Lithium 4

Sera un si? O sera un "lo siento"?

Luego de aquel intenso momento que había vivido con mi hermano, nos quedamos en silencio en la posición en la que estábamos, el sobre mí en mi cama, respirando sobre mi hombro y yo acariciando su cabello, mi cabeza daba vueltas a mil por hora, por más que quería decirle algo, no lograba hilar una frase coherente, él tampoco hablaba, solo me se abrazaba a mí, todo era terrorífico, pero a la vez hermoso, me había conectado con Adrián, de una forma en la que no puedo explicar, sentí, aunque de una manera retorcida, que era mi hermanito pequeño de nuevo, al que yo cuidaba y protegía. Lo tenía tan indefenso en mis brazos, buscando refugio en mis caricias, quería quedarme así para siempre, dios...que es lo que sentía exactamente? Tenía que ser algo más que fraternal, siendo realista esto no era normal, pero me aliviaba un poco la idea de que el experimentaba algo similar a lo que me pasaba a mí.

De pronto escuchamos un ruido de la puerta, Adri se asustó y de un salto se bajó de la cama y se fue sin decir palabra, yo me quede de piedra, había pasado todo muy rápido y ni siquiera pudimos hablar de ello y ahora se había ido otra vez, pero sus caricias seguían quemando mi piel y aun sentía sus labios en los míos, joder, joder! Que se supone que debía hacer ahora? Como debía tratarlo? Como seguiría todo esto? Muchas preguntas para una sola respuesta: NO SE.

Al rato mi madre me llamo para ayudarla con la cena, como todos los días, mi padre llegaría en breve, me mire al espejo, trate de alinearme lo más que pude, respire profundo, y baje, aunque seguía rondando por mi cabeza...Que estaría pensando Adri? Estaría arrepentido? Que estaría haciendo ahora mismo en su cuarto? Joder! tenía que apagar mi puto cerebro por un rato.

Cuando estuvo lista la cena, aproveche la oportunidad para buscar a mi hermano con la excusa de avisarle y hablar con él, subí, golpee en su cuarto y entre.

  • Adri...la cena esta lista.- Estaba tumbado en su cama leyendo, como siempre.

  • Vale, ahora iré.

  • Adri...

  • Que?- Me interrumpió en seco.

  • Podemos hablar de lo que paso hace rato?

  • No hay nada de que hablar Dom.

  • Como que no? Estas de coña?

  • Mira vamos a dejarlo como algo que ocurrió y ya está vale?

  • Te parece a ti que besar y masturbar a tu hermana es algo que ocurrió y ya está?

  • Bueno donde quieres llegar exactamente Dominique?- Pregunto ya molestándose un poco, mientras se levantaba de la cama.

  • Es cierto que me deseas?

  • Mira...tengo las hormonas un poco alborotadas y me deje llevar por el momento si?

  • Es que tu no puedes decirme eso ahora, no luego de lo que hace un rato paso.

  • Y que pretendías que dijera? Eres mi hermana joder, esto se está poniendo enfermizo.

  • Ahora es enfermizo? Adri...no tengas miedo de sentirme, yo quiero sentirte.- Y me acerque para besarlo, pero me aparto y se fue dejándome ahí, me sentía estúpida y desubicada una vez más.

La cena trascurrió con normalidad, la verdad es que yo no podía ni comer, me sentía incomoda, de veras que no entendía a mi hermano, como podía cambiar tanto de un momento al otro, como podía ser tan dulce y tan frio a la vez, la respuesta para todo eso es su puta enfermedad, ya lo sé, quizás lo que había ocurrido también había sido producto de unos de sus tantos arrebatos bipolares. Acabada la cena, ayude a mi madre con los platos y me retire a mi cuarto, me puse el pijama y fui al baño a lavarme los dientes, cuando llegue estaba mi hermano allí con la puerta abierta, lo que vi me dejo totalmente desconcertada, tenía una serie de moretones en la espalda, que rápidamente se cubrió con su camiseta cuando me vio por el reflejo del espejo.

