Lilim - 7. RATTS
El Pasado parece empeñado seguir apareciendo en las cercanías de Miguel de Urquiza, y siempre acompañado de aquellos a quien menos tiene ganas de volver a ver...
7. RATTS
Después de encontrarme en la escalera de la Brigada con la Shattenkrieger, procure nuevamente pasar lo mas desapercivido posible y dejarme ver por la policia lo estrictamente necesario, es decir, nada. Una vez con tiempo libre tras salir del trabajo, me dedique con cariño al pirateo de las Wifi de mis adorables vecinos, o mas bien, de mis adorables vecinitas, tratando de conseguir con ello hasta la mas minima brizna de informacion que me pudiese luego resultar util para mis intenciones de follarmelas a todas y cada una de ellas. Aqui se trataba de follarmelas y que luego no hubiese consecuencias desagradables o que me pudiesen perjudicar, no estaba dispuesto a jugarmela en lo mas minimo, por lo que requeria de informacion adicional que me asegurara que pasase lo que pasase ninguna de ellas trataria luego de hacerme ninguna jugarreta.
Como ya dije, tarde un poco en recordad que el modo mas sencillo de interceptar comunicaciones en un domicilio, es hacerse con el control del Wifi. El problema al que me enfrente cuando trate de hacerlo, es que no sabia de quien era cada uno de los aparatos, ni tenia un modo objetivo de poder saberlo con seguridad en todos los casos. Al final recurri a un truco de lo mas sucio, me hice con una pequeña camara que coloque debidamente disimulada dentro del plafon de la luz en su descansillo de la escalera, con el fin de saber quien salia y entraba en cada momento. De ese modo me fue muy “sencillo” saber a quién pertenecía cada aparato, apenas tarde una semana para diferenciarlos con absoluta seguridad. Luego el averiguar cosas interesantes para mis fines de todos ellos fue coser y cantar, como se suele decir. Tras intervenir sus dispositivos y descargarme una copia de cada uno de ellos, mis primeras candidatas a ser folladas fueron las “mamas”, de las cuales, primero a través de sus Whassap y después gracias a intervenir sus móviles en un momento casual, logre averiguar que al siguiente Sábado sus respectivos Mariditos se marchaban de montería el fin de semana, y ellas dos por su parte, tenían planes para ir a tirarse a algunos jovencitos, dicho por las dos entre risas tal cual, y mencionando de pasado lo que supuse era el nombre del local donde tal evento ocurriría. Estuve preparándome para actuar dicho sábado, lo que no tenía aun claro es si sería contra una sola, o contra las dos, eso era algo que debería de valorar en cuanto tuviese claro como era el lugar al que pretendían acudir.
La semana estuvo de lo más tranquila en el trabajo, dado que estaba trabajando en la oficina tenía todo el tiempo del mundo para operar por internet y tanto espiar a mis potenciales víctimas en sus domicilios, como indagar en la red, y en la también denominada red oculta cosas sobre el lugar al que supuestamente irían las dos maduras. El miércoles me decidí a ir a dar una pequeña vuelta por el local para ver que se podía hacer allí y como estaba configurado aquel sitio. Me encontré con un sitio de lo más discreto en el centro de la ciudad, de hecho, de no haber sabido que existía y estaba allí, jamás habría dado con él. Mi primer problema fue que se trataba de un club de lo más exclusivo, y tan solo se podía acceder a él de dos supuestos modos, siendo socio, o siendo “invitado” por alguien que me avalara. No obstante, en la red profunda encontré un tercer método alternativo para poder entrar, ser lo que por lo visto allí consideraban como un “reclamo”. Lo cierto es que me costó más trabajo conseguir entrevistarme con alguien que pudiese ofrecerme tal oportunidad, que le hecho de conseguir después mi propósito, no en vano, mi cuerpo estaba esculpido como si de una antigua estatua griega se tratase y mi miembro era de unas proporciones más que adecuadas. El golpe definitivo lo di cuando la mujer que me entrevisto, se ofreció para pasar un rato entretenido, lo que en realidad no suponía otra cosa por su parte que el probar el material nuevo de primera mano.
Me resulto de lo más divertida, si para mostrar mi pecho ya me había abierto la camisa y para enseñarle mi polla mi pantalón estaba casi por las rodillas, la buena señora tenia las tetas casi al aire por el escote que llevaba, donde la poca tela que se las cubría mostraba sus pezones completamente endurecidos, muestras de su estado de calentura. Se lanzó a sobarme bien sobado por todos sitios, a jadear cuando sus manos pasaban sobre mis músculos, o a emitir una especie de gorgoteos cuando su mano se cerró sobre mi cada vez más endurecida polla. Me encontraba en una encrucijada, la del ser un manso cordero, o un fiero león… y por lo que había visto en mis vecinitas, por su conversación y comentarios sobre lo que buscaban en ese lugar, sin duda me convenía mas ser lo segundo. Sujete a la mujer por ambas muñecas alzándole los brazos, evitando que siguiese sobándome, la forcé a retroceder hasta ir a topar con su mesa del despacho donde estábamos. Antes de que pudiese reaccionar diciendo nada o avisando seguridad, procedí a soltarla, mirarla fijamente, y luego, rasgarla violentamente el vestido que llevaba, para de seguido inclinar mi cabeza comenzando a mordisquearle los pezones con cuidado. Mientras la sujete por la cintura alzándola, metiendo entre sus piernas una rodilla y separándoselas, cuando empezó a gemir por mi boca sobre sus pechos le rompí de un tirón también sus bragas, metiendo de seguido mi polla de un solo golpe en su coño.
Se le notaba que lo estaba disfrutando, mientras lamia sus pechos, y embestía su coño con saña, sus piernas estaban abrazándome por la cintura mientras sus brazos me trataban de rasguñar la espalda. Si bien no quería propasarme, tampoco deseaba quedarme excesivamente corto, por lo que finalmente termine recurriendo a un pequeño mordisco de mis colmillos y a inyectar en su sangre algo de placer aumentado, no tardo ni dos segundos en correrse de modo violento pese a dejar de morderla casi de inmediato. Quedo rendida, pues además de la violencia del orgasmo, había perdido un poco de sangre por mi mordisco, algo realmente insignificante, pero que provocaba un leve cansancio pese a todo. Me indico que podía pasarme por allí cuando quisiese, para ello me proporciono una tarjeta, también me indico que ya fuese llevándola yo mismo, o bien alquilándola allí, era obligatorio entrar al local portando mascara, ya fuese de media o de cara entera. Me explico cómo funcionaba aquello, sorprendiéndome un poco el tema de las máscaras, aunque como me explico, en realidad, solo servían para los lugares comunes, porque después cuando se entraba en privado estas por regla general solían sobrar. El ser obligatorias eran más por una cuestión de falsa seguridad para sus clientes, pensar que estaban protegidos de ser reconocidos si por cualquier coincidencia entrase alguien de su entorno, o que no debería de verlo allí… pese a que posiblemente en la mayoría de las ocasiones, eso era perfectamente válido para ambos “coincidentes”.
El viernes noche comenzó a torcerse mi maravilloso y perfectamente planificado fin de semana. Coral y Tony se autoinvitaron a cenar a mi casa unas pizzas, con el fin de hacerme unas consultas relacionadas con el trabajito que a ambos les había caído encima. Según me explicaron, llevaban toda una semana haciendo de niñera de una inspectora de la Interpol que según parecía estaba investigando una serie de asesinatos ocurrido a lo largo de toda Europa y de los clasificados como “extraños”. Aun antes de que ambos se explayasen sobre ella, me imagine de inmediato quien podía ser dicha persona, y no me equivoque, se trataba de la Shattenkrieger. Antes de que ambos se comenzasen a desviar del tema y buscarme algun tipo de problema, decidi ir directo al grano...
- Muy bien, perdonad que os interrumpa, pero resumamos, ¿para qué me necesitáis?
- Pues veras, la inspectora ha traído un total de trece posibles casos de muertes “naturales” pero que en la autopsia han sido declaradas también como “extrañas”. Nos gustaría que les echases un vistazo y nos dijeras qué opinas… -explico Coral.
- Pero si las autopsias han dicho que eran naturales, pero un poco extrañas, no sé qué suponéis que pueda ver yo que no veáis mucho antes vosotros mismos…
- Los Druidas conocéis perfectamente y muy a fondo el mundo de las plantas. Si alguien hubiese usado algún medio natural poco conocido para eliminarlos, es posible que tu observases alguna cosa que nos pudiese proporcionar aunque solo fuese un pequeño primer indicio. Y sabes que lo que digo es verdad… -argullo Tony.
- Está bien… les echare un vistazo, pero no os prometo absolutamente nada…
- Eso lo sabemos, toma las carpetas y dinos qué opinas –me tendió las carpetas de los casos Coral.
Mientras cenábamos la pizza y yo miraba detenidamente cada uno de los expedientes, los dos se dedicaron a ir contándome lo que habían estado haciendo con la inspectora de la interpol. Que según ellos no había sido otra cosa que ir de un lado a otro sin ton ni son. Además tenía a todo el mundo cabreado porque en los días que llevaba allí había pedido varios expedientes de casos y había acudido sola o con ellos dos a donde se habían producido los hechos. Coral, irónicamente incluso, me indico que habían estado también donde apareció mi “amiguito”, añadiendo en plan broma, que ya sabía a quién se refería, “a ese de las alas negras”. A Tony el comentario por algún motivo no le pareció apropiado por lo que la dijo básicamente, que de eso era mejor no solo no hablar, sino directamente, no acordarse de ello. En ese momento, Coral acuso a Tony de estar últimamente muy raro, especialmente cuando tenia cerca a “esa” de la interpol. Para zanjar el tema y evitar que se enfrentasen los dos, lance con fuerza sobre la mesa el paquete de carpetas, haciendo dos montones, uno de siete expedientes, y otro de seis.
- Bueno, ya está, y basta de tonterías, comportaos como adultos de una vez…
- Oye, que es verdad, que este cada vez que esa tipa está presente se comporta como una especie de colegial…
- Eso no es cierto…
- Bueno ya basta. Tony, siento decírtelo, pero es posible que Coral tenga razón. Me cruce con ella el último día que estuve en vuestra brigada, justo cuando me marchaba, y te puedo garantizar que esa mujer es Licántropo, y más concretamente, una Omega.
- ¿Estás seguro de que era ella?
- ¿Vaqueros negros, botas negras de media caña con tacón, blusa azul, chaqueta vaquera negra también, ojos verdes, morena, pelo por los hombros cortado a flequillo y con un cuerpo de infarto?
- Si es ella –acepto Coral- Joder Miguelito, que bien que la recuerdas, ¿no? –repuso irónica.
