Liberada - guiando a la perdición VI
Como amaba aquella sensación de ser follada violentamente por la boca, de sentir aquel vigoroso trozo de carne humana, hasta la garganta provocándole principios de arcadas, sintiéndolo palpitar sobre su lengua, lo adoraba.
Vicente ya repuesto del estupor de la violencia de la hasta hacía pocos meses su querida niña, andaba como un toro enrabietado y aunque Yolanda tenía que padecer su ira, sus celos y su carácter más insoportable que nunca, no dejaba de deslizar con disimulo siempre que podía lo extraño de aquellos ataques violentos de ira, que podría haberle hecho cambiar tanto el carácter a la niña y a esa edad, que pasaría si como la paliza que había dado en colegio, aquellos ataques de ira histéricos se reproducían en otros ámbitos sociales, que vergüenza, y si estaba enloqueciendo, y si, y si, y si….y así como una gota que lentamente y sin pausa cae en el mismo sitio, iba Yolanda haciendo mella en el miedo de Vicente por su reputación.
Mientras seguía por el chat de Telegram, los progresos del criajo, que había tenido que pagar a la cómplice del dinero que le daba Yolanda, para que comprase una piedra bien grande de hachís.
Durante aquel tiempo y debido a la volcánica irascibilidad de Vicente, Yolanda vestía extremadamente recatada, tanto dentro de casa, como cuando salían, intentaba disimular al máximo sus espectaculares curvas, con la clase de ropa que a ella solo le gustaba para estar en casa cómoda, ya que desde la adolescencia no había nada que le gustase más que excitar a los hombres con su sola presencia, no le intimidaba nada que sus voluptuosas curvas fueran el objeto de todas las miradas masculinas, le encantaba, sobre todo porque sin adoptar un aire arrogante o prepotente, y sin dejar de sonreír los obviaba, aumentando así el deseo por ella.
De vez en cuando intentaba rebajar la ira de Vicente, yendo a su cuarto en lencería, y dejándole que le babease mal, como era habitual sus tetazas y labios, mientras ella le masturbaba y le practicaba cubanas que solían ser rápidas debido a su precoz eyaculación.
Ella había doblado la práctica de Yoga y meditación, pero también había doblado el uso de dildos y vibradores, se masturbaba hasta el orgasmo al menos cuatro veces al día, necesitaba estar muy concentrada, iba a aumentar el nivel de las recompensas sexuales con el criajo, por eso debía poder controlar su deseo por una verdadera polla (y aunque la del niñato no era nada del otro jueves, al lado de la de Vicente era un tesoro) y que su insatisfacción de tantos años no le llevase a follarse al chico antes de tiempo, lo necesitaba completamente implicado y deseoso por el trofeo final, para que empujase a la niñata mal criada al abismo.
Por fin llego el día del petardazo, en la siguiente semana que Belén pasaba con ellos.
- La china está en el paquete de tabaco de X, dentro del paquete, le quedan como cuatro cigarros y la china, atención.
Tenía que encontrar alguna forma de provocarle un ataque de ira y ella sabía cómo hacerlo, consciente de este hecho Yolanda se había mostrado muy cariñosa toda la semana con Vicente, aprovecho que después de la escuela estaban los tres en el salón, Yolanda empezó a besar lujuriosamente y con deseo a Vicente, que normalmente rehusaba los signos de afecto en público, pero debido al reciente ataque de su hija y a su estado colérico había estado toda la semana muy receptivo a los mimos y cariñitos de Yolanda.
Ante aquella perspectiva frente a ella, la criaja explotó, insultando a los dos, que porque no se iban de su presencia para enrollarse. Los tradicionales puta, zorra etc… para Yolanda que mantenía su cara de asombrada resignada de siempre, pero a su padre lo puso de vuelta y media, y cuando este volvió a exigir respeto, ella envalentonada y aún más loca volvió a empujarlo sobre el sofá, en ese momento Yolanda reacciono agarrándola por los brazos con fuerza, para una persona físicamente en forma, con la musculatura fuerte y a tono como Yolanda, los brazos huesudos y pálidos de la criaja no eran rival, esta al sentir la fuerza y firmeza con que Yolanda la sujetaba, trato de liberarse, a la cuarta vez Yolanda le hizo creer que se había soltado y se marchó, entre gritos diciendo que volvería a la hora de cenar.
Era el momento, pensó Yolanda, la criaja no había llevado el tabaco al salón y se había ido de la casa hecha una furia sin el mismo. Tranquilizo a Vicente, con muchos arrumacos y muchos cariños y después comenzó una conversación sobre el monótema de las últimas semanas, la actitud violenta de Belén. Yoli no tuvo más que lanzar alguna que otra indirecta sobre sustancias, para que la maquina paranoica y suspicaz de sospechas y complejos de Vicente se pusiera en marcha.
Cinco minutos después estaban en la habitación de la criaja rebuscando. Yolanda que sabía por Sergio donde solía esta guardar el tabaco, rebusco en un par de sitios para disimuladamente encontrar el tabaco a la tercera y pasarle el paquete a Vicente, el cual como un perro de presa lo husmeo todo. Se oían unos pasos por la escalera, cuando Vicente extrajo la piedra de hachís del paquete de tabaco y después de olisquearla como un sabueso, puso unos ojos encendidos de cólera en un rostro que enrojecía por momentos como un volcán, en ese preciso momento entro la criaja, que se había dejado el tabaco y volvía a por él.
Se montó un escándalo mundial, la niñata malcriada, pillada por sorpresa se achanto de mala manera, aunque no para de negar entre lágrimas, que ella no consumía drogas, Vicente la amenazo por primera vez con mandarla a un internado en el extranjero, le cortaría todas las tarjetas…bramaba como un Júpiter tronante. Yolanda en silencio respetuoso lo miraba desde una esquina, todo estaba saliendo a pedir de boca.
Vicente llamo a su exmujer, que al explicarle lo que había pasado se presentó al instante, la criaja al ver a su madre busco su refugio, entre lágrimas negándolo todo sin cesar, y a pesar de la ira de Vicente, o quizás por eso y por la gravedad de que su hija tuviera ataques violentos, porque consumía drogas o el peligro de que acabase siendo una drogadicta por todos conocida, que vergüenza, que vergüenza , que vergüenza, todo ese suflé y la insistencia de la cría en que no consumía drogas hizo que la madre se pusiera un poco de su parte.
Ella se comprometió a hacerse un análisis de orina y a ir todos los días a la psicóloga del colegio, y Vicente creyendo que sin dinero sus posibilidades de drogarse disminuían, le redujo la asignación de la tarjeta, su ex transigió en aquello.
El muro del amor y la credibilidad de la criaja en el corazón de su papi empezaba a desmoronarse y Yolanda siguió los siguientes días socavando aquel muro, que vergüenza para la familia y para la reputación de Vicente en aquella sociedad de ricachones si a Belén le pillaban drogada, lo que hizo que Vicente empezase a sopesar seriamente lo del internado en el extranjero y empezó a preguntar a amigos e incluso quedo con su exmujer para comer y con calma exponérselo, aunque ella muy preocupada por la situación tan deteriorada de su hija lo rechazo en principio.
“Quiero follar, quiero follar” ….le estuvo pidiendo el criajo loco de ansiedad toda la semana.
“Ese nivel está cercano, pero aún no has llegado a él” … “Cubanas y mamadas, acabamos donde tú quieras, me pongo la ropa que tú quieras, y hacemos lo que más te guste, donde más te guste…esa es mi única oferta…dime alguna fantasía conmigo que pueda cumplir esos requisitos”. Respondía Yolanda de forma fría y calculadora como si estuviese negociando en una reunión.
“ Pues para empezar me gustaría que no me esposases o atases, si es posible, y tener más tiempo de lo habitual… luego tengo un par de fantasías que no sé si serían posibles, lo que me gustaría sería calentarme contigo en una disco, bailando contigo en la pista alguna canción algo erótica, tú con uno de esos supervestidos de noche sexys, que luces en contadas ocasiones y te visto llevar con Vicente en actos del club social, esos cortísimos que te acaban en la curva del culo, y enrollarme contigo en la pista, metiéndote mano y magreandote por todas partes y acabar en un reservado donde te desnudo y tenemos sexo…mi otra fantasía es bañarme contigo en la piscina, enrollándome contigo y metiéndote mano dentro del agua, hasta sacarte desnuda de la piscina y luego amasar todo tu cuerpo con aceite y acabar con sexo…esas son mis fantasías…pero no sé qué posibilidades hay”.
Escribió el criajo, ante la sonrisa maliciosa y cachonda de Yolanda, sorprendida de la imaginación y las fantasías de Sergio, pensando la de veces que se habría pajeado imaginando vivir esas fantasías con ella.
“Es bueno que sepa tus fantasías, veré a ver qué puedo hacer por satisfacerte…seguro que no te decepciono ;) “
Respondió Yoli mandando al final un emoticono de una cara con un guiño.
“Tú nunca decepcionas, eres una diosa”
Respondió el chico teatralmente, llevado por el deseo.
“Eso espero, el sábado a la misma hora en el mismo sitio, si no te indico lo contrario, atento a este canal por si hay cambios.”
Cerro Yolanda la conversación.
Yolanda había vuelto a teñirse el pelo de negro oscuro y brillante, en un tono que lanzaba reflejos cuando el sol le daba de lleno en su sedosa y voluminosa melena, aumentando su sexapil de forma salvaje.
Vicente andaba de los nervios, obsesionado con la transformación de su hija y que su irreflexividad adolescente pudiera provocar un desastre que manchase su reputación y la de su familia, como iba a mirar a los demás ricachones derechones, que se burlarían y reirían de él para siempre.
A los “relajamientos” sexuales Yoli, había añadido infusiones relajantes y somníferos por la noche. El objetivo era cargarse a la niñata en la influencia y poder sobre su padre, no que a Vicente le diera un infarto y todos los privilegios y estatus de riqueza, por el que tantos sacrificios había hecho Yolanda, se fueran a la tumba con el zafio imbécil de su marido.
Por ello en una estrategia de: “una de cal y una de arena”, Yolanda procuraba que Vicente hiciese cosas que le permitiesen relajarse y no había nada mejor para que Vicente se inhibiera, que el que le hicieran la pelota y le lamieran el culo, subiendo su ego al máximo en el club de golf con sus proveedores, los cuales se dejaban ganar por el inútil de Vicente, riéndole las gracias además.
Por todo ello Yolanda no tuvo que insistir mucho para que Vicente volviera al club de golf aquel sábado, llevaba tres semanas sin ir y le vendría muy bien para desconectar de sus preocupaciones familiares, Yolanda además le sugirió que invitase a comer en el club de golf a sus “compañeros” de juegos, por la noche irían a su restaurante italiano favorito, un sábado ideal para el simple que Vicente, que estaba más feliz que unas castañuelas con la perspectiva y tardo poco en invitar a comer a sus proveedores.
