Liberada - guiando a la perdición VIII
Exclamaba ante el espectáculo de aquellas tetazas perfectas, redondas, inmensas, turgentes, liberadas del wonderbra, desafiando la gravedad en su caída natural para repuntar muy erguidas, con sus pezones oscuros extra grandes, erectos apuntando al frente como dos puntas de lanza suaves y macizas.
La resaca le duro hasta el fin de semana al inútil zafio y prepotente de Vicente. Y a pesar del encuentro con Ramón y de la satisfacción personal de hacer cornudo a su marido con alguien al que despreciaba tanto, tanto tiempo de reprimirse a sí misma y los jueguecitos con el niñato fofisano, tenían cachonda perdida a Yolanda.
La meditación, el yoga y las sesiones de consoladores y dildos hasta correrse solo le ayudaban a contenerse en el trabajo y cuando iba con Vicente. En cada ocasión que podía, vestía sexy, se movía siempre atenta a la carencia de sus caderas, disimulando muy bien, como quien no quiere la cosa, moviendo sus nalgas respingonas arriba y abajo, abajo y arriba ceñidas en sus faldas de tubo, andando con clase y sensualidad moviendo sus piernas vestidas con sexys medias paso a paso, sobre sus perfectos tacones, con su sonrisa que enamoraría al mismo Dios, agitando y balanceando a la mínima ocasión sus perfectas e inmensas mamazas, realzadas en sus wonderbras de ensueño, sintiendo como su sola presencia, en tiendas, oficinas, restaurantes etc…calentaba el ambiente, poniendo a los machos tan ardientes como estaba su raja. Lanzando su incontrolable mirada de perra lasciva y en celo, a conductores con los que se cruzaba, repartidores, mensajeros, jardineros, tipos de mantenimiento, solo su mirada y su rostro impasible, con hombres que sabía que iba a intimidar pero que no se iban a atrever a dar el paso. Estaba tan caliente que solo relajaba el vestuario y la postura cuando estaba en casa, y se había masturbado un par de veces.
Mientras la criaja estaba más imposible que nunca, gritando, montando escenas histéricas, mostrando más odio hacia Yolanda que nunca, le había vuelto a arrojar lejía a un par de sus prendas y había vuelto a tener un ataque histérico agresivo con Vicente, hasta el punto de que este había salido corriendo del salón, donde su “querida hija” le estaba arrojando objetos decorativos.
Cuando se quedaba a solas con Yolanda comentando la situación con la criaja, su actitud era inflexible, ya había tomado una decisión, lo hablaría con su ex y el año próximo a un internado en Suiza, y ya veríamos como evolucionaba. Pero luego cuando estaba con la criaja delante, esa actitud se relajaba, Yolanda ya conocía muy bien a Vicente, necesitaría un empujón, un verdadero empujón.
“Estas muy cerca de conseguir la máxima recompensa, Sergio, por eso hay que apretar la maquina”
Le escribía Yolanda al criajo fofisano por el canal protegido de Telegram.
“Joder, pero lo que pides es muy delicado, depende de personas, además ella bebe y se pone pedo, pero se controla para no llegar a ese punto de borrachera y vómito, así que no sé cuál es su límite, me puedo pasar o quedar corto”.
Contestaba el niñato poniendo al final del texto el emoticono de la persona que se encoje hombros.
La verdad es que andaba desmotivado, preocupado y alicaído, aquel curso lo había perdido completamente y sus padres ya lo habían matriculado en una universidad privada de carácter militar con internado, una de las dos únicas de ese tipo en el país, en la otra punta, en un lugar frio y árido del interior, y no paraba de darle esta cantinela a Yolanda.
Necesitaría motivarlo, pensó Yoli, al tiempo que se subía la camiseta ajustada roja de punto que llevaba en aquel momento de relax en casa, y metiendo toda la palma de su delicada mano, se sacaba de su wonderbra negro y liso de lycra, primero su tetaza derecha y después su tetaza izquierda, para coger cada una con ambas manos y llevárselas primero una y luego la otra a la boca, para chupar con fruición sus extra grandes y morenos pezones, hasta cubrirlos con su saliva y pellizcarlos después con sus finos y femeninos dedos indice y pulgar, hasta que alcanzaron su máximo tamaño y erección, para después lanzarse un selfie de sus perfectas mamazas sostenidas por el wonderbra.
“Entonces está claro que no quieres volver a probar a estas”.
Escribió como texto de la foto de sus tetazas que subió al chat, con la seguridad de que no se podía descargar la foto, ni la aplicación dejaba hacer screenshots y que a los diez segundos como el resto de mensajes desaparecería.
“ Woooooooowwww….si, si, si…claro que quieroooo….si, si, si…wooooooowwwww, pero no sé como hacerlo…pero si que las quierooo, siiii”
El niñato fofisano volvía a estar motivado.
“Es más fácil de lo que tú te crees, oblígale a mezclar cerveza y vino durante la cena y que coma mucho pan, la muy estúpida besa por donde tu pisas, así que lo hará, el vino del barato, del de la casa, después que se tome un par de cubatas más de los habituales de ron, ginebra o whisky a ser posible, pero cargaditos así que házselos tú, controla que los cubatas se los tome cada 30 o 45 minutos. Después cuando la lleves a casa para en alguna panadería 24 horas o en una gasolinera, haz que se coma un croissant o alguna pasta grasienta con la excusa de bajarle el ciego, y lleva una petaca en el coche con tequila, y cuando te despidas le das un beso pasándole el trago de tequila de tu boca a la suya, esperemos que tenga el aguante para no vomitar, cuando salga del coche avísame que yo esté alerta, para esperarla.”
Explico detalladamente Yolanda.
“Bueno lo del beso del tequila, me da asco, pero todo sea por la recompensa, que es lo mejor que me pasa últimamente”
Respondió el criajo, provocando una sonrisa de satisfacción en Yolanda.
Por lo visto todo debía transcurrir tal y como le había indicado Yolanda, esta permanecía ansiosa en su cama, vistiendo un pijama de satén y con un batín blanco de algodón cerca, esperando el mensaje de Telegram del chico, que el indicase que ya había dejado a la criaja, y que está aún no había vomitado.
“Ya le he pasado el tequila con el beso, que asco, cada vez me da más asco besarla…no ha vomitado, pero ya va hacia la casa dando tumbos”
Le escribió Sergio al chat de Telegram, que ilumino la pantalla del móvil de Yolanda, la cual apenas lo leyó salto de la cama y se puso el batín blanco, abriendo la puerta de su habitación para observar la entrada de la casa, donde se oian ruidos en la cerradura.
