Liberada - guiando a la perdición X

Dejando caer una película de champán que se desplazaba sobre su suave piel de porcelana moreno cetrino, deslizándose sobre la esfericidad de las curvas de sus enormes mamazas en forma de gota de lluvia que se desborda por los lados y se junta por el centro, con los extra grandes pezones en punta.

El reflejo del gran espejo de pared del baño del dormitorio de Yolanda devolvía su reflejo con un semblante, que parecía calmado y relajado. Nada más lejos de la realidad.

Yolanda tenía esa capacidad sobrenatural de transmitir neutralidad e incluso felicidad con su rostro de sonrisa enigmática, mientras por dentro estaba a punto de explotar como un volcán.

Y así estaba ahora mismo, con la criaja de nuevo en la casa enseñoreándose de la misma y con la sensación, de que todos los avances hechos hasta entonces para desprestigiarla y sacarla de la preferencia de su cornudo y zafio marido Vicente, habían sido en vano.

Esto pensaba hecha una furia Yolanda, con su preciosa melena recogida encima de la cabeza con una pinza, mientras frente al espejo se extendía una crema reafirmante sobre sus erguidas, enormes, esféricas y preciosas tetazas en forma de gota de lluvia, que se desbordaba por los lados y se juntaban en su enorme redondez en el centro, haciendo círculos sobre ellas con sus delicadas y femeninas manos, no necesitaba para nada la crema, sus pechos estaban en el máximo de la turgencia, pero siempre le había gustado cuidarse de más.

Sus ojos parecían calmados, pero en realidad ocultaban la furia de la frustración. La criaja había vuelto a llegar un par de veces más completamente borracha los últimos quince días, con vomitonas, griterío etc…, ya habían llamado a Vicente y a su ex del colegio para ricos lerdos, para decirle, que lamentablemente repetiría el curso, superar tamaña vergüenza y que la pasasen de curso con todo suspendido, le había costado un pico a Vicente.

Las broncas habían sido monumentales, al principio la criaja se había puesto violenta enfrentándose a sus padres, incluso con golpes, Vicente había rehuido el choque violento, lo que le había ganado el apoyo de su ex, por lo que, hecho un basilisco y con su apoyo, habían decidido internarla en un colegio privado en Suiza y así se lo habían dicho a Belén. Ahí la criaja había cambiado la estrategia, gigantescas ploreras, escenas dramáticas, hasta que había convencido a la madre, llevándola a la indecisión respecto a lo de Suiza, algo a lo que seguía determinado Vicente, entonces Belén había dejado de hablar a su padre, solo le hablaba para jurarle que, si la mandaba a Suiza, nunca más volvería a dirigirle la palabra, que la perdería para siempre, ya que la madre no cedía del todo y no podía usar el chantaje de la patria potestad única.

La mañana del pasado sábado, la situación exploto desesperadamente, Vicente recibió una llamada de su ex completamente histérica, estaba en un ambulancia camino del hospital, con Belén inconsciente, Vicente y Yolanda salieron pitando al hospital, al llegar Vicente, de la impresión de ver a su hija inconsciente, se desmorono con un amago de infarto, casi todo el plan general de Yolanda se va al garete, quedándose viuda demasiado pronto y según las capitulaciones matrimoniales con una mano adelante y otra atrás, por muy viuda que fuera.

La criaja se recuperó sin problemas con un lavado de estómago, según habían dicho los médicos si bien había mezclado pastillas (ninguna un narcótico), en realidad nunca había estado inconsciente, sino dormida borracha. Como después alardearía al teléfono con una amiga (conversación que llena de ira escucharía Yolanda), había hecho una mezcla de medicamentos inicuos, que con alcohol darían la apariencia de un intento de suicidio, todo extraído de un foro de internet.

La maldita criaja había jugado muy fuerte y ahora Vicente se medicaba diariamente para el corazón y su ex se negaba rotundamente a mandar a su “pobre niña” al internado de Suiza, así que Vicente había tenido que bajarse del burro, en estado de shock y preocupado al máximo por su reputación, que dirían los de su clase derechona y de iglesia, si su hija se suicidase, en que situación quedaría la imagen, que él tenía de sí mismo.

Así que, de esta manera, Vicente había renunciado al internado Suizo, y desorientado como un perro sin amo, jadeaba lleno de preocupación, y le ponía la cabeza como un bombo a Yolanda, con los problemas que le estaba provocando su antaño adorada princesita, a la cual de nuevo le permitía todo, pero lleno del temor, de que aquella alocada criaja, hiciera algo que manchase su reputación, así consentía, con su constante fumar, su desaparecer y aparecer a la hora que quisiera, sus síntomas de embriaguez, su aspecto de choni y su maquillaje de loro. Su falta de respeto, de modales y su actitud despótica hacia él, y por supuesto su dejación absoluta de los estudios.

Los insultos, desprecios y ordenes hacia Yolanda habían alcanzado grados máximos, ordenándole no aparecer por la piscina, no solo el sábado, sino todo el tiempo que ella estuviera en la casa y quisiera disponer de ella, Yolanda era tratada como una criada en su propia casa, y si expresarlo se subía por las paredes.

Con mucho tacto, remarcaba a Vicente todos los peligros para su reputación que representaba la vida alocada de su hija, embarazos no deseados, reputación de fulana borracha, fracaso escolar, del tabaco saltar a las drogas, pero él lleno de frustración e impotencia repetía como un mantra “mientras solo sea esto de ahora, hay que aguantar”. Por supuesto, que podía esperar Yolanda de un mierda inútil como él, el zafio, calvo, gordo y viejo de Vicente.

Había llegado el momento de forzar las cosas al máximo, el corazón de Vicente estaba suficientemente reforzado con la medicación y ella necesitaba provocar en ambos padres una impresión tal, que no cupiese otra opción que mandar a la criaja a Suiza y sobre todo una mancha en la reputación de Vicente, que le hiciese cerrar su corazón a su propia hija, él era así, primero, él, después él, y más tarde él. Entre su vanidad y su egoísmo y el amor por una persona, incluida su propia hija, siempre ganaba su vanidad y su egoísmo.

Era hora de que el criajo fofisano, guiase a Belén a la perdición definitiva, con policía, jueces, periodistas.

“Joder, eso que me pides es muy peligroso, me puedo meter en un lio enorme, si ella canta, yo acabo en la trena, es muy peligroso, muy peligroso, ella es menor y si canta, todo puede caer sobre mí, y a ella su papa la rescatara, a mí el mío me mata, y en la prisión…buuuuffff…no puede ser, no puede ser…esta vez no”

Escribía por el canal de Telegram Sergio, transmitiendo terror a cumplir la propuesta de Yolanda.

“Es muy fácil, Sergio, y no tiene tanto riesgo. Ella come de la palma de tu mano. Te repito, solo tienes que convencerla de que le coja las llaves del coche a su madre, cogéis el coche cuando la vieja este durmiendo, tú lo conduces, vais por ahí, la emborrachas y os fumáis unos canutos a tope de hachís, te pasas toda la noche, besándole, metiéndole mano y declarándole tu amor para siempre y cuando esté completamente ciega, pones el freno de mano levemente en el coche se lo encaras hacia una zona del parking de la discoteca, que no haya nadie y le pides que conduzca para ti, serán doscientos metros, estrellara el coche contra otros, empezaran a sonar las alarmas, te he dado un teléfono prepago y los números de varios periodistas de ecos de sociedad de la ciudad, para que les escribas un whatsapp contándoles quien es. Y lo que acaba de pasar, después apagas el teléfono lo tiras a una alcantarilla y te largas como alma que lleva el diablo, es muy fácil”

Le escribía Yolanda por tercera vez en pocos días, el criajo fofisano estaba cagado y se resistía a llevar a cabo el plan.

“Para ti es muy fácil, pero hay demasiadas cosas que pueden salir mal y si es así, yo acabare delante de un juez y en la trena, tengo pavor que ella se chive”

Insistía atemorizado Sergio.

“Ella no te va a traicionar, porque para empezar, no se va a acordar más que de lo mucho, que le has declarado tu amor y va tener encima un marrón, que no le va a dejar pensar en nada más que en ti, como único consuelo, después cuando contacte contigo, le cuentas (como me has dicho a mi) que ya no os queda tiempo, que tus padres te han metido en un tren camino de la escuela militar, le prometes que la esperaras, que estas ansioso por volver  a verla y en un par de meses, cuando ya no haya marcha atrás respecto a lo que ha sucedido, la bloqueas y dejas de hablarla. CONFIA EN MI, CUANDO ME HE EQUIVOCADO EN LAS REACCIONES DE BÉLEN, ¿CUANDO?”

Respondía Yolanda impaciente y desesperada.

“No sé, no sé, estoy acojonado ante la perspectiva de hacer esto solo, a lo mejor necesito algo de ayuda”

Contestaba el criajo fofisano.

Yolanda respiro hondo, si no llegaba hasta el final, no se libraría de la criaja malcriada y lo que era peor, le tocaría vivir con ella en aquel estado tirano e insoportable.

“Léeme atentamente, como te las ingenies, no es mi problema. Si cumples con todo lo que te he dicho, me tendrás desde las 16:00 de la tarde hasta las 19:00 de alguno de los días siguientes en una habitación de hotel, me tendrás completamente para cumplir todas tus fantasías, tú serás el amo y señor, lo haremos como tú quieras, cuantas veces tú quieras durante ese tiempo. Pero ha de suceder como muy tarde este fin de semana, la semana que viene tú ya no estas, es tu última oportunidad de hacerle a la diosa más espectacular que nunca tendrás, todo lo que quieras durante tres horas, tú decides”

Yolanda dejo de escribir, el chico no respondía, estuvo así durante un rato y el mensaje cumpliendo con el algoritmo ya se había borrado, aún paso un rato más antes de que contestase.

“Dios, Dios, Dios…tres horas y harás todo lo que te pida”.

Contesto el chico con ansiedad.

“Absolutamente todo lo que tú quieras tesoro, tuya completamente por tres horas. ¿Crees que merece la pena el riesgo?”

Yolanda obviaba el temor que le carcomía desde hacía días, el riesgo de que el criajo la cagara y la delatara, aunque sería su palabra contra la de ella, ya que el criajo de pruebas, cero.

“Si, si, si, sí que lo merece…lo voy a hacer, lo voy a hacer si, si, si, si puedo solo, sino buscare ayuda de confianza…pero lo voy a hacer, si, si, si, este sábado…lo voy a hacer, lo voy a hacer”

Contesto enérgico Sergio.

“Muy bien cariño, me muero de ganas de entregarme toda a ti nene….completamente…huuuuummmm….no me defraudeeees”

Inflamo Yolanda la flor salvaje de la lujuria, que había vuelto a cautivar al criajo.

El resto de la semana paso con nerviosismo contenido, una oleada de miedos sacudían a Yolanda, que lograba mantener el gesto ante un Vicente ausente y más tranquilo, al no tener a su hija por allí, pero en la oficina y el trabajo Yolanda se mostraba esquiva y más reservada de los habitual.

Su mente siempre estaba ocupada con los por menores de la situación, era una apuesta de tal riesgo que, si salía mal, todo por lo que había sacrificado, el disfrutar de la vida y del sexo, estar con un hombre que la satisficiera, etc…todo por dinero y si la cosa salía mal, se podía perder todo y con suerte volver a la casilla de salida…aunque algunas nubes negras ocupaban su mente alguna vez, viéndose delante de un juez y en todos los periódicos, si la cosa se torcía con gente herida o tal.

La verdad es que no podía ni dormir, toda la semana fue de una ansiedad como no recordaba, pero ahora ya no había vuelta atrás, era un todo o nada. Así que de vez en cuando mandaba por el Telegram al niñato fofisano mensajes del tipo: “ Huuummm…neneeee…que ganas de satisfacerte todooooo” o “ Huuuummmm que ganas de sentir como me haces darte placeeerrr…..no lo olvides”. Ante lo que el criajo respondía con ansiosos “si, si, si, lo voy a hacer, lo voy a hacer”, a lo que Yolanda siempre le quedaba el resquemor.

Llego el sábado por la tarde, a Yoli la cabeza le daba vueltas, aquel era el día, el chico le había dicho que la tendría informada.

Yolanda paso toda la tarde sin saber dónde meterse, mientras el imbécil cornudo de su marido pasaba el día en el club de golf, ella se pasó toda la tarde haciendo ejercicio para quemar adrenalina, más de tres horas entre fitness y cardio, estaba como un toro, con aquel cuerpazo lozano, fibroso, flexible y extremadamente voluptuoso.

“Salimos ahora”

Le escribió el chico a las 21:30, apenas había podido dar bocado a nada, encendió la televisión y se puso a ver una serie en Netflix, cuando entró Vicente arrastrándose por el cansancio y apestando a gin-tonic, la saludo, le dijo que había picado algo en el club y que se iba a la cama, Yolanda lo despidió con una sonrisa comprensiva y calmada, mientras por dentro hervía de nerviosismo.  Las horas seguían pasando en el reloj, con una cadencia lentísima.

-        Sabes eres el amor de mi vida, mi compañera, muuuaaccc…contigo lo comparto todo, todo… muuuaacc…vamos cariño fuma, fuma conmigo.

Decía Sergio a Belén con fingida pasión.

-        Yo te amooh…maj que a mi vidaaa…lo egeesss todo para miii...poj ti mataría…dame el porroooo….

Respondía Belén con lengua de borracha, dando una calada profunda tras otra al porro.

-        Pigeme lo que quiegaaaass mi amoggg….el coche de mi maje….es tuyoooo…como yoooo…muuuuaaacccc…

Devolvía los besos Belén a Sergio, que los recibía con disimulada cara de extremo asco.

-        Joder colega, esta pava sí que está colgada por ti, bro, va toda ciega….jaojaojao….

Se oía la voz de Luis un colgado amigo de Sergio, el que le pasaba el hachís, con padres divorciados, el padre con cierto nivel de pasta pasando de su hijo, que nunca lo veía, y la madre por ahí marchándose con cualquiera que le pagase sus vicios, había hecho que Luis se criase con su abuela materna en un suburbio urbano, lejos del circulo de pijos de las urbanizaciones de los más ricos de la ciudad, pero había mantenido el contacto con algunos de sus antiguos “””amigos””” del circulo de cierta pasta, ya con veinte años, llevaba desde los dieciséis buscándose la vida con trapicheos, vendiendo entre sus antiguos amigos de clase bien, pero un tío más bien tonto y corto, un pringao a pesar de ser un superviviente, una herramienta en manos de los grandes camellos y alguien sin personalidad, ni cerebro, un ingenuo tonto que siempre buscaba pegarse a alguien, para no ir por ahí solo y marginado con sus trapicheos.

-        Luis, tu sigue liando porros y el amor me lo dejas a mi…muuuuaaacc

Volvió a besar apasionadamente, pero con repugnancia máxima a Belén.

-        Muuuuaaaaccc…mi amooojjj…mi vidaaa…muuuuuaaacccc

Siguieron dentro del coche de la madre de Belén los tres, encendiendo un porro con el final del anterior, pero sobre todo haciendo que los fumase Belén y cada tres por dos, le daban un sorbo largo a cubalitro de ron con naranja.

