Liz (3: la esclava p.i.)
Liz sigue adelante con su adientramiento, cada vez es mas sumisa y en esta entrega vive nuevas experiencias.
Antes de comenzar el relato prefiero hacer algunas aclaraciones, este relato, el relato antecesor de este es Liz (2: la historia completa), y segundo, estos relatos son meramente imaginarios, nada es real ni se acerca a la realidad. Cabe destacar que este relato es un poco fuerte, pero no mucho. Espero que lo disfruten.
Liz hizo ejercicios en el mini-gym que habían construido en la parte trasera de su casa, se ejercito cerca de 3 horas, cuando pensó que ya había echo bastante ejercicio para que su maltratado culo no se le desformara fue a tomar un baño, para que su amo no le encontrara ningún olor desagradable, salio del baño desnuda como estaba y se acostó pues ya era de noche, se quedo dormida sobre la cama. Carlos llegó muy tarde esa noche, estaba muy cansado y ebrio, así que solo se acostó y ato las muñecas de su esclava a la cabecera de la cama con unas esposas, la observó un momento y contempló su belleza, sus bellas tetas, su diminuto cintura, su hermoso culo, ya no se notaban las marcas de la azotaina de la cual fue objeto. Observó todo eso, y se acotó a dormir.
A la mañana siguiente Liz se despertó y Carlos ya se había levantado, se encontró atada de manos, escuchaba que Carlos conversaba con alguien en el living de la casa, en pocos momentos sabría quien era la voz desconocida.
Carlos entró a la habitación con un tipo que ella no conocía, su desnudes era motivo de morbo para ellos, no perdieron ningún momento, desde que entraron comenzaron a humillarla diciendo cosas como: "Que linda zorrita, me gustaría escuchar como chilla cuando se la ensartan por atrás", o, "una boquita así no hay que desperdigarla, hay que llenársela de leche" y cosas por el estilo. Liz estaba roja de la vergüenza.
Cuando por fin terminaron de mofarse de ella, Carlos colocó el electrodo anal, que tanto odiaba Liz, en su vagina y le comenzó a hablar:
- Liz, te presentó a Alejandro Ramírez, experto en perforaciones de orejas, nariz, cejas, legua, labios, y porque no decirlo, pezones al terminar de decir esto Carlos tomo uno de los pezones de Liz y se rió muy maliciosamente, la cara de Liz fue invadida por el horror.
Carlos dijo con una voz grave: "ruégame que no lo haga, implóramelo" y Liz aterrorizada comenzó a implorar: "amo por favor te lo suplico, no lo hagas, seré una buena esclava, seré la mejor puta que puedas imaginar, no hará nada que tu me ordenes y yo no haga, seré el mejor en tu colección de objetos...". Carlos concluyó diciendo: "me agrada lo que acabo de escuchar".
Liz respiró aliviada, de un momento a otro Carlos se dio vuelta y le dijo a Alejandro: "ve a calentar una de tus agujas, quiero que sea de esa manera". El terror volvió a controlar la cara de Liz, que dijo:"pero yo creí que ", pero Carlos la interrumpió,- tu no crees nada, tu crees lo que yo quiero que creas, tu haces yo lo quiero que hagas, y por último tu te perforas donde yo quiero que te perfores entre otras cosas Liz era presa del terror, seguía rogando y suplicando que su amo no le hiciese lo que estaba a punto de hacer,
Si llegas a moverte o a tratar de impedir que tus pezones sean perforados te ira muy mal agregó Carlos y apretando el botón que estaba dentro de su bolsillo le aplicó una pequeña descarga eléctrica a Liz que a pesar de estar en su vagina se sintió por todo el cuerpo, a ella le dolió mucho, pero no quiso quejarse.
De pronto llegó Alejandro con una aguja que estaba al caliente al rojo, la traía en una especie de fuente caliente para que no se enfriara, Carlos puso una mordaza en la boca de Liz y ató sus pies las patas de la cama, la estiró tanto que tanto que Liz creía que se iba a partir, ella gritaba del terror que sentía pero la mordaza que tenía en la boca impedía que salieran todos aquellos quejidos, de pronto el Sr. Ramírez comenzó a acercar la aguja caliente al pezón de Liz, ella se movía mucho, para evitar que esto pasara, sentía las descargas eléctricas en su coño, pero estaba segura de que el dolor de las descargas no era nada comparado con el dolor de una perforación como la que se le avecinaba, Carlos al ver que su esposa estaba en teniendo un ataque de nervios la tomo por el cuello y le dio una tremenda bofetada, solo en ese momento Liz reaccionó y se quedo tranquila, pero el terror seguía corriendo por sus venas, la guja estaba cada ves mas cerca, aterrorizada ella miraba como se acercaba la aguja a su pezón, y sucedió lo que tenía que pasar, en un segundo Liz chillaba de dolor, pero sus alaridos quedaban ahogados en la mordaza, la aguja avanzaba por el interior de su pezón, y n ose detuvo hasta atravesarlo completamente.
