Ligue en la ciudad de México (3)

¿SEXO SIN COMPROMISO? Este no es un relato erótico. Si te interesa saber como son los vapores, lee esto.

LIGUE EN LA CUIDAD DE MÉXICO

3

¿SEXO SIN COMPROMISOS?

Entre los muchos mails que he recibido desde que se publicó mi primera entrega, hay varios que me preguntan acerca del ligue para sexo. Si bien es cierto que a muchos nos interesa una pareja, también es cierto que mientras llega es muy rico el sexo.

¿Existe el sexo sin compromiso? He pensado mucho acerca de esto y he llegado a la conclusión de que es una de las grandes ventajas del ser gay, específicamente hombre gay. La mayoría de las mujeres (aunque hay cada vez mas que no), establecen un vínculo emocional y afectivo cuando tienen relaciones sexuales, es por esto que cuando un hombre esta interesado en tener sexo con una mujer tiene que recurrir a tantas y tan complejas estrategias de seducción; Insisto, esto no es una generalidad, cada vez existen mas mujeres que hacen un uso mas "libre" de su sexualidad. Volviendo al hombre, psicológicamente es mucho más fácil para nosotros el tener sexo ya que podemos no crear ese vínculo afectivo del que hablé, aunque también existen hombres que lo crean. Es por esto que el medio gay es tan "promiscuo", afrontémoslo, tenemos demasiada libertad sexual (sin generalizar, se que existen muchos que no caen en esta situación y aclaro, no estoy ofendiendo a nadie).

Con todo esto en la cabeza, me lancé a un "experimento de campo", revise una guía gay y escogí uno de los Baños y vapores que en ella se anunciaban. Decidí ir entre semana para evitar la aglomeraciones que supuse tendrían lugar los sábados o domingos. Así pues, llegue al lugar. En el mostrador de la entrada pagué la cuota correspondiente al "general" (también existen individuales) y luego subí al primer piso. Me recibieron dos personajes envueltos en sábanas y muy amablemente me dieron a escoger entre varios cuartos abiertos. Entré en uno y cerré la puerta. Solo hay una especie de cama, cubierta con una sábana, otra para cubrir el cuerpo y una toalla en el piso. Tengo que confesar que era mi primera experiencia de este tipo, y como todo lo desconocido, me daba un poco de miedo. Encendí un cigarro y me quité la ropa. Me puse la sábana alrededor de la cintura y cuando estuve listo salí a explorar. Había varios pasillos con hileras de puertas idénticas a la de mi cuarto. Algunas estaban abiertas y sus ocupantes acostados sobre las camas, desnudos, unos mostrando sus penes erectos y otros acostados boca abajo, parando las nalgas; no hacía falta mucha inteligencia para adivinar que los primeros eran activos y los otros pasivos.

Al fondo hay una puerta que lleva a los vapores y a las regaderas. Me dirigí hacia allá y entré. Era una sala bastante grande con regaderas en todo el perímetro, tres camas para masaje, lavabos y espejos. Al fondo en cada esquina dos puertas mas con sendos letreros que anunciaban vapor y turco.

Había varias personas en aquella sala, algunos bajo los chorros de agua de las regaderas, otros caminando de un lugar a otro y algunos mas recibiendo un masaje en las mesas, por masajistas que al igual que el personal de la entrada, estaban envueltos en sábanas. Me dirigí hacia la puerta bajo el letrero de vapor y entré. De inmediato me envolvió una nube blanca y caliente, muy agradable. Al principio no podía ver absolutamente nada pues además del vapor, las luces estaban apagadas y solo entraba la débil luz de la tarde nublada por unas ventanas percudidas. Caminé a tientas por el cuarto, poco a poco mis ojos se fueron acostumbrando y pude ver mejor. Había una banca corrida a todo alrededor de la sala. Mas o menos 25 hombres de todas las edades estaban sentados ahí, vi un lugar vacío al otro lado y fui a sentarme.