-        Madre mía tío, tu novia va completamente ciega, madre mía, madre mía, colega.

Repetía burlona Luis, mientras Sergio le hacía la señal pactada y el pringao de los trapicheos salía del coche.

-        Cariño puedes conducir por mí el coche de tu madre…hazlo por mi amor.

Le pedía el criajo fofisano modosa y cariñosamente.

-        Gagajaa…pojjj…tiiii …majooo…majooo

Balbuceaba ininteligiblemente Belén completamente drogada y borracha, ya hacia algunos días que, con su propio coche, Sergio había enseñado a la criaja, como encender un coche poner primera y conducir unos kilómetros, la cría estúpida había creído que era un gesto más de amor, su amor, su gran novio la enseñaba a conducir, que romántico todo.

Mientras la criaja se dirigía torpemente a encender el motor, tras la leve subida del freno de mano por parte de Sergio, lo justo para que el coche rodase, pero que ofreciese resistencia, Sergio salió del coche y cerró la puerta, justo en el momento en que de forma duditativa el coche se ponía en marcha.

A unos ciento cincuenta metros, en aquella parte del parking de la discoteca, justo enfrente había una hilera de coches aparcados, no pudieron llegar a contar hasta diez, cuando a unos 20 o 30 km por hora, Belén estrello el morro del coche de su madre contra ellos.

Tal y como había previsto Yolanda, un enorme jaleo de alarmas de los coches de los pijos empezaron a montar escándalo, Belén inconsciente por la borrachera, reposaba la cabeza en el volante, mientras en la distancia, Sergio mandaba por whatsapp el mismo mensaje preparado a los ocho periodistas de ecos de sociedad, que le había indicado Yolanda. Para a continuación con Luis detrás suyo salir corriendo los dos, a unos diez minutos de la discoteca, apagaron el móvil de prepago y lo arrojaron a la alcantarilla en una calle desierta.

Eran cerca de las tres de la mañana Yolanda, seguía en el sofá con la boca reseca hecha un manojo de nervios, cuando la pantalla de su móvil se ilumino.

“Esta hecho, todo ha salido como tu dijiste, yo hice, todo lo que tú me dijiste que hiciera”.

Decía el mensaje del criajo fofisano con pendiente en forma de cruz y tatuaje, una mezcla de euforia y terror se apodero de Yolanda, las próximas veinticuatro horas serían claves, todo podía ser un éxito rotundo o venirse todo abajo.

Nunca quedo claro, como hasta cinco periodistas de eco de sociedad llegaron al parking de la discoteca antes que la policía. Pero allí estaban y los programas de televisión locales con sus cámaras, cuando sacaron completamente beoda y drogada a Belén, también cuando Vicente (al que Yolanda había hecho tomarse dos tilas y doble medicación para el corazón) totalmente fuera de sí, pero conteniéndose ante cámaras y micrófonos, llego al hospital con sus gafas de sol y con su abogado, al día siguiente seria portada de periódicos y de portales de información locales en internet, el video de su hija sacada borracha del coche, su ex primero y luego él, llegando al hospital, etc...

Una vez superadas las doce horas de observación en el hospital, trasladarían a la niña y a los padres al juzgado, al ser el coche de la madre y la semana con ella, el 100% de la responsabilidad por daños y perjuicios recaían en su ex, que estaba como loca fuera de sí y que había abofeteado a conciencia a la criaja, cuando tras un lavado de estómago recupero la consciencia.

El tema judicial no iría a mayores, el juez era de la casta, pero la reputación, el ego y la vanidad de Vicente, habían quedado manchados para siempre y estaría siendo el hazme reír, durante un tiempo y señalado por esta historia durante más de una década, el que no le dirigió la palabra en ningún momento a su hija fue él. Estaba dispuesto a pagar los daños, si su mujer en aquel mismo momento firmaba ante su abogado, el traslado de la niña a un internado suizo, con el contrato del internado suizo, esperaban obtener del juez el permiso, para trasladarla en menos de cuarenta y ocho horas, todo ello había sido idea de Yolanda, pues el pánfilo, estúpido e inútil de Vicente entre sollozos por su reputación y el qué dirán, no salía del estado de shock cuando le llamo su ex mujer.

Su ex mujer lo firmo todo, con tal de no correr con los gastos de la juerga de su hija, la cual no decía nada, solo pedía perdón y comprensión entre sollozos, pero que se entregó a su destino, en el momento en que su madre la abofeteo, como no lo había hecho nunca en su vida.

Sergio le conto a Yolanda, que le había mandado algunos mensajes, de apoyo, mintiéndole y diciéndole que todo sucedió, mientras él estaba meando en la otra punta del parking, que la amaba, que a él también le mandaban a un internado esa semana, que fuera fuerte, que la amaba, que hablaría con ella cuando pudiera, que le esperaría y otras verduras. La criaja loquita de amor y creyendo que era protagonista de una imposible historia romántica, le correspondió los mensajes con declaraciones de fidelidad y amor eterno.

Todo había salido redondo para Yolanda, solo quedaba un punto suelto para cerrar el círculo y era garantizar el secreto total, sin la más mínima sospecha, debía cumplir su promesa con el niñato fofisano de pendiente y tatuaje, darle las tres horas de placer más grandes que tendría nunca en su vida.

Yolanda rebusco en una pequeña caja de seguridad que tenía en el habitáculo de su vestidor, oculto a ojos de Vicente.  Allí dentro, de un sobre extrajo un carnet de identidad falso, donde aparecía ella, rubia y con otro nombre “Luisa Martín Gómez”, otro regalo de su amiga friki la informática, la de travesuras que habían hecho con aquel carnet, dejando cuentas sin pagar en restaurantes de lujo, con tarjetas falsas aparejadas, etc… si el carnet hablase. Por suerte para Yolanda aún seguía vigente, casi por los pelos.

Era martes, Vicente estaba encerrado en su casa, sin querer ver a nadie, ni a nada, no había podido sortear los fotógrafos y las cámaras a la salida del hospital el domingo en la tarde, ni el lunes por la mañana en el juzgado, acompañando a su hija y su exmujer, con Yolanda por detrás a unos diez metros de ellos, vestida muy discretamente, todos con gafas de sol.

El video de su hija siendo sacada del coche, así como videos y fotos suyas en el hospital y el juzgado, ocupaban las portadas de todos los medios de sociedad de la ciudad, así como las redes sociales, memes, era la mayor humillación de su familia nunca. Vicente tardaría lo suyo en volver a dejarse ver por el club social o el club de golf, si es que volvía, no quería volver a ver a la niña, en dos días cogería un avión y ya pasaría el verano en el internado suizo, para su padre no existía, ella había arrastrado su reputación, su amado ego y vanidad, nunca más recuperaría el afecto de su corazón. Le seguiría pagando una pensión y sus gastos educativos por obligación legal, pero eso sería todo, esa era la letanía lastimosa, que venía repitiendo Vicente desde el domingo.

Yolanda totalmente satisfecha del éxito de sus intrigas, lo había cubierto de mimos, caricias y arrumacos, le había jurado amor eterno, se había ofrecido a ser el centro de sus afectos, la única mujer de su vida y le había propuesto, un verano alejado de la ciudad, alquilando una finca en una cala de las islas baleares y dándose un homenaje de un mes, solos los dos, esa idea había animado levemente a Vicente y le había encargado a ella, buscarla y organizarlo todo, lo cual había hecho en un par de horas.

Esto solo le había levantado el ánimo levemente, se resistía a mirar su teléfono o los medios en su ordenador y el martes seguía encerrado en casa, interesado en nada o poco del mundo.

De esa manera, Yolanda había aprovechado ese desinterés general por el mundo y esa constante obsesión mental por el autolamento sobre su reputación perdida, para comentarle que tendría que viajar aquella tarde, a ver un cliente a una ciudad cercana a unos cien kilómetros y que volvería algo tarde, a lo que Vicente había respondido sin mucho interés, como quien oye llover. Yolanda había indicado en la oficina algunos clientes en la zona de esa ciudad, para justificar su marcha aquella tarde, había llamado a un hotel de cuatro estrellas de polígono, cuya cadena conocía de una convención y había reservado una habitación a nombre del nombre falso de su carnet. En ese hotel, había convocado al niñato fofisano a las cuatro de la tarde de aquel martes para darle su recompensa final.

Yolanda se puso un discreto traje pantalón marrón arena,  con una ancha blusa beis y un conjunto de lencería de wonderbra marrón de encaje y tanga marrón a juego, a pesar de que el pantalón era ancho, Yolanda no iba a permitir la ordinariez, de que en algún momento se marcaran las formas de unas bragas en el traje del pantalón, unas medias – pantys color carne y medios tacones negros de vestir , la noche anterior, disimuladamente había llevado un viejo bolso de mano Louis Vuitton a su coche, al poco rato de irse a dormir Vicente y había dejado debajo del asiento delantero su peluca rubia, dentro de una bolsa de nylon negra.

A las doce y media abandono la oficina, paró en un descampado a diez minutos en coche de la misma, observo detenidamente sin sacarse las grandes gafas de sol, que nadie la observaba y saco de debajo del asiento del copiloto la bolsa negra de nilón, para acomodarse con mucho estilo la peluca rubia, después de haberse recogido su sedosa melena morena de forma adecuada, para que no se notase para nada que llevaba una peluca rubia.

Acto seguido se marchó de aquel solar, para diez minutos después aparcar a cinco calles de un negocio de alquiler de coches, al que se dirigió con su traje marrón arena y su bolsa Louis Vuitton. Con su carnet falso de rubia que se llamaba Luisa, alquilo un coche, nada que llamase la atención, un utilitario tipo Opel corsa. Y se dirigió a la ciudad de interior de la provincia, donde había quedado con el criajo. Llego a la misma veinte minutos antes de las dos del mediodía, comió una ensalada cesar, en un restaurante de carretera, siempre sin quitarse las gafas de sol, buscando el lugar más discreto del local y sobre las tres menos cuarto llegaba al hotel, se registró con el documento de identidad, el nombre falso con el que había hecho la reserva y con mucha discreción subió a la habitación.

“Habitación 307 tercera planta, no tardes, que te estoy esperando nene, para hacer todo lo que deseeeees”

Escribió Yolanda provocadoramente en el chat de Telegram que tenía con el niñato fofisano.

Después guardo el móvil en un cajón y empezó a prepararse para la recompensa en la habitación de hotel de cuatro estrellas.

Yolanda se desnudó lenta, femenina y sensualmente, guardando cuidadosamente en el armario de la habitación el traje pantalón, la blusa beis a juego, sus medios tacones, su ropa interior y su peluca rubia. A continuación, completamente desnuda, cerro todas las cortinas opacas de la habitación, dejando encendidas solamente las pequeñas lámparas de la mesita de noche y dos de pie una junto a la izquierda de un sofá amplio, que había pegado al final de la cama y otra junto a un sillón también amplio de brazos abiertos.

Desnuda sobre la moqueta de la habitación, como una ninfa perfecta de cuerpo firme, curvo y piel cetrina, se dirigió al baño agitando con cadencia y elegancia la voluptuosidad explosiva de sus caderas, tetazas y culazo respingón, dibujando curvas imposibles en el aire y llenando con el aroma de su esencia toda la instancia.

Al llegar al baño, dejo un gran neceser Louis Vuitton a juego con la bolsa sobre la encimera del mismo y sin dejar de contemplar indiferente en el gran espejo del baño su espectacular cuerpo de diosa del porno, se recogió su brillante y sedosa melena morena cuyas puntas le caían hasta mitad de la espalda, se lo recogió haciéndose un moñito encima de la cabeza con una pinza que saco del neceser, y se adentró en la ducha, dejando que el agua tibia resbalase por su perfecta, firme y sedosa piel, frotándose con sus femeninas y gráciles manos delicadas el jabón, jugando levemente con el triángulo de depilado brasileño sobre su monte de Venus.

Cuando hubo acabado salió de la ducha con la elegancia de un cisne, sacando primero una pierna y apoyándola en la toalla que hacía de alfombra de baño y luego sacando la otra pierna, se secó y atenta y delicadamente, saco de su neceser una crema hidratante y tonificadora, dejándola caer desde sus hombros sobre sus enormes pechos en forma de gota de lluvia, que se desbordan por los lados, juntándose en el centro, erguidos hacia delante con los pezones extra grandes en punta, extendiéndosela lenta y cuidadosamente, en movimientos circulares, que hacían balancearse sus enormes mamazas, arriba y abajo, abajo y arriba, deslizando las yemas de sus delicados dedos por su firme tronco y su vientre plano, suave como la porcelana, con un precioso piercing de brillantes en el ombligo, dejando caer más crema sobre sus perfectas y esculturales muslos y gemelos, deslizando la crema de adelante hacia atrás, agitando en movimientos circulares la crema sobre sus fibrosas y respingonas nalgas, haciéndolas chocar con el movimiento una contra otra, de manera que rebotaban y vibraban en la máxima expresión de la perfección circular y turgente, masajeando después sus esculturales muslos haciéndolos agitarse de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, para continuar con el resto de sus piernas; los gemelos, los tobillos, sus preciosos y cuidados pies, con una cadenita de oro en el tobillo derecho y todos y cada uno de sus dedos, incluidos el segundo de cada pie con su anillo de plata, finalmente dejo caer crema sobre sus omóplatos y estirando sus deliciosos y bien definidos brazos, extendió hasta los riñones y froto la crema sobre la suave y sedosa piel  con sus femeninas manos, hasta que fue toda absorbida.

Tranquila y pausadamente saco del neceser sus utensilios de maquillaje. Llevaba las uñas de los pies y de las manos perfectamente arregladas y pintadas de rojo pasión. Sabía maquillarse como una maquilladora profesional, era algo que le encantaba desde la adolescencia, llegando incluso a participar en cursos de maquillaje. Con toda la calma y la dedicación empezó poniéndose  colorete, justo y preciso en sus redondos, perfectos y realzados pómulos de piel sedosa color moreno cetrino, después extendió de forma perfecta una sombra de ojos granate terrosa que no se salió ni un milímetro del lugar correcto, la raya negra de los ojos fina y perfectamente recta y las largas pestañas rizadas por las puntas, hacia arriba y pintada de negro azabache en su perfecta y justa medida con el cepillo del rímel, realzando la mirada de sus ojos de sultana mediterránea, tan marrón oscuro que parecían negros  y brillantes como dos estrellas. Se repasó ligeramente con un cepillito las finas y arqueadas cejas oscuras.  Para finalizar se humedeció con la punta de la lengua sus carnosos y perfectamente definidos labios, justo antes de extenderse magistralmente sobre ellos un pintalabios rojo pasión húmedo. Cuando hubo acabado, se atuso con elegancia y gusto el cabello con los finos dedos de sus femeninas manos, como recolocando su oscura, sedosa y brillante melena, que le caía por los lados por delante y por detrás hasta mitad de la espalda partiendo de una raya en el medio.