La puerta se abrió y tambaleándose entro Belén, trato de quitarse los zapatos para no hacer ruido, vestida de choni y con el maquillaje de un loro corrido por la mitad de la cara, se cayó un par de veces antes de acercarse a la escalera, justo en ese momento acudió solicita Yolanda.
- Madre mía, como vienes nena.
Dijo Yolanda fingiendo sorpresa.
- Vencho como me da la ganah, zu no ere mi mare..zorraa…
Contesto completamente borracha e irrespetuosamente Belén moviéndose torpemente como un muñeco sin hilos.
- Anda deja que te ayude a subir.
Respondió sibilinamente Yolanda sosteniéndola por el costado izquierdo, a lo que la criaja se dejó, zarandeándose como una muñeca de trapo.
A la primera oportunidad, Yolanda con mucho disimulo tiro uno de los objetos de bronce decorativos de la escalera.
- PLAAAAAASSSSS
Cayo haciendo un ruido espantoso.
- Cuidado nena, que se va a despertar tu padre.
Siguió fingiendo Yolanda, que se agitaba de lado a lado, como si no pudiese llevar con más que suficiencia el cuerpo desgarbado y peso pluma de la criaja.
- Siiii...que no se dezpierte.. el viejo…
Dijo con voz de desprecio apestando a alcohol la criaja. Lo que aprovecho Yolanda para con disimulo, balanceándose como para sostener a Belén, lanzar otro objeto decorativo de la escalera, que cayó al vacío, para estrellarse en el suelo.
- PLASSSSSSSS
Y un tercero que reboto al caer.
- CLIIIICK…CLAAAACKKK….PLAAAAAASSS
Y un cuarto, un florero de porcelana, que sonó con estruendo.
- PLAAAAASSSSS
Ya enfilaban el pasillo, cuando Yolanda hizo ver que chocaba con un gong decorativo de metal de importantes dimensiones, muy cerca de la puerta de Vicente, donde se oia la máquina de la apnea.
- GOOOOOOOOOONGGGGGGG
A los 3 segundos Vicente estaba en el pasillo, con cara de pánico y pelos revueltos de loco.
- ¿Pero qué coño pasa aquí?
Pregunto mirando a su esposa y su hija en mitad del pasillo.
- Nada Vicente, la niña que viene un poco mal y yo quería evitarte el disgusto.
Fingía con cara compungida Yolanda, que se retorcía de placer y triunfo por dentro.
- No me defiendas…zorraaa…más que zorraaa…
Gritaba completamente ebria la criaja, empujando a Yolanda, para deshacerse de sus brazos.
- Un poco mal…esta completamente borracha…y vestida y maquillada como una putita barata…por ahí, paseando mi apellido y haciendo que todos la señalen.
Aullaba histérico Vicente, dirigiéndose a su hija hecho un basilisco, hasta ponerse a un centímetro de ella.
- Viejo machistaaaa de mierda…yo soy una mujer joven y libre, y puedo…puedoj….pue….. buuuuuaaaaajjjjj….buaaajjjj….
Empezó a vomitar como un surtidor sobre su padre, que se quedo petrificado poniendo cara de asco, muy tieso, recibiendo todo el vomito rojizo y asqueroso de su niñita…
- Aaaahhhh…que ascoooo…..guarrraaaaaa…borrrachaaaaaa…plaaaass…plaaaasss
Grito Vicente antes de cruzarle la cara a la criaja, que anestesiada por el alcohol se desplomo sin sentir nada.
- Madre mía, madre mía, madre mía Vicente…como te ha puesto, como te ha puesto.
Añadía Yolanda, poniéndole más picante a la situación de por si horrorosa y explosiva, la verdad es que le había salido a pedir de boca, perfecta situación.
- Niñata, borracha, guarra vete a tu habitación…ahora…que asco, que asco…
Gritaba Vicente mientras Belén entre a gatas y arrastras se acercaba a su habitación.
- Deja que te ayude mi amor…como te ha puesto, como te ha puesto.
No dejaba de echar leña al fuego Yolanda, acompañándolo por el pasillo hacia el baño, haciendo el amago de tocar a Vicente, pero sin tocarlo, regocijándose por dentro por tan impresionante triunfo.
No le importo tener que limpiarlo todo y al día siguiente, darle al parte al criajo del magnífico éxito de su plan, cerrando ya con él, una nueva “recompensa” el siguiente sábado.
Al día siguiente Vicente arrastro a su hija, con una resaca como un piano y la cabeza cabizbaja y humilde con pose de remordimiento, hacia casa de su ex, con el semblante serio y disgustado, repitiendo desde que se había levantado, que no había nada que discutir, que había que sacarla de aquella vida y meterla en el internado suizo.
Yolanda saltaba de alegría, cuando abandonaron la casa, su objetivo estaba casi cumplido, cuando la viese camino del internado Suizo, la confianza de Vicente en que la niñata no manchase su reputación nunca volvería, porque además, todo su círculo social y empresarial se enteraría del destierro de la niñata y ella nunca se lo perdonaría a su padre.
Pero no, al volver a casa Vicente, casi se le pone a llorar a Yolanda, la criaja había cambiado de táctica , se había echado a llorar como una desconsolada, desde la humildad y las lágrimas de cocodrilo le había echado a Vicente la culpa de su cambio de actitud por el divorcio y por dividir la familia, sin dejar de llorar como una fuente, le había dicho todo lo que le quería y que no se volvería a repetir, y el flojo de mierda, y el pusilánime sin una gota de carácter, nada más que para los que consideraba que podía joder sin que pudieran reaccionar, se había tragado el sapo y había cedido y eso que su ex estaba de acuerdo con lo del internado.
Con que esas teníamos, pensó impertérrita e inmisericorde Yolanda, a ella la reputación y el ego del mierda de Vicente, le importaban un huevo, si no fuera por su asqueroso dinero y el estatus y seguridad que le conferían, ni lo miraría al viejo mierdoso que era. Así que la niñata le obligaba a ir hasta el final para destruirla, ella no iba a dejar que una niñata pusiera en riesgo, lo que tanto le había costado ganar y conservar.
La semana sirvió para tranquilizar a Vicente, y animarle a ir al golf, otro sábado en el club con todo aquellos proveedores haciéndole la pelota y dejándolo ganar y después de comer a casa, una comida de tetas y una mamada de su maravillosa mujer, joven y con cuerpo de diosa del porno y a lo mejor cenar por ahí, un gran plan para el zafio insulso de Vicente, que permitía a Yolanda disponer del sábado por la mañana para saciar su ardiente deseo, con el que había luchado toda la semana, dándole al criajo la primera muestra de lo que le esperaba, si iba hasta el final del camino en la destrucción de la criaja asquerosa, la hija de Vicente.
Mientras recogía las cosas del golf, Yolanda activo la app de seguimiento de GPS del idiota cornudo de Vicente.