  • Adri que te ha pasado en la espalda?

  • Nada.

  • Te hice una pregunta.

  • Y yo te la he respondido.

Diciéndome esto último se fue a su cuarto, pero lo que había visto me dejo por completo alarmada e inquieta, así que lo seguí a su cuarto, tenía que saber que eran esos golpes.

  • Adrián por favor, dime que te ocurrió en la espalda.

  • Tu no te cansas de hincharme los cojones?

  • No quiero hincharte nada, quiero saber que te ocurrió, es tan difícil entenderlo?

  • Pues hoy me agarre a ostias con un tío, vale? Eso es todo.

  • Pero cómo? Porque?

  • Porque acababa de pelear contigo, y estaba muy cabreado, quería desquitarme con alguien, y pues vi a este gilipollas que me armo un mote una vez en una fiesta, y me las cobre, ya está, satisfecha?

  • Pero mira como te dejo Adrián por dios...

  • El no quedo mejor, te lo aseguro.

  • Me importa una mierda como haya quedado el, me importas tu, déjame curarte esos golpes vale?

  • No puedo voy a salir.

  • Pero como que saldrás? No estás bien, quédate conmigo, venga déjame verte esos moretones.

  • Que no tía! No entiendes que ya voy de salida?- Me grito.

  • Porque me gritas? Porque tienes que ser tan rudo conmigo?- Le dije cabreada.

  • Porque me molesta que te metas en mis cosas, déjame en paz vale? Adiós.

Tomo una chaqueta de la silla y salió, yo respire profundo para tratar de calmarme, lo cierto es que Adrián puede ser muy difícil a veces. Como a pesar de su maltrato, me encontraba muy intranquila por él, le marque a su móvil un par de veces pero nada, no me lo cogió, también le envié algunos mensajes de texto, y tampoco los respondió, no podía quedarme así, era mi hermano y no estaba bien, sentía esas ganas terribles de protegerlo y cuidarlo, contenerlo en mis brazos, como lo había hecho ese ratito que había sido maravilloso para mí, definitivamente tenía que ir a buscar pero, Donde podría estar? Se me ocurrió preguntarle a mi madre y me dijo que se había ido a una fiesta en casa de Madeleine, una amiga de mi hermano de la secundaria si mal no recuerdo. Creí recordar donde vivía, si es que seguía viviendo allí, le dije a mi madre que saldría al cine con mariza y fui en busca de Adrián.

Llegue al lugar y definitivamente no me había fallado la memoria, desde la otra calle se escuchaba la música proveniente de esa casa, no me hiso falta ni llamar a la puerta pues estaba abierta, y había chicos afuera hablando y tomando, cuando entre y mire a mi alrededor la casa estaba aún más plagada de gente, joder, como iba a encontrar a mi hermano entre tanto lio? Comencé a perderme entre la gente, mirando y mirando, hasta que lo vi hablando con una tía, luego le hiso un gesto como que lo esperara y salió para el jardín de atrás de la casa, fue ahí cuando me apure y lo seguí. Lo vi sentado en una mesita que había allí, fumando un cigarrillo, me quede parada unos minutos observándolo, hasta que me vio y me acerque.

  • Que coño haces aquí? Como me encontraste?- Me pregunto extrañado.

  • Te llame un par de veces y te envié mensajes, pensé que al menos podías responderme.

  • No tengo porque hacerlo, no eres mama, además me sentía sofocado y alterado, pretendías que me quedara encerrado?- Me respondió casi sin pausas para respirar.

  • No...es solo que...es un poco raro.

  • Pues se me dio la gana salir vale? Que tiene de raro eso?

  • Adri solo estaba preocupada por ti.

  • No lo estés.

  • Bueno lo estaba!

  • No lo estés!- Exclamo- No pasa nada vale? Estoy bien.

  • Estas lleno de moretones!- Le chille.

  • Déjalo Dominique.

  • Que pasa guapo? Nadie te ha armado un mote aun?