Guardo sus utensilios de maquillaje en el neceser, con la clase, elegancia y feminidad que le caracterizaba, se extendió un desodorante roll on, por sus sedosas y libre de bello alguno axilas, y después tomo una botella de perfume VIP Rose de Carolina Herrera, con un aroma extremadamente sensual y lujurioso, con el vaporizador lo extendió por su cuello, sus antebrazos, su vientre liso y firme y un poco en cada pierna. Rebusco a continuación en el neceser y extrajo del mismo un pequeño saquito de lona negro, de él saco dos pequeños aritos con un brillante en el centro inferior a juego con el que llevaba en el piercing del ombligo, apartándose el cabello con máxima feminidad se colocó primero un aro en una oreja y luego el otro en la otra, después del saquito saco un anillo con otro brillante y se lo puso en el fino y delicado dedo anular de la mano contraria a la de la alianza, volvió a meter la mano en el saquito de lona, esta vez para sacar una pulsera de brillantes, que se colocó en la muñeca izquierda, volvió a meter la mano en el saquito y saco una goma negra para el pelo y se la puso en la muñeca derecha, a continuación volvió a meter una de sus femeninas manos en el saquito de lona para extraer una cadenita de oro de la que colgaba un corazón con una “Y” de Yolanda y una “V” de Vicente, mirándola mordazmente y con recochineo, se la colocó alrededor del cuello y salió desnuda a la habitación, dejando a su paso un rastro de aroma brutalmente sexy.

Se acercó a la cama y tomo el tanga de hilo de encaje negro, rematado en la parte superior con una minicinta amarilla incrustada, que formaba un microlacito amarillo justo en el centro del pubis, con su habitual feminidad sensual se puso el tanga, primero una pierna y luego la otra, ajustándoselo sobre su monte de venus con su triángulo de depilado brasileño, a continuación tomo dos medias negras transparentes de seda, acabaras en el mismo dibujo de encaje que el tanga, sentándose en el borde de la cama, se puso una medía tras otra, de esa forma tan naturalmente sexy y erótica, doblando primero una pierna para introducir el pie en la media y a continuación estriándola con mucha fineza para calzársela hasta la mitad del muslo, primero una pierna y luego la otra, después se volvió a poner en pie y tomo la prenda principal, un espectacular corsé con ligero incorporado. Al final de los enganches para las medias de los ligeros, podían verse dos lacitos amarillos a juego con el del tanga, que al engancharlos a las medias quedaban encima de su dibujo de encaje, tanto por delante como por detrás, los bordes del corsé, que se cerraba por la espalda estaban punteados de tela amarilla como la de los lacitos, sobre una tela de minúsculos cuadros blancos y negro que componían toda la superficie del corsé, excepto por un triángulo con el dibujo del encaje negro del tanga y las medias, que por la parte delantera partía desde el ombligo, abriéndose hasta formar las copas para los senos del corsé, copas de wonderbra, que realzaban brutalmente las mamazas de Yolanda, cubriéndole los extra grandes pezones, pero no la gran y morena areola, cuya mitad superior quedaba a la vista, en el justo medio de las dos copas y en mitad del estrechado canalillo, otro lacito amarillo decoraba el punto donde se juntaban las dos mamazas en el corsé.

Yolanda se puso de perfil, mirándose al espejo y con sus delicadas y bien cuidadas manos, se ajustó uno a uno los pasadores traseros del corsé, cuando se los hubo atado todos, se acercó a una esquina de la cama y se calzo unos tacones de aguja de suela roja, levantando primero el pie izquierdo enjoyado en su segundo dedo y después el pie derecho, donde se podía ver bajo la tela de seda negra transparente de las medias, la cadenita dorada del tobillo y su segundo  dedo enjoyado con un anillo de plata.

Esbozando su maravillosa y de otro reino inmensa sonrisa perfecta, se miró en el espejo, dando una vuelta sobre sus tacones, agitando en el aire en suspensión sus perfectos, grandes y respingones glúteos, dibujando curvas con sus firmes y poderosas caderas, balanceando dentro del corsé sus enormes tetazas de carencia, redondez y forma de gota de lluvia perfecta, que parecían iban a explotar en cualquier momento la tela de encaje, ni el mismísimo dios de la lujuria, si la hubiera visto en ese instante, hubiera podido resistirse al aspecto salvajemente sexual de Yolanda, sucumbiendo al deseo por follarsela.

Sin dejar de sonreír, satisfecha con su aspecto, comprobó que, en la nevera de la habitación, los del hotel habían puesto dos botellas de champan y hielo en el congelador, dentro del mueble bar una botella de whisky, así como copas para el champan y vasos.

Saco de la bolsa Louis Vuitton dos paquetes de condones de veinte cada uno y una botella de lubricante sexual, ella tomaba la píldora, pero no estaba aún segura de sí querría hacerlo a pelo con el chico.

Vaporizo por la habitación un poco del fuerte y brutalmente sexual perfume de Carolina Herrera VIP Rose, muy consciente de como excitaba salvajemente a los machos aquel aroma, después encendió la SmartTV, activando en la misma la app de Youtube y seleccionando un video de imagen fija de unas dos horas de música sensual, que mezclaba, jazz sexy y música ligera de striptease, sin un segundo de publicidad, regulo el volumen, para que el sonido quedase como una melodía de fondo, agradable pero no molesto. Por último, cogió un mini batín negro transparente de seda con bordado de encaje por los bordes, se lo puso y se lo anudo, sentándose en el sillón de la habitación a esperar al niñato fofisano de pendiente en una oreja y tatuaje, eran las cuatro menos diez.

Faltaban dos minutos para las cuatro, cuando se oyeron unos tímidos golpes en la puerta, Yolanda se levantó grácil y decidida, caminando con un garbo maravilloso y sensual se dirigió a la puerta, balanceando sus caderas suavemente al ritmo de la música que sonaba.

Miro por la mirilla de la habitación y comprobó, que allí afuera solo estaba el criajo, con gafas de sol y aspecto confuso, abrió la puerta protegiéndose tras ella.

-        Pasa cariño, y tal y como quedamos habitualmanet, desnúdate y deja tu ropa en este banco, que hay aquí mismo a la entrada.

Le hablaba Yolanda desde la penumbra, mientras el muchacho entraba tímidamente, como un cordero asustado, sin salir de la zona de penumbra, Yolanda cerró la puerta tras el niñato fofisano, que se había quitado las gafas de sol y empezaba a desnudarse.

-        No te gires todavía nene, no te gires hasta que estés completamente desnudo.

Sergio se desnudó completamente, incluyendo los calcetines, con su piel pálida, sin un pelo en el pecho y su cuerpo destensado y fofisano, avanzo un poco hacía adelante, acostumbrado a la rutina con Yolanda, dejo obediente que esta inspeccionase su ropa y sus cosas, apagando el móvil y comprobando, que no llevaba ningún otro artefacto entre sus cosas para a continuación dejarlo todo sobre el banquito muy cerca de la puerta.

-        Pasa, pasa tesoro, sígueme a la habitación del placer.

Sonreía Yolanda, avanzando por el pasillo, larga y escultural sobre sus tacones de aguja negros que le hacían llegar casi al metro ochenta, levantando en el aire cada pierna a cada paso,  con expresión en su rostro de gata en celo traviesa, agitando al ritmo de la música los gemelos, bamboleando las caderas y agitando sus divinas nalgas, las cuales seguía el chico boquiabierto, alargando las manos tímidamente para alcanzarlas, hipnotizado por el tatuaje de color del sol en la nalga izquierda de Yolanda.

A un metro del sillón, sin dejar de bailar, moviendo levemente las caderas Yolanda se giró, mostrando su monumental y perfecta sonrisa, que derretía los polos con su candidez y belleza, el chico la alcanzo, rodeándola con sus brazos por la cintura, que ella no dejaba de mover elegante y sensualmente al ritmo de la música de fondo. Yolanda observo que el niñato llevaba la verga tiesa y dura como un mástil, sorprendiéndose sonrió de satisfacción de lo supercachondo que llegaba, ya que apenas la había visto.

-        Mañana al medio día me voy a la academia militar, no volveré por lo menos en un año.

Dijo lastimosamente el criajo del pendiente en una oreja y el tatuaje, con cara de perro lastimoso, pegando su cuerpo al de Yolanda y encendiéndola con su enorme erección. Por fin iba a poder disfrutar de aquella polla joven y vigorosa, sin que el crio supiese cuanto deseaba ella follar salvajemente hasta exprimirle la última gota de sus bolas.

-        Ahora debes sacar de tu mente, todas las cosas negativas cariño y concentrarte en cuanto vas a disfrutar de mí, que voy a hacer realidad todas tus peticiones…nene…deberás guardar esto en tu memoria, porque después nunca volveremos a vernos…muuuaaakkk….

Beso lujuriosamente al criajo, antes de empujarlo levemente en el pecho y dejarlo caer sobre el sofá, como un pequeño saco con su polla tiesa y dura como una barra de acero.

-        Deja que baile para ti cariño, que eso me pone muy cachondaaa….

Exclamo Yolanda mordiéndose el labio inferior, fijando su mirada en la palpitante y vigorosa verga del criajo, que tan tiesa y firme la estaba encandilando.

Una música perfecta para un baile de striptease empezó a sonar, Yolanda mirando fija y despiadadamente al criajo, empezó a bailar sobre sí misma, agitando sus hombros lenta pero violentamente, haciendo que sus enormes y esféricas mamazas de talla de copa E saltasen en el aire, saliéndose por momentos del corsé, combinando estas sacudidas con movimientos circulares de sus caderas y un leve twerking arriba y abajo, para el cual se daba la vuelta mostrándole su perfecto, esférico y respingón culazo al niñato fofisano, al tiempo que lentamente se quitaba el batín negro de seda transparente, dejándolo en el brazo del sofá, no dejaba de agitar sus brazos y todas las curvas de su cuerpo al ritmo de la música, con una clase y un sexapil salvaje, bailaba como la diosa del sexo que era. Acercándose y alejándose del criajo, que respirando con jadeos se incorporaba con las manos hacia adelante, tratando de alcanzar el cuerpo de aquella porno star endiablada.

-        Que quieres que te haga, neneeee….que quieeereeess que te hagaaa…..huuuummmm

Lanzo un gemidito de zorra cachonda al tiempo que se mordía el labio inferior.

-        Yo soy un rey de pornhub y de Xvideos, tengo muchas ideas, pero primero ven, acercateeee…. Déjame tener tu culoooo….

Dijo Sergio con desesperación y ansiedad.

Yolanda se acercó al criajo colocándose casi entre sus piernas, dándole la espalda, coloco sus fibrosas y turgentes nalgas perfectas y respingonas al total alcance del chico, apoyándose con sus preciosas manos en sus rodillas, agitando levemente, arriba y abajo, abajo y arriba sus caderas, a la vez que hacía círculos con ellas. El criajo se acercó hasta tener el rostro a centímetros de aquel culazo perfecto.

-        Ooooooohhh…..siiiiiii…..oooooohhhhh…….siiiiiiiii, siiiiii, siiiiiii…

Repetía el niñato fofisano, mientras sus manos abiertas como garras se posaban sobre la sedosa y fina piel moreno cetrino de los glúteos esféricos y perfectos de Yolanda, apretándolos y pellizcándolos, con desesperación, mientras Yolanda no dejaba de agitarlos lentamente haciéndolos vibrar en el aire, dibujando círculos perfectos.

-        Ooooooohhhh….como hueleeeesss…como hueeeeleee la habitación….como hueleeess tú, oooohhhh, me vuelvo locoooo…..

Exclamo el criajo, completamente poseído por el perfume sexual de Carolina Herrera de Yolanda, que le hizo abalanzarse con su boca sobre sus nalgas divinas de bailarina de samba, las cuales besaba, lamía con su lengua y trataba de morder apasionadamente.

-        Huuuummm…aaaahhh…huuuummm…siiiii…neeneeee…siiii…devorameeee….aaahhh

Entremezclaba Yolanda gemidos de placer y grititos de placer ante los mordiscos del criajo.

-        Ooooohhhh  tu sol verde tatuadoooo…me enloquece… me tiene locoooooo…..voy a hacer que todas las novias que tenga se tatúen unooooo…..oooooooohhhh….sluuurrppp…..sluuurrrppp….ñaaam, ñaaam…

Exclamaba poseído por el deseo Sergio, entre lametazos y mordiscos, dejando la huella de sus dientes y las yemas de sus dedos en toda la superficie de los grandes, perfectos y redondos glúteos de Yolanda, los cuales estaba babeando desesperadamente.

Los glúteos de Yolanda rebotaban y vibraban en toda su redondez entre las manos y la boca del criajo, asi como por efecto del balanceo del baile.

-        Plaaaaashhhh, plaaaashhh, plaaaassshhh……oh si mueve tu culooo, siiiii…..plaaaaasshhh, plaaaassshh, plaaaashhh…

Palmeaba Sergio ferozmente, alternativamente primero una y luego la otra, con ambas manos abiertas las grandes nalgazas turgentes y fibrosas de Yolanda, a la vez que esta aceleraba el twerking, apoyada con las manos sobre las rodillas.

-        Oooooooohhh…siiiiii…neneeeeee…siiiii…ooooohhhh…aaaaaahhhhh

Estallo gritando de placer Yolanda, al sentir la lengua húmeda y ardiente del criajo alcanzar su raja por detrás, el niñato había enterrado su cara entre sus prefectos glúteos y tras apartar el hilo del tanga de encaje negro, deslizaba su lengua como una serpiente ardiente, lamiendo las humedades de su explosiva raja.

Yolanda estaba en la gloria, gemía con una expresión desencajada, poniendo los ojos en blanco, abriendo mucho la boca balanceando su pubis hacia adelante y hacia atrás, facilitándole al niñato fofisano su trabajo lingual.

-        Ooooooohhhh no pueeedoooo maaaaaassss……te deseoooooo

Exclamo el criajo con voz de loco desesperado, incorporándose de un salto del sillón y agarrando desde atrás con las manos completamente abiertas las mamazas encorsetadas de Yolanda, al tiempo que con arrebatada y poseída pasión se encaramaba de puntillas para lanzarle un mordisco de deseo en la base del cuello.

-        Aaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh………..ahhhhhhhhhhh……………neneeeeeeeeee….siiiiiiiiiii

Gritaba de dolor y de placer Yolanda, cerrando los ojos, entregándose a aquella sensación que adoraba, ser bestialmente deseada.

Después el chico, con violencia inusitada le dio la vuelta, dejándola frente a él, agarrándole con ambas manos por las preciosas y redondeadas mejillas, el criajo le lanzo un morreo al que la diosa morena, no se pudo resistir, enrollando ambos sus lenguas, Yolanda estaba ardiendo como un volcán, aquel deseo salvaje que provocaba en los hombres era el secreto de su lujuria, si un hombre le mostraba que estaba ciego de deseo por ella, ya la tenía entregada.

El niñato fofisano deslizo las manos pálidas y huesudas hacia abajo, metiendo ambas entre la copa derecha del corsé, para extraer su inmensa, turgente y erguida tetaza en forma de gota de lluvia erecta por la punta, con el oscuro pezón extra grande apuntando al frente sobre una enorme y jugosa areola morena.

-        Oooooooohhh…siiiiiiiiiiiii…. siiiiiiiiiiiiiiiiiii

Exclamo el criajo poseído por el deseo, sosteniendo completamente con ambas manos la enorme mamaza, antes de abalanzarse sobre ella y sin dejar de apretarla y amasarla ferozmente, empezar a lamerla, chuparla, babear la areola, mordisquear el pezón y succionarlo como un sediento viajero del desierto.

