Lina y Carolina
Un joven es agradecida víctima de la confabulación de dos chicas para follárselo.
El relato a continuación, sucedió hace 2 meses, fue la experiencia más exquisita de mi vida, se trata de dos chicas, que siempre me gustaron, una se llama Lina, la otra Carolina.
Con Carolina anteriormente había sido novio, pero no habíamos logrado tener sexo juntos, y Lina es su mejor amiga, desde niñas.
Son dos chicas lindas, de piel blanca, Lina es un poco más voluptuosa, con senos hermosos, y un bello trasero que contrasta con sus hermosas y bien puestas piernas. Carolina, es totalmente delgada, y es del tipo de chicas que no tienen grandes senos, ni gran trasero, pero con si figura delgada y torneada, es suficiente para ser una chica muy atractiva.
Siempre mantuve una relación amistosa con ellas, incluso después de terminar con Carolina, no tenía problemas para que fuera mi amiga después de haber sido novios. Salíamos por ahí, aún salimos, hablamos mucho y nos divertimos juntos, pero nunca como en aquella ocasión...
Recibí una llamada de Carolina, invitándome a ver una nueva película, en su casa. Su madre es profesora de escuela, y su padre empleado de un banco, es decir estaba sola en casa, era pleno martes en la tarde. También a la película asistiría Lina.
Cuando estuvimos todos juntos, pues se siguió el procedimiento normal, para ver la película, hablamos molestamos, no había nada raro en ellas, ni en mi tampoco, pues ya habíamos visto varias películas juntos, en total y normal sana amistad.
Empezamos a ver la película, yo al lado de Carolina mi ex- novia, y Lina en un mueble al lado, en medio de esta, si más ni más Carolina me dice al oído, que fue un verdadero error dejarme ir, y que esta muy arrepentida por haber dejado que nuestra relación terminara, yo algo desconcertado y sorprendido no supe decirle nada... sólo mirarla y abrazarla. Pensé un poco y le dije que yo aun la quería mucho, me sonrió y continuamos con la película.
Hicimos un intermedio, para hacer palomitas de maíz, Lina y yo las haríamos, mientras Carolina saldría a comprar refresco para tomar... En esa tarea estábamos cuando Lina se me acerca, me mira a los ojos, y me da un gran beso, pude sentir sus labios y su lengua, algo agitados, era un beso rápido, pero que yo estaba disfrutando... ella terminó el beso, inmediatamente me dijo que no aguantaba más, que eso era algo que hacía mucho tiempo quería hacer. Era una confesión, que a mí me encantó, mucho más de lo que me sorprendió...
Sin más tomé a Lina de su cintura, e hice que me besara, esta vez en un beso apasionado, y lento, mientras lo hacíamos, acariciaba su espalda con una de mis manos, y con la otra me desplace hacia abajo, hasta su hermoso trasero, no me era suficiente una mano como para degustar con mi tacto de aquel monumento a la belleza de un trasero femenino, así que me decidí y con las dos manos acaricié y apreté frenéticamente su trasero, de modo que a la vez el beso se convirtió de nuevo en algo rápido, pero mucho más caliente que el primero... sentí muchos deseos de seguir acariciando el resto de su cuerpo. Empecé a besar su cuello, esto para darme espacio para poder subir mis manos por su cintura, dirigirlas a su estomago, y subirlas hasta sus senos... esos espectaculares senos, que provocaban no solo mirarlos sino acariciarlos y apretarlos como queriendo arrancarlos de su dueña... pero era mejor si no estuviera su pequeña camisetita ombliguera, definitivamente una hermosura para su atuendo, pero todo un estorbo.
De pronto, lo inevitable, el regreso de Carolina, abrió la puerta, sin necesidad de tocar, era la dueña de la casa, entró y sin darnos cuenta, estaba parada en la cocina, y ya me miraba a mi especialmente con cara de no estar muy contenta, por lo que veía... de inmediato se fue, no supe qué hacer, lo único que vi fue a Lina yendo tras ella. No pensaba mucho en lo que pensara Carolina después de que me confesó su todavía existente amor por mí. Pensaba más en lo tristemente había parado con Lina...
Paso un rato, salí a buscarlas en la casa, no las vi en ningún lado, solo vi el cuarto de Carolina cerrado, trate de abrir, pero estaba con seguro, traté de escuchar, pero solo oí que hablaban, pero no entendía nada que pudieran estar hablando, que era lo que más me inquietaba, definitivamente algo de mí estaban hablando, quizá la manera en que jugué con las dos, y también en la idea de vengarse o algo por el estilo, al fin eran amigas y confidentes de toda la vida. Pensé todo tipo de cosas menos que....