Tony se me quedo mirando fijamente sin decir nada, mientras que Coral al no contestar a su puya, miraba de uno a otro con cara más que evidente de no entender absolutamente nada de nada. Por lo que su siguiente pregunta, fue completamente previsible…
- Oye Miguel, ¿qué es eso de una Omega, y porque eso se supone que tiene que influir en Tony?
- Para explicártelo de un modo que lo entiendas, digamos que entre los lobos una Omega es el equivalente en hembra de un Alfa, excepto que mucho más dominante y poderosa que cualquiera de estos, muy capaz de influir incluso sobre ellos… Creo que puedes entender que el efecto que causa sobre cualquier otro macho es devastador si se lo propone… -replico muy serio Tony.
- Pero tú no eres un Alfa y sin embargo, excepto esa forma estúpida de colegial de comportarte tampoco parece haberte afectado mucho más…
- Si, y es extraño, aunque quizá eso solo quiera decir que realmente nunca ha tratado de manejarme, y solo estoy notando los residuos de su poder. Pero incluso algo así, dado que soy un Likos y no un Licántropo, significa que es muy poderosa… Ahora mismo supongo un problema para el equipo, esa mujer podría llegar a dominarme simplemente con su meñique…
- No, no podría hacerlo –suspire-, no pensaba decíroslo, pero dada la situación, puede que sea mejor que os lo explique antes de que os deis de bruces con algo por vuestra cuenta y sea peor el remedio que la enfermedad, como se suele decir.
- Que pasa, porque dices que no podría dominarme… -interrogó Tony.
- Azrael… ambos fuisteis tocados por sus alas cuando estuvisteis en su presencia, aunque físicamente estabais a unos metros detrás de mí, era inevitable que ocurriese. Digamos que vuestras mentes sufrieron un leve cambio, no mucho ni que os convierta en alguien diferente, pero si lo suficiente como para no ser ya las dos mentes normales de alguien de vuestras respectivas razas. Si esa Omega tratase de controlarte usando su poder ancestral de Clan, se iba a llevar una más que desagradable sorpresa al no poder hacerlo de forma tanto eficaz, como efectiva –alcé una mano para evitar que Tony me interrumpiese-. Pero cuidado, que no pueda controlar, no significa que no sea capaz de influir, no eres ni mucho menos inmune…
- Pero… -corté a Coral.
- Ya está, es suficiente, contentaos con que os haya explicado algo de lo que no teníais que ni suponer. Ahora pasemos a lo que os trajo aquí. Esos siete casos son de verdad muertes naturales, aunque las fechas de fallecimiento de todos ellos están mal –repliqué, luego poniendo mi mano sobre el montón de expedientes-. Sin embargo, en estos seis de aquí… hay algo extraño, no sé qué es, pero yo me centraría en ellos… -los cogí y se los tendí.
- ¿Estás seguro de que estos siete fallecieron de muerte natural y que es eso de que las fechas de fallecimiento están mal? –me preguntó Tony recogiendo de la mesa dichos expedientes y mirándome fijamente mientras Coral me tomaba de las manos los seis restantes con su vista también fija en mí.
- Completamente seguro, los siete muestran los mismo signos para quien sabe que buscar, y no existe forma más natural de morir que bajo el toque del Ángel Exterminador… Esos siete llevan el sello de Azrael, y solo existe un motivo para que sea de ese modo y una fecha de muerte posible para todos ellos… de modo que por alguna razón las fechas que aparecen son erróneas.
- Vaya –trago saliva Coral-, eso sí que no me lo esperaba. Creo que aquel asunto era más serio de lo que pensábamos –Tony asintió-, pero ¿las fechas de defunción mal puestas en todos ellos?.
- Sí, todo esto es muy raro… Miguel, ¿estás seguro con lo de las fechas? –preguntó Tony muy serio.
- Completamente seguro. Si Azrael considero castigar a alguien, y por castigar, me refiero a recibir su toque, probablemente todo fuese prácticamente con escasos minutos de diferencia entre unas muertes y otras, estuviesen sus “castigados” donde estuviesen.
- Entonces quizá tengamos un problema con todo esto… -dijo Coral pensativa.
- Puede, pero creo que a estas alturas ya os debe de quedar muy claro que molestar a quien no se debe, no es ninguna buena idea… Dejar estar quietos esos expedientes y no remováis mas en ese asunto.
- No, si en eso creo que todos estamos completamente de acuerdo, entonces arreglado, nos centraremos en estos seis asesinatos… -dijo finalmente Coral, haciéndose cargo del otro montón de expedientes-. Quizá ahora Serena pueda hacer que esta tipa nos tome en serio y nos permita compartir este caso con ella...
- Dado nuestro trato y lo que habéis estado contando aquí sobre esa mujer, creo que debo de pediros que advirtáis a Serena sobre la idoneidad de mezclarse en los asuntos del consejo. Esa inspectora en realidad es una Shattenkrieger, y posiblemente esas fechas erroneas tengan algun fin concreto que ahora mismo desconoceis...
- ¿Estas seguro de ello? Lo de la Shattenkrieger me refiero –preguntó Tony muy serio, mientras que Coral se ponia un poco palida.
- Si, en las dos cosas, si no lo estuviese no os lo diria... Mientras ande por aqui id con pies de plomo y de paso que le decis a Serena quien es, informadle tambien de que es una Omega... Si aceptais un consejo, yo devolveria todos esos expedientes tal y como los habeis recibido, diciendole simplemente que no sabeis nada...
- ¿Algun dato mas sobre ella que sepas o que creas que sabes...? –pregunto Coral, ignorando olimpicamente mi consejo.
- ¿Que crea que sabe? –indagó Tony hacia Coral.
- Sí, no sé, tengo la sensación de que no nos está contando todo… es… raro… no sé cómo definirlo…
- Eso es que tus poderes cada vez se hacen más fuertes… Está bien, hay una cosa más sobre ella, esto sí que no lo sé seguro, pero esa mujer muy probablemente podría ser una Shattenkrieger del cuarto circulo... –ambos silvaron a la vez cuando lo dije.
Quien conocía de su existencia, normalmente sabía que los Shattenkrieger median sus rangos en circulos, y que existen siete en total. Un recien incorporado estaria en el primer circulo, y el unico modo de ir avanzando es a base de cumplir misiones para el consejo y mejorar considerablemente en todos los ambitos, no existe cantidad minima ni maxima de miembros en ninguno de los circulos, ni para ascender ni para permanecer. Tan solo unos pocos Shattenkrieger logran pasar al segundo circulo, y aun menos, pasar de este al tercero... Ascender desde este tercero al siguiente, podria requerir de siglos incluso, por lo que solo las razas mas poderosas y los mas fuertes de sus miembros podian llegar tan lejos, aunque siempre existen excepciones. Un miembro del primer circulo normalmente estaria entrenado al nivel efectivo de un cuerpo de operaciones especiales, los del segundo circulo eran aun mas letales que estos y si los del tercero eran como sombras, de ahi para arriba solo se podia suponer... Por eso mismo, el hacerles saber que esa inspectora podria pertenercer al Cuarto Circulo daba una medida muy amplia de como de importante era tratar de no mezclarse con ella mas de lo necesario, y mucho menos, meter las narcies donde nadie llamaba.
Una vez de marcharon los dos, me centre en mis vecinas, en que ese sabado acudirian al local de intercambio y yo tendria que estar alli para esperarlas. Me era del todo imperativo preparar ciertas cosas para que no se me escapase mi presa en dicho lugar, y mas importante, que despues de eso, fuesen tambien mias aqui, en mi mismo bloque. Desafortunadamente, una cosa es lo que planificamos, y otra muy distinta lo que luego en realidad ocurre. Gracias a mis investigaciones sabia por ellas mismas sobre que hora saldrian de casa aproximadamente, lo que me permitia acercar mucho la horquilla de tiempo en que llegarian al local, donde yo queria llegar no mucho antes, aunque si lo suficiente como para poder esperarlas alli “emboscado“. Cuando llegaron, como todos los presentes lucian sendos antifaces de color negro que les cubrian hasta el puente de la nariz, haciendo a la altura de los ojos forma de gafas con una especie de abalorios colgados en los laterales y que disimulaban perfectamente las formas de sus rostros. De hecho, de no estar esperandolas y saber que irian, dificilmente hubiese podido suponer que eran ellas dos. Espere pacientemente unos diez minutos a que se sintiesen relajadas, momento en el que inicie mi acercamento, el cual termino exactamente, cinco segundos despues a su espalda, apollandome en la barra, ya que dos jovenes recien llegados se habian dirigido directamente hacia ellas, y por su reaccion, me quedo claro que las dos los habian estado esperando. Por su breve conversacion entre los cuatro antes de dirigirse hacia un privado, me quedo claro que tenia un serio problema, pues esos dos hombres parecian ser sus actuales “amantes” más o menos fijos. Si quería tener éxito en mis planes con las dos “mamas”, no me iba a quedar otra que eliminar a la competencia, al menos, a la de una de ellas y para eso necesitaba datos.
Lo cierto es que cuando desaparecieron, me entró a tantear una pareja con unos gustos un tanto eclécticos. De hecho accedí a lo que querían porque de ninguna manera podía permanecer allí sin “involucrarme” con alguien, o al menos dar la impresión de que valoraba ofertas. Me decidí por estos dos porque el marido me resulto incluso diría que gracioso en su ingenuidad. Cuando me explicó exactamente en qué consistía lo que querían, mientras él desgranaba detalladamente que no iba a pasar si entrabamos los tres a un reservado, la esposa me apretaba suavemente el muslo de forma disimulada a la vez que sin que la viese su esposo me sonreía irónica. Supuestamente, lo único que iba a sacar en claro de aquello era una simple mamada, y de ninguna de las maneras me iba a follar a la mujer, y el marido suponía que con eso me tendría que sentir más que satisfecho… Acepte por curiosidad, porque tanto los apretones en el muslo, como la sonrisita irónica de la esposa, me indicaba bien a las claras que ella no pensaba del mismo modo, y que tampoco estaba muy dispuesta a seguir las directrices del esposo. Digamos que deseaba saber en que quedaría todo aquello.
