos organizando unas cositas para la fiesta de Sebas.
- amor muy bien, discúlpenme pero ahorita no puedo, sabes que estoy en mi practica de futbol.
- Cierto amor, lo había olvidado, bueno no te preocupes, de todos modos en 3 horas más o menos nos veremos en el café con Sebastián, ¿crees que puedas?
- Claro amor, nos vemos entonces, un beso
- Vale, chau te amo.
- igual hermosa muack te amo, bye.
David Angels
Son las 1 pm, estoy por llegar al café ya que mi turno comienza en media hora. Voy con Christina pero no dejo de pensar en David, ¿Quién rayos es ese chavo? ¿Por qué razón no dejo de pensar en él? ¿Será que lo conozco de algún lugar y por eso no dejo de pensarlo?
Christina: ¿amor? ¿En donde andas?
Yo: ah?
Christina: ¿qué tienes? andas muy pensativo…
Yo: Nada, no sé… solo me fui por un momento, no sé en qué pensaba, creo que de hecho no pensaba en nada…
Christina entre risas: ok amor, bueno creo que hasta aquí llego yo – un poco desanimada dijo- ya llegamos al café y yo debo irme.
Yo: pues sí, adiós amor – dijo dándole un beso en los labios para posteriormente entrar al café.
Christina en su mente decía: sé que algo te pasa… pero ¿qué será?
La verdad es que eso de que no pensaba en nada, era una total mentira, no he parado de pensar en Sebastián, ya esta situación me está asustando, no tengo idea de lo que me está ocurriendo, pero tengo que averiguarlo.
Cuando salí de la bodega, quede un poco paralizado al ver que las amigas de Sebastián y uno de los chavos de la otra vez estaban ahí sentados, platicando. La verdad no sabía qué hacer… digo, el no estaba presente, pero solo pensar que en cualquier momento podría entrar por esa puerta, me estaba dando poniendo muy nervioso.
Angie Sánchez
Estábamos Kate, Steven y yo en el café esperando a Alex y por supuesto a Sebas, cuando vi que David salió de la bodega, la forma en cómo nos miró, me lo dijo todo. Estaba sumamente emocionado y nervioso buscando entre nosotros ¿a quien más, sino a Sebas? por supuesto que era a él, y no faltaba mucho para su llegada…
Steven: Angie, ¿qué tanto miras a ese chavo? ¿Te gusta o qué?
Angie entre risas le respondió: claro que no amor, si lo miro es porque estoy completamente segura de que está esperando a que llegue Sebastián.
Steven con cara de no entender nada le preguntó: ¿a qué te refieres?
Angie: a ver mi amorcito te explico, hace una semana cuando vinimos a este mismo café, ese chico no paraba de mirar a sebas, conozco a sebas como la palma de mi mano, sé que le llamó la atención ese chico, aunque ¡él no lo acepte!, por eso planeé junto con Kate venir el día de hoy para acá, tenemos una idea para que Sebas y David se conozcan más a fondo, ¿qué opinas?
Steven estaba un poco sorprendido ya que él no se había dado cuenta de todo lo que su novia le comentaba, luego de asimilar sus palabras entonces dijo- Pues, me parece bien, sebas se merece conocer a alguien, pero ¿cómo sabes que ese chavo es una buena persona y no lastimará a sebas? creo que algo así ahora si mataría a nuestro amigo.
Kate: Steee, para eso existe el “conocerse” esa es la idea que se conozcan para ver ¿qué tal les va?
¡Exacto! – dijo Angie como si fuera lo más obvio del mundo
Steven: ya lo sé, pero… bueno ya veremos, y bien ¿cuál es su plan?
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Los chavos estaban tan entretenidos hablando sobre el plan, que ni siquiera notaron cuando llegó Sebastián y se acercaba a la barra para pedir un café ya que moría de sueño.
David estaba sirviendo dos cafés que le habían pedido en la mesa #2, estaba de espaldas a la barra, por lo cual no se dio cuenta cuando llegó Sebastián el cual estaba parado justo a la salida de la barra. Terminó de servir los cafés, los coloco en la bandeja y se volteó rápidamente para ir a la mesa a dejarlos, pero volteó tan rápido que a Sebastián no le dio tiempo quitarse provocando un choque entre ellos, David tiró los dos cafés encima de Sebastián.
David con cara de asustado pensando que lo había quemado - por dios, perdóname, no te he visto, discúlpame de verdad – dijo tratando de limpiarle la camisa a Sebas.
