Lizette y Raquel

Recientemente traía la idea de salir de vacaciones para descansar un rato, pero no podía irme sola; así que invité a mi hermana para que me acompañara.

Recientemente traía la idea de salir de vacaciones para descansar un rato, pero no podía irme sola; así que invité a mi hermana para que me acompañara.

Decidimos ir a Puerto Vallarta ya que nos gusta la playa y es el lugar idóneo para que uno ande en bikini.

Así que llegó el día y nos despedimos de las respectivas familias; mis características ya las conocen, pero las de mi hermana se las hago saber; se pinto el pelo de "pelirroja", es 36-C algo tetona y tiene un trasero riquísimo con unas nalgas grandes, pero bien formadas.

Por supuesto que estábamos emocionadas porque tenía rato que no salíamos juntas de viaje, y aprovechamos muy bien la semanita que pasamos allá.

Total que llegamos al hotel y nos dieron nuestra habitación (pedimos una para las dos), y nos dispusimos de inmediato a ponernos cómodas y bañarnos después del viaje. Entre nosotras no hay vergüenza, ya que hemos estado juntas en algunas ocasiones, por lo que nos desvestimos en el cuarto y me dijo que no me tardara para ir a la playa. A lo que le respondí: "si quieres ahorrar tiempo, metete conmigo".

Y tal cual nos bañamos y nos toqueteamos de "rapidín" para ir a asolearnos un poco.

Ya en la playa, buscamos un buen lugar para admirar las bellezas del lugar ... y empezamos un rico baño de sol en topless y ahí estuvimos un rato cuando me dijo que íba a comprar unos refrescos, pero la quise acompañar y tal como estábamos fuimos a una tiendita; pero un policía nos detuvo y nos multó por andar de "exhibicionistas" en un área familiar donde había niños, pero nos dijo son muy guapas y si quieren mostrar sus atributos vayan a una playa nudista. Era una buena idea ¿porqué no hacerlo?.

Pero ya era algo tarde, así que decidimos dejarlo para el día siguiente.

Tras ir a cenar algo, nos dirigimos de nuevo al hotel, y en la habitación nos pusimos un rato a platicar y poco a poco nos fuimos metiendo en temas que al menos a mí me pusieron súper cachonda.

Ya traíamos nuestra ropa de dormir; ella un baby doll transparente coquetísimo con encaje, y yo un shortsito y una playerita. Me dijo: ya estás bien calientita verdad?, pues te prenderé más. Y se acercó a darme un beso. Empecé a tocarla por encima y ella me quitó la camiseta y empezó a jugar con mis pezones que estában paradísimos, los lamía y succionaba, mientras yo la empecé a masturbar.

Luego me quitó el short y me dio una mamada que me hizo alcanzar un orgasmo increíble; me dijo que se le antojaba algo para juguetear, así que pedí al cuarto una orden de fresas y otra de crema batida. Y mientras seguimos en lo nuestro. A mí me gusta mucho el sexo en todas sus formas, simplemente me vuelve loca y mi hermana lo sabe,; por lo que comenzó a dedearme mientras me ensalivaba el ano para lubricarlo. Pero ella sabía que no iba a ser suficiente, por lo que del botiquín sacó vaselina y me unto una buena porción para después comenzar a meterme dos dedos, luego tres y así hasta meter toda su mano y empezó a hacer movimientos riquísimos que me producían un placer especial luego se fue a limpiar y me introdujo unas bolas chinas que quería estrenar conmigo.

De repente tocó a la puerta el camarero y yo fui a abrir; cuando me vió toda agitada y encuerada se puso algo nervioso; era guapo un joven atlético no mal parecido, moreno; y me dijo que me íba a divertir con mi pedido, y entonces mi hermana se acercó a la puerta y le dijo: nos vamos a divertir, mientras me daba un beso.

El camarero estaba a mil, se le notaba una tremenda erección bajo el pantalón de su uniforme.

Y entonces se me ocurrió invitarlo a pasar. A lo que me respondió que el encantado.

Ya que lo desnudamos nos sorprendió con una verga descomunal, que estaba súper paradísima. Pero como quería jugar con él, le dije que sólo nos podía mirar y me dijo que no había problema, así que se sentó en un sillón frente a la cama.

Pues como teníamos público, mi hermana y yo le pusimos más énfasis al asunto y me comenzó a embarrar crema por las tetas y mi pucha, y luego la empezó a recoger con la lengua y me la pasaba a mi boca con ricos besos que sabían a mí. Posteriormente yo la embadurné en su culo y ano y le di de lenguetazos.

Luego agarré una fresa algo grande y se la pasé por su panocha y se la introduje un poco, como estaba súper húmeda se embarró toda; y luego se la dí para que se la comiera.

Mientras el camarero no dejaba de jalársela, y sería algo muy malo que desperdiciara su lechita, así que mi hermana le dijo que se acercara y le propinamos una buena mamada mientras él nos acariciaba. Se vino en la cara Raquel y le limpié la cara con mi lengua.

El camarero nos dio las gracias y se puso a nuestra disposición. Yo creo que ha sido la mejor propina que le han dado en su vida.

Total que al día siguiente investigamos de la playa nudista más cercana y decidimos ir a investigar.

Al llegar nos informaron que si entrábamos tenía que ser completamente desnudas y nos indicaron dónde estaba el vestidor.

Cuando entramos nos percatamos que estaba una mujer policía que vigilaba los vestidores para que no se robaran nada de la ropa que se quedaba ahí, así que nos quitamos la ropa mientras le dábamos un mini show a la policía, que disque se hacía distraída pero que a fin de cuentas nos agradeció el espectáculo que le dimos.

Y pues salimos a la playa y comenzamos a pasearnos mientras inspeccionábamos y recorríamos el lugar. Me percaté que provocaba que algunos hombres y también mujeres me siguieran con la mirada, y es que no era para menos, porque yo íba agarrada de la mano con mi hermana y esa acción en ese tipo de lugares dice más que mil palabras.

Ahí estuvimos un rato dándole gusto al ojo y nos regresamos al hotel para cambiarnos y salir a divertirnos a un antro que está cerca.

Así pasamos unos días, cuando de repente recibí la llamada de mi hija que quería ir a celebrar el fin de cursos con nosotras; pero eso lo contaré luego.

Reciban un saludo y un beso María, Joan, Luisa, Silvana y Carlos.

Lizette