El escenario ideal para Yolanda, que disponía así de toda la casa para ella y sus recompensas, con todo bajo control, gracias a la app de localización permanente activada en los dos dispositivos que siempre llevaba Vicente.
El chico llego como siempre, a la hora de siempre, con el sigilo habitual entro por la puerta automática de servicio, Yolanda lo esperaba dentro, más allá del umbral, envuelta en una gabardina con el pelo recogido en un moño y con sus grandes gafas de sol.
Como siempre hizo pasar al criajo, que le siguió ansioso y expectante. Esta vez le había pedido que trajera unos bermudas. Al llegar a la sala de estar el protocolo habitual, desnudo, Yolanda comprobó toda su ropa, su móvil, cartera, llevo sus cosas al baño de invitados y le hizo ponerse los bermudas y una camiseta, así como unas zapatillas.
- Ves al salón, veras que está ambientado adecuadamente sobre la mesa enfrente de la televisión hay bebidas siéntate y sírvete algo…por cierto y prepárame un gin-tonic a mí, a ver cómo te salen.
Dijo Yolanda con una sonrisa mordaz antes de desaparecer por el pasillo, mientras el chico caminaba por el mismo, girando la cabeza sin dejar de lanzarle miradas de deseo.
En el salón las cortinas estaban cerradas, había varias lamparitas y velas que iluminaban el espacio en una especie de penumbra confortable, el niñato fofisano se acercó tímido a la mesa junto al sofá y se preparó un ron cola, al tiempo que preparaba un gin-tonic no muy cargado para Yolanda.
Apenas había acabado de prepararlo cuando una música de discoteca ligera empezó a sonar, Sergio se giró para ver entrar a Yolanda desde el pasillo, que con su móvil en la mano había activado el reproductor de música MP3, la música y el ambiente le daban al salón el aspecto de un recogido y familiar disco pub solo para ellos dos.
Yolanda avanzo en todo el esplendor de su belleza, hasta un punto donde la luz dejaba verla bien.
Espectacular con su suelta melena negra, sedosa y brillante, completamente lisa, cayéndole desde la raya en el medio de la cabeza por los hombros y la espalda hasta alcanzar sus puntas la mitad de la misma, su frente despejada, sus cejas arqueadas y perfectamente perfiladas, una difuminada sombra de ojos color carne oscura sobre sus parpados y debajo de sus cejas, para realzar aún más sus oscuros y brillantes ojos de diosa mediterránea, la perfecta y oscura raya de sus ojos, sus pestañas largas y rizadas en rímel, su naricita perfecta, estrecha, redondeada por la punta y ligeramente respingona, sobre su boca perfecta de labios carnosos de fresa, realzados por carmín rosa intenso, efecto húmedo escoltando su sonrisa de dientes perfectos, una sonrisa que era capaz de derribar estadios enteros, de una belleza inigualable, sus pómulos redondos y simétricos con un leve toque de colorete, y aquel mentón delicioso de piel morena cetrina, una guapura increíble.
Llevaba su cuerpo en forma de ocho con curvas firmes y voluptuosas, entallado y ceñido como una segunda piel con un minivestido cuya falda se ajustaba para acabar justo al final de la curva de sus grandes y perfectos glúteos y por delante apenas cubría su raja, dejando a la vista el noventa por ciento de sus muslos, vestido de color negro intenso, tenía tres anchas barras horizontales una de color rosa sobre sus mamazas, otra verde pistacho sobre la cintura y otra naranja calabaza sobre lo que debía ser su sexo, con un escote redondo alto, tanto por delante como por detrás, las cortas mangas negras pegadas a su cuerpo como una segunda piel le llegaban hasta mitad del antebrazo, por la espalda desde el escote redondeado, el vestido era completamente de tela negra transparente, acabando en un arco justo donde empezaba el culo, dejando a la vista la totalidad de la piel sedosa de su espalda. Unos tacones negros abiertos por donde se veían sus preciosos pies de dedos enjoyados y uñas perfectas y rojas, zapatos de tacón alto pero ancho, completaban aquel atuendo espectacular que hacía arder la entrepierna a todos los machos que así la contemplaban.
El criajo se quedó petrificado, con la boca abierta completamente plasmado, mientras Yolanda avanzaba hacia él con su sonrisa de diosa de la belleza, moviendo sus caderas con carencia como bailando lentamente.
- Vaya nunca te había visto por aquí. ¿Eres nuevo?
Pregunto Yolanda burlona representando un papel.
- ¿Es para mí supongo?
Dijo Yolanda, tomando de las manos del niñato el gin-tonic, ante la pasividad de este que permanecía pasmado, desnudándola con la mirada.
- Estas, estas, estas…espectacular….
Exclamo completamente hipnotizado el chico, apenas sosteniendo su bebida, mientras Yolanda se dirigía a la zona despejada, bamboleando todas sus curvas firmes y divinas al ritmo de la música.
- Tú tampoco estas mal nene…jajaja
Dijo en voz alta Yolanda riendo risueñamente, mientras no dejaba de mover sus caderas y sus larguísimas y firmes piernas, agitando en el aire sus entalladas mamazas, que cuando se estiraba completamente, le daban el aspecto de un número nueve con cabeza, girando al ritmo de la música y moviendo sus nalgas con la agitación de sus caderas y por voluntad propia subiendo y bajando sus fibrosos y turgentes glúteos. El criajo daba largos sorbos a su cubata con una profusa erección, paralizado.
- Vamos nene...ven a bailar….
Provocaba y reclamaba Yoli al niñato fofisano, indicándole que se acercase a bailar con el dedo índice.
El criajo, torpe y atropelladamente se acercó hacia ella ,que empezó a bailar sensualmente, acercándose y alejándose de él sin dejar de mover rítmicamente sus caderas al son de la música, subiendo y bajando sobre sus tacones, y dando sorbos cortos a su gin-tonic, el chico trataba de tocarla, de echarle alguna mano encima, pero ella se escabullía serpenteando divertida, viendo como en los ojos del criajo aumentaba el deseo, mientras este bailaba torpemente con los ojos fijos en el cuerpazo de Yolanda, que sobre sus tacones le miraba desde arriba, al tiempo que aumentaba el ritmo de su baile y balanceándose lujuriosamente de una forma brutal, frotaba su culazo y sus mamazas contra el paquete y el cuerpo del chico, que se quedaba con los brazos abiertos como petrificado.
Cuando se cansó de jugar con su presa, como una cobra con un conejo, Yolanda dejo su gin-tonic por la mitad encima de la mesa, con ayuda de su femenina mano derecha de perfectas uñas rojo intenso, se tiro el pelo para atrás y clavándole la mirada al chico en los ojos con agresividad lujuriosa se dirigió a él, rodeándole con sus manos por el cuello, mientras este instintivamente situaba sus manos en sus caderas y ella delicadamente le quitaba el cubata casi acabado de las manos, para dejarlo en la mesa y volver a pegarse al niñato rodeando su cuello con sus finas y femeninas manos, sintiendo su fuerte erección entre las piernas y sobre el pubis.
- Que pasa nene, no era esto lo que querías…¿que no te gusto lo suficiente? Si aquí te quedas paralizado, como te quedarías en una discoteca rodeado de extraños.
Provocaba Yoli al criajo, mirándolo fijamente con lascivia absoluta, sin soltarse de su cuello, frotando su cuerpo por encima del vestido subiendo y bajando al ritmo de la música.
- Si, si, si que me gustas….estas buenísima…estas increíble…es que estoy flipando, de lo buena que estas con ese vestido, flipandoooo
Respondía el niñato con las manos temblorosas y la voz llena de ansiedad y deseo.
- Así me gusta más … pero a mí lo que me gusta, es que los hombres me demuestren con hechos, todo lo que me desean… que se apropien de mi cuerpo, que me rompan la ropaaahhh…que me sometan a sus deseos violentamenteeehh…
Susurraba provocativa y lujuriosamente Yolanda.
- Si alguna vez te ganas el placer de follar conmigo…tienes que follarme, poseyendo mi cuerpo forzandomeeee, sujetándome por la muñeca, sujetándome por las caderas, obligándome a follar en las posturas que tú quieras…te gustariaaaa….te gustaría hacerlo, neeeeenneee……
Provocaba Yolanda susurrándole al criajo con voz lasciva y sibilina al oído, mientras al ritmo de la música sobaba lentamente con su muslo la terrible erección
- Siiiiiii…siiiii…siiii me gustariaaaa...
Contestaba el niñato, aferrándose al cuerpo de Yolanda y recuperándose de la impresión, deslizando sus dedos sobre el vestido a la vez que apretaba como si quisiera alcanzar el definido tronco de aquella diosa de porno de piel morena.
- A mí cuando me follan, me gusta que me rompan la ropa, que me den cachetazos en el culo hasta dejármelo rojo mientras me follan, que me la metan sin piedad embistiéndome salvajemente, por la boca, por el culo, por el coño, haciéndome aullar de placer, clavando con fuerza sus garras en mis muslos, en mis tetas, en mi culo…que se agarren de mis tetas, que me tiren de la melena con fuerza….te gustariaaa hacermelooo neneeee…si ganas follarme alguna vez……te gustariaaaaa….te gustariaaaa…..
Encendía Yolanda susurrándole al niñato las más ardientes provocaciones, al tiempo que se pasaba un labio por la lengua alternándolo con mordisquitos al labio inferior.
- Siiiiiiiiiiiiiii………..siiiiiiiiiiiiiiiiii…………siiiiiiiiiiiiiiii…….quieeeroooooooo…..
Decía Sergio con voz estridente y desesperada, sin poder resistirlo más y lanzar sus manos abiertas como garras para clavarse cada una en una de las nalgas firmes y fibrosas de Yolanda, al tiempo que Yolanda agarraba con fuerza su nuca y el chico en un acto reflejo enroscaba su lengua con la de su diosa más deseada.
Yolanda trataba de bailar al ritmo de la música disco que aún sonaba, mientras el criajo la aprisionaba contra si amase con fiereza su perfecto y gran culo, mientras ambos se devoraban la boca y Yolanda no dejaba de frotar lentamente su muslo derecho contra la erección del bermudas del niñato fofisano.
No aguantaron en pie más allá de la siguiente canción, sin dejar de devorarle la boca Sergio empujo a Yolanda hasta el sofá, sobre el que cayeron los dos.
Sin dejar de morrearla, como si fuera una fuente de agua y el un sediento viajero del desierto, saco sus manos de sus nalgas, para dirigirlas a sus inmensas y perfectamente esféricas mamazas, aprisionándolas y apretándolas por encima del vestido, para llevado por el deseo empezar a lamer a aquella reina latina del sexo, sus mejillas, sus lóbulos de las orejas, su mentón su cuello, frotando con su rabo adelante y atrás, atrás y adelante sobre el pubis ardiente de Yolanda, que se retorcía de placer cerrando los ojos y dejándose devorar, que zorra caliente era, se follaria a cualquiera que la deseara cinco al veces al día y no tendría bastante, una mujer, tan guapa y con tanta clase y tan cachonda, promiscua y fácil.