La cara de Liz estaba bañada en lagrimas sentía que se iba a desmayar producto del dolor, sin embrago, resistió cuando se reincorporó vio un anillo de oro que colgaba de uno de sus pezón, ya era hora de completar el proceso, la aguja se acercaba al otro pezón de Liz, ahora el miedo era aun mayor, pues ella sabía en carne propia lo que dolía eso, el pezón restante fue atravesado, entre gemidos de Liz, lagrimas en su cara, antes de que la aguja llegara al otro lado del pezón de Liz su esfínter cedió y la esclava se meo de dolor, no lo pudo controlar, su orina mojo toda la cama y goteaba al piso.
Carlos lejos de estar enfadado con ella, sintió placer de aquella visión, Alejandro le administro un somnífero a Liz y la dejo allí dormida en su meado, le entregó unas pastillas a Carlos y le indicó que la esclava las tomara cada 4 horas, así no sentiría el dolor característico de lo que acababa de suceder, a las 3 de la tarde Liz despertó y estaba desatada, Carlos le dio de comer y luego le dio una píldora, pasaron 5 minutos y luego sin decir nada Carlos tomo a Liz de golpe por la cintura y la tiró al piso, la puso en 4 patas y ensartó su verga en el culo de Liz que no estaba ni siquiera mojada, ella chillaba de dolor, mas aun cuando Carlos paso sus brazos hacia delante y jalo sus anilladas tetas, pero el calmante producía una sensación de adormecimiento de sus tetas mas allá de doler, pero era muy molesto, Carlos la folló hasta que no quiso más, se salió de su culo y paso su verga a su boca, allí eyaculo de forma abundante y como era costumbre Liz trago todo sin desperdiciar nada.
Carlos le ordenó cambiar la ropa de la cama y luego la envió a bañar pues apestaba a orina. Ella se bañó con cuidado lavó con cuidado sus perforados pezones, por los medicamentos los tenía adormecidos, lavó su culo y su vagina, sus piernas y sus pies, muy cuidadosamente, ella se tomó su tiempo para asearse, cuando por fin salió del baño sintió que Carlos conversaba otra ves con alguna persona, para su alivio era su amiga Mariza, una amiga de Carlos, una que otra ves había cambiado palabras con ella, estaba en el living con Carlos conversando de cosas triviales.
5 minutos después de que se había terminado de bañar Liz apareció con un vestido de cuerpo completo en el living de su casa donde estaba Carlos con Mariza, se acerco a saludar a su amiga cuando Carlos la interrumpió:
¡¡¡¡Estúpida zorra!!!! Se puede saber quien te autorizo a vestirte??
Pero es que como estaba aquí Mariza yo supuse que .
Tú no supones nada. te as ganado un correctivo, quítate de inmediato ese vestido.
Ella miró a Mariza muerta de vergüenza, para su sorpresa ella sonreía, estaba disfrutando de su humillación. Se quitó el vestido dejando al descubierto sus atributos.
Ahora dile a Mariza lo que eres
Soy una perra, una golfa, un objeto sin voluntad dijo Liz con la cara roja por la humillación
Y dile de quien eres.
Soy de Carlos Salinas, mi amo y señor, de él es mi voluntad.
Lo se respondió Mariza ¿De quien crees que fue la idea de que fueses la puta de Carlos? Es más, ¿Quién crees que le dijo a tu amo que tu le eras infiel?
Liz no quería creerlo, por culpa de esa puta se había desatado todo este lío, la cara de Liz se lleno de odio, fulminaba a Mariza con la mirada.
Mariza preguntó: ¿Carlos se le permite a esta puta que me mire así?, Carlos respondió, por supuesto que no, ahora verá. Se le ordenó ponerse de espaldas a Mariza y tocar sus tobillos con sus manos, ella ordenó llena de odio, Carlos fue a su recámara a buscar una paleta de playa, mientas que Carlos no estaba Mariza se acercó y puso su cara a la altura de el culo de Liz, comenzó a acariciárselo, y le dijo, será mejor que me mires con respeto, no sabes el dolor que puedo causarte, en ese momento le pellizcó los labios vaginales a Liz, pero si mejoras tu trató hacia mí, ese dolor puede transformarse en placer, y dejo de pellizcarla y acaricio la panocha de Liz con los mismos dos dedos que antes la pellizcaban.