A los quince minutos de haberse ido apareció Sergio en la puerta trasera, tan de incognito, como habitualmente, esperando para recibir su recompensa.
Yolanda abrió la puerta desde dentro como las veces anteriores, esperando que el criajo se escabullera dentro, lo que hizo como habitualmente, en la entrada del pasillo, Yolanda le esperaba con su gabardina beis clara, el pelo recogido en un moño y sus grandes gafas de sol.
- Dame el móvil y pasa al baño de invitados, yo estaré en la puerta esperando para recoger toda la ropa pieza a pieza, quiero que te quedes completamente desnudo y te des una ducha.
Dijo Yolanda con voz autoritaria y neutra, que no admitia discusión.
- Si, si…
Respondió el niñato fofisano, pasando obediente hacia el baño, después de entregarle el móvil en la deliciosa palma de la mano de Yolanda.
Poco a poco fue entregándole las prendas de ropa, que Yolanda en la puerta del baño de invitados iba revisando, para después dejarla toda de forma ordenada en la salita.
- Cuando acabes de ducharte coge la toalla, sécate tapate con ella y dirígete a mi habitación.
Dijo Yolanda tras recibir la última prenda del criajo.
- Si, si,si…..
Respondió obediente Sergio, dirigiéndose a la ducha, para ducharse bien, taparse con la toalla y dirigir su cuerpo entre escuálido y graso, su cuerpo fofisano hasta la habitación de Yolanda.
Entro en ella tímidamente y con cara de asombro. La habitación tenía las persianas bajadas y solo estaba iluminada ligeramente por una lamparilla en la mesita de noche y por una lámpara de pie en la esquina contraria, una esencia aromática a jazmín se extendía por toda la habitación rebosante en un cuenco con una velita debajo.
- Cierra la puerta y siéntate en el sillón.
Se oyó decir a la voz más risueña de Yolanda desde el baño de su habitación. El chico tímidamente se dirigió al sillón que tenía Yolanda junto a su cama de matrimonio y se sentó.
Yolanda desde el umbral del baño conecto música lounge suave y sensual al reproductor MP3 de la habitación, y se mostró por primera vez ante el criajo saliendo de las sombras y plantándose bajo la luz.
Estaba espectacular con su melena negra, lisa y brillante peinada con raya al medio y cayéndole por los lados hasta mitad de la espalda, las pestañas rizadas y largas de rímel, la raya del ojo perfecta como una princesa egipcia, la sombra de los ojos entre morada y gris oscura, que resaltaba sus ojazos de reina mora, sus mejillas ligeramente resaltadas por una vaporosa capa de colorete y un carmín rojo pasión en sus labios turgentes, que escoltaban su deslumbrante y divina sonrisa que fundía los polos. Un collar ligero de bisutería en el cuello, a juegos con dos pequeños pendientes en cada preciosa oreja y un anillo y pulsera en la mano derecha.
Vestía su cuerpo con un minibatín transparente de gasa vaporosa, que dejaba ver su lencería. Sobre unos tacones de aguja blancos su esbelto, escultural y voluptuoso cuerpo avanzaba hacia el chico que la miraba con los ojos abiertos y temblando de emoción y deseo. Su larguísimas, esculturales y firmes piernas, calzaban unas medías blancas transparentes con la goma de sujeción de encaje al medio de sus perfectos y prietos muslos, su vientre plano mostraba un piercing de brillantes a juego con su collar y demás abalorios y se extendía extenso y firme sin un micromilímetro de grasa, hasta sus jugosas e inmensas tetazas esféricas en forma de gota de lluvia, muy erguidas que se abrían por los lados en su redondez para juntarse en el centro como una ola en alto, recogidas y resaltadas en un wondrebra blanco de encaje transparente, con su inmensos pezones extragrandes erectos y puntiagudos apuntando desafiantes hacia adelante y abajo un tanga de hilo blanco transparente de encaje en el triangulo frontal, donde las nalgas esféricas y perfectas de su culazo respingón se agitaban arriba y abajo, abajo y arriba a cada paso elegante y sensual que daba, rebotando en el aire, por delante la transparencia dejaba ver el triángulo de su monte de Venus y sus ardientes y hambrientos labios vaginales.
Se movió en dirección al chico, con mirada de cachonda depredadora, exhibiendo su maravillosa sonrisa, risueña. El chico la contemplaba lleno de adoración y deseo con los ojos abiertos como platos con las manos aferradas a los brazos del sillón, jadeando lentamente de emoción, sin saber si levantarse o permanecer sentado.
Yolanda se plantó ante el criajo, desato suavemente el batín de gasa blanco transparente, abriéndolo de par en par y mostrando su impresionante cuerpo de diosa mediterránea y estrella del porno al niñato fofisano.
- Has visto, todo esto es tu recompensa, por el buen trabajo hecho hasta ahora. ¿Te gustaaaahhh?
Pregunto susurrando Yolanda poniendo morritos, con voz de zorrita dulce, ondulando sensualmente desde la cadera su voluptuoso y macizo cuerpazo al ritmo de la música, haciendo que el penetrante y sexual perfume floral que llevaba, inundase la instancia e hipnotizase a Sergio.
- Siiiiiii….oooohhhh…que bien hueeeeleesss.
Exclamaba el criajo flotando en una nube de deseo y lujuria.
- A ver déjame ver que ganas tienes de mi…jajajaja.
Reía Yolanda picara y traviesa, agarrando la toalla del criajo por una punta, para sacársela, tirarla al suelo y dejarlo allí completamente desnudo, con su polla tamaño estándar, erecta como el palo de una vela, joven, viril y palpitante por el cuerpo de Yolanda, haciendo que sus ojos brillasen de deseo.
- Huuuummm parece que está contenta de vermeeee……
Comentaba divertida Yolanda, a la vez que se colocaba entre las piernas del niñato fofisano, para doblar las rodillas sostenida gracilmente por sus tacones de aguja y sin dejar de mirarle fijamente a los ojos con su preciosa sonrisa, agarrarle la verga con su perfecta y femenina mano derecha, abriendola y cerrándola para apreciar todo su grosor y vitalidad, a la vez que se mordía el labio inferior, llena de deseo absorbiendo el olor a sexo que desprendía la polla del criajo.
- Huuuuuummmmmm….asi me gusta bien depiladito….tanto la polla como los testículos….huuuummmm….
Exclamaba Yolanda masajeando su escroto depilado y empezando una paja lentamente, arriba y abajo, abajo y arriba, mientras la música sensual llenaba el ambiente.
- Ooooohhh…estas impresionanteeee….ooooohhhh…..eres la tía más buenaaaa…que he visto nunca….oooooohhhh…en ninguna parteeee….ni en interneeet…ni en la vida reaaaal….oooohhhh...