- Oooooohhhh que bien hueeeeleeeess….que bien sabeeeesss……tu olor es delicioso, como el de ninguna mujeeeerrr…… sluurrrpp….sluuuurrrrpp…
Gemía y jadeaba Sergio marcando la cetrina y morena piel de Yoli, con sus labios y lengua hirvientes.
La ansiedad del criajo le hizo subir la parte inferior del vestido de Yolanda hasta la cintura, dejando a la vista su tanga rojo de encaje por la cintura y de tela transparente sobre su monte de Venus y su raja, acomodando su fogosa erección a los labios de la raja de Yolanda, sin dejar de frotarse con ellos y con su clítoris arriba y abajo, abajo y arriba, al tiempo que Yolanda se abandonaba al disfrute y la excitación, cerrando los ojos y tirando la cabeza para atrás, al tiempo que con sus delicados dedos de finas y femeninas manos, acariciaba el cabello del niñato fofisano, y sus piernas con el reverso de las suyas.
Las manos del chico volvieron a bajar a las perfectas nalgas de Yolanda, clavando sus dedos como garras, dejando que su tacto se diese un festín tratando de amasar aquella perfecta y turgente redondez respingona. Mientras su boca y su lengua intentaban superar sin éxito la barrera del escote alto, para devorar sus enormes tetazas.
En su desesperación por alcanzar las codiciadas y deseadas tetazas de Yoli, subió una mano e intento bajar a la fuerza el escote, dándole unas sacudidas incomodas a Yolanda.
- Porque no me demuestras lo macho que eres y lo que de verdad las deseas…si es que las deseas….rompeme el vestido y devoralaaaasss…… rompeloooo….rompeloooo.
Provocaba Yolanda al criajo, mirándolo fijamente y mordiéndose el labio inferior lascivamente mientras hablaba.
El niñato de tatuaje y pendiente en forma de cruz, con ojos de loco empezó a tirar de la parte superior del vestido de un lado para otro, levantando y agitando con los movimientos a Yolanda, que sonreía divertida, esperando el momento en que el chico tirase de los lugares adecuados de la tela transparente de la espalda, donde ella había hecho algunos cortes estratégicos para facilitar la rotura.
- Raaaass….raaaasss…..raaaass.
Abrió mucho los ojos con expresión de triunfo el criajo cuando logro rasgar la tela transparente de la espalda, tirando ahora si con éxito el vestido hacia abajo y haciendo saltar hacia afuera violentamente, las perfectamente redondas tetazas dentro de su wonderbra de talla copa E de encaje rojo, con una banda naranja brillante en la parte superior y como banda de cierre a la espalda.
- Jajajaja…asi me gusta...jajajaja…que me demuestres lo que las deseas…jajaja
Estallaba de risa Yolanda divertida, dejándose hacer por el niñato Fofisano que con la cara encendida por el ansia y el deseo, metió primero su mano derecha entre la tela y la mamaza izquierda de Yolanda para extraerla torpemente sobre el tejido del wonderbra, liberando violentamente su extragrande y duro pezón oscuro, como el centro de una diana de su morena areola, para después hacer lo mismo con la mamaza derecha y arrojarse entre ellos, enterrando su cabeza entre aquellas enormes hermosuras gigantes y esféricas, para pasar despues a lamerlos, morderlos, chuparlos y succionarlos.
- Sluuuurrrrpppp….sluuuurrrpppp….sluuuurrrppp…sluuuuurrrppp.
Chupaba, mordisqueaba y succionaba desesperadamente el criajo cada milímetro de ambos perfectos globos inmensos en forma de gota de lluvia que se juntaban en el centro y se desbordaban por los lados, provocándole a Yolanda latigazos de placer, junto con pinchacitos de dolor, a cada mordisco apasionado sobre sus enormes pezones.
- Así, así, así Neneeee, asiiiiii….lo haces muy bieeeennn…
Se retorcía de placer Yolanda, sin dejar de hundir sus finos y femeninos dedos entre los cabellos del niñato, sosteniendo levemente su cabeza entre sus tetazas turgentes y erectas, cerrando los ojos y entregándose al placer salvaje de que fueran devoradas por aquel joven macho que la deseaba más que a nada en el mundo. Yolanda perdió la noción del tiempo, mientras los minutos pasaban y los latigazos de placer que invadían su cuerpo provenían de sus hinchadas, enrojecidas y cubiertas de saliva tetazas, que se inflaban y enrojecían debido al gustoso castigo que les infringía el chico.
- Así, asi, asi Neneeee, asiiiiii….lo haces muy bieeeennn… asiiiiii….
Cuando el criajo hubo saciado su boca y su lengua en las mamazas en forma de gota de lluvia con gran areola y enormes pezones de Yolanda, subió del pecho a la boca, metiendo su lengua con ansia y necesidad en la boca de Yolanda, devorando sus labios, mientras tumbado sobre ella acomodaba nuevamente su erección entre los labios de su raja, volvía a frotarse contra ellos a un ritmo más alto, adelante y atrás, atrás y adelante, al tiempo que se asía con ambas manos a las tetazas de Yolanda, estrujándolas como si quisiera exprimirlas.
Yolanda entregada al placer, agarrando al chico por la cabeza con sus femeninas manos, cerrando los ojos, devolvía apasionadamente los besos y acariciaba con sus gemelos los muslos del chico mientras este frotaba adelante y atrás, atrás y adelante, su raja era un mar ardiente, con las ganas que tenía de follar, con la de veces que tenía que reprimir esas ganas de follar cada día, ella tan preciosa, femenina y sexy como era no tenía escrúpulos, cuando estaba caliente cualquier hombre que la deseara le valía, siempre le había encantado hacer felices a hombres que jamás soñarían con tener una oportunidad con ella, lo único que pedía es que se la follasen sin piedad hasta que ella alcanzase el orgasmo.
Estaba a punto de tumbar al criajo arrancarle los bermudas y ella su tanga y follarselo sin piedad, de manera que un rayo de luz, le impulso a apártalo con ambas manos de su cuerpo que ardía como el hierro al rojo.
- Huuuummm…Nene déjame que te relaje un poco….huuuummm….muuuaacc
Musito como una gatita en celo, saliendo de debajo del niñato fofisano, al tiempo que dándole un beso cogía sus bermudas por los costados y se los bajaba lentamente dejando a la vista su erecta verga estándar, tiesa y dura.
- Parece que el pajarito quiere cantar...jajaja.
Reía risueña y divertida Yolanda, ensimismando al chico con su preciosa y divina sonrisa, mientras con sus femeninas manos de uñas rojas se desabrochaba el wonderbra, para dejarlo caer a un lado, liberando así la perfecta esfericidad de sus enormes melones turgentes e inertes juntándose en el centro y desbordándose por los lados, erguidos desafiando a la gravedad.
Con el vestido arrugado en la cintura, las nalgas firmes y respingonas al aire entre la tela del tanga, especialmente realzadas por los tacones, Yolanda se arrodillo frente al criajo y alternando su sonrisa maléfica con pasadas de lengua por los labios como degustándose, se acercó a gatas al niñato, que la contemplaba extasiado abriendo las piernas para que aquella diosa morena del porno, agarrase y devorase su verga como una perra hambrienta.
Yolanda agarro aquella enérgica y vigorosa polla con su femenina mano de delicados dedos por el tronco, mirando fijamente el prepucio ya cubierto de líquido preseminal, cerró los ojos y absorbió aquel olor que le era tan conocido, pero no por ello menos deseado, miró fijamente al chico con sus negros ojos de sultana brillando, cargados de lujuria y mordiéndose el labio inferior, contuvo el pensamiento que le invadía de montarse en aquella verga y galoparla hasta que ambos se corrieran salvajemente.
Saco lentamente su ardiente lengua al máximo mostrándosela al criajo, para luego inclinarse sobre su polla y empezar a lamerla con lengüetazos lentos e intensos desde la mitad del tronco, hacia el prepucio y el glande al tiempo que con su preciosa mano le masturbaba, arriba y abajo, abajo y arriba, sin dejar de pajearle cuando bajaba a lanzarle lengüetazos a sus depilados testículos, los cuales, Yolanda masajeaba con su húmeda y caliente lengua y sus carnosos y jugosos labios, como le encanta mamar pollas. Nada aumentaba más su excitación y su deseo, dejándola preparada para alcanzar rápidamente el orgasmo, que someter y controlar a su amante mediante una felación, ver como los hombres se volvían vulnerables y se entregaban a su merced, completamente sometidos al placer que ella les provocaba con su lengua y con su boca, convertía su raja en un volcán húmedo.
- Ooooooohhhh….aaaahhhh…..oooooohhh….siiiiiii…….
Se deshacía de placer el niñato fofisano repantingado en el sofá, cerrando los ojos mientras Yoli devoraba su polla, lanzando lengüetazos desde las bolas, pasando por cada centímetro del tronco mientras sostenía y movía a su antojo la dura y vigorosa polla del criajo, con su preciosa mano delicada, hasta llegar al prepucio y el glande y lamerlos, lamiéndolos en toda la extensión de su lengua, mirando fijamente al niñato para separarse del tronco de su verga, mostrándole morbosamente como un hilajo de saliva iba desde la punta de su tranca a su ancha y cálida lengua y así otra vez volvía a lamerla toda, lentamente y con dedicación, sin prisas dejando pasar los minutos.
- Ooooooooooohhhhhhh…….ooooooohhhhhhh…..
Solo acertaba a gemir el niñato.
La polla y las pelotas del chico brillaban cubiertas por la saliva de Yolanda, cuando esta empezó a besar el prepucio y el glande para a continuación sin dejar de pajearle el tronco arriba y abajo, abajo y arriba, ajustar sus labios a la polla del criajo y empezar a tragársela lentamente, dentro, fuera, fuera, dentro, sin dejar de masajearle el glande y el hirviente prepucio.
- Sluuuuurrrrpppp…sluuuurrppp…..sluuurrrpp…
- Oooooohhhhh……aaaaaaahh….
Gemía el criajo, cerrando los ojos con el rostro pálido y desencajado por el placer.
Al poco rato sujetando con su femenina mano derecha la base del tronco, empezó a bombear sobre la verga del niñato fofisano tragándose casi la mitad y aumentando de ritmo.
- Sluuuuurrrrpppp…sluuuurrppp…..sluuurrrpp…
- Oooooohhhhh……aaaaaaahh….
Jadeaba y gemía el criajo, al tiempo que se enderezaba para recogerle el cabello a Yolanda con sus manos y sostenerlo, viendo como aquella diosa morena portada de playboy le devoraba magistralmente la polla, sin prisa, pero sin pausa.
