Liliana, Mi cuñada (2)

Como salve porder continuar con las aventuras con mi cuñada caliente.

LILIANA Mi cuñada parte 2

Después de esa inolvidable noche con Liliana, continúe esa semana tratando de no pensar en ella y centrarme en mi vida con mi esposa, es fácil sostener una relación con Mariana (mi esposa), sabiendo que tuve relaciones con su hermana. Lo peor de todo era que no tenía complejo de culpa, quería seguir comiéndome a las dos, y si es posible hacer un trío, poder disfrutar a las dos hermanitas al tiempo, pero como? Esa era la pregunta que me daba vueltas en la cabeza.

Ese viernes, Liliana me llamó a la oficina esta seria y me dijo que quería hablar conmigo, pensé noooo ahora si se empeoro las cosas, me va a decir que fue un error, que no debió suceder que no volvería a pasar, en efecto fui a su apartamento, salí mas temprano de la hora acostumbrada para no despertar sospechas con Mariana. Cuando llegue a su puerta, me dijo la temidas palabras, mira Miguel Angel, lo he pensado, tengo complejo de culpa, fue un….. Antes de que terminara la interrumpí, le dije que no me dijera que había sido un error, porque yo no lo consideraba así, para mi si bien no fue lo mejor, lo más santo, fue lo deseado, intente acercarme, pero se alejo, entre, (puesto que ella no quería ni que entrará a su apartamento), lo cogi con fuerza y le dije, mírame a los ojos y dime que quieres que no vuelva a pasar?, ella empezó a llorar, no decía nada, para mí fue suficiente y la bese, una y otra vez, sentía como de nuevo si iba calentando, diciéndome, no, no por favor, no ves que me vuelves loca, que se que esta mal, no ves que…. No la deje terminar, la bese con pasión, mientras mi mano apretaba uno de sus senos

Sentía su respiración entrecortada y como empezaba a responder a mis estímulos, su falda apretada no fue un obstáculo, abrí su blusa con violencia, mientras soltaba su falda con maestría, sus gemidos me decían comete a esta puta, si lo haces, la tendrás para siempre, su pasión se desbordo, otra vez vi. la pasión en sus ojos, su manera de morder, sus manos abriéndose paso en mi camisa, para acariciar mi pecho y su ahhh, oohhhhhh, con eso sabía que la tenía en mi poder. Le decía Liliana de verdad vas a dejarme, de verdad no quieres que te vuelva a meter esta verga en esa chochita, dímelo, dímelo,, sus brasier había cedido y me dedique a chupar sus pezones, grandes y duros, a oír sus gemidos, volví a fijarme en sus tangas (y tengo que decir que la muy perra usa unas tangas sexis, uno hilos dentales que se pierden en ese inmenso culo) esto me puso la verga como para partir cocos.

Mientras chupaba sus pezones, le metí el dedo en su chochita y lo empecé a mover salvajemente, ella no pudo más y grito, nooooooo, no quiero dejarte, quiero que me poseas, que lo metas por todos lados, soy tuya, así la sociedad y mi moral me condenen, dicho esto se safo y se dirigió a mi pantalón, lo soltó como una maestra y agarro entre sus manos mi verga, que a estas alturas parecía una barra de acero, se lo metió de una en su boca, no hubo tiempo para lengüeteadas, lo quería adentro, todo, lo intento, pero no se lo pudo meter todo, lo empezó a chupar como una zorra, como un tetero al cual quería sacarle toda la leche, la agarre por su cabello negro y se lo intente meter todo, casi se ahoga, mientras le decía perra, ahora vas a ver, con que querías dejarme, pues te lo voy a meter hasta la nuca, para que te quede el sabor a mi, para que veas que me perteneces.

Después de esa mamada monumental, la levante y la lleve a la cama, le quite las tangas y le levante las piernas, sus rodillas tocaban sus orejas, y se lo metí de una, con fuerza, grito, esta posición le permite al hombre metérselo todo y ella podía verlo todo como entraba y como salía, en este movimiento, bajo su mano y empezó a ayudarse con el dedo, esto me lo enderezo y me arrecho más, ves a la cuñada hacer esto, me excitaba y le decía a cada arremetida, con que me vas a dejar perra, ella suspiraba se quejaba y me decía no perdón mi amor, pero quería saber si te podría dejar y no, soy tuya y que coma mierda el mundo, dame clavame más o me encanta en esta posición la siento en la nuca cuando me la metes, estás cada día más rico, así le fui dando verga hasta que tuvo otro de sus orgasmos, cansada pero con ganas, se voltio y me ofreció su culo.

Me decía quiero de nuevo sentir que me partes, que me esta dando verga mi hombre, a lo que yo obviamente no me hice de rogar, salivita en la verga y adentro, el grito fue tenaz pero esta vez lo acepto, con algunas maldiciones pero con mas ganas que dolor, eso, así parteme, dame mas dame más ooooooHo, eso o perro, dame parteme el culo hazme tuya, yo aproveche para seguir dando dedo, en esas estaba cuando vi. En la mesa de noche un collar de pepas, me acorde de esos collares para el sexo, y pensé, por que no, a esta perra se lo meto en el culo y le voy a dar por delante de tal manera que cuando de venga se lo saco del culo haber que pasa. Cuando se lo saque y me vio coger el collar dijo que haces, le dije te voy a enseñar una cosa para que te pegues a mi, esta vez estaba entregada y no dijo nada el collar de casi metro cincuenta (de esos que se dan vueltas), lo recibió todo sin quejas en su culo abierto por la mano de verga que le había dado. Cada bolita adentro un gemido. Me decía eres un hideputa pervertido, pero yo, yo soy una perra por dejarme llevar.

Con el collar adentro, le empecé a dar clavo nuevamente, Liliana me miraba, gemía, gritaba, emocionado besaba sus senos, mordisqueaba su cuello, cuando la sentí venir, le hale parte del collar, fue increíble, esa mujer casi se desmaya, le saque mi verga y la hice que la chupara mientras sacaba poco a poco otra parte del collar, otra vez, lo increíble vi. como botaba un liquido pegajoso y consistente, se esta viniendo como loca, gemía y mientras chupaba, se estremecía con las pepitas saliendo de su culo, no pude más estalle, le heche el semen en su boca en sus tetas y hale lo que quedaba esto fue lo máximo, grito de la emoción mientras trataba de recoger toda la leche para tomársela, parecía comiendo algo muy rico, chapándose con delicia cada dedo donde tenía semen, esta mojada por sus fluidos y por mi esperma, cansada y agotada se quedo pegada a mis piernas y acariciando interminablemente mi verga, tiempo después sin mediar palabra, me llevo al baño, nos duchamos y después se puso de nuevo a mamar mi verga, me la estaba parando de nuevo cuando me dijo, Miguel Angel, yo no te puedo dejar y no te voy a dejar, pero tu tampoco lo vas hacer.

Esto me dejo en seco, le dije pero te olvidas que somos casados que dirá Luis tu esposo y Mariana, no te preocupes Luis se demora en Canadá un año así que tengo tiempo para ver como hacemos, y sino pues seguimos a escondidas, lo importante es que este, besándome la verga, no me falte. En esos momentos sonó el celular, salí corriendo, era mariana, que me decía a que hora salía, que estuvo charlando con unas amigas de sexo y que estaba tan caliente que me necesitaba.

En la próxima….. un polvazo con mi mujer y los planes para el trio.