LIA Y RAFA (I) - Al pie de la cama
Rafa avisa que va a llegar en casa. Lia se prepara para él, quien no la dejará pasar del pie de la cama.
Lia recibió un mensaje: “llego en media hora, te quiero preparada”.
Instintivamente sintió un cosquilleo por todo su ser. Fue al baño y empezó su sesión de preparación. Lavó mi cuerpo, también los agujeros que serían usados y se echó la crema con suave olor a mango que tanto le gustaba a Rafa. Se maquilló de forma sencilla los labios y los ojos, como a él le gustaba. Ya estaba lista y él llegaría enseguida.
Desnuda fue a la habitación y se colocó en el pie de la cama, de rodillas de espalda a la puerta. Lia estaba un poco nerviosa, Rafa era dominante pero esa petición significaba que había tenido un día especialmente duro y necesitaba sexo duro para desfogarse.
Unos minutos después Lia oyó la puerta de la casa. Los pasos de Rafa pasos iban lentamente hacia la habitación. Sintió su respiración y presencia. Su mano acarició con cariño la cabeza en señal de afecto, bajo por la nuca hasta la espalda y cuando estaba a la mitad, presionó para que apoyara el cuerpo contra la cama dejando su culo y coño expuestos.
Con leves caricias fue bajando hasta el coño de Lia y palpó con suma delicadeza. Ya estaba algo húmeda pero no lo suficiente para el gusto de Rafa. Se levantó y fue a uno de los cajones, escogió una banda de color negro y tapo con ella los ojos de Lia.
Volvió a su coño y empezó a acariarla, haciendo que su coño se estremeciera con sus dedos mientras ella seguía con el cuerpo pegado. Jugando con su clítoris, metiendo despacio un dedo… luego el otro. Iba con calma, no tenía prisa pues la tarde iba a ser larga. Tardó unos minutos en oírla empezar a gemir mientras su coño se empapaba por completo. Rafa sonrió contento con el resultado.
Lia escucho como Rafa se levanta. Le oyó rebuscar en los cajones. Lia nerviosa seguía en su posición. La presencia de Rafa se movía por la habitación, hasta que notó sus fuertes manos cogiendo sus muñecas. Noto una cuerda alrededor de ellas y Rafa estiro, dejando el cuerpo de Lia estirado. Ato el extremo de la cuerda al cabecero de la cama.
Después sintió las manos en uno de sus muslos que con una bandas le habría las piernas. Una banda a una pata de la cama… y después la otra. Expuesta, abierta.
- Mucho mejor… - Susurro con voz grave.
Nuevamente los pasos se alejaron pero esta vez no tardaron en volver. Rafa se colocó de rodillas junto el cuerpo de Lia y lentamente empezó a meter un dildo de buen tamaño. Despacio, abriendo el coño ya amaestrado, dejando que mojara con su propia humedad. Cuando lo metió del todo, empezó a masturbarla con él. Casi con mimo. Pero acelerando cada vez más.
Lia se retorcía de placer, controlando su respiración como podía. Rafa sonreía orgullo con aquella imagen. Lia era suya para usarla a placer. En una fuerte estocada le clavó el dildo profundamente y ella respondió un gemido de incomodidad y placer. Los movimientos pararon y Lia intentó controlar su respiración.
Rafa fue al armario y saco un instrumento grande y pesado. Lia reconoció el sonido de las ruedas en seguida. Era la máquina masturbatoria que tanto le gustaba usar a Rafa para ponerla a prueba. La colocó detrás de Lia y uso el dildo de cabezal. Cuando estaba seguro que todo estaba bien colocado, la accionó. Nivel 3 de 10.
Rafa se empezó a desnudar junto viendo a Lia abierta y siendo usada por una máquina. Sonrió y noto como su polla dura salía de su pantalón. Pero no… aún no. Se acercó al oído de Lia y le susurro.
- Voy a darme una ducha, no te muevas de aquí. – Sonrió para él sabiendo que al estar atada no podía moverse. Fue hacia la puerta y se giró. – Ah… y no puedes correrte. – Según dijo eso, subió al nivel 7.
Noto como Lia se tensaba por las punzadas de placer. Lia se retorcía de placer mientras escuchó como Rafa habría la ducha. Mientras que Rafa se duchaba tranquilamente ella estaba allí, haciendo esfuerzos recibiendo de forma incansable y segura de la máquina. Se estremecía, gemía… su coño chapoteaba mientras se abría y cerraba al paso del dildo. Lia intentaba controlarse pero pasaban los minutos y Rafa no volvía. 3 minutos, 5 minutos, 7 minutos…. Las piernas de Lia temblaban y notaba como su coño mojado empezaba a empapar sus piernas.
