Ligando en el Super (2)

Ahora si viene lo bueno, rico sexo, amor y pasión.

Ligando El Súper II

Nota del Autor: Cuando le das clic a un relato lo que esperas es leer una historia bien contada y altamente excitante, en la primera parte del relato debo admitir que falta la parte sexual que hace de todorelatos.com nuestra página favorita. Te pido una disculpa a ti estimado lector que te tomas la molestia de leer y disfrutar mis relatos, en la emoción de publicar ésta experiencia olvidé terminarla, aquí está lo que todos ustedes quieren leer y yo también quiero contarles, espero lo disfruten y envían sus comentarios. ¡Hasta Pronto!

Mi reloj marcaba las 4:05 AM, habían pasado los 5 minutos más felices de mi vida, pues había conocido al niño más lindo del mundo, guapo, inteligente y mi muy probable próximo novio.

Justo pensaba en él cuando mi teléfono sonó, era su número, ya me lo sabía de memoria,.

¿Que pasó chavito? – le dije.

¿Puedes venir a mi casa? Se me olvido decirte algo, porfa – me pidió.

OK, ya voy para allá - ni bien dije lo anterior cuando ya estaba dando vuelta de regreso a su casa.

Al estacionar mi auto frente a su casa, lo fumando lo poco que quedaba de su cigarrillo, se acerco a la ventanilla que estaba a mi lado y me dijo: "Esto es lo que faltó"

Acto seguido ya tenía sus dulces labios sobre los míos, fue un beso tierno, sin malicia, pero de igual manera, lleno de pasión, de deseo.

Me abrió la puerta me tomó de la mano, quitó las llaves y puso seguros al auto, así de la mano me llevo hacia a adentro de su casa, una vez ahí, de nuevo me besó, pero ésta vez un poco más intenso, más fuerte, con ganas de fundirse dentro, de mi, yo también lo deseaba, así que sin evitarlo, llevé mis manos a sus nalgas que tanto me habían gustado.

Me tomó nuevamente de las manos pero ésta vez me llevó en dirección a su recamara, una vez ahí me despojó de mis ropas, todo fue tan rápido que hasta ahora me sorprendo de la agilidad y destreza con la que quedamos desnudos.

Lo vi de pie frente a mí, es hermoso, su piel es suave, tersa, como la de un bebé recién nacido, era como una figura hecha a mano por el mejor escultor, cada línea de su cuerpo marcaba perfectamente sus músculos, pero de manera discreta, su piel bronceada terminaba justo en la marca del traje de baño, lo cual lo hacía lucir aún más sexy, sus piernas con una ligera capa de vello su mostraban largas y fuertes, y entre ellas, colgaba maravillosamente un pedazo increíble de verga, no es la más grande, ni la más gruesa, pero combinaba perfecto con su talle, sus piernas, es un poco más oscura que el resto de su piel, destacaban sus venas que le daban una apariencia fuerte aún en estado flácido, del prepucio se asomaba ligeramente su glande, el cual se veía de color rosado.

No me contuve mucho y me puse de pie frente a él, tomé su rasurada barbilla y jalé su cara hacia la mía, nuevamente fue un beso tierno, quité mis manos de su rostro y acaricié su cabellera y poco a poco fui bajando mis manos recorriendo cada milímetro de su cuerpo, la sensación era más que excitante, casi al borde la locura, la suavidad de su piel volvería loco a cualquiera, y a mi ya me tenía con la verga a tope.

No tarde mucho en llegar a la suya, la cual también ya se encontraba despierta, y de su punta colgaban unos hilillos de precum, tomé uno de esas gotas y la puse en mi boca como lipstick, el cual el quitó de inmediato.

Se veía exquisitamente sexy tal cual, desnudo para mi, ésta vista me excitó demasiado que tuve que bajar rápidamente para meterme su deliciosa verga en mi boca, chupaba como si quisieran quitármela y a él pareció encantarle, jugaba con mi cabello empujando mi cara hacia su verga, su sabor agridulce terminó por encantarme; lo empujé a la cama y así como estaba sin avisarme me interne en su culo, pequeño, apretadito, no dejaba que mi lengua entrara en su cavidad, pero mis lengüetazos y lamiditas suaves poco a poco fueron dejando atrás su timidez, era un culo precioso, sin un solo vello al igual que sus ingles, las cuales besé para llegar nuevamente a su verga impaciente de ser chupada, pero no duré mucho, y empecé a subir sobre su delgado pecho y besé sus tetillas, luego su cuello para culminar con un beso rico, apasionado, de no ser porque apenas nos conocíamos, podría jurar que era de amor.

Como pude abrí sus piernas, unté un poco de saliva sobre mi verga y traté de metérsela poco a poco pero no lo conseguí, tomamos un poco de creme para manos (¿?) y lo untó sobre mi verga y la masajeó para continuar con la excitación, pues lo frío de la crema me bajó un poco la erección, pero no tardo mucho gracias a sus besos y masajeo.

Ya con la verga embadurnada de crema, intenté nuevamente meterle la verga y ésta vez si entró, fui despacio, tratando de no acelerar el momento, cuando entre en su culo casi termino, pues apretaba delicioso y se sentía extrañamente caliente, pero lo cual aceleró aún más mi excitación, no sabía cuanto aguantaría por la tremenda excitación que traía encima, así que bombeé su culo a diferentes velocidades, pero siempre buscando generarle el mejor placer, mientras el me apretaba las nalgas, me besaba los labios y con sus gestos y gemidos me hacía sentir que le encantaba sentirse penetrado por mi.

Cual cirqueros nos dimos una vuelta y cambiamos de posición, el se sentó sobre mi y me cabalgó de manera maravillosa, me dijo que sentía toda mi verga dentro de él, y su sentía el palpitar de su culo, el mientras me cabalgaba y metía mi verga hasta adentro, se masturbaba, la sensación su culo aprentandome a saltones provocó lo inevitable, el se dio cuenta y en ese momento empezó también a terminar sobre mi abdomen, fue una locura, terriblemente delicioso, los espasmos de su culo al venirse apretaban aún más a mi verga.

Nos besamos apasionadamente y nos abrazamos.

Eran las 6 de la mañana cuando sonó mi teléfono, era mi mamá preocupada preguntando donde estaba, le dije que me quedé en casa de un amigo porque tomamos algo y preferí no manejar y evitar algún accidente.

Él me abrazó preguntó sino tendría problemas en casa, para mi suerte tengo una madre comprensiva y no tendría ninguno.

Con la plática me enteré que fue su primera vez como pasivo y que le había encantado. Se levantó de la cama vi nuevamente su exquisito cuerpo, fue al baño, yo le seguí y ahí nos dimos una reconfortante ducha, pero el cuerpo es débil y la excitación nos hizo presa.

Ahí en la ducha me besó, tocó todo mi cuerpo e hizo suyo cada rincón, me puse de espaldas a él, y lo jalé hacia a mí, el entendió, puso un poco de saliva en su verga y poco a poco me la fue metiendo sus 17 cm. de carne dura y caliente, sentí como se abría paso en mi.

Lo hizo fuerte, un poco brusco, pero riquísimo, a mi me gustó su manera de hacerme el amor, así de pié fue una experiencia maravillosa, me mordió la espalda, me apretó las nalgas, en pocas palabras, me hizo suyo de la manera que a él mejor le pareció, no me quejo, creo que ha sido una de las mejores cogidas que me han pegado y afortunadamente no fue la última que tuve con él.