Conforme fueron pasando los minutos pude ver mejor, ciertamente había algunos muy guapos, con cuerpos trabajados en gimnasio. Otros más, normales, atractivos, delgados o con alguna pancita. Habían también hombres mayores (muy mayores!) como de 60 ó 65 años (sino es que más). Nadie estaba haciendo nada. Algunos intercambiaban miradas pero nada más. Mi primer pensamiento fue que tal vez ahí no se hacia nada ya que no se sabía si la gente era o no gay, especialmente los mayores, la verdad es que no me los imaginaba haciendo grandes proezas sexuales.

Me levanté para ir a la otra sala. Salí de ahí y atravesé una vez mas la sala principal, entre en el cuarto de baño turco. Las cosas ahí no eran muy diferentes que en el vapor, tal vez aquí no había tanta gente, pero en general todo era igual. Sentí demasiado caliente el aire, así que mejor regresé al vapor.

Me llamó la atención un chavo de unos 25 años, tenía los ojos algo rasgados (aunque no llegaba a parecer oriental) moreno, velludo, con una pancita que me pareció sexy y por lo que se veía a través de la sábana húmeda, estaba muy bien dotado, tanto por adelante como por atrás. Lo seguí y me senté junto a él. Se me quedó viendo y me sonrió, luego cerró los ojos y se acomodó.

Mientras tanto del otro lado un hombre de unos 45 años con un estómago prominente se abrió la sábana, mostrándome un pene gordo, flácido y sin circuncidar que poco a poco comenzó a ponerse duro. Como no mostré gran interés, el hombre en cuestión dedicó sus atenciones a otro que estaba sentado junto a él del otro lado, que parecía gustar mucho de lo que veía pues frotaba emocionado un pene enorme. En unos momentos se abrazaron y se besaron, tocándose por todos lados. Uno de los de mas de 60 años se acercó y de pie frente a ellos también comenzó a masturbarse. En tres minutos eran mas de 6 personas participando en una animada orgía. El "Chino" como mentalmente lo había apodado debido a sus ojos rasgados, los mantenía cerrados y parecía no darse cuenta de nada. Como la orgía que se había organizado a mi lado parecía requerir mas espacio, decidí cambiarme de lugar, me levante y me fui a sentar al otro lado.

Ahí había un chavo bastante guapo de piel blanca, músculos marcados, completamente rasurado de todo el cuerpo, incluida la cabeza, solo el pubis mostraba algo de vello muy bien recortado asomándose por la sábana. Miraba insistentemente a otro chavo todavía mas guapo, era moreno tenía la barba cerrada pues la sombra se notaba perfectamente, tenía los ojos verdes y bastante vello en el cuerpo, que no era para nada atlético como el del otro pero si bastante atractivo. No pasaron mas de 5 minutos cuando ambos ya tenían el pene del otro entre sus manos acariciándose y excitándose.

Mientras tanto del otro lado, la orgía estaba a todo lo que daba. Ya había alguien siendo penetrado y los demás se acariciaban o se daban sexo oral. No se veía bien pero ya mas gente se había unido a la diversión.

Los chavos que estaban fajando a mi lado pronto también tuvieron compañía, un chavo bastante guapo tipo chacal se acerco con un enorme pene de unos 20 cms totalmente erecto. El "pelón" (el chavo de la cabeza rapada) inmediatamente lo acercó a su boca mientras el velludo le daba sexo oral a él. En eso estaban cuando sentí una mano sobre mi pierna, ¡Era el Chino! Aparentemente se había despertado y venido a buscarme. Tuvimos un encuentro sexual breve pero muy satisfactorio, intercambiamos caricias, besos algo de sexo oral... en fin, muy gratificante.

