Limusina y club

Relato real

Siempre he sido una enamorada del morbo y que mejor que compartir ese morbo y el placer con más gente, verdad?

Desde hace años me ha gustado ir a clubs, a fiestas, a quedadas.

Me invitaron a una cena para singles liberales, e insistieron mucho para que fuera, así que no podría negarme.

Quedé con un chico para que viniera a buscarme e ir juntos a Barcelona.

A pocas horas para que me pasara a recoger yo empecé a prepararme, me metí en la ducha pensando ya en la gran noche que me esperaba, fantaseando mientras el agua caliente caía sobre mi piel. Me depilé enterita, quería estar muy suave para esa noche. Salí de la ducha, me sequé, me puse mi cremita y me sequé el pelo y me lo ricé. Me maquillé para la ocasión, un poco de línea de ojos, rímel y mi pintalabios rojo, mi preferido.

Fui a la habitación y empecé a buscar un conjuntito que ponerme, al final me decanté por un vestidito lila con pedrería en el pecho, mucho escote y cortito, la ropa interior también lila, sujetador de encaje y tanguita a conjunto y finalmente unos taconazos negros.

Escogí también un conjuntito para la noche, para la fiesta de después, y me decidí por un picardías con transparencias y unas medias de liguero. Lo metí en el bolso, me puse mi perfume preferido y me dirigí al salón, para esperar al chico.

Al poco rato llegó y recibí una llamada suya, cogí todas mis cosas y salí.

Entré en el coche echa un manojo de nervios, le di dos besos y nos miramos de arriba abajo. Él iba vestido con traje y corbata, muy elegante.

Ya de camino empezamos a hablar, de nosotros, de experiencias que habíamos vivido en este mundillo, pasaron los minutos volando.

Llegamos al restaurante donde habíamos quedado, íbamos a ser unas 65 personas.

Allí fuera había un montón de gente, algunos ya conocidos, otros muchos por conocer, estaba muy nerviosa, pero con ganas de conocer a más gente.

El chico me dejó en la puerta y se fue a aparcar, fui a saludar a la gente que conocía, y de repente muchos de ellos se me quedaron mirando, yo era la más joven de todos. Vinieron a saludarme y a presentarse, muchos de ellos y ellas hacía tiempo que querían conocerme.

Cuando ya habían llegado todos entramos para el restaurante, nos colocaron  de manera que fuéramos, hombre, mujer, hombre, mujer. Yo me senté al lado de un chico con el que había hablado otras veces.

La cena estaba genial, el ambiente mejor.

A media cena el chico con el que fui, me llamó, me dijo que cogiera mis cosas y saliera, junto a otras 7 chicas.

Al salir fuera nos encontramos con una limusina hummer blanca, enorme.

Emocionadas subimos a la limusina, detrás nuestro los 4 chicos que lo organizaron también subieron.

No tardamos en servirnos unas copas,  sentir la música y poco a poco el ambiente se iba caldeando.

En el fondo uno de los chicos rodeado de chicas, una de ellas empezó a desnudarse, mientras las otras le quitaban la ropa a él.

Yo me coloqué justo detrás de la chica que se desnudaba y empecé a acariciarla, a besarla, para acabar masturbándola delante de todos los demás.

Me quité el vestido, quería sentir su piel rozando con la mía. Me pidió que me sentara y empezó a lamerme los pezones, que al notar su lengua se pusieron duros,  con una mano me apartó el tanga, y al ver lo húmeda que estaba, me miró con cara de golosa, que cambio inmediatamente a cara de zorra total, me metió dos dedos y a la vez empezó a lamerme el clítoris. Joder yo estaba muy muy cachonda, el ambiente era indescriptible, se olía el sexo, se sentía totalmente.

Mientras ella seguía comiéndome el coñito, yo me tumbé un poco más para jugar con la chica de al lado, que al ver que estaba tumbada en el asiento vino a darme un beso, la tire hacia mí y ella se  colocó encima de mí, acariciando mis pechos… poco a poco fue acercándose más a mi boca posando su coño muy cerca de esta, empecé a lamérselo suavemente el clítoris, acompañado de pequeños mordiscos en los labios, mientras apretaba sus muslos…ella empezó a gemir, gemidos que se mezclaban con los míos y con todos los demás.

Pronto noté como mi la chica estaba a punto de correrse, le metí dos dedos mientras se lo comía, moviéndolos con fuerza, sentí como se estremecía y se corrió en mi boca, dejándome empapada con su corrida.

Contenta la chica se fue hacia otro lado de la limusina, nosotras no habíamos terminado, pero parecía ser que había un chico que quería unirse… Así que cambiamos de posición, yo me puse a 4, con el culito en pompa y ella debajo, formando un 69, el chico no se lo pensó dos veces para acercar-se y meter mano a mi culo, y a mi coño. Empezó a follarme poco a poco para así poder sentirlo bien, entraba tan bien… yo estaba muy mojada. Mientras notaba como la chica me masajeaba el clítoris. Yo no desaproveché y empecé a tocarla, a palmotearle el coñito y seguido le metí los dedos, moviéndolos rápidamente, y a los pocos segundos se corrió a chorro dejando los asientos empapados… Yo me dejé ir, sentía como el chico me metía un dedo en el culito mientras me follaba más fuerte aun y a los pocos segundos soltando un fuerte gemido me corrí. Me incorporé como pude, y me senté entre ellos dos… nos miramos, sabéis esas miradas complaces, de haber compartido algo muy íntimo? Sabéis a cuales me refiero.

