Lionel, alumno de inglés

A Lionel lo conocí en una despedida. Tomó tanta cerveza, y por sus efectos se deshinibió tanto que terminamos en un hotel.

LIONEL, ALUMNO DE INGLES Hace muchos años que frecuento un Instituto donde enseñan inglés, y hasta hoy no me sucedió nada interesante relacionado con ese Instituo o con su personal. En tanto tiempo, los profesores, alumnos y en especial el personal de la biblioteca que es el que más frecuenté ultimamente, han cambiado. En la biblioteca de ese Instituto cercana al Palacio Municipal de Montevideo hay una gran colección de literatura inglesa y sobre todo de la historia de ese país, libros que consulto periódicamente para enriquecer mis conocimientos de períodos de la historia como la Revolución Industrial, La tiranía de Cromwell, las épocas Isabelina y Victoriana... En fin esos libros no sólo me sirven para enriquecer mis conocimientos como dije anteriormente sino para aplicar en mis clases el material que extraigo de ellos. Después de haber hecho esta introdución de los motivos que me llevan a frecuentar ese lugar, debo decirles que el marido de una empleada de la biblioteca como resultado de la crisis ecónomica que está atravesando el Uruguay, decidió volver al país de sus abuelos. El se fue hace unos meses y por esa causa una de las bibliotecarias deja su puesto para seguirlo a Inglaterra el próximo año. Los demás compañeros de trabajo decidieron hacerle una despedida el miércoles último y como yo soy tan amigo de todo ellos, me invitaron. Después que cerraron ese miércoles, salímos de allí tomamos la cale 18 de Julio y nos dirigimos a un boliche de la Rue de la Vache qui Tombe, antiguamente conocida como la Calle Bacacay, pero la "paquetería" de estos tiempos para hacerla más distinguida la rebautizó "Vache qui Tombe" (Vaca que cae) por Bacacay. Los primeros que llegamos fuímos dos empleados de la biblioteca y yo; la homenajeada había ido a la peluquería con una compañera de trabajo y por esa causa no fue con nosotros. Nos sentamos en una mesa en un rincón y pedímos una cerveza, para hacer tiempo hasta que llegasen los demás invitados. La primera en llegar fue una profesora, que yo no conocía, pidió una Cola y nos cambiamos de mesa para una más amplia en la cual hubiese lugar para los once o doce invitados que aseguraron su participación en la despedida. Fueron llegando, la homenajeada, su compañera, un alumno llamado Lionel, dos ex-empleadas muy amigas mías, pero que hacía mucho tiempo que no veía aunque siempre mantenemos contacto telefónico. Como toda reunión de compañeros de trabajo, se pusieron a hablar de gente que yo no cocía y de otra que sí conocía pero que les había perdido en rastro. Yo quedé ubicado en un extremo de la mesa entre los dos empleados de la biblioteca, uno estaba sentado en la cabecera de la mesa y el otro a mi derecha. Lionel se ubicó o lo ubicaron en el centro de la mesa, o sea que estaba pasando el chico que estaba al lado mío. Empezó a hablar de como la conoció a la homejeada y poco le faltó para decir que se había enamorado de ella, de todas las palabras que dijo sobre María. Vino vestido de traje y corbata, extraño para un muchacho joven, no sé su edad porque cuando nos pusimos a conversar no me la quiso decir, pero creo que andará por los 35 o 38 años, su corbata llamó la atención de varios de los que estábamos allí, y él nos confesó que la había taído de Londres cuando fue a correr una carera pedestre allí. Tenía pintado el Big-Ben sobre una superficie de seda muy clara, que con la poca iluminación del local no se distinguía muy bien que color era. Entre la conversación comentaron sobre sus avances en el conocimientos de la lengua de Shakespeare y le dijeron que yo era un "experto" en resolver crucigramas de la Revista New York, cosa que le asombró mucho y como yo andaba con mi portafolios extraje de allí uno de esos crucigramas a medio resolver y se lo mostré. Fue un entrevero de conversaciones cruzadas, litros de cerveza, sangría y colas acompañados por una deliciosa pizza a la pala. El aspecto de Lionel, era muy pulcro, muy bien vestido, en cierta forma me hizo recordar mucho o Pierre, pero en una versión morocha de él, lo que más se le destacaba era su barba que de tan renegrida parecía que no se había afeitado a pesar de que su cara aparentaba estar muy lisa y sin rastro de vellos. Se puso a conversar conmigo sobre los crucigramas y sobre mis actividades, por atrás del chico que estaba al lado mío, hasta que este se levantó para ir al baño a desagotar su vejiga que estaría muy llena por la cantidad de