De la barra pasamos directamente a un privado donde la mujer se desnudó de inmediato, de hecho solo tuvo que dejar caer el vestido que llevaba para quedar tal y como su madre la trajo al mundo, eso sí, con tacones. Segundos después estaba sobre la cama a cuatro patas, pero trasversalmente, de modo que su marido pudiese ponerse de rodillas tras de ella, quien por cierto únicamente se había quitado pantalones y bóxer, mientras que yo con los pantalones y slip por las rodillas podía meterle mi polla en su boca. Lo gracioso del caso es que mientras el marido pretendía únicamente follársela mientras a mí me la chupaba, ella en realidad lo que buscaba, es que literalmente me la follase por la boca mientras su marido se lo hacía por el coño. Prácticamente no tuve que moverme para nada, ya que la muy zorra se situó de modo que los empujones del marido hacia que ella misma se empalase la boca con mi polla, al extremo de verme obligado a sujetarla por los hombros para evitar que se rompiese el cuello al chocar su cabeza contra mi pelvis. Cada vez que el marido la empujaba contra mí, podría jurar que mi glande era acariciado por su campañilla mientras la punta tocaba el fondo de su garganta. Lo mejor de la experiencia, y que me falto poco para reírme, fue cuando me corrí en su garganta pillándola completamente por sorpresa, comenzó a toser y mi leche comenzó a salirle por la nariz… Su marido saco su polla de su coño, aun sin correrse y acudió solicito a “socorrerla” en el trance, mientras que yo discretamente me marchaba de allí, dejándola de paso a dos velas en cuanto a orgasmos, y en gran parte también para poder evitar reírme delante de ellos de la cara que puso ella.
Cuando por fin salieron diez minutos después, se despidieron de mi con la promesa de repetir otro día porque según el marido, había quedado extremadamente satisfecho con todo, no debió de ser así con su mujer, porque la cara de esta era de cabreo monumental, y me miraba como si su mirada pudiese llegar a matarme. Aunque cuando le di a ella el correspondiente beso en la mejilla, le susurre al oído, que la próxima vez que entrásemos los tres a un privado, si quería correrse como la zorra que en realidad era, seria porque yo me la follase hasta por el culo, notando perfectamente cómo se estremecía al escucharme. Aproveche también su cercanía, y que su marido no podía ver nada, para acariciarle un pezón sobre la tela de la blusa con el dorso de dos dedos, dejándoselo erecto. Solo media hora después de estar en la barra tomando algo mientras mataba el tiempo a la espera de mis presas reales, salieron las dos parejitas, con las máscaras puestas eso sí, y con una diferencia escasa de cinco minutos entre ellos, lo cual ya me proporciono cierta información interesante. Mientras las dos maduras se marchaban tras despedirse de ellos con sendos morreos, los dos chicos se acercaron a la barra a tomarse algo antes de irse. Observe que únicamente tomaron refrescos, nada de alcohol. Agudice mi sentido del oído con Vitae para poder escuchar lo que decían, que no fue nada interesante, por lo menos hasta el instante de salir del local. Salieron por la puerta marchando calle abajo, una vez que estuvieron fuera del establecimiento, su conversación cambio por completo, de temas generales pasaron a hablar de las dos maduras, las cuales según me pareció, les habían hecho a cada uno un “regalo” en metálico. Por lo que deduje de dicha conversación, uno había llegado en coche, el otro en moto, los dos tenían novias. También averigüé que se follaban a las maduras por dos razones principalmente, primero para gracias a su “generosidad”, sacar algo de dinero que nunca les venía mal, y segundo, para hacer con ellas cosas que jamás se les ocurriría a ninguno de los dos pedirles a sus, por lo visto, recatadísimas novias si no quería tener una guerra en curso, sin dejar de observar además, que a esos dos posiblemente les parecerían cosas de guarras no aptas para sus “futuras” santas. Fue durante la conversación sobre sus respectivas, justo antes de tener que desviarme, donde me dieron la idea de cómo deshacerme de uno de ellos y además si no surgían problemas iba a resultarme bastante sencillo.
No me quedo otra que desviarme de la calle por la que iban, porque incluso yo era consciente de que en Madrid, a las dos de la mañana, un tío andando detrás de alguien durante más de cinco minutos mientras se callejea era sospechoso, además de “mosqueante”, por lo que como digo, no tuve más remedio que dejar su espalda. Durante su conversación escuche lo suficiente como para saber qué dirección general tomarían cuando llegasen a sus vehículos, dado que todas las calles en esa zona eran unidireccionales decidí jugármela y continuar siguiéndoles desde la calle paralela de su derecha. Sabía por la calle por donde iban, que muy probablemente sus vehículos estuviesen mirando en dirección contraria hacia donde debían de ir, por eso una vez que se montasen en ellos y según hacia donde fuese la dirección de la siguiente calle que se les cruzara, los traería hacia mí, o los alejaría en dirección contraria. Tuve buena, y mala suerte, buena porque el de la moto paso ante mi pudiendo anotar la matricula, y mala, porque tenía fijadas mis miras para dejar a uno de los dos fuera de combate, en el del coche, que fue justo el que se alejó en dirección contraria, obligándome a replantearme de nuevo todo el plan ya casi trazado por completo en mi mente. Dado que ya difícilmente surgirían más sorpresas, solo me quedaba averiguar cuando seria la próxima ocasión en que las dos maduras le fueran a dar marcha al cuerpo, donde vivía el memo de la moto y trazar un plan para asegurarme de que no pudiese acudir a su cita con las maduras… Por otro lado, dado que el plan con las mamas parecía haberse retrasado, volví de nuevo mis ojos hacia las hijas, porque quizá en este tiempo de espera, alguna de ellas se me colocase lo suficientemente a tiro como para poder dar el paso de follármela a conciencia y tenerla en mis manos.
El lunes desde el mismo trabajo comencé en mi tiempo libre a hacer averiguaciones sobre el de la moto, y para el martes, ya tenía todo lo que necesitaba para poder hacer que no asistiese a su próxima cita con las maduras. Y el miércoles por la noche, sobre las nueve y media mis queridos amigos de la policía me la metieron doblada… metafóricamente hablando. Si el que Coral y Tony apareciesen por mi casa por sorpresa entre semana, a esas horas, ya era algo raro, el hecho de que les acompañase la propia Serena, la Súcubo e Inspectora jefe de la Brigada, ya remarcaba que había algún tipo de problema y serio. El Aldabonazo final, lo recibí cuando estando los cuatro en el salón comenzando a hablar, llamaron al portero automático, identificándose la persona que llamo, como Helen Muller, Inspectora de la Interpol, y que estaba buscando a sus “compañeros” de la Brigada de Inspección especial de la Policía. Cuando le abrí la puerta de casa, entró directamente haciéndome a un lado, dirigiéndose directamente hacia el salón, donde se dio la vuelta, para según entre preguntarme…
- Supongo que usted es el esquivo “asesor especial” de la Brigada, ¿o me equivoco?
- ¿Qué hace usted aquí? –la interpelo Serena con voz extremadamente seria.
- Averiguar donde reside la altísima eficacia de su Brigada, que supongo que en buena parte procede de la única persona a la que no he sido presentada, este hombre-me señaló-. El que aparece como “asesor especial” de la Brigada y del que sin embargo, solo existe una ficha vacía carente de todo dato identificativo y localización.
- No la sigo… -repuso Serena.
- No, claro que no. ¿Recuerda que hace un par de meses se les envió una petición para ayudar en lo que pudiesen sobre unos casos de asesinato un tanto especiales sucedidos en los bosques de las Ardenas, a ambos lados de la Frontera Franco-Belga?
- Si, y se les respondió tratando de ayudarles… Lo sé porque yo misma fui la encargada de enviarles el dosier que preparamos –atajó Coral.
Cuando escuche aquello, al recordarlo, mentalmente me lleve las manos al a cabeza por mi torpeza. Coral y Tony acudieron a mí con un “supuesto caso” en el que se daban ciertas condiciones particulares tan intrigantes como imposibles. A mí sin embargo, no me pareció que fuese nada intrigante, y a un menos imposible, puesto que ya había presenciado en su momento algo muy similar a aquello que ellos me preguntaron. Aquello fue muy poco después de lo de Azrael, tenía una enorme cantidad de trabajo acumulado y no estaba a lo que tenía que estar, por lo que me deje llevar, y ahora recordaba perfectamente que sin darme cuenta había deslizado una información un tanto “comprometida” al contestarles. Era obvio por lo que estaba ocurriendo, que de “caso supuesto” nada de nada, y que habían incluido también en el informe, dicho “desliz”.
- ¡¡Oh!!, si, y se recibió, claro que se recibió, siendo además impreso para que todo el mundo pudiese leerlo con calma. Luego, tras las correspondientes chuflas y risas por parte de todo el personal implicado en el caso. Tras echarle un vistazo todo el mundo, se archivó convenientemente, justo en la papelera más cercana.
- Pues vaya mierda… -resopló Coral.
- Si, desde luego que vaya mierda, una enorme... –suspiro la Alemana-. Dos semanas y media después de recibir su informe cayó una buena dentro de la división que llevaba el caso. Uno de los principales investigadores del mismo fue asesinado, y a poca distancia también fue encontrado el cuerpo de una nueva víctima, aunque tras la autopsia, quedo claro que le habían interrumpido su ritual.
- Supongo que su compañero interrumpió al asesino… -apuntó Serena.
- Si, era lo que todo indicaba, desgraciadamente el asesino le metió tres balas en el cuerpo, y lo que fuese que hubiese descubierto que le llevo hasta allí no lo había compartido con nadie. Por lo que se empezaron a investigar todos sus pasos, tratando de averiguar donde había dado con la pista correcta… -miro muy seria a los cuatro.
- Supongo que el sí que hizo caso de nuestro dosier, ¿no? –replicó la Inspectora Serena.
- Efectivamente, el no tiro el dosier, ni se rio de él, y no, tampoco se lo tomo a chufla como el resto. Su informe fue encontrado en en su casa, en un tablero donde estaba marcando los pasos que daba en el caso, eso quedo perfectamente claro. Voy a obviar el decir que el dosier fue rápidamente recuperado y que todo el mundo se puso a trabajar sobre su “ridícula” hipótesis.
- ¿Lo capturaron? –preguntó Tony.
- Cinco días después, en Francia, fue abatido por la gendarmería para evitar que asesinase a otra persona más. Se pudo dar con el tan rápido gracias al detective asesinado y a su dosier, prácticamente con él apuntaron directamente hacia el mismo asesino.
- Bueno, les ayudamos, no veo cual es el problema… -repuso Serena.
- ¿Que no lo ve? Bien, alguien se dio cuenta de que en ese dosier existía un dato, una pequeña nimiedad que nadie conocía y que resulto ser vital a la hora de resolver el caso e identificar al culpable. ¿Casualidad?, quizá, o quizá no, por eso me mandaron a mi aquí.
- ¿Para qué exactamente le mandaron a usted aquí? –preguntó Serena.
- Para tenderos una trampa y verificar si ese dosier había sido tan solo una simple casualidad, aunque presupongo que antes de llegar a esto, revisarían los casos resueltos de la Brigada junto con su índice de éxitos –intervine.