Se deleitaba el niñato con la paja de Yolanda, agarrándose con fuerza a los brazos del sillón y tensionando todo el cuerpo.
- Vengaaa demuéstramelo…
Provoco Yolanda al criajo poniendo derecho su tronco y ofreciendo sus perfectos y jugosos melones, deslumbrándole y volviéndole loco con su amplísima sonrisa, sin dejar de pajearlo arriba y abajo, abajo y arriba a un ritmo lento y placentero.
- Ooooohhhh…..siiiii…..son maravillosaaaaas….
Exclamaba el niñato fofisano, extendiendo sus brazos para meter sus manos dentro del wonderbra de Yolanda, donde su piel bronceada contrastaba con el blanco del encaje, abriéndolas completamente y aferrándose a sus mamazas, apretándolas como si sus manos fueran zarpas y concentrándose con las yemas de sus dedos sobre sus enormes pezones oscuros y su morena areola.
- Huuuummm…. Muy biiiennn neneeee…te has vuelto un expertooooo......abrelooo neneeee….abreloooo, que se abre por delanteee…..huuuummmm….
Cerraba los ojos Yolanda disfrutando del tacto salvaje de las manos de Sergio amasando y apretando sus mamazas, estimulada por la sensualidad de la música, sin dejar de pajearle con sus delicadas y cuidadas manos femeninas, arriba y abajo, abajo y arriba.
El chico saco las manos lentamente llevándolas al punto de unión de las dos copas, le costó un poco encontrar el enganche, ante la sonrisa majestuosa y paciente de Yoli.
- Oooooooohhhhhhhh……….me encantaaaaannn….oooohhhhh…..
Exclamaba entre jadeos el niñato fofisano ante el espectáculo increíble de ver a aquellas tetazas perfectas, redondas, inmensas, turgentes en forma de gota de lluvia, que se desbordan a la vez por derecha e izquierda, juntándose en el centro, liberadas del wonderbra, desafiando ferozmente la gravedad en su caída natural para repuntar muy erguidas, con sus pezones oscuros extra grandes, erectos apuntando al frente como dos puntas de lanza suaves y macizas.
- Huuuuuummmm……siiiii…..neneee…siiii….aprieta fuerteeee……..huuuuummm
Cerraba Yolanda los ojos tirando levemente la cabeza hacia atrás y mordiéndose llena de deseo el labio inferior, abandonándose a los calambres de placer que recorrían su cuerpo, mientras el criajo hincaba sus dedos en aquellas mamazas perfectas de playmate del año, apretándolas ciego de deseo, como si quisiera ordeñarlas o gravar sus huellas dactilares en ellas, llenándose de su suave y turgente tacto, al tiempo que Yolanda aumentaba el ritmo de la paja con sus femeninas manos, arriba y abajo, abajo y arriba.
- Ooooohhh….oooohhh….siiiiii….siiiii.
Jadeaba Sergio con la verga tiesa y caliente, con los ojos cerrados sin dejar de amasar, apretar y pellizcar las tetazas y pezones maravillosos de Yolanda, mientras la música sensual no dejaba de sonar de fondo aumentando la lujuria.
Yolanda soltó la polla del criajo y se subió a horcajadas sobre él subiendo al sillón, colocando sus perfectas y largas piernas en el espacio que quedaba entre las piernas del mismo y los brazos del sillón, ajustando su ardiente y duro rabo entre sus labios vaginales que habían mojado ya la tela transparente de su tanga blanco, sin dejar de mirarlo fijamente, lanzándole una mirada encendidamente lasciva de deseo, con sus ojos muy oscuros resaltados por aquel arrebatador maquillaje, de pestañas largas y rizadas de rímel y la sombra gris oscuro con tonos morados, esa mirada de sultana en celo, en la penumbra del dormitorio y con la música sensual de fondo subiendo la temperatura del ambiente.
- Ooooohhh que calieeenteeee estaaa….
Gimió el chico entregándose al placer de sentir como su verga se acoplaba entre los húmedos y ardientes labios de Yolanda, que empezaba a curvar su columna arriba y abajo acompañando este movimiento de otro pendular, lentamente moviendo sus maravillosas caderas adelante y atrás, atrás y adelante, ajustando la polla del chico entre sus labios sobre la tela blanca del tanga, como una salchicha entre dos partes de un bollo, llevándolo al cielo de placer con la fricción.
- Oooooohhhhh…..ooooohhhh
Se derretía de gusto gimiendo el criajo, al tiempo que Yolanda, tomando desde abajo sus perfectas y esféricas tetazas con sus femeninas manos de uñas pintadas de rojo pasión, se las ofrecía, acercando sus pezones extra grandes a la boca del niñato fofisano, que abría la boca como si recibiera un premio, chupándolos y succionándolos con desesperación y deleite, mientras con sus manos abiertas como garras, clavaba las yemas sus dedos ardientes en las nalgas redondas, perfectas y turgentes de aquella diosa mediterránea del sexo.
- Siiiii…neneeee…siiiii….cada vez lo haces mejoooor…..oooohhh…chupaaaa…chupaaaa…
Gemía y se retorcía de placer Yolanda, tirando la cabeza y su sexy melena negra, sedosa y brillante, hacia atrás, sin dejar de combar el cuerpo y agitando las caderas cada vez más rápido adelante y atrás, atrás y adelante sintiendo por la fricción continuada el fuego de la verga del chico palpitando entre sus labios vaginales. Entregándose a los chispazos de placer cada vez más intensos, que le producían las garras del criajo en su perfecto culo y sus desesperados labios y lengua en sus pezones y areolas.
- Ooooohhh… sluuuurrrppp…..oooohhhhh… sluuuurrrppp….siiiii….. sluuurrrp…siiiii
Jadeaba y gemía de placer Sergio, mientras devoraba las mamazas perfectas de Yolanda y amasaba desesperado con sus dedos su divino culazo, grande y respingón, abriendo y cerrando sus manos como dos garras sobre la suave, tersa y fibrosa piel de sus perfectos gluteos.
Yolanda paro un segundo para alargar su brazo izquierdo y alcanzar una botella de aceite de mango, que había sobre la mesilla de noche, para después mirando fijamente al chico, dulce y desafiante a la vez, mostrar su perfecta y divina sonrisa, al tiempo que abriendo la botella de aceite, dejar caer varios y abundantes chorros sobre su pecho y sus magníficas tetazas naturales y perfectas, que Sergio se lanzó a extender con sus palmas abiertas sobre su perfecta y esférica superficie, provocando una sonrisa dulce de falsa niña inocente, una sonrisa de placer y deleite en Yoli.