-        Ooooooohhh….oooooohhh……. siiiiii…neneee….siiii…neeeneeee….que biiiieeennn…que biiiieeennnn…lo haceeess…

Se retorcía de placer Yolanda entre espasmos de gusto, cerrando los ojos y echando la cabeza para atrás, agitando su negra y brillante melena, entregada al placer salvaje de la boca enloquecida del niñato fofisano del tatuaje y el pendiente.

-        Sluuuurrrppp…sluuuuurrrpppp……chuuuppp….chuuuupppp….sluuuurrrppp….sluuuurrrpp…..te deseoooo…te deseeoooo…que bien sabeeeess……como hueeeleesss….como hueeeelllesss, me vueeelveeesss locooooo… locoooo Sluuuurrrppp…sluuuuurrrpppp……chuuuppp….chuuuupppp….sluuuurrrppp….sluuuurrrpppp.

Chupaba, succionaba, mordisqueaba salvajemente el criajo, provocando brutales embestidas de dolor y placer en Yolanda, que cerraba los ojos, lanzando aullidos mudos de gusto con la boca abierta como un pez fuera del agua, con el rostro desencajado de placer, sintiendo como su raja se convertía en un volcán ante las muestras de deseo del niñato fofisano, nada encendía más el fuego de su lujuria, que la deseasen con locura y se lo mostrasen sin control, sometiéndola violentamente si era necesario, al deseo que dominaba a su macho amante.

Sergio libero su mano izquierda y agarrando con violencia el borde de encaje de la copa izquierda tiro de ella hacia abajo, liberando la enorme tetaza de Yolanda, que reboto en su perfecta esfericidad de gota de lluvia, haciendo que sus curvas vibrasen en el aire y su erguido e inmenso pezón apuntase al centro, para que a continuación él lo agarrase entre sus dedos pulgar e índice de la mano izquierda, empezando a pellizcarlo y a tirar de él hacia delante con violencia, sin dejar de chupar, morder y succionar la mamaza derecha que sostenía con una sola mano.

-        Oooooooohhhh……aaaaaahhhhh….siiiiiii…..siiiiii….siiiii……..aaaaahhh…neneeee…neeeeneeee…..neneeee….siiiii….ooooohhh.

Se retorcía de placer aquella diosa mediterránea de portada de playboy, aullando de placer, erguida en todo su esplendor sobre sus tacones de aguja, tensando su cuerpo hacia atrás, disfrutando con locura de ser devorada por el niñato fofisano.

Sergio sostuvo por los exteriores y por abajo, abriendo mucho ambas manos las dos mamazas de Yolanda, aprisionándolas y juntándolas en el medio en todo el esplendor de su esfericidad y enorme volumen.

-        Pon las manos en la nuca, zorraaa……te voy a hacer de todooo…de todo lo que he visto por internet y máaass….hoy eres mi zorraaaaaa….mi puttaaaaa….pon las manooss en la nucaaaaa….

Le ordenaba violenta y despectivamente el criajo a Yolanda, la cual se removía de placer, le encantaba que la insultase y le hablasen violenta y despectivamente, dominándola desde el deseo, eso la enloquecía de gusto.

-        Siiiii neneeee…..siiiiii….soy tu zooorrraaa cariñoooo…hoy soy tu putaaaa….hare todo lo que quieraaass….siiiii…pero no pareeesss….no pareeeeesss.

Decía Yolanda, con voz modosita y dulce de niña mala, picarona y cachonda, mordiéndose seximente el labio inferior y llevándose las manos a la nuca, provocando la máxima turgencia y mostrando sus divinas y esféricas mamazas lo más erguidas que era posible.

-        Sluuuuurrppppp….sluuuuurrrrppp….chup….chuuuppp…..chuuuppp….sluuuurrppp….sluuuuurrppp.

Devoraba el criajo ambas suaves y firmes tetazas, amasándolas con fiereza, clavándole los dedos e imprimiendo las yemas de los mismos en su sedosa superficie, al tiempo que apretaba una junto a la otra, intentando infructuosamente engullir ambos enormes pezones, para chuparlos, succionarlos y mordisquearlos, desistiendo intermitentemente, para concentrarse en uno solo y su areola, succionando brutalmente y lanzándole chupetones con marca en la superficie de las inmensas y suavemente rugosas areolas morenas, al tiempo que empujaba lentamente a Yolanda, hasta hacerla caer de espaldas al sofá que estaba al borde de la cama y abalanzarse sobre ella sin soltarle las mamazas, siguiendo devorándoselas.

-        Ooooohhhhh….siiiii neneeeeee…asiiiii…asiiiii….ooooooohhhh………

Exclamaba Yolanda, con sus voz más melosa y dulce, cerrando los ojos y entregándose al placer inmenso que le estaba provocando el niñato, que no se saciaba de los inmensos, sabrosos y suaves globos de Yolanda, cubriéndolos con su saliva, dejando la impronta de sus labios, dientes y dedos sobre su superficie, provocándole a Yolanda oleadas de placer, que presagiaban la llegada de la gustosa lactancia sexual, cada vez más cerca durante los minutos que pasaban sin que el criajo se cansase, de mamarle les tetazas, al tiempo que con el pubis le frotaba su enorme y especialmente ardiente erección entre sus labios vaginales, balanceándose adelante y atrás, atrás y adelante.

-        Aaaahhhhh…..aaahhhhhh…..ooooohhh…..neneeeeee…..

Arqueo el cuerpo Yolanda, aullando de gusto, al sentir irrumpir en su pezón derecho la primera oleada de placer provocada por la leche emergiendo de él.

-        Siiiiiiiiiiiiii…………siiiiiiiiiiiiiiiiiii…………..siiiiiiiiiiiii……sluuuuuurrrrppppp…..sluuuuuurrrrrppp……

Exclamo Sergio con expresión de triunfo y rostro de loco, succionando y mamando con mayor agresividad que antes, al tiempo que con las manos apretaba las mamazas de Yolanda, como ordeñándolas para llenarse la boca de la leche de aquella superhembra, de aquella diosa más buena que cualquier porno star.

-        Ooooooooohhhhh……aaaahhhhhh……ooooooohhhhhh…..siiiii.siiiiiii….neneeeeeee……

Gemía entre espasmos de placer Yoli, con el rostro completamente desencajado, tirando la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y lanzando los brazos hacia arriba, al tiempo que extendía las manos abiertas, como si tratase de alcanzar algún imaginario lugar donde agarrarse y la leche emergía violenta de su pezón izquierdo. Estaba totalmente a merced del criajo, que le estaba dando una ración de placer como hacía años que no le daban.

El niñato fofisano siguió, succionando y ordeñando a Yolanda, que se revolcaba en hondonadas de placer absorta en el mismo, inconsciente del tiempo que no dejaba de pasar, cuando el criajo se hubo saciado de su leche, un tiempo que a Yolanda le pareció una  maravillosa eternidad, se levantó levemente de ella,  dejando sus pezones enrojecidos de los cuales emanaban aún gotas de leche, enrojecidos como metal al fuego, con autoridad, como si Yolanda fuera de su propiedad, la tomo de los tobillos con las manos y la volcón del espaldas sobre el sofá.

-        Oh, oh, oooooooooooooooohhhhhhhh

Exclamo primero de sorpresa Yolanda y luego de placer, cuando sintió el primer chupetón acompañado de un mordisco que dio el criajo en sus muslos.

-        Sluuuuurrppppp….sluuuuurrrrppp….chup….chuuuppp…..chuuuppp….sluuuurrppp….sluuuuurrppp.

Empezó a chupar, succionar y mordisquear Sergio ambos muslos por debajo de la goma de las medias negras transparentes de seda, hasta que alcanzo los dos perfectos glúteos grandes, respingones, fibrosos y suaves de piel morena cetrina, empezando a lamerlos alternativamente, abriendo mucho la boca para lanzarle bocados donde clavaba sus dientes, empezando por el tatuado sol verde de la nalga izquierda de Yolanda.

-        Aaaahhhh….aahhhhh…..ahhhhh…siiii…neneee….aaahhh….siiii….aaahh.

Se sumergía de placer y dolor en el mismo grado Yolanda, su raja era un ardiente geiser y el tanga estaba completamente empapado. El tiempo se paró para ella, entregada al enorme placer con los ojos en blanco, durante unos minutos que parecieron una deliciosa eternidad.

De repente el chico se paró, dejando sus nalgas marcadas con su dentadura y cubiertas con su saliva, sin soltarle los tobillos, inmovilizada con la espalda en el asiento del sofá y a merced del criajo, Yolanda sintió como en un movimiento fugaz como el rayo, sostuvo sus largas piernas con su mano izquierda y con la mano derecha aparto la tela de encaje de su tanga para hundirle sus dedos corazón y índice en su raja llevándolos a la parte superior de la misma, empezando a frotarle brutalmente.

-        Que zorraaaaa eres Yolandaaa…estas ardiendoooo y empapadaaaa…muéstrale a tu amo….como te correeesss…..vengaaa…vengaaaa…correteeeee….mi putaaa….so putaaa…..más que putaaaa…..

Gritaba despectivamente el niñato fofisano, frotando con sus dos dedos brutalmente adentro y afuera, afuera y adentro el clítoris y la pared superior de su raja. Yolanda inmovilizada en aquella postura, se retorcía de placer entre espasmos, placer en su mente por aquel trato del chico y en su cuerpo, que estaba preparado para darlo todo.

-        Aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhh…………ahhhhhhhhhhh….oooooooohhhhh………

Empezó a aullar la diosa mediterránea, con el rostro completamente demacrado con su clítoris lanzado ráfagas abundantes de corrida como una enorme fuente, una detrás de otra, llevando a Yolanda al paraíso a través del orgasmo.

-        Siiiiiiiiiiiii………….siiiiiiiiiiiii….soy tu machoooooo…..dimeeeee….que soy tu machoooooo y que te doy placeeeerrr….

Gritaba exigente el criajo, con cara de loco sádico, sin dejar de frotar salvajemente a Yolanda, con sus dedos mojándose parcialmente por las ráfagas de la corrida de aquella diosa morena del porno.

-        Siiiiiiiiiiii………. siiiiiiiii….ereeeeessss mi machooooooooo….mi machoooooouuuuuu……

No dejaba de aullar de placer Yolanda.

Cuando el niñato fofisano considero adecuado, saco sus dedos, dándole unos segundos a Yolanda para recuperarse de su orgasmo entre leves espasmos y jadeos, al tiempo que bajaba sus manos de los tobillos, acariciando las medias negras transparentes de seda, hasta situar sus manos justo debajo de las rodillas de ella separando levemente las piernas.

-        Ooohhh….oooohh….esperaaaa…en el cajooonnn….de la mesita derecha…esperaaa…hay condoneees…condoneeeeeeeeeeeeeeesssssssssss……………

Grito de placer, al sentir la palpitante y ardiente polla del criajo clavándose en su raja y penetrándola violentamente, abriéndola por dentro aún más que con sus dedos.

-        Soyyyyyy tu machoooo y te voyyyy a folllaaarrr a pelooooooo……putaaaaa….más que putaaaaa….

Aullaba el criajo, sin abandonar su expresión de loco sádico, empujando las piernas de Yolanda  hacia adelante desde debajo de las rodillas, grabando sus huellas dactilares en su piel, rodillas las cuales, se quedaron a centímetros del rostro desencajado de placer de la diosa mediterránea, tan atlética y deportiva, con una elasticidad de gimnasta, que en esa postura tenía su raja completamente abierta, y permitía las embestidas salvajes del niñato, que le clavaba la verga hasta el fondo, bombeando sobre ella adelante y atrás, atrás y adelante, entrechocando los pubis, y con los huevos rebotando en el cuerpo de Yolanda.

-        Oooooohhhhhhhh…..buuuuufff……..buuuuuuffffff……..oooooooohhhh……buuuuuuuuuffff….ooooooohhh….aaaahhhhh….. neeeeeneeeee……..

Exploto Yolanda en un nuevo orgasmo entre gemidos y bufidos de placer, apretando con las paredes interiores de su raja, como si estuviera exprimiendo la verga del criajo, que la estaba sorprendiendo espectacularmente, pues ella jamás habría esperado aquella resistencia y maestría en el niñato fofisano.

Y Sergio no se cansaba, seguía bombeando brutalmente adelante y atrás, atrás y adelante apretando con fuerza los muslos de Yolanda, embistiéndola brutalmente y sacudiendo el sofá salvajemente, llevando el mueble al límite de su resistencia, mientras Yolanda, en aquella posición con las piernas dobladas y las rodillas casi en el rostro, no podía parar de retorcerse de placer, empalmando un orgasmo con otro y aunque los minutos pasaban en aquel bombeo bestial, el criajo no se corría.

-        Ponte a cuatro patas mi zorra, en postura de perrito, mi perraaaa, mi putaaaa….miaaaaa….solo miiiiaaaaa….

Seguía hablando el criajo con voz y expresión de loco psicópata, sacando su polla roja y tiesa como un hierro ardiente.

-        Ooooohhhh…neneee…en el cajoooonnn….los condoneeess….oooooohhh….neneee……

Jadeaba y hablaba Yolanda con voz dulce y cansada, sorprendida y sacudida de placer, dándose la vuelta torpemente para ponerse a cuatro patas sobre el sofá, agotada por aquel primer polvo, y aquello, no había hecho más que empezar.

-        Plaaaaaaassssshhhh…..plaaaaaassshhh….plaaaaaaassshhhhhh…..plaaaaaasshhhh…nada de condoneeesss ….perrrraaaaa….te voy a follarrr a peloooooooo…..

Palmeaba bestialmente el niñato la nalga derecha de Yolanda, haciéndola rebotar y vibrar brutalmente, antes que decidida y agresivamente embistió la raja abierta de Yolanda con su erecta lanza, al tiempo que, de forma violenta y salvaje, se aferraba con su mano izquierda a la preciosa y brillante melena negra de Yolanda tirando de ella hacia él brutalmente y sin piedad.

-        Aaaaaaaaaahhhhhh……….aaaaaaaahhhhhh…….aaaaaaaaaaahhhhh………..aaaaaaahhhh

Gritaba en una mezcla de dolor y placer Yolanda, con la cabeza tirada hacía atrás la boca y los ojos muy abiertos, sintiéndose llenada por las embestidas del criajo, adelante y atrás, atrás y adelante, metiéndosela hasta el fondo, rebotando sus pelotas con sus nalgas.

-        Plaaaaaassh.. plaaaaaaash… plaaaaash… vamoooooss... zorrrraa quieres que pare y me ponga un condoooonnn.. plaaaaaassshhh…plaaaaassshhh…plaaaaashhh…quieeereees  que pareee…….dimeee, si quieeereeeess que pareee..

Chillaba como un loco sádico el niñato fofisano, sin parar de castigar con su mano derecha ferozmente la nalga de Yolanda, y tirándole bestialmente del pelo, provocándole lágrimas de dolor a Yolanda.

-        Noooooo….aaaahhhh…noooooo….noooooo pareeess……aahhhh

Respondía poseída de placer y dolor Yolanda.