- Muy bien, tal cual lo ha dicho, y francamente, si, los investigamos a fondo. Hicimos lo más obvio, que fue mirar globalmente su eficacia, y esta resultó ser un poco… “patética”, por decirlo suavemente…
- ¿Pero? –preguntó Serena, callando a Tony y a Coral con gesto cuando ambos iban a protestar.
- Pero esto resulto un tanto engañoso. A diferencia de otras brigadas dedicadas a asuntos “especiales” situadas en otros países, ustedes casi no han aceptado casos que no resultasen ser realmente especiales, o excesivamente sensibles a la vista de la opinión pública por sus características. Todos los demás casos los devolvieron, clasificándolos en sus archivos como “no resueltos”, bajando de ese modo su media de eficacia de forma notoria. Pero cuando se accede a estos expedientes y se abren, allí figura que “realmente”, lo que paso es que fueron devueltos a sus investigadores originales por no encontrarse dentro de los parámetros de trabajo exigidos a la Brigada. Otra cosa que llamó la atención, es que al comprobar caso por caso, se detecta un momento determinado en el que ustedes comienzan a desechar casos “normales”, identificándolos como tales con pasmosa celeridad, una rapidez inconcebible, ya que se ha verificado que ni una sola vez han errado en su juicio. Y ahora además, tenemos el expediente que les traje…
- ¿Qué pasa con el expediente? Solo le hemos indicado cuales en nuestra opinión si fueron asesinados, y cuales no… -replicó Tony antes de que la Inspectora Serena pudiese hacerle callar.
- Pues eso mismo es lo que pasa. Le di los expedientes a su Jefa, ella se los paso a ustedes, que a la hora de salir de su trabajo se dirigieron a esta misma dirección con los expedientes, los cuales me devuelven al día siguiente tras identificar correctamente a las víctimas de asesinato que había.
- No veo que… -comenzó a replicar Serena, siendo cortada en seco por la Inspectora de la Interpol de forma brusca.
- Lo que no ve usted es que en menos de 24h me han dado las mismas conclusiones que a la Brigada especial de la Interpol que los investiga nos ha llevado encontrar tres meses de investigaciones, un laboratorio forense completamente dedicado al caso, tres meses de trabajo y dos millones de Euros gastados. Para colmo, repasando sus casos, descubro que existe uno concreto, llevado por estos dos agentes que están aquí y bajo su supervisión directa, en el que aparecen una serie de “muertes naturales” no relacionadas pero si investigadas, que coinciden sospechosamente también con nuestros propios “muertos naturales”, y que todos, los nuestros y los suyos fallecieron el mismo día.
- Su dosier no dice eso… -replicó con dureza Serena.
- No, no lo dice, y sus expresiones corporales, tampoco me dicen que lo que he dicho les haya sorprendido en absoluto… De modo que voy a asumir, que el dato de la falsedad de sus fechas de fallecimiento, es algo que ustedes también conocían de antemano…
- ¿Esta insinuando que toda esa gente fue asesinada? –indago Serena con calma.
- No, no puedo, las pruebas forenses demostraron de modo inequívoco que fue muerte natural, en todos los casos. Pero no deja de ser curiosa la coincidencia… junto con el hecho de que no se me echaran encime quejándose del error existente en las fechas de fallecimiento en esos archivos
- Si, puede, pero una mera coincidencia al fin y al cabo. Y ahora, dígame, ¿qué es lo que quiere realmente?
- Primero saber quién es él… -me señaló.
- Soy un Druida, con un amplio pero a la vez escaso conocimiento en muchos campos diversos. Y ahora que ya sabemos quién soy yo, ¿quién es usted?
- Soy la inspectora… -la corté.
- Mire, usted es en realidad una Shattenkrieger, y si ya desde el minuto uno empezamos a mentir, vamos a tener un serio problema. De modo, que o se replantea lo que sea que tenga pensado, o esto se termina aqui marchandose usted a molesar a otro sitio... ¿quedo claro?
- ¿Como han sabido que soy una Shattenkrieger? –su voz se endurecio, mientras que su cuerpo se tenso.
- Aún estamos esperando su respuesta Inspectora –replico Serena ignorando la pregunta de esta.
- Soy Helena Muller, Inspectora de la Brigada Central de Investigaciones Especiales. También soy una Shattenkrieger al servicio del consejo y vengo de parte de ambos organismos para ver si pueden ayudarnos de algun modo con este asesino al que estamos persiguiendo. El cual creemos que ahora mismo esta en este pais, y que desde luego, piensa seguir matando... ¿Suficiente? –replicó con voz dura y mirada helada.
- ¿Miguel? –preguntó Serena
- Yo ya dije todo lo que tenía que decir sobre esos informes sobre los que me preguntasteis –me encogí de hombros.
- Supongo que tiene usted ordenador, tome, en este pendrive se encuentran los informes completos de los seis casos, con toda la información… -la inspectora me tendió el pendrive.
- Está bien le daré un vistazo, mientras –suspire, volviéndome hacia Coral y Tony-, porque no pedís algo para cenar los cinco, lo que prefiráis, me es indiferente.
- De acuerdo –replicó Tony.
Fue la primera vez que pude ver los expedientes completos de los seis asesinatos, también los datos obtenidos por el laboratorio forense de todas las pruebas que les hicieron a los cadáveres o a cualquier cosa que encontraron en los escenarios susceptibles de tener el mínimo viso de haber podido ser la causa de las muertes. Mientras estudiaba los distintos dosieres, prestaba también atención al modo de interactuar de Serena, Coral y Tony con Helena, si bien no es que la relación fuese como para tirar cohetes, sí que al final se estableció una especie de relación profesional cordial y poco más. Cuando por fin termine con el ultimo me acerque a la mesa, los cuatro me miraron expectantes, la primera en romper el silencio, fue Helena para mi sorpresa, ya que esperaba que hubiese sido Serena, pero sin embargo me resulto obvio que había decidido dejar el peso de la “reunión” en manos de la Inspectora de la Interpol. Me pregunto por mi opinión sobre todo lo que habían recopilado…
- Bien, creo que están buscando en el sitio equivocado. Su laboratorio ha establecido que fueron envenenados por algún tipo de virus o bacteria artificial, y han estado buscando en esa dirección, investigando todos los laboratorios que tengan capacidad de crear algo semejante. ¿Me equivoco?
- No, es lo que hemos estado haciendo, pero solo nos ha conducido a callejones sin salida, no hemos conseguido nada de nada en esa dirección, es más, incluso varios de los principales laboratorios investigados se mostraron más que interesados en ayudarnos a cambio de tener acceso a cualquier cosa que encontrásemos sobre dicho patógeno.
- Antes de seguir, una pregunta Inspectora, ¿Por qué suponen que este asesino esta o se dirige hacia este país?
- Porque existe una más que probable séptima víctima en Barcelona, estudiamos la relación entre los seis asesinados, y como pone en los informes, el único vínculo que encontramos fue su pertenencia a un mismo foro en internet. Una especie de sitio para gente con alto poder adquisitivo que intercambia sus lugares residenciales de descaso entre ellos, supongo que para ver mundo y tener unos días completamente privados para estar con sus familias. De la victima de Barcelona no podemos asegurar que su fallecimiento sea por las mismas causas… aunque por las primeras impresiones sobre lo poco que tenemos de ello…
- Mañana mismo tramitaremos la petición ante el juzgado y para pasado como muy tarde estará el cuerpo en la mesa del forense replicó seria Serena.
- No se moleste Inspectora, fue “incinerado”, de ese cuerpo no podremos obtener ningún dato.
- Inspectora… -me interrumpió.
- Helena, por favor –me sonrió con dulzura, de reojo vi como Tony se removió inquieto.
- Está bien, Helena. No lo pone, pero supongo que tanto sus seis víctimas, como la persona de Barcelona, son miembros destacados de Clanes... digamos que poderosos, tanto en el sentido económico y de relaciones de influencia, como en el puramente físico.
- Si, dos eran licántropos, uno Oso pardo, otro Oso Negro y los otros dos eran Ursus… La victima de Barcelona era un hijo de la noche…
- ¿Se está refiriendo a Roberto Horcajo, el industrial Tarraconense?
- Si, a ese mismo.
- Buffff, como haya sido asesinado y su Clan lo sepa vamos a tener un serio problema, esto va a provocarnos un buen número de dolores de cabeza…
- Bienvenida al club, el resto de los muertos pertenecen a Clanes más o menos igual de poderosos en sus respectivos feudos que este de su país. De momento el consejo los está manteniendo a raya, pero todo tiene un límite, están comenzando a mostrarse nerviosos y algunos de sus miembros podrían intentar actuar por su cuenta… Si se nos ha pasado algo, contra antes lo sepamos mejor para todos… -me miró directamente al decir eso.
- Está bien, si, se les paso algo, y muy importante, por eso buscaron en la dirección equivocada. No murieron por causa de un virus o bacteria que les envenenase la sangre, sino por la ingesta de un veneno…
- ¿Veneno, está seguro de ello?
- Si, completamente. Pero hacia mucho que no veía algo como esto, ni sus elementos son fáciles de conseguir, ni su creación es para nada sencilla, son muchas molestias las que alguien se ha tomado para matar a estos hombres…
- ¿Tu podrías conseguirnos una muestra?, nosotros te proporcionaríamos lo que fuese necesario para hacerla… -indago interesada Serena.
- No, aquí estamos tratando con Alquimia, y no una cualquiera. Solo un alquimista altamente preparado podría haber realizado la composición de este veneno del modo adecuado. Si yo tuviese que apuntar en una dirección, apuntaría hacia la Unión de Razas… Y esto no creo que ellos lo considerasen como asesinatos, por lo que he podido leer en esos informes, lo verán simplemente como mera justicia… Si investigan en ese foro organizado e investigan los respectivos cambios de viviendas entre los muertos, creo que verificaran una serie de desapariciones o asesinatos sin resolver de miembros de determinadas razas muy concretas.
- *“La Caza”, si es lo que estás dando a entender, fue estrictamente prohibida por el consejo, no creo que nadie se atreva a violar una prohibición de ese tipo. Quien lo haga sabe que se expone a ser directamente sancionado por el Consejo, aquí no habrá ni juicio ni abogado ninguno que le salve, por muy importante que sea el Clan… -replicó con dureza Helena.
- Pues te garantizo que esos seis angelitos, siete contando con el Vampiro de Tarragona, han estado practicándola, y sabiendo eso, no hace falta ser ningún sabio para saber que ese veneno lleva una firma muy clara…
- Ya no existen células *RATTS activas, la última fue eliminada a principio de los años ochenta en Polonia, tras lo que entonces era el Telón de Acero –dijo Helena.