Luego dejo la botella en la mesilla de noche y volvió a mover sus caderas y su espalda, como si siguiesen el ritmo de la música sensual que ocupaba la instancia, frotando entre sus abrasadores labios vaginales la verga dura y maciza del niñato fofisano, que volvió a abalanzarse sobre los pezones extragrandes de Yolanda devorándolos con el frenesí de un hambriento, disfrutando del sabor a mango.
- Ooooohhh… sluuuurrrppp…..oooohhhhh… sluuuurrrppp….siiiii….. sluuurrrp…siiiii…son maravillosaaas…maravillosaaas… sluuuurrrppp
Gemía, chupaba y succionaba al mismo tiempo el criajo, sin dejar de sentir su polla llegando hasta el final por la fricción salvaje, adelante y atrás, atrás y adelante, que le producía Yolanda con su movimiento de caderas fijo y fuerte, al ritmo salvaje de la música sensual.
Los calambres y latigazos de placer cada vez eran mayores, durante un buen rato, los labios, dientes y lengua del niñato fofisano habían dejado sus marcas en los pezones y tetazas rojizas, erectas y turgentes de Yolanda, que notaba como el inmenso placer que le provocaba su lactancia inicua y sexual estaba a punto de estallar y en ese preciso instante, noto como el criajo convulsionaba y su verga aceleraba masivamente la palpitación.
- Ooooohhh….ooooohhh…..oooohhhhhh….
Yolanda con la suma habilidad y agilidad, que le daba aquel cuerpazo escultural y trabajado deportivamente, bajo rápidamente del sillón, colocándose de rodillas frente al chico, agarrando con su delicada y femenina mano derecha la verga erecta y palpitante de Sergio, y sin dejar de mirar con sus ojos oscuros de diosa latina y su penetrante mirada de perra cachonda, abrió la boca saco su grande y húmeda boca y coloco el capullo tembloroso y ardiente del criajo sobre ella, al tiempo que se la sacudía y le lamia lentamente el glande.
- Aaaaaaaaaaaaahhhhhhh...siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…….siiiiiiiii……siiiiiii
Estallo el niñato fofisano de pendiente en una oreja, escurriéndose en el sillón, con el cuerpo muy tenso, convulsionando y disparando una ráfaga detrás de otra hasta cinco densas y cálidas de su blanca simiente en la boca de Yolanda, que las recibía llena de satisfacción, sin dejar de mirarlo fijamente aumentando al máximo el morbo, exprimiendo hasta la última gota de la verga del chico, para chuparle de la punta el último resto y después juguetear con su leche por la boca, mostrándosela, antes de estirar su escultural tronco y garganta, para tragárselo todo de un golpe, para entusiasmo del chico, que vivía en el templo del morbo con aquella superdiosa, con la luz a media vela y la música sensual llenando la instancia.
Yolanda se puso en pie sobre sus tacones blancos en toda su extensión y altura de mujer de bandera, piernas larguísimas y firmes, vientre liso y tronco derecho y escultural, hombros y brazos definidos, sonriendo con su mejor y más encantadora sonrisa, se dirigió a Sergio que se recomponía en el sillón, para volver a ponerse a horcajadas sobre él, acomodando de nuevo su polla en reposo entre sus labios vaginales y fundirse con él en un morreo francés salvaje, enroscando sus lenguas dentro y fuera de la boca, mientras el criajo recorría su cuerpo moreno con su pálidas manos, hincando sus garras en sus muslos suaves y firmes, cubiertos por las medias de seda blanca transparente, parándose de nuevo en sus nalgas redondas, respingonas y perfectas y en sus espectaculares tetazas inmensas, turgentes y redondas que erectas desafiaban a la gravedad.
- Vamoooosss…machoteee…..sluuuurrrpppp….sluuuurrppp……demuéstrame cuanto me deseaaasss…..demuestrameloooo……sluuuuurrrppp…sluuuurrrpppp
Enroscaba Yolanda su lengua con la del niñato fofisano provocándole, al tiempo que frotaba lenta pero contundentemente de nuevo sus labios vaginales con su verga ardiente, para que volviera a ponerse dura y erecta, moviendo su cadera al ritmo de la música sensual adelante y atrás, atrás y adelante, como una zorra en celo, con sus mamazas brillando por el aceite de mango .
- Oooooohhhh….ooooooohhh…siiiiii sluuuuurrrppp …siiiiiii…te deseooooo sluuuuurrrppp …te deseoooo…
Gemía y enroscaba el criajo su lengua en la de aquella diosa mediterránea, preciosa de cuerpo de ensueño con firmes y suaves curvas imposibles, deseando que su polla recuperase su vigor y fortaleza.
- Siiiii….asiiiiii…neneee…asi…jejejejee…..
Estallo entre risitas preciosa Yoli, al conseguir que de nuevo la verga del niñato fofisano se pusiera dura como una barra de acero.
- Bien, bien, bien…nene…..por fin vas a probar un poco del plato principal….jejejeje….
Exclamo Yolanda tensionando su magnífico y escultural tronco con el piercing adornando su ombligo, irguiendo sus enormes y perfectas mamazas, dos círculos perfectos de turgente y deliciosa carne, mostrando al criajo sin dejar de sonreírle su pubis y descubriendo en su empapado tanga blanco transparente de encaje un lacito que estaba oculto en la parte inferior, con sus finos y femeninos dedos pulgar e índice de sus delicadas manos tiro del lacito, abriéndolo y dejando emerger a través de la tela sus ardientes, oscuros y húmedos labios vaginales.
- Oooohhh…si neneee…siiiii te lo has ganadoooo….siiiiii……
Decía Yolanda, mientras se mordía lascivamente el labio inferior y mirando fijamente al criajo con los ojos inyectados de deseo sexual, agarraba con sus manos delicadas de dedos suaves y perfectos, la firme verga tiesa y palpitante del criajo y se la introducía lentamente en su ardiente y húmeda raja.
- Aaaahhhhh….siiiiiiiiiii….neeeneeee….siiiiiii….
Exclamaba de placer Yolanda, sintiendo como aquel juvenil y vigoroso instrumento se abría paso en su interior, llenándolo todo como hacía mucho tiempo que un ardiente trozo de carne natural no lo hacía.
- Oooooohhhh….que calienteeee….esta ardiendoooooooooo….ooooohhh…
Gemía de placer Sergio, sintiendo como su polla tiesa era enterrada en la ardiente y húmeda cueva de Yolanda.