líquido y sobretodo por la cerveza que estábamos bebiendo. Lionel siguió hablando y contándome de su estudios, pero no recuerdo si me dijo donde trabajaba, solamente recuerdo que dijo que iba a unos grupos de charlas de psicólogos y me invitó a ir. Cuando llegó el chico que había ido al baño, vio que nuestra charla seguía tan animada y le propuso cambiar de lugar con él. Lionel tenía su pierna izquierda al lado de la mía, ignoro si lo hizo a propósito o fue porque las sillas etaban muy juntas, pero su pierna empezó a frotar la mía, y comentando su deslumbramiento por la homenajeada querría disimular lo que estaba haciendo??!! O la cerveza que en grandes cantidades estaba consumiendo, lo deshinibieron de semejante manera, eso no lo sé. De vez en cuando me pasaba un brazo por los hombros no como gesto de homosexualidad sino como queriendo aprobar alguno de sus dichos. Finalmente llegaron una profesora suya y uno de los guardias de seguridad del Instituto que como no había más lugar en la mesa quedó sentado al costado de la cabecera de la mesa, entre el bibliotecario que estaba en la cabecera y yo. Lionel seguía presionando su pierna contra la mía, pidiendo más cerveza y llenando los vasos que a esas alturas éramos tres y el guardia cuatro porque los demás había optado por la sangría y las Colas. En ese tiempo fue como dos veces al baño a descargar la gran cantidad de cerveza que había ingerido, en el último de sus viajes me pregutó si yo no iba, Le respondí que no, que yo estaba acostumbrado a no ir al baño en todo el día porque estaba fuera de casa la mayor parte de la jornada. Nos pusimos al día con todos los "personajes" que pasaron por ese Instituto tanto personal como gente con rarezas. Al llegar la medianoche, empezaron a reunir el dinero para pagar las consumiciones, nos despedímos y cada uno comenzó a irse. Yo quería irme con alguno de ellos, para no tener que irme solo todas esa cuadras hasta mi casa, pero cuando miré a ver quien quedaba en el boliche solo quedaba: Lionel. Seguía sentado en la mesa bebiendo cerveza, parecía un barril sin fondo!! Me acerqué par despedirme, intercambiamos E-mail y le di mi número telefónico, porque como demostró tanto interés en los crucigramas en inglés le dije que le enseñaría a resolverlos. No me contestó nada sobre acompañarme unas cuadras y que él tomara el ómnibus para el Buceo en el recorrido que haríamos. Como no decidió nada le di la mano como despedida, me dio la suya y acercando la cara me dio un beso y me fui. El quedó sentado en la mesa aparentemente concentrado en sus pensamientos y con el vaso de cerveza en una mano. Salí de local, seguí por la Rue de la Vache que Tombe que a esa hora (media hora después de medianoche del miércoles 17 de Diciembre de 2003 estaba increíblemente llena de gente!!), doblé hacia la Calle Sarandí dirigiéndome hacia la Plaza Indepedencia, cuando una voz familiar me dijo: -Te acompaó. Miré y ante mi sorpresa era Lionel!!! Seguimos caminando por la Calle Sarandí. Yo iba bastante mareado por la gran cantidad de cerveza que tenía depositada en mi interior, dado que yo casi no consumo esa bebida mi organismo además de maraeado estaba un poco mal del estómago pero no se lo hice notar y seguimos hacia 18 de Julio. Atravesamos la Plaza Independencia conversando sobre la reunión y sobre sus planes para encontrarnos a tomar algo después de las vacaciones de verano. Al llegar a la esquina en que yo debía doblar para dirigirme a mi casa le sugerí que se tomase un taxi en esa esquina ya que eran la 1 a. m. y los ómnibus estaban ya muy escasos. Nuevamente nos despedimos y al extenderle la mano, otra vez me besó pero esta vez creo que lo hizo a propósito sus labios fríos y empalagosos por la acídez de la cerveza no besaron mi mejilla se posaron fuertemente sobre los míos haciéndome percibir a través de los míos ese acre sabor. Quedé muy avergonzado porque que iban a pensar de nosotros los taximetristas que se encontraban allí en su parada y los pocos peatones que pasaban por ese lugar!!! Al separarlo muy timídamente me dijo: -Qiero estar... un rato más contigo.... Podemos ir a tu casa? No supe que contestar, pensé un momento, a mi casa no podía llevarlo, se me iluminó la mente y le dije: -Mejor vayamos al hotel de la calle Canelones. Estábamos a unas cuatro o cinco cuadras de allí. El aceptó y hacia allá nos dirigimos casi en silencio. Una vez en la habitación se acentuaron mis deseos de descargar la enorme cantidad de cerveza que llenaba mi vejiga, por lo tanto le dije que me esperase en la habitación mientras yo iba al