  • Dije que lo dejes!

  • Tienes miedo y lo peor es que es de ti mismo.

  • No le temo a nada.

  • A no?

  • Pues no, ayer un tío estaba tan golpeado que hasta le costaba respirar, tirado a un costado de la acera y todo el mundo lo esquivaba sin siquiera mirarlo, se lo que pensaban, su aspecto era deplorable, era yo...Eso me hiso pensar cuando volvía a casa, porque temerle a un tío que está muerto para el mundo?

  • No puedes decir eso, no vale que yo este aquí entonces? No vale lo que ocurrió entre nosotros?

  • Soy una vergüenza, nada más, nada menos, porque tenerle miedo a eso?¨

En medio de la discusión aparece la tía que estaba hablando hacia minutos con mi hermano, la muy zorra se acerca a él y le coloca sus asquerosas manos en los hombros.

  • Pasa algo guapo?- Pregunto ella.

  • Nada nena, ella es mi hermanita que ya se iba.- Y me echo una mirada asesina.

  • En serio?- Dije irónicamente, dándole a entender que de verdad iba a ignorarme por esa zorra?

  • Buenas noches Dominique.

Diciéndome esto, comenzó a morrear con la tía esa EN MI CARA, se la estaba comiendo prácticamente madre mía! no podía creer que estaba haciéndome esto, quería asesinarlos a los dos, pero me contuve, me di la vuelta y me fui, cada paso que daba una lagrima se me caía, me dolía tanto todo esto, como pudo? Y por esa zorra! Seguro iba a follarsela! Que cojones me importaba ya, la había liado conmigo y muy duro esta vez.

Saliendo de la casa de Madeleine, me cruzo con un viejo amigo de mi hermano, que me acuerdo venía a casa a jugar todo el tiempo, Navid, así se llama.

  • Dom? Eres tu?

  • Si Navid...como estas?

  • Que haces tu aquí? Viniste con Adri?

  • Eh...no exactamente, ya me iba de todas maneras.

  • Te acompaño.

  • No hace falta.

  • Pero quiero acompañarte, además llevo tiempo de no verte.

  • Esta bien, vamos.

Comenzamos a caminar despacio, yo permanentemente miraba al suelo, me pesaban los ojos y sentía la mente atrofiada, no podía dejar de pensar en lo que me había hecho Adrián.

  • Dom, estas bien?

  • aparentemente.- Respondí secamente.

  • Mala noche?

  • La peor.

  • Un cigarro?- Me pregunto ofreciéndome el paquete.

  • Por favor.- Respondí sin pensarlo y me lo encendí.

  • Me quieres contar que te ocurrió?

  • En verdad no, prefiero no pensar en eso.

  • Esta bien, no voy a insistirte, como está tu hermano? No lo veo hará como 3 años.

  • Pues no muy bien, esta cada día peor, es más dejo de tomar el litio, puedes creerlo?

  • Debería hablar con él.

  • Ni te molestes, no escucha a nadie, hace lo que le da la gana, ahora tiene como deporte salir a darse de ostias por la calle y llega a casa todo moreteado.

  • Es terrible lo que me cuentas, seguro por eso estas así?

  • Te parece poco? Es mi hermano y me destroza verlo así, daría lo fuera por volver el tiempo atrás y tenerlo de nuevo como antes.

Navid solo me abrazo y me eche a llorar en sus brazos como cría de 15 años. Moría por contarle todo lo que pasaba, pero no podía, pensaría que era una depravada o quien sabe que, no me quedaba alternativa más que guardarme esto para mi sola. Llegamos a mi casa, me dio su móvil por si quería hablar o lo que sea, me despedí y entre.

No pude evitar volver a llorar cuando estuve en la oscuridad de mi casa, subí arriba y estúpidamente en vez de ir a mi cuarto, me fui al de Adrián, quería sentir su aroma, su perfume, me acurruque en su cama y me impregne de él, sus sabanas, su almohada, todo olía a él, llore hasta quedarme dormida.