- Bien, pues como usted dice, no existirá ninguna rama activa de su “resistencia” como ustedes les denominan, pero está claro que aquí tenéis un serio problema y que este no se va a terminar mientras uno solo de ese grupo de “Cazadores” continúe con vida. Usted preguntó, y yo le he respondido, si no me cree es su problema… -Serena se levantó.
- Esta noche nos vamos a ir tarde a la cama, Tony, Coral, volvamos a la Brigada y pongámonos en marcha antes de que esto se nos termine por escapar de las manos. Miguel, si averiguas algo más, o se te ocurre, háznoslo saber de inmediato a cualquiera de los tres…
- Si está en lo cierto esto es muy serio, como ellos voy a asumir que esto es real. Iré con ustedes, debo de hablar con mis superiores de inmediato, ninguno queremos una carnicería de RATTS entre manos en venganza por estos asesinatos, hemos de detener cuanto antes al culpable…
Vi en silencio como los cuatro policías se marchaban de mi casa, sabiendo que me había guardado importantes detalles que ellos desconocían, que ahora mismo casi todo el mundo sobre la faz de la tierra ignoraba, y que no tenía la menor intención de compartir con nadie. La creación de la alianza ahora conocida como RATTS, estaba tan perdida en los límites del tiempo que en un momento dado de la historia la realidad sobre ella se perdió, y actualmente había muy poquitos seres tan verdaderamente ancianos como para poder recordar sus orígenes. También había omitido otro pequeño detalle sin importancia en todo esto, el motivo de conocer tan bien ese veneno creado con alquimia, es porque yo fui quien lo desarrollo en la edad media y se lo enseñe a unos pocos RATTS, especialmente diestros alquimistas, con capacidad más que contrastada para poder reproducirlo. Mientras que la peste hizo estragos entre los humanos, mi veneno tuvo el mismo efecto sobre los miembros de los clanes más fuertes de entre las razas… Si tras la peste la población humana en Europa tardo casi 150 años en volver a recuperar su número, entre los clanes más poderosos de las razas, este tiempo se amplió a algo más de 200 años. Para cuando recuperaron su antigua “fuerza”, las razas más fecundas de los RATTS estaban tan enraizadas y extendidas que poco o nada fueron capaces de hacer para volver a ponerlas bajo su bota. Fue en este periodo de guerra no declarada entre RATTS y las otras razas, cuando surgieron las primeras células combativas entre los primeros. Aunque con resultados reales prácticamente nulos excepto como para atraer venganzas hacia su propio pueblo, su proliferación debidamente alentada, fue la perfecta cortina de humo para proteger al verdadero poder tras los RATTS y su alianza, los cuales sí que sembraron realmente muerte y destrucción entre los enemigos de la Alianza.
Por mi parte seguí a lo mío, tratando de averiguar el próximo día en que las dos maduras fuesen de nuevo a probar pollas jóvenes. De hecho, al día siguiente ya me había agenciado todo lo que iba a necesitar para deshacerme del motorista durante el tiempo necesario como para tener a esas dos zorras bajo mi bota. Si los dos primeros días de la semana no ocurrió nada, el miércoles, de pura casualidad pues ni era mi hora habitual de regresar, ni la suya, me fui a encontrar en el ascensor con Nerea, que llevaba unos ojos a los que lo único que les faltaba era derramar las lágrimas que pugnaban por tomarlos al asalto. Fue curioso, porque me volvió hacia ella, y tomándola con suavidad por la barbilla, con la voz más dulce que fui capaz de poner, le pregunte qué era lo que le ocurria para que estuviese a punto de llorar… De primeras más que hablar, lo que me soltó fue un pequeño gimoteo, tras la segunda vez que le pregunte, me confeso en un murmullo que había pillado a su novio con una amiga enrollándose… Había ido a ver a esta, y se los había encontrado a ambos a la puerta de su portal, y además, había tenido el aguante de quedarse quieta sin que la viesen para cerciorarse de que aquello no fuese un malentendido. No pude por menos que sonreírle de modo cínico, y responderle en igual tono…
- ¿Y eso es algo tan grave? No creo que tu salgas peor parada, más cornudo va a ser el que tú, porque sabes que antes o después te pienso comer el coño y luego follarte por todos tus agujeros cada vez que me apetezca tenerte ensartada… ¿verdad que si putita?
- Fóllame cabrón, ahora mismo hijo de puta, vamos a tu casa… ya…
Confieso que me tomo completamente por sorpresa, para más inri, salto sobre mí, abrazándose como una lapa a mi cuello, pasando sus piernas por mi cintura y comenzando a restregar su coñito sobre el cada vez más evidente bulto de mi pantalón, que iba creciendo a marchas forzadas. Si alguno piensa que me deshice de ella que se lo quite de la cabeza, me pensaba follar a todas estas zorras de ambas familias, y tanto me daba comenzar por la mayor, que por la pequeña. Para cuando llegamos a mi piso, ella tenía su blusa desabrochada y sus pechos por fuera del sostén, aunque sin que este estuviese desabrochado. Para cuando abrí, y tras pasar con ella acuestas cerré la puerta de un taconazo, ya tenía el dedo corazón de mi mano izquierda metido hasta el fondo en el interior de su culo, que parecía tener vida propia, por cómo se contraía de forma rítmica según iba follándomelo. Si Nerea se llegó a asustar en algún momento concreto, fue cuando tras romperle toda su ropa, le aplaste las tetas contra la mesa del salón, dejando su culo en pompa a la altura perfecta para poder rompérselo. Al notar la cabeza de mi polla sobre el agujero de su culito trato de revolverse, sometiéndola por mi parte por la fuerza, y ante su resistencia ni me lo pensé, de un único y violento empujón le metí la polla hasta golpear con la pelvis contra sus glúteos… Ni llego a chillar o gritar, por unos segundos se quedó únicamente boqueando mientras las lágrimas de dolor corrían por sus mejillas, para cuando quiso hacer algo, ya tenía una de mis manos sobre sus labios, cerrándoselos, evitando que hiciese el menor ruido mientras comenzaba a bombearla con todas mis fuerzas. En el salón solo se escuchaba el rítmico golpeo de mi pelvis contra sus glúteos y el muy apagado murmullo de Nerea tratando de chillar o lo que fuese…
Al final la jodía también estaba disfrutándolo, aunque supongo que hubiese preferido algo menos “violento” para su entrada trasera. Fue entonces cuando sucedió algo inesperado, sonó su teléfono móvil, por lo que libere su boca y le acerque el aparato para que viese quien llamaba. Resulto ser su desde hacía unos pocos minutos, “exnovio”, fue cuando tomándola por sorpresa, no solo descolgué la llamada, sino que puse el manos libres con el volumen del teléfono al máximo posible, sin soltarlo, eso si, para evitar que Nerea tuviese opción de desconectar. Por si el ruido del chocar de pelvis contra culo era claro indicio, los gemidos que por entonces emitíamos levemente tanto Nerea como yo, no que decir tiene que el “ex” empezó preguntando qué pasaba con esos ruidos con voz de sospecha, para terminar gritando amenazas cuando amablemente le dije que los ruidos eran los normales de estar tirándome a su preciosa “exnovia”. Para terminar de arreglarlo, cuando Nerea trato de hablar acercando su boca al teléfono e intentando controlar su voz, aproveche para hundir mis colmillos al otro lado de su cuello, tomando un poco sangre más testimonial que otra cosa, pero volcando en su torrente una buena cantidad de hormonas que la arrastraron al éxtasis, y a correrse justo cuando trataba de dar una explicación a su “ex” sobre lo que estaba pasando. Justo cuando se empezaba a correr, dado que aún tenía su teléfono en mi mano, trace una videollamada que fue de inmediato aceptada, y por la que el “cornamentado” pudo observar en primer plano, no solo que se estaban follando a su hasta pocos minutos antes novia, sino que se la estaban tirando por el culo. Obvio también reproducir aquí el lenguaje que el susodicho dedico a su hasta poco antes novia, ni como esta, para más inri, tras terminar de correrse, tomándome de la muñeca, situó su teléfono de forma que la cámara recogiese perfectamente cómo me limpiaba la polla con la lengua… Después de eso, me quito de un manotazo su teléfono, puso a caer de un burro a su ex, de impotente para arriba, colgándole luego de forma brusca, para terminar incorporándose y soltándome según ella por “hijo de puta”, un sopapo que casi hizo que me diese la cabeza una vuelta sobre si misma. Recogió su ropa, luego se largó de allí medio desnuda y pegando un portazo que pareció que tratase de derribarme la puerta.
Pese a que a los dos días recibí una llamada un tanto particular de Nerea, en la que me anunciaba que había guardado tanto su ropa de vestir, como la interior y una muestra de semen tomada de su culito, por lo que si no quería que fuese a la policía acusándome de violación, a partir de aquel instante, yo estaría exclusivamente a su servicio, y no tenéis ni idea de lo que me costó no estallar en carcajadas al escucharla. Para empezar, mi ADN se degrada a una velocidad asombrosa, incluso para cuando me llamó, las muestras que tuviese no servirían de nada, del mismo modo que mis huellas, aunque estas si se tomaban su tiempo, también terminaban por desaparecer de cualquier superficie, esa era una de mis características más relevantes y que más me alegre de tener ante tanto avance técnico, pero que conste, que pese a todo, siempre procedo como si fuese capaz de dejar rastros orgánicos como cualquier otra persona con el fin de evitarme posibles sorpresas desagradables. No obstante, todo esto quedo inmediatamente aparcado cuando recibí una llamada de Coral, instándome tanto ella como Tony a que acudiese lo antes posible a una determinada dirección, lo que sobre las diez de la noche que era, ya me indicaba que algo grave ocurria, máxime cuando me informaron de que un patrulla pasaría por mi puerta para llevarme. Resulto ser que el asesino se había adelantado a todo el mundo, y ya se había cobrado su primera víctima, además, un miembro de uno de los Clanes Vampírico más poderosos de la Península Iberia, los “de Vargas”, cuyo poder databa de la época de Lepanto y Don Juan de Austria, hermanastro del Rey Español Felipe II… Su poder iba de la mano con su total falta de escrúpulos, me alegre de haberme tomado la libertad de llevar conmigo ciertos utensilios que podrían serme de gran ayuda si las cosas se ponían feas.