Así estuvo hasta que entró Carlos a la habitación otra vez, con la paleta en la mano, se la pasó a Mariza, luego se dirigió a Liz y le dijo: "Mariza te dará con esa paleta en tus nalgas y tu le darás las gracias por cada azote, ¿Está claro?". Liz no se resistía a dar gracias por los azotes que le propinaría Mariza, pero le dijo a su amo que si solo para complacerlo, Mariza descargó el primer azote sobre las nalgas de Liz, pero ella no dijo nada, Carlos enojado pellizco los pezones de Liz y le increpó: agradécelo perra infeliz, le torció mas los pezones, "que le des las gracias puta estúpida", pero ella seguía callada, Carlos sacó de sus bolsillos dos pinzas y colocó una en cada pezón de Liz, la píldora empezaba a perder su efecto y los pezones le dolían como diablo, cada ves el dolor se hacia mas intenso, Carlos notó eso y le advirtió: "valla, veo que ya te toca tomar otra píldora, sufrirás el dolor hasta que te decidas a agradecer los azotes de Mariza", el dolor era intenso, pero ella se resistía a agradecer a aquella tipa, Carlos y Mariza se sentaron a beber algunas cervezas dejando a Liz inclinada, de pronto Liz no dio crédito a lo que vieron sus ojos, Carlos y Mariza se besaban y tocaban, Mariza al ver que Liz se había enderezado unos centímetros le dio una patada entre las piernas y le ordenó volver a su postura, a ella le dolió mucho y prefirió obedecer.
De pronto un hilito de voz salió de la boca de Liz, y lloriqueando dijo: "gracias", Mariza dijo, "creo que no he escuchado bien, ¡que dijiste escoria?", Liz repitió "gracias", mariza la tomó del cabello y la alzo de estos, tanto que casi los pies de Liz se despegan del piso, entre gemidos y lloriqueos Liz dijo, gracias por azotar mi culo, así esta mejor dijo Mariza y la volvió a colocar en su posición inicial, de espaldas a ellos y con sus manos tocando sus tobillos, y vino el segundo azote mucho mas fuerte que el primero "PAAFF", se estrelló la paleta contra las carnes desnudas de Liz, ella no se quejo y dijo: "gracias", pero mas que los azotes a ella le dolía que su marido se besara con aquella mujer, eso ella no lo podía tolerar, y además esta misma mujer la castigaba a sus anchas, - PAAFF cayo otro azote, ella agradeció otra vez, entre lagrimas ella vio que su marido se hacia una paja mientras ella era castigada, - PAAF otro paletazo caía sobre su culo, ella nuevamente agradeció, su culo ya era de un tono rojizo intenso, era bellísimo pensaba Mariza, así estuvieron cerca de media hora, Mariza azotaba y ella agradecía hasta que Mariza se dirigió a Carlos que se hacia la paja.
¿Tienes una fusta?
Claro - se paró, fue a su habitación y cuando volvió se la entregó a Mariza dándole un beso en la boca Liz prefirió no ver eso
Gracias querido dijo Mariza
Mariza le pasó la fusta por todo el cuerpo a la esclava, Liz temblaba del miedo,"enderézate" ordenó la chica, y Liz se enderezó, Mariza se paseaba por el alrededor de Liz, en su mirada seguía el odio, Mariza soltó un fustazo sobre una teta de Liz, del fustazo salio disparada la pinza que Lis llevaba en un pezón y Liz casi cae al suelo del dolor, le dolía como si le hubieran arrancado el pezón, Mariza tomo a Liz de los cabellos y la enderezó y repitió el castigo con el otro pezón, ahora nada impidió que ella cayera al suelo.