En cuanto terminamos nos levantamos y salimos corriendo a las regaderas (la actividad sexual en un ambiente tan caliente provoca taquicardia) para enfriarnos. Cuando terminé de refrescarme, el chino ya estaba sentado en uno de los lavabos del otro lado. Me acerqué a él con ganas de platicar. Le pregunté cualquier tontería y noté que se ponía nervioso y sus respuestas eran evasivas. Luego de unos minutos se retiró y no lo vi mas. Me pareció muy rara su actitud pero no le di mayor importancia. Me quedé recargado en aquel lavabo observando a la gente entrar y salir de uno y otro cuarto, buscando con quien tener un encuentro. Luego de un rato me percaté de que nadie hablaba, el silencio era total, solo se escuchaba el agua de las regaderas, el rechinido de las puertas y los pasos de pies enfundados en sandalias de plástico. Alguien me ofreció un masaje que no acepté. Me quedé un rato mas observando y cuando me disponía a retirarme se acercó el pelón del cuarto de vapor.

Comenzamos a platicar, le comenté que era la primara vez que acudía a un lugar así y que me llamaba mucho la atención el silencio y como el chino se había puesto nervioso con mis preguntas. Fue cuando me contó que así son ese tipo de lugares, la gente acude exclusivamente buscando sexo y solo sexo. Parece que muchos son casados o llevan una vida heterosexual, por eso es rara la plática, prefieren dejar todo a un nivel totalmente impersonal.

El pelón resultó bastante simpático y abierto, me invitó a tomar algo en un café cercano y acepté. Luego de vestirme, lo encontré afuera de mi cuarto, esperándome.

Salimos a la calle sin hablar, yo solo lo seguí pues no conocía el lugar al que nos dirigíamos. Caminamos 3 cuadras y entramos en un café de chinos. El pelón ubicó una mesa y nos sentamos. Ambos pedimos coca colas y afortunadamente sacó una cajetilla se cigarros.

Durante un rato hablamos de cosas como nuestros trabajos, me contó que él es creativo de una agencia de publicidad, incluso me mencionó comerciales famosos que son obra de él, una plática bastante interesante.

Le pregunté su opinión del sexo sin compromiso. Me contestó que mientras se diera entre 2 ó más adultos con pleno consentimiento, no tenía porqué existir problema alguno. Al menos para él mientras fuera sexo seguro.

¿Y el chavo con el que había estado en el vapor? ¿No le daba curiosidad de conocerlo? ¿Saber algo mas de él? La respuesta fue que no, solo había sido sexo. A quien quería conocer estaba ahora con él. Yo solo me reí.

Ya después me contó que él no es muy afecto a ese tipo de lugares pero "el cuerpo es el cuerpo y la calentura la calentura"

Una hora después pagamos la cuenta, intercambiamos teléfonos y nos despedimos. Me ha llamado en dos ocasiones pero no hemos vuelto a vernos.

Aun me sigo preguntando si en verdad es tan fácil. Confieso que no soy puritano y no me asusto, es solo que yo prefiero estar con alguien con nombre y apellido, en un lugar en donde no haya 20 personas observándome, pero por lo que vi, hay mucha gente que encuentra esa situación excitante y... esta bien, como bien dijo el pelón, el cuerpo es el cuerpo y la calentura es la calentura. Supongo que así se ahorra muchas decepciones.

¿Si el pelón estuviera realmente interesado en mi, saldría con él? La pregunta fue lanzada por el novio de una amiga, obviamente heterosexual. No pude evitar recordar la escena del vapor, el pelón teniendo sexo con otras dos personas. Estuve a punto de contestar que no, pero ¿acaso no había yo tenido sexo con el chino en las mismas circunstancias? ¿No habíamos acudido ambos a lo mismo a aquel lugar? ¿Si lo hubiera conocido en otro lugar también dudaría? Aparentemente para los franceses no había razón para no salir con el pelón o con alguien que se conociera en esas circunstancias, para ser honesto, la lógica me decía lo mismo y sin embargo tenía mis dudas. He llegado a la conclusión de que la cultura mexicana todavía pesa en algunos de nosotros, todavía no somos tan abiertos o por ponerlo de otro modo, algunos todavía somos algo hipócritas. Decidí llamar al pelón y volver a verlo, ya les contaré que pasa.