Nada más llegar me hicieron entrar hasta las estancias donde se encontraba lo que quedaba del miembro del Clan de Vargas, que al ser un Vampiro “nacido” a finales del siglo XIX no es que quedase mucho que dijésemos, así como los cuerpos de dos de sus guardaespaldas, por sus pintas, mi lógica aplicada a la situación, y la sensación que me causaron, determine desde el primer instante que eran dos Ghoul. Desde luego, por lo que pude ver, quien quiera que fuese el asesino no era para nada malo, nada en la estancia, pese a su recargada decoración, parecía haber sufrido el menor contratiempo con excepción de los tres muertos. Me tome mi tiempo en revisar los tres cadáveres, y cuando termine con ellos continúe con la habitación, mirando detenidamente cada cosa, pero sin tocar absolutamente nada de nada. Fui plenamente consciente de cuando varios miembros de la familia “de Vargas” entraron en la estancia y fueron saludados por mis “compañeros” de la policía, así como de Helen. Espere pacientemente a que alguien me preguntase por mi opinión sobre el asesinato, consciente de que algunas de mis observaciones no iban a ser nada populares en esa concurrencia… Quien finalmente rompió el silencio fue Helen, que en un principio tomo de ese modo en control de la investigación…
- ¿Y bien, qué opinas? –me pregunto Helen.
- Una vez más “La Caza”, alguien le ha ahorrado al consejo el tener que tomar medidas drásticas… De todos modos el asesino es un auténtico profesional, estos tres han muerto envenenados, yo en lugar de todos y cada uno de ustedes, no tocaría absolutamente nada de este cuarto hasta que sea esterilizado hasta el último centímetro de lo que aquí hay.
- ¿Crees que corremos peligro? –preguntó Coral.
- ¿Sinceramente?, no, pienso que no, dudo que alguien semejante cometiese ese error. Creo que si es tan solo la mitad de bueno de lo que yo pienso, lo que fuese que emplease a estas horas ya se habrá disuelto y vuelto completamente inofensivo, eliminando de ese modo todo rastro.
- ¿Y usted es? –preguntò una voz acerada a mi espalda.
- Soy asesor de la policía, mi nombre es Miguel… -conteste mirando con curiosidad a mi interlocutor.
- Tiene la lengua muy larga para hacer ese tipo de apreciaciones sobre mi tío, señor Miguel, creo que por su propio bien, debería de moderarlas.
- Su tío practicaba la caza, si quiere le encuentro las pruebas y se las muestro, lo que ocurre, es que no se si eso sería lo más inteligente en este momento… ¿se lo enseño?
- No creo que eso sea necesario, evidentemente nosotros mismos lo investigaremos. Si fue de ese modo y alguien más participo, nos encargaremos del asunto… -replicó un hombre moreno, que había permanecido en silencio todo el tiempo y al que ya había identificado yo como el líder del Clan “de Vargas”.
- Padrino, quizá yo debería de ocuparme de este idiota, se cree protegido por ir con la policía, podría demostrarle en un instante que… grhsllllsuir…
En una décima de segundo en mi mano derecha había aparecido una fina hoja que se introdujo en la garganta del idiota que estaba hablando. Su extremo se insertó entre la tercera y cuarta vertebra, a tan solo milímetro y medio de seccionarlas en dos, lo que hubiese significado una decapitación de facto y la muerte instantánea del Vampiro. Su voz se cortó, quedando un simple gorgoteo inconexo…
- Jean Philippe de la Ruen… -siseo Helen
- ¿Tiene algún interés particular en él, o prefiere prescindir de este imbécil? Creo que antes o después terminara por meterle a usted en algún lio con esa boca tan grande que se gasta… es únicamente un leve giro de muñeca… –indagué directamente con una sonrisa al líder del Clan, quien con un gesto había parado al resto de miembros del mismo que estaban presentes.
- Creo que lo mejor sería que lo dejase, yo me encargare personalmente de que entienda cuál es su posición, Señor de Urquiza –terminó, nombrándome por mi apellido, dejando constancia de que estaba bien informado sobre mí.
- Comprendo –retiré la hoja de un solo movimiento, escamoteándola nuevamente en el interior de mi manga.
- Bien, gracias. Y ahora será mejor que sigamos con sus conclusiones… por cierto, muy interesantes. Le dijo a sus compañeros que los tres fueron envenenados, ¿sabe con qué? –me pregunto, haciendo un gesto al imbécil para que saliese de allí.
- Si lo que de verdad quiere usted saber, es si yo puedo crear este tipo de veneno, la respuesta es que probablemente sí que pueda hacerlo, en caso de ser lo que sospecho. Aunque en realidad barajo tres posibilidades, y si es la que yo pienso de entre ellas, Inspectora –me volví hacia Helen, que me miraba de un modo muy extraño-, tenemos un enorme problema entre manos.
- ¿Fácil de conseguir sus ingredientes y por tanto de crear, pero difícil de rastrear? –Preguntó Coral.
- Precisamente todo lo contrario, es sumamente difícil de crear porque sus ingredientes son muy complicados de manejar. Pero la necesidad del veneno para matar a quien sea, de las razas o no, es muy pequeña, casi diría que mínima, una sola gota sobre la piel sería más que suficiente para eliminar a quien fuese en esta habitación.
- Entonces es el mismo que vine buscando, y además supongo que está usando la Alquimia… ¿no? -preguntó Helen.
- Peor que eso, porque creo que puede estar tratando de sintetizar un veneno alquímico en algún tipo de elemento vírico o bioquímico en forma de aerosol… o algo muy parecido a ello. Esos tres creo que han muerto por algo que han inhalado, y no por algo que hayan consumido o tocado… Hay que parar esto como sea antes de que se nos vaya de las manos… -repliqué a Helen.
Tras aquello poco más pude decir, por lo que nos marchamos de allí bajo la atenta e inteligente mirada del líder del Clan de Vargas. Fui todo el camino pendiente de la conversación y tratando de pensar en algo que había observado, algo que me indicaba con meridiana claridad, que si la Inspectora era desconocedora del detalle, el consejo, o al menos alguien dentro de él, estaba ocultando información muy importante. Dado que un coche de policía me había llevado, fueron mis “amigos” los encargados de devolverme sano y salvo a casa. Lo que no quito, para que el trayecto hasta allí estuviese envuelto en una conversación entre los tres policías españoles y la alemana, que hubiese preferido que no se diese. Aunque Serena no había abierto la boca durante toda la visita más que para dar las buenas tardes cuando entramos en la “casa” de los de Vargas, le faltó tiempo en cuanto el coche se puso en marcha para preguntar a Helen por un leve comentario que había hecho entre dientes en el momento en que mi cuchilla se hundía en el cuello del inepto aquel…
- Inspectora, cuando estábamos con los “de Vargas” ha mencionado usted un nombre entre dientes, un tal Philippe de la Ruen o algo parecido, ¿quizá un posible sospechoso?
- Jean Philippe de la Ruen –repitió mientras miraba hacia donde estábamos serena y yo, que estaba sentado entre las dos.
- ¿Y bien? –insistió Serena.
- No tiene nada que ver con el caso. El nombre me vino a la mente cuando vi al señor Druida manejar esa cuchilla que hábilmente lleva escondida en su manga derecha. En toda mi larga vida, solo he visto emplear ese movimiento contra un Vampiro en tres ocasiones, y la última ha sido hace un rato…
- Entonces si no entiendo mal, está diciendo que Miguel, en realidad es ese tal, Jean Philippe, ¿no? –vi cómo le brillaban los ojos a Serena cuando dijo aquello.
- Si no supiese positivamente que es completamente imposible del todo, pues Jean Philippe era humano sin “añadidos”, no tendría la menor duda. El señor Miguel de Urquiza no es ni siquiera parecido morfológicamente hablando, aunque físicamente, en su buena forma física se dé un aire, al difunto Jean Philippe de la Ruen –alzó la mano impidiendo ser interrumpida-. Ni con cirugía estética o reconstructiva, ahora mismo, podrían hacerse los cambios que serían necesarios para que fuera la misma persona. Aunque sí que reconozco también, que ambos tienen en común una especial habilidad para permanecer por debajo del radar y pasar completamente desapercibido excepto que sepas de primera mano quien es…
- ¿Pero quién era ese tal Jean Philippe de la Ruen que dice…? –pregunto Coral.
- Se le conocía como el Comendador Errante… En su momento fue el cuarto en poder y rango dentro de la jerarquía de la Orden…
- ¿Orden?, ¿Qué orden? –indago Serena interrumpiendo.
- La Orden de los Pobres Compañeros de Cristo y del Templo de Salomón, la Orden del Temple –atajo Helen.
- Templarios, ¿estamos hablando de un Templario? –pregunto coral tras un sonoro respingo.
- Sí, estamos hablando de un Templario. Le conocí allá por 1305, unos años antes de la caída y disolución de la Orden por el Papa con la connivencia del Rey de Francia. Le vigile a distancia, toda la distancia que una mujer se podía permitir en esa época, durante casi un año y medio. Sus habilidades políticas, militares y organizativas eran espectaculares, de hecho, posiblemente fue él quien orquesto los últimos movimientos de la Orden para protegerse de la disolución Papal pasándola a la clandestinidad. En esa época, incluso más de uno en el consejo llego a pensar que en realidad él fue quien estuvo detrás de la muerte del Papa y el Rey de Francia poco después… Jean Philippe de la Ruen era letal, los movimientos de Miguel con esa cuchilla eran absolutamente idénticos a los del Comendador Errante, y en aquel tiempo le vi terminar con esa cuchillada con no menos de una docena de poderosos Vampiros… en los dos combates, el último fue contra ocho de ellos, lo hizo usando ese movimiento.
- ¿Pero para que quería usar esa cuchillada? Con las espadas de la época, sería más simple decapitarlos directamente, ¿o no? –pregunto Tony.
- No, ni mucho menos. Tened en cuenta que el principal enemigo de un Vampiro es la luz del sol, o al menos, como ahora conocemos, la radiación ultravioleta que este emite. En esa época, un caballero perfectamente armado con armadura y la visera cerrada, no tenía por qué recibir ni el menor rayo de sol sobre su cuerpo, y los Clanes Vampíricos se cuidaban mucho de que sus tierras tuvieran densos bosques donde poder moverse con aun mayor libertad durante el día al moverse por las sombras.
- Perdona, ¿has dicho protegerse de la disolución de la Orden y luego, pasar a la clandestinidad? Pero yo creía que los Templarios ya no existían más que como una de esas organizaciones que se apoderaron de su nombre para aprovecharse de su fama…
- Míralo de esta forma, es bueno para los verdaderos Templarios que se crea eso y que su disolución se diese por “real y efectiva” –dijo Helen en un tono claramente sarcástico.
- Pero… -trato de intervenir Coral, siendo interrumpida por Helen.
- Se terminó, ya está, la Orden del Temple es un tema del que no me corresponde hablar y con en el que no conviene meterse en absoluto, es muy peligroso. Y sobre ese periodo, si quiere saber más, tiene usted en internet con el Google una herramienta perfecta para indagar sobre esa época y buscar todo lo que quiera conocer.
- Yo he leído mucho sobre los Templarios, y nunca vi nada sobre ese tal Comendador Errante… no… -nuevamente, Coral fue atajada por Helen.