Oyó como la ducha paraba e intento respirar con más calma. Sabía que pronto acabaría aquella tortura de placer que Rafa le había impuesto. Pero no… él se tomó su tiempo antes de salir del baño.
La imagen de Lia atada y sometida era espectacular. Gimiendo atada, viendo como su cuerpo se movía al ritmo de sus gemidos, con el coño goteando… no puedo evitar tocarse el polla dura. Bajo la intensidad a nivel 3 de nuevo.
Lia sintió como se relajaba al instante. Respiraba acelerada. Sintió Rafa unos centímetros de su cabeza.
- ¿Te has corrido, Lia?
- No. - ¡Plas! Un azote no muy fuerte pero sonoro recibió en una de sus nalgas.
- No, ¿qué?
- No, amo. - ¡Plas, plas, plas!
- Mucho mejor…
Rafa bajo la mano al coño y recogió parte del flujo de Lia con los dedos y subió hasta su culo. Lia se esperaba notar los dedos de Rafa abriendo el culo, pero no… en su lugar noto algo frio entrando. Lia se estremecía a cada centímetro frio y duro que entraba en ella. Era algo fino, más de lo normal. No entendía bien que era. Estaba tan concentrada en adivinar, que cuando Rafa subió al nivel 8 chilló por la sorpresa a la vez que se tensaba.
Mientras su coño era taladrado noto como Rafa movía algo y su culo empezó a abrirse lentamente. El culo cedía por la imposición del nuevo juguete, un dilatador anal. Poco a poco Rafa iba abriendo. Ya podría meter un dedo. Satisfecho, dejó de abrir y paro la máquina.
Lia lo agradeció para sus adentros pues ya no aguantaba más. Estaba a punto de correrse. Rafa retiro la máquina. El coño de Lia goteaba por sus piernas, parecía un manantial. Se puso de rodillas y sin ningún cuidado le clavo la polla hasta el fondo. Rafa soltó un gemido mientras el cuerpo de Lia se movía por toda la cama estirando más sus piernas.
Rafa no pudo aguantar más y empezó a follarla con todas sus ganas. Sin cuidado. Bombeando una y otra vez dentro de ella. Cada vez gemía más fuerte y estiro del pelo de Lia para hacer una Z con ella. Lía gritó y él se excito más por la postura y por su quejido. Las embestidas eran cada vez más fuertes, mas violentas. Necesitaba llenarla, correrse… llevaba horas esperando y necesitaba hacerlo.
Dio las últimas embestidas duras, profundas y secas. Lia sintió como la polla de Rafa se hinchaba y explotaba en ella. Los gruñidos de Rafa se escucharon durante un minuto entero. Dejo la polla bien dentro de ella unos segundos y la saco del tirón. La dio un fuerte azote.
- Buena puta.
Fue hacia el baño y allí limpio, dejando aún a Lia atada y expuesta. Ella sentía como la leche de Rafa bajaba por dentro de ella y goteaba por su coño. No la había desatado... eso significaba que aún no había acabado.
Rafa se colocó detrás de Lia y movió la rueda del dilatador de nuevo, abriendo más su culo. Sonrió para sus adentros.
- Así… el culo bien abierto. Aunque tu coño esta demasiado vacío para estar tan mojadito.
Introdujo de nuevo el dildo enganchado a la máquina y lo conecto a nivel 4. El dildo salía mojado de todos los fluidos.
Como si la cosa no fuera con Rafa el empezó a moverse por la habitación, dejando que Lia sintiera como era penetrada. Los suspiros de ella y los gemidos eran cada vez más elevados. Antes había estado a punto de correrse pero no la había dejado, así que estaba mucho más sensible. Podía ver su coño hinchado… El dildo sacaba cada vez más flujos de ella y caían al suelo.
- Vas a poner el suelo perdido. – Dijo para después darle un sonoro azote que acompaño un quejido de Lia.
Rafa noto como su polla volvía a endurecerse. Se sentó en la cama y con una pierna a cada lado de Lia. Dejando la polla apenas unos centímetros. La cogió de la cara y la miró a los ojos, parte del rímel se había empezado a correr. La beso tiernamente mientras subía el nivel al 8. Lia gimió en la boca de Rafa… a él le encantaba.
Con bastante rapidez y habilidad Rafa movió la cadera y le introdujo la polla en la boca de Lia. Aún no estaba completamente dura.
- Vamos… trabaja como tú sabes.
Mientras Lia se concentraba en no correrse le comía como podía la polla. Moviendo su cuello todo lo que podía en esa postura. Rafa sabía que Lia lo estaba pasando mal. Bajo la intensidad al 5. Los gemidos de Lia se relajaron pero su coño seguía contrayéndose.
Rafa disfruto varios minutos de la comida de Lia. No tenía prisa y sabía que ella en el fondo le gustaba sentir que él controlaba todo, su placer y su dolor. Rafa empujaba la cabeza de Lia hacia él mientras gemía de placer “así… así…”. Cuando el creyó que era suficiente, que su polla estaba completamente dura quito la cabeza de Lia tirándola del pelo. Se levantó de la cama y fue a su abrigo.
- He comprado un juguete nuevo… - Dijo y subió el nivel al 6. La respuesta en forma de gemidos de placer fue inmediata. - ¿Te gusta? – Preguntó a Lia mientras se lo ponía delante de la cara.
Era un plug nuevo. Ancho pero no muy profundo de color negro. Lia asintió. Rafa puso una mueca y subió al nivel 9.
- No te he oído.
- ¡Sí, amo! – El grito de Lia era desesperado intentando controlarse. Rafa sonrió y bajo al 6 de nuevo.
- Mucho mejor. Esta semana tendrás que ponértelo cada vez que salgas de casa. Cuando llegues al trabajo te lo puedes quitar. Pero en cuanto salgas volverás a ponértelo. ¿Entendido?
- Si, amo. - Rafa giro la rueda del dilatador anal de nuevo.
- No creo que haya problemas para que entre en tu culo.
Dijo mirando el culo dilatado de Lia. Rafa se alejó un momento y enseguida volvió. Lia sintió como algo frio y espeso entraba en su culo. Era algo extraño. Después noto como el dilatador anal se contraía. Rafa lo estaba quitando. Pero el culo se quedaba aún abierto.
Sintió como Rafa se colocaba encima de ella y ponía su punta en su culo.
- No te corras, puta… - Dijo y le embistió con dureza.
Lia grito como una loca al sentirlo mientras su coño seguía recibiendo al dildo con un incansable compas. Rafa dejo su polla a fondo… sentía como el dildo se movía dentro de Lia y le daba placer. Espero unos segundos y empezó a moverse al mismo ritmo que el dildo pero en dirección contraria: cuando su coño se vaciaba se llenaba su culo, y el revés.
- Amo, necesito correrme.
- No.
Rafa siguió embistiendo sabiendo que Lia estaba a punto de correrse. Notaba como temblaba. Subió el nivel al 8 y con ello sus embestidas.
- Amo, por favor…
- ¡No!
Los gemidos de Lia se convertían casi en gritos. Rafa sentía como volvía a hincharse su polla, como el placer volvía a ser intenso. Tiro del pelo de Lia para poder embestirla con más violencia.
- Amo…
- Córrete conmigo o no te correras hoy.
Lia se estremeció en gemido. Apretó su culo como pudo sabiendo que así Rafa sentiría más placer y adelantarle el orgasmo, ella no podía más. Rafa solto un bramido de placer y enfado. Pero él tampoco podía más.
Lia se relajó un poco y volvió apretar. Los bramidos de Rafa se volvieron tan intensos como su placer, empezaba a hincharse su polla. Lia se relajó y por fin, pudo dejar que su cuerpo disfrutara por completo del placer y empezó a correrse intensamente… tanto que dolía. Eso fue más de lo que Rafa pudo soportar y explotó llenando el culo de Lia.
Los gemidos de ambos llenaros la habitación. El placer. El olor… y el cansancio repentino después de una buena sesión de sexo.
Cuando acabo Rafa acabo de correrse apago la máquina. Lia estaba exhausta, agotada, usada. Rafa saco la polla y vio el culo abierto y lleno. Saco el dildo y vio como el cuerpo de Lia había sido completamente usado. Su coño palpitaba goteando.
Soltó sus piernas, después sus brazos. Ayudo a que se levantara con cariño y la beso tiernamente en los labios.
- Creo que te has ganado un baño, preciosa.