-        Pueeesss mueveeeeteee zorraaaa…mueve las caderaaaaass…oooohhh….siiii…plaaaashhh….plaaaah…plaaaasshhh…..dime si te gusta...dimeeloooo…y mueeeeveteeee putaaaa….plaaaasshhhh….plaaaaassshhh

Seguía aullando el criajo, con su rostro de poseído psicópata, bombeando adelante y atrás, atrás y adelante, azotando la nalga de Yolanda y tirándola del pelo brutalmente.

-        Siiiiiiiiiiiiii……meeee gusta…neeneeee…nnoooo…ooooohhh…buuuuuufff…buuuufff….no pareeesss….neneeeee…folllammeeeeee..

Gemía, jadeaba y lanzaba bufidos Yolanda, con el cuerpo torsionado, el cuello en máxima tensión y la cabeza hacia atrás, casi mirando el techo,  con las lágrimas rodándole por las mejillas por los azotes y los tirones de pelo, con el rostro desencajado y demacrado por el placer, aferrada con fuerza con ambas manos al brazo del sofá, que se baqueteaba en todas direcciones al límite de desbaratarse,  balanceando brutalmente sus caderas adelante y atrás, atrás y adelante,  aumentando así aún más el efecto de las embestidas del chico, con su enormes y esféricas mamazas, con dos enormes y esféricos postres de gelatinas agitándose salvajemente adelante y atrás, atrás y adelante, a derecha e izquierda, a izquierda y derecha, dibujando círculos perfectos e imposibles en el aire.

-        Ooooooooohhhh….siiiiiii….follameeeeeeee…..siiiiiiiiiii….aaaaahhhhhh.

Estallo nuevamente Yolanda en un enorme orgasmo, volviendo a apretar la polla del criajo como si quisiera exprimirla, sintiendo como aquella verga la traspasaba como un hierro ardiendo y palpitaba más que nunca, llevándola al séptimo cielo, aquella polla estándar, estaba siendo brutalmente vigorosa y le estaba dando un placer que ya no recordaba, esos pensamientos inundaban su mente en blanco, cuando sintió la cálida simiente del criajo inundarla por dentro, en varias ráfagas abundantes.

-        Aaaaaaaaaaaahhhhhhh……oooooouuuuuhhhh…..aaaaaaaahhhh…ssiiiiiiii

Temblaba el niñato fofisano rojo y sudoroso, corriéndose profusamente dentro de aquella diosa de playboy, bombeando lentamente hasta que sintió la última ráfaga de su leche salir de él, soltando el pelo de Yolanda y tumbándose sobre su suave y sedosa espalda besándole la nuca, mientras sacaba su verga medio flácida del interior de ella, mientras Yoli jadeaba cansada a cuatro patas, palpitando, con los labios de su raja bombeando la leche del chico hacia fuera y dejándola caer sobre el machacado sofá.

-        Guuuuuaaaauuuuu neneeee…..que polvazo…….

Exclamo Yolanda, alzando la cabeza y atusándose con sus finos y femeninos dedos la castigada melena negra brillante y sedosa, mientras el criajo se levantaba de su espalda y bajaba lentamente del sofá, totalmente sudado con el cuerpo blanco lechoso y el rostro enrojecido por el esfuerzo.

-        Buuuufff….buuuufff…te ha gustado…te ha gustado…..quiero hacer contigo todas mis fantasías propias y vistas por internet, pero sobre todo quiero que tú también disfrutes. ¿Te ha gustado?

Preguntaba Sergio solicito y preocupado.

-        Me ha encantado, todo, todo, todo, como me has devorado, como has dominado mi cuerpo, como me has hablado y como me has follado… voy a refrescarme los pezones, que los tengo en carne viva…como a mí me gusta…jajajaja….muuuuaaacccc….

Respondió Yolanda, entre risas risueñas y lanzándole al chico un piquito intenso, levantándose del sofá, irguiendo su cuerpazo de bandera sobre sus tacones de aguja en toda su voluptuosidad, con su vientre firme, sus caderas de ensueño, su culazo grande, perfecto y respingón, sus mamazas naturales turgentes y erectas colgantes de su pecho con los pezones inflamados e inmensos apuntando hacia arriba en el centro de las redondas areolas, en forma de gota de lluvia que se desbordaban por los lados y se juntaban por el centro totalmente erguidas, balanceándolas en el vació brutalmente sexys arriba y abajo, abajo y arriba, a derecha y a izquierda a izquierda y derecha, a cada paso con una elegancia y un sexapeal de otro mundo, solo al alcance de una superhembra,  llenando con el aroma de su perfume la habitación, camino del baño para refrescarse los pezones.

Yolanda se mojó los pezones y la areola con agua helada, inclinándose sobre la pila del baño y apretando sus mamazas, para juntarlas tomándolas por el lateral de las misma y poner ambos pezones bajo el chorro del agua helada, dibujando en su rostro una expresión de alivio y satisfacción, mientras un puntito blanco de leche aún podía verse en el centro de los mismos, estuvo, así como mínimo durante cinco minutos, hasta que sintió desinflamarse los pezones y sentir algo de alivio.  Después cogió una toalla, la mojo también en agua helada y se la extendió por el resto de sus devoradas mamazas que seguían por encima del corsé, sintiéndose aliviada, tras eso, se bajó con mucha feminidad el tanga,  se dirigió al bidé y se lavó la raja extrayendo los últimos restos de la leche del niñato fofisano, lavándose también, los restos que le habían caído por la parte desnuda del muslo antes de la media negra de seda transparente, colocando sus mortificadas nalgas alternativamente bajo el chorro de agua helada del bidé, tras lo que volvió a lanzarse un poco de perfume VIP rose de CH con su vaporizador, con aquel aroma brutalmente sexual, saiendo de nuevo a la habitación.

Cuando entro de nuevo en la habitación, se encontró al criajo sentado en el sillón despatarrado con una nueva enorme erección, su polla estándar parecía más roja y más gruesa que nunca.

-        Jajaja… ¿eso es por mí?

Rio risueña Yolanda, mostrando su amplia y perfecta sonrisa, que le daba una belleza sobrenatural a su rostro y que enamoraría al mismísimo Dios.

El criajo la miro de arriba abajo boquiabierto, contemplando toda su lozana voluptuosidad, su cuerpo perfectamente esculpido, con firmes y turgentes curvas, avanzado majestuosamente hacia él con aquella elegancia y feminidad innata, moviéndose con soltura sobre los tacones de aguja, tan alta y esbelta.

-        Si, si, si…eres una diosa del sexo… aunque bucee en internet por horas, jamás encuentro ninguna tía que este más buena que tú.

Contesto el niñato fofisano con la voz llena de deseo y admiración.

-        No será para tanto…me extraña, que prefieras a una “vieja” de treinta y tantos, a cualquiera de tus compañeras universitarias cañón de veintipocos.

Respondió Yolanda con voz dulce y picantona, con expresión picarona en el rostro, provocando al chico

-        Ni una sola tía de la universidad o de cualquier sitio que conozca, te llega a ti a la suela de los zapatos, eres la mujer más espectacular que he visto nunca, una diosa incomparable, tu culo, tus tetas, todo tu cuerpo es sexualmente incomparable, y además eres simpática, complaciente, abierta, rabiosamente femenina y elegante, extraordinariamente guapa… eres un puto sueño.

Si antes el chico la había llevado al orgasmo varias veces con su polla y sus dedos, ahora acababa de llevarla al orgasmo con sus palabras y por su oído, más radiante que nunca Yolanda camino decidida hacía el criajo que la contemplaba embelesado con su verga enrojecida en ristre.

-        Jajaja….ahoraaa que ¿Quieres que hagamos mi tigre?

Le pregunto Yoli resuelta y juguetona.

-        Ven aquí frente a mí, mi zorra.

Dijo el chico retomando su tono agresivo y despectivo de sádico ansioso.

Yolanda se acercó grácilmente, contoneando todas las curvas de su cuerpo, que rebotaban en el espacio, moviendo elegantemente su esbelto y escultórico cuerpo sobre sus tacones de aguja negros, primero un pie y luego otro, hasta que se puso a la altura del niñato fofisano, que se aproximó a ella lentamente, rodeándola con sus brazos por la cintura y dirigiendo su boca al pequeño hueco, que dejaba el corsé entre este y el tanga, para levantando levemente la tela ponerse a devorar el piercing del ombligo de Yolanda, jugueteando con su lengua por la cintura de la diosa mediterránea.

-        Oooooohhhh……..huuuummmm…neneeee…que gustoooo……

Exclamaba de placer Yolanda, echando su cabeza hacia atrás, retorciendo su cuello y moviendo su preciosa melena, a la vez que cerraba los ojos, acariciando el cabello del chico con sus finos y femeninos dedos.

-        Quítate el tanga, por favor.

Le pidió el niñato fofisano.

-        ¿No te gustaría hacerlo a ti mismo cariño? …y nada de por favores.

Respondió dulce e indulgente Yolanda, al tiempo que el chico la miraba lleno de deseo y excitación, llevando sus manos a los laterales de su tanga de hilo, mientras ella le facilitaba la maniobra, levantando primero una pierna y luego la otra, para que el chico le sacase lentamente el tanga negro de encaje, antes de lanzarse sobre su pubis a devorarlo, lamiéndolo, chupándolo, enredando su lengua y hundiendo su nariz en el triángulo de su depilado brasileño, antes de subir hasta su piercing de nuevo.

-        Vamooos….vamoooss….vamooos puta, monta sobre mi polla y cabálgame zorraaaa…

Ordeno el criajo con voz de sádico sátiro, apretando con sus manos en forma de garras cada una de las nalgas grandes, perfectas y fibrosas de Yolanda, abriendo y cerrando las manos como si amasase los suaves glúteos.

-        Ya voy mi potroooo…..ya voy a montarteeee….

Respondió ansiosa y deseosa Yolanda subiendo ágilmente en el sillón, colocando sus largas piernas en el hueco que quedaba entre los muslos escuálidos del chico y los brazos del sillón, ubicándose con las piernas abiertas sobre la verga en punta y palpitante del niñato fofisano, clavándosela toda en su interior, mientras la miraba fijamente y se mordía el labio inferior.

-        Ooooooohhhhhh…….ooooohhhhhhh…..

Exclamo de placer Sergio, al sentir como su polla era engullida por la empapada y ardiente raja de Yolanda, la cual, apoyándose con sus delicadas manos en el respaldo del sillón, empezó a cabalgar acompasadamente la verga del criajo, adelante y atrás, atrás y adelante, arriba y abajo, abajo y arriba.  Ahora sabría aquel niñato lo que era alcanzar el placer, el la había hecho correrse hasta cinco veces seguidas, ahora era su turno para dominar la situación, pensaba Yolanda mientras aumentaba el ritmo del bombeo, bien aferrada al respaldo del sillón, agitando sus mamazas enormes y esféricas completamente erguidas, arriba y abajo, abajo y arriba, rebotando en su tronco y agitándose de derecha a izquierda, de izquierda a derecha, vibrando en toda su turgencia a escasos centímetros de la cara del chico.

-        Siiiiiiiiiiiiii……….siiiiiiiiiii……siiiiiiiiii putaaaaa…..siiiiii….cabalgaaaa….cabalgaaaaaa…..

Jadeaba de placer el chico amasando con violencia feroz los glúteos de Yolanda, clavándole las yemas de los dedos en la superficie de su perfecto e inmenso culo, a la vez que reforzaba su bombeo, ayudando con sus manos a subirlas y bajarlas acompasadamente con el ritmo de aquella maravillosa diosa del sexo.

-        Oooooooooohhhhh……siiiiiii……siiiiii…putaaaaaa……ooooohhhh…..cabalgaaa….cabalgaaaa….

Gritaba con voz de loco sádico el criajo, mientras Yolanda aumentaba aún más el ritmo de su bombeo, saltando sobre sus piernas dobladas sobre el sillón, adentro y afuera, afuera y adentro, adelante y atrás, atrás y adelante, amarrada al respaldo del sillón, traqueteando el mismo violentamente.

El niñato fofisano soltó sus castigadas nalgas, grandes y perfectas, para lanzar sus manos violentamente a la nuca de la diosa morena con cuerpo de pornostar, atrayendo su cabeza hacia la propia y enroscándose con ella en un salvaje beso francés, devorándole sus perfectos y carnosos labios y enroscando su lengua en la de ella, que reacciono besando agresivamente, incluso estirando los labios del chico con sus diente, y enroscándose aún más en su lengua, aumentando el ritmo del bombeo, destrozando con el violento movimiento del bombeo las juntas del sillón.

-        Aaaaaahhhhh…..aaahhhhh…muuuuuaaaacckkkk…….aaaaaaaahhhhh….muuuaaaaaaccc.

Un inmenso placer inundaba a Yolanda que gemía como una perra, el criajo no se corría y ella estaba cada vez más cerca, cabalgándolo ferozmente apoyada sobre sus rodillas, bombeando sobre su pubis adentro y afuera, afuera y adentro, adelante y atrás, atrás y adelante. Loca de deseo sin dejar de alimentarlo con su lengua y sus labios, con sus tetazas inmensas y erguidas, turgentes al extremo dando saltos y vueltas en el aire en todas direcciones, dibujando círculos perfectos con su perfecta circunferencia, todo en un tiempo que no parecía tener fin, hipnotizada en la droga del deseo salvaje por follar que le estaba provocando el niñato fofisano, ahogando el tiempo en una infinidad de besos franceses, hasta quedarse sin saliva.

-        Ooooooooooooooohhhhhhhhhhhh……..ooooooooooooooohhhhhhhhhhh……….aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh…….neeneeeeeeeeeeeeeeeee……oooooooooooohhhhhhh….

Empezo a aullar de placer Yoli entre espasmos, echando su cuerpo hacia atrás, sin dejar de galoparlo brutalmente, adentro y afuera, afuera y adentro, adelante y atrás, atrás y adelante, cuando sintió, como  el criajo empezaba a embestirla desde el asiento del sillón, acompasándose al bombeo de ella, clavándole la polla ardiente hasta el fondo y sacándola al mismo ritmo que ella lo cabalgaba, aquello la iba a enloquecer, pero por mucho que ella cabalgase a un ritmo infernal, no conseguía someter al criajo, al revés, era ella la que volvía a estar camino de otro orgasmo entre oleadas salvajes de placer.

Yolanda dejo caer los zapatos de tacón y sin dejar de bombear sobre el pubis del chico, adentro y afuera, afuera y adentro, adelante y atrás, atrás y adelante, con él taladrándola desde abajo, puso la planta de sus pies, donde antes estaban sus rodillas, tenía que acabar con aquello, iba a someter al niñato haciéndole correrse como que se llamaba Yolanda.

Enderezo su cuerpo agarrándose con sus femeninas manos a la parte superior del respaldo del sillón y empezó a dejarse caer hasta el fondo sobre el pubis del criajo, arriba y abajo, abajo y arriba, adelante y atrás, atrás y adelante, con toda la fuerza de su atlética cintura, con sus mamazas balanceándose enloquecidas en todas direcciones, iba a conseguir que se corriese brutalmente, aunque reventasen el sillón y acabasen en el suelo.