- Muy poca gente conocía quien era realmente y en que se ocupaba para esta Jean Philippe de la Ruen fuera de los principales de la Orden, supo en todo momento mantenerse alejado de los “libros de historia”. Incluso entre los propios caballeros de la Orden, muy posiblemente solo estuvo considerado como un Comendador más de los que de vez en cuando acudían a ver al maestre. Como digo, el señor de Urquiza se parece en muchos aspectos a Jean Philippe, pero tengo muy claro que no es él.
No volvió a hablar más, Serena en cambio quedó pensativa hasta el momento en que me dejaron, casi podía ver como los engranajes de su cerebro daban vueltas a la preciosa información que acababa de conseguir sobre la Alemana y de ella. Helen, poco sutilmente por cierto, acababa de darles la información de que llevaba paseándose por el mundo más de 700 años, y aunque no lo dijera abiertamente, que ya para aquella lejana fecha de 1305, debía de estar trabajando para la Shattenkrieger y quien era en realidad quienes manejaban alli esta investigación, que no era precisamente la interpol. Por otro lado, no me gusto nada saber que alguien me habia estado siguiendo por orden del consejo en aquella epoca durante mas de un año sin que me hubiese dado cuenta de ello. Tampoco pude evitar pensar en el motivo por el que desarrolle esa cuchillada en esa epoca para decapitar Vampiros, aunque al final me fue tambien muy util para terminar con la vida de otros caballeros. El motivo no fue otro que las cotas de malla y el Almofar, por lo que cortar el cuello de un solo espadazo era practicamente imposible, sin embargo, metiendo la punta de la cuchilla por encima de la proteccion delantera del Almofar para el cuello, se podia seccionar perfectamen la columna si se era lo suficientemente certero con la hoja y mover luego rapidamente la hoja en horizontal con un giro rapido de muñeca, logrando una decapitacion perfecta en todos los sentidos... Por fortuna para mi, el hecho de modificar mi aspecto a nivel oseo tambien con cada nueva identidad, me habia protegido de ser descubierto en esta ocasion como Jean Philippe de la Ruen, nuevamente me asevero en la necesidad de mantener tan dolorosa tradicion por mi parte. Esto sin embargo, no me garantizaba para nada la falta de curiosidad sobre mi por parte tanto de la Alemana, como de la propia Serena, Coral o Tony, quienes ahora ademas tenian un eje sobre el que centrarse, mi mas que demostrada habilidad con una cuchillada especial de alguien que en teoria llevaba 700 años muerto... Por mi parte, nada mas llegar a casa marque el telefono de la Inspectora Helen, con la que tuve una cortisima conversacion...
- Inspectora..
- Vaya, Señor de Urquiza, que agradable sorpresa el que me llame nada mas dejarle en su casa... ¿Deseaba algo de mi? –pregunto en tono insinuante.
- Si, que contacte con sus superiores, y no me refiero unicamente con los de Interpol. Pregunteles por el dato crucial que han omitido en todos los informes de los asesinatos... y el motivo que han tenido para ello...
- ¿A que se refiere? –preguntó repentinamente seria.
- Haga lo que le digo, si le preguntan que a que se refiere, simplemente diga... “La Marca“...
- ¿Que es eso?
- Usted haga lo que le he pedido y llameme con lo que le respondan...
Despues de eso no le permiti hablar mas, porque colgué. Me quede unos minutos pensando y haciendo calculos de cuanto tiempo tardaria en recibir alguna visita, ya fuese de la Inspectora, del Clan “de Vargas” e incluso pudiese ser que del propio asesino, o si no este, si de alguien muy cercano a él. De quien si que no me esperaba visita alguna, era de alguno de los amigotes del novio de “la putita” de mi vecina con la sana intención de darme recuerdos del susodicho cornudin.
Tres dias despues, sin saber aun nada de mis queridos amigos de la policia, y tomandome con toda la calma del mundo mi espionaje sobre mis victimas, me encontre con los dos amigotes cuando entre en el portal de mi casa. Pretendieron entrar detras, obviamente, les pare en seco, preguntandole a quien iban a ver, dado que ambos se identificaron como amgios, y ademas me dieron el nombre y primer apellido de Eva, la hermana mayor de mi putita, les deje pasar. Llegue con ellos al ascensor, donde entramos los tres, yo lo hice el primero, pulsando el boton de mi piso y quedando pegado a la pared frente a la botonera. De los dos chicos, uno se situo frente a mi, y el otro a mi costado, cuando solo quedaban dos pisos para llegar al mio, el que estaba frente a mi tuvo la brillante ocurrencia de parar el ascensor, mientras que su amigo, me salio con la aun mas brillante de amenazarme mostrandome con el brazo en alto una navaja, explicandome los dos, que venian de parte del cornudin.
Si el memo de la navaja al levantarla, habia dejado la cara franca para que mi codo la saludase, el idiota que tenia frente a mi, al doblar de una forma un tanto extraña el cuerpo, hizo una especie de medio giro que me dejo sus costillas del costado izquierdo como si fuesen parte de un saco de boxeo. Ni conteste, ni les mire, ni por supuesto hice la menor advertencia, al que estaba junto a mi con la navaja levantada le incruste el codo izquierdo en el centro de su nariz, cosa que le hizo soltar la navaja, chillar como una niña cuando al reventar el tabique nasal salio un chorro de sangre y caerse casi redondo al suelo. Mientras, mi puño derecho, con mi cuerpo debidamente potenciado por la vitae, golpeaba de forma brutal sobre las tres costillas inferiores del memo que tenia frente a mi, rompiendoselas, para de seguido, volver a lanzar mi mano en forma de guantazo con la mano abierta que le hizo dar un giro de casi 95º a la cabeza y caer al suelo tan redondo como su compañero. Sobra decir que di al boton del bajo, llamando a la policia, en este caso a Coral, mientras el ascensor descendia... Cuando la primera patrulla llego, evidentemente fue interrogado sobre lo sucedido, aportando la navaja tirada en el suelo con las huellas del memo en la empuñadura, verosimilitud a mi explicacion sobre sus intenciones hacia mi. Evidentemente cuando los dos pudieron hablar, salio a colacion el asunto de haberme acostado con la novia de su amigo, cosa que no dude ni un solo instante en reconocer, explicando que efectivamente, la chica pillo a su novio echandole un polvo a una amiga suya, y yo aproveche para poder follarme a esta que estaba muy buena, dejando tambien claro de paso, que no solo no me arrepentia de ello, sino que como pudiese me la pensaba volver a pasar por la piedra. Reconozco que no me corte ni medio pelo en mis declaraciones.
Si bien los padres de Nerea no parece que se enterasen de todo esto, al dia siguiente al encontronazo me resulto muy claro que su hermana mayor, Eva, si que se habia enterado, porque bajo a mi casa para hablar conmigo. Vino en plan carga de caballeria, dispuesta a arrasar con todo, y no, reconozco que en esta ocasion no solo no pude, si no que no tuve la menor opcion a jugar con ella un poco y tratar de calentarla. Un poco mas, y es ella la que me hubiese calentado a mi, pero a guantazo limpio por haberme atrevido a follarme a su querida e ingenua hermanita... Finalmente, como todo un caballero ante una dama vestida con unos short cortitos y una blusa anudada, que dejaba entrever o medio transparentar un sosten de color negro, finalice por abrir la puerta, dandome luego la vuelta para tomarla por los hombros, ponerla de espaldas a mi, sujetarla con una mano por el cinturon del pantalon y con la otra por el cuello de la camisa, sacandola de esa guisa a la escalera, donde la empuje hacia el ascensor, explicandola que cuando volviese a mi casa como una señorita y no como una bruja, entonces si queria hablariamos. Tras eso, cuando vi que se venia a por mi, le cerre de un portazo la puerta blindada en las narices, las cuales no debi de aplastarselas por milimetros, porque me llamo a gritos de todo, acusandome de intentar darla en la cara al cerrar... Vamos, que hice una amiga...
Al dia siguiente del problema con la hermanita, vino a verme otra de las visitas que esperaba, en este caso no fue el asesino, pero si alguien que sin duda ninguna sabia perfectamente de quien se trataba. En cuanto entro en mi casa tras abrirle la puerta, no tuve la menor duda de que mi indicacion a la Inspectora Helena de que preguntase a sus superiores, tanto a los de interpol como a los del consejo, habia dado sus frutos, lo que no me esperaba de ninguna de las maneras, fue el fruto que dio. Cerre la puerta tras de que pasase, y decidi ser yo el primero en hablar, haciendo la tipica pregunta de cortesia de si queria tomar alguna cosa...
- Gracias Señor de Urquiza, pero no, no deseo tomar nada en este momento, muy amable de su parte.
- Buen, pues usted dira, señor...
- Juan, Juan Nadie –replico con una sonrisa.
- Curioso nombre... –sonrei a mi vez.
- Bueno, mi nombre es igual que el suyo, simplemente uno mas dentro de una larga lista...
- Touche... muy bien Señor Nadie, ¿y que deseaba de mi...?
- Juan por favor, y tan solo estaba interesado en verle, saber quien era la persona que tanto se habia acercado a la resolucion de una labor de justicia, que algunos otros considerarian como un crimen...
- Pues creo que esa persona soy yo, y bien, ¿conclusiones?
- Que es muy posible que quiza sepa usted mucho mas de lo que hasta ahora ha dicho, lo que podria no ser necesariamente bueno para su salud, o para la nuestra.
- Es posible, y si ese fuese el caso, cualquiera de los dos, quiza usted y quien sea que este cometiendo estos asesinatos, porque es lo que son por mucho que sean “cazadores”, les interese seguir algún consejo de mi parte…
- Y bien, ¿que consejo nos daria?
- Que entregase lo que sepa de esa asociacion al Consejo Europeo, y que despues de ello, el responsable despligue sus alas inmortales del modo mas visible que pueda para que en el fuego eterno de los dioses pueda despues resurgir de sus cenizas... Ese es basicamente mi consejo...
- Curioso, muy curioso... si tengo que dar credito a su consejo y tomarmelo en serio, es porque usted sabe de que habla, lo cual sea quiza... problematico, y entrariamos en el segundo supuesto, que su conocimiento quiza sea malo para nuestra salud –endurecio el tono de voz.
