Líos de aquella magnífica noche de San Juan.
Al hacer oidos sordos de aquellas advertencias de Jaime, me dieron una sorpresa, que acabada me gustó.
La gran avenida, se me hizo interminable, un sol abrasador, caía sobre mí, al llegar a la plaza del pueblo, me encontré con Oliver, Ernesto y Jorge, que estaban tomando un helado, Oliver me hizo un gesto con la mano para que me acercara a ellos.
Oliver.- Nos vamos a bajar a la playa, ¿ te apetece venirte ?.
David.- Si, pero dame unos 5 minutos para que me cambie.
Dicho y hecho, a los 5 minutos, pasaron por casa a recogerme, de camino a la playa, Ernesto dijo de ir a pasar el fin de semana, a un cortijo que tienen sus padres en la Sierra de los Filabres, pero a mi no me hizo mucha gracia.
Llevando un buen rato, revolcándonos en el agua y haciéndonos ahogadillas, estábamos sentados en la orilla, Oliver y yo, hablando, cuando al ayudarme a levantarme y girarme a mi izquierda, estaba allí, nuestro amigo Jaime, que ni se había dignado a saludarnos, y con la mirada nos había fulminado, al darse cuenta que lo habíamos visto, cogió a esa especie de novia que tenía y se dieron el lote.
Despidiéndome de Oliver y los otros chicos, Oliver me dijo que si podríamos quedar por la noche para tomar algo y contarnos de nuestras vidas, a lo que acepté.
Al llegar a casa, mis padres no estaban, vi un rato el televisor y decidí darme una ducha, estando cambiándome en mi cuarto, siento el timbre, contesto que ya bajo y al abrir, un gran empujón hizo que perdiera el equilibrio y cayera contra un perchero que había en el recibidor.
Jaime.- Perdón, creí que estaba la puerta atrancada.
David.- Podrías haber tenido un poco de cuidado.
Jaime.- Esta noche, me paso y te recojo.
David.- ¿ Para qué ?.
Jaime.- He alquilado unas pelis y nos vamos a dormir al chalet de la playa.
David.- Imposible, no puedo.
Jaime.- No te estoy diciendo que si puedes, te estoy diciendo que te recogeré.
David.- He quedado con Oliver, para tomarnos un helado.
Jaime, frunció el ceño y me echo una mirada aterradora.
Jaime.- ¡ Vaya !. ¿ Eres su putita también ?.
David.-Sí, tu por las tardes y el por las noches.
Jaime.- ¿ Es que no tienes suficiente conmigo ?.
David.- Parece que no, es que los desgaste que tienes con Miriam, se ve que te dejan flojito, cuando te toca conmigo.
De repente un gran portazo se oyó, y Jaime se abalanzó sobre mí, había herido su ego masculino, caímos contra el sofá y volcamos, como siempre el quedó arriba, apretándome las muñecas y mirándome fijamente, me decía, vas a saber lo que es un polvo. Yo me eché a reir, pero a Jaime no le hizo mucha gracia y con el cable de las cortinas, me ató las manos y se levantó hacia el mueble del recibidor en busca de no se que.
Al llegar de nuevo al cuarto de estar, traía la cinta adhesiva y arrancando un trozo, me tapó la boca, a mi se me pasó por la cabeza todo lo imaginable, desde una violación a una sesión de sado, pasando por un juego de ladrones y policías.
El muy cabrón, se reía mientras me veía, se desnudó y me quitó los pantalones cortos y los short, se tumbó sobre mí y empezó a mordisquearme el lóbulo de la oreja, con un gesto rápido, me tapó los ojos y la penumbra se hizo, un ratito de tranquilidad y unas manos, empezaron a pellizcarme los pezones y chuparme el cuello, aquello me puso muy caliente, así que rápidamente me empalmé, su lengua bajaba hábilmente por mi estómago hasta mi ombligo y una mano grande me cogió la polla y de una sola vez, se la metió hasta la garganta, empezando un lento sube y baja, que hacía que me retorciera de placer.
Tenía mi polla metida en su boca, sus manos masajeándome los cojones y sorpresa la mía que noté unos dedos, aplicándome vaselina en mi ano, aquello no era normal, había algo que no iba bien, se saca la polla de su boca y metiéndome un cojín bajo mi cintura, noto como una verga de menor grosor que la de Jaime, iba presionando mi esfínter, aquello me sabía a gloria, de un tirón me quitó el adhesivo de la boca y esta vez si noté la polla de Jaime apoyada en mis labios.