Les di un beso a los dos, y empezamos a vestirnos, el trayecto en limusina había terminado, una hora.. que había pasado volada.

Cuando todos estábamos vestidos, salimos de la limusina que nos dejó justo delante del club. Entramos, nos situamos un poco. Poco a poco empezó a llegar la gente de la cena, nos tomamos alguna que otra copa.

Yo me fui al vestuario a cambiarme, donde una de las chicas y un chico que había conocido me siguieron. Estuve hablando con ellos y ella se ofreció a ayudarme a ponerme el conjunto que había traído en especial para esa noche.  Me coloqué el corsé, ella me ayudo a atarlo bien, seguido del liguero y las medias, ella me ayudo a atar las ligas a las medias, me subí  a los tacones y le di un beso y las gracias. Dejé que la parejita hiciera la suya y salí a la zona de sofás.

Nada más salir me cortó el paso un hombre, alto y apuesto, sabía quién era, y había deseado que llegara ese momento.. Me acarició el pelo, la cara, y me plantó un beso muy suavemente…

en ese mismo instante me derretí, sentí la necesidad de sentirlo más.

Me cogió de la mano y me llevo a una barra de pole dance, delante de un sofá donde él se sentó.

Baila para mí- me dijo-

No pude negarme, así que ruborizada subí a la barra y empecé a bailar, moviendo las caderas, el culo, fue lo más sensual que había hecho nunca. Me puse en pompa hacia él, apoyándome en la barra con las manos..

Quieta-dijo él-

Me quede quieta y noté como se levantaba del sofá, y venia hacia mí. Paso sus manos por mi espalda, hasta llegar a mi culo acariciándolo suavemente, pero sin esperarlo me propinó un azote, eso me encantó. Al verlo, siguió, con otro y otro y otro….

Vamos a ver cómo está tu coñito preciosa- me susurró-

Metió los dedos entre mis labios y de pronto uno dentro de mi coñito, me estremecí, mi piel de gallina detonaba que eso me encantaba.

Siéntate en el sofá, venga- me ordenó-

Bajé de la barra, para dirigirme al sofá y me di cuenta de que no solo él me había estado mirando sobre la barra… sino que mucha otra gente que estaba allí también.

Me senté en el sofá, tímidamente y él se acercó a mí, mirándome con deseo… Se sentó a mi lado, mirándome fijamente, me sacó los pechos del corsé y empezó a tocarlos, los agarró con firmeza y me pellizcó los pezones. Solté un gemido, y él me sonrió.

Bajo su mano hacía mi coñito, que palpitaba ya, y empezó a masturbarme, empecé a gemir, cada vez más fuerte y noté como él tenía una erección increíble. Empecé a acariciarle la polla por encima del pantalón y él se puso de rodillas encima del sofá mientras me seguía tocando con la otra mano. No pude resistirme y le desabroché los pantalones le acaricié por encima del bóxer, sonriendo… y saqué su polla de ahí dentro.  La acaricié por fin pudiéndola sentir, dura, caliente y tan grande… me incorporé un poco, para poder lamer la punta, poco a poco me la fui metiendo en la boca, moviendo la lengua de un lado a otro, oí como su respiración aceleraba y gemía, sin dejar de masturbarme a mí, nuestros gemidos ambientaban la sala.

Se paró y bajó del sofá, se arrodilló ante mí, y mirándome a los ojos bajó su boca a mi coño, comiéndomelo con ganas.. estaba tan excitada que me corrí en su boca enseguida, gritando y temblando del placer.

Se incorporó un poco y sin que yo pudiera ni reaccionar,  me tumbó y empezó a follarme y joder que bien follaba… notaba su polla muy dentro de mí, y sentí la necesidad de tocarme mientras él me follaba así que así lo hice, empecé a acariciar mi clítoris..

De pronto llegó otro chico, que me miró sonriendo, yo no le reconocí pero parece que él si sabía quién era yo, se sacó la polla, yo mire por un momento desconcertada, pero el hombre con el que estaba me hico que si con la cabeza.

El nuevo chico acercó la polla y empecé a comérsela.

El hombre sacó su polla de dentro de mí, y de un tirón de pelo me incorporó y se corrió en mi boca, llenándomela.

Traga-me dijo, mirándome fijamente-

Me senté y me coloque bien el corsé, me puse bien el pelo y respiré.  Había sido todo muy intenso.

Fui a mirar la hora, y eran ya las 5 de la madrugada. Fui a por mi ropa, me cambié, y me dirigí junto al billar de la entrada donde estaban un grupo de conocidos.

Me senté en el billar y se acercó a mí el chico de antes, que estuvo abrazado a mi hasta la hora de irnos.

Y la noche no acabó ahí, adivináis en casa de quien dormí? Dejo el resto a vuestra imaginación.. o con un posible.. continuará…