- Sluuuuurrrrpppp…sluuuurrppp…..sluuurrrpp…
Seguía chupando placenteramente Yolanda, subiendo la mirada, para fijar en la cara del niñato sus oscuros y brillantes ojos, realzados aún más si cabe por las elegantes sombras de ojos oscuras difuminadas.
- Chup, chup….donde te gustaría acabar nene….chup, chup, chup…. ¿Donde?
Pregunto Yolanda con voz melosa, dándole sonoros besos con chupetones al prepucio y el glande.
- Quieerooooo oooooohhhh….acabaaaaar de formaaaa naturaaaalll…hasta el finaaaal…..
Gemía el niñato fofisano, sujetándole el cabello con su mano temblorosa, pálido y desencajado, boqueando como un pez.
- Chup, chup….pués tendras que demostrármelo…chup, chup…demuéstrame cuanto lo deseas…chup, chup, chup…
Provocaba Yolanda al criajo, sin dejar de darle sonoros besos con chupetones en la punta de la verga, justo antes volver a tragársela hasta la mitad, bombeando sobre ella arriba y abajo, abajo y arriba, pero más lentamente que antes.
- Sluuuuurrrrpppp…sluuuurrppp…..sluuurrrpp…
El niñato despido hondo y sosteniendo la negra melena sedosa, voluminosa y brillante de Yolanda, sin dejar de fijar sus ojos en aquella mirada de sultana divina, empezó a bombear tímidamente su polla adentro y afuera, afuera y adentro en la ardiente y cálida boca de Yolanda, que aumento el ritmo de su bombeo y la velocidad en que su lengua masajeaba el glande del chico.
Sergio freno en su bombeo dejando que todo lo hiciese Yolanda y esta volvió a bajar la intensidad, mirando desafiantemente al criajo, este lo entendió todo de golpe e incorporándose del sofá sin dejar de tener la mirada fija en los ojos de aquella diosa latina del sexo, agarro con ambas manos por los lados la cabeza preciosa de Yolanda, que de rodillas acoplo su definido y firme torso a la posición vertical del criajo y apoyando sus femeninas manos en los muslos del criajo, ajusto sus carnosos labios al diámetro de su verga, esperando que aquel empezase a bombear en su boca.
- Oooooohhhhh……aaaaaaahh….ooooohhh
Estallo entre gemidos el chico, al tiempo que se follaba salvajemente la boca de Yolanda, metiéndola y sacándola, sacándola y metiéndola hasta que la nariz de Yolanda golpeaba en su pubis, balanceándose adelante y atrás, atrás y adelante, agarrando con fuerza su cabeza preciosa y atrayéndola hacia él con violencia.
Yolanda sin parar de segregar saliva ajustaba sus labios al máximo a la polla del criajo tragándosela toda, como amaba aquella sensación de ser follada violentamente por la boca, de sentir aquel vigoroso trozo de carne humana, hasta la garganta provocándole principios de arcadas, sintiéndolo palpitar sobre su lengua, lo adoraba. Quién lo diría de aquella guapura de cara preciosa, alta, de cuerpo perfecto y armónico, elegante y con tanta clase, mostrando sus curvas con prestancia y gracilidad, pero una perra cachonda y ardiente en el sexo.
- Oooooohhhhh……siiiiiii….me corrrrrrrooooo………
Estallo entre gritos de júbilo el niñato fofisano, aferrándose brutalmente a la cabeza de Yolanda sin dejar de bombear en su boca balanceándose como un poseído, con su verga palpitando como loca, antes de que la primera y ardiente ráfaga de su simiente cayese disparada por la garganta de Yoli, la cual con toda su experiencia, hizo un poco de resistencia con la cabeza, de forma que la segunda ráfaga de la corrida más abundante que la primera, y la tercera y la cuarta, cayeran en gran parte sobre su lengua, pudiendo contener la leche del chico en su boca, el cual extasiado, soltó la cabeza de Yolanda.
- Chup, chup…sluuurrppp…sluuurrppp…chup, chup….sluuuurp…sluuurp.
Limpiaba de la tranca del criajo hasta la última gota de su cálida leche con la punta de la lengua y los labios, metiéndosela en la boca
Cuando hubo acabado se separó del chico soltando su verga, se enderezo y agarrando sus mamazas inmesas en forma de gota de lluvia que se juntaba por el centro y se desborda por los lados, empezó a apretarlas y amasarlas, a la vez que fijando su mirada en el chico abría su boca y le mostraba como jugueteaba con su abundante corrida en su lengua.
- Ooooooohhhhh…..
Exclamaba el niñato fofisano con los ojos y la boca muy abiertos en el éxtasis del placer del morbo que aquella visión le producía, haciendo que la recién flácida polla se activase.
Yolanda le mostro toda su corrida una última vez, abriendo mucho su boca y mostrándole su lengua con cuidado de que no cayese la leche y luego sin dejar de mirarlo a los ojos, selo trago de un golpe, agitando seximente su cabeza hacia atrás y haciendo volar su voluminosa y sedosa melena negra, pero de una forma que algunas gotas de semen le salieron por la comisura de los labios.
Se puso de pie frente al criajo y lanzándole su más encendida mirada de perra en celo, saco lentamente su lengua por el costado para chupar esas últimas gotas de su semen, pasándose la lengua por los labios para relamerse después.
El criajo se puso en pie guiado por un impulso y abalanzándose sobre Yolanda que no lo esperaba, la rodeo con sus brazos y le lanzo un morreo largo e intenso, devorándole la lengua, mientras aplastaba su pecho contra sus mamazas y amasaba sus perfectas nalgas con los dedos como garras, clavándole las yemas de sus dedos.
- Muuuuuaaaacckkkk…….jajajaja….venga sal para fuera a la piscina que ahora voy yo, que aún queda el segundo asalto…jajajaa…muy bien hecho nene…
Reía contenta y llena de satisfacción Yolanda, separándose del chico que quedaba embobado y extasiado a la vez, mirando como ella se dirigía a su dormitorio contoneándose con elegancia, dibujando en el aire curvas imposibles con su culazo de bailarina de samba y sus tetazas inmensas y erguidas.
A ella le encantaba que su amante no tuviera ascos y escrúpulos, como ella no los tenía y le devorase la boca justo después de degustar y beberse su leche, en eso el criajo había ganado puntos.
Yolanda apago la música del reproductor de MP3 desde su móvil y comprobó en la app de seguimiento que Vicente seguía en el club de golf, dirigiéndose con la app activa hacia la terraza y la piscina, llevando un bote de aceite corporal en un bolsillo de su batín satén azul celeste que solo le cubría solo la mitad de los muslos.
Yolanda abrió la puerta para acceder a la terraza, el chico ya estaba en la piscina junto a las escaleras y se giró al oír abrirse la puerta.
Yoli avanzo decidida esbozando su maravillosa sonrisa, grande y de dientes perfectos, capaz de congelar un volcán, con el pelo recogido en un moño rápido sostenido por una pinza, paso a paso sobre unas cuñas de esparto con una banda azul sobre el empeine, envuelta en su batín de satén azul celeste, elegante, grácil, con clase de top model, el criajo la miraba embobado aquella diosa morena de la belleza y el sexo, le estaba satisfaciendo sexualmente, sin lugar a dudas nunca volvería a tener tanta suerte, pensaba contemplando como los dos aros dorados, que adornaban las perfectas orejitas morenas de Yolanda se balanceaban en el aire, de la misma manera arrebatadora que las curvas de aquella superhembra se dibujaban insinuantes bajo su batín satén.
- Espera, espera…espera…no te muevas
Dijo el niñato fofisano saliendo del agua torpemente.
Yolanda sin dejar de sonreírle satisfecha se le quedo mirando y esperándole estirando su tronco en toda su esbeltez.
- ¿Puedo, puedo…quitarte yo el batín?
Pregunto el chico tímidamente con las manos temblorosas al llegar junto a ella.
- Claro, cariño, estoy a tu completa disposición hasta los límites marcados, libérate y muéstrame lo mucho que me deseas, muéstramelo….
Provoco Yolanda al criajo, con su sonrisa más picara y lujuriosa dando una grácil vuelta sobre sus cuñas de esparto y ofreciéndole su cuerpo con sus manos, antes de dejar sobre una hamaca el móvil y el aceite corporal y girarse hacia el niñato fofisano, con su barriguita flácida y su polla erecta.
Sergio adelanto sus manos temblorosas, desatando lentamente el nudo del batín de satén azul mientras Yolanda le miraba fijamente con cara de niña traviesa, mordiéndose el reverso del perfecto dedo meñique de su mano derecha.
- Oooooohhhhhh……
Exclamo el chico al abrirlo y descubrir un bikini azul celeste, formado por tela cubierta de redondas escamitas brillantes también azul celeste, en la parte de arriba dos triángulos apenas cubrían y sostenían las enormes mamazas esféricas y turgentes de Yolanda, dejando ver por los lados un tercio de su oscura areola, abajo otros dos triángulos cubiertos de brillantes y redondas escamitas azul celeste cubrían levemente el monte de venus y el culazo magnifico y extra respingón de Yolanda. La cual se dio una vuelta lenta, para ayudar al chico a sacarle el batín de satén y dejarlo sobre la hamaca sin cubrir ni el móvil, ni el aceite bronceador.
Yolanda alzaba las manos contoneando su cuerpo como si bailase, guiada por una música imaginaria, mientras el criajo recorría con ambas manos abiertas su cuerpo, sus muslos firmes y prietos, sus nalgas grandes redondas perfectas, sopesándolas, levantándolas y dejándolas caer para que rebotasen en el aire desafiando la gravedad, paso sus manos lentamente por su perfecto y firme vientre jugueteando levemente con el brillantito piercing que adornaba su ombligo, recorriendo con su tacto cada milímetro de la piel morena tersa y firme de aquel torso esbelto y curvo de mujer perfecta, mientras Yolanda se contoneaba con los brazos en alto, dibujando levemente sus costillas y frotándose con el cuerpo del niñato fofisano, que volvía a tener la polla como una piedra, como comprobaba en el tacto de su suave piel.
El chico recogió por abajo las tetazas de Yolanda con las manos muy abiertas, solo sosteniéndolas parcialmente, después volvió a pasar las manos a la espalda sin dejar de gozar del sensual baile fricción de Yolanda y con su mano derecha abrió la pinza del pelo, ante lo que Yoli sin dejar de contonearse sensualmente y al ritmo de ese movimiento, como si fuera una prolongación de sus caderas, agito lentamente el cuello, para dejar que su negra y brillante melena recuperase su estado natural, ocupando los dos lados de su cabeza, pelo oscuro, sedoso, brillante cuyas puntas caían hasta mitad de su espalda.