- Siiiiiiiiiiiiiiiii………………….siiiiiiiiiiiiiiiiiiii
Gritaba entregada al placer Yolanda, irguiéndose y hundiendo hasta el fondo en su raja la polla joven y vital del criajo, sintiendo cada milímetro con deleite y placer, abriendo mucho la boca y tirando la cabeza para atrás, con los ojos cerrados, agitando así su negra y brillante melena adelante y atrás, para a continuación empezar a mover lentamente su cadera al ritmo de la música sensual, subiendo y bajando sus perfectos y torneados muslos, bombeando lenta y profundamente sobre la polla del niñato fofisano, adentro y afuera, afuera y adentro, arriba y abajo, abajo y arriba, con sus enormes y esféricas mamazas agitándose a derecha y a izquierda, arriba y abajo al ritmo que ella marcaba, con sus manos femeninas apoyadas en el imberbe pecho del niñato, abalanzándose de vez en cuando para devorar su boca, enroscándose en un largo beso francés, mientras el chico le clavaba con fuerza los dedos en la carne turgente y fibrosa de sus nalgas, que hacían twerking sobre su polla, moviéndose al ritmo del bombeo y el agitar de sus caderas arriba y abajo, abajo y arriba.
- Oooohhhh… sluuuuurrrppp….Oooohh….Oooohhh….. sluuuuurrrppp
Gemía el criajo cerrando los ojos con el rostro desencajado de placer, sumergido en el ambiente de sexo, penumbra y música sensual.
- Si, si, si, si, siiiiii,siiiii
Gritaba cada vez más fuerte Yolanda, entregándose al frenesí de cabalgar aquella joven y vigorosa polla estándar, que después de correrse una primera vez, ahora aguantaba más el bombeo arriba y abajo, abajo y arriba, adelante y atrás, atrás y adelante que le propinaba desesperada y deseosa Yolanda.
La cual, yendo un paso más allá abrió sus femeninas manos y sosteniendo sus enormes mamazas se las ofreció, apretándolas y metiéndole los pezones en la boca al niñato, sin dejar de cabalgarlo, arriba y abajo, adelante y atrás, mientras el criajo chupaba y succionaba con desesperación.
- Siiii…siiii.siiiii…siiiii….aaaaahhhh….ahhhh…aaaaaaaah..
Aullaba de placer Yolanda entregada al cien por cien al placer, traqueteando el sillón como si fuera a desmontarlo con su bombeo sobre el chico, haciendo retumbar con sus gritos toda la casa, de forma que si Vicente llegase podría casi oírla desde el garaje.
- Ooooooooooooohhhhhhhhh…neneeeeeeeeeeee……ooooooohhhhh…..siiii…..siiiii….lo haceeeessss muy biiiieeennnnn….siiiiii…….aaaaaaaaaaaaahhhhh………aaaaaahhh
Estallo en un pletórico orgasmo Yolanda, chorreando por su raja al criajo y apretando la verga del chico en su raja, como si quisiera exprimirla, al tiempo que las primeras ráfagas de leche salían de su enormes e inflamados pezones oscuros.
- Ooooohhhhh...como apretaaas .sluuuuurrrppp….siiii….oooohhh…. sluuuuurrrppp….maravilloso maaaass…ooohhh… sluuuuurrrppp..maaaas.
Se deleitaba el criajo apretando las mamazas inmensas y perfectas de Yolanda, ordeñándolas y succionando sus pezones para beberse cada deliciosa ráfaga de su leche.
- Aahhhh… siii…neneee…siiiiii…aaaahhh..ahhhh..ahhhh…aaaah…
Gemía y aullaba Yolanda escandalosamente, con la cara desencajada por lo prolongando e increíble de su orgasmo sin dejar de correrse, galopando sobre el niñato fofisano, agitando su cabeza y moviendo en todas direcciones su maravillosa melena negra y brillante, traqueteando bestialmente el sillón, que parecía que iba a romperse en cualquier momento, agitando todo su cuerpo, adelante y atrás, atrás y adelante, arriba y abajo, abajo y arriba, sin dejar de ofrecer sus mamazas, a las que el chico también se aferraba, como punto de sujeción y como si quisiera ordeñarlas sin sacárselas de la boca.
- Ooooooooohhhhhhhhhh……………….ooooooooh
Estallo el niñato fofisano tensionando todo su cuerpo, rellenando con su cálida y abundante corrida la raja de Yolanda.
- Siiiiiiiiiiii……….siiiiiiiiiii…..neneeee…llenameee…llenameeeeeeee
Gritaba extasiada Yolanda con los últimos temblores del orgasmo, sintiéndose por fin llena de cálida y abundante simiente humana y bien follada por una polla joven y vital en mucho tiempo.
Yoli saco la polla flácida del chico de su interior, sobre sus tacones blancos de aguja bajo tambaleante del sillón, que había estado a punto de romperse en pedazos del bestial traqueteo del polvo.
Andando como confusa y desorientada pero muy erguida y con elegancia, se sacó el wonderbra abierto con un movimiento parejo de brazos y hombros, de sus pezones extra grandes colgaban dos diminutas gotas de leche, después se dirigió torpemente a la cama e hizo los mismo con el tanga de hilo blanco transparente, primero se lo saco de una pierna y luego de la otra, con un sexapil y una sensualidad brutal, parte del semen del criajo corría por sus muslos hacía abajo, mientras el criajo jadeante seguía recuperándose esclafado en el sillón.
- Vamos nene….no quiereesss maaaas de estoooo…..
Dijo Yolanda con voz de perra en celo, mirando fijamente al niñato fofisano, estirando su perfecto y voluptuoso cuerpo, a la vez que abría sus larguísimas piernas por cuyos muslos chorreaba algo de la leche de Sergio, piernas vestidas con las medias blancas transparentes mientras se mordía el labio inferior, se atusaba la larga y brillante melena negra con sus femeninas manos colocándosela bien.
- Siiiiiiiiii……siiiiiiiiii….por favoooorrr….quiere maaasss….mucho maaaasss…..quiero hacerlo a cuatro patas, si, a lo perrito, si por favoooor…
Pedía el chico bañado en sudor y líquidos de Yolanda, levantándose del sillón como una marioneta sin hilos, pálido por el esfuerzo y el placer, con tono entre deseoso y suplicante.
- Aún no nene, aún no…te lo has de ganar aún que yo te haga todo lo que tú me pidas…anda túmbate boca arriba en la cama nene…
Le contesto Yolanda risueña y alegre, pero autoritaria completamente desnuda mostrando su escultural cuerpo de curvas explosivas sin dejar de sonreírle.
El chico obediente y con mirada desilusionada se acercó a la cama, se subió sobre ella con su pene colgando, tumbándose boca arriba.
- Así me gusta que seas obediente…jejejeje…
Rio risueña Yolanda, subiendo después del chico a la cama sin sacarse sus súper sexis tacones blancos de aguja, colocando sus piernas a ambos lados de las del chico irguió su cuerpo sobre sus rodillas mordiendo sus labios inferiores, poniendo su cuerpo lo suficientemente al alcance de las manos del criajo.