-        Ooooooooooooooohhhhhhhhhhhh……..ooooooooooooooohhhhhhhhhhh……….aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh…….neeneeeeeeeeeeeeeeeee……oooooooooooohhhhhhh….neneeeeee…..aaaahhhhhhh……nnnooooooooooooo…..siiiiiiiiiiiiiiiiiiii……

Sergio aumento el ritmo de su perforación desde el asiento entre rebufos de esfuerzo, rojo como una antorcha, más rápido e intenso, que el propio bombeo sobre él de Yolanda, moviendo su cadera arriba y abajo, abajo y arriba, pero además, lanzo sus manos en garra sobre las mamazas redondas e inmensas en forma de gota de lluvia erguidas, que se desbordan por los lados y se juntan por el centro, que en aquel momento se balanceaban salvaje y sexualmente en todas direcciones, dibujando círculos de brutal lujuria en el aire frente a él, y con la experiencia de haberlas disfrutado ya más de una vez, concentro la fuerza de la yema de sus dedos en la areola y los enormes pezones de Yolanda, ordeñándola violentamente, haciendo que las ráfagas de leche volviesen a salir de sus tetazas, como de un aspersor roto, haciendo relinchar de placer a Yolanda, cada vez que las estrujaba y la ordeñada, provocándole ráfagas de gustosos calambres que presagiaban un brutal orgasmo.

-        Ooooooooooooooooohhhhhhhhhhhhhh………….noooooooooooooooo……….nooooooooooooooooo……….neneeeeeeeeeeee…………..ooooooohhhhhhhhh……oooohhhhhh…neneeeeeeeee…..

Estallaba aullando de placer Yolanda, llevando las manos a la parte delantera de los brazos del sillón para agarrarse firmemente en ellos, ante la inminente sensación de que se iba a partir, completamente sometida a las embestidas del criajo y a su hábil manera de ordeñarle, que la tenía con la boca abierta y el rostro demacrado, los ojos en blanco, y rebotando ferozmente sobre su pubis arriba y abajo, abajo y arriba, adelante y atrás, atrás y adelante, en un movimiento incontrolable y automático poseída por el tremendo placer sexual con sus mamazas prisioneras de las garras de Sergio, agitando su cabeza y su cuello hacia atrás, meneando su preciosa melena brillante, sedosa y negra en todas direcciones.

-        Ooooooooooooohhhhhhhhhhhhh…..aaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhh………..oooooooohhhhhh……

Estallo en un orgasmo brutal entre gemidos de placer Yolanda, sin dejar de galopar sobre el criajo, arriba y abajo, abajo y arriba, adelante y atrás, atrás y adelante, regándole con los fluidos de su raja y la leche de sus esféricas y enormes tetazas, enloquecida y entregada al indescriptible placer, sin que pareciera que él estaba llegando al clímax.

-        Vamos a la cama quiero follarte desde atrás…vamos zorra….

Le grito el niñato fofisano, sacándosela de encima, mientras ella torpemente entre espasmos, y chorreando por su raja, se bajaba tambaleante del machacado sillón, desorientada y demacrada.

-        Aaaaaahhhhh….neneeeeee……..aaaahhhhhhh……

Chillo sorprendida Yolanda al verse arrastrada por el pelo por el criajo, que le había cogido por la melena doblando el cuello y la arrastraba a la cama violentamente como un troglodita, arrojándola sobre ella, provocando en Yolanda el odio y a la vez el deseo por el macho, que la trataba como un objeto sexual.

-        Ponte de lado y sostén tu pierna abierta, so puta, so zorraaaaaaa……

Exclamaba rojo y sobreexcitado el niñato fofisano, al tiempo que agarrado con fuerza por ambos lados del corsé de su espalda lo desataba brutalmente, casi rompiéndolo.

-        Ooooohhhhh….que brutoooo…ereeess neneeeee…me vuelve locaaaaa.

Dijo Yolanda, sacudida por el placer del violento deseo que despertaba en el chico, al tiempo que, mostrando su extraordinaria flexibilidad, levantaba una pierna, haciendo una ele perfecta con la que reposaba en la cama, como una bailarina que se estira.

-        Ooooooohhhhh……neneeeeee….aaaahhhh

El criajo se situó tras ella y sin darle tiempo a prepararse, volvió a penetrarla violentamente, bombeando dentro de ella desde el lado, adentro y afuera, afuera y adentro, cogiéndola del pelo tirándole de él, estirando su cabeza para atrás y con la otra mano clavándole las yemas de los dedos en la inmensa y suave redondez de la tetaza más próxima.

-        Aaaaaahhhhh….neneeeeee……..aaaahhhhhhh……siiiiiiiiiiiii………….siiiiiiiiiiiii…….aaaaaaaaaahhh.

Volvía a aullar de placer Yolanda, con el rostro desencajado, los ojos en blanco, la boca muy abierta brutalmente penetrada, con espasmos continuos en su abdomen a causa de los orgasmos continuos que le provocaban las bestiales embestidas del criajo, que le penetraba hasta golpearle con su pubis, para sacarla toda y volver a metérsela toda de un golpe en menos de un segundo, con una potencia y erección que tenían a Yolanda sometida y alucinada a partes iguales, aquello no era normal, la forma salvaje y feroz, en que Yolanda desataba la libido del chico, haciéndole aguantar un tiempo que parecía infinito y que ahogaba a Yolanda en olas de placer sexual como en sus mejores polvos.

-        Oooooohhhhh siiiiiii mi putaaaaaaa………siiiiiii…..zorraaaaaa me corrooooooo…me cooooorrroooooo…..

Vocifero de placer y triunfo Sergio, después de un buen rato perforando ferozmente a Yolanda, al correrse, lanzándole unas últimas y secas embestidas, sin dejar de tirarle del pelo brutalmente en cada embestida, mientras ella volvía a sentir como su interior se llenaba con la simiente cálida y abundante del criajo, manteniendo la pierna en alto, totalmente sometida y entregada al placer, que le procuraba aquella polla estándar, que estaba aguantando como nunca antes en sus encuentros de recompensas.

-        Ah, ah, ah…..buuuuff…..buuuuffff….ah, ah, ah…..buuuufff….

Resoplaba y jadeaba Yolanda, liberado su pelo de la mano del niñato fofisano y su raja de la tiranía de su viril polla, bajando la pierna y arrastrándose, con su raja todavía palpitando, para sentarse en el borde de la cama, intentando reponerse de aquellos dos polvos con el corsé, con ligero desatado por la parte de atrás y colgándole de la cintura, recomponiendo el rostro entre espasmos de maravilloso placer, mientras el semen de Sergio le corría muslos abajo.

-        Aaahh, aahh, aahh….joooodeeerr…..neneeee…..jooooodeeeerr…..que polvazos me estas echando, que ganas me tenías….jajaja…..ves a la nevera y abre el champán, necesito beber algo me has dejado agotada…jajaja.

Decía Yolanda risueña entre risas divertidas, atusándose el cabello para recolocarse su preciosa y brillante melena negra, que tropezaba grácilmente con los aritos de sus preciosas orejas, poniéndose de pie y acabando de sacarse el corsé, desatando el ligero de las medias de seda negras transparentes, para dejarlo caer junto a la mesita de noche más cercana, acercandose al sofá para calzarse de nuevo los tacones negros de aguja.

Al mismo tiempo el chico con una gran sonrisa de satisfacción, rodaba por el otro lado de la cama con su verga medio flácida, para dirigirse a la nevera, abrirla y extraer una botella de champán, para acto seguido apoyarla en la mesa de la habitación, quitarle el envoltorio superior y descorcharla con mucha fuerza y rostro de esfuerzo máximo.

-        ¡Pom!

Sonó seca la botella de champán al abrirse.

-        Corre, corre, corre, coge las copas en el mueble bar….jajajaja..

Apremiaba Yolanda divertida al criajo, que sosteniendo como podía la botella de champan con su polla estándar dando salto corría hacia el mueble bar conde se encontró con Yoli, que le facilito la maniobra abriéndolo y sacando las dos copas, para que el niñato fofisano de tatuaje y pendiente vertiese el espumoso líquido en las copas, ofreciéndole la primera a Yolanda, y llenándose una segunda para él.

-        Chin - chin.

Brindo con el chico la diosa mediterránea, totalmente desnuda en el majestuoso esplendor de sus firmes curvas sobre los altos tacones de aguja.

Yolanda, dio un profundo sorbo para saciar su sed y cuando bajo la mirada hacia el criajo, volvió a ver su polla estándar completamente erecta, roja e inflamada, palpitando en el aire.

-        Esto, esto, esto…no es normal nene llevamos casi una hora follando salvajemente, y tu polla no aguanta en reposo ni dos minutos…ya sé que me tienes muchas ganas, pero esto, esto no es normal.

Exclamo interrogativa Yolanda, examinando al chico de arriba abajo esperando una explicación.

-        Si te digo que es que me vuelves loco, y que no puedo para de ponerme palote ¿Cuela?

Respondió el chico entre divertido y avergonzado.

-        Pues claro que no cuela…jajaja

Contesto Yolanda expectante.

El niñato fofisano miro al suelo con semblante algo vergonzoso, dudando que responder.

-        Huuuummmm…es que…como solo tengo esta oportunidad de estar contigo…y no quería defraudarte y aprovechar hasta el último minuto…puuueeess….

Empezó a responder Sergio.

-        ¿Pues qué Sergio? …vamos cariño.

Pidió Yolanda una respuesta mirándolo a los ojos.

-        Pues que hable con una amigo que su padre es médico, diciéndole que tenía que cumplir muy bien en una super cita sexual y me consiguió dos pastillas de viagra…

Respondió el criajo sin apartar la mirada del suelo con cara de avergonzado.

-        Jajajajajajaja……jajajajajaja…jajajaja

Estallo entre risas Yolanda agitando en el aire sus mamazas y vibrando sus nalgas perfectas, dibujando curvas firmes y perfectas, mientras le saltaban las lágrimas de la risa, agitando divertida su cabeza adelante y atrás, al compás de su risa.

El criajo avergonzado, se recogía desnudo sobre sí mismo, sin apartar la mirada del suelo, recogiendo sus manos sobre su erecta polla, tiesa como una lanza.

-        Jajajajaja…ay cariño, no te avergüences, menos mal que eres un veinteañero…jajaja…si no te podría haber dado un ataque al corazón…jajaja…. glup, glup, glup

Continuaba riendo Yolanda, calmándose levemente para concluir bebiéndose de un golpe en varios sorbos la copa de Champán.

-        Vamos a tener que hacer algo, para aprovechar el efecto de esas pastillitas azules…ehhhh…lléname la copa de nuevo venga.

Decía divertida Yolanda, acercándose completamente desnuda al criajo sobre sus tacones de aguja, alargando su perfecto y definido brazo de piel sedosa, para mostrarle la copa y que este aún algo compungido por la vergüenza se la rellenase.

Después con la copa llena se acercó lentamente al chico que apuraba la suya, mirándolo con un iluminado rostro de picardía sexual, mientras la música ligera de striptease no deja de sonar y llenar el fondo del ambiente.

Se plantó frente al chico, que la miraba un poco intimidado, y desde la superioridad física que le concedían sus altos tacones de aguja, dio un largo y sonoro trago, para después inclinarse sobre el criajo y darle un terrible morreo, compartiendo en el beso con el chico el champán, lo que el recibió gustoso.

Después un segundo trago y un segundo morreo, un tercer trago y un tercer morreo, un cuarto y un quinto hasta apurar la copa, compartiendo el espumoso liquido entre morreos, retorciendo sus lenguas en sus burbujas, disfrutando de cada beso francés, mientras las manos del niñato fofisano recorrían sus caderas y su perfecto culazo marcando las yemas de sus dedos en él.

-        Huuuuummmm…..muy bien nene…ves al baño y trae una toalla grande ya usada, que he colgado yo detrás de la puerta.

El criajo fue obediente al baño, esbozando una sonrisa bobalicona, para volver con la toalla grande.

-        Vamos tírala aquí delante de mí.

Le indico Yolanda, mostrándole esa sonrisa suya de otro mundo.

El niñato, la abrió como para extenderla y la dejo caer delante de aquella diosa mediterránea con cuerpazo increíble de pornostar, que, con mucha clase y elegancia, adelanto primero un pie calzado con sus tacones de aguja negros y luego el otro para situarse sobre la misma.

-        Huuuuummmm…vamos a ver si te gusta la fantasía que te propongo…huuuummm.

Dijo Yolanda, mordiéndose lascivamente el labio inferior, al tiempo que se inclinaba para coger de la mesa la botella de champán con algo menos de la mitad.

Después, sin dejar de mirar al criajo con mirada de depredadora en celo y pasándose la lengua por sus labios muy sensualmente, inclino la boca de la botella lentamente por encima de su pecho y por debajo de la cadenita con colgante de corazón de su cuello, dejando caer una leve película de champán que se desplazaba leve y resbaladizamente sobre su suave piel de porcelana de color moreno cetrino, deslizándose sobre la perfecta esfericidad de las curvas de sus enormes mamazas de talla de copa E, en forma de gota de lluvia que se desborda por los lados y se junta por el centro, con los pezones y las areolas extremadamente turgentes y erguidos, donde el champan llegaba y saltaba al vacío,  como si sus extra grandes pezones, ambos fueran un trampolín de lujuria.

El chico lo entendió al segundo y abriendo sus manos al máximo, sostuvo aquellos perfectos y circulares globazos por la parte inferior juntándolos y realzándolos aún más sobre su definido, recto y estrecho torso, para abrir mucho su boca y acercando sus labios al centro, donde se hallaban aquellos pezones de locura beberse el champan que caía desde ellos, como si fueran una fuente, chupándolos y succionándolos de vez en cuando con entusiasmo, con su polla erecta en perfecto ángulo recto.

-        Ooooohhhh…..siiiiii….neneeeee…siiiiii….que bien me las chupas….que bien me succionaaasss los pezoneeesss….siiiiii….ooooooohhhh…..

Se retorcía de placer gimiendo con voz dulce Yolanda, cerrando los ojos, sin dejar de verter lentamente el champán desde su pecho superior sobre las curvas firmes y perfectas de sus tetazas, sintiendo como el criajo bebía el espumoso líquido, al tiempo que volvía a devorarle los pezones.

-        Huuuummm….ooooohhhh….te gustaaa neneeee…

Preguntaba Yolanda al niñato fofisano, sin dejar de morderse el labio inferior y de pasarse lentamente la lengua por los labios, con voz tierna de zorra jadeante, sin dejar de verter el champan sobre sus mamazas de esfericidad y voluptuosidad extrema.

-        Glub, glub… me encantaaaa….me encantaaa…glub, glub, glub… me enloqueceeee…

Respondía el chico sin dejar de devorar los pezones, bebiendo todo el champan que corría por las curvas balanceantes de sus tetazas, golpeando los muslos de Yolanda con su verga dura como el acero.

-        Ooooohhh neneeeee….como me has puesto…..y como te he puesto……huuuummmm ese pollón que nunca se baja es responsabilidad mía….jejeje….siéntate en el sillón relajado y déjame que yo me ocupe de tus necesidades…miauuuu….jajaja

Dijo Yolanda maullando divertida, al tiempo que dejaba de verterse champan sobre las tetazas y le daba la botella al criajo, que con la polla como una veleta que apunta al frente, camino totalmente desnudo de forma torpe hasta sentarse en el sillón de forma espatarrada, con las piernas a ambos lados y la polla en ristre apuntando al techo.