Entonces el criajo se pegó a ella, juntando su cuerpo al suyo con fuerza metiendo sus manos abiertas entre la tela triangular del bikini y sus mamazas, aprisionándolas violentamente, presionando sobre todo sus negros y extra grandes pezones entre sus dedos corazón y anular, frotando su polla contra la raja del culo de Yolanda, mientras hundía su cabeza en su voluminosa melena.
- Que bien hueleeesss…que bien hueleeeeesss…eres una diosaaaa….eres una diosaaaa….sluuuurrrrpppp….sluuuurrrppp…
Susurraba Sergio a Yolanda encendido de pasión, al tiempo que atravesando sus cabellos lanzaba lengüetazos a su cuello y a los lóbulos de las orejas. Mientras ella no dejaba de contonearse arriba y abajo frotándose con el criajo, deleitándose con el tacto ardiente de su lengua. Hasta que giro la cabeza y se fundio con él en un morreo francés, largo e intenso.
- Muuuaccckk…muuuaaaaccckkk….muaaacccckkk…
Concluyo Yolanda separándose de él y liberando asi sus mamazas de las garras del niñato, a la vez que le tomaba por una de las manos y guiándole tras ella.
- Vamos a la piscina nene, a bañarnos y a seguir allí.
Dijo Yoli mirándole con arrobamiento y mordiéndose el labio inferior, al tiempo que el chico la seguía como un corderito, con la polla erecta como un mástil.
Al llegar al borde, Yolanda se sacó las cuñas rápidamente, con gran elegancia y feminidad, entrando en el agua, guiando de la mano al criajo que la seguía como un perrillo sin amo.
- Habéis puesto como un toldo en ese muro.
Dijo con voz de sorpresa Sergio, refiriéndose al lado del muro de la propiedad a través del cual desde la furgoneta alquilada había espiado a Yolanda en la piscina.
- Si, un día Vicente llego y me encontró desnuda tomando el sol y se dio cuenta que desde aquel muro alguien podría vernos aquí, en especial a mí, se puso hecho una fiera y mando poner ese no sé cómo llamarlo, paraban, sombrilla, toldo, lo bueno es que así nadie ni extraños, ni vecinos puede ver lo que hacemos, aquí…tuvisteis suerte, tú y tu amiguito, que pudisteis verme antes de que Vicente lo hiciese instalar.
Respondió ella con sonrisa maligna, mostrando su perfecta dentadura, al tiempo que se hundía en el agua de la piscina hasta el cuello. El chico más decidido y audaz, se sumergió persiguiéndola para rodearla con sus brazos y abalanzándose sobre ella morrearla por sorpresa, a lo que ella se sumó con pasión y entusiasmo.
Que poderoso era el dinero y sus lujos, que le habían hecho resistir contra su propia naturaleza, ella que siempre se había follado a cualquier tío sin importarle la edad, aspecto o condición, lo único importante era que supieran calentarla, si sabían calentarla, ella difícilmente se resistiría, luego solo tenían que demostrarle que la deseaban brutalmente, que la devorasen con los ojos, con las manos, con la boca, y sobre todo que su polla sin importar su tamaño, estuviera loca por follarsela por todos sus agujeros, así ella se entregaba siempre.
Aquella diosa, aquella mujer de bandera de firmes y voluptuosas curvas, tan elegante y con tanta clase, se convertía en la mejor perra cachonda de sus vidas, en una verdadera puta deseosa de dar y recibir placer… y había renunciado a ello, conteniendo su salvaje deseo sexual por el lujo y el dinero del zafio estúpido de Vicente.
Aunque en aquel momento, se abandonase gustosamente al deseo lascivo del criajo, sujetándole la cabeza por la nuca, enroscando su lengua en la de él, devorándose los labios, mientras él totalmente desinhibido, metía sus manos entre la tela de la parte inferior del bikini, ansioso jugueteando con sus dedos corazón y anular de la mano derecha con su ardiente raja, mientras con su mano izquierda abierta sin dejar de pellizcar y apretar con fuerza las nalgas grandes y perfectas de Yolanda, al tiempo que lentamente andando dentro del agua la llevaba hacia uno de los bordes de la piscina, hasta apoyar su espalda en el mismo.
- Muuuuaaackkkk….muuuuaaaccckkk…muuuuaaaccckkk…muuuuuaaaackkk…
No dejaban de morrearse con el agua un palmo por encima del ombligo en aquella zona.
- Ooooh…que buena estas, es que estas buenísima, solo al nivel de las pornostars más ricas de internet…y como sabeesss…..que sabor y que oloooorr tieneeess……….Dioooossss…..muuuuaaaakk
Exclamo el criajo, separándose un instante para contemplarla de arriba abajo, mientras Yoli mostraba su preciosa y divina sonrisa de satisfacción, justo antes de volver a sumergirse en un intenso morreo con ella, deslizando sus manos entre la tela y sus magníficas mamazas en forma de gota de lluvia que se desbordaban magistralmente por los laterales de su torso y se juntaban en el centro, erectas y redondas, erguidas en su circularidad desafiando a la gravedad, apretándolas con fuerza con sus dedos como garras, para dejar de besar, chupar su delicioso mentón y bajar luego con su ardiente y pegajosa lengua hasta su cuello sin dejar de apretar y amasar sus perfectas y grandes tetazas naturales, mientras Yoli empezaba a acariciar con sus dos delicadas y femeninas manos su verga por encima del bermudas.
- Asiiiii….neneeee….assiiiiii…. apretalaaaas más fuerteeee…. más fuerteeeee….apretalaaaas……..siiii..nene…siiii…
Le animaba Yolanda desafiándole a darle más placer.
- Muuuaaakkk…muuuaaakkk…muaaaakkk.
El criajo se separó levemente llevando sus manos a la espalda de ella, alcanzando el nudo de la parte de arriba del bikini azul celeste de escamas azules brillantes, sin dejar de morrearse con aquella diosa de piel de bronce y cetrina.
Al mismo tiempo que el niñato fofisano deshacía el nudo de la espalda, Yoli se sacaba por la cabeza las cintas del cuello, liberando completamente sus esféricas y turgentes mamazas, con aquella areola morena y aquellos oscuros pezones extra grandes, duros y apuntando hacia arriba inertes como dos puntas de lanza.
- Oooooohhhhh….son perfectas grandes, muy grandes y redondas, suaves y saben tan bieeenn….sobre todo tus pezones son tan deliciosooooos…siiiiii
Exclamaba el chico lleno de deseo descontrolado, sosteniéndolas por abajo con sus manos muy abiertas, y bajando su cabeza, para tomar primero el pezón izquierdo entre sus labios y dientes y estirarlo, tirando de él, para repetirlo después con el pezón derecho, para extasis de Yolanda que echaba la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y entregándose al placer, para después sin levantar la cabeza empezar a chupar y succionar las mamazas alternando una y otra sin cesar.
- Oh siiiiii…neeeeneeee siiiiii….siiiii..sigue asiiiiiii….asiiiiii…..no pareeesss…..
Se abandonaba al placer Yolanda cerrando los ojos, pasando sus femeninos y delicados dedos entre los mechones del criajo, que volvia a devorar sus mamazas divinas.
- Sluuuurrpp… sluuuuurrrppp… chuuupp… chuuuuppp… sluuuurppp … chuuuuppp
Yolanda perdía la noción del tiempo, mientras el niñato de tatuaje y pendiente en forma de cruz le devoraba y succcionaba sus melones, nunca estaba suficientemente saciado de sus tetazas, uno de sus puntos más fuertes y fuente del deseo de todos los machos que la conocían, y como disfrutaba ella de aquellas bocas y manos hambrientas de sus mamazas.
En el interior había podido concentrarse y contener aquellos latigazos de placer precursores de su lactancia ocasional, pero el chico succionaba y mamaba de manera tan violenta y deliciosa que era imposible contener aquel placer y la acumulación de sensaciones en las glándulas mamarias que presagiaban su leche.
Pero Yolanda estaba totalmente entregada a satisfacer su placer sexual, así que metió sus finos y delicados dedos en su raja y empezó a masturbarse a sí misma.
- Oh siiiiii…neeeeneeee siiiiii….siiiii..sigue asiiiiiii….asiiiiii…..no pareeesss…..
Gemía disfrutando de la ocasión Yolanda, abandonada al deseo, metiendo y sacando, sacando y metiendo sus dedos índice y corazón en su raja ardiente.
El criajo se incorporó levemente para ver como Yolanda con los ojos cerrados se masturbaba.
- Déjame, déjame a mí…déjame hacértelo yo, quiero aprender…déjame darte placer.
Le pidió insistentemente el niñato pasando su brazo y su mano sobre la de ella, intentando alcanzar su raja.
- Esperaaaa….esperaaa…yo te guiooooo…
Exclamaba Yolanda retorciéndose de placer guiando con sus propios dedos, los dedos índice y corazón del chico, situándolos en la pared superior de su vagina y marcándole el ritmo del mete y saca, del saca y mete.
- Asiiii…asiiii, neneeee…no los muevas…de ahiiii….siiiiii……
Entornaba, entre gemidos sumida en un gran placer parpadeando, sus preciosos ojos oscuros con aquellas pestañas rizadas y largas negras como la noche, realzados con aquella preciosa sombra de ojos oscura y rojiza difuminada.
- Ooooohhh.........siiiii…neeeeeneeeee…..siiiiii…..
Tensaba su escultural y perfecto cuerpo, al tiempo que poniéndose de puntillas se balanceaba adelante y atrás, permitiendo a su pubis acompasarse en el bombeo que imprimían los dedos del chico, que con su mano libre se aferraba fieramente a una de las tetazas de Yolanda, estrujándola como si quisiera exprimirla y pellizcando brutalmente entre su pulgar y su índice el enorme y graníticamente duro pezón oscuro de Yolanda, a la que aquello estaba enloqueciendo, y aquella teta estaba a milímetros de tirar leche.
- Ooooohhh.........siiiii…neeeeeneeeee…..siiiiii…..aaaaaahhhhh
Se retorcia de placer jadeando y gimiendo Yolanda, con el rostro desencajando y tirando la cabeza hacia atrás y hacia los lados en espasmos de gozo.
Una idea se fijo en su cabeza, un deseo brutal, el deseo de que el criajo se la follara, no podía mas, no podía aguantar más, iba en contra de sus planes y podía desbarartarlo todo, pero necesitaba follar, necesitaba follar, ya no aguantaba más.
- Oooooohhhhhh…..aaaaahhhhh…..oooooohhhhh…….cogemeeee del peloooo..neneeeee…con fuerza…el pelooooo….
Un rayo de autocontrol, hizo que emitiese aquella petición el niñato, que soltó su mamazas justo cuando la leche estaba llegando, y con la mano libre recogiendo desde la nuca la preciosa, brillante, voluminosa y sedosa melena negra de Yoli, la agarro como si fuera la goma de una coleta.
- Oooooohhhhhh…..aaaaahhhhh…..oooooohhhhh…con fuerza…con fuerza…neneeee
Exigio Yolanda sin dejar de gemir y jadear, el chico rebusco la base del pelo y aprisionándolo con fuerza tiro hacia atrás.