Cuando abrí los ojos, ya era de día y mi hermano no había llegado! no podía ser, seguro se había quedado con la zorra esa de la fiesta, estaba envenenándome de nuevo, se abrió la puerta y entro el, su expresión al verme ahí fue de completo asombro y desconcierto.

  • Pero que coño...? Tu dormiste aquí?

  • Si...y tu de donde mierda vienes a estas horas?

  • No es tu asunto, salte de mi cuarto que estoy cansado.

  • Pasaste la noche con esa tía verdad? Te la follaste?

  • Mira enana...

  • TE LA FOLLASTE O NO? Responde joder!

  • SI! JODER SI! me la folle toda la puta noche vale?

Dios...me inunde de una tristeza y unos celos inmensos, lo empuje con todas mis fuerzas y me disponía a salir de ahí, pero él me cogió con rudeza de un brazo, después del otro, y me pego a su cuerpo.

  • Que te pasa Dominique!!!? Te has vuelto loca?

  • Te odio! Te odio! por hacerme sentir así de mal!- Furiosa me aparte de él.

Un momento después, su puño se estrelló contra el armario, y supe que venía su ataque particular, golpes y más golpes en la habitación, asustada me senté en un rincón, esperando que se le pasase la ira, Porque esta reacción? Muchos sentimientos se agolparon dentro de mí. Rabia por no poder detenerlo, dolor por como me había tratado, y ternura por ese chico, que a pesar de lo agresivo que parecía, era tan vulnerable...

Insultaba y maldecía, mientras arrasaba con todo lo que había en el escritorio, dejando todo hecho añicos, llorando me tape la cara, para no verlo así, era demasiado.

Sentí como se acercó a mí y de un brazo me levanto del suelo, sentí como la ira seguía apoderándose de él, con un movimiento de rudeza levanto mi mentón para que lo mirase a los ojos.

  • Enana dime que a pesar de ser el peor de los imbéciles me quieres, que no me odias, dímelo por favor, necesito oírlo.

Cerré los ojos ante sus palabras, a pesar de su dura expresión, parecía una súplica, porque siempre me tenía que sentir tan débil ante él? Mierda! no quería...

  • Enana mírame...por favor dime algo o me volveré loco- Abrí los ojos y me encontré con su hermoso rostro quebrado y su voz entre cortada.

  • No te odio Adri...

Con más calma, comenzó a limpiar las lágrimas de mi mejilla, eso era lo único que necesitaba, su abrazo, su consuelo, lo necesitaba a él.

De golpe me beso con ansias, me quitaba la ropa casi arrancándomela hasta dejarme en ropa interior, con un movimiento rápido me cogió en brazos, dejándome a horcajadas de él, temblorosa por su desesperación, envolví mis piernas en torno a su cintura, con otro movimiento rápido se bajó sus pantalones y su bóxer e hiso mis bragas a un lado, un segundo después sentí como su polla entraba en mi de la forma más salvaje posible, haciéndome gemir al instante.

  • Perdóname, perdóname por todo- Susurro en mi oído, no pude más que deshacerme en sus brazos, porque él era así? Un momento tan frio, y al otro tan caliente, tan violento y vulnerable a la vez, Porque?

Desarmada ante él y sus suplicas, enrede mis manos en su cuello y no hice más que dejarme llevar. En un giro, hiso que cayéramos en la cama, tomo mis manos y las enredo con las suyas por en sima de mi cabeza, me embestía de manera loca, sin miramientos, era tan salvaje que la cama daba golpecitos contra la pared. Sus besos se hicieron más apasionados, madre mía como necesitaba de él, su lengua buscaba la mía desesperadamente- Esto es...una locura- Dije entre jadeos, y claro que lo era! Sentí que iba a morirme de placer en cualquier momento, me sentía muy mojada, muy caliente y muy loca por él. No había vuelta atrás, lo sabía, pero mi hermano se estaba adentrando demasiado en mí y no solo en ese momento.

Continuara...