- Ooooohhh…Dioooossss…que buenaaa estaaaasss ..es increibleeeee…increibleeee…eres perfectaaa, perfectaaa, te harías millonaria si currases de actriz porno o de modelo de desnudos…..oooohhh….Diooosss.
Exclamaba el niñato fofisano acariciando con presión la piel de Yolanda, arrastrando sus manos sobre ella desde los muslos, donde absorbió el tacto de las medias blancas de seda, parándose a juguetear un poco con la goma de las mismas, para a continuación subir por aquellos esculturales y prietos muslos hasta alcanzar sus curvas y divinas caderas, redondeadas sobre una cintura firme de talla de avispa y de allí pasar a su perfecto vientre jugueteando con sus pulgares sobre el piercing de su ombligo.
Mientras Yolanda había empezado a moverse sensualmente al ritmo de la música, que aún sonaba, agitando lentamente sus maravillosas y perfectas mamazas en forma de esférica gota de lluvia desbordada con dos puntos blancos de leche en los pezones oscuros extra grandes, agitándolas arriba y abajo, abajo y arriba bamboleándolas brutalmente sexis, al tiempo que frotaba su desnudos y empapados labios vaginales sobre la flácida verga del chico, que volvía a llenarse de sangre lentamente.
- Oooohhh siiiii nene….siiiiii…asiiiiii……oooohhh
Se estremeció de placer Yolanda, mordiéndose el labio inferior, cuando el niñato fofisano agarro sus tetazas duras, suaves y turgentes, apretándolas entre sus garras por donde su inmensidad se escaba, no sin hacer emerger algunas gotas más de su leche sensual por sus extragrandes pezones morenos.
Yoli sintió como la erección del criajo estaba volviendo, esbozando su más amplia y divina sonrisa en su rostro precioso, se deslizo hacia abajo, tras recogerse el pelo hacia atrás, tomo en su mano derecha la verga erecta del chico y sin dejar de mirarle y sonreírle, empezó a lanzarle lengüetazos a su glande y a su punta.
- Sluuuuurrrppp….. sluuuuurrrppp….. sluuuuurrrppp
Combinaba Yolanda lamidas y lengüetazos del prepucio y el glande, degustando el sabor combinado de sus propios fluidos y el semen del chico.
- Oooooooohhhh……aaaaahhhhhh……oooooohhh…..aaaaaahhh….
Se retorcía de placer gimiendo en voz alta Sergio, mientras cerraba los ojos, justo en el momento en que Yolanda ajustando sus labios a su polla tiesa se la tragaba toda, bombeando sobre su pubis fofisano, cabeza adelante, cabeza atrás, adelante y atrás, tragándose toda la verga del criajo.
- Oooooooooooooooooooooooooooohhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh………..
Gimió durante un rato lanzado largos aullidos.
- Chup, chup,chup…Jejeje….ahora viene la guinda final…..jejeje
Se incorporó risueña Yolanda, relamiéndose los labios con carita de niña mala que acaba de degustar un manjar, para situada a horcajadas sobre el criajo que continuaba con su verga tiesa, deslizar su mano femenina y suave bajo el almohadón de al lado y extraer una cadenita brillante como de plata, a juego con los abalorios que llevaba, la cadena sería de unos treinta centímetros y a ambos extremos de ellos había una especie de joyita que acababan en unas pinzas.
Yolanda sin dejar de sonreír con una brillante y resplandeciente sonrisa perfecta, que rivalizaría con el sol, irguió su perfecto tronco de vientre plano y piel bronceada, tomando sus manos de perfectos dedos con uñas pintadas, abrió una pinza y se la ajusto a uno de sus extragrandes y chorreantes pezones, cerrando los ojos y abandonándose a una increíble sensación de placer doloroso, para después hacer los mismo con el otro extremo de la cadena y el otro pezón, la cadena colgaba con bastante holgura entre los dos pezones enormes y lactantes de Yolanda.
- Esto nene son unos pendientes para los pezones, quiero que tomes la cadena con tu mano derecha y tires de ella mientras te cabalgo. Al principio poco a poco y luego ves subiendo el ritmo…vamos a ver si te sabes comportar machote…jejeje….
Explico risueña Yolanda, al tiempo que alzaba una de sus esculturales piernas y tomaba con sus manos la verga estándar, palpitante y vital del criajo para introducirla en su húmeda y ardiente cueva.
- Siiiiiiiiiiii….neeeneee…..siiiiiiii….
Gimió Yolanda sintiendo el mástil firme y caliente del chico entrando en ella.
- Ooooooohhhhh…..Diooooossss…….siiiiiii…
Gritaba de placer el criajo, estirando su mano derecha para alcanzar torpemente la cadena de los pendientes para pezones, al tiempo que sentía como Yolanda empezaba a cabalgarlo, lentamente, arriba y abajo, abajo y arriba, adelante y atrás, atrás y adelante, mordiéndose los labios inferiores y abandonándose al placer del momento.
Yolanda aumentaba el bombeo lentamente, mientras el criajo pálido y sudoroso tensionaba todo el cuerpo abriendo mucho la boca, respirando como un pez fuera del agua, tensando cuanto apenas la cadena de los pendientes de pezones con su mano derecha, mientras con la izquierda se apoyaba entre la cintura de avispa y el vientre plano de Yolanda pasando de vez en cuando algún dedo por el piercing brillante y precioso de su ombligo.
- Ooooohhhhh….aaaaaahhhh…..estoyyy en el paraisooooo…..
Gemía como ahogándose de placer el niñato.
- Vamoooosss…neneeeee…..daleeee placeeeerrrr a tu hembraaaa…tira y aguanta nene…aguaaannnttaaaaa….
Jadeaba de placer Yolanda, apoyando su cuerpo sobre sus tacones blancos de aguja que se clavaban y hundían en la cama, al tiempo que erguía su escultural y firme tronco, empezando a aumentar el ritmo del bombeo, agitando sus caderas como una batidora con curvas perfectas que ondulaban arriba y abajo, abajo y arriba, apretando el coxis rítmicamente y a la vez con la circunferencia perfecta de sus nalgas fibrosas y respingonas, aumentando el ritmo del bombeo de forma frenética, al tiempo que acrobáticamente hundía sus femeninos dedos en su melena negra y brillante, revolviéndola y echándola hacia a atrás con frenesí, poniendo cara de perra en celo
- Aaaaaaaaaaaaaaaahhhhhhhhhhhhh…….ooooooooooooooooooohhhhhhhhhhh…..