- Aaaaaahhhhhhh……siiiiiiiiiiiiiiii
Exclamo de placer en un gran grito Yolanda abriendo mucho la boca, no pudiendo controlarse y lanzando miradas de ojos enormes, muy abiertos, ojos suplicando sexo, al tiempo que en su cabeza la idea se repetía “si me lo pide, me lo follo, si me lo pide, me lo follo, pídemelo, pídemelo” decían aquellas miradas de perra en celo salvaje.
Pero el criajo estaba ensimismado concentrado en sus dedos y el mete saca, lanzando miradas de asombro y éxtasis, ante su capacidad para dar placer a aquella diosa del sexo, si el supiera que solo con pedirlo en ese momento, podría follarsela con su verga.
Otro rayo de cordura corono la mente lasciva de Yolanda, tenía que acabar o perdería el control y esta empezó a galopar brutalmente sobre los dedos del chico, sobre sus pies en puntillas, moviendo su pubis adelante y atrás, atrás y adelante a un ritmo trepidante, que hacía que sus inmensas mamazas de perfecta redondez natural brillantes por la saliva y el agua de la piscina se balanceasen a ese ritmo ,arriba y abajo, abajo y arriba, golpeando el aire ferozmente con sus enormes pezones oscuros duros como piedras y empitonados.
El niñato le lanzaba miradas con la boca abierta y los ojos fuera de las orbitas, nunca había visto a una hembra disfrutar tanto, menos a una que superaba la media de las más buenas que había visto nunca en internet.
- Aaaaaaaaaaaaaaaahhh….oooooohhhhh……aaaaaaahhhhhh……ooooohhhh……
Estallo aullando de placer entre estertores y espasmos Yolanda, mezclando los fluidos de su orgasmo con el agua de la piscina.
- Muuuuuaaaakkkk
Se giró rodeando al criajo con su brazo, devorándole la boca en un beso francés, no sabía el niñato fofisano lo cerca que había estado de follarsela, si solo lo hubiera pedido.
Yolanda sin dejar de devorar la boca y los labios al chico, lo llevo contra la pared del bordillo, un poco más allá, donde el agua alcanzaba a los dos cuatro dedos por encima del ombligo, se separó de su beso y lanzándole una sonrisa entre picara y divertida, mirándole fijamente con sus ojos brillantes y preciosos, le bajo de un solo golpe los bermudas, dejando su erección al descubierto bajo el agua.
Sin dejar de sonreír Yolanda se sumergió bajo el agua con su maquillaje waterproof, arrodillándose frente al criajo, agarrándolo del tronco de su verga, empezó a devorarle el prepucio y el glande bajo el agua, ajustando sus labios al diámetro de su polla y empezando a bombear su cabeza, balanceandola adelante y atrás, atrás y adelante hasta mitad de la verga del niñato.
- Ooooohhh…..aaaahhhhhh….siiiiiii…..
Gemía el niñato fofisano de piel blanquinosa, pegando su espalda a la pared de la piscina y tirando la cabeza para atrás de placer.
De repente Yolanda emergía dando un pequeño salto, haciendo que sus espectaculares mamazas empapadas y brillantes, botasen en el aire arriba y abajo, abajo y arriba en toda su espectacular curvatura y voluptuosidad para regocijo y espectáculo del criajo, cogía aire y volvía a sumergirse para mamársela bajo el agua al criajo, que apoyado en el borde de la piscina abría los brazos a los lados apoyándolos en el bordillo y se abandonaba gustoso a la mejor mamada de su vida, sintiendo como Yolanda no dejaba de bombear sobre su polla, balanceando su cabeza adelante y atrás, atrás y adelante, masajeando con sus labios y su húmeda, grande y juguetona lengua el glande y el prepucio.
- Ooooohhh…..aaaahhhhhh….ooooohhhh…..
Al menos durante cuatro largo e intensos minutos Yolanda repitió el proceso de la mamada submarina.
Después salió se acomodó el pelo mojado hacia atrás, sensual y femeninamente con ambas manos, y sin dejar de sonreír se dirigió al niñato fofisano.
- Súbete en el bordillo y abre las piernas…nene… que quiero verte la cara cuando te corras.
Ordeno Yolanda al criajo entornando los ojos, lanzándole una mirada de zorra cachonda y mordiéndose el labio inferior.
El criajo salió del agua de espaldas apoyándose con ambas manos en el bordillo impulsándose así hacia arriba, agitando en el aire arriba y abajo su polla tiesa y dura, erecta como un mástil, vigorosa y palpitante, se acomodó en el bordillo y Yoli se acercó a él, agarrando con su femenina y cuidada mano derecha la verga del chico por el tronco, mientras con la izquierda le masajeaba los testículos suavemente.
- ¿Cómo te gustaría acabar esta vez?
Pregunto Yolanda, sin dejar de mirarlo con los ojos de sultana oscuros preciosos, llenos de lujuria, al tiempo que pajeaba su verga arriba y abajo, abajo y arriba.
- Oooooohhhh….aaaahhh…..quiero acabar iguaaalll, en tu bocaaaa…pero quiero verlooo…quieroooo ver…..aaaahhhh…como me corroooo en tu bocaaaaa….
Pedía gimiendo de placer el niñato fofisano agarrándose con los brazos tensos al bordillo.
- Tus deseos son ordenes, nene…vamos allá….jajajaja…..sluuuurrrppp…sluuuurrrpp.
Respondió Yolanda entre risas risueñas, justo antes de agarrando la polla del criajo con ambas manos, ajustar sus labios a su diámetro y tragársela hasta la mitad del tronco, bombeando sobre ella, que desaparecía y volvía a aparecer, aparecía y volvía a desaparecer saliendo de su boca sin dejar ver el prepucio y el glande, que seguían dentro de su boca, masajeados por los lengüetazos constantes e intensivos de su lengua húmeda, suave y caliente, bombeando sobre la verga del criajo, adelante y atrás, atrás y adelante a un ritmo frenético, sin dejar de mirarle a los ojos fijamente, con su ojos de diosa morena llenos de deseo.
- Ooooooooooohhhh……..aaaaahhhhhhhh……oooooohhhhh……
Se retorcía de placer aullando de gusto el chico sin dejar de mirar fijamente los ojos de Yolanda, con todo el morbo que suponía, grabando aquella escena en su mente para siempre, para no olvidar nunca que una diosa del sexo más espectacular que cualquier pornostar se la había chupado hasta el final.
- Sluuuuurrrrpppp…sluuuurrppp…..sluuurrrpp…
No dejaba de bombear chupando magistralmente Yolanda, adentro y afuera, afuera y adentro, a un ritmo trepidante que el chico aguantaba y aguanto aún algunos minutos, pero después Yolanda maestra de maestras, sintió el palpitar ardiente de la verga del chico y sabía que venía.
- Ooooohhhh….me corroooooo…..me corrroooo…
Exclamo el chico a la vez que Yolanda se sacaba su palpitante y ardiente polla de la boca, abriendo esta mucho sacando la lengua en todo su tamaño y sin dejar de pajearle velozmente arriba y abajo, abajo y arriba, colocaba el glande de su verga sobre su lengua como si esta fuera una alfombra, lanzándole rápidos y concisos lengüetazos al mismo.
- Ooooooooooohhhhh…..aaaaahhhhhh…..ooooohhhh…..
Aullaba como loco de placer en pleno orgasmo el criajo, sin dejar de mirarla fijamente, viendo como las ráfagas de su leche salían una tras otra, como si su polla fuera una fuente, golpeando el chorro el cielo de la boca de Yolanda, que con una habilidad única no dejaba de lamer su glande pero a la vez recogia en su lengua gran cantidad de su semén, ráfaga tras ráfaga hasta cinco, para después colocándose con mucha clase el cabello tras las orejitas decoradas con aquellos aros dorados, volver a ajustar sus labios al diámetro de la verga del criajo, y sin dejar de chuparle limpiársela hasta la última gota.
- Sluuuuurrrrpppp…sluuuurrppp…..sluuurrrpp…
- Ooooooooooooooooohhhh……….siiiiiiiiiiiiiii
Gemía relajándose de éxtasis el niñato, con el rostro pálido y desencajado por el reciente placer, mirando con devoción a Yolanda, que soltó su tranca se separó un poco del chico, abrió su boca y lentamente y con cuidado, mostro su boca llena de su cremosa leche humana, para a continuación cerrar la boca, echar con cuidado la cabeza hacia atrás, hacer unas cuantas gárgaras y tragarse el semen del chico con la cabeza aún hacia atrás, mostrándole como pasaba por su garganta, para volver a bajar la cabeza y relamerse, pasando la lengua por su labio superior, mirando fijamente al criajo con aquella carita de ángel latina, con mirada traviesa y lasciva.
- Ooooooohhhh………increibleeeeeee…..
Exclamo de satisfacción el niñato fofisano con su polla ya flácida contemplando como Yolanda respondía a su expresión con esa sonrisa suya que haría desmayarse a Dios, ni en sus mejores sueños Sergio había pensado disfrutar de tanto placer y morbo con una diosa del sexo tal.
Yolanda giro el cuerpo y se sumergió en el agua, buceando plácidamente en dirección a las escaleras de obra que se adentraban en la piscina, mientras el criajo se ponía en pie ágilmente y se metía la flácida polla dentro de los bermudas, caminando rápidamente en dirección a las escaleras, para pararse un instante justo a contemplar como su diosa del sexo emergía de la piscina con sus mamazas esféricas y perfectamente turgentes cubiertas de agua rebotando en el aire arriba y abajo, abajo y arriba, mientras con sus perfectas manos de uñas rojas se colocaba la voluminosa, brillante y sedosa melena mojada hacia atrás, su espalda recta y larga, de morena piel bronceada, andando a través del agua con una clase arrasadora como una venus latina que emerge de las aguas, con cada paso de sus piernas largas, esbeltas y esculturales, de muslos macizos y separados que sostenían aquel culo de otro mundo sin un milímetro de celulitis o piel de naranja especialmente respingón y con aquel tatuaje de color de un gran sol de rayos cortos y curvos atravesado por una raíz verde y coronado por una cornamenta curva en el centro de su perfecta y fibrosa nalga izquierda, que junto con la derecha subían y bajaban, bajan y subían trazando sus armónicas curvas en el aire de forma salvajemente sexy. El rabo del criajo volvió a llenarse de sangre, no se podía estar nunca saciado de una hembra así.
Estaba en el último escalón cuando el niñato se encontró con Yolanda rodeándola con su brazo por la cintura acompañándola en el avanzar, a le vez que pegaba su cuerpo blancucho y fofisano a su piel morena, con gran contraste, Yolanda sonreía satisfecha al chico, mostrando todos los blancos y perfectos dientes de su sonrisa, hipnotizándolo con ella, hasta llegar a sus cuñas de esparto y subirse a ellas sin que el criajo ni lo notase, para seguir andando con él enganchado balanceando sus tetazas arriba y abajo, abajo y arriba, hasta la hamaca donde estaban las toallas enganchado de su cadera.
