Lilith es un Nombre Transgresor
Este Relato es una introducción al mundo personal de Lilith. Si bien es literatura, yo me siento reflejada en él. Su mundo y el mío corren paralelos en mundos de ficción anhelados o simplemente soñados. Yo te invito a soñarlo juntos y a soñar conmigo, espero que tengas los mismos sueños húmedos que me proporcionan a mi. Un Beso. Lilith
Lilith es un Nombre Transgresor
Escritora: Lilith Mórrigan
Capítulo Primero
Lilith se presenta
Cuando nací mi padre me puso Lilith, y no sé si el nombre hace a la persona o es la persona la que hace al nombre, pero en mi caso, el nombre me hace justicia. Lilith es un nombre transgresor igual que lo es mi padre. Nunca lo vi rezar, ni tampoco quejarse, siempre dice que nos merecemos lo que nos pasa y que nada es ajeno a nosotros. Dicho en román paladino, si hay algo de verdad en lo que predican algunas religiones es que el hombre es libre para elegir, o sea que tiene libre albedrío. ¿Y que tiene que ver esto con mi nombre?. Pues tiene que ver en la forma en que interpreta mi padre la vida. En principio no se cree algo por el único motivo de que todo el mundo lo repita, mi padre dice que somos como papagayos que hablamos y hablamos sin pensar en lo que decimos y la mayoría de las veces sólo decimos aquello que hemos oído a otros.
Mi padre en principio se cuestiona todo, o casi, y luego lo comprueba. Si preguntáis a cualquier occidental cuales fueron las primeras personas que creó Dios según el Génesis, os dirán que fueron Adán y Eva y sin embargo no es cierto. Dios creó a Lilith y a Adán, por este orden, lo que ocurrió a continuación es que Adán quería que Lilith le sirviera y admitiera que por ser más fuerte era superior, y ésta le recordaba que no era su sierva, ya que Dios la había hecho en igualdad a él, además que no había que equivocar fuerza con inteligencia y que él era un patán. Adán debía de ser bastante borde y quejica y al final Lilith cansada de sus exigencias cogió a sus hijas y lo abandonó. Eva fue el resultado de más lloros y quejas por parte de Adán hacia Dios, parece ser que aunque su paciencia es infinita al final accedió a crearla quitándole a éste una costilla para ver si se callaba. Y al parecer se calló; claro había conseguido lo que quería, una mujer para servirle. Buscar
Pero no olvidemos a Lilith, ella y su linaje permanecieron, lo mismo que el de Eva, pero mientras que el primero era trasgresor y creaba sus propias leyes, el segundo era servicial, o servil, según los casos. Mientras las hijas de Lilith no permitían ser dominadas por los sucesores de Adán, a las hijas de Eva se las enseñó que ese era su cometido y el motivo para lo que fueron creadas. En fin, no es mi pretensión explayarme mucho en este tema, pero esta introducción hacía falta, para entender como piensa mi padre y por extensión, toda mi familia.
Tanto mi hermano Alberto como yo, gozamos siempre de mucha libertad, Alberto me lleva cinco años, y hasta donde recuerdo siempre hemos dormido juntos, bueno, cuando no duermo con mi padre. Mi madre es enfermera y trabaja por turnos, la semana que le toca trabajar de noche yo ocupo su sitio, y lo digo en el sentido más literal de la palabra.
No sé cuando mi hermano comenzó con los tocamientos, pero lo que si sé es que me gustaba muchísimo y al final era yo la que se lo pedía. Cuando dormíamos juntos, lo hacía todos las noches, sobre todo me gustaba que me acariciase el pecho -no las tetas, pues aun no las tenía- y el interior de los muslos. Cerraba los ojos y sentía sus manos como recorrían todo mi cuerpo, luego él totalmente excitado acababa masturbándose. Tampoco recuerdo cuando comenzó a penetrarme, creo que fue una consecuencia de nuestros juegos. De acariciarme el sexo pasó a meterme un dedo y como yo disfrutaba muchísimo no hacía más que pedírselo, supongo que de ahí a penetrarme fue una consecuencia natural.
Si tuviese que hablar de mi primer orgasmo tendría que reconocer igualmente que no recuerdo con exactitud que edad tendría, lo que sí recuerdo perfectamente es que fue mi padre el que me lo proporcionó, y si ya para entonces era mi amor único y verdadero, a partir de entonces se convirtió en mi amor unívoco y sagrado. Hablar de Dios era hablar de mi padre. Hablar de hijos futuros era hablar de mi padre. Hablar del universo todo, era hablar de mi padre.