El tío que me estaba bombeando era un experto, aquello entraba y salía a una gran velocidad y para nada me dolía, mientras me tragaba la polla de Jaime, alguien me estaba atravesando mi culo con gran maestría. Los dos pararon en seco, Jaime me dijo que se iba a tumbar y quería que lo cabalgara, así lo hicimos, me guiaron para ponerme de pié y cuando ellos estaban preparados, me hicieron sentarme y de una estocada me tragué la polla de Jaime y en la boca me metieron, la verga que segundos antes me abría el culo, para la que venía después.
Todos puestos en situación, empecé un sube y baja, apretando los músculos interiores de mi esfínter, Jaime me pajeaba y el otro chico me metía la polla, hasta que me cabía, deberia de medir unos 19 cms, por que a cada puntada me daban arcadas, incrementé la velocidad a la que me empalaba la polla de Jaime y este gemía como un león, a los 15 minutos cambiamos de postura.
Me situaron en el sofá en pompa, Jaime se metió por debajo y el otro chico me la volvió a hincar de un solo movimiento de caderas, me cogió por las caderas y empezó a meter y a sacar, a su antojo, mientras mi polla se alojaba en la boca de Jaime, me daba palmadas en mi culo, a la misma vez que aquello llegaba hasta el fondo, mi follador desconocido gemía ya anunciando su próxima corrida, mientras Jaime me mamaba la polla increíblemente bien, mi nuevo amigo desconocido se corrió entre embestidas bestiales, me tumbaron en el sofá, con la pierna izquierda rodeaba a Jaime por su cintura, mi pierna derecha se la subió al hombro y punteándome me metió la polla hasta el fondo, el chico desconocido me metió su polla en la boca, que aún tenía restos de su corrida brutal y a la misma vez me la mamaba, mis gemidos y los de Jaime, se confundían en uno, el desconocido aumentó el ritmo de mi mamada y Jaime sacó su poya y la metió en mi boca, aquella sensación nunca la había sentido, me estaba vaciando y a la misma vez me estaban llenando, acabadas las dos corridas, los restos de semen que se escapaban por la comisura de mis labios, fueron degustadas por dos lenguas distintas y la mía.
Unos minutos de silencio, y sentí un portazo, se me descompuso el cuerpo, Jaime aún seguía tumbado encima de mí, y debió notar el acelerón que dio mi corazón, por que plasmándome un morreo de esos que hacen historia me dijo, tranquilo ya estamos los dos solos. Me quitó el antifaz que me había hecho estar en la oscuridad, durante el mejor polvo de mi vida.
Jaime.- ¿ No me invitas a ducharme ?.
David.- ¿ Quién era ?.
Jaime. ¿ Tienes mucho interés ?.
David.- Me acaban de echar un polvo y no se quien ha sido, ¿ tu que creés ?.
Jaime. Esta noche también está invitado en el chalet, así que te recogeré a las 11 de esta noche. Joder, te dejo que llego tarde a recoger a Miriam.
Tranquilamente me duché, y me preparé para ir en busca de Oliver, salí de casa y al volver a la esquina, me encontré con un chico que llevaba sin verlo unos 3 años, era Miguel, hermano mayor de Jaime, tendría unos 25 años, el pelo más rubio que Jaime, con una cola, ojos verdes alto y unas pequitas irresistibles, al pasar por la puerta del Ayuntamiento, me crucé con Oliver, que iba en busca mía.
David.- Es que se me ha hecho un poco tarde, lo siento.
Oliver.- Tranquilo no pasa nada.
David.- ¿ A donde vamos ?.
Oliver. A algún sitio tranquilo, no me apetece estar en medio del mogollón de gente.
David.- De acuerdo.
Llegamos a una heladería, que aparentemente estaba tranquila, nos pedimos dos helados de vainilla, y empezó una conversación, sin pies ni cabeza, pero que derivaría en cierta sorpresa.
Nota del Autor:
Algunos de vosotros me habéis preguntado que si estas historias son verídicas, etc...
Es cierto que los nombres son falsos, menos el mío, algunas escenas también lo son, pero mis relaciones con Jaime son totalmente ciertas, en la mayoría de los casos y con otros protagonistas, que poco a poco os iré contando, adornando cuando sea posible, para que sean un poco más activas y no sean tan romanticonas, solo quiero agradeceros que me hayáis dado vuestra opinión y siempre que pueda os relataré algunas de mis experiencias, un saludo a todos y hasta la próxima.