- Por favor, por favor…déjame a mí.
Decía el niñato en tono entre de súplica y devoción, aumentando el tamaño de la sonrisa de satisfacción de Yolanda, que estirando su escultural cuerpo de voluptuosas curvas, abría los brazos de definidos bíceps, trazando la línea de las costillas debajo de sus mamazas en forma de gota de lluvia con aquella oscura areola y aquellos morenos pezones extra grandes apuntando al cielo en perfecta turgencia, dejando que el chico pasase la toalla por su cuerpo, su cuello y su nuca, su perfecta espalda, sus caderas, su vientre plano y definido con su precioso piercing, secando y apretando a la vez sus tetazas y su suave canalillo, repitiendo magreo a través de la toalla en el círculo perfecto de su respingón y macizo culo, para pasar luego a grabar sus garras a través de la tela en sus muslos de ensueño.
- Me gustariaaahh…me gustariaaahhh….masajearte el cuerpo con aceite…pu, pu, puedo…
Pregunto el criajo con voz patética y temerosa mientras acababa de secar aquel divino cuerpo de mujer sostenido sobre las dos cuñas de esparto.
- Para eso es la botella de aceite corporal de coco, nene.
Respondió con suficiencia Yolanda, esbozando una sonrisa condescendiente que realzaba sus preciosos pómulos de guapura absoluta, siendo correspondida por una sonrisa bobalicona y unos grandes ojos abiertos del criajo.
- ¿Te pudo quitar el resto del bikini?
Pregunto Sergio con voz llena de ansiedad.
- Claro cariño.
Contesto Yolanda con voz suave y tierna, dulce y sexy a la vez.
El niñato soltó la toalla con la que había secado a Yolanda lanzándola a una segunda hamaca, mientras Yoli permanecía de espaldas a él, y este llevaba las manos temblorosas pero llenas de deseo a los nudos de los lados de la cadera y cogiendo de un hilo en cada lado tiraba de ellos desatándolos lentamente y dejando que la gravedad dejase caer los tos triángulos de tela cubiertos de escamas brillantes azul celeste, ayudados por Yoli que daba unos pasos y dejaba caer la parte de abajo del bikini al suelo, agitando sus desnudas nalgas firmes, respingonas y redondas, arriba y abajo, abajo y arriba.
- Ooooooooooooooohhhhhhhhhhhh
Exclamo el chico cuyos sentidos nunca tenían bastante de Yolanda.
Yoli camino hasta ponerse junto a la hamaca e inclinarse levemente dispuesta a tumbarse sobre la hamaca.
- Uuuuuuhhhh
Exclamo Yolanda dando un respingo al sentir como con la mano derecha el criajo clavaba sus dedos como zarpas en su nalga derecha ,mientras lamia y lanzaba chupetones a la nalga izquierda con deseo incontenible.
- Muuuuaaacckk….sluuuurrrppp…sluuurrppp…que bien sabeees….sluuurrppp…muuack… sluurrppp…que bien hueleees … que bien sabeeess… sluuuurrpp…
Lamia y lanzaba chupetones por toda la superficie de ambas nalgas grandes perfectas y esféricas, mientras su boca se ocupaba de una nalga, su mano se ocupaba de las otra amasándola y apretándola con rudeza.
- Oooohhhh…neneeee…que boca y que lenguaaa tieneeeesss…neeeenee…huuuummm
Gemía y se mordía el labio inferior Yolanda, con las manos apoyadas en el borde opuesto de la hamaca y las rodillas sobre el más cercano en posición de cuadrupedia, echando la espalda levemente hacia abajo para realzar aún más el culo y facilitarle las maniobras a Sergio, tirando la cabeza hacia atrás y cerrando los ojos, disfrutando de como el criajo le devoraba el culo.
El criajo le iba a dejar la marca de su dentadura por todos sus glúteos, que gustazo, tener ahí mismo un macho que no se saciaba nunca de su cuerpazo y que puta lastima, tener que reservar los polvos para las recompensas finales.
Yolanda cachonda perdida y con la raja como un volcán, dejo caer las cuñas de esparto, y apartando su cuerpo de la boca del chico que la estaba llevando de nuevo a un camino sin retorno, incapaz de resistir sus ganas de follárselo, dejo caer su cuerpo boca abajo sobre la hamaca.
- Vamos cariño extiéndeme el aceite y disfruta de todo mi cuerpo relajándome.
El niñato fofisano tomo la botella de casi un litro de aceite corporal de coco, se acercó a Yolanda, que permanecía bocabajo con los ojos cerrados, le aparto el cabello y empezó a dejarle caer aceite corporal por los hombros, por la línea de la columna vertebral, por los riñones, elevo la botella para ver como un chorro caía sobre cada nalga, para dejar la botella a sus pies y empezar a extender el aceite con las manos abiertas, sobre aquella piel bronceada, especialmente morena después de tantos baños de sol, aquella piel suave de porcelana, tersa y firme, sin dejar ni un milímetro de aquella escultural y definida espaldar sin amasar.
- Huuuuuummmmm……huuuuuummmm…huuuuummm… siii nene….huuuuumm
Se deleitaba Yolanda, mientras el criajo con los ojos muy abiertos y sin dejar de jadear sordamente disfrutaba cada segundo de hacer suyo el cuerpo perfecto de aquella diosa.
Yoli cerraba los ojos y dejaba pasar los minutos sintiendo como las manos hambrientas del chico extendían, masajeaban y amasaban su piel, descendiendo hasta los riñones y concentrándose en su perfecto culazo de nalgas turgentes y respingonas, deleitándose en su manejo, subiéndolas a la vez, aprentando sus dedos abiertos para sostenerlas, y dejándolas caer de una sola vez, para que rebotasen en su perfección esférica en el aire, tonificadas al masivo, para clavarles los dedos de ambas manos como las zarpas de un águila amasandolas con fiereza.
- Huuuuuummmmm……huuuuuummmm…huuuuummm… siii nene….huuuuumm
Disfrutaba ella, entregando sus sentidos a aquellas manos hambrientas, al tiempo que el niñato fofisano cogía la botella y vertía aceite sobre los muslos, y volvía a extenderlo sobre sus firmes y esbeltos gemelos, hincando la yema de sus dedos sobre aquella deseada y perfecta piel morena de aquellas piernas largas, grabando sus huellas dactilares sobre ella, para bajar hasta los gemelos y los tobillos y volver a echar aceite y a extenderlo con fruición y los ojos llenos de deseo.
Pero su culo obsesionaba al criajo, que volvió a dirigir sus manos abiertas y temblorosas a sus dos perfectas y curvas nalgas, amasándolas con fiereza introduciendo sus dedos por todas partes, rozando su raja húmeda y ardiente y jugando con sus labios exteriores.
- Plaaaash…plaaaash…plaaaash…plaaaash…
Lanzaba el niñato palmetazos con ambas manos abiertas a cada una de las nalgas, lleno de deseo y ansiedad, haciéndolas vibrar en todo su turgencia y perfección.
- Oooooohhh…neneeeee…neeeneee….oooohhh…
Se retorcía de gusto Yolanda medio incorporándose y mordiéndose los labios luchando por contener su propio deseo, que caliente se estaba poniendo.
- Plaaaash…plaaaash…plaaaash…plaaaash…
Continuaba lanzando palmetazos a las nalgas, alternándolos con magreos y apretones con sus dedos como garras, sobre la superficie enrojecida y ardiente de los grandes glúteos turgentes de Yolanda haciéndola enloquecer de placer.
- Aaaaahhoraa….por delante…neneeee…por delanteeee…..
Dijo Yolanda extasiada y agotada de recibir aquel fantástico y placentero castigo en su maravilloso culo, al tiempo que se daba la vuelta en la hamaca, quedándose boca arriba con su cuerpo firme y perfecto de curvas imposibles, con sus tetas erectas como dos magníficas montañas, cuyos duros pezones extra grandes parecían dos oscuros picos que apuntaban al cielo.
El criajo empezó por los pies, tomo primero el derecho, más cercano al borde donde él se sentaba y alzándolo empezó a chupar todos los perfectos dedos de uñas rojas, deteniéndose en el tercero enjoyado, jugando con el anillo en su boca, para cuando acabo con los dedos, empezar a lamer su planta, mordisquear el talón, chupar el tobillo, jugueteando con la sexy cadenita de plata y pasar a lamer el empeine, mientras sostenía la piernas por el perfecto gemelo de Yolanda, en el que clavaba sus dedos poseyéndolo y masajeándolo a la vez, cuando acabo con el pie derecho tomo el izquierdo, para repetir la acción, chupando con deseo uno a uno los dedos perfectos de aquella superhembra.
- Sluuuurrrpp ….. sluuuurrppp…que bien sabeees … que bien hueleeeess…sluuurppp…sluuurrppp
Degustaba los pies de Yolanda el niñato fofisano saciando su deseo por aquella diosa del porno morena, con la polla marcándole una pronunciada “tienda de campaña”, mientras Yolanda cerraba los ojos mirando con el rostro bañado por el sol, abandonándose al placer máximo que le daba sentirse tan extremadamente deseada por un macho, nada la calentaba más y a su pesar debía contenerse para no follarse al criajo todavía.
- Oooooohhhh……huuuummmm…..
Entornaba los ojos y se mordía el labio inferior Yoli dejándose devorar por el criajo gustosamente.
El chico dejo caer un chorro de aceite desde el muslo izquierdo por encima de la rodilla hasta la espinilla, y empezó a masajear muy lentamente la pierna, deleitándose con el tacto de aquella piel morena cetrina, que bañada en aceite brillaba como si fuera metal bruñido, clavando lentamente las huellas de sus yemas en cada milímetro de la carne firme y tonificada de los gemelos y los muslos de Yolanda, repitiendo la acción con la pierna derecha, alcanzando por el lado interior de los muslos los labios exteriores de la raja de Yolanda, acariciándolos lentamente, ante el gozo y el deleite de ella.
- Oooooohhhh……huuuummmm….. huuuuuummmmm…..
Gemía aquella superhembra, disfrutando cada segundo de su extrema calentura.
El criajo dejo el pubis y la raja de Yolanda para el final y volvió a verter el aceite corporal de olor y sabor a coco sobre el definido y plano vientre de Yolanda, extendiéndolo con ambas manos abiertas, apretando sobre su piel, como si intentase dejar sus huellas dactilares marcadas en todo el cuerpo de aquella diosa mediterránea, jugueteando con el brillantito del piercing con sus dedos pulgares, subiendo y bajando las manos en aquel perfecto y escultural torso de hembra divina, hasta llegar a la base de las magníficas mamazas esféricas de Yoli, sosteniéndolas y agitándolas en la abertura de su índice y su pulgar, como una perfecta montaña circular de firme gelatina, que se agitaba adelante y atrás, atrás y adelante.