- El problematico no soy yo, sino su querido amigo amante de la venganza, que esta usando para llevarla a cabo algo que nunca debio de volver a salir a la luz y que se debio de dejar morir hace varios cientos de años... Esta tratando de radicalizar el “producto”, y si lo consigue, no creo que ninguno de ustedes quiera enfrentarse a las consecuencias que esto pueda tener para su pueblo… Y ni se moleste en hacerse el tonto o negarlo, soy plenamente consciente de que ambos sabemos de que hablo…
- Si lo que dice es cierto, trataremos el asunto entre nosotros… pero dígame, ¿Quién es usted en realidad?, tiene conocimientos más allá de los que un humano normal pueda tener… -se sobresaltó repentinamente-, con una excepción, claro…
- Jajajajajaja –me rei a carcajadas al entender en quien habia pensado-. No, no se preocupe, ni soy la reencarnacion, ni soy el mismisimo Rey Salomon retornado a la vida. Ni siquiera llevo su sangre o procedo de ella... Solo soy un humilde Druida que sabe un poco de algunas cosas...
- Claro... solo un poco... Tratare sus consejos con mis jefes... se decida lo que se decida, creo que nos volveremos a ver de nuevo, señor de Urquiza...
- Muy bien, pues ya sabe usted donde estoy Señor Nadie... para lo que necesite.
Tras su marcha la sonrisa me abandono por completo, sentandome de golpe en el sofa y llevandome las manos a la cara, pasandomelas por ella, rezongando sobre lo mal que llevaba esta puñetera vida que me habia organizado para esta epoca. Habia reconocido perfectamente a mi interlocutor, era *Anunaki, cuando se fundo la Alianza RATTS y la marca, se cambio su nombre por ese, dado que fue uno de los primeros siete señores que la controlaban, uno de los siete jueces del RATTS, uno de los señores de La Marca... El que fuese el propio Anunaki quien me hubiese ido a ver podia ser solo una casualidad, o un autentico problema para mi. No me podia permitir el lujo de que nadie de la Marca, y menos aun alguien tan antiguo y poderoso llegase ni por un solo instante a sospechar quien era yo en realidad...
Dos dias despues en el buzon encontre un sobre blanco cerrado, sin remite ni direccion, completamente en blanco. Al abrirlo encontre dentro un folio A4 cuidadosamente plegado con un nombre, una direccion en Sevilla y una fecha que marcaba para dentro de dos dias. Debajo de esa linea habia escrito otra en la que aparecia una direccion de internet con lo que parecia ser un nombre de usuario y una contraseña. Lo que tarde en llegar a casa y ponerse el ordenador en marcha, fue lo que me entretuve en entrar en internet para comprobar que era lo que me habian mandado. Se trataba de un enlace para poder franquear la parte que todo el mundo podia ver en la pagina de intercambio de casas entre los poderosos, pude por fin entrar en la parte oscura de dicha pagina, donde bastantes miembros de las Razas hablaban habiertamente sobre “La Caza” y su participación en ella. Tarde más o menos unas tres horas en localizar en dicha página a quien pertenecía el nombre que venía en la nota. Estaba pensando que hacer, cuando me llamo Helen, quien para sorpresa mía, se encontraba en el despacho de Serena usando el manos libres, y con ellas estaban tanto Tony, como Coral…
- Hice lo que me pediste, pregunte tanto en Interpol como a mis superiores, y no me ha gustado en absoluto lo que he podido observar. En Interpol se han sorprendido y han comenzado a repasar los informes para ver si se les paso algo. Muy diferente ha sido en el Consejo, entre mis superiores, todo el mundo se ha cubierto el culo tan rapido que casi no me ha dado tiempo a volver a hablar con nadie tras la pregunta y soltar lo de “La Marca”… fue como si hubiese mentado al diablo. ¿Qué sabes de eso?
- Nada realmente, pero llevan muchos siglos activos... hay quien piensa que tras ellos quien esta realmente es “el conclave” –aduje, haciendo uso de un rumor que yo sabía completamente falso, escuchando el fuerte respingo de varias personas al otro lado del teléfono cuando escucharon eso.
- Joder, bien, esperemos que no, esos si que son los ultimos con los que me gustaria toparme. Ahora si que no me extraña que esto parezca haber hecho recapacitar de forma repentina a bastante gente, y por lo que creo haber entendido, se van a poner muy serios con los que puedan demostrar que han estado participando el “La Caza”. Sean quienes sean, tengo la impresión de que van a ser sancionados por el Shattenkrieger...
- Perfecto, por mi parte he descubierto un par de cosas... –decidi pasar por alto todo aquello para centranos nuevamente en el caso.
- ¿Utiles a corto plazo? –preguntó Serena.
- En primer lugar, creo que tengo el nombre y direccion de la proxima victima, y en segundo, he logrado acceder a la zona oculta de la pagina donde toda esa gente se reunia, con un poco de trabajo se podrian idetificar un minimo de seis o siete nuevos “Cazadores”. Os mando por correo todos los datos…
- Muy bien, nos pondremos a ello enseguida… a ver si tenemos suerte e impedimos un nuevo asesinato… sin cruzarnos mucho delante de nadie, por lo que pueda pasar.
Tras esto Serena colgo sin mas ceremonia, dejandome con el auricular en las manos, sonriendo y pensando en la verdad existente tras las puertas de la Alianza RATTS. Actualmente todos daban por sentado y cierto que fue una creacion de las razas mas debiles para protegerse mutuamente por agrupamiento dado su gran numero, lo cual no deja de ser cierto. Sin embargo, parece haberse olvidado por completo que una raza puede ser considerada o catalogada como debil sin que fisicamente sea esa la razon, que su debilidad por ejemplo puede proceder de su bajisima natalidad y no de su fuerza. Uno de los siete Señores de la Marca procedia de unade las razas mas poderosas de todas pero que todos los demas actualmente consideraban como “extinta”, la raza del Fenix, los señores del Fuego… y que como su lado animal tenían la habilidad rara de renacer de sus cenizas en el fuego, el cual controlaban de forma absoluta. Su debilidad racial se debía precisamente a su bajísima tasa de natalidad, e igual ocurria con las otras seis razas que formaban la Marca, cuyas debilidades eran “relativas”. Todos ellos eran el auténtico Brazo Armado de la Alianza RATTS, dándoles esta una cobertura entre sus miembros que los volvía prácticamente invisibles ante las demás Razas.
Irónicamente nadie relacionaba “La Marca” con los RATTS. Tal era la brutalidad, eficiencia y habilidad en combate, junto a su destreza para pasar completamente ocultos y desapercibidos, que sobre ella corrían innumerables rumores, uno de los más extendidos decía que eran el brazo ejecutor del Concilio. Por mi parte, considere este caso como concluido, consciente de que en dos días, de un modo u otro, todo se habría resuelto…
EPILOGO
Un par de días después, justo en la fecha que venía en la hoja y que yo traslade a la Brigada, la persona en cuestión resulto asesinada sin que nadie pudiese evitarlo. La policía, con el concurso de los GEO rodeo la casa del difunto, dejando encerrado en su interior al autor material del asesinato, tratando de negociar con el mientras los hombres de las fuerzas especiales se desplegaban en posiciones aptas para hacer una entrada fulgurante. Cuando estos se dispusieron a entrar siguiendo las órdenes del mando, se desato el infierno dentro de la propiedad, ya que el individuo detono varias cargas de Termita, una de las cuales debía de llevar pegada al cuerpo ya que todo el mundo vio el instante en que desapareció dentro de una enorme bola de fuego que lo incinero por completo. Cuando “La Marca” eliminaba a alguien, siempre dejaban una especie de intrincado dibujo que nadie comprendía, y también en este último asesinato, dicho dibujo se pudo recuperar de entre las ruinas del fuego y la explosión, estaba dibujado en una pared.
El consejo pese a darse finalmente el caso del asesino en serie por cerrado, se tomó muy enserio hacer un escarmiento con los Cazadores, ordeno al Shattenkrieger realizar las sanciones de los culpables, o lo que es lo mismo, encargarse de sus ejecuciones sin importar a que Clan perteneciese o quien fuese el sancionado... A nivel personal, creo que la repentina intrusion de la marca como responsable y la infinidad de rumores que de esta habia, especialmente aquellos que la relacionaban con el temido “Conclave” , provocaron un repentino ansia por el castigo de los culpables. Una cosa era la Alianza RATTS con sus ineficaces grupos de resistencia o castigo como ellos los denominaban, y otra muy diferente “La Marca”.
CONTINUARA
*La Caza – Es la denominación que recibía una antigua tradición entre los Clanes más poderosos de las Razas. Tanto en el paso de la etapa de niño a hombre, como en algunas otras celebraciones muy especiales, los varones salían una noche a, literalmente, “Cazar” a miembros de las razas más débiles, matando el mayor número posible de ellos. Pero siempre cazando miembros aislados, nunca atacando en aldeas, granjas o ciudades. Con el transcurrir del tiempo e ir avanzando la civilización, poco a poco fue pasando de tradición a una especie de retorcido deporte cuya máxima expansión fue durante finales del siglo XVIII y principios del XIX, especialmente entre la nobleza imperante. La Caza fue prohibida por el consejo tras la primera guerra mundial, para hacer cumplir con su prohibición, sus practicantes fueron perseguidos y “sancionados” por el Shattenkrieger.
*RATTS – Es la forma ahora comun de llamar a una antigua alianza creada entre las razas mas debiles para defenderse de las mas poderosas durante el Imperio Asirio, que ironicamente fue la epoca en la que menos perseguidos fueron. Originalmente el termino RATTS se empleo de forma estrictamente despectiva, fue tan popular durante el imperio Romano que finalmente se quedo como “nombre Oficial“ de la alianza. Entre esta alianza siempre han surgido celulas y grupos de poder que se dedicaron a tomarse la justicia de su pueblo sobre aquellos que los asesinaban.
Cota de malla- La cota de malla es básicamente un camisón; los había de 2 tipos para infante y para caballero. Las de caballero eran de manga larga con mitones (Guantes sin dedos) incluidos, las de infante normalmente eran de manga 3/4 o incluso sin mangas.
Almofar* –** El Almofar es una protección para la cabeza, el cuello y una extra para los hombros, se hacía de tres piezas; Gorro, cubría la cabeza. Sabana, cubría el cuello y parte de la garganta. Manto de obispo o gola, cubría los hombros. Además de esto, el almofar tenía una extensión en la sabana en la parte baja para cubrir el cuello.
*Anunaki – Era uno de los siete jueces del Infierno segun la tradicion Sumeria y Asiria
*La Marca – La Marca fue en su creacion el brazo armado de la Alianza RATTS cuando esta se creo. Su consejo estaba controlado por los Señores de la Marca, siete de los miembros mas respetados de la alianza, cada uno de ellos miembro de una Raza diferente y extremadamente poderosa incluida en la Alianza, cada uno portaba en su dedo el sello del Dios-Hombre Assur, señor de Asiria. Anunaki fue el primer Señor de la Marca nombrado por la poderosa Raza del Fenix, motivo por el que se cambio su nombre por el de uno de los siete jueces del infierno, pues eso es lo que los siete señores serian, los jueces de los enemigos de la Alianza.