No te preocupes, ha sido mi culpa por haberme parado justo a la salida, solo a mí se me ocurre hacer eso – dijo Sebastián limpiando un poco su camisa y tratando de tranquilizar a David que en verdad se veía muy asustado
David: vale, la verdad que si pero ¿Te quemé?
Sebastián: no, afortunadamente solo fue el susto – dijo entre risas
¿Seguro? – Pregunto David – déjame ver, siéntate acá – dijo guiando a Sebastián
Sebastián: ¡No hace falta! de verdad estoy bien – dijo sonriendo
David: Déjame recoger este tiradero y te reviso.
Sebastián: Pero ¡que necio eres! si te estoy diciendo que estoy bien.
David aguantando la risa le dijo – Pues sí, la verdad lo soy, mira tú, ya nos vamos conociendo
Así pues David se dispuso a recoger todo y llevar los nuevos cafés a la mesa que esperaba. Todo lo que había ocurrido había sido visto por los amigos de Sebastián
Steven: creo que mucho no vamos a necesitar tu plan amor – dijo riendo
Angie: pues me alegra, el fin era el mismo
Kate: ahí viene mi amor
Alexander: Hola chicos ¿cómo están?, Amor…
Angie: ¡vámonos!
Alexander: ¿irnos? pero si acabo de llegar.
Steven: afuera te explicamos.
Todos salieron del café para dejar a Sebastián y David “solos”, ya estando afuera y en camino a casa de Alexander le contaron todo lo ocurrido y este comprendió por completo.
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David: Listo, ya serví los cafés y limpie todo, ahora ven conmigo – tomo a Sebastián del brazo y lo llevó a la bodega para revisarlo.
Ya dentro de esta.
David se acercó a Sebastián y estaba desabotonando su camisa
Sebastián le quitó las mano delicadamente diciéndole – de verdad te dije que no es necesario, que estoy bien, no te preocupes
David: quiero hacerlo, me siento culpable – quitando los dos botones que le faltaban y sacándole la camisa por completo, quedó totalmente atontado observándolo sin saber porqué se sentía de esa manera, pero quería tocarlo, necesitaba hacerlo.
Sebastián por su parte comenzaba a excitarse, quería parar lo que estaba ocurriendo pero no podía o mejor dicho no lo deseaba, aunque se lo había negado a Angie, la verdad es que David le había gustado y mucho.
David estaba examinando a Sebastián, deslizaba sus manos por todo su pecho, y comenzaba a excitarse también, pero quería más, aunque después se arrepintiera de todo, en ese momento lo único que quería era besarlo. Poco a poco se fue acercando a Sebastián, mientras se miraban directo a los ojos, entonces ocurrió.
David poso sus labios sobre los de Sebastián dándole un beso tierno, se separó y lo miró nuevamente, la cara de Sebastián era un poema para él, tenía los ojos cerrado, entonces volvió a acercarse pero esta vez el beso fue más profundo, Sebastián aceptó el beso y no solo eso, le correspondió. Poco a poco ese beso tierno fue intensificándose, recorrían sus cuerpos con sus manos, todo iba perfecto hasta que en la mente de Sebastián llegó a manera de película todo lo que había sufrido y lo que se había prometido, entonces se separó de David, agarro su camisa se la colocó y estaba por salir de la bodega cuando David lo tomó por el brazo haciéndolo voltear
David: ¿Qué pasó? Discúlpame, no debí hacer eso… lo lamento – dijo un preocupado por la reacción de Sebastián
Sebastián: No te preocupes, ambos tuvimos la culpa – dijo antes de salir de la bodega y luego del café.
David se quedó parado pensando en lo que había ocurrido, estaba totalmente abatido, no aguantó más y comenzó a llorar repitiéndose, ¿qué me está ocurriendo? ¿Desde cuándo me gustan los hombres? ¡Lo besé! lo besé y me gustó, no, no me gustó ¡Me encantó! pero… ¿y Christina? ¿Mis padres? ¡No! ellos jamás aceptarían una cosa así… será mejor que deje de pensar en todo esto, fue solo un beso, un beso y nada más.
De inmediato se limpio las lágrimas y salió para seguir atendiendo el café.
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Dicen que un beso no se le niega a nadie, pero ¿Sería eso un simple beso, como quiere hacerlo ver David? o ¿habrá algo más?