Lili

La tentación es el primer recurso de la mujer y el último - Enrique Lihn.

Todo empezó un sábado a las 11.30 de la noche.

Lili, una jovencita pelirroja, de 1,78 de estatura, delgadita,  de ojos azules, pecosa, con pequeñas tetas y culo redondito, que ese día llevaba el cabello recogido en dos trenzas, (un bomboncito con un polvazo) estaba sentada en un sillón de la sala de la casa de sus tíos mirando la tele junto a su tío Antonio Manuel, 38 años, moreno y apuesto y su tía Marta, 36 años, rubia y bien parecida, que estaba sentado al lado de su marido, cuando oyó como le decía su tío Antonio, a su tía Marta:

-A esta cadena se le ve demasiado el plumero.

-Son de los míos.

-Ya lo sé, ya. Te crees qua esos a los que les dan publicidad te van a dar una paga por estar en tu casa.

-Y me la van a dar, si gobiernan.

-Sí, mujer, sí, a ti y a todo bicho viviente. ¿De donde van a quitar el dinero?

-Se los van a quitar a los ricos.

-En dos días el capital se iría de España y no habría dinero para pagarle a nadie.

-¡Catastrofista!

-Realista, ingenua, realista.

Lili, vio que se iba a armar y se metió en medio.

-¿Cambiamos de canal? A mí la sexta no me gusta.

Antonio, le dio por el palo.

-Ya somos dos.

Marta, se alteró.

-¡Pues os jodéis!

Cinco minutos más tarde, Lili y Antonio, estaban durmiendo en el sillón. Media hora después ya estaban dormidos los tres. Un poco más tade, Lili, despertó, y vio que su tía se había quedado dormida, y como le gustaba su tío, como hombre, se dijo a si misma: "Es ahora o nunca".

La mano derecha de Lili, por encima del pantalón, acarició la polla de su tío. La polla fue despertando, y con ella, derpertó Antonio.

Lili, le susurró al oído:

-Sigue durmiendo.

Antonio, buscó los labios de su sobrina. Se besaron. Lili, sacó los 22 centímetros de polla de su tío y se la empezó a menear. A lado de Antonio, su mujer, dormida, exclamó:

-¡Podemos!

Quen podía era Lili, podía chupársela a su tío, y se la chupó, se la chupó como una experta, como una experta golosa, muy golosa..

Minutos más tarde, cuando Antonio comenzó a correrse, Lili, metió la polla en la boca, le bebió la corrida y luego. le susurró al oído:

-Sabrosa.

Marta, seguía dormida. Antonio, se guardó la polla dentro del pantalón, le dio un empujón a su esposa, y le dijo, cuando despertó:

-Te quedaste frita.

Marta, se levantó del sillón, y les dijo:

-Mirar lo que os de la gana. Yo me voy para cama.

Pusieron una película en otro canal

Al verse a solas, Lili, besó a Antonio, y después le dijo:

-Mastúrbame. Lo necesito.

Antonio, metió una mano dentro de las bragas de Lilli. Su chochito estaba mojado, muy, muy, muy mojado. Comenzó a masturbala con un ojo puesto en la puerta por la que se fuera Marta.

Marta, se había desnudado. Tapada en cama con una sábana, empezó a acariciar tetas y  pezones. Bajó una mano hasta su chochito. Cerró los ojos. Se imaginó desnuda a Lili.  La besaba. Magreaba y chupaba sus pequeñas tetas... Se  metía entre sus piernas y le comenzaba a comer el pequeño chochito. No pudo evitar que de sus labios saliera palabras en forma de susurros:

-Voy hacer que te corras, preciosa.

Quien iba a hacer que se corriese Lili, era Antonio, que arrodillado en la alfombra del salón, le estaba comiendo el chochito. Antonio, estaba tan caliente que ya no le importaba que lo pillara su esposa. Lilí, aún  más caliente que Antonio, le dijo:

-Despacito, lame despacito que así me vendrá con más fuerza

Antonio, le lamió el clítoris,  despacito.

En la habitación. Marta, a punto de correrse, susurró:

-Dámela, damela. Córrete para mí.

Marta, se imaginó que la sobrina de su marido se corría en su boca y se empezó a correr ella. Cinco squirts salieron de su chocho y empaparon la sabana de la cama. Sus estremecimientos de gozo los acampañaron sensuales y casi  silenciosos gemidos.

En la sala, le susurraba Lili a Antonio:

-Me corro, tío, me corro.

Antonio, al mojarle Lili, la cara con sus flujos, se excitó tanto que cogió la polla. la meneó y se corrió con su sobrina.

No se dieron un respiro.

Marta, ahora acariciando sus tetas, se comenzó a imaginar que su marido se follaba a la sobrina. Estaban en el sillón. Lili, estaba sentada sobre la polla de su marido, de espaldas a él y mirando para ella, que sentada en otro sillón, se masturbaba mirando para ellos.

En la sala, Lili, estaba sentada en el regazo de Antonio. Besándolo. Llevó la polla a su pequeño chochito y la comenzó a meter. Le costó trabajo meter la punta, pero una vez entrado el glande, con el placer que sentía, comía a su tío a besos. Cabalgando hacia su segundo orgasmo, sintió que a su tío le iba a venir, y le dijo:

-No te corras dentro, tío, no te corras dentro.

Pero Lili, al tiempo que le deciá a su tío que no se corriera dentro, se empezó a correr ella.

-¡No la quites, tío, no la quites! ¡¡Sigue, sigue!! ¡¡¡Me coooooorrro!!!

Antonio, se corrió dentro de su sobrina. Los gritos de placer de Lili, se oían en la calle. Marta, los oyó. Se corrió como una loca y...

Fin de la primera parte,