Aullaba de placer el criajo, sintiendo el bombeo salvaje de Yolanda sobre su verga, arriba y abajo, abajo y arriba, adelante y atrás, atrás y adelante.
- Ooooohhh….vamoooosss…neeeeneeee…vamoooosss…tiraaaaaaa…
Le exigía Yolanda a Sergio a gritos desesperados de placer, ante lo que el chico con el rostro desencajado y resoplando de placer, empezó a lanzar enérgicos tirones de la cadena hacia él, al principio secos, contundentes y lentos, pero pronto empezó a coger un ritmo y le daba tirones a la cadena de forma mecánica poseído por el éxtasis del momento, mientras las turgentes, erectas, firmes y perfectamente inmensas y redondas mamazas de Yolanda, rebotaban en su tronco y en el aire bamboleándose en todas direcciones arriba y abajo, a izquierda y derecha dibujando círculos perfectos, más erguidas, hinchadas y turgentes que nunca.
- Siiiiiii…neneeeeeeeee….siiiiii….siiiiiiiiiiii………
Gritaba enloquecida Yolanda, cabalgando a Sergio salvajemente, cuando las primeras olas de placer la invadieron por todas sus terminaciones nerviosas y sus enormes pezones oscuros, empezaron a lanzar ráfagas cortas pero intensas de leche, mientras su clítoris y sus paredes empezaban a apretar con fuerza la verga del criajo como si quisieran ordeñarla.
- Siiiiiii…neneeeeeeeee….siiiiii….siiiiiiiiiiii………aaaahhhhhhhhhhh……aaaaaahhhhh.
Apagaba Yolanda con sus brutales aullidos, que retumbaban por todas la casa, los gemidos de placer del chico, sudorosa con la cara desencajada y sin dejar de agitarse su preciosa melena negra y brillante como la obsidiana, regando con su ráfagas de leche la cama y el cuerpo del chico, que no dejaba de tirar espasmódicamente de la cadena de los pendientes de pezones, que colocados por ella a conciencias, la ordeñaban intensamente, entregándola a un coctel de placer como hacía muchos años que no había experimentado.
- Siiiiiiiiiii………..siiiiiiiiiiii…………siiiiiiiiiiiiii………neneeeeeeeee……….
No cesaba de gritar Yolanda, al alcanzar un primer orgasmo y salpicar al niñato fofisano no solo con su leche sino con sus fluidos vaginales.
- Ooooooooohhhhh…………..
Emitía como un grito sordo el chico, que después de dos corridas, aguantaba aquella brutal cabalgada de Yolanda, que tras el primer orgasmo al contrario de lo esperado, había aumentado el ritmo de la misma, arriba y abajo, abajo y arriba, adelante y atrás, atrás y adelante, con sus maravillosas e inmensas tetazas rebotando por doquier y dibujando en el aire inmensos círculos de turgencia infinita, provocando que Sergio atrapado en la vorágine, no parase de tirar de la cadena con fuerza y ritmo, provocando el circulo de placer más viciosos imaginable.
- Siiiiiiiiiii………..siiiiiiiiiiii…………siiiiiiiiiiiiii………neneeeeeeeee……….muy biieeeeennnnnn…..
Gritaba Yolanda, haciendo temblar los cimientos de la casa, con los ojos desencajados y el pelo completamente revuelto, alcanzando su segundo y maravilloso orgasmo.
- Ooooooooooooooooooooh…..aaaaaaaaaaaaaaahhhhhhh
Dejo de tirar de la cadena el criajo, tensando todo el cuerpo, pálido como un muerto y poniendo los ojos en blanco, al tiempo que Yolanda sentía como la inundaba con su cálida y cremosa simiente, a borbotones como una fuente las ráfagas del chico llenaban su húmeda y ardiente cueva, al tiempo que ella bajaba el ritmo de la cabalgada, sintiendo como lentamente el miembro del chico se quedaba flácido
- Muy bien nene….muy bien….lo has hecho muy bien…muuuaaacc…
Se inclinaba amorosamente Yoli con su preciosa sonrisa en su rostro descompuesto por el placer para darle un beso en los labios de premio al criajo, al tiempo que sacaba su miembro relajado de su interior, y se tumbaba de medio lado junto al chico, apoyada en su brazo sin dejar de dirigirle una preciosa sonrisa.
- ¿Te ha gustado, nene?
Le pregunto Yolanda con voz de gata en celo al niñato fofisano, pasados un par de minutos cuando ambos habían recuperado el aliento.
- Me ha encantado, sobre todo el último polvo con los pendientes de pezones.
Respondió el chico esbozando una sonrisa bobalicona, con el cuerpo cubierto de una combinación de sudor, leche de Yolanda y fluidos vaginales de esta.
- Pues si cumples la próxima tarea que te voy a encargar, la más difícil, podrás tenerme a tu entera disposición para cumplir todas tus fantasías.
Dijo Yolanda con la sonrisa entre cortada, mostrando y ofreciendo su cuerpo, a la vez recorriendo el mismo con su mano derecha como si se lo enseñase al criajo por primera vez.
- ¿Harás todo lo que yo te pida? ¿Podre follarte como yo quiera y tanto como quiera?
Pregunto el criajo, irguiendo su cuerpo en la cama mirando a Yolanda con los ojos como platos con voz y rostro de niño al que le prometen su regalo soñado por navidad.
Al tiempo que, con su perfecta y preciosa sonrisa, mirándole con su mirada de ojos brillantes de sultana, Yolanda afirmaba lentamente con la cabeza varias veces.
El niñato fofisano esbozo una estúpida sonrisa de satisfacción poniendo ojos de bobo.
- Jajajaja…pero primero has de ganártelo…por hoy, ya es suficiente…ves al baño de invitados y dúchate yo dejare tus cosas en la puerta, ya sabes tienes quince minutos para largarte o no habrá gran premio final…jajajaja…
Reía risueña Yolanda empujando simpática y amablemente al chico, para que saliese de la cama y se dirigiese al baño.
Tapada por un albornoz rosa y dispuesta a ir a darse una ducha, Yolanda observaba tras una cortina como el chico recién duchado, salía a la calle, caminando por la misma con una bobalicona sonrisa de satisfacción dibujada en su rostro, imaginándose todo lo que le haría a aquella diosa mediterránea, guapísima, con el cuerpo de la playmate el año y la libido de una super porno star.
Yolanda satisfecha sexualmente como hacía años que no lo estaba, lo miraba irse calle arriba hacia su coche, con una gélida mirada de depredadora, mientras observaba en la app que le había instalado a Vicente, como el inútil e imbécil cornudo de su marido, tanto móvil como coche seguía en el club de Golf, mientras su esposa, mujer de bandera se beneficiaba al pringado fofisano de un solo pendiente en la oreja de novio de su hija.