Mariza se desnudó y se sentó cerca de Carlos, y llamó a Liz: "hey mujerzuela, ven aquí", Liz la contempló, ella era una belleza, 1.75 con pelo rojo hasta mas debajo de los hombros, ojos cafés, unos pechos abundantes, coronados con pezones marrón claro, una cintura ni diminuta ni grande, una cadera abundante y piernas muy bien contorneadas. Liz se acercó a gatas hacia ella, Mariza con una sonrisa en el rostro sentenció: "bésame los pies" Liz con asco obedeció, al introducir levemente un dedo del pie de la mujer en su boca ella lo empujó a hasta dejarlo en su garganta haciendo que Liz se ahogase. Ella y Carlos rieron a carcajadas y se besaron otra vez, como sufría Liz cuando eso pasaba, era el pero castigo. Cuando le saco el pie de la boca le ordenó: "ahora cómeme la almeja" Liz casi sin poder creerlo acercó su cara muy lentamente hacia el coño de Mariza, pues aunque tenia asco sabía que si no lo hacia sería castigada y el mismo Carlos le pondría la cara entre la piernas de Mariza, cuando tenia la cara a escasos centímetros de la vagina de la mujer, esta tomo la cabeza de la esclava y se la empujo hacia su vagina, se la hundía en ella, el brazo que le quedaba libre lo pasó por sobre la espalda de la esclava y le daba con la fusta en el culo muy fuerte mientras le decía: chupa perra, mámamela con sabor, lávame la concha, cómetela toda.
Carlos reía a más no poder, se dejo de hacer la paja y se la ensartó en el culo a Liz, por fin algo bueno pensó ella, que su amo se la ensartara en el culo a ella la llenaba de placer, pero prefería no mirar pues sobre su espalda se seguían besando morbosamente Carlos y Mariza.
El dolor en sus tetas era tremendo, la falta del medicamento que debía tomar era evidente, luego de un rato de chupar y chupar sintió que la mujer se venia en su boca, y de mala gana ella trago sus líquidos, ella no sabía como, pero que esa mujer se viniera en su boca la había excitado, ¿Acaso ella sería bisexual? Pasó por su mente, pero ese pensamiento se vio interrumpido al sentir que su amo se estaba viniendo en su trasero, Liz cerró los ojos y se dejo llevar en un orgasmo descomunal, pero que a pesar del placer ella permaneció inmóvil, Carlos agregó: esta putita se ha venido con nosotros, ella pensó que a Carlos le molestaría pero a él no le importo esta vez.
Mariza la tomó de la cara y la miró a los ojos y le dijo: "eres una buena golfita" y la besó, Liz solo se dejó hacer, Mariza degustaba sus líquidos en la boca de la esclava.
Carlos la puso de cuclillas y con las manos en la nuca, con el culo justo sobre un vaso justo debajo de su agujero, le amasaba las nalgas y le daba pequeñas nalgadas muy rápido, ella sentía como comenzaba salir el semen de Carlos de su agujero anal y solo lo dejaba correr, eso le daba cierto placer, el semen recogido fue cayendo dentro del vaso, cuando ya no quedaba mas semen dentro del culo de Liz Mariza tomó el vaso y lo escupió, luego se lo entregó a Carlos, Mariza sin decir nada tomo la cara de Liz y le metió los dedos en la boca abriéndosela, era evidente que quería que le doliera, pues de haberle dicho que abriera la boca ella hubiese obedecido, Carlos vertió el contenido del vaso en la boca de Liz, cayo justo en su garganta, luego Mariza se colocó sobre la boca de Liz y dejo caer otro escupo, cayo desde la boca de la chica recorrió aproximadamente 40 centímetros en el aire y cayo en la boca de la otra chica, y Carlos le puso la píldora que ella debía tomar en su boca junto con el semen y los escupos de la otra su amiga, la cerró la boca dándole a entender que tragara, y ella lo hizo de inmediato, a ella le encantaba en sabor a semen.
Dentro de 5 minutos el dolor en las tetas de Liz fue desapareciendo. Al rato Mariza se fue y se despidió de Liz acariciando sus anillados pezones, acercó a su oído y le susurró: "adiós putita, vendré uno de estos días para que nos divirtamos juntas", y le tiro del anillo en su pezón, ella solo gimió, miraba a la mujer con el mismo odio de siempre, Carlos solo miraba y disfrutaba de eso, luego Mariza dijo: "adiós Carlos ya nos veremos", y beso a Carlos, tocándole el pene por sobre el pantalón y este respondió tocándole el culo mientras se besaban, como la odiaba Liz, por eso.
Carlos envió a Liz a bañarse nuevamente y el se recostó a ver la televisión.
Continuará
PD: perdón por las faltas de ortografía, y si en algunos trozos en relato se volvió monótono, pero es que lo escribí tal como se me fue ocurriendo, como siempre estoy abierto a recibir sugerencias y a aquellos que me las dan y no fueron incluidas en este relato tiene un motivo, pero serán incluidas en su momento según avance la historia. Escríbanme a mi correo sobre que les pareció y las sugerencias si es que las tienen: