Libe en el supermercado

Empieza siendo forzado y acaba siendo follada por tres hombres.

LIBE EN EL SUPERMERCADO

Libe había ido al supermercado para hacerle a su madre la compra, iba vestida con una falda negra por la rodilla y una blusa blanca que transparentaba un poco el sujetador. Llevaba las bolsas en la mano para bajar por el camino hacia casa, eran las nueve de la noche.

Cuando iba a doblar la esquina del supermercado al lado del aparcamiento del centro comercial un hombre joven le salió al paso diciéndola lo bonita que era mientras con una mano la acariciaba los pechos más bien se los magreaba, ella quiso chillar pero él la tapó la boca y la condujo hasta un coche que estaba fuera de la vista de la gente.

Allí nadie los podría ver, la lanzó sobre el maletero del coche poniéndola boca abajo mientras la decía lo zorra que era y que la iba a follar hasta que se cansase. Ella sollozaba pero él no la hacía caso, la tenía bien aprisionada, se sacó la polla y se la rozaba por sus nalgas por encima de la ropa, la levantó la falda y descubrió que llevaba un tanga negro que se le introducía en la raja del culo, se lo bajó de golpe y se abalanzó sobre ella abriéndola las nalgas con la mano le acariciaba el coño que estaba ligeramente mojado lo que le sorprendió pero hizo que la insultase y la dijera lo puta que era.

Con los fluidos de su coño se los untó en el culo, la metió un dedo y lo empezó a mover dentro y fuera hasta que no encontraba dificultad, posteriormente introdujo dos dedos y los siguió moviendo, luego tres y cuando vió que estaba dilatada la introdujo la polla sin miramientos en el culo y la empezó a follar con fuerza mientras con la mano le sobaba las tetas sobre la blusa.

La acariciaba la espalda y la sujetaba de las caderas para follarla con más fuerza hasta que notaba que se iba a correr, se la sacó y masturbandose con las nalgas eyaculó sobre su espalda, la limpió con un kleenex y se subió los pantalones. Ella en lugar de chillar se subió el tanga y se puso correctamente la falda. Cogió las bolsas y se marchó pero él se fue con ella, Libe quería deshacerse de él pero no sabía como, al pasar por una zona boscosa él la volvió a coger del brazo y la empujó hacia ella.

La tiró al suelo, ella sintió pánico y quiso huir pero él se arrojó a por ella y la inmovilizó en el suelo mientras la levantaba la falda y la arrancaba el tanga, las rodillas de Javi la abrían las piernas y se situaba entre ellas dirigiendo la polla que volvía a estar dura y penetrarla violentamente.

Libe chilló pero con el paso de las acometidas del asaltante convirtió los gritos de miedo en jadeos y gemidos de placer, la follada era violenta pero de no consentida pasó a ser fuerte pero consentida, ella le sacó la camiseta por la cabeza y con los pies le bajó del todo los pantalones dejándole desnudo, él la abrió de un tirón la blusa y la saco el sujetador.

Libe clavaba sus talones en los muslos de su amante mientras le pedía más, que la follase con más fuerza, era un autentico polvo. Javi la besaba la boca, las lenguas jugaban en una lucha abrazándose haciendo que el calor subiera todavía más, él lamía en torno a los pezones con la lengua sin tocarle los mismos para cuando los vió duros succionarlos para soltarlos posteriormente.

Se sujetaba él sobre los antebrazos elevando el torso rozando el clítoris con el tronco de la verga, la sacaba el pene y la tocaba con el glande en el botón del placer de la chica para luego metersela rápidamente, la velocidad subía y ella en un momento se subió encima y comenzó a cabalgarle, Javi la apretaba los pechos como queriéndoselos elevar al cielo.

Libe mostraba su repertorio de artes amatorias y con los músculos de la vagina los relajaba y los apretaba a su antojo y cuando notaba que la excitación del hombre que tenía entre las piernas bajaba mucho el ritmo para que no eyaculase pero que no se le bajase la erección.

Uniros a la fiesta si queréis---- dijo Javi.

Libe miró y vió a dos hombres con la polla en la mano acariciándosela completamente erectas pero en vez de negarse les sonrió, llevaba ya dos orgasmos y estaba tan desatada y gozando tanto que le importaba poco todo. Javi la apretaba los pechos y cuando se acercó Pedro la sujetó de las nalgas y se las abrió bajando el ritmo ella para que el hombre se la metiese, la colocó la polla en el ano y se la metió, no encontró dificultad porque antes Javi ya se la había follado por ahí en el aparcamiento.

Empezaron los dos a follarla primero con lentitud pero muy profundamente para luego ir subiendo la velocidad, Juan la puso la polla en la boca y ella se la cogió con la mano metiendosela directamente y chupandosela como si fuera un pirulí, aumentó la velocidad también de los apretones que hacía con la vágina llevando a Javi al orgasmo.

Pedro la levantó y se tumbó boca arriba sobre la hierba atrayéndola hacia él mientras seguía con la polla en su culo. Javi la dio la polla para que se la limpiase y sacase los últimos restos, se arrodilló en el suelo al lado de ella y la abría las piernas a tope para que Juan la penetrase.

Libe le cogía la polla a Javi y se la iba lamiendo suavemente mientras ella era jodida por los otros dos hombres, le estaba haciendo una mamada muy tranquila y muy completa le daba pequeños mordiscos de vez en cuando, Libe se levantó sacándose las dos pollas del coño y del culo después de otro orgasmo, el nosecuantos de la noche porque ya había perdido la cuenta.

La chica se puso de pies y se acercó al arbol y le dio la espalda a Juan abriendo las piernas para que el hombre la penetrase por el culo, la cogía de los pechos para ofrecérselos a Pedro para que se los comiese, Pedro entonces la penetró por el coño, las pollas se notaban dentro de la vagina de la chica.

Javi solo miraba, los dos amantes se la fueron follando cada vez de forma más salvaje hasta que Pedro notó que le venía y se la sacó a la chica masturbándose hasta correrse en sus tetas para luego limpiárselo. Juan pellizcándola los pezones hizo que se fuera inclinando hasta ponerla a 4 patas y comenzar a follarla de forma auténticamente salvaje mientras se la mamaba a los otros dos hombres, Juan con una mano masturbaba a la chica que estaba casi en un orgasmo continuo, la temblaban las piernas.

Juan estaba a punto de correrse lo mismo que los otros dos que se la tenían metida casi a la vez en la boca, entonces ella se puso de rodillas debajo de ellos que se masturbaron hasta eyacular sobre ella poniéndola perdida de semen en la cara y los pechos.

Ella se vistió, se dieron los teléfonos y quedaron para repetirlo por lo menos ella con alguno de ellos.

Este relato es imaginario pero va dedicado a cierta chica que me pidió el relato y que quería que su personaje se llamase Libe. Si queréis, podéis escribirme a:

Picante100@hotmail.com