Ligando en el Super
99.9% Real, lo que uno se topa en el Supermercado...
"Ligando El En Súper"
Ahí estaba yo con mi mejor amiga, quién diría que al acompañarla sus frutas, verduras y papel sanitario, ganaría un amante esplendoroso.
Me llamo Marco, tengo 21 años, y este es una experiencia, divertida, inolvidable y 100% Real.
Era un día caluroso, así que decidí ir en sandalias, jeans cómodos y camiseta sin mangas, no tengo un cuerpo de súper modelo, pero hago algo de ejercicio y es notable, al igual lo armonioso de mis facciones faciales, que como algunos dicen, me hacen un chico guapo, mi piel es blanca, pero puesto a que vivo en el Caribe Mexicano, se ha tonado en un color bronce que a muchos les causa envidia.
Bien, iba yo empujando el carrito de compras y me detuve a observar unos paquetes de chocolates, que son mi postre favorito, cuando por instinto voltee a ver a mis espaldas y me encontré con la imagen tierna y candente de un lindo jovencito como de unos 17 años, un poco más bajo que yo (1.75 mts.), piel morena, ojos negros, cabello negro, vestía una camiseta sin magas ceñida al cuerpo el cual se le dibujaba espectacular. Era un bombón!
Se acerca mi amiga y me dice: Se te quedó viendo las nalgas.
Yo no lo podía creer, pero si ella tenía razón, no podía perderme la oportunidad de conocerlo, y pues ver si algo resultaba.
Decidí seguirle, pero para topármelo de frente fui por el lado contrario de la estantería, y sí, lo encontré pero estaba con su madre al pasar a su lado busqué su mirada, pero ni un segundo volteó siquiera a verme, un tanto decepcionado, seguí mi camino, el dobló y se metía a otro pasillo, al pasar del lado contrario lo vi nuevamente de espaldas, y pude ver esas nalgas hermosas, las cuales parecían no caber en el pantalón.
Le dije a mi amiga: "ultima vez, lo juro", deseaba verlo por ultima vez, y repetí la estrategia de topármelo de frente, simulé ignorarlo y ésta vez el volteó a verme y sonrió.
Estaba que no cabía en mi por la situación, ¿Cómo me acercaría a él si estaba su madre cerca?, Tomé un pequeño papel, escribí mi nombre y teléfono, y le busqué nuevamente, ésta vez por el pasillo de shampoo.
Ahí estaba el, hermoso como los 15 minutos que llevaba babeando por él, pasé a su lado, y "sin querer" tropecé levemente con él, no pude ver su expresión, pero mi amiga dijo que el sonrió por mi acción.
Al pasar a su lado dejé caer, el papel, mi esperanza era que el se diera cuenta, lo recogiera, y pues me llamará en caso de existir alguna posibilidad.
Después de terminar las comprar no dejaba de observar mi teléfono, con la esperanza de que sonara con un número desconocido y sea el chico del supermercado, juró que no soy una persona de actitudes amaneradas, para nada, siempre he procurado actuar varonil, y nunca conducirme de manera tan "floripondia", pero éste chico me había gustado tanto, que me atreví a hacer esa locura.
Ya eran las 11 de la noche de ese viernes, había perdido toda esperanza de que el chico llamara y en eso sonó mi teléfono, para mi mala suerte no era él, sino mi mejor amigo (hetero), el cual me invitaba a celebrar el cumpleaños de su novia a la disco de moda en la ciudad, pues me arreglé sin ánimos de impresionar a nadie, mis ganas de ligar se habían menguado con ése intento fallido del Súper.
Tomé las llaves de mi auto y me dirigí a la disco donde me encontraría con mi grupo de amigos, y sonó mi teléfono no alcancé a contestar pero se trataba de un número desconocido para mí, ¿sería él? Para salir de dudas marqué a ese número para nadie contestó.
Durante el trayecto a mi disco mi teléfono daba un timbre y colgaban, era el mismo número extraño. Me detuve a comprar un obsequio para mi amiga y remarqué nuevamente, pero nadie respondió
Llegué intrigado, pero con las copas, el baile y la compañía de mis amigos, se me olvidó por completo ésa situación, ya en la disco cerca de las 2 de la madrugada, mi teléfono sonó nuevamente con mismo número en el ID, esta ves contesté pero con la música pco pude escuchar la voz de mi interlocutor.
Me dirigí al baño con el ánimo de devolver la llamada y ya estando ahí sonó nuevamente mi teléfono, una voz varonil, alegre y sensual, me dijo:
Que guapo te ves de Azul- dijo Él
¿Quién habla? Pregunté
¿Vienes Solo? Soy Anwar
No, estoy con unos amigos y no conozco a ningún Anwar.
Si nos conocemos, pero creo que ahorita estás tan alegre que no me recuerdas.
Probablemente, ¿estás en la misma Disco que yo?
Si, oye, ¿traes coche? Me podrías dar un aventón a mi casa?, es que ya me tengo que ir a mis amigos no me pueden llevar.
La curiosidad me estaba matando, sería éste el chico que tanto me gustaba, así que acepté darle el aventón, igual yo pensaba irme temprano así que de paso salía de mi duda.
Al salir ahí estaba a él, vestía de manera moderna, casual, y muy sensual, la camisa verde sin abotonar completamente le hacía lucir de maravilla, no podía ocultar mi asombro al ver que el chico del Súper, me saluda efusivamente con un abrazo.
¿Nos vamos?, me dijo con su sonrisa inocente y coquetísima, se despidió de la chica que salió con él y nos dirigimos al estacionamiento.
Disculpa el atrevimiento, pero pues me inspiraste confianza, y por lo del abrazo, le dije a mi amiga que eras un amigo de mi hermano y pues te salude efusivamente para que no se diera cuenta que apenas nos vamos a conocer me dijo sin detenerse a recobrar la respiración.
Tranquilo - le dije no me des tantas explicaciones que me hago bolas, ok? y rematé con una sonrisa.
Pues mucho gusto Marco, ¿siempre eres así de aventado? preguntó Anwar
En realidad no, aunque no lo creas, soy algo tímido en cuanto a conocer gente, pero ceo que no lo hice tan mal, ¿o si?
Pues fue bastante ingenioso, debo reconocerlo contestó.
Y bien, ¿cuántos años tienes niño? pregunté
¿Cuántos me calculas? preguntó manteniendo su siempre linda sonrisa.
16, máximo 17 respondí muy seguro de haber atinado.
19, la próxima semana cumplo 20 años contestó después de una sonora carcajada de más de 5 minutos.
No lo podía creer, aquel que parecía un tierno niño ya era un hombre, muy cercano a mi edad y seguramente bien desarrolladito.
Me detuve en un miador del gran malecón de mi ciudad, estuvimos platicando tonterías el uno del otro, descubrí que estudiaba en la universidad rival a la mía, que cursaba el 2 año y que era curioso que era muy curioso que nunca nos hayamos topado si vivíamos en una ciudad tan pequeña.
Creía que estaba de más preguntarle acerca de su sexualidad, era más que obvio que entre los dos había química y pasión reprimida que pedía a grito silencioso ser libre, pero para el no había prisas, y me pidió le llevara a sus casa pues tenía que llegar temprano, así que a las 4:00 AM lo dejé en casa y me fui contento de haberle conocido.