Luego tomo su femenina mano derecha y chupo lentamente uno a uno sus delicados dedos perfectamente cuidados, de manicura francesa y uñas rojas, lamiendo su palma y su reverso, provocando la sonrisa de satisfacción de Yolanda, que le ofreció la otra mano para que la chupase también, la cual chupo y la lamio el chico dedo por dedo con ansiedad irrefrenable.
Como calentaba a Yolanda ver aquel desbordante deseo del criajo por ella, que ganas de follarselo tenía.
El niñato fofisano continuo por uno de sus esculturales brazos, masajeando el antebrazo, el bíceps, para luego repetirlo con el siguiente, tomándose su tiempo disfrutando de cada milímetro de Yolanda bajo el sol que hacia brillar su piel deliciosamente.
El criajo vertió generosamente más aceite sobre sus enormes y redondas tetazas morenas de gran areola oscura e inmensos pezones, relamiéndose con los ojos fuera de las orbitas empezó a amasarlos con fuerza, estrujándolos, apretándolos entre sus manos como si quisiera ordeñarlos, pellizcando y jugando con sus pezones, como si quisiera desenroscarlos de sus mamazas, mientras Yolanda aprovecho un hueco en el camal de sus bermudas para deslizar su femenina mano, como si de una habilidosa serpiente se tratara y alcanzo la erecta verga del chico, para pajearlo lentamente mientras cerraba los ojos y degustaba como él, loco de deseo le amasaba sus perfectos melones.
- Huuuuuummmmm……huuuuuummmm…huuuuummm… siii nene….huuuuumm
Disfrutaba la Venus morena de voluptuoso cuerpo, sintiendo los latigazos de placer como descargar eléctricas y el cosquilleo que preludiaba de nuevo su inicua lactancia, que le hacía perder el control y follarse a todo macho que estuviera cerca de ella.
Por suerte o por desgracia, según se mirase, el criajo cambio de objetivo, dejando sus tetazas hinchadas y erectas al máximo, cubiertas de tanto aceite como nunca lo habían estado en su vida.
El niñato fofisano lanzo otro generoso chorro de aceite sobre su pubis y su monte de venus, coronado con aquel depilado brasileño triangular de bello negro rebajado, empezando a extenderlo con ambas manos abiertas hacia abajo, presionando mucho sobre la piel y metiendo los dedos pulgares de ambas manos entre los labios de la raja de Yoli, que dio un respingo de placer, con el clítoris al rojo y la raja empapada y ardiendo.
- Oooooohhhh….oooooohhh….oooohhh
Gemía y jadeaba Yolanda, para plena satisfacción del criajo, que no dejaba de extender y masajear el pubis y la raja ardiente de su diosa, lenta y ajustadamente provocándole contorsiones de placer.
Al cabo de un rato el chico se giró y se colocó en la hamaca entre las piernas de Yolanda.
- Déjame comerte el coño, por favor he visto muchos videos en internet, ahora sabré hacerlo sin tu ayuda, no como la otra vez…déjame por favor, déjame….sabes tan bieeenn…
Suplicaba el criajo con voz patética y rostro de pedigüeño con aquella piel tan lechosa.
- Vamos nene…demuéstrame…que es…lo que has aprendido…oooooohhhh….ooooohhh
Estallo en gemidos Yolanda, tensando su torso pues apenas le dio luz verde, el niñato fofisano bajo con su lengua a devorarla, concentrando su succión en el clítoris, mientras sus dedos índice y corazón entraban y salían, salían y entraban descontroladamente de su raja, y entre convulsiones Yolanda combaba lentamente su espalda.
- Sluuuurrrpppp…..sluuuurrrppppp……sluuuurrrrppp
Chupaba, succionaba y lamia el chico desesperadamente hambriento.
- ohhh.........siiiii…neeeeeneeeee…..siiiiii…..aaaaaahhhhh
Estaba tan, tan, tan caliente que el ritmo frenético del cunnilingus del criajo le haría correrse bestialmente en breve.
- Oooooooohhhhhhhh….neneeeeee….oooooohhhhhhhhhhhhh……muyyy biiieeennn ….. aaaaaahhhhhh…..me corrroooooooo….
Estallo en aullidos de placer Yolanda, con la espalda completamente combada, convulsionando, apoyada en sus brazos, con el rostro demacrado por el orgasmo, lanzando chorros salvajes de sus fluidos en la cara extasiada y entusiasta del niñato fofisano, que no cabía dentro de si de la alegría de haberle provocado aquel intenso orgasmo a una diosa del sexo como Yolanda.
- Oh, oh, oh,……buuuff, buuufff,buuufff..buuuuuuuuffff
Se recuperaba jadeante Yolanda, medio incorporándose en la hamaca y respirando profundamente.
- Lo he hecho bien, lo he hecho bien…
Preguntaba el criajo esperanzado por la aprobación.
- Muy bien nene…muy pero que muy bien….
Respondía Yolanda esbozando una complacida sonrisa de aprobación, mientras comprobaba la enorme erección en el bermuda del niñato y tenía que desechar las voces que en su mente, que le pedían a voces que se lo follase.
- Ven cariño, quítate los bermudas y pon tu polla entre mis tetas, monta sobre mi pecho con cuidado, vamos a darle a tu polla un último asalto.
Dijo con dulzura sonriendo picaronamente Yoli, volviendo a tumbarse boca arriba en la hamaca, a la vez que sujetando por los costados exteriores sus perfectas e inmensas tetazas las agitaba arriba y abajo, abajo y arriba.
El chico se desnudó y se subió con cuidado a la hamaca, colocándose a horcajadas sobre el vientre de Yolanda con las piernas dobladas y su verga dura e inflada como una lanza en ristre, avanzo cuidadosamente hasta situar su polla en el canalillo aceitoso, quedando atrapada entre las suaves y enormes tetazas de Yoli que enterró el rabo del criajo apretándolas desde los costados, haciéndolo desaparecer de la vista entre las dos enormes masas de carne suave y circular de sus mamazas y empezó a sacudirlas arriba y abajo, abajo y arriba, como si sus perfectos globazos en forma de gota de lluvia fueran dos campanas.
- Oooooohhhhh….siiiiii…que bieeeennnn……
Disfrutaba el niñato fofisano de la deliciosa fricción de la cubana que tan bien facilitaba el cuerpo bañado en aceite de Yolanda, irguiendo su espalda, quieto sobre su diosa.
- Vamos nene, vamos…..bombeaaa…bombeaaaa…huuuummm….vamooooss
Le pedía Yolanda provocándole con su más lasciva mirada de perra en celo, sin dejar de agitar sus mamazas arriba y abajo, abajo y arriba de piel morena y brillante con un dedo de aceite, con su polla enterrada entre ellas, apenas sobresaliendo por la punta cada vez que ella llevaba su tetazas hacia abajo.
El criajo empezó a bombear adelante y atrás, atrás y adelante balanceando sus caderas, desacompasadamente durante un rato, hasta que se acoplo al ritmo de Yolanda.
- Oooooohhhhh….siiiiii…aaaaaaahhhh….ooooohhhh…..siiiii
Gemia y jadear disfrutando mientras Yolanda volvia a calentarse, al sentir el olor del sexo palpitante de aquel macho joven inundando su nariz, sintiendo el ardor de su piel sobre su canalillo, pero que acabase pronto, para poder bajar la calentura, pero el niñato fofisano aguantaba y aguantaba, balanceándose e inundando el ambiente con el olor de su liquido preseminal. Yolanda intentando escapar de su deseo, aumento el ritmo de la cubana, agitando y apretando sus tetazas arriba y abajo, abajo y arriba, arriba y abajo.
- Oooooooohhhh….. aaaaaaaaahhhhhhhhhh…. Ooooooooohhhhhhhh……
Exploto el criajo en un terrible orgasmo, mientras los chorros de leche caliente salían de entre las mamazas de Yolanda salpicándole la barbilla y la cara de arriba abajo y llenándole el cuello y el canalillo de su simiente blanca y cremosa.
El chico siguió balanceándose más lentamente hasta, que la última gota de su corrida quedo sobre el moreno cuerpo de Yolanda en claro contraste, mientras esta, recogía con sus femeninos dedos parte de la misma sobre su cara, cuello y canalillo para tragársela chupando los dedos y relamiéndose, que caliente estaba y que rica aquella leche de macho vigoroso loco de deseo por ella.
Yolanda tenía que cortar ahí o ya no podría parar, se removió amablemente en la hamaca ante lo que el niñato fofisano bajo de ella con su polla flácida, mientras Yoli se incorporaba por el otro lado y cubría su cuerpo aceitoso con su bata azul satén.
- Bueno cariño, tienes que irte, te acompaño dentro.
Dijo Yolanda recuperando la compostura, tirándose muy sensualmente la melena ligeramente ondulada y medio seca hacia atrás con ambas femeninas manos.
- ¡Vamos nene!
Apremio Yolanda al criajo, subiendo sobre sus dos cuñas de esparto y encabezando el camino hacia la casa, disfrutando de no saber cuál era la sustancia aceitosa que cubría su cuerpo si el aceite corporal o el semen del chico.
El niñato fofisano la siguió, dentro como un perrillo, ella le dio un piquito, que él quiso prolongar sin éxito antes de entrar en el baño de invitados, donde espero a que saliera vestido.
- Ya hablaremos, porque ahora hay que dar pasos definitivos, pasos definitivos, grandes recompensas, ya estas llegando a la meta, nene.
Dijo Yolanda con su majestuosa sonrisa, guiñándole un ojo al criajo al tiempo que le indicaba la puerta de la casa y este se iba sonriendo como un bobalicón, sin dejar de lanzar miradas atrás para contemplar aquella sonrisa que lo derretía y a todos los hombres del universo.
Cuando el chico cerró la puerta y salió de la casa, Yolanda se dirigió al baño de su dormitorio, tendría que bañarse con sus mejores sales y geles tonificantes y luego cubrir su piel con sus mejores cremas revitalizantes, para restaurarla de los mordiscos, amasamiento y apretones tan deliciosos que le había proporcionado el criajo por todas sus curvas y tal vez aprovechar para tener su tercer orgasmo mediante un gran vibrador negro
Era increíble lo que había tenido que contenerse para no follarse al niñato fofisano de un tatuaje y un pendiente en forma de cruz, sobre todo viendo que el chico había tenido energía para correrse tres veces seguidas y porque Yoli lo había tirado de casa, que si no.
Ese era uno de sus grandes poderes, poner a los machos tan a tope que no se cansasen nunca de tener sexo con ella, una y otra, y otra, y otra, y otra vez y vuelta a empezar, todo por aquella superhembra
CONTINUA