Yolanda avanzo en toda la altura de su escultural figura sobre sus tacones negros de aguja, para a continuación ponerse a cuatro patas en toda su longitud.

-        Puuurrrr….puuurrr….puuuuurrr….esa pollita es mia…puuuurrr….puuuurrrr…puuurrr …. Jajaja….

Se acercaba Yolanda divertida, caminando a cuatro patas ronroneando dulcemente como una gata cachonda.

Al llegar junto al chico, se colocó entre sus piernas, mostrándole su divina sonrisa, con un reflejo de maldad lasciva, alargo su femenina y cuidada mano derecha de uñas rojas en su tamaño perfecto, sortijas y pulserita y agarro por el tronco, la enérgica y ardiente tranca del criajo.

Después hizo un gesto exagerado, pasándose la lengua por el labio superior con expresión de ansioso deseo y apartando su preciosa melena negra brillante de su cara con un leve giro de su cuello, llevo su boca a la punta del prepucio del niñato, la cual empezó a devorar con largos e intensos lengüetazos.

-        Sluuuurrrrpp….muuuak….sluuuuurrrpp…muuuuark…sluuuurrrpp…

Chupaba y cubría Yolanda de largos lengüetazos extra ensalivados la polla joven, vital y palpitante de Sergio, al tiempo que agitaba su tronco acompasadamente arriba y abajo, abajo y arriba.

-        Oooooohhhhh….siiiiiiii….ooooohhhh….que bocaaaa….oooohhh….que lenguaaaa…..oooooohhh…

Gemía disfrutando el criajo espatarrado, cerrando los ojos y pegando sorbos de vez en cuando a la botella de champan, donde solo quedaba un culín.

La polla ardía en la boca de Yolanda, que gustosamente, picada en su orgullo se había propuesto hacerle al niñato una mamada magistral y definitiva, de forma que le aminorase al máximo el efecto de las viagras que se había tomado.

Sin soltar el tronco de la verga del chico y sin dejar de pajearlo arriba y abajo, Yolanda, ajusto sus preciosos labios carnosos de boquita de fresa y utilizando su lengua como húmeda y ardiente  alfombra, empezó a bombear sobre la punta de la polla del criajo, su melena le caía a ambos lado en forma de cortina, mientras ella se concentraba en salivar brutalmente el glande y el prepucio del criajo, moviendo su cabeza adelante y atrás, atrás y adelante, engullendo la punta de aquella ardiente y vital verga.

-        Ooooooohhhh….siiiiiiiiiiii……….eres la máaaasss putaaaaa del mundooooo….siiiii…aaaahhh……oooooohhh

Se retorcía de placer gimiendo el niñato fofisano, echando la cabeza para atrás cerrando los ojos y agarrándose firmemente al brazo del sillón con la mano libre.

Yolanda no hacía sino aumentar la intensidad, adentro y afuera, afuera y adentro, sin dejar de salivar, hasta que la mano que pajeaba la parte baja del tronco y todo el tronco estaban empapados, pero a pesar de la intensidad y el tiempo dedicado, el chico se retorcía de placer y gemía, pero su palpitación era regular y nada parecía presagiar que estuviera por correrse.

-        Sluuurrrppp…sluuuurppp….vamos cariño, dame de beber un poco de champan a través de tu rabito….huuuuummmm

Pidió mimosa Yolanda, poniéndole al criajo ojitos, el cual bajo la botella de champán lentamente y desde su depilado pubis, dejo deslizarse por el tronco de su polla un chorro de champán.

-        Sluuurrrppp….sluuuurrrppp….sluuuuurrrppp…que rico y fresquito……sluuurrpp…sluuuurrppp…sluuuurrpppp….que ricoooo….

Decía y bebía Yolanda con voz de niña dulce e inocente, recogiendo con la punta de su lengua puesta en cuchara el champan, que saltaba desde la punta del prepucio, lanzándole a la vez lengüetazos al mismo, en toda la anchura de su maravillosa y gran lengua, mirando fijamente al chico, que abría la boca de admiración y adoración por aquella diosa de playboy con la que estaba cumpliendo muchas de sus fantasías.

Yolanda aprovecho aquella pequeña tregua para refrescar la garganta, recuperar líquidos y disponerse a someter al criajo, llevaba toda la tarde siendo follada y doblegada a orgasmos por aquel criajo, niñato fofisano experto en las páginas porno de internet, pero no en la vida real, donde ella era maestra.

Así que cuando se vacío la botella de champán y el chico la dejo caer a un lado, Yolanda volvió hundir en su boca el prepucio, bajando con sus ajustados labios hasta la mitad del tronco, masajeando con un movimiento rápido y húmedo la verga del criajo, cada vez que bajaba y subía la cabeza, bajaba y subía la cabeza aumentando el ritmo, cada vez más rápido, cada vez más rápido. Pero el niñato volvía a hundirse en el sillón, espatarrado, cerrando los ojos y entregándose al placer, gimiendo y jadeando como un loco, pero manteniendo el ritmo de palpitación de su verga.

-        Ooooooohhhh….siiiiiiiii.….siiiii…aaaahhh……oooooohhh….me vuelveeess locoooo…aaahhhhh

No dejaba de gemir y jadear el chico, con el rostro sudoroso y desencajado por el placer.

-        Sluuuurrrrpp….chuuupp….sluuuuurrrpp…chuuuupp…sluuuurrrpp…

Yolanda no dejaba de aumentar la intensidad de su mamada, devorando con el masaje lingual su glande y todo su prepucio a un ritmo endiablado, metiendo y sacando de su boca la polla del criajo, adentro y afuera, afuera y adentro, con su mano y el nabo del niñato bañado en su propia saliva, suspendiendo sus carnosos y turgentes labios sobre la punta de la verga del chico, para subir su preciosa mano y masajear intensamente y con gran maestría con su femenino pulgar el glande del niñato, mientras los minutos pasaban y pasaban.

-        Ooooooohhhh….siiiiiiiii.….siiiii…aaaahhh……oooooohhh…aaahhhhh

Seguía retorciéndose el criajo de placer con los ojos en blanco y la boca muy abierta.

-        Sluuuurrrrpp….chuuupp…. buuufff…sluuuuurrrpp…chuuuupp… buuuufff…sluuuurrrpp…

Continuaba Yolanda, chupando y lamiendo la verga del niñato, ajustando sus suaves y cálidos labios, resoplando por el esfuerzo, con el rostro que empezaba a enrojecérsele, mirando al criajo con cierta rabia, agitando de vez en cuando la cabeza para apartarse el pelo. Yolanda empezaba a estar mosqueada y picada en su orgullo, como era posible, llevaba casi diez minutos haciéndole al niñato fofisano una de las mejores mamadas que había hecho nunca y ahí continuaba sin llegar a correrse, sin alcanzar el orgasmo, maldita viagra combinada con aquella juventud viril.

Pero aquello no iba a quedar así, Yolanda se sacó la polla erecta e hirviente del criajo de la boca y mirándolo fijamente, con mirada dura y desafiante, llevo su mano derecha a su muñeca izquierda, donde tenía una goma para el pelo, sacándola de la muñeca llevo sus manos atrás y rabiosa, elegante y sensualmente, se recogió el pelo para hacerse una coleta, que se ajustó con gran clase con la goma, mientras el chico jadeaba recuperándose.

Con el pelo recogido en una coleta, de rodillas y sin dejar de mirar con furia sexual al criajo, poso su femeninas y delicadas manos en los fofos muslos del niñato y ajusto sus labios turgentes y rojos a su ardiente y erecta polla y sin dejar de mirarlo, empezó a bombear con todo su cuerpo hacia adelante y hacia atrás , hacia atrás y hacia adelante, hundiendo su cara sobre el tronco del niñato hasta que su redondeada, preciosa y respingona naricita golpeaba con su pubis, tragándose completamente su verga, cada vez más rápido, cada vez más rápido, adelante y atrás, atrás y adelante, adelante y atrás, atrás y adelante, con un ritmo increíble, mientras sus magníficas y redondas inmensas tetazas turgente y erguidas se agitaban adelante y atrás , atrás y adelante, golpeando las rodillas del criajo.

-        Ooooooohhhh….siiiiiiiii.….siiiii…aaaahhh……oooooohhh…aaahhhhh…Ooooooohhhh….siiiiiiiii.….siiiii…aaaahhh……oooooohhh…aaahhhhh…..

Comenzó a aullar Sergio dando relinchos de placer, espatarrado agarrándose a los brazos del sillón como si fuera a arrancarlos.

-        Ooooooohhhh….siiiiiiiii.….siiiii…aaaahhh……oooooohhh…aaahhhhh… me quiero correr en tu bocaaaa….quierooo ver….como me corroooo en tu bocaaa….Ooooooohhhh….siiiiiiiii.….siiiii…aaaahhh……oooooohhh…aaahhhhh…..

Pedía el criajo entre gemidos y jadeos brutales, con la cara desencajada, empapado en sudor, tratando de mantener los ojos en la mirada de aquella diosa mediterránea, de preciosa sultana del sexo, aquellos ojos de misterio que le miraban con fiereza sexual.

-        Aaaaahhhhhh…..me corrooooo….me cooooorrooooo…..

Empezó a gritar el niñato fofisano, al tiempo que su polla había empezado a palpitar ferozmente en la boca de Yolanda, la cual en una habilísima maniobra, paro, se retiró del pubis del criajo, el cual se incorporó de un salto, rojo como un pimiento, poniendo todo su fofo cuerpo en tensión, mientras Yolanda estaba de rodillas sin dejar de mirarlo a la cara, entrecruzando sus miradas, el criajo colocó la punta de su verga sobre la punta de su lengua, la cual torsiono levemente en forma de cuchara, a la vez que con su femenina mano derecha le sacudía ferozmente la polla.

-        Oooooohhhh……siiiiiii……aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahhhhhh

Estallo el criajo en un caudaloso orgasmo, la primera ráfaga abundante y cálida de su leche se disparó ferozmente dentro de la boca de Yolanda, resbalando sobre su lengua y rebotando en su paladar, cayendo directamente a través de su esófago, la segunda y la tercera ya no pasaron del paladar, de forma que Yolanda pudo recogerlas con su lengua, así como la cuarta, quinta y sexta ráfaga de la polla del niñato fofisano, que totalmente sofocado disfrutaba de lo lindo de contemplar a su diosa del sexo conteniendo en su boca su semen.

-        Chuuup…chuuup…chuuup….chuuuuppp….chuuupp

Acabo de limpiar y lamer hasta la última gota de la empapada verga del criajo Yolanda.

Yolanda se separó levemente del chico y sin dejar de mirar su sofocado rostro de satisfacción bobalicón, abrió su boca mostrándole su semilla, jugueteando con su leche por la boca, para volver a abrir la boca y mostrarla sobre su lengua en forma de cuchara.

-        Gar-gar-gar….gar-gar-gar-gar- SLUUUP.

Gargajeo con la leche del niñato, justo antes de tragársela toda de un trago.

-        Huuuummmm…que rica e hidranteeee…..huuuuuummmm

Dijo divertida Yolanda, antes de relamerse como una gata en celo, pasándose ostentosamente la lengua de un lado a otro por su labio superior.

-        Ooooooooooohhhhh……me encantaaaaa…….

Dijo con voz profunda y exhausta Sergio, antes de tambaleante dirigirse a la cama y dejarse caer sobre ella agotado.

-        Jijijji….nene….por fin…por fin….te he dejado algo agotado….jijijjii….

Se reía risueña y divertida Yolanda, poniéndose en pie y dirigiéndose con su elegancia natural a la cama, para tumbarse junto al chico en toda la extensión esbelta y voluptuosa de sus brutalmente sexuales firmes y perfectas curvas.

-        Huuummmm…es que quiero disfrutar de ti todo lo que pueda… es mi última vez contigo…quien sabe…si te hago disfrutar los suficiente a lo mejor…en el futuro…

Musitaba el criajo con voz de suplicante, poniendo ojos de cordero degollado, mientras Yolanda con rostro paciente movía el cuidado dedo índice de su mano derecha de izquierda a derecha y de derecha a izquierda, haciéndole el conocido gesto de la negación, mientras lo miraba con sus ojos de diosa morena,  oscuros, grandes y brillantes de preciosa sultana.

-        Ya sabes que no hay futuro, cariño, solo hay, hoy, aquí y ahora…así que aprovecha.

Le dijo Yolanda poniéndole morritos y ojitos de loba en celo.

El niñato fofisano se conformó y se abalanzo cuidadosamente sobre Yoli, lanzando sus manos sobre las curvas insuperables del cuerpo firme y esbelto de Yolanda, absorbiendo su tacto suave y sedoso, mientras enroscaba sus labios entre los labios de aquella guapísima diosa del sexo, deleitándose en un beso francés interminable, que ella devolvía con gusto, entregada al deseo del chico por ella y por su cuerpo, sintiendo como sus dedos se hundían en su firme y sedosa piel de moreno cetrino, como si sus yemas estuvieran absorbiendo cada milímetro de sus curvas, acariciando y arando con sus yemas su vientre firme y liso, suave como el terciopelo, jugando con el piercing de su ombligo, recorriendo sus caderas y su espalda lentamente, mientras abrevababa en los labios carnosos de su boca, besándolos y enroscándose en la lengua de la diosa morena de forma insaciable.

-        Oooooohhh…neneeee…siiiii….siiiii….devorameeee…..siiiiiiii…

Se retorcía de placer Yolanda, dejando que la lengua y los labios del criajo descendiesen por su cuello suave de porcelana, sus hombros, lanzándose a sus antebrazos primero el derecho, luego el izquierdo, lamiendo todos sus definidos y esculturales brazos, hasta alcanzar sus perfectas, cuidadas y femeninas manos lamiendo sus palmas, chupando cada uno de los dedos.

-        Jajajajaja…jijijiji…..huuuummm…sigueeee… neneee…..jajajaja

Se reía divertida Yolanda, cuando el niñato fofisano chupaba sus perfectos dedos de uñas rojas de perfecta longitud, ni muy largas, ni cortas, chupándolos de uno en uno, del pulgar al meñique, primero de una mano y luego de la otra, para al finalizar lanzarse de nuevo a sus perfectas y redondas mamazas en forma de gota de lluvia, inmensas turgentes y erguidas, enterrando su cabeza entre ambas, mientras al estar de costado, dirigir sus manos a las perfectas y fibrosas nalgas del culo perfecto de Yolanda, sin un milímetro de celulitis, ni piel de naranja, y empezar a amasarlas con deseo y ansiedad, clavando en su inmensidad de perfecta circunferencia sus dedos como garras, haciendo vibrar entre sus manos aquellos glúteos perfectos y fibrosos.

-        Oooooohhh…neneeee…siiiii….siiiii….chupaaaa… lameeeee…..siiiiiiii…

Se retorcía de placer Yolanda, cerrando los ojos y estirando sus brazos mientras la legua del chico recorría la curva perfecta de sus enormes tetazas, parando un segundo para succionar levemente sus extra grandes pezones y continuar bajando, devorando el canalillo a base de lengüetazos.