baño a desagotar a mi saturada amiga. Después de saciar mi enorme necesidad de orinar, me lavé bien el "instrumento", preparándolo para lo que iba a suceder... Al regresar a la habitación con algunas prendas de ropa en la mano, me encontré con Lionel que ya se había sacado el saco y la corbata y sin decirme nada se metión en el baño supongo que a hacer lo mismo que yo había hecho unos instantes antes. Volvió al rato, solamente cubierto con un boxer ya que el pantalón y la camisa los traía en su mano. LO QUE LAS ROPAS OCULTAN!!!! Me sorprendió enormente verlo así! Su pecho era tremendamente peludo, unos pelos negros que parecían bucles de tan largos y ensortijados que eran, abrazaban sus tetillas bastante pronunciadas y esos vellos bajaban en línea recta por el medio de su pecho hasta el ombligo, que ni se veía tapado por esa mata azabache, la cual teminaba en abanico sobre su vientre para perderse dentro del boxer. Dejó la ropa sobre un sillón y al darse vuelta vi dos maravillosas montaña de carne muy pronunciada que estaban cubiertas por la tela blanca de algodón de su boxer. Como engaña la ropa!!! Ese maravilloso cuerpo estaba oculto bajo su traje y yo sin siquiera notarlo!!! Se acercó a mi y nos empezamos a besar con unos deseperados y profundos besos introduciendo nuestras lenguas lo más profundo en la boca del otro. Por primera vez mis manos se posaron en esas redondas nalgas y pude sentir la consistencia firme de estas. Ya que él estaba acostado sobre mi, pude sentir como nuestras vergas iban creciendo dentro de nuestra ropa interior, mis manos siguieron apretando su cuerpo contra el mío, mientras sus manos me agarraban de los hombros y nuestras lenguas seguían intercambiando saliva de una boca a la otra. Cuando sentí que mi verga se salía por el borde superior de mi slip, comencé a a bajarle el suyo y giré de tal manera que quedamos de costado, él con su culo al aire pero su boxer aun ocultaba algo que yo quería ver y descubrir entre esa Selva Negra y enrulada. Pude contemplar uan gran maraña de ensortijados vellos negros que ocutaban la parte de su verga que se conectaba con su cuerpo pero dada la rigidez que esta tenía pude verla en su máaximo explendor, no era más larga que la mía pero al ser más gruesa que esta, disimulaba muy bien ese centímetro que le faltaba para tener la misma longitud que la mía. Lionel se movió tan rápido, motivo por o que no pude seguir disfrutando de esa visión maravillosa de esa verga tiesa y palpitante, pero me agradó mucho sentir su lengua en mi glande aunque me había cortado el disfrute visual y lo había cambiado por ese placer inmenso que me estaba dando en mi agujero uretral. Se puso arriba mío y comenzó a lamerme la pija en todo su contorno para luego ir tragándosela poco a poco hasta que desapareció totamente dentro de su boca, cosa que me extrañó. Tan facilmente la fue tragando mientras yo miraba como latía su pija cerca de mi cara y desde abajo suyo pude apreciar algo que sus ropas ocultaron tan bien que nunca me imaginé que este muchacho tuviese dos nalgas tan redonditas y paradas que daban ganas de morderalas. Las apreté con mis dedos mientras él seguía afanosamente chupando y apretando con sus dedos la base de mi herramienta de una forma tan exquisitamente sensual que creí que acabaría de un momento a otro. Su ano estaba oculto por un gran mechón de pelos igualmente negros como los de todo su aparato reproductor, pero hurgué entre ellos y sentí su estremecimiento y gemidos al sentir la presnecia de mis dedos por allí. De su verga salía un delicioso aroma a líquido pre-seminal por lo que no tardó mucho tiempo en desaparecer dentro de mi boca. Hicimos un 69 terriblemente violento y agitado hasta que mis dedos se perdieron en ese agujero ocultado por los vellos y mi verga no aguantó más y explotó en unos grandes disparos de leche que fueron a parar a su garganta y por allí descendieron hasta su estómago con gemidos ahogados por parte de Lionel y mis gemidos y agitación fueron impedidos de emitirse porque mi boca estaba llena con su gordita vara de carne. Una vez que nos calmamos y mi verga fue recobrando su estado de reposo siempre dentro de su boca, porque no la dejó salir hasta que su agitación hubo cesado, noté que la verga de Lionel seguía dura al costado de mi boca porque la tuve que sacar para tomar aire y tragar saliva. Con muy poca voz y agitado me dijo: -Que bien que me hiciste sentir......!!! -Sí, pero no lo disfrutaste totalmente... tu verga sique dura y no acabaste..... -Metémela!!!! No aguanto más!! Me duele la pija, quierooo acabaaaaaar..... Mi verga estaba totalmente mustia, lo pajeé un poco, se la lamí pero nada su verga latía y expulsaba líquido pre-seminal, pero ni rastro de semen o de una pronta eyaculación. Vencido me acosté a su lado, al instante estaba él lamiendo mis bolas de una manera desesperada, metió su lengua donde estas se unen a la base de la pija y estuvo un buen rato lamiendo ese lugar mientras sus dedos apretaban entre mi ano y la raíz de mi verga hasta que mi querida pija empezó a reaccionar por tantos estímulos que recibía de mi nuevo amigo. Cuando logró su objetivo, se puso boca abajo apoyando la cabeza en una almohada y levantó el culo lo más que pudo. -Ahoraaa..! Metémela por favor!!! No me hice rogar, no tenía nada de cremas, ni condones ni nada, porque fue tan inesperado lo que fuímos a hacer a ese hotel, que ni llevé nada de esos elemntos que ayudan en estas cosas del amor y del sexo. Como hace mil años y todavía se usa, escupí una generosa cantidad de saliva en mi mano y la acerqué a ese culito apretado y peludo. La fui introduciendo con la ayuda de mis dedos y luego con mi lengua le apliqué otra generosa cantidad el viscoso elemento hasta que su esfínter fue cediendo y se aflojó lo suficiente como para que apoyase allí mi arma de dolor y de placer. Me puse de rodillas tras suyo y apoyé el glande en el lugar del cual salían grandes cantidades de saliva hacia afura, presioné y ante un grito de dolor placentero por parte de Lionel fue metiendo todo cuan largo era. Estuve unos minutos metiendo y sacando hasta que no hubo más resistencia, tomé su pija con mis manos y la encontré totalmente empapada y pegajosa por sus jugos naturales que con sus jadeos y gemidos se habían acelerado y salieron a su exterior de una manera impresionante. Pude sentir entre mis manos como latía su pija al mismo tiempo que sus gemidos aumentaban y su culo apretaba con contracciones del esfínter a mi pija que estaba totalmente metida en su recto. Intenté sacarla y lo logré, pero al instante él empujó su culo hacia atrás hasta que mi verga nuevamene desapareció allí dentro. -AHhhhhhhhhhhhhhhhh.!!!!!!UUUUUUUuuuuuuyyyyyyyyyyyyyyy!! Fue un agitado sonido que oí antes de que mis manos quedasen totalmente empapadas por el semen de Lionel, mi verga como buena que es al sentir las contraciones suyas por la acabada hizo lo propio, vomitando dentro de Lionel el contenido que todavía guardaban mis vesículas seminales. Lionel se desplomó, aflojando las piernas y quedando su cabeza dentro de la almohada, y con su caída me llevó a mi hacia abajo quedando sobre él y con mi verga bien enterrada en su culo. Quedamos un rato así, sin movernos disfrutando de los últimos minutos en que mi verga tenía vida y la suya se iba calmando entre mis manos y bajo su cuerpo. Una vez que pasó todo, salí de arriba suyo y al sacar mi verga del agujero anfitrión que la había agasajado tan bien, percibí un tremendo olor pestilente y pude verla toda sucia de una pasta marrón que había extraído de las profundidades de mi amigo. Demás esté decir que a veces estas relaciones tan placenteras terminan de esa manera, por lo qué salí disparando hacia el baño para sacarme toda esa porquería que tenía adherida en mi glande y prepucio. Lionel apareció inmediatamente en el baño, pude ver que tenía todos sus pelos negros pegoteados por el semen seco y sin ningun tipo de reparos se sentó en el inodoro y se puso a expulsar el contendido de sus intestinos que gracias a la estimulación de mi verga, su organismo decidió hacerlos salir. Terminé mi lavado y me fui al dormitorio a vestirme mientras Lionel terminaba su evacuación y posterior limpieza en el bidet. Al salir se vistió, me dió un interminable beso en la boca, salímos y pagamos al encargado. Al otro día fui al Instituto a despedirme de todos mis amigos, los cuales me preguntaron por Lionel. Simplemente les respondí que yo me había ido y que él se había quedado, tal vez tomando más cervezas... En realidad fue una mentira a medias, porque no les dije que Lionel me había alcanzado en la calle e hizo todas esa cuadras conmigo y todo lo que sucedió luego en ese hotel. Lionel quedó en llamarme o mandarme un E-mail, cosa que hasta ahora no ha sucedido. Ignoro si fue por el efecto de las cervezas que se deshinibió tanto, ya que realmente no creo qu él sea así. Y a lo mejor su silencio se daba a que no se anima y necesita del alcohol para darse valor. Si lo vuelvo a ver y tenemos otro encuentro, espero que sea gratificante como el primero y pueda contarlo. OMAR

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