Se abrió la puerta, era Lina, me dijo que siguiera, tenía sus senos descubierto, pues había dejado en la cocina su camisa, Carolina estaba dentro, pero no se le veía enojada, tras de mí Lina me tomó por la espalda y empezó a darme deliciosos lameteos en el cuello, Carolina se levantó, me dejó verla totalmente desnuda al quitarse todo en frente mío, Lina igual ya se había desecho de su jean. Yo estaba ahogándome en un mar de confusión, pero no iba a tratar del aclararlo, ¡¡¡sólo dejé que todo pasara!!!
Carolina al frente mío, se acercó y lo primero que hizo fue propinarme un beso, como nunca de novios me lo había dado, y empezó a acariciar mi abdomen, desplazando mi camisa hacia arriba, hasta quitármela, Lina por su parte desde atrás, hizo lo mismo con mi pantalón...
Nos vimos desnudos, los tres, y sin más ni más, Lina se abrió camino entre mis piernas, para meterse debajo de ellas, y coger mis testículos, acariciarlos, y a mi falo erecto comenzar a chuparlo. Carolina, no quería desprenderse de mi boca, y tomó mis manos, poniéndolas en sus senos, inmediatamente empecé a acariciarlos, pequeños, pero totalmente paraditos y con sus pezones bien duros, dejé que el hombre dentro de mi fluyera para complacer a esas dos hermosas chicas.
Decidí empezar a mandar en la situación, y dije a Carolina que se acostara en su cama, a Lina, que igualmente se acostara, a Carolina me dispuse a hacerle una lamida de vagina que la dejó extasiada el final, mientras que Lina abajo me hizo venir en su boca... para igualar las cosas, las cambié de posición y Lina en la parte de arriba de la cama igualmente abrió sus piernas para dejarme ver una vagina perfecta, y Carolina, se puso en la tarea de reanimar mi ya flácido falo en la parte de debajo de la cama. Lina aún más expresiva que Carolina no dejó de gemir hasta dar un largo grito de placer en su orgasmo, y Carolina cumplió a cabalidad su función de dejarme listo como para embestir a cualquiera de las dos...
Carolina se colocó al lado de Lina, las dos me mostraban una vista suculenta, y no sabía por cuál decidirme, Lina estaba de frente con su vagina mojada y lista para metérsela y sin pensarlo más lo introduje en ella, fue un verdadero placer introducir mi falo en semejante vagina tan exclusiva y hermosa, perteneciente a tan exclusiva y hermosa dueña, la embestí largamente provocándole varios orgasmos, la situación era tan excitante como para poder hacerlo, Mientras Carolina, se acariciaba a la vez que acariciaba a Lina, en sus senos. Cuando creí que Lina, había recibido una buena parte de placer, lo saqué de sí, y dije a Carolina que continuaba ella, con rapidez, dispuso su vagina ante mí para que la pudiera embestir, sin embargo, las caricias que ella misma se propinaba no la mantuvieron lo suficientemente mojada, y decidí que había que lamerle su vagina para volverla a poner en un buen punto de humedad, y que más apropiado que fuera la misma Lina la que lo hiciera... Lina, no puso resistencia.
Quise hacerlo con Carolina encima de mí, ella encantada, se colocó a nivel de mi falo, y se lo introdujo muy lentamente, con movimientos lentos y cuidadosos, sentía como cada parte de mi falo la clavaba, lo podía ver en su cara, en sus ojos desorbitados y en su firme movimiento encima de mí. De esa manera obtuvo varios orgasmos conmigo, y la vez que me decidí a terminar yo mismo, por lo que le pedí, que acelerara su movimiento encima de mí, y lo hizo con un espectacular meneo de la cadera, que muy pronto me hizo venir, le informé y ella sin pensarlo me dijo que era su turno de probarme, ya que Lina había sido la primera en tomar mi semen, y lo hizo pegándome una mamada espectacular, sacándome todo el jugo de dentro de mí... Lina se había quedado a mi lado, masturbándose...
Después de esto, me hablaron y me contaron a cerca de lo que habían comentado entre ellas en el cuarto, para mi sorpresa, no fue cosa de esa tarde, estaba todo planeado hace algún tiempo. Habían decidido hacer esto dado su gusto por mí, y que Carolina se había enojado un poco al principio cuando nos vio en la cocina, porque habíamos empezado sin ella. De verdad me sentí utilizado aquella tarde, ¡¡¡pero felizmente utilizado!!!
¡Espero que les haya gustado!