-        Sluuuuurrpppp….chuuuuppp….sluuuurrrpppp….chuuuuuppp…..sluuuurrppp

Devoraba el criajo con sus labios, moviendo su lengua como una ardiente y húmeda serpiente nerviosa, recorriendo el perfecto y largo vientre liso de Yolanda, jugueteando ferozmente con el piercing de su ombligo, recorriendo con sus besos y lametazos la firme y perfecta cadera y cintura de avispa Yolanda, de lado a lado.

-        Oooooohhh…neneeee…siiiii….siiii…..siiiiiiii…

Bajaba sus delicadas y cuidadas manos Yolanda, para agarrar entre ellas los mechones escasos del pelo corto del niñato fofisano, sin dejar de contonearse lentamente de placer, mientras este devoraba el depilado brasileño de su monte de Venus, antes de bajar hasta situarse entre sus piernas y empezar a mordisquear, lamer, chupar, succionar la piel sedosa y firme de sus muslos llenos y esculturales, alternativamente primero el izquierdo, luego el derecho.

-        Sluuuuurrpppp….chuuuuppp….sluuuurrrpppp….chuuuuuppp…..sluuuurrppp

Yolanda se tensionaba, estirando su cuerpo al máximo, cerrando los ojos y jadeando de placer con voz dulce y aniñada, con la boca abierta, llevándose las manos a la cabeza para enterrar sus femeninos y delicados dedos entre su melena negra y brillante.

-        Oooooohhh…neneeee…siiiii….siiii…..siiiiiiii…neeneeeee

Sergio siguió chupando alternativamente una pierna y otra, deslizando para ello las medias negras de seda transparente hacia abajo, elevando las piernas cuando así su deseo de devorar el cuerpo de perfecta diosa del porno de Yolanda lo requería,  devorando las rodillas, su parte posterior, sus gemelos, sus espinillas, hasta que alcanzo los pies, saco primero el tacón negro de aguja izquierdo, sacándole delicadamente la punta de la media admirando aquellos perfectos y cuidados pies, levantándolos sin dificultad para Yolanda, debido a su atlética elasticidad, para devorarle primero los tobillos, luego los talones, después el empeine, la delicada y saneada suela del pie y después chuparle uno a uno los dedos, parándose especialmente en el segundo para juguetear con el anillo de plata que lo decoraba.

-        Sluuuuurrpppp….chuuuuppp….sluuuurrrpppp….chuuuuuppp…..sluuuurrppp

Chupaba, lamia, y besaba el niñato fofisano, para después dejar cuidadosamente el pie sobre la cama y dirigirse al derecho a repetir la maniobra, sacando primero delicadamente el tacón de aguja negro de suela roja, extraerle con dedicación y devoción la última media transparente de seda negra, pegar su rostro al levantado tobillo derecho con la cadenita de oro que lo decoraba, y empezar a devorarlo jugueteando con su lengua con la cadena, repetir luego con el talón el empeine, la suela y todos y cada uno de los dedos perfectos y cuidados de preciosas y pintadas uñas rojas, concentrándose especialmente en el segundo que llevaba el anillo.

-        Oooooohhh…neneeee…siiiii….siiii…..siiiiiiii…neeneeeee….ooooohhhh…..noooo pareeesss…..

Apenas forzada por su elasticidad, gemía entre espasmos de placer Yolanda, agarrándose con fuerza a la sabana con sus babeadas manos femeninas, mordiéndose el labio inferior, cerrando los ojos retorciendo su preciosa cabecita, disfrutando de lo que más la excitaba y calentaba, sentir el deseo salvaje e infinito de un hombre por ella, ser devorada de los pies a la cabeza.

-        Date la vuelta…vamos diosa puta del sexo…date la vuelta…

Exigía con voz agresiva y temblorosa por el deseo el criajo.

Yolanda poniendo cara de niña traviesa y revoltosa se dio la vuelta, alzando juguetonamente su respingón y fibroso culo, como un postre de firme gelatina en forma de inmensa y perfecta circunferencia, ofrecida al chico, el cual se abalanzo sobre él cuidadosamente, lamiéndolo, mordisqueándolo y chupándolo, especialmente el tatuaje del sol de color verde que decoraba la nalga izquierda de Yolanda

-        Sluuuuurrpppp….chuuuuppp….ñaaammmm….sluuuurrrpppp….chuuuuuppp…..sluuuurrppp…chuuup… ñaaammmm.

Con la cabeza bocabajo girándola de lado a lado, retorciéndose como una serpiente cachonda, cerrando los ojos y entregándose al placer supremo de aquella boca, labios y dientes que la deseaban con locura, gemía Yolanda

-        Oooooohhh……siiiii….siiii…..siiiiiiii…neeneeeee….ooooohhhh…..noooo pareeesss…..aaaahhhh….

El niñato estuvo dedicado con su culo, tanto tiempo como el que había pasado recorriendo todo su cuerpo con su lengua, se notaba que le enloquecía.

-        Oooooohhh…..ooooohhh…quiero follarte el culoooo…quiero follarte este maravillosoooo culoooo…

Gemía con desesperación el criajo a cuatro patas tras Yoli, con la polla otra vez tiesa y enrojecida, balanceándose adelante y atrás y golpeándole con ella en mitad de sus rajas.

-        Oooooohhh…siiii cariñoooo….. siiiii…coge el aceite lubricante de la mesita de noche…lubrícate el pene, y también mi ano…lubrícalo bien…para eso lo he traído…neneee…

Contesto muy melosa Yolanda, señalando a la mesita de noche y a la botella de aceite lubricante sexual.

El criajo se acercó a la mesita de noche de rodillas, bordeándola, mientras ella estiraba su cuerpo, apoyando sus brazos y su tronco sobre la cama y alzando sobre sus rodillas su maravilloso culazo de bailarina de samba, poniéndolo en posición ideal para ser penetrado.

Sergio volvió a su posición tras ella, con la botella de aceite y empezó a echarse cortos chorros por encima de su inerte polla, cubriéndola completamente de aceite con su mano derecha. Después se quedó un poco pensativo y parado.

-        ¿Qué pasa nene?

Pregunto Yolanda ante el paso del tiempo sin que sucediese nada.

-        Es que, es que…bueno estoy harto de verlo en internet…peroooo….no lo he hecho nunca.

Dijo algo ruborizado el niñato fofisano sin saber hacia dónde mirar.

-        Hummm..jejeje…no te preocupes cariño…úntate primero el dedo índice y a la vez deja caer aceite por mi ano, y me vas metiendo el dedo índice poquito a poco, haciendo círculos con él, yo tengo experiencia y te iré ayudando con mi propia dilatación, cuando tu dedo índice se mueva fácilmente, te cubres de aceite el corazón y me metes los dos sin dejar de echar aceite en mi ano, cuando ambos se muevan ya me puedes meter tu colita…cariño jijiji.

Describió dulce y comprensiva Yolanda.

-        Vale entendido.

Contesto el criajo algo dubitativo, cubriendo su dedo índice derecho de aceite y dirigiéndolo al ano de Yolanda, que alzo aún más la perfecta redondez de la enorme circunferencia de su culo para facilitar la maniobra al chico, el cual hundió hasta el fondo el dedo índice, a la vez que vertía sobre él aceite.

-        Uuuuuuuuhh…..uuuuuhhh….. así neneeee…asiii despacitoooo…

Gemía Yolanda con una terriblemente sexy voz dulce de niña traviesa.

Mientras el niñato, de una manera inexperta pero curiosa seguía metiendo y sacando su dedo índice del culo de Yolanda, cada vez más rápida y violentamente.

-        Uuuuuuuuhh…..uuuuuhhh….. neneeee…despacitoooo…despacitoooo…

Se empezaba a quejar Yolanda notando la ansiedad y la violenta penetración del chico.

-        ¿Puedo meter el otro ya…puedo, puedo, puedo…?

Preguntaba el chico ansioso, sin dejar de acariciarse la punta del capullo con su mano libre.

-        Uuuuuuuuhh…..uuuuuhhh….. siiii…neneeee… siiii…pero …despacitoooo…despacitoooo…

Contestaba Yolanda con cara de molestias y placer a la vez, ante la violenta penetración de los dedos del criajo

Este saco el índice, lo junto con el corazón y baño ambos en aceite, para después ajustarlos en la entrada del ano de Yolanda, que alzo aún más el culo, facilitando la dilatación.

-        Uuuuuuuuhh…..uuuuuhhh….. asi neneeee…asiii…..uuuuhhhh…ahora despacitoooo…..

Volvió a gemir de gusto Yolanda, mientras el niñato le dilataba el ano con cara de ansiedad e impaciencia.

-        Despacitooooo…despacitooooo…despacitoooo…neneeee….despacitoooo….

Se quejaba Yolanda, ante la violencia y rapidez en que los dedos del criajo le penetraban el culo.

-        Oooooohhhh…te la quiero meter ya…..¿puedo metértela ya…puedo?

Preguntaba ansioso y deseo el niñato fofisano, de cuerpo palido y rostro enrojecido.

-        Nooooo….aún noooo nene…uuuuhhhh…maaaaass….despaciooo..maaass…despacioooo

Se quejaba Yolanda, del ritmo del bombeo de los dedos del criajo, que se los metía violentamente en el culo y trazaba círculos dentro de ella para dilatárselo más rápido.

-        Ya puedo…ya, ya, ya..

Seguía insistiendo impaciente el criajo, metiendo y sacando hasta el fondo sus dedos violentamente.

-        Aunn..nooooo…. nene..aun nooo..me estoy..uuuuhh…despacio neneee…me estoy dilatando….

Se quejaba Yolanda, apretando las sabanas entre sus manos por el dolor, esforzándose por ayudar en la dilatación.

-        Ya puedo…ya, ya, ya, ya, ya…mis dedos bailan dentro de tu culo…quiero ya, ya, ya…

Exigía impaciente y ansioso el niñato fofisano, con cara y ojos de loco…

-        Vale…valeeee…intenta meter tu polla…pero lubricala bieeen.

Accedió Yolanda, con gestos de incomodidad y placer, al tiempo que volvía a tirar las rodillas hacia atrás y colocaba su perfecto y esférico culo respingón en posición, como una diana para la verga del criajo.

-        Voy, voy,…..uuuuuhhh….aaaaagggg….ooooohhh….entrooooo…

Exclamo Sergio, mientras sentía la enorme presión del culo de Yolanda envolviendo su polla conforme entraba.

-        Uuuuuuuhhhh…..aaahhhhh..neeeeeneee..despacitoooooo…..ooooohhh

Gemía entre de placer y dolor Yolanda, cerrando sus perfectos ojos de largas pestañas, encogiendo sus hombros y apretando por el dolor las sabanas entre sus perfectas y femeninas manos.

-        Oooooohhhh…..que estrechooooo….ooooohhhh…….

Se quejaba el criajo, echando más aceite sobre su verga sin dejar de meterla suavemente, bombeando, adentro y afuera, afuera y adentro, hasta que se sintió lo suficientemente confortable en la penetración y empezó a bombear brutalmente hasta el fondo, golpeando con su pubis en las nalgas de Yolanda, apoyando sus manos pálidas al final de las nalgas y el principio de su espalda , junto a los hoyuelitos de los riñones, empujando cada vez más fuerte, adelante y atrás, atrás y adelante entrando ferozmente en el culo de Yolanda.

-        Aaaaahhhhhhh….aaaaaaaaaahhhhhhhh……oooooohhhh….neneeeeeee….aaaaaahhhh…maaaas despaciooooo…..aaaaaaahhhh….

Aullaba de placer y dolor Yolanda, que se había elevado sobre sus  antebrazos con los codos doblados, poniéndose en posición de perrito, haciendo fuerza con sus brazos para aguantar las embestidas del niñato, que se la metía hasta el fondo, sacándola hasta la punta y volviéndosela a clavar de un golpe, haciendo vibrar con sus embestidas sus perfectas enormes y fibrosas nalgas respingonas de bailarina de samba, vibraciones brutales que dibujan círculos perfectos en el aire uno tras otro, uno tras otro, como las perfectas vibraciones curvas, que se dibujan en el agua al arrojar en ella una piedra.

-        Aaaaahhhhhhh….aaaaaaaaaahhhhhhhh……oooooohhhh….neneeeeeee….aaaaaahhhh…maaaas despaciooooo….. maaaasss despacioooo….aaaaaaahhhh….aaaahhhh..

Aullaba Yoli, abriendo mucho la boca, sujetándose fuertemente sobre sus manos clavadas en las sabanas y el colchón de la cama, abriendo mucho la boca, mientras sus tetazas inmensas y de perfecta redondez se balanceaban salvajemente adelante y atrás, atrás y adelante, hasta casi darle en la barbilla.

-        Oooohhh siiiiii…putaaaa…que ereeeees la mejoooor putaaa del mundooooo…con el mejor culooooo del mundooooooo….que culooooo…..y es mioooooooooo….siiiiiii…..aaahhhhh

Gemía y gritaba de placer el niñato fofisano, sin dejar de penetrarla hasta el fondo, adentro y afuera, afuera y adentro, golpeando con su pubis en aquellos glúteos espectaculares que vibraban salvajemente.

-        Neneeeeee….neeeeeeneeee….aaaaaahhhh…ooooohhhh….siiiiiiii…siiiiii

Gemía y gritaba Yolanda, con espasmos salvajes de placer anal, entregada a la penetración tumbada de nuevo con los brazos caídos, mordiendo ferozmente la almohada con todo el cuerpo sacudido salvajemente, adelante y atrás, atrás y adelante, al ritmo de la taladración del criajo.

-        Oooooooooooohhhhhhhhhh………mmmmmmuuuummmm….aaahhhhh…huuuuumm

No paraba de gemir Yolanda, con el rostro desencajado, los ojos del revés, la boca muy abierta, mordiendo la almohada, abriendo la boca y jadeando salvajemente, completamente poseída por el placer anal, perdida la noción del tiempo.

El criajo se volvió a posicionar, echando las manos hacia atrás, colocando cada una de sus manos sobre una nalga y clavándole los dedos, empezando a penetrarla de nuevo brutalmente, sacándola hasta la punta y clavándola hasta el fondo una y otra vez, adentro y afuera, afuera y adentro.

-        Me vuelves locooooo….me vuelves locoooooo…oooooooohhhh….

Relinchaba de placer el criajo, clavándole los dedos a Yolanda, hasta hacerle sangre con sus yemas.

-        Aaaaaahhhhh……ooooooooouuuuhh…….oooooouuuuhhh….neneeeeeeee……

Aullaba de placer Yolanda, que parecían gritos de dolor estallando en un orgasmo anal, casi al borde del desmayo, mientras el criajo seguía penetrándola sin descanso, desde hacía rato.

-        Oooooohhh…ooooohh….oooohhh…..siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii

Sintió Yolanda en su segundo orgasmo anal, como el criajo vertía todas las ráfagas de su cálida leche dentro de su perfecto y glorioso culo, dentro de ella entre espasmos y sin dejar de perforarla, por suerte para ella, empezaba a tener las pelotas vacías y el efecto de la viagra empezaba a menguar.

CONTINUA